domingo, 28 de marzo de 2021

 

VOCES entre VOCES

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TEMAS TERTULIA 2-4-2021

APRENDICES DE MALOS

EMERGENCIA

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.



"La travesía de los jardines", de Nimrod (Chad, 1959)


    En nosotros erige sus cumbres la llanura. Revela el atardecer que nos llena los ojos de una luz dulce. Su diseño -su aliento- cerca la cabaña donde el horizonte viene a perfilarse: este es nuestro umbral, nuestra alma, nuestro diario de a bordo. Calor y sombra se alejan. La línea de fuga, como bloques de una bella base despliega su amplitud. A ella ascendemos, al pájaro friolero que descifra el azul, pasa las páginas de un libro límpido.

    El libro del cielo, la ofrenda océana para quien sondea y es sondeado. Un dios compartido, un dios que abre la vía al encanto sin salidas.


Nimrod, incluido en Poesía negra. Antología de poesía africana francófona contemporánea  (Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos de la Región de Murcia, 2007, selec. y trad. de A.Salom).


Otros poemas de Nimrod

Carta a JaphetColma el estiaje nuestros deseosIn memoriam RuandaLos caminos

FUENTE: Asamblea de palabras


Nuestras vidas empiezan a terminar el día en que guardamos silencio sobre las cosas que importan."
(Martin Luther King Jr.)


AUTORRETRATO: VALERIA

TEXTOS TERTULIA 26-3-2021

PROPORCIONES

LA ÚLTIMA PALABRA

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.




PROPORCIONES

Me dicen: escucha
Y hablo
Me dicen: calla
Y oigo

Llueven mensajes vacíos de estas nubes
Cansadas del picor en sus ojos al mirar cada amanecer
Cansados los amuletos de tanto proteger sin ser protegidos
Cansadas las patas de conejo de no poder saltar

Duele el diciembre oscuro antes de ver la nieve
Separando las uvas de las campanadas
Qué más da, qué mas doy, qué más das
Si al fin los gigantes caben en cajitas de música

Como un cactus en el Ártico, cúpula del alma
Desgastada cual mentira mil veces contada
Llaman al timbre pero no es el hijo perdido
Croan las ranas y aquí nunca deja de llover

Encadenado a este tablero de ajedrez
Ríe el demonio con su carrera ganada
Ojalá la afonía del gato fuese una cerveza malentendida
Verde caricatura de un maullido incomprendido

Me dicen: sigue
Y paro
Me dicen: piensa
…Y decido sentir


Sara V.T.

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LA ÚLTIMA PALABRA


Cuentan los ancianos que, de entre todas las guerras, a cual más infame, que había creado la locura humana, aquella había sido la última, pero también la más cruel: tanto odio y frustración se habían acumulado, que se pretendió destruir lo más humano del ser humano: se asesinaron las palabras.

Sólo sobrevivió una, la que consiguió, con tesón, cariño y paciencia, resucitar a todas sus hermanas muertas y trajo este tiempo de paz y hermandad que desde entonces disfrutamos: Se llamaba Esperanza.


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LA ÚLTIMA PALABRA



Cuando somos pequeños -y no tan pequeños- la última palabra la tienen las madres, algo que demuestran rematando la situación con el consabido «porque lo digo yo… y punto»; me parece a mí que a partir de ahí crecemos pensando que pronunciar la última palabra en una discusión supone no tanto llevar razón como ser quien manda, ser el mejor… y punto.


No suelo discutir con frecuencia, me resulta cansado, fundamentalmente porque la mayoría de las discusiones no se llevan a cabo para escuchar los argumentos del otro, sino para exponer los propios, para autoconvencernos de que estamos en lo cierto y, generalmente, pensamos que lo conseguiremos más rápido si los exponemos a gritos… y punto.


También esto debió de quedarnos grabado de cuando nuestra madre se veía obligada a subir el volumen de la voz hasta el infinito o más allá para hacerse oír entre llantos y mocos; y es que las madres consiguen gritar de tal manera que el alarido ha dado lugar a la canción del pájaro chogüí; en realidad, el pájaro era un indiecito «que sobresaltado por un grito de su madre perdió apoyo y cayendo se murió», parece que luego voló, pero vamos que el susto se lo llevó puesto… y punto.


