sábado, 30 de diciembre de 2017


TEMAS TERTULIA 5-1-2018

EL TEMA TAN TEMIDO.
LA CIRCULAR
MICRORRELATOS


"De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero." (B. Franklin)





Aquí al principio de la nueva estación
antes que las hojas nuevas retoñen, a
cada lado de la estación East Parkway cerca de los Jardines Botánicos
Queman la basura en terraplenes, dejando
Más desnudo a nuestro triste y civilizado deshecho

1 lata de café sin tapa
1 pinta vacía de White Star, la marca desteñida por la lluvia
1 lata vacía de cerveza
2 botellas vacías de Schenley
1 condón vacío, visto desde
1 tren casi vacío,
vacío
vacío
vacío
Repetida así la palabra hasta parece graciosa.

Un hombre en una callejuela llevando su carga matutina ya camina
Y lo hace tan sólo porque apoya la mano contra una ancha línea roja
pintada en la pared de un edificio, mientras pasa
lata de café lata de cerveza condón botellas y fuego pasa
ladrillo desteñido y cemento marcado de hoyuelos hacia algún lado
alivia su vejiga en la tristeza de un disparo de sol en la mañana
con algún semblante de intimidad, de
alguna manera necesitado aquí. Frío. Tristeza.
Mañana de un invierno en la primavera donde está frío mientras
este hombre está borracho y el sol está borracho y no hay
reglas gobernando la entrega de premios a los muertos.
Mis ojos
entran en patios pobres, patios,
Yo os amo.
Patios os hago míos y Uds.
mis áridos terraplenes de basura, ahora que Uds. tienen
un poco de fuego para calentarse y se limpian
agradezcan a los hombres que aún los vigilan, aún
rastrillan las hojas extrañas,
vuestros extraños abandonos.

Pobre tierra de Brooklyn
Pobre tierra americana
Pobres casas enfermantes
pobres huracanes de calles, tanto
tus subterráneos como tus vidas públicas continúan
de cualquier manera, debajo
de basura que es rechazo, con ciudadanos
alienados, incómodos, irreflexivos que serán menos
infelices, más contentos y distraídos
si alivian sus vegijas
contra alguna que otra mugrienta pared.


Paul Blackburn, incluido en Nueva poesía USA. de Ezra Pound a Bob Dylan (Ediciones de la flor, Buenos Aires, 1970, selec. y trad. de Marcelo Covián).


"La edad adulta es cuando te has encontrado con tanta gente que cada nueva persona te recuerda a otra". (Ogden Nash)


TEXTOS TERTULIA 29-12-2017

TE REGALARÍA
ESTATUAS
MICRORRELATOS


TE REGALARÍA UN TEXTO QUE TE AYUDARA A CONOCERTE ALGO MÁS A TI MISM@ Y A TU ESPECIE:

El experimento de la Cueva de los Ladrones: creando conflictos de la nada.

Este sencillo experimento muestra que el conflicto llega fácilmente simplemente creando grupos.

por Izzat Haykal
Una muestra de manipulación social.
A menudo nos preguntamos cómo pueden existir tantos conflictos sociales. Tantas guerras que han sucedido a la humanidad, tantos enfrentamientos étnicos o religiosos, tantos problemas para la convivencia o para la colaboración entre las personas. El experimento de la cueva de ladrones es una manera de despejar todas estas dudas, con resultados sorprendentes.
Este tipo de estudio se ideó a mediados del siglo XX, justo al darse por finalizada la Segunda Guerra Mundial, momento en el que afloraron infinidad de experimentos psico-sociales que dieron respuesta a muchas incógnitas derivadas del conflicto.

¿Qué es el experimento de la Cueva de Ladrones?

