sábado, 26 de agosto de 2017


TEMAS TERTULIA 1-9-2017

NO PIDO PERMISO
BARCELONA
YA SE ME HA OLVIDADO

Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto (William Shakespeare)






"Letra pequeña", de Carmen Camacho (España, 1976)




Hay daños que no cubre el seguro
combinado del hogar, lo sé.
Las llamadas perdidas, por ejemplo,
las cartas rotas, la soga de seda,
la noche que hay detrás de los espejos,
esta plaga de cristales en el pecho.
La ablación de mi sed.

Así contraje la enfermedad de los jabones.

Por eso le quise, con todo el hastío.
Contra la vida en vilo
fui hueco en su hueco, frío en la guantera,
materia inmóvil.
Dejé crecer las paredes de esta casa
conmigo dentro.

Pasaron siglos, siglos de reloj.

No abundaré en detalles, señorita.
Sólo diré que he arrancado la puerta de cuajo,
que he tenido la misericordia
de tirar al barro
el azúcar glasé,
que ahora me entra luz en la despensa.
Ya sé, tampoco contempla la póliza
el amor a terceros, el temporal de sol,
el tumulto en las calles ni el motín de la hormiga.

Pero éste es un caso de delicadeza mayor.

Y yo sólo llamaba para decirle, amiga,
que me acabo de conceder
a todo riesgo
la incertidumbre de vivir
abierta de par en par.
Carmen Camacho, incluido en Nayagua. Revista de poesía (nº 22, julio de 2015,  Fundación Centro de Poesía José Hierro, Getafe).


El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos (Proverbio turco)



TEXTOS TERTULIA 25-8-2017

JAZMÍN
LAS RUBIAS
PANTALONES


JAZMÍN+LAS RUBIAS+LOS PANTALONES

¿Para qué necesitamos rubias, rubios, faldas o pantalones? Se preguntaba, muy seriamente, el anacoreta.
¿Para qué? ¿Para seguir durmiendo el sueño de la vida?

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


JAZMÍN

JAZMÍN/ JAZZMIN

Prefiero el pálido jazmín de invierno al de verano y la biznaga a cualquier otra flor.
Y es que me encanta la “zeta” trabando a otras consonantes, pues nací en Víznar, resido en Béznar; trabajo entre Iznájar e Iznate con leznas, goznes, reznos  y briznas. También “ disfruto” con los graznidos y rebuznos del gaznate de Aznar, el muy tiznado….

José Manuel Cabezas

JAZMÍN

Recuerdos y recuerdos de la adolescencia asaltan mi espíritu con sabor agridulce, cuando por Nerja, en el ecuador de la pubertad, bien pasada la medianoche de un verano cualquiera, deambulando por calles estrechas, de paredes blanqueadas con capas y capas de cal superpuestas por los años,  que solo disimulan los desconchones, por pavimentos empedrados, con piedras de la playa blancas y negras, dibujando arabescos que apenas reflejan la luz de algún tenue farol, que compite con el resplandor de la luna, de vuelta a casa, en Madrid se preocupaban, pero en Nerja, en Nerja persistía una sensación de seguridad, de no pasa nunca nada, de tranquila quietud, solo rota por algún grupo de jóvenes ebrios, los adultos no se preocupaban y nos dejaban hasta altas horas de la noche y a veces de madrugada, con su consiguiente reprimenda, la sensación de libertad, de bienestar, de euforia, con la ayuda de algún que otro vaso de vino dulce del terreno, era indescriptible.
Dicen que tiempos pasados siempre fueron mejores, no lo sé, nuestro cerebro lima las aristas de los recuerdos hasta transformarlos en formas redondeadas de colores pastel, porque a esas edades también se sufre, desengaños amorosos, incomprensión y desafíos que inquietan el alma y como no, alguna pelea. Pero en la memoria perduran con insistencia los dulces recuerdos y en esas calles jalonadas de macetas, llenas de flores que se cuelan entre las rejas de las ventanas y balcones, solo, como casi siempre, con la excitación a flor de piel y la euforia mal contenida, me invadían sensaciones que un rudo muchacho en público no podía mostrar, pero al pasar en la soledad de la noche por esas callejuelas, adornadas de buganvillas de colores, que colgaban de los muros de los jardines, entrelazadas  con millares de florecillas blancas, que por la noche se abren  e invaden los sentidos, liberaba mi espíritu y dejaba que el intenso olor de jazmín, que todo envolvía hasta hacer el aire espeso en las calurosas noches de verano, penetrara en mis sentidos. Recuerdos dulces impregnados de olor a jazmín y amargo al pensar que esos tiempos no volverán, dulce melancolía.

