lunes, 29 de enero de 2024

 

VOCES entre VOCES

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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.

5 poemas de ‘Puedes hacerme lo que quieras’, de Miguel Gane

09 Ene 2024

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LAURA DI VERSO

Este poemario de Miguel Gane es un homenaje a la performance que la artista serbia Marina Abramović hizo en 1974: colocó alrededor de su cuerpo 72 objetos destinados a proporcionar placer o dolor, y después pidió al público que los usase con su cuerpo. Quería observar el comportamiento humano; casi pierde la vida. Miguel Gane reflexiona de esta manera sobre el daño que a menudo hacemos a quien nos entrega su confianza.

En Zenda reproducimos cinco poemas de Puedes hacerme lo que quieras, de Miguel Gane (Verso&Cuento).

***

Marina Abramović

Yo nací del pan.

Como el hambre,
yo nací del pan.
Partieron una hogaza
en dos mitades
y colocaron el cuerpo
sobre una mesa.
Todos permanecieron de pie,
atentos y expectantes:
quién dará el primer paso,
quién morderá primero.
Unos acudieron
con las manos abiertas
y otros sacaron los cuchillos.
Grabaron
el pan con sus dientes,
en su piel,
dejaron las marcas
de las hojas afiladas.
Yo nací de ese pan herido que alimenta
a hombres y mujeres,
yo nací de su hambre,
pero también de su avaricia;
nací igual de blando, igual de tierno,
mi carne era roja
y mi textura escamosa.
Como el pan que fue mi madre,
también me hice migas en sus mesas,
les entregué mi cuerpo
para saciarse,
para descubrirse,
para existir.

Parirme
fue condenarme a morir.

***

El amor propio

Amas estar contigo misma,
amas encontrarte,
te eliges.

De todos los amores que has tenido
el propio es el que más te importa.

Amas los momentos que te guardas para ti:
tú te dedicas
las mejores canciones,
los mejores poemas.

Te posees con la fuerza del abrazo,
eres celosa con tu espacio,
no te importa que te llamen rara.

A veces, los mejores días son aquellos
en los que nadie perturba tu paz,
en los que nadie te pide explicaciones.

Estás enamorada de tu soledad
porque has entendido que ella será la única
que nunca te hará daño.

Sabes que siempre serás tu amiga más fiel,
no hay miedos en tu amor,
tu cuerpo es capaz de guardar
toda la luz del mundo:
eres la única que puede verse tal y como es
cuando se mira.

Y cuando haya que escalar montañas,
tendrás tus pies;
y cuando haya que nadar cien mares,
tendrás tus brazos;
y cuando haya algo por lo que luchar en mil batallas,
tendrás tus sueños,

y tendrás tu Luna
cuando te quieras amar.

Tu mejor victoria
es que no necesitas a nadie
para abrirte el mejor vino.

Amas tu compañía y tu soledad,
amas tu paz y tu guerra,
amas tu orden y tu caos,
tu lunes y tu domingo,
y cada instante que pasa
lo tienes un poco más claro:
tú, y nadie más que tú,

eres el amor de tu vida.

***

Llamada de mi abuela

Las vecinas me dijeron esta mañana
que anoche te vieron por la tele,
que hablabas muy bien,
que hablabas
como si nunca te hubieras ido.
Los de la fábrica me han preguntado
por las tierras
y yo les dije que tenía que consultártelo.
He engalanado la tumba del abuelo
y se puso a llover después de plantar
las rosas.
Este domingo fui a misa, escuché la liturgia
pero no me quedé mucho porque me dolían
las piernas.
Ha venido Nae a casa
y me ha colocado la leña.
Todavía no le he pagado,
pero si te mando un paquete pronto
voy a comprarle una botellita de aguardiente
para ti
y ya me las arreglaré con él.
Me han subido la pensión cincuenta leis,
es poco, pero estaba peor antes.
Las gallinas han puesto siete huevos
y dos de ellos son verdes.
Tiene que venir Vasile
para arreglar las bajantes
de la casa de madera
y le haré sopa
con los huesos que han sobrado
de la matanza.
Tengo que contarte:
mi tío Luca está muy enfermo.
Te he puesto champiñones a macerar.
Te he hecho mermelada de ciruela.
Te he congelado ortigas.
Te he comprado sábanas nuevas.

