domingo, 23 de junio de 2024

VOCES entre VOCES

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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.

729 ES EL CÓDIGO COMERCIAL DE ISRAEL, TODOS LOS CÓDIGOS DE BARRAS DE LOS  PRODUCTOS QUE EXPORTAN EMPIEZAN POR ESE NÚMERO.
LA CAUSA ÚLTIMA DE LAS GUERRAS SIEMPRE ES EL DINERO, NO COMPRES PRODUCTOS DE ISAREL MIENTRAS SEA UN ESTADO GENOCIDA.

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6 poemas de Martha Asunción Alonso

27 Mar 2024

JUAN DOMINGO AGUILAR

Martha Asunción Alonso es una poeta y traductora nacida en Madrid en 1986. Ha recibido premios como el Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández (2011), el Adonáis (2012) o el de Radio Nacional de España (2015) entre otros. Es autora de una una decena de poemarios, entre los que destacan WendyBalkánicaLa soledad criolla o Detener la primavera. Es asimismo autora del libreto de la ópera de bolsillo La vida secreta, que se estrenó en la Mostra España 2021 con música del compositor lisboeta Nuno Côrte-Real. Se dedica también a la traducción de voces antillanas y africanas al español. Ha traducido, por ejemplo, novelas de la narradora guadalupeña Maryse Condé (Impedimenta) o la Antología de la nueva poesía negra y malgache de Léopold Sédar Senghor (Ultramarinos). Es doctora en Filología Francesa y actualmente enseña en la Universidad de Alcalá de Henares. En 2023 resultó ganadora del Premio Kutxa (Ciudad de Irún) de narrativa en castellano con Cartas a Nensi, su primera novela (Algaida Editores). Presentamos una selección de sus textos y un poema inédito.

***

El cinturón de Hipólita

Una vez, siendo niña, descubrí a la mujer
que me enseñó a montar en bicicleta
tiñéndose las canas: se había puesto, porque la resistencia mancha,
una camisa azul de su marido
muerto.

El cinturón de Hipólita es aquella camisa.

Mi primera maestra, Doña Cati,
enseñó a leer a tres generaciones de españoles
a través de sus gafas, ya estando jubilada: 
Mi-pa-pá
es-el-más-gua-po-del-mun-do-y-mi-ma-má-la-más-fuer-te
del-pla-ne-ta-tie-rra.

El cinturón de Hipólita es aquel par de gafas.

El día de su boda con el poeta Manuel Altolaguirre,
la poeta Concha Méndez caminó
flotando, con su traje de menta, hacia el altar
de los Jerónimos: su ramo de novia era un manojo
fresco de perejil.

El cinturón de Hipólita es aquel ramo verde.

Y el modo en que mi madre, a los cincuenta, le cambiaba las pilas
a su audífono para asistir a clases
en la universidad (las manos son las mismas que, con catorce
años, dejaran los compases y dictados
para ponerse a amasar pan).

El cinturón de Hipólita nunca lo robó Hércules.

Hércules robó el oro,
pero no la riqueza. ¿Cómo expoliar aquello que se mama,
capital invisible, indivisible, cual río
sangre abajo? Robó Heracles
el oro. Nos dejó
la nobleza.

*** 

Mutaciones poéticas

En mi familia no hay poetas.

Pero mi abuelo Gregorio,
cuando regaba el huerto en Belinchón,
se quedó tantas tardes
velando las acequias, murmurando:
No bebemos
el agua: es ella quien nos bebe.
El agua
es
la mujer.

No, en mi familia no hay poetas.

Pero una vez, muy niña, encontré cáscaras
de huevo azul
a los pies del almendruco.
Se las mostré a mi padre y mi padre, silencioso,
me enseñó a hacerles un nido
con ramaje;
y me enseñó por qué: hay pedazos de vida
que son
sueños enteros.

En mi familia, os digo, no hay poetas.

Pero cuando mi bisabuela
Asunción
contempló por vez primera el mar
-la primera y la única-,
me cuentan que se quedó muy seria, muy callada,
durante un ancho rato, hasta que dijo:
Gracias
por
los ojos.

No sé de dónde salgo. En mi familia
no hay poetas
malos.

***

Manchas

Las golondrinas y las cigüeñas,
los pájaros más fieles del cielo, ensucian
cuanto tocan al construir sus nidos.

Las mamíferas lamen
sin escrúpulo alguno la placenta,
la sangre donde vienen sus cachorros.

La flor de loto crece en el barro.

Hay mujeres enfermas y hay hombres
que las aman: les sostienen
la sombra en el aseo.

Nada sabe del otro quien siempre lleva guantes.