El experimento de la cueva de ladrones tuvo lugar en Estados Unidos, cerca de Oklahoma, y se ideó para detectar los prejuicios y cargas ideológicas que los individuos llevan consigo a hombros, causantes a menudo de los más graves problemas como la xenofobia, la misoginia, y homofobia. Intolerancia “del otro”, en definitiva. Existe una especie de mantra de “ellos contra nosotros” con el que a menudo pensamos no sentirnos identificados.
Fueron entonces dos profesores de la Universidad de Oklahoma en Estados Unidos, Muzafer Sherif y Carolyn Sherif, aquellos que tuvieron la idea de hacer esta investigación. Para ello seleccionaron a dos grupos de niños de entre 10 y 11 años de edad sin antecedentes de conflictividad, de familias estables y una infancia correcta para evitar condicionantes externos.
Ante todo, ninguno de los integrantes de ambos grupos (un total de 24 niños) tenía conocimiento previo del experimento, y ninguno de ellos se conocían ni se habían cruzado, ya que fueron seleccionados de distintos colegios. Es importante insistir en este apartado para la exitosa realización del experimento.

Las 3 fases del estudio

Se seleccionó un lugar a campo abierto, en la naturaleza. Es el sitio ideal para descargarse de cualquier estigma social, una manera de equiparar al individuo con el resto por el hecho de vestir con la misma indumentaria, compartir un espacio similar y el respeto al mismo.
El experimento se realizó en el conocido Parque Natural de la Cueva de los Ladrones(Oklahoma, EE.UU.), y de ahí proviene su nombre. Nada más pisar el terreno, los tutores dividieron de manera totalmente aleatoria a los niños en dos grupos, denominados Grupo A y Grupo B.

1. Sentimiento identitario

En esta primera fase o etapa del experimento, los autores se encargan de alentar el sentimiento de pertenencia a un colectivo mediante actividades conjuntas como la natación, el senderismo o la búsqueda de madera para las fogatas. En definitiva, actividades que afiancen las relaciones interpersonales.

2. Fase de conflicto

En la segunda etapa del experimento de la cueva de ladrones, los profesores introducían elementos o situaciones de fricción entre los dos grupos participantes, hechos diferenciadores que provocaran conflicto. El enfrentamiento verbal fue aumentando su presencia, y los niños pidieron expresamente actividades competitivas para comprobar quién era mejor.

3. Fase de colaboración

Sorprendidos por lo fácil que había resultado la fase de fricción, decidieron interrumpirla y pasar rápidamente a la fase de reconciliación. Para ello los investigadores se esmeraron en realizar actividades con una meta común para eliminar esos prejuicios artificiales que se habían creado. Se introdujo un agente imaginario que pretendía acabar con sus reservas comestibles.
De nuevo, los resultados volvieron a ser significativos. Los Grupos A y B decidieron apartar sus diferencias para combatir a un único enemigo. A parte de ir en una misma dirección, los gestos de solidaridad y fraternidad que se daban entre ellos también fueron en aumento. El malo ya no era “el otro”.

Resultados reveladores

¿Y para qué sirve el experimento de la cueva de los ladrones? Este tipo de investigación pretende despejar algunas incógnitas que en muchas ocasiones nos planteamos. Los resultados del caso mencionado mostraron datos curiosos, sobre todo teniendo en cuenta que los participantes eran gente sin una predisposición especial al conflicto.
Los profesores quedaron abrumados de la facilidad con la que los grupos llegaron a crear un sentimiento de odio hacia los otros. **Se llegó al extremo de no querer sentarse los unos con los otros a la hora de comer, evitando cualquier tipo de contacto cercando, visual inclusive. Como comentamos con anterioridad, se tuvo que abreviar dicha fase.
Por otro lado, se sobrepuso la colaboración al enfrentamiento con la misma rapidez. ¿Qué nos dice esto? Bien, seguramente el ser humano sea más manipulable de lo que realmente muchos piensan, fenómeno que aprovechan muy bien las clases dirigentes, económicas y científicas. Basta con que nos digan que algo es malo o bueno para creerlo.




TE REGALARÍA

Unos ojos capaces de ver todos los lados de este poliedro que es la vida.
Una nariz que detecte el dolor y el miedo y la tristeza.
Una boca que, tras consultar a la nariz, emita las palabras con gusto.
Un oído atento a la llamada de los seres queridos.
Unas manos con un tacto equilibrado entre el ímpetu y la caricia.
Eso te regalaría, amiga, me digo cada mañana al mirarme al espejo y recordar las cosas que han ocurrido el día anterior.

