sábado, 31 de diciembre de 2016

VOCES entre VOCES

TEMAS TERTULIA 6-1-2017

PRESENCIAS
PECES DE CIUDAD
UNO DE LOS CONTRIBUYENTES A LA RUINA DE ESPAÑA

"El demonio, al ver que no podía vencer a su creador, inventó las religiones para que combatieran entre si.

Por eso, si intentas imponerme a tu dios, sea cual sea, tu dios no es el verdadero. 

El verdadero no necesita de ti, ni de ningún sacerdote, para mostrar su grandeza. Tampoco necesita imponerse por la fuerza: Todo cuanto existe es la prueba permanente de su poder". (Proverbio amazónico)




"No hay palabras para definir el amor...", de Kabir (India, 1440-1518)


No hay palabras para definir el amor
ni manera de adivinarlo.
Es como el mudo que toma azúcar
y no puede describirnos su dulzura.

"Por más que leas las escrituras...", de Kabir (India, 1440-1518)


Por más que leas las escrituras
no llegarás muy lejos.
La sabiduría se concentra
en las dos sílabas de la palabra «amor».

Kabir, incluido en  Poemas de Kabir. Mística de la India medieval (Miraguano Ediciones, Madrid, 2011, ed. y trad. de Enrique Gallud Jardiel).
    "Lo verdaderamente natural son los sueños, porque permanecen al margen de la descomposición de la naturaleza" (Bob Dylan)



TEXTOS TERTULIA 30-12-2016

ACCIDENTES VITALES
LA MADRUGADA
PIENSO DEMASIADO


ACCIDENTES VITALES

En 2016 se cumplen 100 años del nacimiento de Dadá.
(Este es mi humilde homenaje)


La Hormiga Dadaísta

Alguien le inoculó el virus a la incauta y fría hormiga y ahora busca unos labios que le sirvan de almohada.

Con un candor inusual representa lo inaudito, se baja en las estaciones donde el tren nunca ha parado.

De madrugada embotella gatas etruscas en celo. Y por la tarde las suelta en los altares más altos.

Ha encontrado un gran embudo, un horizonte y un pato. Lo ha mezclado todo en uno y ha salido un mosquetero.

El mosquetero es inútil pero su porte impresiona. Le guiña el ojo a una extraña y la tumba sobre el heno.

La extraña gime y perjura que su novio es más certero. El mosquetero se irrita y pilla cierto mosqueo.

La hormiguita no interviene, está ocupada en sus cosas. En un hilo, una cigüeña, una pasión sin sentido.

El virus de DADÁ no tiene ningún antídoto. Ahora todo el hormiguero sufre con sus consecuencias.

La hormiguita dadaísta mira por la cerradura y ve un mundo sin enjundia.

Por eso inventa un cacharro donde cabe todo dentro. Agita el caleidoscópio y su sorpresa es mayúscula cuando observa el maremagnum:

Vírgenes fluorescentes con piernas de bailarina
Trombones con un sonido de tomillo y azahar
Señoras con un ombligo por donde sale un fakir
Matasuegras que intoxican con sus risas infantiles
Estrellas del firmamento con un pendiente de hueso
Escaleras para viudas que sueñan ser transparentes

La hormiguita, excitada, urde de inmediato un plan. A partir de este momento nunca mirará de frente. No chocará con la vida ni siquiera de costado.

Viajará por el espacio como los peces del río. No morderá los anzuelos que le lanzan los perversos, los que para ser normales odian a los distintos.