Diego Francisco Guevara de Bonis.
"Voces entre Voces" 25/08/17
 

JAZMÍN

Cualquier rey poderoso conquistó,
a sangre y fuego, un reino enorme
para gloria y vergüenza de su nombre
para dolor de quien no sobrevivió.

Cualquier rey tuvo fama, oro y renombre
pero viendo los muertos en un campo enorme
sólo por un momento su destino presintió
más frágil y perennne que un simple jazmín.

Sólo una lágrima derramó sobre mil cadáveres
sólo una duda tuvo al ver sangre en su estandarte
sólo una noche en vela para luego seguir adelante.

Se llamaba Asoka, sus guerras no tuvieron fin
desde entonces, ya budista, con su verdad por delante
impuso la nueva paz sin fin, sin piedad, a sangre y fuego,
su paz recién descubierta, regada de sangre, paz sin consuelo.

Hoy, una locura más ha llegado a su fin,
tan sólo lo recuerda la historia y una tumba
donde no crece ni siquiera un modesto jazmín.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


JAZMÍN

Jadeos
Alimentan
Zozobras
Mientras
Inventan
Nimiedades

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


LAS RUBIAS

¿Hay alguna diferencia entre afirmar que las rubias son o pueden ser más tontas que el resto de las mujeres o afirmar que cualquier persona puede ser más tonta que otra por el color de su piel?
De nada, ciudadanas rubias.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


LAS RUBIAS

Como me gusta
tu pelo rubio
y tus ojos firmes,
tu sonrisa expontanea
y ese lunar
que me provoca 
comerte la mirada.

José Mª Rico



PANTALONES

Aún existen algunos especímenes que animados por el desconocimiento utilizan la expresión de tal modo que dejan ver el gesto de poder de algunos simios, alardean de llevar los pantalones en casa sin la más mínima comprensión de la procedencia de la palabra, lo único que quieren dejar claro es que imponen su santísima voluntad en la familia y no importa las estupideces y mentiras que digan porque no saben que están confundidos, su vida es una lucha permanente no por superarse ellos mismos sino por demostrar que son superiores a quienes les rodean, por lo cual eligen muy bien las piezas de su entorno para que no les rebatan y evitan la presencia de quien pudiera ponerles en evidencia. Es una lástima que estos seres, hombres en su mayoría aunque también hay mujeres que hacen ostentación de ser ellas las portadoras de tal prenda, desconozcan los placeres de las relaciones igualitarias, lo que aporta escuchar al otro y la felicidad que produce amar sin miedo a ser dañado.
La curiosidad me ha hecho adentrarme en la etimología y me ha llevado hasta la Commedia dell’Arte para encontrarme con Pantaleón, uno de los personajes, hombre rico y algo torpe al que todos quieren engañar, que evocaba la estética tradicional de los diablos vistiendo jubón y calzas encarnados y cubriéndose con una capa negra (zimarra) y es de esas histriónicas y malévolas calzas y del nombre del personaje que las vestía de donde procede la palabra actual. Entiendo ahora por qué la pluma incisiva de Vargas Llosa utilizó el nombre en Pantaleón y las visitadoras para definir a un tipo de porte militar, atractivo, moralista, que acaba ejerciendo una labor semejante a la de mamporrero, capaz de mostrar una cara diferente en cada momento con tal de sobrevivir, es decir que una veces “lleva los pantalones” y otras veces “se los baja”… como todos.
No he podido –ni he querido– evitar la risa al tomar conciencia de la situación y rememorar las actuaciones de alguno de los Pantaleones que circulan por el mundo y que deberían de ser multados por saltarse tantas veces la línea continua.

Madrid, 24 agosto 2017 - Victoria Blanco


PANTALONES

-Érase una vez...