A la molestia de tener que escuchar argumentos a chillidos a la vez que vociferamos los nuestros, hay que unirle lo agotador que es estar pendiente de cuál será la última palabra de aquel con el que discutimos, pues sería maravilloso que conociéramos las intenciones de nuestro interlocutor -sospecho que por la otra parte el deseo es idéntico- para quedarnos más anchos que panchos acabando la discusión al más puro estilo cervantino con un sencillo ¡vale!.. y punto.


En fin, que después de varios lustros buscando una fórmula que me permitiera la participación serena en una discusión, he comprendido que no hay discusiones, sino peleas, y que no se conversa para conocer ideas nuevas, sino que se habla para confirmar a viva voz las ideas propias, por lo que he decidido hacer del silencio mi última palabra; ese silencio desarma al otro porque es irrebatible, nos evita un desgaste innecesario, beneficia a todos al amortiguar el fastidioso alboroto que genera la soberbia y, sobre todo, es la mejor última palabra que se puede usar porque lo digo yo… y punto.



26/marzo/2021 – Victoria Blanco para «VOCESentreVOCES»



LA ÚLTIMA PALABRA

Hubo un señor cuya última palabra fue “EL FIN”.

Me muero por saber cuál será la mía.

MK


LA ÚLTIMA PALABRA


Encontré entre tus lapices de colores

el azul de tus ojos,

y dibujé con él,

un palpitante corazón rojo.


José María Rico


MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.

Hoy yo estoy en medio de los dos...


Esta tarde aparece ella, me pide para comer, me quedo mirándola y pienso: Si yo estoy igual que tú . . .

Lógicamente, me da las gracias y me cuenta su historia, yo le pregunto: ¿es verdad lo que me cuentas o me estás engañando?

Me lo jura por nuestro Dios. . .

Ahora soy yo la que da el consejo a ella. Creo que un poco si me ha engañado pero qué más da...


Acaso los que no nos creemos vagabundos no será que somos más vagabundos, pero con los ojos cerrados para no ver la realidad.

       Anoche los no vagabundos me miraban con asombro, por estar compartiendo un banco y un enchufe con un corazón verdadero. Esta tarde me vuelven a mirar los no vagabundos por hablar con ella.

¡Qué triste es no poder sentarnos en unas escaleras de la calle, en un banco, sentarnos donde nos de la gana, para no ser cuestionados 

Pero lo más triste es que el que mira de reojo y no de frente no ve cuando caen las lágrimas de los ojos ...


Me siento entre los dos y eso ha sido un honor porque al lado ha estado esa lección que mi ego no me dejaba ver.


Gracias a los dos, muchas gracias


Pilar L.S.  


domingo, 21 de marzo de 2021

 

VOCES entre VOCES

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TEMAS TERTULIA 26-3-2021

PROPORCIONES

LA ÚLTIMA PALABRA

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.



Cuando se trata de dinero todos son de la misma religión”.

Voltaire



EL 28 DE JULIO...


El 28 de julio de un año sin gloria
nací a la extrañeza,
y al bienestar de los rincones familiares,
discontinuo y sin sueño
como el que no espera visitas.
Nunca necesité afanes para diluirme,
ni testigos para la emancipación al menudeo;
sin transacciones ni pretextos
he rechazado el clima de esas horas inevitables
vana escoria de una imagen desenfocada.
Condenado a negarme,
ya firmar pactos de inactividad con maniquíes
sibilinos,
he llegado a este mundo
como un puente tendido a la contradicción
o al nihilismo de los galeotes.
Guiado por vilanos,
desatrancando puertas cerradas al hastío de los
transportes,
he desdeñado los mejores auspicios
y las frambuesas anexionadas por un devaneo
de otoño.
Al paso del tiempo,
apenas me doy cuenta del declive de la virtud,
de la degradación paulatina de las tormentas de
verano
de las torres oblicuas
que se tambalean
en el error de las actitudes imprevisibles.
A veces prolongo las palabras con que juego
sin gran convicción
y vagamente sigo la porfía
de una nueva forma de vislumbre.
Sálvese el que pueda
en el cataclismo de la tristeza
o en las consolas donde naufragan los deseos
imbricados en lo irreal
aunque sin provecho de nadie.
Poco se sabe
de los predestinados a la irreflexión
y mucho menos
de los que comparten su miseria en el
aburrimiento.
Más de trescientos años queman mi orgullo,
mis gestos de pana marchita
o cordobán raído, ahíto de polvo,
sobre la prudencia anónima
que cede a la vanagloria de la luz.
Ahora me asomo a los proyectos olvidados
y a las citas equivocadas en los planes del
viento.
Sólo una mano inadvertida repara la tramoya.