José Luis Álvarez

ACCIDENTES VITALES

Cuando tenía cuatro añitos mi padre, que llevaba más de veinte haciendo las Américas como emigrante, decidió que ya era hora de volver, que la morriña le pesaba más que las maletas. Vendió cuanto tenía en la Suiza de América y preparó todo para el regreso.
En veinticuatro horas el peso se devaluó un cincuenta por cien y mi padre, como tantos otros, vio reducidos los ahorros de tantos años de trabajo a la mitad.
El viaje se retrasó cinco años más, y gracias a ello mi hermana y yo tuvimos oportunidad de conocer una escuela republicana donde estaba terminantemente prohibido a los profesores hablar de política o religión a los niños y donde un simple cachete a un alumno suponía la expulsión inmediata del maestro.
Al otro lado del mar, años después, nos esperaba una escuela nacionalcatólica donde hasta los conserjes tenían derecho a maltratar a los niños, a los que se les aleccionaba en un integrismo religioso que muy poco tenía que envidiar a locuras similares de otras religiones monoteístas en estos tiempos.
A pesar de la ilusión acumulada durante toda nuestra infancia por conocer la tierra de nuestros padres que era, de alguna manera y sin duda, la nuestra, mi hermana Lina y yo nos preguntábamos qué habíamos hecho para que nos castigaran enviándonos a esas escuelas que eran todo lo contrario de la escuela libre que habíamos conocido hasta entonces, la escuela pública uruguaya, sin duda una de las mejores del mundo en aquella época.
Pocos años después, con el final de la dictadura, en España volvió a amanecer lenta y levemente, intentando recuperar tanto tiempo perdido, mientras Uruguay se hundía lentamente hasta llegar a una dictadura que crió varias generaciones casi iletradas mientras encarcelaba, expulsaba o asesinaba a la mitad de sus maestros, exactamente igual que había hecho antes la dictadura franquista en España, exactamente igual que hacen todas las dictaduras de todos los colores.

Muchos años después, cuando mi padre me contaba los detalles de esa bancarrota familiar, yo le consolaba diciéndole que hiciera cuentas e imaginara que a dos de sus cuatro hijos les dió una de las mejores educaciones posibles en la época, que imaginara que nos había enviado a Lina y a mi a los mejores colegios suizos y que así gastó aquel dinero. No sé si le sirvió de consuelo, pero a mi hermana y a mi, sin duda, ese accidente vital nos cambió la vida. Ella es una de las mejores concertistas de guitarra española actuales, ambos tuvimos el privilegio de la mejor experiencia que puede regalar la vida a un ser humano: conocer el paraíso y el infierno . . . y sobrevivir a ambos.
Por mi parte, acabé siendo, entre otras cosas, un narrador que recopila accidentes vitales como el que acabo de escribir.

Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com 


ACCIDENTES VITALES

LLEGARÁ EL DIA EN QUE
TE DARÁS CUENTA DE QUE
LO QUE TUVISTE , TENÍA MÁS VALOR
QUE LO QUE POSEES...

José Mª Rico


NUNCA SABRÁS LOS SECRETOS DE LA AURORA
PORQUE LOS ENTERRARE BAJO MI TUMBA.

José Mª Rico

LA MADRUGADA

En el límite
De sopetón, a la hora de la siesta, llega la lluvia. Cae con fuerza, quitando protagonismo al silencio, que se creía muy importante. Subo la persiana de la ventana y desde la cama observo cómo un pájaro empapado cruza el espacio entre olivo y olivo. No me apetece levantarme todavía; así que escribo tumbado, en mi libreta, la que siempre dejo en la mesilla para apuntalar los sueños antes de que se evaporen. Como aquél sueño en el que parece ser que tuve una extraña asociación con un gato de Angora, que se movía con una parsimonia desesperante (no podía despegarme de él, ¡¡¡yo era su sombra!!!), pero que al no tomar nota al despertar, se me olvidaron los detalles para siempre. O aquel otro donde podía oír un Aria de Don Giovanni de Mozart en el fondo del mar, en la absoluta oscuridad. Yo buscaba con la mano, a ciegas, el interruptor de la luz, pero solo tocaba cuerpos viscosos de peces abisales. No recuerdo nada más. 
Creo que ahora estoy despierto, y de sopetón también, me viene a la memoria una frase de Bukowski: “Mi ambición está limitada por mi pereza”. Y a pesar de todo, o quizá por eso mismo, termino levantándome.

José Luis Álvarez



"Voces entre Voces" 30/12/16
Juegos literarios.

De noche salgo con mis cámaras
buscando un risco una montaña
buscando ruinas o una playa.