Madrid, 26 diciembre 2017 – Victoria Blanco


TE REGALARÍA

Te regalaría una primavera eterna.
Te regalaría mil días de sol y noches de miel.
Te regalaría mi tiempo sin esperas.
Te regalaría la ingenua ilusión del iluso.
Te regalaría una humilde maceta donde pudieras hacer germinar tus ilusiones.
Te regalaría, también, un puñado de pasiones.
Te regalaría un desayuno sin prisas.
Te reglaría la mejor canción peor cantada.
Te regalaría una visita al paraíso, o a un museo, o a un lugar donde desaparecieran todos los miedos.
Te regalaría algunas de esas ilusiones que perdiste sin saberlo y que yo encontré en un rincón de tu alma.
Te regalaría una luz esperando que no sospecharas que tras ella podía haber una sombra o te regalaría una sombra esperando que comprendieras que detrás siempre hay una luz.
Te regalaría tantas cosas, tal vez sólo unas gotas de amor, pero hasta eso puede ser una bendición en tiempos de sequía, y ya sabemos que, entre nosotros, la lluvia siempre vuelve . . .

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


TE REGALARÍA

Te regalaría muchas palabras bonitas, pero sólo puedo estar callada y hablarte con mis manos y con mis ojos.
Tampoco tu necesitas hablarme porque tus manos me conocen, me entienden y tus ojos, con mirada cálida, me alumbran al llegar la noche.
No digas nada, no diré nada, sólo hablarán nuestras miradas.
No digas nada, no diré nada, que  hablen nuestros corazones.
No digas nada, no diré nada, nos cogeremos de la mano  y dejaremos que hable nuestro destino.

M.C.G.C. - Mari Carmen Gómez Castro

TE REGALARÍA

Ama a tu prójimo por lo menos la mitad
que al perro que llevas a la peluquería
 
y alimentas con delicias.
Si, ládrate al espejo . . .
Los que no disfrutan como enanos
pretenden llegar lejos
dando pasos de gigante egoísta.

J.J.C. - Juan Jiménez Caballero

TE REGALARÍA

Te regalaría una joya mágica que te hiciera reconstruir tu vida desde los cimientos, borrar los dolores tras aprender de ellos, amanecer cada mañana sin dudar que todo tiene sentido, con ganas de descubrir que sabor tendrá ese día, una joya con tal poder que transformará tu vida en lo que siempre debería ser la vida: felicidad y sabiduría.
Pero me preocupa tu reacción al encontrarte la joya porque aún siendo la más valiosa y difícil de conseguir, no se llama diamante, se llama ilusión.

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ESTATUAS

En aquel tiempo soñaron las estatuas con sueños en los que soñaban que soñaban.
Creo que nunca llegaron a estar, tanto las estatuas como los humanos que las crearon, tan cerca de la realidad.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net

ESTATUAS

Mastico tierra,
dolor de metamorfosis.
En estos días de humo,
yo también vivo dando vueltas en círculo.
Ese momento en que te sorprendes plagiándote a ti mismo.
Las palabras que se lleva el viento
las devuelven las caracolas de la mar.
Nadie quiere un poema triste,
por eso lo mío lo escribo con una nariz de payaso.
Por eso a lo que escribo se le notan las costuras y la trampa.

J.J.C. - Juan Jiménez Caballero


ESTATUAS

ES
ESTÁ
ESTATUA
ESTABLE
ESTABLECIDO
ESTADÍSTICO
ESTATUTARIO
ESTUPOR
ESTABLO
ESTATUA
¿ESTÁ?
¿ES?

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MICRORRELATOS

Me equivoqué
y entre suplicio
y suplicio, 
acabé por olvidarte.
Estaba escrito
en alguna parte.
Estaba...
entre las lineas
de la vida.

José María Rico


MICRORRELATOS

Arthur y Georges


Luz crepuscular. Árboles. Alguno parece a punto de arder. Calor sofocante. El suelo es de albero. En un banco, sentado, descansa un tipo con barba peculiar. Un paseante desastrado le pregunta:

- ¿No será usted, por casualidad, Georges Perec?
- Nunca. Excepto hoy.

