domingo, 26 de noviembre de 2023

 VOCES entre VOCES

http://artes-libres.blogspot.com.es/

PARA ENVIAR TEXTOS O PROPONER TEMAS: nekovidal@gmail.com



LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.



5 poemas de Con los ojos bien cerrados, de Mónica Gabriel y Galán

18 Nov 2023

LAURA DI VERSO



5 poemas de Con los ojos bien cerrados, de Mónica Gabriel y Galán

A la autora de Con los ojos bien cerrados le gusta decir que es un libro de vida, con certezas y errores, que creció arañando el tiempo, con pasos tercos y por necesidad.

El historiador y escritor Fernando Flores del Manzano lo describió con estas palabras: “Su último libro destila ritmos, arritmias, afonías y silencios fecundos. Sus versos no encuadran en ninguna de las corrientes de la literatura actual y su ironía y humor sutil se deslizan entre rendijas desangeladas. (…) Esa ausencia de filiación escolástica, esa sustancia o materia oscura que late en sus versos le otorgan originalidad”.

Zenda comparte cinco poemas de Con los ojos bien cerrados, de Mónica Gabriel y Galán (Huerga y Fierro).

***

Tic tac

Tan solo dispone usted de doce minutos para abandonar su casa, la casa en la que vive con sus lámparas y radiadores, y llevarse un único objeto que conviva con usted el resto de sus días”. Un susto me desata. Un regimiento de formas se agolpa queriendo pasar lista aunque nada falte y todo sobre en esta fatiga de los materiales. Me pregunto de qué sustancia tendrán que ser los tachones de mi valija, qué milagro es el que cabe en el cuero de mi saco capaz de franquear todas las aduanas. Tendrá que ser, al menos, opaco como la arena, subversivo como un sombrero, sin arrugas como las cucharas, más corto que mi antebrazo y tan necesario como un vaso de vino. Inevitablemente pasan los minutos. Sí, finalmente opto por dejar el reloj sobre la mesa.

***

Amor indestructible

Mi amante llegaba como los gatos nocturnos y yo tenía que pegar mi oreja a la puerta
para oír sus piernas
en alegre tumulto hasta el segundo izquierda.

Subía en globo los martes,
los jueves en un coche de carreras,
y los lunes como si fuera un príncipe o un poeta,
sin ser ni una cosa ni la otra,
borracho de intimidad me susurraba:
“la eternidad es nuestra”,
y él así lo creía, como si fuera el suero de la verdad,
como la corriente cree al río cuando pasa ciega por la arqueta.

***

Cuchillas

Inquietantes son las uñas largas de las otras manos. Atrayentes de mirar como cuchillas, órbitas vacías y disecadas. Las mías, capaces de empujar el agua, se alejan poco a poco de este mundo colmadas de cicatrices y colmillos, quemaduras y hombres, horas, caminos polvorientos y enredaderas de campanillas. Se preguntan cómo friegan, aman, desatascan una tubería, rellenan un pollo las uñas largas. Cómo usan el aguarrás para limpiar pinceles que dibujan la muerte y la vida. Cómo cortan las raíces de un melón o abren la boca a un gato. Cómo escalan, cómo tropiezan y se levantan, cómo mezclan la harina con la carne picada, cómo arrullan a una paloma herida. Cómo restauran los murales antiguos, cómo son capaces de bucear o tocar el violín o hacer el pino puente. De qué manera juegan al baloncesto, de qué manera desenvuelven los vendajes de un niño con piel de mariposa. Qué hacen si se les pincha la cubierta de la bicicleta, qué hacen si se les mete una mota de polvo en un ojo, si tienen que cavar un agujero en la breña.

***

Hace muchos, muchos años

cuando los racimos de la alheña
eran capaces de sombrear los hormigueros,
cuando pasaba las palmas de las manos tamizando su cenit
como hadas perdidas entre gotas de agua nublada,
su perfume se desplegaba
polarizado de luz,
cuando aún era verde como una muralla
y ni el viento ni la traición podían con ella…

***

La recomendación de un experto:

Navegad interminablemente en alta mar aquellos cuyo color favorito sea el azul.
El resto, abstenerse. Debido a la perversión del azul veríais la vida de color rosa.

—————————————

Autora: Mónica Gabriel y Galán. Título: Con los ojos bien cerradosEditorial: Huerga y Fierro. VentaTodostuslibrosAmazon, y Casa del Libro.

BIO

Mónica Gabriel y Galán es una poeta madrileña por cuyas venas corre sangre de Extremadura.

Nació y se crio entre pianos y poesías y estudió música en el Real Conservatorio de Madrid.

Entre sus publicaciones literarias se encuentra la plaquette Vayamos por partes (2010); los poemarios 30 poemas de amor sin una canción desesperada, (Tócala Sam, 2014); Malditas flechas amarillas, (Tócala Sam, 2018) y Con los ojos bien cerrados, (Huerga y Fierro, 2020). Su obra poética se recoge además en prensa especializada o antologías nacionales e internacionales con traducciones al inglés y francés y ha sido premiada en diversos certámenes. Lugares como La Universidad de Carolina del Norte en Greensboro, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid o la ciudad de Sète en Francia, han sido testigos de sus acciones poéticas.

