domingo, 27 de diciembre de 2009

MUSICA PARA LA PAZ


Todos oyeron la nueva música, la que les recordaba que eran mortales y compartían ese miedo, que a todos iluminaba el sol y a todos helaba el frío de la noche, que la misma sangre corría por sus venas, que a todos regalaría la vida un puñado de placeres y dolores, que, irremediablemente, todos tenían el mismo origen y el mismo destino . . . y que nada eran los unos sin los otros.
Oyeron la nueva música, la que habían creado sin querer, entretejiendo el latir acompasado de sus corazones y la diáfana luz de sus frágiles sueños.
La oyeron, la cantaron con una perfección insultante, la disfrutaron, la compartieron y, casualmente, nadie cometió la torpeza de juzgarla. Era la música de la paz.
Nekovidal 2009 – nekovidal@arteslibres.net

jueves, 26 de noviembre de 2009

NO PUEDE SER

NO PUEDE SER
"No hay nadie que haya jamás escrito, o pintado, esculpido, modelado, construido o inventado, a no ser para salir del infierno".
(Antonin Artaud)

Martilleamos la vida con la perseverancia de un creyente y una ingenuidad infantil que deslumbra.
De todo pretendemos hacer un paraiso y en todo hallamos una razón para seguir persiguiéndolo.
En todo nos negamos a la negación, porque la vida es afirmación o no es. Dolor, sinrazón o injusticia se niegan a si mismos ya que nada saben construir o dar, nadan saben crear.
Lo diremos todo, siempre perdidos en sombras que nos sirven de guía.
Somos, sin sospecharlo, constantes creadores de enigmas, forjadores de diminutas ilusiones de poder inimaginable.
Estamos vivos, pero somos, ante todo, supervivientes de la hecatombe cotidiana: el reducido pero creciente grupo de seres que cada día, contra toda duda y todo miedo, se niegan, recurrentemente a decir: “No puede ser” . . . y así creamos, mágicamente, cada día, todo cuanto es.
Nekovidal - 2009 nekovidal@arteslibres.net

martes, 13 de octubre de 2009

NO ME DA LA GANA



El mar de las pasiones humanas
En el mar de las pasiones humanas navegan todo tipo de espíritus y con ellos todo tipo de alegrías y pesares. Todos buscan una isla donde llegar, el reposo de sus penas y algo que alimente sus inquietudes.
Inmersos en la misma tormenta, vemos como unos se hunden mientras otros sobreviven, y no podemos evitar preguntar porqué unos sí y otros no, preguntarnos sobre el inconmensurable conjunto de circunstancias que dan lugar a un hecho u otro.
A la respuesta ocasional a la pregunta permanente, unos llaman dios y ponen un nombre, otros , menos arrogantes, callan.
En el mar de las pasiones humanas incluso los supervivientes tienen cierto aire de náufragos. Algunos, a pesar de todo, se muestran sonrientes, y hasta los espejos dudan de si se trata de una simple sonrisa bobalicona o la luminosa sonrisa de algún buda iluminado.
¿Será acaso que son esos, los que han dicho “no me da la gana” ante tanta sinrazón, ante la reincidente invitación al sufrimiento inútil, los que han descubierto que, al final, riendo o llorando, vencedores o vencidos, en este juego al que llamamos vida, nos van a pagar lo mismo, y es tan sólo nuestra actitud, más o menos abierta o cerrada ante ese juego, la que marca la diferencia entre felicidad y sufrimiento, entre vida o muerte en vida . . .?
Nekovidal - 2009 nekovidal@arteslibres.net

lunes, 14 de septiembre de 2009

ACTITUD (Cuento popular)


Una mujer se despertó una mañana,se miró al espejo,y notó que tenía solamente tres cabellos en su cabeza.
'Hmmm' pensó, 'Creo que hoy me voy a hacer una trenza'.
Así lo hizo y pasó un día maravilloso.

El siguiente día se despertó,se miró al espejo
Y vio que tenía solamente dos cabellos en su cabeza.
'Hmmm' dijo, 'Creo que hoy me peinaré la raya en medio'
Así lo hizo y paso un día grandioso.

El siguiente día, cuando despertó, se miró al espejo y notó que solamente le quedaba un cabello en su cabeza.
'Bueno', dijo, 'ahora me voy a hacer una cola de caballo.'
Así lo hizo, y tuvo un día muy, muy divertido.

