domingo, 25 de junio de 2023

 

VOCES entre VOCES

http://artes-libres.blogspot.com.es/

PARA ENVIAR TEXTOS O PROPONER TEMAS: nekovidal@gmail.com



LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD


 "Autorretrato disfrazado de prostituta sagrada", de Mutsuo Takahashi (Japón, 1937)


Pasado el mediodía, sobre el rostro dibujado en el espejo en mi mano izquierda,

depilé con cuidado las patillas una a una.

Afeité las cejas, las delineé, moví la boca y coloreé los labios.

Cogí una peluca salpicada de polvo azul y me la puse, y una cinta dorada en mi frente.

Para esconder mi laringe, otra cinta parecida pero más ancha.

Me puse brazaletes, tobilleras, sandalias de piel de cordero.

Sobre mi cabeza, una túnica amarillenta por el uso, apestando a sudor.

Me limpié los dientes, escupí, mastiqué una hierba fragante.

Froté con un dudoso aceite perfumado las axilas y el ombligo

y salí del espejo, hacia una galería del colapsado cementerio.

Sólo dioses jóvenes y viajeros pasaban.

Un pájaro esmeralda y parlante se posó en un árbol esmeralda y cantó:

«Eres un hombre. Eres un hombre. Y además, estás viejo».

«En el camino desolado donde los sagrados dioses y viajeros van y vienen,

¿no son todos los seres míseras prostitutas?»

A voz en cuello gemí en la tarde esmeralda.


Mutsuo Takahashi en A Bunch of Keys (1984), incluido en Amores iguales. Antología de la poesía gay y lésbica. Panorama general (La Esfera de los libros, Madrid, 2002, selec. de Luis Antonio de Villena, trad. del inglés de Martín Rodríguez-Gaona).

FUENTE: https://franciscocenamor.blogspot.com/



TEMAS TERTULIA 30-6-2023

GATOS

CHOCOLATE

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.



TEXTOS TERTULIA 23-6-2023

SI AHORA...

CARNAVAL

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.



SI AHORA...

LLAMADAS INTEMPESTIVAS

El próximo día 29 por fin se acabarán esas llamadas de los teleoperadores de lo que sea. ¡Qué ganitas! Y es que son increíbles, llaman a cualquier hora, a veces al móvil, a veces al fijo, a éste incluso con más frecuencia porque saben que no tiene la opción de identificarlos como «posible spam».


Me ponen nerviosísima. El fijo prácticamente lo tengo de adorno; me lo traje de Madrid porque había comprado un aparato de esos de capricho, pero ahora su uso se limita a las llamadas que me hago a mí misma cuando no sé dónde he dejado el móvil, en el que por supuesto tengo grabado el número de casa como «yo misma», y a atender esas llamadas tan impertinentes que se acabarán en breve.


Y es que son molestas hasta la saciedad. Hace pocos días extravié el móvil y cuando estaba marcándome a mí misma desde el fijo, oí una llamada y pensé: «ya están estos de las malditas ofertas»; colgué cabreada dispuesta a coger el terminal -que ya había localizado como consecuencia de esa llamada fastidiosa- y contestarles con cajas destempladas.


Lo más embarazoso de todo fue que cuando conseguí alcanzar el aparato ya habían colgado y sólo encontré un aviso de llamada perdida que decía: «yo misma».


21/junio/2023 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»

SI AHORA….

Si ahora soñamos con vivir en el campo o en un pequeño pueblo rodeados de animales, de naturaleza y nos damos cuenta de lo importante que es tener tiempo, fantaseamos con vivir despacio, disfrutando de las pequeñas cosas, pasando tiempo con las personas que queremos, ¿será que nos hemos dado cuenta de lo que es y no es importante?