¿Cuándo vienes a casa?

***

Hay que saber irse

Hay que saber irse,
hay que saber abandonar el barco
sin hundirlo,
hay que saber cerrar la puerta
sin dar un portazo,
saber que a la piedra
no se le responde con más piedra,
que al daño
no se le responde con más daño.

Hay que ser elegante al marcharse,
entender que no hace falta
despedazar el abrazo
que una vez te dio calor.
No hay que romper las cartas
ni las fotos,
no hay que borrar los recuerdos
porque, más que un borrón
y cuenta nueva,
saber irse es una lección
y cuenta nueva.

Hay que saber marcharse,
comprender que las expectativas
son como el humo:
intuyes que surge de un fuego
pero ese fuego no se ve.
Nadie gana en las despedidas
porque ninguna victoria
es más triste
que decir adiós a un hogar.

Hay que saber irse
sin bombardeos,
cerrar la historia
sin destrozar el libro,
seguir caminando
sin mirar hacia atrás
y hay que entender que, muchas veces,
solamente seremos
la forma que escogimos
para decir adiós.

***

Todo lo que quiero decirte

Te diría tantas cosas      tantas

te diría, por ejemplo,
que hoy hubo un eclipse solar
y, aunque apenas fue perceptible,
el mundo se volvió un poco más oscuro.

Te diría que solo sé escribir poemas de amor
si eres tú la que sonríe al otro lado.

Te hablaría sobre la belleza de los números pares,
sobre la extravagancia
de los libros de tapa dura
y la falsedad de los rotuladores permanentes
—¿qué hay de permanente en la vida?—.

Te diría que no me importan las causas sociales,
ninguna ninguna ninguna,
que nada importa
cuando tú me dices
que te duele una pestaña,
que te duele un lunar,
que te hiere un suspiro.

Te haría saber que soy un iluso,
que hay días en los que creo
en la palabra siempre
en la palabra matrimonio
en la palabra familia.

Y, sobre todo, te diría que te quiero,
que la vida es un poco más difícil sin ti,
que no me importa que se hayan muerto
García Márquez Vicente Fernández Philippe Noiret
porque tú haces de este mundo un lugar
lleno de libros de canciones de cine,
un lugar lleno de belleza.

Te diría tantas cosas      tantas,

pero se ha caído WhatsApp.

—————————————

Autor: Miguel Gane. Título: Puedes hacerme lo que quieras. Editorial: Aguilar. Venta: Todos tus libros.

BIO

Miguel Gane (George Mihaita Gane), nació el 20 de julio de 1993 en Leresti, Rumanía. Es autor de los poemarios Con tal de verte volarAhora que ya bailasLa piel en los labios y Ojos de sol, así como de la novela Cuando seas mayor y el cuento ilustrado Algo más que el bosque. Nunca ha ganado ningún premio. Su nombre no ha firmado ninguna columna periodística. Sus estudios son irrelevantes porque nada —¿o sí?— tienen que ver con la literatura.


https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-puedes-hacerme-lo-que-quieras-de-miguel-gane/

TEMAS TERTULIA 2-2-2024

NO ES ESTO NI AQUELLO

JUEGOS

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

                               


Y AHORA, EL MATÓN DE LOS USAMERICANOS EN ORIENTE MEDIO . . . GAZA, UN GENOCIDIO A PLENA LUZ.


TEXTOS TERTULIA 26-1-2024

SOY PORQUE SOMOS

SUDOR

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

                                                 

SOY PORQUE SOMOS


Descubrí el baile siendo muy niña; moverme al ritmo de la música, ya fuera cantada por otros o inventada por mí, me transportaba a un mundo particular y placentero en el que me gustaba estar el mayor tiempo posible.