A la mañana siguiente cuando despertó,corrió al espejo y enseguida notó
que no le quedaba un sólo cabello en la cabeza.
'¡Que bien!', exclamó. 'Hoy no voy a tener que peinarme!'

Tu actitud lo es todo.

La vida no es esperar a que la tormenta pase...

Es aprender a bailar bajo la lluvia.

miércoles, 26 de agosto de 2009

LAS TRES LLAVES


En este mundo y dimensión, todos nacemos con tres cadenas y nuestra existencia no es más que la búsqueda constante de las tres llaves que abren los candados que las cierran. La primera es la cadena de la supervivencia material: sin alimento y cobijo nada podemos hacer ni construir. Hace años leí un estudio sobre los niños de la calle de Brasil, “os meninos da rua”, que en realidad vagan por las calles de todo el mundo. Muchos de estos niños tenían deficiencias mentales que no eran producto de una enfermedad o una tara genética, sino de la mala alimentación y estaban ya condenados de por vida a la deficiencia psiquica que padecían. Me planteaba yo entonces, como tantos, el dilema de si es preferible tener libertad sin pan o pan sin libertad. Ese informe me convenció de que el primer paso ha de ser siempre el pan: con una mente mínimamente desarrollada se puede identificar y luchar contra una tiranía, sin esa mínima base, es imposible. La segunda cadena es la del entorno social, que se puede presentar en forma de familia desestructurada, sistema político opresivo, relaciones laborales absorventes o inexistentes o bien un sistema educativo castrante. Es nuestra cara social, el segundo escalón donde somos, o creemos ser, algo más que cualquier otra especie del planeta. Anclados todavía en formas de relación primitivas y verticales, actualmente, el desperdicio de capacidades individuales que podrían reflejar sus frutos en el grupo es constante. La sabiduría evolutiva de una especie se puede medir sin duda por el aprovechamiento energético que hace de si misma y su entorno. En ese sentido, los humanos somos bastante primitivos, y sólo la juventud de nuestra especie, apenas 125.000 años, puede justificarnos mínimamente. La tercera cadena, aquella a la que pocos llegan a identificar siquiera, tras haberse liberado mínimamente de las anteriores, es la de la mente, lastrada y condicionada por las circunstancias que la han convertido en un círculo cerrado del que dificilmente puede evadirse. Es esa mente que, carente de educación creativa y esclava de sus miedos, no sabe identificar un peligro real pero puede crear otros completamente abstractos e imaginarios en torno a los cuales hace girar su existencia y sus retroalimentados miedos. Es la mente que no puede concebir siquiera una estructura social sin líderes que le guien, que le ordenen, que le regalen cadenas con la única condición de ser, en apariencia al menos, cálidas. La misma mente que al hablar de espiritualidad la identifica con las extrañas imágenes antropocéntricas creadas como forma de negocio socialmente parasitario, creyendo poder concebir a un dios todopoderoso, pero incapaces de conocer siquiera su obra, una contradicción aberrante. Es la mente de cualquiera de nosotros. Intuyo que la destrucción de la primera cadena pasa tanto por un sistema económico mínimamente racional como por el control de la población. La destrucción de la segunda se dará cuando apliquemos a nuestras sociedades conceptos científicos que al fin conocemos teóricamente, como la Teoría de Juegos, demostrando la mayor efectividad de la solidaridad sobre el egoísmo, o la comprensión misma de nuestra estructura mental y su implícito sentido natural de la justicia. Básicamente es comprender y extender el cambio de conceptos como bondad y maldad por inteligencia y estupidez o efectividad e inefectividad. Lo que conocemos por una persona mala y egoísta es, básicamente, una persona enferma y de muy pocas luces, y sus aparentes victorias no pueden serlo sino en asuntos menores. La superación de la tercera cadena será el momento exacto en que nos hagamos merecedores del apelativo de especie racional. Cada paso será individual y colectivo al tiempo, conectadas todas nuestras mentes en un proyecto común que no es otro que nosotros mismos y el universo del que formamos parte. Posiblemente algún día, si sobrevivimos, nuestros descendientes nazcan libres de las dos primeras cadenas y con alguna posibilidad, por tanto, de no ser esclavizados por la tercera. Pero hoy en día, los muy pocos que consiguen romper estas tres cadenas se transforman en lo más aproximado a un ser humano libre que podemos imaginar, aunque no está, en realidad, sino en el principio del camino. Me han dicho que existen seres humanos así. Sigo buscando, con curiosidad, al primer ejemplar.