Basilio Fernández

FUENTE: https://www.poemas-del-alma.com/


Cuatro cosas no pueden ser escondidas durante mucho tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la pobreza”

Averroes



TEXTOS TERTULIA 19-3-2021

NIÑOS

VERDADES IMPOSIBLES

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.


NIÑOS

¿Y quién es ese niño?

Ése que se sienta a tu lado

Que mira el mundo, tranquilo,
Que a veces se tapa con las manos los oídos
Que se encoge de hombros en la cama
Que sonríe, o no,
Mientras observa a su alrededor
Que siempre va caminando contigo
Indisolublemente junto pero separado
Que apaga las velas una vez más
Por cada año que dejaste de cumplir

Tu muerte
Pequeña figura que se adentra en la media infancia
Que sigue creciendo lo que dejaste a medio hacer
Tu pequeña muerte
A la vera de tus perennes veintidós
Un soplo de aire vivo
Por cada día y recuerdo extinto
Tu anónima muerte
Tan tabú como poco reconocida
Inocente como la vida misma
Incluso cuando deja de estar aquí



Sara V.T.

https://iderinaweb.wordpress.com




NIÑOS


Enséñales cómo valorarse, respetarse y

tratarse con cariño.

Trasmíteles la importancia de dar las gracias,

de pedir por favor o de decir buenos días.

Trátalos como te gustaría ser tratado.

Apaga sus miedos, regálales tiempo, enciende

sus sueños y hazles sentir como lo que son:

Las personas más valiosas del mundo.



SOY SÓLO UN NIÑO


Si me gritas
me haces sordo,
Si me callas
me haces mudo,

Si me ignoras
invisible.
Miedoso
cuando estoy solo.
Desconfiado
al mentirme.

¡Quiéreme soy sólo un niño!

Si me escuchas
me haces fuerte.
Cuando jugamos
amigos.

Dame pan
si tengo hambre.
Tápame
si tengo frío.
Si lloro
dame consuelo.
Si río
ríe conmigo.


Edúcame
con cariño.
Necesito tus abrazos,
tus caricias y tus mimos.
Cuídame
si estoy enfermo.

¡Quiéreme, soy sólo un niño!

Marisa Alonso Santamaría, escritora española.



Somos los que nos dormimos con un cuento.

Los que pensamos que el cielo cabe en una nube.

Los que sabemos que para hacer los pájaros

se eligen los mejores trozos de libertad.

Los que no sabemos vender sonrisas

ni tragarnos el llanto.

Somos la esperanza. Eso dicen.

Somos los de las eternas piruetas,

los de las palabras sin sentido,

los de los chistes inocentes.

Somos los pequeños payasos, que reímos

porque la vida nos hace cosquillas,

Somos niños.

¡Regálennos un mundo de paz y amor!


Autora: Elsa I. Bornemann


HAYDÉE ACOSTA


NIÑOS

El niño giraba en el mundo que giraba en torno a él.

Recogía nubes a paladas y sembraba colores nuevos.

El niño era sin saberlo y miraba la lluvia con seria sorpresa.

El niño roncaba sueños de romero y menta.

No dudaba, sabía.

Hoy el niño se quedó ciego...

Le llaman adulto.