Ha vivido en distintas ciudades, dentro y fuera de España, y es cofundadora de la agencia de comunicación Entrecomillas.

https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-con-los-ojos-bien-cerrados-de-monica-gabriel-y-galan/



TEMAS TERTULIA 1-12-2023

ACCIÓN VS REACCIÓN

ENEMIGOS INVISIBLES

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

TEXTOS TERTULIA 24-11-2023

LIBERTAD

CÁRCELES

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

LIBERTAD


«Uno se siente libre en las relaciones de amor y amistad. No es la ausencia, sino los vínculos mismos los que nos liberan. Libertad es una palabra que pertenece a las relaciones por excelencia. Sin agarre no hay libertad», dice Byung-Chul Han


Se oye decir con frecuencia que la libertad de uno acaba donde empieza la del otro, como si las libertades mutuas no pudieran hacerse amigas, solaparse, acomodarse, jugar entre ellas e, incluso, amancebarse; vamos por la vida con un raquítico concepto de libertad, pensando que en cualquier momento la propia puede ser limitada por la de otro… y viceversa, que diría Benedetti.


Con esta idea tan pueril no me extraña que temblemos de miedo cuando aparece alguien diferente, alguien que se sale de la norma, por si viene a robarnos el detrito de libertad que llevamos en el bolsillo derecho de la chaqueta de los domingos. Claro que existe una libertad física que nos puede ser arrebatada, bien como castigo o por un acto perverso, pero también existe la libertad interior, esa que podemos ejercitar y salvar de las manos de los depredadores y otros animales; esa libertad no pisa la ajena, por el contrario, crece al contactar con otras libertades.


La libertad interior está contenida en el tiempo de reacción, esos minutos en los que somos capaces de templar nuestra ira y decidir no vomitarla sobre otro; y también está contenida en el silencio voluntario que, en beneficio propio y de aquellos a los que queremos, mantenemos ante provocaciones irracionales; y en el regalo feo que resolvemos no comprar; y en el respeto que nos tenemos cuando ponemos límites; y en la delicadeza que usamos para tocar las almas.


Se esconde también en los pasos que damos hacia donde queremos ir, en el perdón que otorgamos a quienes fuimos en otro tiempo, y que hoy nos gustaría no haber sido, y en la puerta que cerramos al dolor inútil. Pero para sentir todo esto nos sobra la soledad, ya que sólo podemos ser libres, como dice Han, a través de las relaciones de amor y amistad.


Sería saludable hacer de la existencia un ejercicio de liberación y no ceder espacio al miedo, el miedo pesa demasiado para ser soportado por las alas de la libertad.


25/noviembre/2023 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»

LIBERTAD

Envenenados

con la mentira de las medias verdades..

Tu boca calla la verdad

que mis tripas sienten.

Pepín Espinosa

LIBERTAD

¿Libertad ?

Cada uno de los actos de cada uno de nuestros semejantes que han tenido algún tipo de contacto con nosotros desde nuestro nacimiento van moldeando la personalidad genéticamente recibida, que tampoco ha sido elegida por nosotros. Sabemos, además, y ha sido demostrado por varios estudios neurocientíficos, que antes de tomar una decisión cosncientemente ésta ya ha sido tomada por otras zonas cerebrales supuestamente menos evolucionadas pero más antiguas, lo que llamamos cerebro reptiliano, el experimento de los 600 milisegundos es uno de los varios que demuestran esta inquietante realidad.

A pesar de ello, nos negamos a creer que somos tan consecuencia como causa, que apenas conocemos y comprendemos qué es esto que llamamos realidad y que la libertad, en un sentido estricto, no es más que una bella palabra.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

ARTESLIBRES www.arteslibres.net

CÁRCELES

Hasta el S. XVI no aparece en Occidente la idea de cárcel, de prisión, de privación de libertad como mecanismo represivo y de castigo. Hasta entonces las actitudes consideradas delictivas se castigaban con tormentos físicos de diferente índole que podían llegar hasta la horca o la temida hoguera en el supuesto de delitos, reales o imaginarios, religiosos.

En general, se considera el paso de una forma de castigo a otra como síntoma de avance social, pero hoy en día, y especialmente a la vista del rotundo fracaso de la cárcel como mecanismo de reinserción social, tal vez debamos reconsiderar su validez.

Otra fórmula la constituyó la deportación a un territorio lejano pero en el cual gozaba el recluso de una cierta libertad. Mediante este método, como es sabido, se pobló parte de las colonias de Norteamérica Australia con europeos procedentes de las Islas Británicas.