Nekovidal 2009 – nekovidal@arteslibres.net

lunes, 17 de agosto de 2009

¿QUÉ ES LA SALUD?

Salud es equilibrio entre cuerpo y mente: escuchar el mensaje de la mente para atender las peticiones del cuerpo y observar nuestro cuerpo para interpretar donde se encuentra nuestra mente, ese universo nuestro que tan arrogantemente creemos conocer.

Nunca decir sí cuando se siente no, ni decir no porque sí.

Extender nuestro yo hasta el límite de los yos ajenos. Allí, compartir.

Escuchar cuanto pide el cuerpo, no la mente, al comer. Atender a cuanto nos dice la mente, no el cuerpo, al amar.
Saber encontrar la armoniosa comunión de ambos, presentarles, esperando que nazca entre ellos una sana y fraternal amistad.

Mantener y hacer crecer una ilusión y curiosidad constantes, nunca creer el absurdo de que la vida ya no puede sorprendernos.

Aprender de cada paso, pasear por cada aprendizaje.

Buscar el consejo médico, pero evitar la trampa del refugio ajeno cayendo en la idolatría ciega.

No olvidar que el cuerpo enferma cuando la mente, cansada, le abandona en algún punto.

Saber que la enfermedad es aviso, no condena.

Algo de sol, mucha agua y el alimento mínimo necesario, garantizan una vida larga y una pena corta.

Sufrir lo imprescindible, reir lo posible, disfrutar aprendiendo.

Compartir cuanto se sabe, nos dará una vida humanamente rica. Aprender a amar, nos hará desentrañar el misterio del alma humana.

Aprender a morir es aprender a viajar más allá del ego. Llegado el momento, sepamos morir con el mismo empeño, ilusión y dignidad que pusimos en aprender a vivir.

Nekovidal nekovidal@arteslibres.net

sábado, 25 de julio de 2009

¿CÓMO SEGUIR VIVIENDO?

¿CÓMO SEGUIR VIVIENDO?

Así, fugaz como lo poco que has aprendido, eterno como la materia que te forma, delicado como el equilibrio que te recuerda que en cualquier momento se acaba el juego.

Transformando con cierta magia difusa la amargura en resignación, la desesperación en esperanza y la paciencia en arte. Intentando bañar todo con la huidiza alegría imprescindible.

Sufrir, mucho si hace falta, por los errores propios y ajenos, pero sólo lo justo para aprender, ni un segundo más.

Nunca angustiarse por lo que ha de venir, porque sea lo que sea, ha de venir . . . y siempre nos sorprenderá.

Y si seguir viviendo se hace, al final, sólo por costumbre, bienvenida sea la misteriosa costumbre que, sin saber muy bien porqué, nos invita a seguir viviendo.
Nekovidal 2009 – nekovidal@arteslibres.net

jueves, 16 de julio de 2009

¿Y USTED . . . ?

¿Y USTED . . . ?



Yo también escupo hacia arriba y pago las consecuencias.

Admiro la honestidad, pero más a menudo de lo que quisiera, no tengo el valor de ser tan consecuente como quisiera.

Sé que todo el planeta es mi patria, pero no todas las tribus y sus músicas me conmueven por igual.

Creo que amo y me convenzo de que no lo puedo hacer mejor, que es más fácil que seguir aprendiendo.

No vendería ni mataría a nadie por dinero, pero escucho la oferta.

Hago algo y digo que no puedo hacer más, pero no lo intento.

No soporto a los fanáticos que no soportan a los fanáticos.

A mi orgullo lo llamo dignidad, y al ajeno, orgullo.

Reniego de la violencia, pero creo en las excepciones.

No tengo más fe que la depositada en el ser humano, una locura . . .

Y a pesar de todo, me considero digno de estar en la cola de la vida, digno de vivir . . .

¿Y usted?



Nekovidal 2007 – nekovidal@arrteslibres.net

miércoles, 15 de julio de 2009

UTOPIAS Y REALIDADES


Hace apenas un par de siglos, cuando se alzaron las primeras voces manifestando que era indigno de la condición humana que una persona pudiera comprar a otra en un mercado y disponer de su vida como de la de cualquier otro objeto de su propiedad, no sólo se les llamó utópicos, ilusos e ingenuos, se les recordó, con cierta aunque insuficiente lógica, que nunca se cambiaría aquello que había sido costumbre durante miles de años, desde el mismo nacimiento de la humanidad.
Hoy, la sola idea de comprar un ser humano nos repugna y parece, simplemente, absurda.