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EL COLECCIONISTA DE VERDADES IMPOSIBLES

 

Usted, como yo, está convencido de ciertas aparentes evidencias que nunca cuestiona, con lo que se refuerzan en  su mente y memoria a cada segundo, condenándonos a perpetuarlas a los largo de nuestra existencia, tanto si se trata de un placentero acierto como de un doloroso error.

 

Usted cree que sabe donde se  encuentra, pero un físico cuántico podría empeñarse en demostrarle matemáticamente que no es así, o que su certeza no es más que una posibilidad entre miles y que en realidad el 95% de la realidad escapa a su capacidad de percepción.

 

Usted cree que sabe quien es, y de hecho lo sabe, es quien cree que es, aunque eso no tenga absolutamente nada que ver con lo que usted es para los demás, o lo que usted sería si  le observaran desde cualquiera de los billones de conciencias que habitan este universo.

 

Usted cree conocer el universo que habita, sólo un par de datos tal vez le hagan dudar: Si cada estrella de la Vía Láctea, nuestra galaxia, tuviese el tamaño de un grano de sal, entre todas podrían llenar una piscina olímpica, pero eso sólo si las estrellas estuvieran juntas, sin espacio entre ellas, pero ese espacio existe: si el sol midiese dos centímetros y medio, la estrella de nuestra galaxia más cercana a él estaría a 716 kilómetros de distancia . . .

Otro dato, todo eso que usted está intentando imaginar no es más que una galaxia entre cien mil millones de galaxias . . .

 

Usted cree que controla algo en su vida, necesita creerlo, y se paralizaría aterrorizado si pudiera captar por un momento hasta qué punto su existencia y la de sus seres queridos se encuentran en manos del azar. Si hacemos un recorrido por la historia y observamos, aunque sea vagamente, cuantas muertes que provocaron o evitaron miles de otras muertes han sido debidas a una minúscula bacteria o un virus más minúsculo aún, tal vez podamos captar un primer aspecto de esa realidad  azarosa que creemos controlar. Si pensamos que nuestra especie ha podido sobrevivir y evolucionar gracias a las cinco extinciones que se han dado en nuestro planeta, tres de ellas masivas, nos veremos en el aprieto de decidir que es realmente positivo o negativo de cuanto acontece en la vida.

 

Usted cree que conoce a quienes le rodean: familiares, hijos, amigos, pero seguro que hay, cuanto menos, un gran secreto de cada uno de ellos que ni acertaría a imaginar. La imagen que se forma en su mente acerca de esas personas está condicionada por su necesidad de reforzar esa misma imagen: así nace el pensamiento unidireccional, a quien crea bueno le verá cada día como mejor, pues todo lo interpretará en positivo y a quien crea malo, como peor, pues todo lo que haga esa persona lo interpretará negativamente, sin intentar siquiera analizar con un mínimo de objetividad o distancia sus actos. Buscaremos siempre primero reforzar los sentimientos e ideas que nos proporcionen felicidad y nos eviten sufrimiento, sin importarnos mucho lo irracionales que sean. Si la información sobre determinada persona proviene de una tercera, el juego puede llegar hasta el absurdo: a veces descubrimos, al cabo de meses o años, que cuanto una persona nos dijo de otra no tenía nada que ver con lo sucedido, pero esa persona necesitaba creerlo y extender y compartir su idea para reforzarla. Por su implicación emocional directa, en las relaciones humanas estamos muchísimo más ciegos de lo que pudiéramos alcanzar a imaginar, aunque identifiquemos con relativa facilidad parte de esa ceguera en los juicios y actos de otros.

 

Usted cree que es consecuente con sus ideas y que sabe identificar conductas constructivas o destructivas del ser humano, pero la experiencia nos demuestra lo contrario: posiblemente afirme que cree en la igualdad de derechos de las personas, pero su pulso se acelerará y se estresará bastante si tiene que entrevistarse con un rey, un presidente o un ministro, por el simple hecho del valor añadido que su mente, en su fantasía, le da a esa persona, rompiendo así, su idea presumiblemente asumida de igualdad.

