domingo, 26 de junio de 2022

 

VOCES entre VOCES

http://artes-libres.blogspot.com.es/

PARA ENVIAR TEXTOS O PROPONER TEMAS:

nekovidal@gmail.com

LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.


"ALIENACIÓN" - collage, Nekovidal

No sirve de nada volver a ayer, porque yo era una persona diferente entonces”.

(Lewis Carroll)

TEMAS TERTULIA 1-7-2022

FANTASMAS

¡HAY QUE JODERSE!

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


LOS JUSTOS

Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.

Jorge Luis Borges

Borges (1899-1986) es uno de los escritores más importantes del siglo XX, no solamente a nivel nacional en Argentina, su país de origen, sino mundialmente. Su obra incluye cuentos, ensayos y poemas. Sus ideas políticas fueron muy polémicas, lo cual se cree que conspiró en contra de que obtuviese el Premio Nobel de Literatura. De todos modos cosechó numerosos premios en el mundo, como el Cervantes en España. Entre sus poemas podemos encontrar Poema de los donesLos justosAusenciaAjedrezLos espejos Los Borges.

El problema de tener una mente abierta, por supuesto, es que la gente insistirá en venir y tratar de poner sus cosas en ella”.
(Terry Pratchett)

TEXTOS TERTULIA 24-6-2022

VECINOS

DIÁLOGO

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


VECINOS

MI VECINO FAVORITO

Cuando uno se traslada a una nueva vivienda, sabe que entre los vecinos por descubrir se puede encontrar de todo: bebés llorando desconsoladamente, parejas mal avenidas, melómanos sordos, o una dulce y apacible pareja de ancianos . . . pero la vida siempre nos sorprende. Haciendo memoria, creo que el vecino más extravagante que he tenido fue en Aranjuez, cuando me trasladé a vivir allí con mis hijos aún pequeños, siendo todavía un bebé el menor. Todo fué como subir y bajar de una montaña rusa: primero me dijo: “Soy gallego”, “Yo también”, respondí, “Soy maestro”, “Yo también, encantado de conocerle.” Pero luego llegaron las cuestas abajo y, con ellas, las decepciones: “Me he tenido que jubilar anticipadamente, sabe usted, porque no soporto a los niños”. “¡¿Es usted maestro y no soporta a los niños?!”, pregunté asombrado. “No, no les soporto, no soporto el ruido”. “Ah, entonces es el ruido, no los niños, lo que no soporta”. “No, lo que no soporto son los niños porque hacen ruido, me alegro ya que los suyos parecen tranquilos y bien educados. Menos mal que somos gente de orden”. “¿Gente de orden? ¿Se refiere a esa expresión usada durante la dictadura para definir a quienes eran fieles a los golpistas?” “Me refiero a quienes comulgan con los principios del Caudillo y del glorioso Movimiento Nacional que . . . “

Espere, espere, creo que después de encontrar algunos puntos comunes, ya hemos encontrado un pequeño detalle discordante: a usted no le gusta el ruido de los niños, y a mi no me gusta el ruido que hacen las personas integristas, de cualquier religión o ideología, cuando proclaman que tienen derecho a matar a quien no piense como ellos o, hipócritamente, hablan de amor mientras siembran conflicto, guerras o dolor”. “En su orden no caben los niños y en el mío no caben quienes les excluyen, así que mantengamos una respetuosa distancia, que su forma de vivir cabe en la mía, mientras no la imponga, y la mía cabrá en la suya, al menos hasta que haya otro golpe de estado y otra dictadura.”

El hombre me miró consternado, y, para su desgracia y vergüenza, su cara se puso tan roja como la bandera de la entonces recién desaparecida Unión Soviética, se metió en su casa, y desde entonces unos respetuosos saludos de rigor pasaron a demostrar que sí es posible convivir con quien nada tiene que ver con nuestra forma de pensar, sólo es necesario aceptar un acuerdo de mínimos, un respeto indispensable para que dejemos de matarnos o hacernos daño por las diferencias de pensamiento, que siempre, por suerte, las habrá.

Así empezó y terminó mi extraña relación con el extraño maestro que no soportaba a los niños, y como sigo teniendo cada año vecinos nuevos, estoy pendiente de encontrar al más extraño que mi mente pueda concebir: un compositor sordo, un carnicero vegetariano, un pintor ciego, un político honrado o, más difícil todavía, un banquero altruista.