Podemos ser conscientes de ello pero estamos imbuidos en otro tipo de vida que nos obliga a correr todo el día, todo es inmediato, todo es para ayer, trabajamos rápido, comemos rápido, dormimos poco, vivimos estresados para llegar a fin de mes y darnos cuenta de que la nómina nos alcanza escasamente para cubrir los gastos de esa vida precipitada y que durante ese mes hemos perdido algo de salud física y mental. Somos conscientes de ello pero seguimos subidos a ese tren de alta velocidad que tiene pocas paradas y si no estás atento se te pasan y vuelves a correr a trescientos por hora para llegar, probablemente, a ninguna parte, a cuánta gente se le habrán pasado por la cabeza estas mismas ideas que no por ciertas nos parecen imposibles de llevar a cabo.

Todo cambio supone un esfuerzo, vencer una resistencia, sabemos que tenemos que hacerlo pero cuán difícil es cambiar, nos obliga a ser valientes, a romper nuestra rutina, a salir de nuestra zona de confort y no todos seremos capaces de hacerlo, quizás no haya que irse a vivir al campo a criar gallinas y dormir bajo las estrellas, quizás podamos seguir viviendo subidos a ese tren de alta velocidad pero estando más atentos a las paradas para que no se nos pase ninguna, a saber que el viaje dura el tiempo que dura y mientras no llegamos a otra estación seamos conscientes de que el tiempo que vivimos a esa velocidad, sólo es eso, tiempo que es necesario para poder disfrutar las paradas y que disfrutemos del viaje sin el estrés de estar perdiéndonos las cosas importantes.

Siempre hay un camino intermedio entre dos extremos y todo camino empieza por un pequeño paso, “caminante no hay camino se hace camino al andar”, decía Machado, saber que somos libres de escoger cómo vamos a hacer el viaje nos libera de su tiranía, podemos elegir cómo nos afecta en cada momento y ésa es nuestra mayor libertad.

Ser libre de escoger cómo nos afectan las cosas es algo que se aprende con el tiempo, y cuando aprendes a hacerlo eres un poco más sabio, más libre, quizás no puedas permitirte dormir bajo las estrellas pero aprendes a disfrutar su vista desde cualquier lugar.

Eva Camba Paz


SI AHORA….

Si yo no soy para mi, ¿quién será para mi?

Si yo soy para mi, ¿quién soy yo?

Y si no ahora, ¿cuándo?”

(Talmud)


Si ahora sigo repasando sin límite ni pausa sobre el pasado, ¿cuándo seguiré viviendo?

Si ahora centro todas mis energías en un futuro incierto, sólo probable, ¿cuándo seguiré viviendo?

Si ahora lucho incansable intentando cambiar cuanto creo errado e injusto sin comprender que soy tan sólo una mota de polvo en el viento, una mera neurona de una mente infinita, ¿cuándo seguiré viviendo?

Si ahora renuncio a cambiar cuanto está en mi mano, cuanto sí puedo transformar y mejorar con mi esfuerzo, ¿cuándo seguiré viviendo?

Si creo que mi verdad es la única posible y certera, ¿cómo reconoceré la realidad de tantas infinitas verdades igual de válidas para quienes así las sienten?

Si la certeza paraliza el pensamiento y lo arrastra al fanatismo y la duda abona la angustia existencial, ¿qué actitud tomar ante la incertidumbre que conlleva todo conocimiento?

Si todo puede ser verdad o mentira, real o irreal, ¿qué es la existencia?

¿Existe realmente el conocimiento más allá de la ilusión y la fantasía?

Si ahora creo ser y saber, ¿realmente soy y sé o sólo lo creo?


Nekovidal nekovidal@gmail.com 

ARTESLIBRES www.arteslibres.net


SI AHORA….

He varado la barca en el pasado

He echado el ancla en el futuro

Si ahora no vivo

¿Cuándo viviré?


El único momento que existe es el Ahora. En este Ahora, que los místicos llaman el Eterno Presente, es cuando tenemos la oportunidad de conectarnos con lo Divino. El pasado y el futuro son tiempos inexistentes.

Alexandra Di Estefano Pironti. 