Para aprender de amor, hay que abrazar
la mancha.

***

Castilla

Íbamos en el coche a Ponferrada,
donde mi abuelo se asfixiaba poco a poco.
Mi padre conducía con los ojos anémicos,
sin mirar el paisaje:
Castilla era su padre y se estaba muriendo.
Yo pensaba en Machado.
Cruzábamos las nubes por la meseta,
horizonte de arcilla,
pinares apretados donde fuimos salvajes y hubo sol.
Las vides retorcidas por el frío.
Los hilos del telégrafo, aquel toro. Íbamos
en el coche al hospital de Ponferrada.
El tiempo era franela, y era adobe.
Silicosis del tiempo.
Yo pensé: Leonor.
¿Qué pensaba mi padre?
Castilla era su padre. Y se acababa.

***

Lost generation

Era un mundo sin protección solar.

Los sueños, las inmensas
antenas parabólicas sobre los tejados,
monos azules
tendidos en patios interiores: mapamundis
proféticos tras las manchas de aceite.

No teníamos miedo.
Fuimos a escuelas donde los maestros
habían llevado luto por nosotros,
que estábamos llamados a heredar
la transparencia.
Dicen que a la salida alguien nos daba
caramelos con droga.

Yo nunca tuve dudas. Era nuestro destino:
ser una nueva raza de gigantes,
hombres libres, mujeres que haríamos
el trabajo de cien hombres.
¿Cómo no ser valientes? Pasábamos
agosto con abuelos
que habían sudado todo el frío del país.
Fumaban y tosían
y aflojaban bombillas porque la luz
no es gratis, no. También tuvimos padres,
una nación sonámbula de padres
que venían del sur.
Por la noche, volvían tarde a casa
y exclamaban: “¡Señor,
ya me sacas al menos dos cabezas!”.

Éramos los mayores.
Crecimos un centímetro diario y
estrenamos mallas, ternura primogénita,
zapatillas 
Paredes
que atravesaban yonquis en la noche
para aprender francés.
Duendes únicos. Magos
de la calcomanía. Todo se nos quedó
pesquero tan deprisa:
el
 Colacao, los paraísos para mascotas
olímpicas, los cromos,
la fe de nuestra primera comunión.

Cuando al fin llegó el metro a nuestro barrio,
fue demasiado tarde.

Ya teníamos balsa.

Y estaba preparado el plan de fuga.

***

Ecografía

Nací en el siglo XX con trompas de Falopio.
Supongo que por eso, entre otras ruinas,
no pude evitar
respirar aliviada cuando aquel ginecólogo
se apostó caña y pincho a que serías hombre. 
 

Conocerías los excesos.

Te dirían perdón y por favor y gracias muchas veces
por ceder el asiento una parada.

No aprendería tu carne la misma moraleja
sin importar el cuento: esto sobra,
aquí falta,
finge si no te gusta,
disimula aún mejor cuando te esté gustando demasiado,
ni un temblor
hasta que la lengua del elegido
se adentre en la espesura a despertarte.

Tendrías tu lugar en los estadios.

Verías tu dolor en el museo.  

https://www.zendalibros.com/6-poemas-de-martha-asuncion-alonso/ 

TEMAS TERTULIA 28-6-2024

LA CUCARACHA

FUTURO

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

TEXTOS TERTULIA 21-6-2024

EGOS Y OTRAS IDEAS RARAS.

PATRIAS

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

EGOS Y OTRAS RAREZAS


El ego forma parte de la condición humana, todos lo tenemos en mayor o menor medida, del mismo modo que tenemos unos comportamientos propios a los que el resto de la humanidad llama rarezas.

Días atrás tuve el privilegio de ver nuevamente «Doce hombres sin piedad» (Sidney Lumet, 1957). En otras ocasiones me había fijado en el conflicto moral que conlleva formar parte de un jurado, más cuando el veredicto puede suponer la pena de muerte para una persona; esa responsabilidad me sobrepasa. Sin embargo, esta vez he prestado más atención a la singularidad de cada miembro del jurado y en cómo sus circunstancias y características personales influían sobre su decisión. Salvo el jurado número ocho que, sin dogmatizar y dejando a un lado su criterio personal, mantenía una duda razonable sobre la culpabilidad del acusado y consideraba necesario un análisis objetivo de los hechos, el resto sencillamente deseaba salir de allí lo antes posible para continuar con sus vidas, dándoles lo mismo la de alguien a quien ni conocían ni les importaba, creyéndose, además, en posesión de la verdad absoluta.