 Nekovidal nekovidal@gmail.com

ARTES LIBRES www.arteslibres.net

DIÁLOGO


«El objetivo de la argumentación o de la discusión no debe ser la victoria, sino el progreso». Estas son palabras de Joseph Joubert de las que deduzco que argumentar es la base del diálogo y dialogar un privilegio del ser humano ya que, aunque en el reino animal existe la comunicación, esta no es una exposición de ideas, sino el anuncio de una decisión. Desde el casi imperceptible zumbido de una abeja para dirigir al resto de las obreras hacia el alimento hasta el ensordecedor rugido que emite el león para ahuyentar a merodeadores indeseables, los sonidos de los animales no humanos no dejan lugar a dudas. Seguidme y libaremos. Marchaos o seréis devorados.


Sin embargo, a pesar de que la teoría de Joubert dice lo contrario, cuando los seres humanos hablamos hacemos lo mismo que los animales e intentamos imponer nuestras ideas más que exponerlas; si extrapolamos esto a las conversaciones por la paz que han mantenido los gobernantes a lo largo de la historia, veremos que en realidad utilizan la paz como arma de guerra para convencer al enemigo de sus criterios; un enemigo que hace lo propio desde el otro lado de la frontera; frontera creada por los antecesores de ambos que también esgrimieron la palabra paz como instrumento bélico.


Y como todo se contagia, eso que sabemos de la historia y leemos en las noticias de actualidad lo ponemos en práctica en la vida cotidiana, en el tú a tú de cada día, actuando como hace el león con los visitantes incómodos que intentan ocupar su terreno. Claro que se podría alegar defensa propia, pero ¿por qué nos sentimos atacados cuando alguien piensa diferente? ¿Es posible que nuestra aparente seguridad sea tan inconsistente que las nuevas ideas nos hagan tambalear? ¿O es nuestra pretensión de ser superior al otro lo que nos conduce a esa irracional cruzada que no le sirve a nadie para nada?


Tal vez sean los años, tal vez el cansancio de las luchas absurdas que he mantenido conmigo misma por encontrarme; quizá sean las secuelas de los ya más de dos años de pandemia y muchos, muchos más, de guerras y éxodos; también pudiera ser que me pese demasiado el registro de ausencias que tengo en el libro de la vida. Sea cual sea la razón y a la vista de que los diálogos últimamente no conllevan el avance esperado, he renunciado a dialogar. Y es que cada día me cuesta más la confrontación, tanto por el hecho de sentir que se me quieren imponer ideas, como por el de tomar conciencia de querer imponerlas yo. Así es que he optado por el refugio del silencio y la rendición del «solo sé que no sé nada», haciéndome eco de Saramago cuando dijo: «He aprendido a no convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, un intento de colonización del otro». 

26/junio/2022 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»



DIÁLOGO

El intento de diálogo con un fanático es tristemente inútil, mil veces le puedes invitar a comprobar datos y números sobre el asunto que se está debatiendo, mil y una vez lo evitará y seguirá insistiendo en su discurso emocional, en sus consignas, en sus plegarias.

Es muy triste observar que, a partir de cierta edad, si no se ha recibido una buena educación, ésa que nos enseña a pensar de una forma analítica y crítica, ya parece imposible abrir una mente encerrada en si misma, tanto más cerrada cuanto más ignorante, tanto más ignorante cuanto más segura de sus dogmas.

Nekovidal nekovidal@gmail.com  

ARTES LIBRES www.arteslibres.net



MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

* Aprende a reírte de tus miedos o te harán llorar.

* Cuando las sombras comenzaron a sospechar que tal vez su verdad no era la única, descubrieron la luz.

* Comparte tus dudas y te sorprenderá cuanto dejan de pesar.

Nekovidal nekovidal@gmail.com  

ARTES LIBRES www.arteslibres.net


TRAS LA HUELLA DE LA EXISTENCIA

24 JUNIO, 2022 JOSEMARCELORUIZ 

Por José Marcelo Ruiz

Cuando queremos darle sentido a la vida humana, buscamos razones de por qué y para qué de nuestra existencia; recurrimos a analizar la realidad que vivimos. Pero la realidad, como cita María Zambrano: “la realidad, ha dicho Ortega y Gasset, se presenta  siempre como fragmentaria; es decir, hace alusión a algo que le falta, jamás se da como un todo completo, sino más bien como una totalidad en la que le falta algo; la unidad se da así no por presencia, sino por ausencia”. (Cita recogida en el apartado ‘huella del paraíso’ de su libro El hombre y lo divino).