 

Usted posiblemente se considere una persona que admite como lógica y justa la igualdad de la mujer con respecto al hombre, pero su forma de juzgar los anuncios publicitarios en los que se utiliza la imagen de una mujer seguro que no es la misma ante un anuncio en que es utilizada la imagen de un hombre. Juzgamos con las emociones, no con las ideas consecuencia de la experiencia y el aprendizaje, por eso tan a menudo nuestros juicios no son más que declaraciones de intenciones.

 

Usted cree que quiere a alguien y alguien le quiere a usted, pero nunca conseguirá separar los actos amorosos que da o recibe de sus necesidades. Nunca sabrá si busca la felicidad de esa persona por verdadero amor, empatía o fraternidad o por conseguir que siga a su lado a cambio del bienestar que recibe. Y nunca podrá saberlo porque el origen del mecanismo de elección de esas actitudes se encuentra en una infancia que ni puede recordar ni posiblemente tuviera, ni por sí mismo ni con ayuda, capacidad de analizar en el supuesto de que consiguiera recordarla.

 

 Usted cree que está informado sobre lo que sucede en el mundo, pero sus fuentes de información se limitan a una serie de noticias seleccionadas por un pequeño grupo de agencias de prensa controladas a su vez por un grupo aún menor de directivos. Por eso las vidas en África no valen lo mismo que en el Primer Mundo. Su mente se va acostumbrando a ese juego y poco a poco considera normal que así sea, aunque esa insana costumbre signifique que perderá más tiempo y energía en pensar y angustiarse por ese desconsolado matrimonio inglés que sufre por esa hijita a la que drogaron para que no molestara y poder irse a cenar con los amigos, en vez de esas 30.000 madeleines que mueren cada día por causas fácilmente evitables. Peor, e igualmente irreal es esa absurda costumbre de informar sólo de lo negativo, los más oscuro del ser humano, cuando lo cierto es que sobrevivimos cada día porque lo mayoritario, a pesar de la triste realidad, es la actitud colaboradora y solidaria de la mayoría.

 

Usted cree que gobierna su vida social. Posiblemente mire con cierto desprecio la actitud ignorante de nuestros antepasados que creían que el señor feudal lo era por gracia y designio divino, pero no se ve absurdo creyendo en un sistema que sólo le consulta cada cuatro años y le impide regir una parte de su vida social como rige tantas otras facetas de su vida, casi  siempre con mucho más acierto que la mayoría de los políticos a los que, en su fantasía, cree personas más preparadas, sabias, cultas e importantes que usted.

 

. . . pero no se preocupe, intente buscar ese equilibrio que le impida convertirse en un ser enquistado en un par de ideas cómodas o un ser que desperdicia su vida en luchas estériles; riegue el campo de las ideas, el único camino a la libertad y al disfrute de la vida pasa por el conocimiento, en cualquiera de sus formas; viva y deje vivir, pero no olvide la impresionante grandeza y riqueza del universo que habita, no olvide que ya sabemos que nuestro cerebro no está diseñado para captar objetivamente la realidad, sino sólo la parte de ésta que nos ayude a sobrevivir; no olvide que, con lo que hasta hoy sabemos, podemos  afirmar que todas nuestras verdades no son más que verdades imposibles, construidas con ese material del que, como recordamos ocasionalmente, están hechos los sueños . . .

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EL COLECCIONISTA DE VERDADES IMPOSIBLES

El vagabundo y ella 


Pero, ¿acaso sé yo donde estoy?

Me pregunto en este justo momento de mi vida . . .

¿Son circunstancia, son coincidencias o, quizás mejor, son señales?

Eso quiero pensar . . . 

¿Por qué?

En la noche pasada yo tuve la oportunidad de compartir un pitillo con un vagabundo. Él compartió el enchufe de la pared de una cafetería y el banco donde descansaba mientras su móvil se cargaba.

Con todos los honores que se le puede hacer a una mujer me invita a compartir su banco y cargo mi móvil.

Me dijo: "Yo tengo tiempo toda la noche".

Pensé: Claro y a mí también me sobrarán horas de la noche...

Pero él no sabía que yo esa noche estaba en sus mismas circunstancias, pero con una pequeña diferencia: yo aún tenía el corazón encogido por el dolor y él ya había curado el suyo.