...aquel que lo sabía todo, y que, un día, se atragantó con el hueso de una ilusión mal masticada. Por otro lado encontramos a aquella que siempre estaba satisfecha y, de pronto, descubrió, en el interior de un sueño, que había perdido los colmillos. El pasado tortura a ambos, al sabiondo y a la satisfecha. Pero se rehacen en tiempo récord. El presente los junta en acto de servicio y obsequian a la humanidad con un romance de circo. Ahora dan conferencias en lugares remotos del globo, asombrando a las multitudes, que los oye con recogimiento. De las multitudes, en ocasiones, brota un disidente formulando preguntas comprometidas, que les hacen tambalearse en su pedestal.

Aunque esto ocurría pocas veces, cuando sucedía, sus cuerpos y sus mentes se convulsionaban durante horas, hasta que superaban o, más bien, olvidaban el incidente y a otra cosa, mariposa.

El sabiondo vestía a la moda, pero a la moda de hacía muchos años. No renovaba el vestuario porque lo que él se ponía era lo más chic que pudiera existir por los siglos de los siglos. Y la feliz, se apañaba con cuatro trapillos, presumiendo a menudo de ello entre sus amigas. Al final consiguieron un visado para viajar al futuro y se presentaron allí con sus ínfulas mal disimuladas.


En el futuro aún no se había inventado el hara-kiri, ni el color violeta. Se quedaron muy sorprendidos y montaron campañas de promoción para darlos a conocer. Pero allí, los “futuristas” no les hacían ni puto caso. Ella, al sentirse ignorada, se volvió infeliz y se suicidó colgándose de un árbol. El rostro mostraba un color morado intenso nunca visto antes por esos lares. Él, al verla en ese trance, se hizo el hara-kiri al instante. Los del futuro, por fin, descubrieron esos dos inventos al mismo tiempo y rieron largo y tendido mientras el sol se ponía tras el horizonte. Y colorín colorado...

José Luis Álvarez


sábado, 19 de agosto de 2017


TEMAS TERTULIA 25-8-2017

JAZMÍN
LAS RUBIAS
PANTALONES

    "La ignorancia o la ocultación de acontecimientos históricos importantes constituyen un obstáculo para el entendimiento mutuo" (Anónimo)







Hipócritamente blancos, vagamente lilas
los pétalos un poco hinchados
el mal aliento de los chismes
Aquí parece que hay quietud, pero es un punto
neurálgico calcificado
una costra en la boca
Aquí no hay nadie.

Sólo tiempo desangrado
como una máscara para
las caras que pasan de largo.

Se oye:
¡Él no es el que parece ser!

Alguien responde:
¿Y quién lo es en realidad?

Reducido a un torpe pie
el pasado arrastra los pasos
retorcido como
la juventud de la señora Mumien.

Se oye:
¡Tú tampoco eres el que pareces ser!
Tú eres un ladrón de seres humanos, tú me has robado a mí.

Entonces yo respondo:

La muerte del jacinto es ser tragada,
ser comida secamente trozo a trozo,
noche y día.
Claro que fingimos, rayanos en la traición.
La mentira, aunque esté en el dulce
entumecimiento de la flor, la mentira
aún nos hace creer que perduramos.
Eva Runefelt en I ett förskingrat nu (2007), incluido en Mujeres en el Norte. Trece poetas suecas  (Devenir, Madrid, 2011, selec. y trad. de René Vázquez Díaz).

Otros poemas de Eva Runefelt
Camino del colegioEl hombre que se aleja cada vez más cercaEn casa


  • "El dinero no representa más que una nueva forma de esclavitud, que sólo se distingue de la antigua por el hecho de que es impersonal, de que no existe una relación humana entre amo y esclavo." (León Tolstói)

TEXTOS TERTULIA 18-8-2017

¿POR QUÉ YO?
LA PISCINA
CONTRA TODO PRONÓSTICO


¿POR QUÉ YO?