Hace exactamente un siglo, en la época de nuestros abuelos, cuando surgía en los distintos parlamentos europeos el debate sobre la posibilidad de otorgar derecho a voto a las mujeres, el proceso histórico se repitió una vez más: quienes eran tachados de utópicos, ingenuos y alejados de la realidad proponían la equiparación de derechos de esa mitad de la humanidad injustamente alejada de las decisiones sociales. Los conservadores de entonces, al tiempo que insultaban y se mofaban de los hombres y mujeres progresistas, aseguraban que tal cosa nunca sería realidad.
Hoy nos parece tan natural que las mujeres voten que ni los grupos ultraconservadores se atreven a cuestionarlo.

Esos dos cambios sociales, posiblemente los de mayor trascendencia en la historia de la humanidad, no se produjeron tras una cruenta guerra mundial, a pesar de que afectaban, a todas las sociedades humanas del planeta, sino mayoritariamente mediante el diálogo.

Hoy en día son cada vez más numerosos los grupos que plantean que es necesaria una reestructuración de los sistemas democráticos para transformarlos, mediante el voto electrónico a través de sistemas informáticos, en sistemas de participación continua de los ciudadanos, en sistemas verdaderamente democráticos, que evitarían tanto leyes injustas como el estallido de conflictos bélicos que sólo benefician a ciertas corporaciones empresariales.
Lo denominan “democracia directa” o “democracia participativa”.
Hay quien les tacha de utópicos e ingenuos.

Quienes hacemos del estudio de la historia un trabajo, un placer, o ambas cosas, sabemos que ese ha sido el continuo y repetido proceso que ha hecho evolucionar las sociedades humanas.

El tiempo ha venido a mostrar que al final el ingenuo no es quien plantea una idea aparentemente utópica o una solución basada en el diálogo en vez de en la fuerza.

Los verdaderos ingenuos, la historia lo ha demostrado reiteradamente, han sido quienes han creído poder detener la evolución, quienes aún no han aprendido aquella magistral lección que Aristóteles nos enseñó en una sola frase:
"Lo único permanente es el cambio".

Nekovidal - nekovidal@arteslibres.net


lunes, 6 de julio de 2009

EL ROBO DEL SIGLO.

*EL ROBO DEL SIGLO.

Ya hace cientos de siglos que se está cometiendo el robo del siglo: lo llevan continuamente a cabo los críos miedosos de siempre, los que padecen todos los síntomas del miedo: codicia, autoritarismo, envidia, necesidad de controlar, mandar o manipular, necesidad de un dios único excluyente, en definitiva, tristeza.
Recluídos en sus prisiones mentales crean guerras, dolor y pobreza, saquean y almacenan compulsivamente riquezas materiales que necesitarían vivir siglos o milenios para poder utilizar. Su filosofía es monótona y repetitiva: “el mundo siempre ha sido así y nunca cambiará, si yo no robo, otro robará”, y de tanto repetirla no sólo terminan creyéndolo ciegamente, sino que acaban por crear parte de ese mundo alienado y agresivo del que hablan.
Su ceguera les impide ver que nada ha sido así como es ahora, que cambia a cada instante y que el cambio de esta época es tan evidente y acelerado que basta recordar como vivían nuestros padres para comprobarlo. Pero para ver es necesario abrir los ojos.
Los crios asustadizos roban y sus miedos les impide ver que nunca podrán robar nada de especial valor. Salvo el alimento, el resto no llegarán a alcanzarlo, ni a imaginarlo siquiera, porque con cada ración de comida, vacuna, dólar o euro que acumulan sin necesitarlo están comprando un billete que les aleja del resto de las riquezas, esa que nos conmueve mediante un escrito, un cuadro, una melodía o un gesto de amistad, esos pequeños placeres que los pobres crios miedosos no pueden sentir ni compartir, por eso se consuelan robando.
Y lo más extraño es que son esos los seres que más llaman la atención, a los que llamamos alteza o señor ministro, a los que algunos besan su anillo, a los que tanto admiran cuando ven llegar en sus automóviles enormes transportando espíritus diminutos.
No deberíamos olvidar lo que tan acertadamente nos avisara Von Hardenberg: “Cuando veas un gigante, examina antes la posición del sol, no vaya a ser la sombra de un pigmeo”
Nekovidal 2009 – nekovidal@arteslibres.net