A muy corta edad aprendí que recorrer el pasillo de mi casa con lo que yo imaginaba maravillosos pasos de baile era la mejor forma de zafarme de los problemas que tenían enzarzados a los mayores. Algo más crecida, aquel aprendizaje me sirvió para mantenerme a flote durante un larguísimo mes de vacaciones, que recuerdo casi como un exilio, en el que los semidesconocidos que tenían que haberme cuidado en cuerpo y alma, cubrían mi alimentación y limpieza, pero se entretenían con el juego de minar mi autoestima.

Con estos cimientos, es fácil deducir que el principio de mi madurez no fuera sencillo; sin entrar en detalles, diré que me encontré de pronto en un pozo muy profundo y muy oscuro, un sitio habitado por la soledad y el desarraigo, un lugar del que nadie podía sacarme. Me morí en vida.


Pero algo en mi interior, como a Lázaro, me invitó a levantarme y me impulsó a habitar de nuevo mi cuerpo, a recuperar el espacio del mundo que me correspondía por derecho y, sin saber cómo, pegué uno de los saltos más grandes de mi vida. No anduve, pero bailé. Gym-Jazz se llamaba entonces, la película «Fama» lo había puesto de moda. Y con gruesos pantys negros, un body negro también, los calentadores que yo misma tejí y un cinturón elástico para delimitar la cintura, me decidí a impregnar de resina las zapatillas de baile. Esta vez no bailaba sola.


El milagro sucedió: regresé del inframundo emocional. El espejo de la sala de baile devolvía a mis ojos una autoimagen más aceptable día a día y, a la vez, con cada coreografía, cuando entre todos conseguíamos convertir el conjunto de aquellos pasos en algo hermoso, el desarraigo quedaba sustituido por la pertenencia. Yo pertenecía.


Desde entonces no he vuelto a abandonar las clases de baile, ya sea para recibirlas o para impartirlas, ajustando la frecuencia a las posibilidades físicas y económicas, pero con el firme convencimiento de que el tándem música-movimiento es el vehículo más eficaz para salvar a cualquier alma de todo lo zafio y feroz que la vida pueda ponerle delante.


Sorpresivamente, hace escasas cuarenta y ocho horas me he enterado por una charla de Nazareth Castellanos, doctora de neurociencia, de que bailar no solo beneficia las conexiones neuronales y modela nuestro cuerpo, sino que además nos ayuda a manejar el espacio y a comunicarnos energéticamente con otras personas al hacer que aparezca la sensación de estar integrado en un grupo e, incluso, por alguna razón aún desconocida, consigue aumentar el altruismo, o lo que es lo mismo, desarrollar la empatía.


Escuchar en palabras de Castellanos lo que siempre he sentido al bailar me ha llevado a valorar sobremanera mi instinto, ya que fue él quien me lanzó al baile en grupo, quizá en defensa propia, ayudándome a generar salud y vida. Y es que solos no somos casi nada, perdemos el rumbo y la identidad.


Hay días muy frenéticos en los que siento que lo mejor es ir a solas por la vida; afortunadamente hay otros de mayor sosiego y conciencia en los que me detengo a pensar en todas las personas con las que tengo que interrelacionarme para sentirme yo y me digo: «soy porque somos».


27/enero/2024 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»

                                                 


                     SOY PORQUE SOMOS

Se cuenta que cierto ciudadano británico, sediento por “civilizar” a las culturas africanas que conforman lo que actualmente llamamos Sudáfrica, reunió a un grupo de niños y le propuso un juego: él colocaría una cesta llena de fruta bajo un árbol a cierta distancia y les propuso, básicamente, una competición, una carrera en la que, el que llegara primero, ganaría la cesta de fruta y podría llevársela a su casa. Los niños no parecían comprender muy bien qué tenía de divertido ese juego, pero aceptaron.