El viento amaina, el mar descansa,
brillan estrellas que las nubes tapan
un rayo que rompe la madrugada.

Sobre el mar un arco naranja,
nubes rojas en el azul del alba,
de súbito la mañana estalla.

Tonos cálidos, sombras que avanzan,
contrastes tibios que la luz degrada,
colores vivos que el sol destapa.

Por dentro el espíritu en calma,
en un todo universo y alma
en comunión con la madrugada.

Diego Francisco Guevara de Bonis


LA MADRUGADA

Rafael y Laura observaban abrazados en la cama el amanecer a través de la ventana, para ellos la madrugada del nuevo día traía consigo el comienzo de una nueva vida que se presentaba en ese momento como la primera piedra de un paraíso lleno de ilusiones. La vitalidad juvenil tenía la fuerza necesaria para llenar sus vidas de futuro, la ceguera imprescindible para creer que su amor sería eterno, la grandeza de lo casi incomprensible, sobraban las palabras . . .

En su celda, Manuel, próximo a cumplir los sesenta y dos que nunca llegaría a cumplir, había terminado de redactar las últimas cartas de despedida. Se había negado a recibir cualquier sacramento o supuesto consuelo de un cura al que sabía responsable de la muerte de más de una docena de vecinos del pueblo, todos culpables del mismo delito: Haberse afiliado a un partido republicano. Ninguno había empuñado un arma durante la guerra, ninguno había hecho más daño que tener unas ideas diferentes a las de la minoría que había provocado esa guerra fratricida, pero Manuel sabía que su destino sería, en menos de una hora, el de acompañar a sus vecinos en la fosa común que se había excavado tras la tapia del cementerio.

Rafael, absorto todavía en el recuerdo de la piel de Laura, preparó su arma para un nuevo fusilamiento, ya no tenía las incómodas dudas de los primeros días, el sargento se lo había dicho a todos muy claramente: “El que dude irá a hacerles compañía”.
Intentaba no mirar la cara de las personas a las que iba a disparar, apenas apuntaba y cerraba los ojos, pero esta vez no pudo evitar ver el rostro sin afeitar de su maestro, el que le había enseñado a leer y escribir, el que le aconsejó como un padre sobre sus primeras dudas y amores: “Si la quieres, háblale, creo que a Laura le gustas, muéstrale tu corazón sin miedo, si ella también te quiere será el principio de una nueva vida para los dos, el amor siempre es hermoso, y si ella no siente lo mismo, respeta su decisión, por mucho que te duela, la libertad debe ser siempre la primera condición del amor.”

A la orden de “¡Fuego!” sonaron los disparos y la sangrienta tragedia se repitió una vez más en las tierras de España, pero esta vez hubo un fusil que no escupió muerte . . .
Aquella madrugada, en la mente de Rafael sonaban las palabras de su maestro al tiempo que seguía pensando en Laura, como lo seguiría haciendo durante muchos años, y la vida volvió a vencer, una vez más, y a pesar de todo, a la muerte.

Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com

PIENSO DEMASIADO

Cuando pienso en dolores sin solución diluidos en una solución espesa de dolores, en amores sin futuro por estar cargados de pasado, en desesperadas ilusiones sin esperanza, en ideas sin sentido que siempre van contrasentido, en horizontes sin nubes cargadas de lágrimas vitales, en lágrimas sin nubes que las lleven de paseo más allá del horizonte, en sociedades enfermas que no saben socializar, en individuos miopes que sólo ven, en su ceguera, individualidad, en maravillas perennes y tragedias caducas, en hechiceras hechizadas y hechizos infantiles, en palabras mudas cargadas de haches, en hachas que talan palabras altisonantes, en . . .
Sí, sé que entonces, cuando pienso que pienso, pero me olvido de sentir, pienso demasiado . . .


Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com

domingo, 25 de diciembre de 2016

VOCES entre VOCES

TEMAS TERTULIA 30-12-2016

ACCIDENTES VITALES
LA MADRUGADA
PIENSO DEMASIADO

"El que teme sufrir ya sufre el temor."