Para  conocer ‘esa otra realidad’ que nos falta y que está ausente, recurrimos a la metáfora como medio de comunicación, y a “las razones del corazón, que el corazón no conoce”. Zambrano dice que “es el corazón el lugar donde alberga los sentimientos inextricables, que saltan por encima de los juicios de lo que puede explicarse”. Porque el corazón como metáfora es: ese motor que con su sangre mueve la vida y produce el latir de los sentimientos. Y en ese pasar ‘el tiempo de la vida’, nos acogemos a la nostalgia del pasado para mantener vivos los sentimientos,  y a la esperanza para construir el futuro.

Emilia García Castillo, autora del poemario Calles de la memoria (edición libros de la Axarquía),en su introducción hace  mención también a la búsqueda de esa huella dejada por la existencia; ella, citando a nuestra pensadora, expresa: “Dice María Zambrano que  el arte parece ser el empeño por descifrar o perseguir la huella dejada por una forma perdida de existencia”. Y, como poeta, Emilia nos confiesa: “Y esa huella es, quizás, la que yo he estado buscando y busco con mi poesía”.  

La autora realiza una introspección, devolviéndonos su mirada del pasado, con el que dialoga desde la realidad actual; confrontando la nostalgia y la esperanza, a ese porvenir incierto. Lo hace como quien nace de nuevo, yéndose  al parto, a quien le dio la luz: “Vuelvo a mi cuna y alzo la mano/ al cabello joven de mi madre, /le palpo los labios que besan y sonríen, /siento su aliento que protege y alimenta”.

 Las calles y plazas  de su infancia han cambiado con el tiempo: ‘La Plaza Espinar’, lugar de fiesta y de verbena,  ahora está vacía y le mira en silencio.  La niña, ya mujer, no se calla cuando pasa por la calle  `De los Gigantes, nos cuenta que: “le voy diciendo en voz baja, inaudible, / que aquí justo, en esta calle desolada y desierta / jugábamos hace tiempo”. En la calle  ‘La Gloria’ busca la fuente donde “las mujeres llenaban sus cubos de hojalata/ […] Ya no hay fuente donde llevar los cubos”. Así recorre las calles con nostalgia, unas veces les vienen recuerdos alegres, otros son pesadumbres que persisten en el tiempo. Les pregunta a las calles − ¿por qué de su pesar? – Ella, como poeta, sigue su camino, buscando esas huellas que dan razón de ser a su existencia, porque “quiere penetrar el corazón de la piedra, / ese corazón duro de la piedra que traspasa el tiempo”.

José Marcelo Ruiz

Este artículo se ha publicado en la prensa NOTICIAS 24 (Comarca de la Axarquía), el viernes, 24 de junio de 2022. Mi agradecimiento personal al director del medio D. Francisco Gálvez por su interés por los temas  de cultura, de pensamiento y opinión.

https://josemarcelopoeta.wordpress.com/2022/06/24/tras-la-huella-de-la-existencia/



¿Por qué nos gusta la música?

  • La capacidad de entender y producir música es única: es parte de lo que nos hace humanos

Darío Pescador

28 de junio de 2020 21:22h

Vaya pregunta más tonta. Nos gusta la música porque nos hace sentir bien.Sí, pero ¿por qué estos sonidos nos producen emociones? ¿Por qué no otros? ¿Qué es lo que distingue la música de, por ejemplo, el ruido del tráfico, y qué efecto tiene en nuestro cerebro?

La música es algo común a toda la humanidad y además nos define como especie. Es cierto que la música clásica reduce la ansiedad en los perros, mientras que el heavy metal les hace ladrar más. A los gatos les da igual la música que pongas.

Pero esto tiene que ver más con el ritmo y el tono. En realidad nosotros tenemos una capacidad que los perros y gatos no tienen: la tonalidad relativa. Los humanos no solo oímos los tonos separados, sino que también percibimos las diferencias entre las frecuencias de las notas de una canción.