Es muy propio del pensamiento occidental trasladarse pendularmente de un extremo a otro, desechando las soluciones intermedias, que en no pocas ocasiones se presentan como las más pragmáticamente viables.

Si se trata de castigar ejemplarmente por el delito o error cometido, la cárcel cumple sin duda este objetivo, introduciendo al reo en un círculo vicioso del que en no pocas ocasiones no llega a salir en el resto de su vida.

Si nos planteamos como objetivo, por el contrario, que el delincuente se reinserte en la sociedad, al cabo de un periodo que se supone de reflexión, la privación de libertad se ha de descartar inmediatamente.

La alternativa sería un término medio: que se cedan los medios necesarios para la supervivencia y una vida digna en un ambiente lo menos agresivo posible. Las islas presentarían la posibilidad de que una persona gozara de libertad, pero sin invadir el espacio común que el resto de la sociedad tiene derecho, sin duda, a no desear compartir con esa persona si su delito es algo tan grave como quitar una vida humana.

Proveer de alimento y todas las comodidades materiales de una forma gratuita nos llevaría a la paradoja de que, en determinadas circunstancias, pudiera ser deseable vivir en estos centros o comunidades de reinserción, lo cual se podría solucionar cediendo los medios, como herramientas y materiales, debiendo los reclusos sostener la comunidad mediante su trabajo. Se trata de erradicar el ambiente de constante amenaza y agresión que reina en los presidios, agudizado por la limitación del espacio vital.

Es cuanto menos un grotesco acto de hippocresía que la sociedad dicte leyes que afirman que no se debe asesinar y luego se asesine como castigo, una extraña contradicción. A lo que sí tiene derecho cualquier sociedad humana, sin duda, es a la expulsión de su seno de quien no ha respetado lo más sagrado: la vida misma. Es aquí donde cabría aplicar la condena de exclusión vitalicia, una isla de asesinos no sería un lugar deseable para pasar el resto de la vida, un método disuasorio que sería sin duda más eficiente que cualquiera de los actuales.

Cabe preguntarse a quien perjudicaría tal solución alternativa.

La existencia del delincuente mueve todo un enorme engranaje burocrático mantenido con el erario público, justifica la existencia de grupos policiales con mayores e incontrolados poderes cuanto mayor es la inseguridad ciudadana, y concede un poder enorme al Estado por el simple método de mezclar lo imprescindible con lo indeseable : la Policía es utilizada para detener al violador o al asesino, lo necesario, pero también puede detener al disidente político o disolver a golpes una manifestación de los mismos ciudadanos que pagan sus salarios y los de los políticos que han dado la orden. En ocasiones, es saludable cuestionarnos si cuanto tenemos por lógico por cotidiano lo es realmente.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

ARTESLIBRES www.arteslibres.net

CÁRCELES

TU IMAGINACIÓN CREADORA

Tu imaginación me da la forma.

Tu emoción me pone el fondo.

Soy una creación Tuya

aunque, a veces, lo dudo

y me creo mis logros.

Capaz de decir ´yo soy, yo hice, yo dije´,

Tengo el yo metido entre ceja y ceja.

¡Arráncamelo!


El Ego nos hace pensar que hacemos todo por nosotros mismos y que somos un producto nuestro. Sin embargo, no hay nada que nos pertenezca, ni siquiera nosotros mismos.

Alexandra Di Estefano Pironti. 

Un salto al infinito” Ediciones Carena.


MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

NIETZSCHE CREÍA QUE ERA MEJOR BUSCAR LA VERDAD QUE ENCONTRARLA

En primera instancia esta pregunta parece fácil de responder, pues la motivación de buscar la verdad sería lógicamente encontrarla; una vez conocida, habría satisfacción, inclusive paz y entendimiento. Sin embargo, ciertos filósofos han argumentado que buscar siempre la verdad, sin detenerse en un punto fijo y calcificado, es en donde yace el auténtico estado del filósofo.

La tradición occidental tiene en Sócrates algo así como su patriarca. Sócrates dijo que él sólo sabía que no sabía nada y por ello el oráculo lo designó el más sabio de los hombres. En una primera instancia esto sugeriría una actitud de búsqueda perenne, de no hallazgo. Sin embargo, en la complejidad de los diálogos platónicos, emerge también la figura del Sócrates que por momentos parece defender la noción de que la verdad es el bien supremo y que el filósofo debe obtener ciertos conocimientos para liberarse del mundo de las apariencias y alcanzar el plano de las ideas.

Nietzsche, por su parte, formula una lectura -ciertamente debatible- de Sócrates como el filósofo que sostiene que el mundo es inteligible y que es el deber del hombre penetrar sus misterios para alcanzar verdades racionales; de esta manera se crea el modelo para la ciencia. Es Sócrates, para Nietzsche, el filósofo apolíneo, científico y mesurado, el cual rompe con el instinto dionisíaco, es decir, con la posesión, lo trágico y la poesía como medios de conocimiento.