domingo, 5 de julio de 2009


TERROR EN LAS FILAS
El terror comenzó con la primera pregunta: ¿por qué?, y todos, aterrorizados, inventaron respuestas: yo lo sé, yo lo sé . . . Y transcurrieron milenios luchando por la respuesta única, porque sólo una, decían, podía ser la verdadera.
Un día, el loco del pueblo preguntó: “¿Y no será que la misma pregunta es la respuesta . . . ?”
“Todo es como es porque no podía haber sido de otra manera, si no, hubiera sido diferente.”
El loco fue nombrado alcalde y desde entonces intenta, en vano, presentar cada mañana su dimisión irrevocable.
Nekovidal 2009 – nekovidal@arteslibres.net

sábado, 27 de junio de 2009

UNA FRIA MAÑANA CUALQUIERA

UNA FRIA MAÑANA CUALQUIERA

Una fria mañana cualquiera, la más inesperada, te puedes encontrar en medio de una gran ciudad necesitando una ambulancia, y el tráfico será el segundo dedo de la mano que habrá de robarte la vida. El primero fue la falta absoluta de medicina preventiva, la que debería haberte enseñado qué era sano e insano, qué costumbre te podría salvar la vida o condenarte en pocos años, ese tipo de medicina que nunca nos fue habitual, salvo los escasos consejos de algún familiar o amigo.
El tercer dedo de la garra mortal lo pondrá la burocracia, que se puede presentar en forma de retraso en lista de espera, recepcionista o médico de guardia estresado. De poco sirve gastar cifras enormes anualmente en nuevas tecnologías si no se enseña a manejarlas a quien debe trabajar con ellas. La máquina de la burocracia necesita constantemente el tan escaso aceite de la lógica para funcionar con un mínimo de eficacia.
El cuarto dedo mortal lo pondrá la industria farmacéutica, cuyos terroríficos negocios dan en los últimos años buen material para los más enrevesados guiones de cine. Ningún medicamento barato debe salir al mercado a sustituir otro ya existente aún cuando sea mucho más efectivo. Hay vacunas descubiertas y por descubrir que nunca deben ver la luz. ¿Para qué una vacuna del SIDA mientras sea una de las enfermedades más dañinas en el Tercer Mundo pero de las más rentables en el Primer Mundo? Una enfermedad crónica es un buen negocio, su cura, no.
Y el quinto dedo que completará la mano que acabará con nuestra vida es la más humana de las locuras: la deshumanización, que siempre es tan dañina como autodestructiva, pero que nos presenta su cara más cruel en forma de canalla de bata blanca anteponiendo sus emociones desbocadas, su interés económico, su simple comodidad o incluso su intento de relacionarse con una enfermera al cumplimiento de sus funciones médicas.
Tanto si tienes fe en algún ente metafísico como si no, si alguna fria mañana cualquiera, la salud te ha dicho hasta aqui y necesitas una ambulancia u otra ayuda externa, reza, porque la sombra de esos cinco dedos puede transformarse en mortal en forma de tráfico intenso, negligencia o ley implacable del azar. Y nunca duele más que cuando ves que es la mano o voluntad de un semejante la que te está arrancando la vida con la indiferencia con que sólo puede actuar alguien que está mucho más muerto de lo que tú lo estarás nunca.
Nekovidal 2009 – nekovidal@arteslibres.net

jueves, 25 de junio de 2009

ECONOMÍA SOSTENIBLE

Hasta hace poco, una economía sostenible era, aparentemente, tan sólo una opción idealista, una forma alternativa de vivir y manejar los recursos materiales disponibles.
Podemos retrasarlo, como mucho, una generación más, pero desde ahora, o es una economía sostenible o no es, y la plaga que supone nuestra especie se transformará en una epidemia patológica en la que nosotros mismos nos uniremos irremediablemente a la lista de las tantas especies que hemos hecho desaparecer.
Cierto árbol de la jungla tropical segrega un zumo azucarado sin otro fin que remunerar su trabajo a una especie de hormiga que le defiende del ataque de pulgones, que le parasitarían y secarían.
El árbol, si se cuida y respeta, siempre produce y regala su azucarado manjar, incluso cuando no hay ningún peligro a la vista, cumple honestamente el pacto con sus socios. El árbol, como cualquier ser vivo, como cualquier planeta, siempre encontrará un cómplice, tal vez un simple virus, que complete su círculo de equilibradas necesidades vitales.
Suenan las sordas pero implacables trompetas de un previsiblemente cruel pero justo juicio final, ya pasó la alocada adolescencia de nuestra especie, se acabó el despilfarro.
El planeta y, sobre él, los supervivientes, seguirán girando algunos millones de años más, indiferentes a nuestra arrogancia juvenil.
Ya sólo nos resta decidir si queremos ser hormigas o pulgones.