Son estas relaciones entre las notas las que nos permiten recordar e identificar una melodía, algo que ningún otro animal puede hacer. Los pájaros pueden reconocer una secuencia de tonos, pero si cambiamos la tonalidad de toda la canción para hacerla más aguda o más grave, ya no pueden.

En otras palabras, algunos animales pueden distinguir melodías, pero solo nosotros, los humanos, podemos percibir la armonía, la estructura de la canción.

Hemos evolucionado para aprender a distinguir patrones, series que se repiten, y hacer predicciones. Cuando acertamos con las predicciones nuestro cerebro recibe una placentera descarga de dopamina.

Toda la música son series y patrones que aprendemos a reconocer. Tenemos las proporciones entre las notas tan metidas en el cerebro que somos capaces de adivinar cuál es la nota siguiente. Aquí puedes ver al músico Bobby McFerrin haciendo una demostración con un auditorio lleno de gente.

https://youtu.be/ne6tB2KiZuk

Pero los humanos también somos curiosos y nos gustan las sorpresas. Por eso, cuando una melodía o una armonía se sale de lo que esperamos, nuestro cerebro también recibe una recompensa.Esto ha permitido a una inteligencia artificial desvelar cuál es el secreto de que una canción sea pegadiza. El programa es capaz de componer un éxitoso tema musical.

Hay muchas hipótesis sobre el origen de la música en los humanos, entre ellas, que en un momento fue parte del lenguaje, y que nos permitió expresar emociones.Por eso tenemos gargantas que nos permiten cantar. Por eso nos gusta la música.

FUENTE: https://www.eldiario.es/comoyporque/gusta-musica_1_6060161.html

domingo, 19 de junio de 2022

 

VOCES entre VOCES

http://artes-libres.blogspot.com.es/

PARA ENVIAR TEXTOS O PROPONER TEMAS:

nekovidal@gmail.com


LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.


"TRES APROXIMACIONES AL AMOR" Collage, Nekovidal.

Si te sientes solo cuando estás solo es que estás mal acompañado” 

(Jean Paul sartre)


TEMAS TERTULIA 24-6-2022

VECINOS

DIALOGO

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


LO PERDIDO

¿Dónde estará mi vida, la que pudo
haber sido y no fue, la venturosa
o la de triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo
y que no fue? ¿Dónde estará el perdido
antepasado persa o el noruego,
dónde el azar de no quedarme ciego,
dónde el ancla y el mar, dónde el olvido

de ser quien soy? ¿Dónde estará la pura
noche que al rudo labrador confía
el iletrado y laborioso día,
según lo quiere la literatura?
Pienso también en esa compañera
que me esperaba, y que tal vez me espera.

Jorge Luis Borges

Borges (1899-1986) es uno de los escritores más importantes del siglo XX, no solamente a nivel nacional en Argentina, su país de origen, sino mundialmente. Su obra incluye cuentos, ensayos y poemas. Sus ideas políticas fueron muy polémicas, lo cual se cree que conspiró en contra de que obtuviese el Premio Nobel de Literatura. De todos modos cosechó numerosos premios en el mundo, como el Cervantes en España. Entre sus poemas podemos encontrar Poema de los donesLos justosAusenciaAjedrezLos espejos Los Borges.

Todos sabemos eso que los niños aprenden en la escuela: las víctimas del mal responden con el mal” (W. H. Auden)


TEXTOS TERTULIA 17-6-2022

LA CAJA

PERFUMES EXTRAÑOS.

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

LA CAJA

LA CAJA INTRIGANTE

La Caja Intrigante era, en realidad, una especie de extraña caja negra, un tanto impertinente, que hacía las más incómodas preguntas a cualquier ser vivo que estuviera en sus cercanías.

Se desconocía su origen, y cuando alguien la interrogaba sobre ello, la caja respondía, como de costumbre, con una pregunta: ¿Por qué te interesa mi origen más que el fin para el que fui creada?

Nadie sabía cuanto tiempo había estado la caja rodando por el mundo, ni quienes habían sido sus creadores o sus dueños, hasta que cayó en manos de unos científicos de la Unión Americana, que dedicaron meses a grabar las preguntas que la caja formulaba, con una lógica tal, que casi siempre resultaba incómoda para el destinatario de la misma.

¿Para qué intentas conocerme si nada podrás comprender sin conocerte antes a ti mismo? Fue la primera pregunta al primer investigador que se acercó a ella.