Para Nietzsche el modo estético del artista es superior al modo dialéctico del filósofo. "Cuando sea que la verdad es descubierta, el artista siempre se aferrará arrobado a aquello que aún sigue cubierto, incluso después de dicho descubrimiento", dice Nietzsche en El nacimiento de la tragedia. Nietzsche piensa en Lessing, quien escribió:

Si Dios hubiera encerrado toda la verdad en su mano derecha y en su mano izquierda hubiera dejado la búsqueda única e incesante por la verdad, aunque con la aclaración de que siempre estaré en el extravío, y él me dijera —Elige—, yo humildemente asiría su mano izquierda y diría —Padre, dame [esto]. La verdad pura es después de todo exclusividad tuya.

Lessing sostiene que lo que hace digno al hombre no es la posesión sino la búsqueda, pues la verdad absoluta sólo es terreno de la divinidad. Nietzsche lo llama "el más honesto de los teóricos". Tempranamente tenemos aquí un indicio de lo que será esencial en la filosofía de Nietzsche: su rechazo de lo teorético, de la metafísica especulativa, y la primacía de la voluntad y el cuerpo.

Para concluir podemos decir que la idea de Nietzsche es ciertamente atractiva, especialmente para una modernidad nietzscheana que, ya sea por la misma influencia del filósofo o por su propio desarrollo, tiende a creer que la verdad es siempre relativa (lo cual es también una postura metafísica) y como tal, lo más que puede hacer el ser humano para tener una vida significativa es autocrearse como una obra de arte. Sin embargo, no deja de ser un tanto romántica —y quizá nihilista, aunque esto se entiende a la luz de su obra posterior—, porque sirve sobre todo como una motivación para no conformarse con las verdades convencionales. Si es que existe la verdad, y ésta no es algo que uno decide por sí mismo, entonces encontrarla significaría una transformación del individuo o, mejor dicho, una unidad con la realidad, un encuentro de lo que es y por lo tanto, como han defendido numerosas tradiciones, un estado de paz, entendimiento y libertad. Por poner un ejemplo, ¿no sería mejor salir de la cueva de la que siempre se estará tratando de escapar, aunque este tratar de escapar sea también una experiencia enriquecedora? Especialmente cuando el que sale de la cueva, según el mito platónico, tiene la capacidad de regresar y ayudar a los demás. Por ello, tal conocimiento de la verdad no es el fin de la existencia, sino el comienzo de la existencia real.


https://pijamasurf.com/2019/08/que_es_mejor_encontrar_la_verdad_o_seguir_buscandola/

domingo, 19 de noviembre de 2023

 VOCES entre VOCES

http://artes-libres.blogspot.com.es/

PARA ENVIAR TEXTOS O PROPONER TEMAS: nekovidal@gmail.com



LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.



EXPOSICIÓN   EL ARTE DE VIVIR


Generalmente consideramos el arte como la cualidad especial de algunas personas de expresar mediante la pintura,  la música,  la literatura o cualquier otro medio algo que conmueve o emociona a la mayoría de sus semejantes. 

No solemos considerar, sin embargo,  que  amar, escuchar, ayudar o, simplemente vivir aprendiendo a dejar vivir, sea un arte.

Pero sin duda lo es.

 Quien ha vivido sembrando a su alrededor más diálogo, respeto y cariño que discordia, conflictos o indiferencia ha actuado a lo largo de su existencia, como un auténtico artista. Es más, esa expresión del arte, la que nos hace transformar lo que las circunstancias y la vida nos han brindado en bienestar, no sólo para nosotros, sino también para quienes nos han tocado como compañeros de viaje en el segmento de tiempo que constituye nuestra vida es, sin la menor duda, la máxima expresión artística posible, porque nadie puede imaginar siquiera que repercusión tendrá en la infinitud del tiempo cada una de las acciones positivas, generosas y constructivas que van jalonado nuestra existencia.


A menudo, como sucede con cualquier expresión considerada oficialmente artística, una acción no es comprendida y su efecto en quien la siente es extraño o confuso, otras veces son de una belleza luminosa, como cuando alguien salva una vida poniendo en peligro la propia.

Tal vez ese panadero, ese albañil, ese bombero, esa ama de casa o usted mismo,  cualquiera que en algún momento ha ayudado a un vecino o un desconocido sin esperar nada a cambio, nunca verá sus obras expuestas en un museo, pero esas obras, esos granos de arena, son imprescindibles, aunque no seamos a menudo conscientes de ello, para la continuidad, el bienestar y la misma  supervivencia de la humanidad. 


Esta exposición es un modesto homenaje a todos ellos, a esos artistas tan desconocidos como imprescindibles, a quienes han sabido transformar, a menudo anónimamente, sus vidas en un verdadero arte, el arte de vivir.


"El soldado muerto", de Sophia de Mello Breyner Andresen (Portugal, 1919-2004)


Los infinitos cielos clavan los ojos

en su rostro absoluto y ciego

Y la brisa besa ahora su boca

Que nunca más nadie ha de besar.