En el momento que el británico dio la salida disparando un tiro al aire los niños se dieron todos las manos unos a otros y salieron corriendo hacia la cesta, casi arrastrando a los más pequeños que, por razones obvias, quedaban rezagados. Una vez que llegaron se sentaron todos alrrededor de la cesta y comenzaron a repartirse la fruta y comer. Cuando el hombre blanco se acercó haciendo aspavientos y gritando que no, que ése no era el juego, que no comprendían nada y pensando para sus adentros que no había forma de hacerles comprender ni siquiera algo tan simple a esos salvajes, los niños le contestaron todos casi al unísono: Ubuntu.(*)

El hijo de la Gran Bretaña tardó aún muchos meses en llegar a comprender mínimamente el concepto que encerraba esa palabra, que puede ser traducida a nuestro idioma por algo parecido a “Soy porque somos”. No sabemos si llegó algún día a interiorizar realmente el concepto...

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

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(*)Ubuntu es una regla ética mundial originada en Sudáfrica, enfocada en la lealtad de las personas y las relaciones entre estas. La palabra proviene de las lenguas zulú xhosa. Ubuntu es visto como un concepto africano tradicional.

Hay varias traducciones posibles del término al español, las comunes son:

  • Humanidad hacia otras personas

  • Si todos ganan, tú ganas

  • Éramos porque nosotros somos

  • Una persona se hace humana a través de las otras personas

  • Una persona es persona en razón de las otras personas

  • Yo soy lo que soy en función de lo que todas las personas somos

  • La creencia es un enlace universal de compartir que conecta a toda la humanidad

  • Humildad

  • Empatía

  • Yo soy porque nosotros somos, y dado que somos, entonces yo soy

  • Nosotros somos, por tanto soy, y dado que soy, entonces somos

  • El bien común, es el bien propio

FUENTE: https://es.wikipedia.org/wiki/Ubuntu_(filosof%C3%ADa)

                                                   

SOY PORQUE SOMOS

LA LUZ DE LOS INTERSTICIOS DE LA NOCHE

En los intersticios de la noche

se ven los faros que alumbran a los navegantes.

Un faro es la compasión,

que ilumina a los afligidos.

Otro faro es la palabra adecuada y el silencio pertinente,

que ilumina la mente.

Y un tercero es la dicha,

que alumbra el corazón.

Qué puede temer el navegante

si nunca ha de extraviarse,

alumbrado siempre por la luz

de la inteligencia más alta.


Al hombre espiritual le guían la compasión, el control de la palabra y de los pensamientos y la felicidad que esto despierta en el corazón.

Alexandra Di Estefano Pironti. 

Un salto al infinito” Ediciones Carena.

SUDOR

Fui sudor en la cara de un esclavo nubio en el antiguo Egipto, lágrima en los ojos de su hijo al saber de su muerte, gota de sangre en la espada de un canalla que se decía de sangre azul, semen de una apasionada noche de amor, saliva que lubricó la palabra que dió lugar a una guerra, y cera en el oído del primero que comprendió que el único camino posible era la paz, gota de rocío, un día sobre tiernos brotes de trigo y otro sobre los hieráticos cipreses de un cementerio, salada gota de mar sobre el rostro curtido de un anciano pescador, colorada pintura de un cuadro renacentista, tinta en la pluma que escribió la carta de despedida de un suicida romántico, copo de nieve orgulloso de su forma única, esputo sanguinoliento de un tuberculoso, la primera leche que alimentó a un recién nacido y el agua refrescante en la frente de un moribundo . . .

Todo esto fui y mucho más que mi memoria ya no abarca, pero que está escrito en cada átomo de cada molécula de la que formé parte, en un infinito libro eterno e inconcebible del que apenas puedo imaginar una sola página.

Todo esto fuí, pero al final siento no ser ni haber sido sino mera existencia buscando la esencia de un indescifrable ciclo vital.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

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"Tu tiempo es limitado, así que no lo desperdicies viviendo la vida de otra persona. No te dejes atrapar por el dogma, que es vivir con los resultados del pensamiento de otras personas". (Steve Jobs)


MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

DIEZ PELÍCULAS QUE TE HARÁN REFLEXIONAR SOBRE TU EXISTENCIA

Una lista de obras cinematográficas que se plantean las grandes preguntas que asfixian a la humanidad: ¿quiénes somos, de dónde venimos y, sobre todo, a dónde vamos?