Hicieron desfilar ante la caja diferentes personas con diferentes características y profesiones, y las preguntas se fueron sucediendo:

A un empresario, que se mostró escéptico ante la caja, y conocido por su facilidad para la mentira, le espetó: ¿Cuándo te librarás de la esclavitud de aquella primera mentira que te arrastró a todas las demás?

A un grupo de profesores: ¿Cómo pretendéis enseñar a vuestros alumnos el respeto y los valores que sois incapaces de practicar, ni siquiera, con vuestros propios hijos?

A un sacerdote, le espetó: ¿Por qué insultas, con tu arrogancia, a tu dios, intentando imponerlo a tus semejantes, mientras le llamas verdadero?

Sólo hubo una persona a la que hizo dos preguntas, era un filósofo: ¿Crees que existe la verdad?¿Crees que existe alguna filosofía que albergue más verdad que miedo?

A una pareja de científicos, cuyo enamoramiento era patente entre el equipo de investigadores, y que decidieron acercarse a la caja, algo cargados de alcohol, durante una fiesta de cumpleaños les preguntó: ¿Por qué le decís a vuestra pareja que la amáis más que a ninguna otra persona en el mundo, si sólo sabe y puede amar quien todo lo ama?

Y así continuaba, día tras día, arrastrando, la misteriosa caja, a unos a la depresión, a otros a la ira, y, a los menos, a la sabiduría a través de la duda.

¿Qué comprarás con toda tu fortuna el último día de tu vida?, le preguntó a uno de los banqueros más poderosos del mundo.

¿Cómo estás tan seguro de tus argumentos e ideas, si sólo los comparas con quien piensa de forma similar a la tuya, cuya compañía siempre persigues?, fue de las pocas preguntas repetidas en más de una ocasión, y la hizo por igual a un sacerdote que pretendía exorcizar la caja, a un político y a un aficionado radical al fútbol, entre otros.

Alguien pensó que sería interesante ver qué preguntas plantearía a varios monjes de diferentes religiones, algunos de ellos considerados maestros, al Papa de los católicos, y a las mayores eminencias espirituales del momento, pero la pregunta respuesta fue tan desconcertante como decepcionante para ellos: ¿Por qué todavía temes lo que deseas y deseas lo que temes?

Días después llevaron ante la presencia de la caja a un asesino condenado a muerte, que había abrazado la religión durante los últimos años, y la pregunta fue: ¿Cómo devolverás el trozo de infinito y eternidad que has destruido, aunque consigas que todo el universo te perdone?

El final de la caja, como su origen, se pierde en la leyenda: se dice que un multimillonario se encaprichó de ella, y que, al no poder comprarla, encargó su robo. Se cuenta que durante meses se encerró con la caja, haciendo y recibiendo preguntas, hasta que un día, al borde de la locura, ordenó que prepararan su helicóptero y la arrojó al fondo del cráter del Monte Fuji. Y se dice que, según caía hacia las entrañas del planeta, la caja formuló su última pregunta:

¿Crees poder evitar las respuestas huyendo de las preguntas?

 Nekovidal nekovidal@gmail.com

ARTES LIBRES www.arteslibres.net



PERFUMES

PERFUMES EXTRAÑOS


Me costó tiempo y esfuerzo comprender la sensación que me invadía cada vez que entraba en aquel cuartucho -porque, aunque lo llamaban despacho, no era más que un cubículo decadente y ridículo repleto de libros jamás abiertos y menos aún leídos-, un cuchitril en el que la altura del respaldo del sillón que presidía la mesa no dejaba lugar a dudas del poder de quien colocaba allí sus posaderas, sobre todo si se comparaba con la altura de los confidentes que, dispuestos al otro lado, servían para hacer sentirse inferior y forastero a quien en ellos se sentaba.

Fueron infinitas, o así me lo parecieron, las veces que estuve dentro; no todas enojosas, aunque siempre ingratas; pero así lo exigía mi trabajo; no obstante, algunas escenas que allí se dieron tenían connotaciones tan estrambóticas y frívolas que me hacían dudar de que aquel lugar al que iba cada día para ganarme el sueldo fuera una empresa al uso.