Tiene aún dos manos cóncavas

de posesión de impulso de promesa

De sus hombros se desprende una espera

que dividida en la tarde se dispersa.


Y la luz, las horas, las colinas

Son como llanto, en torno a su rostro

Porque él fue jugado y fue perdido

y en el cielo pasan aves repentinas.


Sophia de Mello Breyner Andresen en Mar novo (1958), incluido en Antología breve de la poesía portuguesa del siglo XX (Instituto Politécnico Nacional, México, 1998, selec. y trad. de Mario Morales Castro).


Otros poemas de Sophia de Mello Breyner Andresen
CantoEurídice en Roma

https://franciscocenamor.blogspot.com/


TEMAS TERTULIA 24-11-2023

LIBERTAD

CÁRCELES

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

TEXTOS TERTULIA 17-11-2023

OVEJAS NEGRAS

CREENCIAS

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

OVEJAS NEGRAS

Llegan el peso y el recuerdo de los fracasos
Anunciando porvenires en escala de grises
Hacen gala las fotografías en sepia
De la ternura de sumergirnos en el pasado

Cogidas con pinzas las inquietudes pero
Tan familiares que no sabríamos despedirlas
Cogemos unas tijeras, vano intento
Podrían llenar estadios solo con mirarlas

Transpiramos miedo, dicen sus canes
Vinieron de París a darnos lecciones especiales
Nunca nacerán pollitos de huevos rotos
Guardad frambuesas del campo bajo el colchón

Regordete era el niño de la memoria
Le picaban los ojos al pararse en cada escaparate
Intentaba alinear planetas buscando lo que todos
Mas no le gustaban las luces navideñas rojas

Mirar sin ver no es peor que ver sin mirar
Vamos esculpiendo el tiempo a ratitos
Recorremos la Ruta de la Seda propia cada cual
Inundándonos de tesoros en alta mar

Sara V.T.

https://iderinaweb.wordpress.com

OVEJAS NEGRAS

Paradójicamente, entre las ovejas negras de cada pueblo, sociedad, grupo o familia es donde solemos encontrar menos borregos.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

ARTESLIBRES www.arteslibres.net

OVEJAS NEGRAS


Olvidamos

Vivir

Encerrados

Juntos

Ante

Sueños


Nunca

Encontraremos

Grandeza

Royendo

Ásperas

Sensaciones


Nekovidal nekovidal@gmail.com 

ARTESLIBRES www.arteslibres.net

OVEJAS NEGRAS

Las ovejas negras

cuentan lobos para dormir.

Una historia no deja que los lobos sean buenos.


¿Cómo se baila cuando te cantan las cuarenta. ?


... soy inocente de la muela del juicio ;

para ser justo; alma de cántaro, no te tapes los ojos.


Se acabará el frío, con la justicia

de un descomunal abrazo.

Pepín Espinosa

CREENCIAS


No sé si vosotros hacéis algunas cosas de una manera que nada tiene que ver con una decisión consciente y, sin embargo, siempre la hacéis de esa forma, supongo que sí; por el contrario, también supongo que otras las hacéis en modo rebeldía, esto es, en contra de algo que, aunque ya no ocurra, os quisieron imponer y no aceptabais en su día.


Parece ser que cuesta mucho, si es que se consigue, distinguir las actuaciones inconscientes de las conscientes, pues la plasticidad de nuestro cerebro es tal que si algo se introduce en él cuando en la dependencia física y emocional reside la diferencia entre vivir o morir, de adulto hay que hacer un extenso trabajo de autoconocimiento para llegar, si no a solucionarlo, al menos a entender que no somos tan libres como pensamos.


Me recuerdo con dos amigas en el metro camino del cine comentando sobre el caldo de verduras; en mi casa el caldo no era tal porque se añadía algo de sustancia y no se trituraban las verduras, mientras que otra casa se hacía sin condumio como puré y en la tercera se añadía lechuga. Éramos jóvenes, viscerales y, sobre todo, queríamos llevar razón, de modo que convertimos aquello en un conflicto personal que se vino al cine con nosotras y empañó la pantalla.


Ninguna de las tres sabíamos cocinar bien, tal vez por eso defendíamos a capa y espada lo que consideramos único, exacto e invariable. Hoy que llevo años buceándome y me preparo los platos como más me gustan y, en mi opinión, como mejor me alimentan, no tengo problema en escuchar ideas que quizás pudieran mejorar mis espaguetis con gambones o mi forma de nadar o la manera en la que camino, sin sentirme agredida por ello y sin pensar que se va a tambalear mi mundo por introducir un cambio.


Y es que no creamos nuestras creencias hasta que no somos capaces de diferenciar si realmente las creencias son nuestras o somos nosotros de ellas; si nos pertenecen o les pertenecemos y capitanean nuestra vida convirtiéndonos en entusiastas exaltados a los que sólo conceden el derecho a cantar una dulce canción en el bauprés de nuestro Titanic particular.