Solo curado, no olvidado.

Le pregunté porqué estaba en la calle cuando se había hundido su vida.

Con toda la sinceridad que se puede tener no le importó contármelo.

Entonces le dije: no me vas a creer pero yo esta noche también estaré como tú.

Pero me atreví a más: él había sido sincero ¿por qué no había de serlo yo con  él?

Le pregunté: ¿Te puedo contar mi vida un poco?

Me dijo: Sí, por favor.

Al finalizar mi historia me repito una y otra vez en un tono de los más flojo que se puede oír: ¿Tú crees que eres capaz de olvidar?

Y otra vez con una sonrisa me repitió: ¿Tú crees que eres capa de olvidar?

Tantas veces me lo pudo decir que olvidé cuantas llevaba...

Y finalizó con la frase completa: Pues si tú crees que eres capaz de olvidar, olvídalo todo y perdónalo, las personas somos humanos y nos equivocamos. . .


Pilar L.S.  

                            

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.


*

Las personas miedosas suelen ser manipuladoras, las aterrorizadas, violentas.

¿Quién te gustaría que estuviera a tu lado en el momento de tu muerte?

¿Qué nos hace atarnos a certezas absurdas mientras negamos dudas evidentes?

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domingo, 14 de marzo de 2021

 

VOCES entre VOCES

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TEMAS TERTULIA 19-3-2021

NIÑOS

VERDADES IMPOSIBLES

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.


Cuando comprendí que lo que me voy a llevar es lo que vivo empecé a vivir lo que me quiero llevar.”

EN CUANTO A LA IMAGINACIÓN DE LAS PIEDRAS


En cuanto a la imaginación de las piedras casi todo lo de carácter copioso es poco fidedigno:
de lejos sin discusión su preñez animal es otra,
coetáneas de las altísimas no vienen de las estrellas,
su naturaleza no es alquímica sino música,
pocas son palomas, casi todas son bailarinas, de ahí su encanto;
por desfiguradas o selladas, su majestad es la única que comunica con la Figura,
pese a su fijeza no son andróginas,
respiran por pulmones y antes de ser lo que son fueron máquinas de aire,
consta en libros que entre ellas no hay Himalayas,
ni rameras,
no usan manto y su único vestido es el desollamiento,
son más mar que el mar y han llorado,
aun las más enormes vuelan de noche en todas direcciones y no enloquecen,
son ciegas de nacimiento y ven a Dios,
la ventilación es su substancia,
no han leído a Wittgenstein pero saben que se equivoca,
no entierran a sus muertos,
la originalidad en materia de rosas les da asco,
no creen en la inspiración ni comen luciérnagas,
ni en la farsa del humor,
les gusta la poesía con tal que no suene,
no entran en comercio con los aplausos,
cumplen 70 años cada segundo y se ríen de los peces,
lo de los niños en probeta las hace bostezar,
los ejércitos gloriosos les parecen miserables,
odian los aforismos y el derramamiento,
son geómetras y en las orejas llevan aros de platino,
viven del ocio sagrado.

Fernando Rojas

Fuente: Poemas del alma.


Hay gente tan sumamente pobre que solo tiene dinero.”


TEXTOS TERTULIA 12-3-2021

MENTIRAS

AUTODIAGNÓSTICO

MICRORRELATOS, POEMAS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.



MENTIRAS

Si mientes


Se destiñen los recuerdos felices
Hasta ser grises como los años ’30

Houdini, ¿dónde estás?
El nudo bajo el corazón y las costillas
Nunca hubo labor más inmensa
Que deshacerlo para volver a respirar

Abro la boca por cada palabra que me falta
Cierro los ojos por cada palabra que me sobra
Muerdo el aire y grito a los trigales infinitos
Por cada segundo de ausencia incomprendida

Al suelo
Otra vez en el suelo
Doy media vuelta, miro al cielo
Pero no me responde

La silueta de esta peña milenaria
Santa compañera de mesías y dinosaurios
Santa antes de ser bautizada como tal
Santa testigo de nuestra efímera existencia

Busco
No sé qué encontrar y me detengo
En una esquina, esperando no esperar
Me redundo y redundo
Amanece y la Tierra sigue su curso
Mientras yo vuelvo a sentir una semilla:

La de las huidas
La de las canciones
La de los inicios
La de los despertares


Sara V.T.