El pájaro en la rama de al lado se asombra y suda. No canta por no molestar.

- ¡Caramba! Aprovechemos pues. Pero si desvarío no me lo tenga en cuenta porque “Yo es otro”; al menos durante un rato.
- Eso me produce una desilusión. Calculada, claro está.

- No me robe usted el fuego, el poeta soy yo.
- Ya, yo solo camino por los muelles, rozando las paredes, perdiendo el tiempo. Sin deseo.

Un poco de brisa . Un poco de tregua al calor sofocante. Arthur presume un poco.

- Pues yo ya lo he olvidado todo, a base de mucha paciencia ¿sabe?
- De pronto he descubierto que no sé vivir, que no sabré jamás.

- ¿No se ha dado cuenta de que el hombre interpretó ya todos sus papeles?
- No se puede vivir mucho tiempo en el frenesí.

Georges se va sintiendo más cómodo. Reprime un bostezo, esta noche ha dormido poco.

- No sé si me entenderá, pero yo debería tener un concierto de infiernos.
- El antídoto a eso podría ser utilizar gestos de autómata: Corcho en el agua: ir a la deriva, seguir el tumulto, deambular. 

- ¡La hemos vuelto a hallar! La eternidad es el mar mezclado con el sol...

- … para llegar allí, casi nunca hay barcas, pero puedes cruzar a nado.


Un trueno. Comienza a llover a cántaros. Ellos ni se inmutan y miran al frente sin hablarse. El albero queda empapado. Escampa de sopetón. Se dan la mano y cada uno tira para un lado con su estilo característico. Oscurece muy despacio.


(Improbable encuentro de George Perec con Arthur Rimbaud. Las frases son suyas, aunque un pelín adaptadas para que parezca un dialogo real)

José Luis Álvarez




MICRORRELATOS

Me dijo que me iba a dejar,
porque huelo a poeta.
Y yo me bañé en azufre
para que se quedara.

J.J.C. - Juan Jiménez Caballero


La falta de la humanidad de la computadora consiste en que una vez se la programa y trabaja adecuadamente su honradez es intachable (Isaac Asimov)





Está triste, mucho, triste, perdió la hacienda no perdió lo que no tenía hacienda alguna había

Hacienda le quitó iba a marchar de vacaciones y qué tinte amargo nada

en el banco el banco es la pantalla al final del invierno entero trabajando como mula

atada y ¿por qué? el niño importa que venga bien es lo que importa y que me quieras amén

amén de madrugada llorando por eso ¿por eso? prioriza y vámonos a berlín, ginebra, a joder

–nos en otro idioma admito mi desconfianza una mujer que así despierta en este país

todo son desierto ahora ser mamá tractor pediatra tractor fin de mes declarar quiero

está brindándonos las peores versiones de sí no necesariamente las más baratas

ordinaria diría la abuela burda contando sus compras planes billetes en un funeral hay

mujeres talón de elefante uñas de porcelana profusión de oro y polígono ehpaña o

esssspaña células madre que defraudan cohechan gritan no! gritan gol! pagan la última

aspiran la hache en un baño la anegan de colegio de pago y relaciones vámonos

¿adónde? siempre junto y con tilde no hay a dóndes sí hay de nuevo reglando me voy

a pasar al menos la unidad del saludable perineo (i) por el idioma


(i) la hamaca de músculos que sustentan el útero, los intestinos, la vejiga, el recto; durante la
          gestación
el suelo pélvico se relaja; es la base del canal del parto.