Nekovidal 2009 – nekovidal@arteslibres.net

miércoles, 24 de junio de 2009

Los mandamientos de Dawkins

En 'El espejismo de Dios', el biólogo Richard Dawkins presenta una lista de principios morales laicos válidos universalmente. La elaboró a partir de una lista encontrada al azar en Internet, para demostrar que son unos valores comunes que no necesitan legitimación religiosa. Estos son algunos:

- No hagas a otros lo que no quieras que te hagan.

- No pases por alto la maldad ni te acobardes al administrar justicia, pero disponte siempre a perdonar el mal hecho si media el arrepentimiento.

- Prueba todas las cosas: revisa tus ideas frente a los hechos y prepárate para descartar incluso las creencias más arraigadas.

- Respeta el derecho de los demás a estar en desacuerdo contigo.

- Fórmate opiniones independientes basadas en tu razón y en tu experiencia: no permitas ser manejado.

- Cuestiónalo todo.

- Disfruta de tu vida sexual (en tanto no hagas daño a nadie) y deja a los demás que disfruten de la suya.

- No adoctrines a tus hijos. Enséñales cómo pensar por sí mismos y cómo estar en desacuerdo contigo.

lunes, 22 de junio de 2009

¿CÓMO SEGUIR VIVIENDO?

Así, fugaz como lo poco que has aprendido, eterno como la materia que te forma, delicado como el equilibrio que te recuerda que en cualquier momento se acaba el juego.

Transformando con cierta magia difusa la amargura en resignación, la desesperación en esperanza y la paciencia en arte. Intentando bañar todo con la huidiza alegría imprescindible.

Sufrir, mucho si hace falta, por los errores propios y ajenos, pero sólo lo justo para aprender, ni un segundo más.

Nunca angustiarse por lo que ha de venir, porque sea lo que sea, ha de venir . . . y siempre nos sorprenderá.

Y si seguir viviendo se hace, al final, sólo por costumbre, bienvenida sea la misteriosa costumbre que, sin saber muy bien porqué, nos invita a seguir viviendo.

Nekovidal 2009 – nekovidal@arteslibres.net

domingo, 24 de mayo de 2009

Un baño entre la vida y la muerte

UN BAÑO ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE: Las dos orillas del Mediterráneo

En una orilla, cebados y dormidos, creen saber,
En la otra, despiertos y hambrientos, 
saben a que sabe el hambre.

En una orilla, agobiados por la eterna búsqueda,
necesitan ansiosos creer que han encontrado.
En la otra aún no hay tiempo para naderías.

En una orilla, la pupila vacua de la soberbia,
En la otra, los ojos vacíos de la necesidad,
En ambas orillas, tristes miradas tristes.

En una orilla, un dios, de nombre Dios,
En la otra un dios, el mismo, pero de nombre Alá.
En ambas, la codicia alimenta la falsa diferencia.

En una orilla, la historia del olvido,
en la otra, el olvido de la historia,
En ambas, la necesidad de olvidar.

En una orilla el ayer de una orilla,
enfrente, el mañana de la otra orilla,
Entre ambas, el hoy siniestro de una pesadilla.

En una orilla, a ciegas, se intenta saltar al paraíso.
En las playas del paraíso, otra vez, un cuerpo inerte. 

¿Cuándo se podrán cruzar las dos orillas sin que 
el viaje sea un baño entre la vida y la muerte?

Nekovidal 2008 – nekovidal@arteslibres.net

domingo, 17 de mayo de 2009

MIENTRAS LEES

Mientras lees . . .

Miras la vida mientras el azar te regala un tiempo, un tiempo aparentemente vacío, pero nunca perdido.

Miras los mundos que, brotando en tu mente, pasan a formar parte de ti, como los juegos forman la infancia, como los recuerdos forman la existencia, como cada ladrillo de la memoria . . .

Mientras lees, miras la vida a través de la magia de un libro.

Nunca recibirás tanto a cambio de tan poco: el regalo de la ilusión y curiosidad por la vida . . . mientras lees.

Nekovidal 2009 – nekovidal@arteslibres.net