Un salto al infinito” Ediciones Carena.



CARNAVAL

Laura y Carlos son ese tipo de parejas postmodernas que creen haber descubierto en cierto hedonismo simplón un camino vital interesante. Lo suficientemente obsesionados con el poder económico, pero sin la capacidad suficiente para no convertirse en sus esclavos, creen disfrutar de lo mejor que puede darles la vida, lo cual es cierto, porque no pueden imaginar una vida mejor. Desde hace años buscan nuevas experiencias en viajes, aventuras de riesgo y riesgos que ellos sienten con sabor de aventura. Su ilusión este año son los carnavales de Río de Janeiro donde, habían oído, todo es posible.

Conocieron a Paulo y Daniela al tercer día de llegar, como si O Corcovado hubiera decidido resucitar reincidentemente al tercer día a fin de dar nuevo aliento a las marchitas ilusiones de la pareja.

Esa misma noche ya se sentían amigos y hasta íntimos de toda la vida, una cena apropiada y la tan oportuna cachaza harían el resto.

Las dos parejas habían practicado antes el intercambio, la pareja brasileña porque Brasil es y vive así, la española porque ya no sabían como quitarse de encima una rancia represión sexual heredada del nacionalcatolicismo de la que ni se sospechaban prisioneros.

La noche fue, simplemente, una locura.

A la mañana siguiente Laura y Carlos, pensativos, despejaban la resaca compartiendo el hidromasaje.

Son maravillosos", dijo ella de repente, "y él estaba depilado como un niño, me asusté un poco cuando me ató, pero luego fue increíble . . . “

De ella, contestó Carlos, lo que más me llamó la atención fue precisamente lo contrario, que estaba sin depilar, parecía una osita, y sólo quería hacerlo de espaldas, pero estuvo muy bien. “

Mientras, paseando por Ipanema, Paulo y Daniela hacían apuestas sobre si la pareja española habría comprendido el juego o no, y pensaban en lo divertido que era dejar de ser, durante una semana al año, Paulina y Daniel.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

ARTESLIBRES www.arteslibres.net



MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

La palabra mágica’: recuperar el relato y la palabra como espacios de convivencia

2 de marzo 2023    /   IDEAS     por Mariángeles García          

Nos enseñan a leer y a escribir en el colegio, pero no nos enseñan a hablar en público. La oratoria, esa disciplina con timbre rimbombante y cierto aroma a rancio, dejó de incluirse en los currículos escolares hace muchos años. ¿Para qué?, pensarían quienes tomaron la decisión, si lo de dar discursos o declamar es cosa de políticos y de actores.

Y no, todos necesitamos hablar en público y, de hecho, lo hacemos. A todas horas: para hablar con nuestro médico, con la tutora de los niños, con el funcionario de Hacienda… De cómo transmitamos el mensaje dependerá la credibilidad que el interlocutor le dé, por no hablar de lo mucho que dice de nosotros cómo nos expresamos.



La periodista y filóloga Ana Martín-Coello y el actor Pedro Mari Sánchez llevan años detectando estas carencias en las comunicaciones de muchos profesionales. Desde su empresa Excelencia de la palabra orientan y enseñan a quien lo necesite a crear su propio discurso, a habitar las palabras que pronuncian y escriben en sus comunicados. A sonar naturales, en pocas palabras, y a ser, por tanto, más auténticos.

la palabra mágica

Lo que proponen ahora es reivindicar y reapropiarse de una de las palabras más denostadas de los últimos años: el relato. Porque sin él no podemos entendernos ni hacernos entender. Y para apoyar su argumentario, publicaron una guía titulada La palabra mágica (LGE Libros, 2022), cuyo objetivo es, según explica Martín-Coello, que «sirva para que la gente se introduzca en esto que parece tan complicado —y que lo es— de hablar en público con naturalidad y con verdad, y que, al mismo tiempo, le dé el valor que tiene la palabra hablada, y el saber contar y el saber contarse».