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MENTIRAS

Dios nos libre de no mentir o, al menos, que nos libre de esa brutal sinceridad que raya en la crueldad. ¿Quién no ha mentido alguna vez? ¡Va, no digáis que no! Lo que ocurre, creo yo, es que la mentira se ve absolutamente diferente cuando se emite que cuando se recibe, tal vez porque conocemos la intencionalidad de la pronunciada e ignoramos la de la recogida. Sí, quizás sea eso, la intencionalidad, la característica que clasifica de manera natural las mentiras; no es lo mismo mentir para evitar un daño que mentir para provocarlo.


Sin embargo, el disimulo tiene la connotación de considerar al otro tan torpe como para creer una trola que a veces ni quien la inventa puede tragarla, lo que, sin remedio, ubica en la prepotencia a quien miente. No me cabe la menor duda de que cuando mentimos nos sentimos dueños de la inteligencia ajena, maestros del arte de la manipulación y, ante todo, superiores a nuestra víctima.


A mí no me gusta mucho mentir, fundamentalmente por el trabajo memorístico que supone, y tampoco me agrada ser la receptora de una trola, pero, a pesar de todo, algunas veces disfruto cuando me mienten; esto es en esas ocasiones en las que quien crea el engaño se lía entre mentiras actuales y pasadas y lanza la trápala a modo de daga en busca, posiblemente, de una reacción tosca que, de darse, podría ser considerada a todas luces desproporcionada y, posteriormente, colgada como sambenito al perjudicado.


Para sortear estas situaciones estoy poniendo en práctica un sistema que, si no da placer, al menos produce tranquilidad y que podría asimilarse con el aikido o con el pase natural del arte del toreo, como gustéis; la cosa consiste en hacer que te lo crees, poner cara de ¡madredelamorhermoso! y dejar al mentiroso con su rumia pues, si ha mentido, es seguro que algo no muy agradable oculta tras la mentira.


Y es que, amigos míos, optar por no trabajar en balde y, aun teniendo argumentos más que sobrados para desmontar una patraña, guardar silencio mientras piensas lo que decía el padre de una amiga: «me cuesta menos creerte que adivinarte» eso sí que es todo un arte.


13/marzo/2021 – Victoria Blanco para “VOCESentreVOCES”


MENTIRAS


Verdades que inventamos para sobrellevar la vida,

para darnos la razón indispensable de convencer, de

compartir, de ganar confianza y hasta de comprender

lo incomprensible o lo real.

Detrás de la mentira se oculta la circunstancia particular

de cada ser humano y en su conjunto se oculta el mundo.

Por eso la mentira es tan dudosa, tramposa y relativa.

Dañina, peligrosa, piadosa.

¿Qué es verdad, qué es mentira, más allá de la íntima convicción

de uno mismo?

El mundo está implicado, sumergido en un mar de mentiras

y la verdad es un misterio ahogado que puja constantemente

por salir a la superficie.


HAYDÉE ACOSTA


AUTODIAGNÓSTICO


Cuando empieza a calar hondo

la tempestad en el pecho.


Cuando el gallo canta y canta

en el silencio infinito.


Cuando rompe los costados

el aborrecido insomnio


y el alba entra a raudales

lastimando el entrecejo,


hay, a las claras del día

un desolador ¡tan negro!


No es desamor,

es DESHAUCIO.


HAYDÉE ACOSTA


AUTODIAGNÓSTICO

Yo creo que me muero

de muerte natural.

Porque tan natural es

caminar sin ir, pensar,

tocarse el propio corazón

para encontrar el amor,

y todo eso es muerte viva.

Yo creo que he de morirme

de muerte natural.


HAYDÉE ACOSTA




AUTODIAGNÓSTICO


¿Está todo bien? Puede ser, pero si parece perfecto, desconfíe, no es propio de esta dimensión la perfección, o sea, el equilibrio perfecto.