Termino este texto haciéndome eco de unas palabras de Jung que me parecen muy apropiadas:
«El fanatismo es una sobrecompensación de la duda».


18/noviembre/2023 - Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»

CREENCIAS

Hace unos cinco siglos, durante la conquista de América por parte de los ejércitos de soldados y misioneros españoles, se produjeron anécdotas realmente interesantes, como suele ocurrir en el encuentro de culturas distantes y de puntos de vista también alejados. Se cuenta que en cierta ocasión un misionero católico reprochaba a un príncipe azteca la brutalidad que impregnaba los actos de su religión, que incluían sacrificios humanos y ritos antropófagos. Hoy sabemos que tal actividad, llamada también canibalismo, se da en culturas deficitarias de proteínas animales, como método para suplir tal carencia, más que como resultado de un supuesto primitivismo o salvajismo de dichas culturas. Tras tal reproche, el misionero pasó a enumerar las grandezas de su religión, a la que tenía, obviamente, por la única verdadera. Al llegar el momento de exponer el significado de la consagración de la hostia y posterior comunión, el noble azteca no pudo reprimir una expresión de asombro:

¿Realmente ese trozo de masa de harina se transforma, mediante el ritual que llamáis consagración, en el cuerpo y la sangre de vuestro dios, o es tan sólo una comparación, algo simbólico ?” “Realmente así ocurre, por la gracia de Nuestro Señor, no es una metáfora” afirmó el misionero. “¿Y decís que mi religión, además de no ser verdadera, es cruel y salvaje porque comemos el corazón de nuestros enemigos, a los que damos muerte, igual que vosotros, mientras que la vuestra es la religión del amor, cuando devoráis a diario a vuestro dios, para expulsar luego sus restos de vuestro cuerpo, mezclados con vuestros excrementos?”

El sacerdote quedó sin respuesta y el príncipe azteca, tras ser debidamente bautizado a la fuerza, fue quemado en una hoguera, a fin de purificar su alma pagana y para mayor gloria de la religión del sacerdote católico, que seguía llamándose a sí mismo misionero del amor y la fraternidad universal.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

ARTESLIBRES www.arteslibres.net


CREENCIAS

LA VIDA: ¿ FICCIÓN O REALIDAD?

Por José Marcelo Ruiz

     A lo largo de nuestra historia los seres humanos hemos procurado dar una explicación al universo y encontrar un sentido a la vida. Para lograrlo, hemos recurrido a nuestra capacidad de crear relatos de ficción y, con un deseo de conformidad,  creérnoslos. Razón por la que caemos, a veces, en la torpeza de no diferenciar la fabula de la realidad. Esta torpeza  ha conducido a un fanatismo de creencias extremas que, ante la duda y la incertidumbre para encontrar la verdad, impuso la fe. Las religiones han considerado siempre que la fe es una virtud cardinal y, por el contrario, a la duda la ven  como uno de los peores pecados posibles. Los sistemas de gobiernos totalitarios, como el fascismo, reaccionaron de forma violenta contra las ideas dudosas; exigiendo una fe absoluta en sus relatos ideológicos. Históricamente, los rituales y los sacrificios de los mártires por la fe o por la patria se han utilizado para reforzar las creencias  en lo religioso, así como en el ideario político. Pero eso no demuestra que por sufrir por la fe en Dios o por la nación, las creencias sean verdades absolutas. Quizás, simplemente, estemos pagando el precio de nuestra credulidad.

     Gracias al surgimiento de la ciencia y de la cultura moderna, la fe comenzó a considerarse cada vez más una esclavitud, mientras que la duda acabó viéndose como una condición previa a la libertad. Cualquier  cosa que limite la libertad humana para sentir, pensar, desear o inventar… nos  restringe para alcanzar el conocimiento de la verdad sobre la vida y el universo en que vivimos. De ahí, que la libertad frente a tales limitaciones sea el ideal supremo. El problema reside en que el fanatismo se nutre de creencias falsas, y esto está tan arraigado en la genética humana que crea identidades culturales y sociales. Identidades sustentadas por intereses económicos.

     Estos argumentos nos invitan a pensar, a preguntarnos sobre el sentido de la vida, a conocernos mejor y plantearnos, de manera filantrópica, acciones globales para mejorar el mundo en que vivimos.  Porque la vida y la muerte no son asuntos de ficción. Así como  el sufrimiento es lo más real que existe, y por lo tanto,  es lo que más nos preocupa.  Por ello, debemos  comprender la vida y la muerte como realidades evidentes; aceptando el sufrimiento con estoicismo. Ese sufrimiento que nos esclaviza y nos hace inventar un relato ficticio: creer en un universo con una esencia eterna, y de cuya eternidad formamos parte. Pero  tal vez la realidad  sea muy distinta, porque en el universo todo cambia y nada es perdurable. Por lo tanto,  podemos optar por vivir  y aceptar nuestra condición humana y el drama que padecemos: el universo no tiene guión. De modo que nos corresponde  a la humanidad escribirlo, y quizás ésta sea, verdaderamente, nuestra vocación y sentido de la vida.                                                                         