Julieta Valero, incluido en Nayagua. Revista de poesía (nº 22, julio de 2015,  Fundación Centro de Poesía José Hierro, Getafe).
Otros poemas de Julieta Valero
FinalmentePerineo y embargoSiddharta en Google



sábado, 23 de diciembre de 2017


TEMAS TERTULIA 29-12-2017

TE REGALARÍA
ESTATUAS
MICRORRELATOS



La paz no se puede mantener por la fuerza; sólo se puede conseguir por la comprensión. (Albert Einstein)




Las palabras me hechizan
Me hacen señas
Pidiendo que les busque
Algún trabajo
El salario no importa--
Vienen como gentíos las palabras
A mi pluma
Igual que proletarios
Las palabras exigen
Su derecho a la voz
Queriendo establecer la dictadura
De las palabras en la vida--
Necesitan a uno que comprenda
A uno que las ponga a su servicio.
¡Pero yo no soy ése!
Las palabras se cruzan de brazos
Se sientan y se duermen
A los pies del poeta
El único que sabe su valía
Y se van a morir
Las palabras si alguien
No las agita a tiempo--
Las palabras son silencio que habla--
Burbujas de silencio que hablan.



Sony Labou Tansi en El otro mundo, incluido en Letras libres (Edición para España, febrero de 2003, selec. de Landry Wilfrid Miampika, trad. de Javier del Prado).



La culpa, el arrepentimiento, el resentimiento, la tristeza y cualquier forma contraria al perdón, es causada por un exceso de pasado y una falta de presente. (Eckhart Tolle)


TEXTOS TERTULIA 22-12-2017
EL MUNDO ES UN PAÑUELO
LA COLA

MICRORRELATOS



EL MUNDO ES UN PAÑUELO
Un pañuelo que envuelve a un recién nacido.
Un pañuelo que seca el sudor de quienes, día a día, construyen y mantienen el mundo en pie, esos tantos millones de héroes anónimos.
Un pañuelo atado a un palo al que llamamos bandera, un pañuelo que siempre acaba manchado de sangre.
Un pañuelo al viento un día cualquiera sin viento.
Pañuelos coloridos revoloteando en mil bailes.
Pañuelos, uniformes y hábitos de uso obligatorio que pesan como si fueran de plomo.
Pañuelos de discordia por el color del pañuelo. Los colores, sabios ellos, saben que son todos hermosos y se ríen de la locura humana sembrando arcoíris en el cielo.
Pañuelos en los que ir recogiendo migas de tiempo y felicidad.
Pañuelos para cubrirse en las iglesias, para esconder obsesivamente ante Dios la obra que dicen de Dios.
Pañuelos de forajido para cubrir testas santas o coronadas.
Pañuelo siempre solidario para ese brazo en cabestrillo.
Un pañuelo blanco cubriendo la cara de un cadáver tendido en la calle.
Un pañuelo cansado de secar lágrimas.
Pañuelos de estrellas que, en nuestra arrogancia creemos poder imaginar.
Pañuelos llenos de símbolos que significan cualquier cosa menos pañuelos.
Pañuelos con tantos nudos que parecen pequeños planetas flotando en el infinito.
Pañuelos bordados de prejuicios, fantasía, locura y tristeza.
Pañuelos finos como la muselina y fuertes como el agua.
Pañuelos que no dejan pasar ni un rayo de sol y pañuelos que llevan el sol con su presencia.
Pañuelos con los que hacemos torniquetes para cortar hemorragias vitales.
Pañuelos en las cabezas de recatadas mujeres rescatadas contra su voluntad de supuestamente peligrosas tentaciones libertarias.
Pañuelos que se creen manteles y manteles que sueñan con ser sábanas.
Un pañuelo con tus iniciales, ese ego . . .
Un pañuelo perfecto, un pañuelo invisible.
Un pañuelo siempre impregnado con un perfume a eterno.
Un pañuelo bordado con nuestros pasos, nuestros miedos, nuestras ilusiones, nuestros amores y nuestro destino.
Un pañuelo siempre al viento, tan cargado de risas como de lamentos.
Un pañuelo de muchas justificaciones y disculpas y pocas razones.
Un pañuelo que se deshilacha a cada instante en hilos irrecuperables.
Un pañuelo con más risas que lágrimas aunque no lo veamos en nuestra ceguera milenaria de miedos.
Un pañuelo por igual de ira y templanza.
Un pañuelo con más magia que las alfombras voladoras.
Un pañuelo cargado con toda la insistente y obstinada fuerza de la vida.
Un pañuelo cuidadosamente doblado donde conservar, a pesar de todo, la esperanza.
Sí, eso es el mundo, tan sólo un pañuelo . . .
Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


EL MUNDO ES UN PAÑUELO

y allí estaban el Astrónomo Autónomo, el Médico Enfermo, y la Santísima Trinidad. Esta última, en reunión privada y decisión muy discutida, había acordado que su portavoz fuera El Espíritu Santo.