Recuerdo una conversación que mantuvieron, delante de mí y sin pudor alguno, el individuo que ocupaba el sillón de alto respaldo y un invitado que se quedó de pie con su loden sobre los hombros. Hablaban ellos dos de mujeres, y lo hacían de manera despectiva, ignorándome y a la vez provocándome con su tono. Yo, sentada en uno de los confidentes en el que minutos antes de entrar el invitado tomaba notas para una carta, escuchaba en silencio y ponía cara de no estar oyendo, mientras sentía cómo el vello se me erizaba y el estómago se me revolvía.

Avanzaba la conversación en tono burlesco. Yo me repetía a mí misma «Recuerda que no debes hablar». La charla llegó a su punto álgido un par de minutos antes de finalizar. «¿Sabes? -dijo el invitado- a cualquier mujer se la puede comprar con joyas o pieles». «No a todas -respondió el otro-, con algunas tienes que casarte para acostarte con ellas». Risas socarronas. «Siempre caen -insistió el primero-, si no es con joyas y pieles será con un coche o una casa; recuerda que, aunque no lo parezcan, todas son putas y conseguirlas es cuestión de precio». Después de que sus sonoras carcajadas llenaran aquel habitáculo tan vetusto y grotesco como ellos, el invitado se despidió con un gesto triunfante y el otro hombrecillo me miró desde el sillón de alto respaldo y, con ínfulas de mando, dijo: «¿Por dónde íbamos?». Retomamos la redacción de la carta.

Fue de regreso a casa, con la dignidad herida y las emociones agitadas, cuando por fin logré definir y poner nombre a aquello que me agredía cada vez que traspasaba el umbral del lóbrego cuartucho, aquello que me hacía sentir esa especie de embestida que mi nariz recibía como una pestilencia ofensiva; aquello no era otra cosa que el repugnante olor que despedía la mezcla de ignorancia, soberbia, prepotencia, incultura, barbarie, ferocidad y salvajismo que inundaba el aire del perímetro de aquel chiscón. Lo que yo sentía como un insulto al entrar allí era, sencillamente, el extraño perfume que emanaba de la miseria emocional de los especímenes que por el despacho desfilaban y que, aun envueltos en trajes de excepcional calidad, relucientes zapatos y perfumados con las mejores fragancias del mercado, no conseguían engañar a mi sensibilidad ni a mi pituitaria, menos adulteradas entonces que a día de hoy.

18/junio/2022 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»

La historia hasta ahora:

En el principio se creó el Universo.
Esto ha enfadado mucho a mucha gente y ha sido ampliamente considerado como una mala jugada”.      (Douglas Adams)

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

EL LIBRO: » LA AXARQUÍA EN LA PRENSA DE MÁLAGA (2ª MITAD DEL SIGLO XIX)»- AUTOR: JOSÉ LUIS ÁLVAREZ BURGOS.



ENTREVISTA A:

JOSÉ LUIS ÁLVAREZ BURGOS

Entrevista realizada por José Marcelo Ruiz

  • «El proceso de creación de este libro ha sido largo, porque he leído la prensa de Málaga desde su aparición»

Anuncios


PREGUNTA.- ¿Cuál ha sido la motivación que le ha llevado a publicar el libro La Axarquía en la prensa de Málaga (2ª mitad del siglo XIX)?

RESPUESTA.- Es mi contribución o mi débito al centro de adultos, que me formaron para entrar en la Universidad.  Como agradecimiento también al profesorado de la  Facultad  de Filosofía y Letras donde me especialice  en historia contemporánea.

P. – El libro es una guía para historiadores y curiosos. ¿Cómo ha sido el proceso de elaboración y cuáles han sido las fuentes?

R.- El proceso ha sido largo,  porque me he leído la prensa de Málaga desde su aparición,  todas las noticias las tengo fichadas y clasificadas por años. Dos han sido las fuentes: El Avisador Malagueño y La Unión Mercantil, ambos periódicos abarcan desde la segunda mitad del siglo XIX hasta 1893. Desde 1.936 solo perdura La Unión Mercantil.

P.- ¿Está usted trabajando en otro nuevo proyecto?

R.- Sí. Es sobre el puerto de Torre del Mar y sus actividades marítimas. Es un proyecto que me apasiona.

P.–  Como expresa en su biografía, en su vida ha habido dos constantes: el trabajo y los estudios. Hábleme de ello.