Reflexionando: 
Te sientes solo.
Náufrago en el temporal de tus dudas,
a la deriva de tus emociones,
en ese estado de lucha con lo existencial.
Te sientes atrapado.
Entre el oleaje que dictaminan los poderosos
pensamientos, los entresijos de los miedos,
que se van generando en una mente dependiente
del pasado.
¿Qué sería de todos si Tú desapareces y te dedicas a vivir?
¿Qué sería de los amig@s, la familia y el entorno en el que te desenvuelves?
¿Esperarían por Ti?
¿Aplaudirían Tus logros?
¿Se alegrarían por Verte feliz?
Demasiado pensar por hoy,
demasiada carga que liberar.
María Martín


¿POR QUÉ YO?

"¿Por qué yo?" pensó Jesús cuando Dios le hablo por primera vez 
"Eres mi hijo", le dijo.
"Eres el elegido".
"¿Por qué yo?" pensó Jesús,pero no lo preguntó.
Si usted es mi padre, ¿quién es mi madre? dijo.
"Tu madre es tu madre. La virgen Maria es tu madre".
"¡Mi madre, una virgen!" exclamó. "Pero, ¿y yo de donde vengo, de un espíritu?"
"Sí" contestó Dios, "del espíritu santo"
"¡Vaya por Dios!", pensó Jesús. "¡Ahora mi padre no es mi padre y mi madre es virgen y yo soy hijo del espíritu santo, que no sé ni quien es! 
Y mis hermanos, ¿de dónde vienen? ¿Tampoco son hijos de José?
"Sí" sentenció Dios, "son hijos de José".
"¡Ay padre!, ¿y de mi madre, la virgen? 
"Llámame Dios. Es complicado de explicar. Sólo tienes que creerme. Eres el elegido, el que va a difundir mi palabra".
"¿Por qué yo?" pensó Jesús de nuevo.
"¿Qué he hecho para merecer eso?" Pero no lo expresó. 
"Sólo tienes que creer", le dijo Dios. "Se llama fe".
Así que Jesús se lo creyó.
¡Y como no! ¡Si multiplicó los panes y transformó el agua en vino! ¡Si anduvo encima del agua! ¡Y hasta resucitó!
Sólo dudó un momento, cuando le crucificaron.
Él, por fin, gritó: "¿Por qué yo?"


Elena Legrand

¿POR QUÉ YO?

Si tienes que preguntarte ¿por qué yo?
Cuando te sientes realmente deprimido,
cuando el mundo se ha vuelto contra ti
y no sabes que hacer,
cuando te cae encima un chaparrón
y el camino es un desorden sinuoso
y te sientes más confundido
de lo que jamás podrías expresar.

Cuando el sol, tristón, no quiere brillar,
cuando las estrellas no se alinearán,
cuando prefieres estar dentro de tu cama
arropado con la manta
sobre tu cabeza.
Cuando la vida es algo
que temes,
¿tienes que preguntarte “por qué yo”?

Entonces, cuando el mundo parece correcto y verdadero,
cuando la lluvia ha dejado un suave rocío,
cuando te sientes feliz siendo tú,
por favor, pregúntate: ¿por qué yo?
Entonces, también.

Peter Patterson

¿POR QUÉ YO?

¿Por qué yo?
Durante mi infancia siempre obedecía a mis padres y profesores.
Fui un estudiante mediocre pero de comportamiento ejemplar.
Fui monagillo y respeté todas las fiestas de guardar, nunca me salté una misa de domingo.
He trabajado durante más de treinta años en la misma empresa, siempre servicial y respetuoso con los jefes, siempre atento a sus órdenes.
Siempre he votado a partidos con los pies en el suelo, gente seria, con sentido común, herederos de aquellos cuarenta años de paz y grandeza, de gloria. Algunos casos aislados de corrupción nunca me han hecho cambiar de idea, ni dudar siquiera, ante radicales, feministas, ecologistas, libertarios y toda esa gentuza.
Siempre he pagado todos mis impuestos sin preguntar siquiera en qué los usarían, ellos sabrán, son gente preparada.
Siempre he sido un patriota y me enorgullezco de ello, sólo una persona desalmada puede dudar cuando debe acudir a la llamada de la patria con las armas en la mano.
Y ahora, ya anciano, me veo aquí, en esta carretera que lleva al norte, a la capital, a la media España que todavía es habitable. Aquí, rodeado de toda mi familia, viendo como va cayendo la gente como moscas a nuestro alrrededor, vaciándose los pueblos y las ciudades, ¿por qué nos abandona y no nos ayuda el gobierno si son a los que siempre he votado? Este cambio climático brusco no puede ser culpa de ellos, como dicen los ecologistas radicales y los demás partidos, dijo el presidente ya hace años, que eso era sólo un cuento populista, que se lo había explicado su hermano, que sabe mucho del tema.
El calor es insoportable, nos acercamos a los cuarenta y ocho grados, creo que yo tampoco podré llegar...
Si siempre he sido de orden, obediente, un ciudadano sumiso y educado, ¿por qué va a terminar así mi vida?, ¿por qué yo?