Extrapolando la situación de la sala del jurado a la vida cotidiana, me parece que las teorías psicológicas que promueven la consolidación de la autoestima -teorías ciertamente magníficas- se nos han ido de las manos y han generado una sociedad hedonista y ramplona cuyos integrantes pontifican al hablar de lo que sea y con quien sea de cosas que no saben, denominando acertados a los que están de acuerdo con ellos y errados al resto de personas que habitan el planeta -unos ocho mil millones-, optando por relacionarse solo con quienes piensan igual, cerrando la puerta a otras posibles formas de ver y hacer las cosas, desechando de este modo su propio crecimiento.

El jurado número ocho, paciente y valiente, tuvo el arrojo de enfrentarse a los otros once miembros y, con una tenacidad encomiable, dialogar con aquellos que eran contrarios al diálogo, calmar los nervios de algunos que andaban desbocados y ayudar a otros a reconocer que quien hablaba por su boca era el dolor y la ira, consiguiendo revertir la sentencia.

Muy lejos del jurado número ocho, yo no encuentro la manera de hacerme escuchar por los pontífices que voy encontrándome en el camino, no tengo el aguante ni la entereza, y mucho menos las ganas, siento que de nada me valdría hablar con lo que denomino sordos emocionales; yo solo tengo capacidad para dialogar con las personas sin miedo a la imperfección, personas conscientes de que la humanidad conlleva cometer fallos, atinar, confundirse, acertar, perder y ganar, porque gracias a ellas se me hace un poquito más llevadero este jardín de infancia en que se ha convertido el mundo.

Me temo que, como en la película, quienes más terquedad muestran defendiendo su postura son los más dolidos e inseguros y por ello han de esconderse bajo un manto de comportamientos egoicos, pero hace tiempo que aprendí que lo único que puedo hacer para rebajar los egos es dominar el mío hasta donde pueda; en cuanto a las rarezas, que a mí me gusta llamar costumbres, no impongo las mías, pero tampoco permito que me sean impuestas las ajenas, eso sí, admito ideas para renovarlas, me resulta extremadamente aburrido vivir sin incorporar de vez en cuando algún cambio en las rutinas.

21/junio/2024 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»



EGOS Y OTRAS IDEAS RARAS.

El ego es siempre un problema de otros egos.

Todos tenemos ideas raras, la única diferencia es que a unos se les nota más que a otros. 

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

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EGOS Y OTRAS IDEAS RARAS.

Buenos días.

Ya me encuentro mejor,

he dejado de comer hierba con las cabras.

Ahora cazo moscas con la lengua

y me estoy aficionando a la antropofagia.

Ya no duermo colgado

como los murciélagos.

Aunque todavía cuento las espinas de las rosas.

Miro de frente

y quiero olvidar el nudo de las cuerdas.

Me siento vivo,

como un rabo de lagartija

cuando se lo cortan.

No sé si será bueno,

pero ahora tengo ganas de hacer el amor

con la vida a todas horas.

Les llevo tabaco aliñao con una lima

a los deseos

y ahorro en flores para los muertos.

Pero, si me veis loco, dando gritos de verdad

por la calle,

no me pongáis la camisa de fuerza.

Dadme besos y besos en la boca

hasta que recobre la inconsciencia.


JJC – Juan Jiménez Caballero

EGOS Y OTRAS IDEAS RARAS.

DESPERTAR DEL ESTADO DE PERSONA

Puedo dejar una a una mis imperfecciones,

desprenderme del odio y de la envidia,

del miedo y de los complejos,

del egoísmo y del acopio de cosas.

Pero hasta que no despierte del estado de persona,

no cesaré.

Pongo por testigo a mi Testigo interno

de que esa persona que se hace pasar por mí

es solo la sombra de lo que en verdad soy.

Un día mi espíritu volará muy alto

y esa persona que un día creyó ser Yo

desaparecerá en la luz de la llama.


El estado divino está escondido detrás del estado de persona. Como explica la metafísica de la India, la existencia está dividida entre Purusha, espíritu, y Prakriti, materia y ambas conviven en un mismo individuo.

Alexandra Di Estefano Pironti. 

Un salto al infinito” Ediciones Carena.


PATRIAS

Amigo, nunca digas con altanero tono a los jóvenes que arden por conocer la gloria, la vieja mentira:
Dulce et decorum est pro patria mori.
(Es dulce y digno morir por la patria).” Owen

La igualdad nos hace libres, la diferencia, ricos, el amor, sabios.

Existe una ley del comportamiento humano que se repite invariablemente en cada generación y constituye uno de los pilares de nuestro ser individual y colectivo, una ley que nunca debiéramos olvidar antes de juzgar a un semejante: todo verdugo ha sido víctima antes, en algún oscuro momento de su existir. Que ello nos ayude a comprender nuestra naturaleza, pero nunca dejemos una injusticia impune: mañana cualquier víctima-verdugo la repetirá.