 (Proverbio chino) 







LA PRIMAVERA
(Ubayd Allah al-Walid ibn al-Buhturi, Siria, 820-897)

La libre primavera te ha llegado:
camina tan sonriente y tan hermosa
que casi puede hablar.
En las profundas sombras de la noche
Nawruz ha despertado a las primeras rosas,
dormidas aún ayer.
El frescor del rocío las va abriendo
lo mismo que si fuera divulgando
algo que estaba oculto.
De nuevo devolvió la primavera
su vestido a los árboles, y es cual si desplegaras
un precioso brocado.
Y resulta tan fino el soplo de la brisa
que el gozo del aliento de los seres queridos
parece que te trae.

Ubayd Allah al-Walid ibn al-Buhturi, incluido en Poesía árabe clásica oriental (Litoral. Revista de la poesía y el pensamiento, año XVII, nº 177, Málaga, 1988, selec. y trad. de Pedro Martínez Montávez).

"La cultura ayuda a un pueblo a luchar con las palabras antes que con las armas".(Gugliermo Ferrero)

TEXTOS TERTULIA 23-12-2016
CARTA A MI MISMO
EL HIELO AZUL
ALMA.

CARTA A MI MISMO
Ya sabes que te conozco desde que naciste, incluso antes, aunque, sinceramente, no lo recuerdo.
Sí recuerdo tu infancia, tus juegos, tus miedos y tus extrañas certezas, creo que la vida fue bastante generosa contigo, con nosotros, en esa época.
Luego todo se complicó . . .
Empezaste a entrar en el mundo adulto a trompicones, como todos, y la vida también ahí te hizo algunos regalos: Conocer una dictadura y una democracia, la tiranía y algo parecido a la libertad, el integrismo religioso y el aire fresco de la duda que abre las puertas de la mente, y el amor, ah, el amor, que siempre colocabas en segundo término tras las ideas que ingenuamente creías que servirían para construir un mundo mejor . . .
Aún tardaste años en darte cuenta de que, vivieras donde vivieras, por cruel o sanguinaria que fuera una dictadura o injusto un sistema social, nadie podía hacerte sentir esclavo si tú no dabas tu consentimiento, que hay evoluciones más que revoluciones, y que el amor se manifiesta de mil formas ante la vida. Así empezaste, lentamente, a abrir los ajos, o uno al menos.
Dejaste de creer en buenos y malos y sustituiste ese dañino paradigma por el de personas sanas y enfermas, así ya no tenía sentido odiar a nadie.
Dejaste de creer en derechas e izquierdas políticas para creer en una democracia directa y real donde todos los ciudadanos votaran las decisiones importantes que afectan a su vida social, sin importar su ideología o religión.
Todo era, después de pasar por tantas complejidades, de una simpleza que deslumbraba, había muy pocas cosas por las que valiera la pena discutir o luchar, realmente pocas, pero muchas que valía la pena disfrutar y permitir que hicieran más grande nuestra existencia y la de quienes nos rodean, tantas . . .
La vida te fue, nos fue, enseñando lecciones que nunca hubiéramos sospechado siquiera que tendríamos que aprender y dolores insoportables, al final, paradójicamente, sólo te dejó el consuelo de ser mortal . . .
Me sorprende, ilusiona y esperanza todavía la grandeza con la que juegan los pocos niños libres que quedan, verdaderos artistas, o la ilusión invencible de los amantes jóvenes, justo antes de ser heridos por sí mismos o el paso del tiempo, o la envidiable seriedad y concentración de las personas que saben disfrutar de su trabajo, o la incomensurable paciencia de la inmensa mayoría de la humanidad, resignada ante una reducida minoría que transforma sus vidas en un infierno sólo para acumular enormes fortunas que nunca podrán ni siquiera malgastar, tanto y tan absurdo dolor . . . un mundo todavía primitivo . . .
Y aquí estamos, viendo cada día pasar la vida con una mezcla de paciencia y asombro, de ilusión y resignación, todo sin prisa ni pausa, intentando fluir como una hoja otoñal sobre cualquier arroyo, conociendo certeramente, y ya sin temor, el desenlace final de esta obra.
Te conozco desde que naciste, incluso antes, ya sabes, y ni me avergüenzo ni me enorgullezco de ti, pero creo que es suficiente que hayas aprendido, aunque sólo sea eso, una lección vital que dé sentido a tu vida, tan simple como, por desgracia, difícil de encontrar: Vivir y dejar vivir.

Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com

CARTA A MI MISMO
Telepatía

Mi “Yo” vivo nunca piensa en la muerte. O mejor dicho, casi nunca. Para eso ya está mi “Yo” muerto.

Bueno, fuera comillas. A veces me reúno con mi Yo muerto en un cuarto oscuro. Nos comunicamos telepáticamente a la velocidad de la luz... Yo le cuento las últimas novedades en las distintas materias que nos interesan a ambos para mantenerlo al corriente de la actualidad. Y Él, con cuatro pinceladas, me retrata su experiencia en ese mundo vegetativo tan ajeno a la vida corriente y moliente que llevo ahora mismo. Siempre me sorprende su desapego a lo que vivió en su día, el muy ladino. Y yo intento epatarle contándole, por ejemplo, los adelantos tecnológicos y científicos actuales, pero Él parece que no se inmuta, claro está. Los muertos no suelen inmutarse.

En este rifirrafe que nos montamos, creo que los dos sacamos partido a esta especie de bipolaridad ultraterrena. Aunque últimamente nos reunimos menos; mi mujer cree, erróneamente, por supuesto, que me encierro en el cuarto para comunicarme digitalmente con alguna amante de esas que he debido conocer en “internet”. Y no está el horno para bollos. Y ya que hablamos de bollos, pues nada, que el muerto al hoyo y el vivo al bollo. A vivir, que son dos días.

José Luis Álvarez

CARTA A MI MISMA

Llega un momento en que el silencio es traición”
(Discurso de Martin Luther King en Riverside Church, Nueva York, 4 de Abril de 1967)

Está acabando el año y muy de cerca le seguirá tu cumpleaños, nunca te ha gustado demasiado que las fechas estuvieran tan próximas, pero así ha sido siempre y no hay posibilidad de cambiarlo; ocurre que al acercarse inconscientemente se hace un recuento del año, no te preguntes el motivo, se hace y punto, a veces la carga te resulta muy pesada y es que en tu caso el recuento se duplica.
Este año que se va no ha sido ni mejor ni peor que otros, como cada año, como cada día, definirlo como bueno o malo depende de cómo se asuman las circunstancias y de cómo se trabaje el material que nos toca, del mismo modo que el resultado de una partida no depende sólo de las cartas que se reciben también cuenta cómo las jugamos.
Yo, tu yo que te observa, sabe que este año que se despide decidiste instalarte en la armonía, en la paz, en la tranquilidad que da amar, a sabiendas de que nadie puede amar a unos sí y a otros no (si se ama se ama, no se puede estar en misa y repicando) y consciente de que amar es una cosa y el derecho a la retirada en defensa propia algo muy diferente; has aprendido a admitir, si no a entender, que cada uno actúa como puede y sabe convencido de que su actuación es la correcta e, incluso, decidiste que aun las acciones objetivamente erróneas quedaban fuera de tu jurisdicción.
Poco a poco tu sueño se hizo más sosegado, aumentó tu calidad de vida y se restableció el orden en tu cotidianidad, tu sonrisa volvió a su lugar de origen –posición que había perdido tiempo atrás– y dejaste de necesitar la aprobación ajena para vivir y ser; tuviste que dar marcha atrás en algunas ocasiones y bajarte de los trenes que no llevaban al destino escogido y lo más importante, aprendiste que no todo el mundo tiene que entendernos ni apreciar nuestros valores, que no somos monedas, que todo no es para todos ni todos somos para todo, un aprendizaje que te ha otorgado la serenidad que necesitabas para comenzar a dar y a darte.
Yo ya no debo callar más y para el próximo año, para tu próximo cumpleaños, quiero brindarte estas palabras a modo de regalo: si aceptaste que cada uno de los demás tiene derecho a pensar y actuar libremente, concédete a ti misma el de sentir lo que sientes y deja de imponerte obligaciones afectivas y condenas que no te corresponden, tu camino ya no es la línea que trazaban tus pasos cuando estabas encadenada.
Tu yo que te observa.
Victoria Blanco