José Marcelo Ruiz

Este artículo se ha publicado en NOTICIAS 24 (Comarca de la Axarquía), 17 de noviembre de 2023. Mi agradecimiento personal al director del medio D. Francisco Gálvez por su interés por los temas de cultura, de opinión y pensamiento.

https://josemarcelopoeta.wordpress.com/2023/11/17/la-vida-ficcion-o-realidad/

CREENCIAS

LA SED DE SABER

La sed de saber no se inventa en un día

y tampoco se sacia en mil años.

Me deja ciega y muda para este mundo;

sorda y distante.


El interés por el conocimiento espiritual es algo que, cuando crece en las personas, nubla el interés por otras cosas de la vida.

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

LA RAZÓN HUMANA NO ES TAN PERFECTA COMO CASI SIEMPRE SE LE CONSIDERA Y, POR EL CONTRARIO, POSEE FISURAS ESTRUCTURALES POR LAS QUE SE CUELA EL ERROR, EL EQUÍVOCO, LA FALSEDAD; O QUIZÁ NO SEA ASÍ Y ESTO QUE CONSIDERAMOS DESDEÑABLE SEA SOLO OTRA EXPRESIÓN DE NUESTRO DEFICIENTE PENSAMIENTO.

El razonamiento es quizá el mejor mecanismo para ejemplificar cómo la naturaleza y la cultura se encuentran indisociablemente ligadas, cómo una y otra se nutren entre sí formando una especie de simbiosis en la que una no puede existir sin la otra.

Si bien, por un lado, el pensamiento racional fue uno de los mecanismos decisivos en el proceso de supervivencia, su posterior sofisticación determinó una manera de pensar muy señalada, una forma del raciocinio que es la única que conocemos pero no la única que adivinamos, una paradoja que nos hace imaginar lo que podría ser sin definirlo cabalmente.

Nietzsche, Foucault y otros filósofos  mostraron cómo el pensamiento racional tiene formas muy específicas, que no existe un pensamiento por antonomasia a pesar de que esto lo podamos expresar únicamente desde esta manera de pensar.

Quizá por eso la lista que presentamos a continuación tiene un doble sentido. Por una parte, sí, reunir esos vicios y trampas de la razón que, como dice el título, nos impiden ser totalmente racionales: falacias, prejuicios y tendencias que nos inclinan hacia un “lado oscuro” donde las cosas parecen ciertas y verdaderas pero solo por una sutil deficiencia en la argumentación.

Por otro lado, sin embargo, también quisiéramos recalar en esa carga negativa que por siglos se ha imputado a estas expresiones del pensamiento racional. En La verdad y las formas jurídicas, Foucault emprende una entusiasta defensa de los sofistas, tan despreciados por el pensamiento occidental dominante (el Platónico, siguiendo la argumentación de Nietzsche), y en quienes el francés vio a los depositarios del cariz más auténtico de la razón occidental, aquella que esconde entre su supuesta limpidez lógica rasgos que le son consustanciales como su relación íntima con el poder.

Se trata, en suma, de un ejercicio de autorreflexión sobre la razón humana, nuestra razón, por tanto tiempo tenida en un altar propiciatorio pero que no es, en modo alguno, la única posible ni mucho menos válida.

 

Falacia de confirmación

Aceptémoslo: a muchos nos encanta discutir, pero solo con quienes sabemos que, secreta o abiertamente, están de acuerdo con nosotros. Buscamos a nuestros pares: en capacidad intelectual, en acervo cultural, en posiciones políticas, en credos, y no siempre encontramos agradable salir de esta zona de confort. A este comportamiento psicológico Leon Festinger lo denominó “disonancia cognitiva” y, en términos generales, tiene como consecuencia un reforzamiento de nuestra visión de mundo, la cual se ve poco desafiada.

 

Falacia de grupo

Parecida a la anterior, esta falacia se remite a las épocas tribales de nuestra especie e incluso a características aún más elementales como el efecto de la oxitocina sobre el comportamiento. Este neurotransmisor nos impulsa a apoyar a quienes forman parte de nuestro grupo (nuestra tribu) y, por el contrario, a rechazar a quienes no forman parte de este.

 

Falacia del jugador

Como los jugadores consumados, la repetición de un suceso nos hace creer que detrás de esta existe un sentido, un patrón que predice el suceso siguiente. Lanzamos una moneda en cuatro ocasiones y a partir de los resultados creemos que podemos predecir el resultado de la quinta (contradiciendo el cálculo irrefutable de que las probabilidades siguen siendo 50/50). Se trata también de una práctica mental parecida a la que Poe relata al inicio de La carta robada, en la parte donde habla del niño que siempre ganaba en el juego de “¿Par o impar?”.