Unos seres humanos tienen ideas de futuro; otros las lucen como propias ; otros viven a costa de ellas, otros mueren por ellas . . . Mientras, en algún lugar, alguien que ha escuchado atento esas ideas, las aplica, en silencio, a su vida cotidiana. Es éste último quien transforma el presente y siembra un futuro mejor.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

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MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


ENTREVISTA A EMILIA GARCÍA CASTILLO

14 JUNIO, 2024 JOSEMARCELORUIZ DEJA UN COMENTARIO

AUTORA DEL POEMARIO FORMAS DE MIRAR AL MAR


«LA POESÍA ME PERMITE ESTABLECER UN DIÁLOGO CON EL MEDIO Y MI PROPIA NATURALEZA»

«Oímos y vemos noticias de naufragios, De personas que tratan de llegar a esta orilla y no lo consiguen. Que emigran huyendo de guerras y miserias. Sólo buscan algo tan elemental como es la vida. Es la vergüenza de nuestro siglo.»

PREGUNTA.- Le conocemos por sus artículos en el periódico NOTICIAS 24, (Comarca de la Axarquía.)  Pero usted es poeta. ¿Cómo vive y siente usted la poesía?

RESPUESTA.- La poesía, para mí, es una forma de comunicar lo que la intuición y el conocimiento me dictan; una manera de expresar a través de los sentimientos ‘la cruda realidad’. La poesía me permite establecer un diálogo con el medio y el momento en el que vivo, y con mi propia naturaleza. Todo cuánto existe comunica. La vida habla. Ya lo decía Rosalía de Castro: “Yo trato de poner en palabras eso que escucho.”

P.-  En el poemario anterior Calles de la memoria nos habló de su infancia, de su pueblo natal, Vélez- Málaga. ¿Qué significó para usted ese reencuentro?

R.- Más que un reencuentro con Vélez-Málaga, (yo nunca me he sentido lejos), fue un viaje de ida y vuelta a una infancia y adolescencia que me asaltaban a preguntas que dolían. Cuando lo escribí, me di cuenta de que seguían doliéndome, aunque  para muchas de esas preguntas ya  encontrase respuesta. Es un homenaje a esas calles en las que crecí y en las que comencé a sospechar lo que es la vida,

P.-  Ahora nos sorprende con  Formas de mirar al mar, ( Editorial Libros de la Axarquía), un nuevo poemario, donde usted dialoga con la mar. Surge un intercambio de miradas, y diría, incluso, hasta complicidad. Hábleme de esa complicidad.

R.- El mar es la cuna y es la madre de la vida. Cuando me siento a contemplarlo o paseo por su orilla, lo hago desde el amor y el respeto que la vida me merece. Igual que Louis Armstrong sólo puedo decir: ¡Qué mundo tan maravilloso!, y como dice Serrat, en esa inigualable  canción al Mediterráneo con la que me identifico plenamente, “llevo tu luz y tu olor por donde quiera que vaya” ¡Cómo no va a haber complicidad!

P.-   En ese ‘mar amante’, nos dice usted: “Miro al mar… Ese azul que ayer me bastaba, para sentir que el mundo era lugar bueno, hoy me lastima.” ¿Por qué le duele el mar?

R.- Ayer me bastaba la belleza, creía que la belleza podría sacar lo bueno que el ser humano tiene. En estos momentos, no estoy tan segura. Porque la codicia corrompe al hombre;la belleza y la bondad les traen sin cuidado. Para sentir la belleza  y lo vivo hay que reflexionar, y pensar qué estamos haciendo mal. Y cuando digo que me duele el mar, porque veo en qué están convirtiendo todo lo que es vivo y bello: en un vertedero, y en un cementerio.

P.- Háblame también de ese ‘mar adentro’ que huele a sal y algas, y a naufragio. De su problemática humana y social.

R.- Oímos y vemos noticias de naufragios. De personas que tratan de llegar a esta orilla y no lo consiguen. Que emigran huyendo de guerras y miserias.  Sólo buscan algo tan elemental como es la vida, sin embargo, muchos mueren en brazos de las olas o los arrojan a ellas. Y se levantan fronteras.  Es la vergüenza de nuestro siglo.  Si lo trato en mi poesía es porque quiero ponerle alma, corazón, humanidad. Si fuésemos capaces de vernos reflejados en el otro, quizás seamos capaces de frenar esta barbarie.