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net

LA PISCINA

Soy una piscina, o mejor dicho, soy La Piscina. 
Es que hay piscinas y piscinas.
Yo soy la del hotel Beverly Hills de Hollywood, California.
Una piscina de leyenda para las leyendas,
tantas estrellas han nadado en mis aguas.
¡Cuantos cuerpos soñados se han sumergido dibujando olas!
Hubo tantos y tantas bellos y bellas ...
Se firmaron contratos para películas míticas,
se negociaron papeles con unas caricias a escondidas,
yo les enlace a todos y a todas: Newman y Taylor,  Hepburn y Tracy   Gallego y Garbo. Marilyn con Monroe, sirena entre todas las sirenas.
Sí, yo soy la piscina con P mayúscula.

Elena Legrand



LA PISCINA

Laura no era una persona normal, se salía completamente de la norma pero sólo por un detalle: era demasiado lógica.
Su vida transcurría de sucesos extraños en sucesos extravagantes, pero no para ella, sino para la inmensa mayoría de sus vecinos, “la gente normal”.
Laura apartaba lo indispensable para vivir de los casi tres mil euros que mensualmente le transfería su padre a su cuenta con una única condición: que no le molestara con sus rarezas. El resto del dinero lo repartía mensualmente entre distintas ONGs de todo tipo que previamente había seleccionado por su demostrada honestidad y eficacia en su labor.
Laura reciclaba todo, casi obsesivamente, y cuando acudía a dar un paseo por la playa siempre llevaba consigo una bolsa en la que recogía la basura que iba encontrando.
Laura era objetora fiscal, se negaba a aportar un sólo euro de sus impuestos para la compra de armas, tenía un par de juicios pendientes por este asunto, pero no parecía importarle.
Laura sólo votaba cuando podían hacerlo todas las personas afectadas por el asunto a decidir, decía que le parecía indigno de una persona libre permitir que un grupo de personas a las que ni conocían decidieran sus asuntos sociales durante cuatro años por haber introducido un papel con su nombre en una urna. Laura mantenía que si viviéramos en una democracia directa y real no existiría ninguna guerra en el mundo y la corrupción política sería imposible porque el sueldo de los políticos, portavoces y nunca representantes, lo decidirían quienes les pagaban, todos los ciudadanos, no ellos mismos.
Laura siempre sonreía y sabía escuchar pacientemente, su inteligencia emocional, entre muchas, ya había quedado de manifiesto en su infancia al ser sometida a todo tipo de tests que la clasificaron como superdotada.
Laura miraba, mientras sobrevivía y aprendía a vivir, siempre el lado positivo de las cosas sin caer en ninguna simpleza, sabía que a todos, al final del viaje, nos van a cobrar lo mismo.
Laura soñaba un mundo mejor porque sabía que el mundo en que ella vivía ahora era el que otros, a los que en su momento llamaron “soñadores utópicos” habían soñado antes y hoy era una realidad. Sabía que el mundo siempre había funcionado así.
Laura ayudaba a la gente en lo que podía, sabía que por eso es poderosa nuestra especie, gracias al apoyo mutuo.
Laura, haciendo uso de su capacidad lógica, comprendió la importancia de la educación, estudió magisterio y sacó el primer lugar de las oposiciones, pero no duró mucho en su trabajo, su actitud y método pedagógico molestaban por igual a casi todos los directores e inspectores de educación, aunque no a los niños, ellos lo decían, eran felices y se lo pasaban muy bien en sus clases. Laura les decía cosas tan extrañas para los otros profesores como que su verdadera patria era el mundo, ninguna otra, y su familia toda la humanidad y que no había en este universo energía más poderosa que el amor. Luego les llevaba de excursión y les dejaba jugar libres en la naturaleza mientras contestaba a sus interminables preguntas sobre todo lo que encontraban por el campo. A punto de cumplir dos años en su puesto fue apartada de él indefinidamente.
Laura nunca medía los objetos por su precio sino por su utilidad.
Laura, en definitiva, padecía o disfrutaba de un defecto o virtud llamado “lógica”.
Este último verano ha protagonizado un incidente que posiblemente le acarree un tiempo, aunque no mucho, en la cárcel: hacía calor y ella, aplicando su lógica intachable, salió a la calle en ropa interior. No tardaron mucho algunos de sus vecinos en llamar, una vez más, a la policía que, también una vez más, la detuvo por escándalo público. “Esta vez te has pasado, Laurita. Ahora sí que no te salva nadie de unos días a la sombra, ya tienes aburrido al juez. Disculpa, pero tengo que esposarte” le decía un policía ya mayor que conocía bien todos los incidentes anteriores.
Para ponerle las esposas la giró hacia la pared y Laura vió, al otro lado, una piscina, un lugar a un par de metros donde todas las mujeres estaban con su mismo atuendo, en ropa interior. Laura, una vez más, no comprendía nada.
Si he de ser sincero, yo mismo, que asistí a su detención como un transeúnte más, tampoco comprendía nada, pero me callé y seguí caminando, ser un poco lógico y preguntar al mundo por lo absurdo de sus actos ya me había traído demasiados problemas en mi juventud y ahora, ya jubilado, me consolaba a mi mismo diciendo que ya no estaba para esos trotes.
Mejor le regalaré una de mis lasañas, que tanto le gustan, a mi vecina Laura cuando dejen libre su cuerpo, a ella nunca podrán encarcelarla.