La sala era aséptica, pero tenía algo de Observatorio Astronómico, algo de Hospital Privado, y unas goticas de Catedral (gótica, por supuesto).

Los roces entre los allí reunidos eran inevitables, aunque el Espíritu Santo no paraba de salmodiar, con esa voz de pito característica, que el Amor lo amor... tigua todo. “El Padre” tenía cara de malas pulgas, probablemente por no haber sido elegido portavoz oficial del triunvirato. “El Hijo” parecía divertirse con todo aquello, pero no perdía la ocasión, y a la primera de cambio, se ponía a inventar parábolas en plan escritura automática, sin ningún tipo de filtro. El Astrónomo parecía ausente, como en la Luna de Valencia, y de vez en cuando pensaba en la miseria que le quedaría de pensión al jubilarse. El Médico Enfermo se auto auscultaba y auto recetaba cada dos por tres, poniendo cara de autosuficiencia.
Todos llevaban batas blancas excepto El Espíritu Santo, que iba a pelo, con sus plumas blancas. El Astrónomo Autónomo se había confundido de estuche, y en vez del telescopio se había traído un violonchelo. No se cortó un pelo y se puso a tocar bachata como un poseso. La Santísima Trinidad aportó a la reunión unas tortillas de patatas sabrosísimas y una garrafa de vino del Priorato.
El Médico Enfermo se ofreció a recetar, al módico precio de 50 eurillos, cualquier medicamento que pudieran necesitar los contertulios; pero al final nadie se fiaba de un médico enfermo.

Resultó que no había tanto Amor para amor...tiguar todo y se lió la de Dios es Cristo. Aquello terminó como el Rosario de la Aurora. El Médico le dijo a “El Hijo” que se metiera sus parábolas por donde le cupieran. “El Padre” se lió a bastonazos con el Astrónomo”, al parecer odiaba la bachata. El "Espíritu Santo”, que era hembra, se tomó todo aquello como una afrenta personal y empezó a volar por encima de los asistentes y cagarse encima de ellos, con gran puntería, por cierto. Parece ser que, en último término, fue “El Padre” el que llamó a la Guardia Civil (uno de ellos venía cantando fandangos de Huelva a voz en grito). Se los llevaron a todos al calabozo. Para El Espíritu Santo habilitaron una jaula especial, más pequeña y con barrotes más juntos. Como todos tenían muy buenos abogados, salieron en libertad sin cargos. A partir de ese momento intentaron evitarse, aunque a veces resultaba inevitable algún encontronazo, como es lógico; el mundo es un pañuelo...

José Luis Álvarez



LA COLA
La cola de comprar pan 
y dar los buenos días con la boca chica. 
Entredientes.
La cola de camas en el pasillo de urgencias.
La cola del supermercado y  se me olvidó pesar el alma.
La cola de la iglesia para que te den la hostia.
La cola de venga usted mañana y su puta madre.
La cola de los corruptos y los jueces riéndose en nuestra cara desde los paraísos fiscales.
Y luego la cola para votar. Ésta sí que tiene guasa.
La cola para tatuarte en la frente” tonto el que lo lea”
La cola del banco y los números rojos. Dame algo.
La cola para que te pongan un sello en el culo.
La cola, la gran cola del los parados, que llega hasta un precipicio. Esperando que el S A E haga su trabajo.
La cola, la larga cola de los desencantados
y de los sapos que esperamos algo más que un beso.
La cola para comprar un puto décimo de lotería, con la fecha de  cuando te casaste con tu mujer. Que no te va a tocar.
La cola de los hambrientos. De los que no tienen pa calentarse, en esta España donde se pone el sol.
La cola de mi gato sin cola.
La de Nacho Vdal.
La cola en las farmacias comprando cosas para dormir y no despertar.
La banca gana con la deuda pública más de lo que costó el rescate.Y esto no trae cola.
Abandona la cola y empieza a tirar piedras...