R.– Efectivamente, han sido dos constantes en mi vida: desde chaval ayudaba a la familia en el negocio de una droguería que teníamos en Torre del Mar. Trabajaba y estudiaba, pero dejé los estudios en 5º de Bachillerato (plan antiguo). Después llegó el servicio militar. Pero el interés  por la lectura estaba siempre presente. En el año 1979  comienzo mi trabajo profesional.  Estando ya casado y con familia,  me entero que hay un curso para mayores de veinticinco años que posibilita el acceso a la Universidad; gracias al horario compatible que tenía en el trabajo, decidí iniciar, de nuevo, mi andadura de estudiante.

P.- Menciona también su agradecimiento al “Centro  de Educación Permanente María Zambrano” de Vélez Málaga. En particular, recuerda  a Joaquín Lobato y a Francisco Montoro  por el apoyo a su formación. Hábleme de esa época y de la relación con el profesorado.

R.- Supuso volver, de nuevo, a  recuperar el gusto por los estudios. De Joaquín Lobato recuerdo la magnífica actitud de enganchar a los alumnos con la asignatura historia de la literatura: su metodología de debates en clase; las relaciones que había entre la literatura y la copla;   las coplillas en el bar Mauco que servían para seguir hablando de literatura e, incluso, también de sociología.

De mi amigo y maestro, Francisco Montoro,  ¿qué voy a decir? Él fue el brujo y el hacedor de entuertos que me enganchó a la Historia.  He de agradecerle siempre su estímulo. También ha sido quien me ha motivado  a conocer la historia de la Axarquía, a amarla. Ser alumno del “Centro de Educación Permanente María Zambrano” fue una experiencia feliz e inolvidable. Después de un año, me  matriculé en la facultad de Filosofía y Letras.

P.-. Hábleme lo que supuso para usted ingresar en la universidad. ¿Cómo fue la experiencia de sus estudios universitarios en la rama de historia?

R.- Fue la entrada a un nuevo universo, así de simple. En mi época se estudiaba geografía e historia, eran tres años de estudios comunes y dos de especialidad. Me  especialicé en historia contemporánea. Los años de estudios en el centro de adultos y  en la facultad fueron años felices en mi vida. Todavía conservo todos los apuntes de mi carrera, junto a los apuntes de historia de la literatura de Joaquín Lobato, los cuales  atesoro como oro en paño.

P.– En los estudios universitarios hace mención de grato recuerdo al profesor   Miguel Romero Esteo, genio del teatro contemporáneo, quien le impartió la asignatura de historia de la literatura.

R.- A Miguel Romero Esteo le conocí antes de entrar a la facultad, en una clase que dio al aire libre en el teatro romano de Málaga. El tema era la desidia en la conservación de los monumentos malagueños. La casualidad del destino hizo que  fuese  mi profesor.    Tenía un carácter impactante: era un erudito inabarcable, gran comunicador y magnífica persona. Esperaba sus clases como agua de mayo, las cuales eran un tótum revolútum” extraordinario. Allí se debatía, se hacían hipótesis, preguntas… Se participaba en un grado sumo. Siempre me acordaré, cuando hacía una reflexión o aclaraba una duda, de su frase más característica: “¿Me explico?”.

P.-  ¿Cómo concibe usted la historia? ¿Qué piensa, de manera general, sobre los acontecimientos sociales, económicos y políticos que se  dan en el presente siglo? 

R.-Debe de tenerse en cuenta: La finalización de un siglo y el comienzo de otro no son compartimentos estancos. Porque los procesos históricos, que empiezan en un siglo o en el anterior, perviven o evolucionan, o bien se soslayan en el siglo siguiente. El capitalismo apareció en el S.XIX, el cual es la forma estructural político-económica del siglo XXI.  Con el derrumbe de la Unión Soviética murió el comunismo como forma de estado.  Aparece una nueva potencia como China y, dentro de todo esto, el capitalismo dio una nueva vuelta de tuerca con la globalización. Y por último, el gran impacto mundial de la pandemia de Covid-19. La Humanidad se encuentra en una encrucijada.

Entrevista realizada por José Marcelo Ruiz

José Marcelo Ruiz y José Luis Álvarez Burgos

Esta entrevista se ha publicado en la prensa NOTICIAS 24 (Comarca de la Axarquía, el viernes, 17 de diciembre de 2021. Mi agradecimiento personal al director del medio por su interés por los temas de cultura, de opinión y pensamiento.

https://josemarcelopoeta.wordpress.com/category/entrevistas/