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 CONTRA TODO PRONÓSTICO…..CTP

Contra todo pronóstico nací y crecí siendo hijo del cura del pueblo, quien nunca me reconoció. CTP  llegué a ser presidente de la Confederación de Trabajadores Portuarios (CTP) y, a pesar de una vida extremadamente difícil,  sobreviví hasta los 104 años.
Nos hicieron creer que Contra Todo Pronóstico  ganó Trump, el Brexit, el  ultranacionalismo y el machismo; el franquismo aguantó 40 años más y Fidel Castro sobrevivió a más de 600 intentos de atentados...
Y es que lo inesperado siempre sucede. No dejarás de sorprenderte mientras vivas...
Carlos Torres Pérez

José Manuel Cabezas Cabello

CONTRA TODO PRONÓSTICO

Tumbado boca arriba en la acera junto a un inmenso edificio, una especie de andamio de hierro, grande y pesado, con la base pintada de rojo y una X negra cae hacia mí a gran velocidad desde los últimos pisos. No tengo escapatoria. Voy a morir en breves segundos. Me invade un terror desconocido y muevo los brazos en aspas con desesperación. Enseguida, contra todo pronóstico, acepto que voy a morir inmediatamente. Incluso me digo a mí mismo algo así como “adiós, mundo cruel”. Me noto una gran erección. Cuando el fatal desenlace parece que va a tener lugar, en esa última décima de segundo, mi cuerpo se “desliza”... se “escurre”... “resbala”... se transporta fuera de esa escena. No llego a oír el terrible ruido del andamio de hierro al impactar sobre la acera.

Sigo tumbado boca arriba, pero ahora me encuentro en la gran Sala de Llegadas del Aeropuerto de Málaga. Es de noche. La sala está completamente vacía. La marea sube lentamente. El mar lo inunda todo, con parsimonia. La marea me lleva hacia la Sala de Salidas mientras floto “haciendo el muerto”...
José Luis Álvarez

CONTRA TODO PRONÓSTICO

Me muero de ganas
de cruzarte la cara
y esperar tu respuesta.

Igual te haces el valiente

y, contra todo pronóstico,

me dejas huir.

José María Rico

CONTRA TODO PRONÓSTICO

Somos embriones de dioses hechos de verdadero polvo de estrellas pero, básicamente, poco más que una bolsa de miedos.
Contra todo pronóstico, hasta aquí hemos llegado.

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