 

Racionalización post-compra

Uno autoengaño sumamente contemporáneo: ese en el que nos convencemos, por todas las vías posibles, de que de verdad necesitamos o necesitaremos eventualmente ese artículo costoso y en el fondo totalmente inútil que acabamos de adquirir. Visto más ampliamente, es una manera de sentirnos mejor ante la que sabemos una decisión y se liga con trastornos como el Síndrome de Estocolmo.

 

Probabilidad de negligencia

En este espejismo del pensamiento, nuestro cerebro no nos permite entender que, estadísticamente, es menos probable morir en un accidente automovilístico o en un acto terrorista que, digamos, por caer de las escaleras o por un envenenamiento accidental. La probabilidad de negligencia se refiere, según el psicóloga social Cass Sunstein, al hecho de que exageramos los riesgos de actividades relativamente perjudiciales al tiempo que sobredimensionamos las más peligrosas.

 

Tendencia a la observación selectiva

Hay días en que nos reparamos más que otros en determinadas circunstancias y, erróneamente, tendemos a creer que estas no sucedían con la frecuencia con que suceden en ese momento. Adquirimos una prenda —un par de zapatos, una playera, etc.— y empezamos a ver esta misma por todos lados. Una mujer se embaraza y de pronto advierte todas las de su género que en sus escenarios cotidiano también están embarazadas. La mayoría de las veces, sin embargo, esta no se reconoce como una casualidad fortuita sin mayor trascendencia.

 

La falacia del statu quo

El pensamiento conservador por excelencia, aquel que está cierto en que las cosas están bien como están, en que este es “el mejor de los mundos posibles”, una regularidad cognitiva que se expresa en decisiones que optan por evadir el cambio y mantener las rutinas que nos dan seguridad en nuestra existencia diaria.

 

La inclinación a la negatividad

Por un curioso mecanismo a un tiempo mental y social, es sumamente común que el cariz negativo de las cosas sea más atractivo que el positivo. Una mala noticia, por ejemplo, es mucho más conocida que una buena, en cualquier nivel de socialización. Al parecer no se trata de un asunto que se explique únicamente por el morbo (esta es solo una consecuencia paralela), sino que culturalmente hemos aprendido a creer que las malas noticias son, en esencia, mucho más importantes o profundas, según algunos una reminiscencia evolutiva de los tiempos en que saberse mover entre la negatividad del mundo significaba mayores probabilidades de adaptarse y sobrevivir.

 

Efecto Bandwagon

Como ya lo documentó con erudición y lucidez Elias Canetti en Masa y poder, el individuo modifica notablemente su comportamiento y su manera de pensar cuando forma parte de una multitud, cuando esta lo abraza y lo convierte en uno de sus anónimos integrantes. El efecto bandwagon (que tomó su nombre, un poco azarosamente, del vagón que en el tren del circo transportaba a la banda musical) dicta que la probabilidad de que una persona adopte una creencia o conducta se encuentra en proporción directa de cuántos otros ya la tengan, esto eso, existe una tendencia psicológica a seguir o imitar las acciones o ideas de otros porque o preferimos conformarnos con lo existente o porque es imposible no derivar nueva información a partir de lo que los demás piensan y hacen.

 

Falacia de proyección

Vivimos siempre con nosotros mismos, con lo que somos y lo que pensamos, y solo con un esfuerzo más o menos mayor, es posible asomarnos un poco fuera de nuestros propios límites y atisbar un reflejo de la otredad. De ahí que sea común suponer que los demás piensan casi de la misma manera que nosotros y, en consecuencia, que estarán de acuerdo en lo que defendemos y rechazamos.

 

La tendencia del momento actual

A esta tendencia también podría denominársele del hedonismo, e incluso parece tener raíces clásicas, filosóficas y poéticas. Según algunos estudios, el ser humano tiende a dejar el sufrimiento para después y preferir el placer para el ahora, en otras palabras, difícilmente nos imaginamos en situaciones futuras que podrían alterar nuestros comportamientos y expectativas actuales. Así, por poner un ejemplo simple, una investigación de 1998 mostró que cuando se trata de elegir alimentos para la semana próxima, 7 de cada 10 personas optan por la fruta, pero si la elección se refiere al día corriente, también 7 de cada 10 se inclinan por un chocolate.

 

Efecto de anclaje

Como si echara un ancla para estabilizarse antes de un proceso racional, nuestra mente tiende a fijar una serie determinada de factores, circunstancias, creencias, etc., para establecer comparaciones y jerarquizaciones, las cuales son inamovibles e innegociables. Vamos a una tienda, por ejemplo, y prácticamente el único elemento de comparación entre productos similares es el precio, y todo lo demás repentinamente desaparece ante nuestros ojos y nuestro entendimientos.

 

https://pijamasurf.com/2013/01/12-prejuicios-y-falacias-cognitivas-que-te-impiden-ser-absolutamente-racional/