P.- Háblame de ese “otro urbano naufragio del amor, hundiéndose en lentas soledades.”

R.- Hay que ir tierra adentro, hacia ese ‘mar de las ciudades’. Si hablo del naufragio del amor, porque el egoísmo se ha instalado en la médula de nuestra sociedad. Sí, el amor se hunde en lentas soledades, y son la codicia y la voracidad quienes lo empujan y sumergen.

  P.-  ¿Qué le diría usted a los lectores para que se acerquen a la poesía. ?

R.- Pues… a la poesía hay que ir con gusto. Leerla despacito, como si buscaras allí algo escondido. Siempre se encuentra.

 Esta entrevista ha sido publicada en la prensa escrita NOTICIAS 24 (Comarca de la Axarquía), 14/06/2024. Mi agradecimiento personal al director del medio D Francisco Gálvez por su interés por los temas culturales, de opinión y pensamiento.

https://josemarcelopoeta.wordpress.com/2024/06/14/entrevista-a-emilia-garcia-castillo/


La relación entre Aldous Huxley y George Orwell

MANUEL J. PRIETO

MAY 26, 2024

Siempre he pensado que se puede ir de Cleopatra, por citar a alguien de la antigüedad, hasta Kevin Bacon, recorriendo relaciones entre personajes históricos. Algo así como cuando se decía que una ardilla podía atravesar la península Ibérica de sur a norte, saltando de árbol en árbol. La teoría de los seis grados de separación llevada a la historia. Cuando me encuentro algunas relaciones curiosas, suelo pensar en esa idea. Como la relación entre Aldous Huxley y George Orwell, más allá de la literatura.

Sin ir más lejos, con esa idea les conté hace un tiempo la relación entre el Gran Hermano, Apple, 1984 y Mussolini. Pero volvamos a lo nuestro.

La relación entre Aldous Huxley y George Orwell está en Eton, donde fueron profesor y alumno

Dos de las novelas de ciencia ficción clásicas más conocidas y que muchas veces se citan como aquellas que anticiparon parte de nuestra realidad son (enlaces afiliados): 1984, de George Orwell y Un mundo feliz, de Aldous Huxley. Ambas me parecen estimulantes y muy recomendables.

Huxley nació en 1894 en Goldaming, Inglaterra, dentro de una familia de intelectuales bien situados. Como parte de su formación acudió al prestigioso Colegio Eton. De allí han salido primeros ministros, príncipes, diplomáticos, escritores… Huxley salió, pero volvió a ese colegio unos años más tarde, en 1917, eso sí, como profesor de francés.

Tan sólo estuvo trabajando en la institución unos pocos meses, de 1917 a 1918. En ese breve periodo tuvo entre sus estudiantes a Eric Blair. Este había nacido en 1903 en Motihari, en la India, que entonces era una colonia británica. Tenía 14 años cuando fue alumno de Huxley, por lo que todavía quedaba lejos el año 1949, cuando publicaría quizás su novela más famosa: 1984. Obviamente Eric Blair era el nombre real de George Orwell, que no era más que un pseudónimo.

Curioso que dos de los escritores que escribieron distopías en las que hoy nos reconocemos en parte, fueran profesor y alumno.

¿Qué une a Jim Morrison con Cleopatra?


Huxley emigró a Estados Unidos a comienzos de los años 50, y escribió Las puertas de la percepción (afiliado), en 1954. Este ensayo describe las experiencias del autor con la mescalina, una droga alucinógena. Las últimas palabras de Huxley fueron pidiendo LSD, precisamente.

El título de ese libro se dice que proviene de una frase de William Blake:

Si las puertas de la percepción se purificaran, todo se le aparecería al hombre tal como es, infinito.

De ese título de la obra de Huxley tomó su nombre el magnífico grupo de música The Doors, liderado por Jim Morrison. Este cantante está enterrado en el cementerio parisino de Père-Lachaise. En ese mismo lugar reposa Jean-François Champollion, el egiptólogo que comenzó a descifrar los jeroglíficos egipcios. Y hablando de Egipto, ya hemos llegado a la antigüedad de relación en relación. Hemos pasado del siglo I a.C. a la música actual. Del Egipto de Cleopatra a Jim Morrison, pasando por Huxley y Orwell.

Permítanme acabar con un último detalle que me relaciona a mí con Jim Morrison y con Cleopatra. Champollion nació un 23 de diciembre, como yo.


https://curistoria.substack.com/p/la-relacion-entre-aldous-huxley-y?utm_source=post-email-title&publication_id=1965825&post_id=145007398&utm_campaign=email-post-title&isFreemail=true&r=jdoz1&triedRedirect=true&utm_medium=email 

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