¿Hay dolor? Atento al mensaje: hay que averiguar el origen. Puede ser el primer aviso, pero también el último.



¿Su trabajo, además de proveerle sustento, le produce placer o, al menos, le deja cierto tiempo para el esparcimiento? Si no es así, cambie de trabajo.



¿Le engañan? No se apure, le han dado una lección gratuitamente.

Y no olvide este refrán: “Si me engañas una vez es culpa tuya, si me engañas dos, es culpa mía”.



¿Encuentra que todo o casi todo es demasiado serio como para encontrar algo de humor en ello? Es que está mirando negativamente.

Aprenda a reírse primero de si mismo y el resto vendrá por si sólo.



¿Ya ha encontrado su lugar en el mundo? Entonces todo está bien.

Si no, mejor buscarlo cuanto antes, es la brújula de cada existencia.



¿Tiene dudas? Tranquilo, es síntoma de salud mental. Sólo un idiota puede estar completamente seguro de todo.



¿Se siente feliz y no sabe muy bien el porqué? No se preocupe, pero haga una pequeña prueba: si su felicidad implica en mayor o menor medida la felicidad de otras personas, sean quienes sean, está en el mejor camino posible en la vida.

Si, por el contrario, su felicidad empieza y termina en usted, cambie de actitud, significa que se ha autosecuestrado sin darse cuenta y posiblemente padezca el síndrome de Estocolmo.



Y sobre asuntos tan vitales como secundarios, la salud del cuerpo, por ejemplo, recuerde que éste siempre camina de la mano de la mente, nunca enferman separadamente, busque en uno el reflejo del conflicto del otro y nunca se equivocará en su autodiagnóstico.

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AUTODIAGNÓSTICO


Diez de marzo y sigo sin comprender mi vida...ni que enseñanzas  ha habido en tantas lecciones ...


Lecciones muy difíciles de superar y sin resultado aún ,dime Dios que es lo que quieres de mí ...


Me pones en la puerta y luego me la cierras,¿por qué?


¿Por qué?Me dices que soy digna de ti y todo lo bueno pero no me acompañas hasta el final y me vuelves a dejar caer ...


Señor, estoy cansada de sobrevivir a duras penas y leer en los corazones, mientras mi corazón se sigue rompiendo.



Si realmente eres mi padre, como dices, no me abandones, yo no lo haría...


Pilar


MICRORRELATOS, POEMAS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.

*

¿Por qué se contagia la risa?

*

Ser padres es un esfuerzo enorme para cosechar un fruto incierto pero enseña lecciones sobre la naturaleza del amor que no se pueden aprender de otro modo.

*

Es muy humano que la libertad, la mayor fantasía, sea también su mayor ilusión.

    *

    Nos han educado, y nos siguen educando, para que nos sintamos cómodos en el colchón de la pleitesía y huyamos de la responsabilidad de la libertad, ese espinoso colchón de seda.

     Nekovidal - nekovidal@gmail.com 

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Los rayos del Sol.

El sol es muy madrugador, todos los días, cuando se levanta, después de dejar a su amiguita la Luna durmiendo...


Cuenta uno por unos sus rayos, para saber los que tiene y así regalar a los niños del mundo.


Son muchos sus rayos llenos de amor y luz ... para dar calor .

Uno lo mandó para África, otro para China, otro para Colombia y así hasta que ya solo le quedaba uno y pensó: esta mañana me siento especial y quiero mandar el rayo que me queda a una niña que también sea especial.


Pero pensó: ¿dónde puedo encontrar a esa niña? y pensó y pensó: Ah, ya sé, me da en la nariz que por España, en un lugar llamado Madrid, hay una niña a la que ayer oí tocar una guitarra...


Se puso a buscar hasta que la encontró: sí, ya la veo ahí estyá, es María. Hola niña bonita de ojos marrones, te quiero regalar un rayo para que dé luz y amor a tu camino...y no olvides que eres una niña, que en tu corazón hay algo muy especial...


Pilar