ALMA

La noche no es una buena consejera para las emociones o los quebrantos...
Los asnos duermen de pie, hasta que la madrugada les alcanza, la misma hazaña realiza el caballo de noble raza...
De igual forma sorprende al noble o al villano...
Parca cobarde que en la noche te escondes y nos arrebatas los sueños cuando más confiados estamos, dormidos nos robas la vida o te llevas el ánimo para que te amemos y deseemos ser tu compaña...
Almas tristes de la noche, resistid y esperar a que os alumbre el alba, el nuevo día os devolverá el sosiego que la noche oscura arrebata...
María Martín.

ALMA

* Los dioses crearon diccionarios de emociones para que se acabaran todas las guerras, lo difícil fue enseñar a leer a los humanos . . .
* Me falta papel para tanto dolor, pero sé que siempre sobrará viento para mis cenizas.
* El cuento, en todas sus formas, ha acompañado al ser humano desde que es humano, que significa poco más que ser cuento y tener a quien contarlo.
* Los dioses jugaron y surgieron los seres humanos. Los humanos, temerosos, soñaron, y surgieron los dioses.
* Eran porque creían que eran, del resto, poco se sabe . . .

Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com


ALMA
MI CORAZÓN IMAGINA
Puedo sentir la belleza de tu alma
pero no logro ver alegría.
Sé que algo te atormenta del pasado,
algo que ya no quieres recordar.
Crees que podrían molestarme tus recuerdos
sí todavía hay amor, confía en mí.
¡Ay!, Mi corazón imagina
donde el respeto está por encima.
Puedo crear un espacio en el vacío
donde podrás respirar libertad.
Debes dejar de ocultarlo, es preciso
Liberate de esa escena sin fin.
Toma mis manos y desnudate en ellas
y disfruta la humedad de mi piel,
deja entrar el calor de mi cuerpo.
Recorreremos el mundo del placer
Crees que podrían molestarme tus recuerdos
sí todavía hay amor, confía en mí.
¡Ay!, Mi corazón imagina
donde el respeto está por encima.


José María Rico.

ALMA
Me siento raro
(Letra y música.- Babelain)

Me siento raro/tengo la sensación
De que he perdido el tiempo/ese que marca el reloj
Nadie te enseña/a manejarlo mejor
Desde que naces/hasta que pierdes la voz
Ya en la cuna/te cuentan cuentos de hadas
Empiezas a pasar hambre/y te pellizcan la cara

Pero nunca nadie/ha entendido nada

Eso le dijo Artaud/a los surrealistas
Cuando perdieron el norte/y se salieron de la pista
Nadie nos guía/por el camino feliz
Y así nos va/de desliz en desliz
Luego en la escuela/te enseñan más chorradas
Que nos interesan/menos que los cuentos de hadas

Pero nunca nadie/ha entendido nada

La vida es corta/hay que intentar disfrutarla
Aunque alguno/se empeñe en fastidiarla
Vivir para trabajar/eso no tiene sentido
Hay que compensar/si no, no habremos vivido
En la adolescencia/se da la vuelta a la tostada
Cuando creías/que la tenías controlada

Pero nunca nadie/ha entendido nada

Vas quemando etapas/simulas saberlo todo
Pero en realidad/te sientes como Quasimodo
Te crees que estás pasando/ por un gran momento
Y luego resulta/que todo es un esperpento
Ya eres adulto/vives la gran temporada
Pero lo que tienes/es una gran empanada

Y es que nunca nadie/ha entendido nada

El tiempo perdido/ya no se recupera
Cuando menos te lo esperes/serás una calavera
Y te recordarán/con mucho sentimiento
Pero para entonces/te importará un pimiento
Cuando seas viejo/y te mires a la cara
Te reirás de todo/ aunque la broma haya salido cara

Y es que nunca nadie/ ha entendido nada

José Luis Álvarez - Babelain