J.J.C. - Juan Jiménez Caballero


LA COLA

“… y algunas veces vi caer al que estaba delante de mí y al que estaba detrás, mientras yo me palpaba el cuerpo extrañado de haberme quedado en pie. Y, en definitiva, un poco contento, porque había ganado un puesto en la cola y tenía una probabilidad más de alcanzar el panecillo.” (El Maestro Juan Martínez que estaba allí – Manuel Chaves Nogales)


Estamos condenados a la constante dicotomía entre la tristeza por la muerte de otros y la alegría de seguir vivos, entre la compasión hacia los más desafortunados y el agradecimiento por no ser uno de ellos, entre la voluntad de querer ayudar y el temor a quedarnos sin lo que nos pertenece. Queremos a veces ser y a veces no ser como aquel a quien miramos.
Insiste la esperanza en salir de su caja y ofrecernos expectativas que aceptamos a ojos cerrados sabiendo que nada podremos hacer más que resistir ante las embestidas de la vida y, pasado el espanto, palparnos el cuerpo extrañados de haber quedado en pie.
Sin duda alguna, vivimos haciendo cola.

Madrid, 20 diciembre 2017 – Victoria Blanco


LA COLA

La cola quería ser caracola pero no sabía como buscarse la vuelta, como colarse en la realidad, como ser ella misma sin caer en la cárcel de viejas o nuevas ideas, como conocerse, realmente, a si misma . . . lo que nos pasa a todos . . .

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MICRORRELATOS

¡Cuánta ilusión y cuántos sueños que se han hecho realidad gracias a él!
Ese hombre con mirada dulce y palabras cariñosas. Cuando llego a la puerta de su casa le llamo y enseguida sale a verme. Me saluda y a su manera me da a entender que se alegra de que haya llegado. Yo también me alegro mucho de que esté en casa cuando voy a visitarle. Cuando no estoy en su casa me llama, porque siempre tiene ganas de verme.
Los mejores ratos son junto a él, a veces hasta comemos juntos. Lo que más le gusta es el pollo asado, a mi también,   le agrada compartirlo conmigo.
Pero hay algo que él no sabe y yo no me atrevo a confesarle,   temo que si lo supiera quizás ya no querría verme, pero no puedo más y tengo que contárselo, sino nunca estaré tranquila.
Sí fui yo, fui yo quien destrozó el techo del velador y también soy yo la que duerme en el balancín de la terraza.
Lo siento mucho, las gatitas somos así.

M.C.G.C. - Mari Carmen Gómez Castro


MICRORRELATOS

    * Había una vez un gato callejero que quería s4er tigre para que los humanos, que tanto daño le habían hecho, le temieran.
    Había también un tigre que qería ser gato para que los humanos, por los qu esiempre había sentido curiosidad, no huyeran al verlo.
Y había también un tercer personaje, un pajarillo que, observándoles desde un árbol, les invitó, con su canto incomprendido, a que se conocieran más a si mismos.

*Cuenta la leyenda que aquella era la única sociedad humana que podía vivir sin leyendas, pero se dice también que tal vez se trate tan sólo de una leyenda.

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MICRORRELATOS

Existe un lugar
sólo para mí
pensando sólo en tí,
luego existo.
Yo pienso sólo en tí
y tu piensas en mí.
Conjunción o preposición,
luego existimos.
¿Dónde estan
aquellas emociones?
¿Dónde están, 
dónde se esconden?
¿Dónde están 
aquellas emociones?
¿Dónde?
¡¡Dime dónde!!

José María Rico






Siendo humano, jamás digas qué va a pasar mañana,
ni, al ver a alguien dichoso, por cuánto tiempo lo será.
Porque ni el moverse de la mosca de finas alas
es tan rápido como el cambio permanente.


Simónides de Ceos, incluido en Antología de la poesía lírica griega (siglos VII-IV aec) (Alianza Editorial, Madrid, 2001, selec. y trad. de Carlos García Gual).



Si te preocupas por lo que podría ser, y te preguntas que podría haber sido, ignorarás lo que es. (Anónimo)