«El empobrecimiento de la oralidad, de la forma en que verbalizamos el mundo, lleva emparejado el empobrecimiento del mundo mismo; lleva a la propagación de un modelo de comportamiento reduccionista, que es consecuencia de la incapacidad de apreciar y distinguir los infinitos aspectos de lo que llamamos realidad», afirma Pedro Mari Sánchez en el primer capítulo del libro.

Para él, el problema surgió con la gran revolución tecnológica. En su opinión, hemos creído erróneamente que las plataformas digitales y la información que se transmite a través de ellas, basada en gran parte en imágenes, sustituye a la palabra hablada. «Y no la sustituye, porque nuestro comportamiento, como seres vivos, tiene una serie de factores, de elementos, que son consustanciales a nuestra propia naturaleza y sin los cuales dejamos de ser quienes somos, en gran parte». Esa idea que el actor cree equivocada nos aleja de nuestra propia percepción física del mundo.

«Y físico es el sonido, tiene peso, mueve el aire. Y realmente no tiene sustitución, no tiene ningún tipo de sustitución, porque lo que transmitimos cuando hablamos, aunque sea a través de un medio virtual, se acerca, al menos, a lo que sería físicamente estar uno frente a otro. Y transmitimos cosas que las palabras escritas no cuentan: no cuentan una intención, algo que se percibe en la mirada de la otra persona, en la energía con la que lo dice…», profundiza en su explicación. «Si perdemos eso, nos vamos aislando».

Es como si la interacción diera miedo. Por eso preferimos enviar mensajes de audio a través de WhatsApp, por ejemplo, en lugar de coger el teléfono y llamar. En el fondo, estamos creando un mundo lleno de soledad, a pesar de los grandes avances en comunicación.

«Yo creo que la era de la comunicación es la era del mayor aislamiento. La gente solo hace aquello que los algoritmos le van poniendo ahí, y vamos como corderitos, sin darnos cuenta de lo que estamos haciendo, pero estamos cada vez más solos», opina el actor. «Nos atrevemos muy poco a hablar, a mostrarnos realmente como somos. Nos dan las plataformas oportunidades de crearnos realidades falsas y es maravilloso para la gente que se esconde, pero es una trampa terrible».

Ana Martín-Coello, por su parte, habla de la importancia del relato. Para la periodista y filóloga, basta escuchar algunos programas de televisión para comprobar el abuso de frases huecas y completamente trilladas. Esos vacíos «poner en valor» o «situar a las personas en el centro» que no dicen absolutamente nada. «Todo el mundo tiene un discurso estandarizado; los políticos por supuesto, pero los empresarios también». Para ella, es un lenguaje completamente alejado de la realidad.

De ahí la necesidad, comenta, de reivindicar el relato, algo que la política se ha apropiado para mal, y descartar definitivamente la palabra storytelling.  «¿Por qué estamos hablando de storytelling cuando tenemos la palabra relatar en español, que es una palabra preciosa que significa volver a traer, o sea, enriquecer lo que tú tienes y darlo, y volverlo a traer enriquecido…?», se lamenta la periodista.

«Es maravilloso relatar. Además, storytelling se aplica más al marketing. Suena lejano porque suena a “te voy a vender algo y te voy a contar un rollo”. Y no se trata de eso, es mucho más profundo el relato. La historia del mundo es relato, el dinero es relato, las banderas son relato, el sistema jurídico, los sistemas políticos, los países… Y la convivencia de la sociedad se sustenta en relatos que todos damos por buenos».

la palabra mágica

El relato, explica, es lo que nos permite saber quiénes somos, qué nos diferencia de los demás para no sonar a más de lo mismo, a lo recorrido mil veces. Dominarlo nos sitúa en un espacio de poder que nos cambia, nos transforma. «Tú ya sabes que tienes una herramienta que es tuya, que es única, que no la tiene nadie más. Y te da un valor brutal, y cambia mucho la manera de presentarte ante los demás». Aquel que maneja el relato tiene el poder, afirma con rotundidad.