Fotograma de ‘El séptimo sello’ (1957)

Desde hace más de un siglo, el cine es nuestra principal forma colectiva para crear relatos sobre la realidad. A pesar de la competencia de la radio, la televisión, las redes sociales y otras herramientas, el séptimo arte continúa siendo la vía a través de la que transmitimos las grandes cuestiones de nuestro tiempo. Desde los albores del mundo el ser humano se ha preguntado por el sentido de la vida y el universo –de dónde venimos, a dónde vamos, quiénes somos–, pero solo desde principios del siglo XX lo ha expresado masivamente; algo que solo es posible, claro, a través del celuloide.

Sabiendo que, más que respuestas, lo que ofrece el arte siempre son dudas razonables, proponemos una lista de 10 películas para reflexionar sobre eso que es tan complicado y, a la vez, tan sencillo: nuestra existencia.


La vida de Brian’ (1979), de Terry Jones

La parodia del cine bíblico de los controvertidos Monty Python nos recomienda buscarle el lado brillante a la vida, incluso recién crucificados; sobre todo, claro, porque sus autores creen que no tiene ningún sentido. Si Brian fuese el Mesías todo sería más sencillo, pero nada más lejos de la realidad: solo es un hombre que intenta ligar convirtiéndose en ‘antirromano’; un hombre al que, sin embargo, se le van complicando las cosas, algo que paradójicamente termina por volverlo grande. La película, no obstante, conserva aún hoy la capacidad de golpearnos con dureza: si alguien dice –como ya ha sucedido– que no habría podido rodarse hoy, cabría recordar que en realidad La vida de Brian casi no se rueda en su momento. Consiguieron pagarla gracias a la generosidad de George Harrison, que la financió casi a fondo perdido. Ningún productor se atrevía a invertir en una película que, sobre todo, suscitaba miedo a las posibles reacciones.

Blade Runner 2049’ (2017), de Dennis Villeneuve

Lo fácil habría sido incluir el film del que surge esta secuela, una película mucho más innovadora y brillante a casi todos los niveles. Pero la idea de ver naves ardiendo más allá de Orión y convertirse en humano a través de la compasión –como justificaciones de la existencia que nos regala Roy Batty– ya está en otras películas de esta lista. El protagonista de la secuela, K, en realidad, va un paso más allá: como nosotros, ya ha vivido y reflexionado, quizás en exceso, sobre el mundo de la primera parte. Aquí, el personaje interpretado por Ryan Gosling nos da una lección que le da la vuelta a Blade RunnerMatrix y toda la ‘ciencia-ficción filosófica’ que la precede. K cree ser el elegido, pero no lo es; solo mediante la renuncia al propio ego y la aceptación de la propia insignificancia –entregándose a una causa mayor– encuentra el sentido.

La piel que habito’ (2011), de Pedro Almodóvar

¿Dónde se encuentran los extremos del ‘yo’? ¿Se sigue siendo uno mismo si se cambia de nombre, de cara e incluso de sexo? ¿Se puede ser, incluso, más ‘yo‘ que nunca tras ese cambio? Tras años de responder a esta pregunta con personajes que cambian para acercarse a su auténtica identidad, Almodóvar le dio la vuelta con una protagonista cuya identidad era torcida sin que ella lo buscase. Aquí se mezclan la ciencia-ficción, el terror y el melodrama: algunos momentos de la transformación de Vera producen auténticos escalofríos y, sin embargo, a cada paso está más cerca de su auténtico ser.

Centauros del desierto’ (1956), de John Ford

Si logras los objetivos de toda una vida, puede no quedarte nada

No un western, sino ‘el western‘. En él, John Wayne y el joven Jeffrey Hunter –cuyo otro papel más destacado es el mismísimo Jesús de Nazaret en Rey de Reyes– viajan en una búsqueda sin final, una particular odisea en busca de una hija y hermana perdida que, a veces, parece que se justifica por sí misma. En este trayecto se mezclan el romance, la acción y la comedia, pero también la violencia y el racismo más descarnados. Una película, en fin, en la que soledad del protagonista en su último encuadre nos enfrenta al dilema del cowboy: si logras los objetivos de toda una vida, puede no quedarte nada.