«Hablar bien es hablar habitando las palabras», afirma Pedro Mari Sánchez. El hacerlo desde fuera, el no habitarlas, es lo que hace que sonemos impostados, raros. «Y esa es la gran diferencia de lo que hacemos nosotros. Primero ofrecemos la conciencia de que existe un relato, y de que ese relato ha de ser coherente, tiene que estar conectado con nosotros, tiene que ser verdadero… Pero luego hay que habitar las palabras que se dicen, porque eso es lo que hace o no creíble al interlocutor y marca la diferencia». En el fondo, concluye, todo se basa en aprender a escuchar.

Y aquí es donde entra en juego la diferenciación que Sánchez hace de la palabra propia y la palabra aprendida. «Todos hablamos según nuestras referencias culturales, nuestro entorno social, etc., pero hablamos con una determinada coherencia sonora. Es decir, nos hacemos entender acorde a cómo somos en nuestra vida normal. Esto es lo que yo llamo la palabra propia», aclara.

«Esa lógica que todos tenemos desaparece cuando hablamos en nombre o representación de alguien, incluso en nombre o representación de nosotros mismos. Somos conscientes de que somos observados, analizados. Automáticamente nos situamos en un lugar crítico, vergonzoso, miedoso, y empezamos a hablar mal», continúa su reflexión el actor. «¿Y qué es hablar mal? Hablar con incoherencia sonora. La lógica sonora para que cuando decimos una frase puedan seguirnos desaparece. Se empiezan a acentuar mal las palabras, se empiezan a relacionar mal tonalmente unas con otras. Esa palabra aprendida, esa cosa artificial existe, se implanta»

Lo que enseña Pedro Mari Sánchez es hacernos ver, entender y distinguir las múltiples variaciones sonoras que tiene el lenguaje oral. Entender, primero, y aprender, por tanto, a interpretar esa estructura musical que podría funcionar como una partitura. Son esos cambios de ritmo y de tonalidad los que consiguen que el interlocutor comprenda lo que decimos. «Cuando eso se empieza a colocar, vuelve a aparecer la naturalidad al hablar», concluye Pedro Mari Sánchez.

Se trataría, pues, no de impostar la manera de hablar, algo que quizá alguna persona pudiera pensar al hablar de técnicas para hablar en público, sino de conseguir transmitir el mensaje con naturalidad. «Hay un falseamiento de esa tonalidad cuando hablas en público: porque te sientes observado, por timidez, por presión…», corrobora Ana Martín-Coello. «Y de lo que se trata es de volver a tu coherencia sonora, a tu lógica sonora y a tu manera de hablar natural. De lo que se trata es de que yo, en público, no hable con mucha diferencia de como estamos hablando nosotros aquí».

la palabra mágica

«Realmente, lo que yo le quito a la gente es lo artificial. Quitarles la defensa, la timidez, que es algo que tenemos en el comportamiento tipo de España: miedo al ridículo absoluto», afirma Sánchez.

Así pues, urge recuperar el relato y la forma de verbalizarlo. «La palabra juega un papel fundamental. Nosotros hablamos de recuperar la palabra como nueva metáfora de convivencia, porque la palabra se hizo para convivir», afirma Martín-Coello. «En lo de dejarse arrebatar espacios, la palabra tiene mucho que ver».

«Lo que hacemos con este trabajo es aprender y enseñar a conectar a las personas, no a enfrentarlas», comenta, por su parte, Pedro Mari Sánchez. «Es decir, la vida existe por un principio y un concepto de colaboración, no de competencia». «El problema de exacerbar las diferencias entre esa planicie y de acabar con los matices es que en el matiz es en lo único donde nos podemos encontrar», concluye Ana Martín-Coello.

FUENTE: https://www.yorokobu.es/la-palabra-magica/

No hay comentarios:

Publicar un comentario