El séptimo sello’ (1957), de Ingmar Bergman

Un caballero regresa a su casa de las Cruzadas atravesando Europa en plena epidemia de la peste negra. La mismísima Muerte lo reta a una partida de ajedrez y, durante el juego, ambos contendientes reflexionan sobre la vida, su final, los valores que la justifican y el sinsentido que supone la existencia. No es una película que se digiera fácil y, desde luego, no suele es una obra con la que matar el tiempo un domingo, pero es una de las obras maestras del cine sobre la existencia humana.

Vivir dos veces’ (2019), de María Ripoll

Esta comedia familiar –con su pizca de drama– protagonizada por Inma Cuesta se centra en un viaje de la actriz española con su padre, al que le acaban de diagnosticar alzheimer, y su hija pequeña. No obstante, no es un trayecto vacío: el objetivo del mismo es que su padre, antes de perder definitivamente la memoria, vuelva a encontrarse con el primer amor de su juventud. Parece una tontería y, de hecho, lo es; incluso los propios personajes, a través de la película, demuestran saberlo. También es, sin embargo, una reflexión sobre el valor de la familia, la memoria y los lazos que se construyen y reconstruyen a lo largo de nuestra vida; aquello que nos hace ser quienes somos.

Interstellar’ (2014), de Christopher Nolan

La respuesta de Nolan a 2001: una odisea en el espacio, la obra maestra de Stanley Kubrick. De hecho, a veces se ha descrito como «una 2001 con sentimientos», algo particularmente irónico viniendo de un director acusado de usar a personajes que, en ocasiones, parecen robots. En realidad, el comentario viene motivado por el hecho de que la película termina por ser un ejemplo de lo que significa ser cursi: un largometraje de ciencia-ficción que intenta manejar conceptos más grandes que la vida, enfrentando a la raza humana a su extinción para decirnos, al final, que solo merece la pena sobrevivir a través del amor.

Big Fish’ (2003), de Tim Burton

La gran fábula de Tim Burton en la que explica de forma bastante clara sus motivaciones como autor –y narrador– de historias. El del norteamericano es un film sobre por qué se cuentan historias, pero también una fábula sobre el sentido de la vida –si acaso es posible conocerlo– a través de la huella que dejamos en aquellos que vendrán después de nosotros. Otra película más, en fin, sobre el amor expresado en todas sus formas; el romance como una tabla de salvación frente al absurdo vital.

La buena nueva’ (2008), de Helena Taberna

A pesar de hallarse en el más cruel de los tiempos, nunca dejará de pedir paz, justicia y misericordia

Una paradoja: una película que quiere hablar de memoria histórica en la que el protagonista es un sacerdote católico navarro. El padre Miguel es el párroco de un pequeño municipio de mayoría socialista en la Navarra del año 1936. Un pueblo norteño que, desde el primer día de la Guerra Civil, pasa a control del bando nacional. Irónicamente, el cura sigue siendo en todo momento un paria, tanto con los de un lado como con los del otro. Apoyándose en aquellos a quienes nadie hace caso en tiempos difíciles –los niños, las mujeres, los ancianos– el joven sacerdote, a pesar de hallarse en el más cruel de los tiempos, nunca dejará de pedir lo mismo: paz, justicia y misericordia.

Gran Torino’ (2008), de Clint Eastwood

Cabe destacar, antes que nada, que aquí podrían ocupar un hueco El jinete pálidoSin perdón o Medianoche en el jardín del Bien y del Mal, todas del mismo director (y actor); incluso, probablemente, la recién estrenada Cry Macho. La película filmada por Eastwood es una especie de continuación de la lección de Centauros del desierto: siempre queda algo más por lo que luchar. Nunca estaremos tan cansados como para que la vida tenga sentido y nunca, nunca jamás, seremos demasiado viejos como para dejar de defender lo que es justo.


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