sábado, 25 de junio de 2016

VOCES entre VOCES




Cuando era más joven lo recordaba todo, hubiera sucedido o no Mark Twain (1835 - 1910), escritor y humorista estadounidense.

TEMAS TERTULIA 1-7-2016
NOSTALGIA
PAN Y PANIZO
UTOPÍA


El Ministerio de Economía debería llamarse Ministerio de la Miseria, ya que al Ministerio de la Guerra no se le llama nunca Ministerio de la Paz. Jacques Prévert (1900 - 1977), poeta, autor teatral y guionista de cine francés

TEXTOS TERTULIA 24-6-2016

UN LUGAR EN EL MUNDO
NADA ES MÍO
SEMBRANDO EN EL DESIERTO

UN LUGAR EN EL MUNDO
Guía, instrucciones o brújula para encontrar su lugar en el mundo:

No olvide que habita un universo paradójico donde, por extraño que parezca, es tan real y verdadera una afirmación como su contraria. Aprenda a buscar la paradoja que se esconde tras cada acto, cada causa y cada consecuencia y descubrirá un llamativo y asombroso juego.
El pasado sirve para aprender y el futuro para tener ilusiones, úselos adecuadamente mientras permanece prisionero del presente.
Existen hechos y posturas más o menos vitales, más o menos sanas, pero no buenas o malas. Bien y mal son sólo algunas de las tantas fantasías de nuestra mente, y juzgar y condenar lo diferente, una vía segura al integrismo mental. Admita la diferencia y unicidad de todo ser vivo, no hacerlo le llevará a encerrarse en la certeza y a renunciar a los beneficios del dudar.
No pierda la curiosidad, si no la tiene es porque todavía no ha encontrado su juego vital, el que le hará crecer. Búsquelo.
Para perdonar hay que comprender, y la capacidad de comprensión, tanto como cuanto deseamos, están limitados por lo que hemos percibido anteriormente. Si no lo admite, permanecerá encerrado en los límites de lo vivido, limitando así lo por vivir.
Todo individuo crea su propia ética, tiene su razón y está convencido de ella, y todas son dignas de respeto. Sólo la ruptura de acuerdos sociales no debe ser pasada por alto, sería un suicidio colectivo hacerlo siendo, como somos, una especie social y gregaria.
Juego y arte son una misma cosa, disfrute de todas las creaciones, pero no mitifique ninguna ni a ningún creador, pondrá límites a su juego y desperdiciará la riqueza del mismo.
Puede engañar a los demás, e incluso engañarse a si mismo, pero la vida no admite trampas: Intente nunca hacer daño, el tiempo le devolverá cada egoísmo, cada crueldad, en el momento y forma que menos lo espere. Si es realmente inevitable para defender la vida, que sea el menor posible.
Aprenda a diferenciar lo necesario de lo prescindible, lo importante de lo superfluo, los pequeños placeres de los grandes. Luego, elija.
Sea modesto en el aprendizaje, no crea que ya sabe porque cargue a sus espaldas muchos años o experiencias, siempre queda algo por aprender. Respirar, amar, perdonar, conocerse a si mismo, compartir o ser libre, son artes cuyo aprendizaje requieren toda una vida, y siempre nos queda alguna lección pendiente.
Aprenda a domesticar las costumbres, que son, al tiempo que nuestras cadenas, la llave para nuestra liberación. Somos lo que creemos y creamos. Si imagina lo mejor que su mente pueda concebir, y lo pone en práctica, terminará siendo lo imaginado, sólo necesita convertir esa idea en su costumbre y la costumbre la transformará en su realidad.
Viva y deje vivir, y tómese su tiempo para ejercitar este arte, no caiga en la trampa de creer que ya lo sabe, es parte del examen final de cada ser humano.
Todo universo necesita un equilibrio más o menos estable, incluso los universos paradójicos: búsquelo en cada acto, en cada gesto, en cada pensamiento, cuando lo encuentre ya tendrá en sus manos su mapa interior, el detector de todas las fantasías y realidades.
No se desoriente ni se desanime si se encuentra con otros seres convencidos de saber exactamente cual es su lugar en el mundo, mientras, con tanto tesón como desorientación, giran en círculos.
Y si al final, a pesar de todo, no encuentra su lugar en el mundo, recapacite, tal vez esté buscando en el lugar equivocado, posiblemente demasiado lejos: ese lugar tan abstracto y difícilmente localizable suele estar mucho más cerca: casi siempre, en nuestro interior.

Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com

UN LUGAR EN EL MUNDO, SEMBRANDO EN EL DESIERTO.

A un lugar en el mundo llegó un hombre viajado, observador y cultivado.
En este lugar de gentes a sus costumbres acomodadas a su día a día apegadas,
Pensaban que nada cambiaría, siempre así había sido y siempre así sería
El hombre quiso transmitir de los lugares que había ido todo lo aprendido
Para la gente de lo dicho nada era cierto, fue sembrando en el desierto.
-Quien se habrá creído que es, de fuera viene a engañarnos y lecciones darnos-
Desanimado y abatido, por la gente rechazado se encerró en su casa y esperó.
-¿Qué he hecho mal, para este rechazo y celos cosechar? Sólo quería ayudar-.
Un día fuertes vientos llegaron, las lluvias cesaron y todos a él buscaron.
-Tú de la mala suerte eres agorero, coge tus cosas y sigue el sendero-.
La tentación del "ya te lo dije" por su mente pasó pero él prudente calló.
Las cosechas se empezaron a secar, el hambre y enfermedad a asomar.
Desesperados le preguntaron- tú que a otros sitios has ido como han sobrevivido-
-En un lugar en el mundo como este al aire tienden redes y de esa agua beben-
-Te ríes de nosotros, tú estás loco- un viejo sabio interrumpió y al hombre preguntó.
-Al amanecer el viento del mar trae humedad que las redes pueden atrapar-
Así lo hicieron y el lugar sobrevivió a una sequía que nadie conocía.
El hombre sus cosas recogió, amable se despidió y al camino se echó,
-Quédate con nosotros, ahora te queremos y nuca te echaremos-
-Si una vez renegasteis de mí volverá a pasar y si fallo peor será-.
Parábola atemporal que para niños es, también para mayores debería ser,
Que las cosas cambian continuamente, para seguir siendo como siempre
No debes del que nuevas trae sospechar y lo que dice escuchar.
Aléjate de las personas con celos y envidias, sólo traen la perfidia.
Al que una vez te falló procura vigilarlo, porque volverá a intentarlo.

Diego F. Guevara de Bonis

NADA ES MÍO
Nada es mío salvo mis cicatrices y lo cálido que haya podido sembrar usándolas como combustible en el hogar de la existencia. Todo lo demás es prestado, comprado, robado o rogado, el punto final de una infinita cadena de causas y consecuencias, apenas un puñado de polvo en el viento, sin la individualidad de las cicatrices ni la grandeza del calor regalado sin un interés por medio, sin más grandeza que el mero placer de hacerlo . . .

Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com

NADA ES MÍO

Yo tengo un relato, corto, y a veces largo.
En él predomina el silencio , un silencio largo.
No se manifiesta, se esconde.
Se esconde entre las paredes de la vida.
Yo tengo unas poesías que me daban de comer
mientras dormía.
Sus palabras son el suero de mi vida.
Yo tengo mi obra que me alimenta en sabiduría.
Personajes tontos que interpretan mi agonía.
Yo tengo una canción, que la susurro por las esquinas.
Esa canción que me brota por los poros,
se adueña de mi voz para seguirte
por las noches y los días.
Lo que tengo yo, te lo entrego de por vida.

José María Rico

SEMBRAR EN EL DESIERTO
Semilla tras semilla, frase tras frase,
lluvia de regadera sobre la arena
y un martilleo dulce en los remaches.

Altivez y soberbia p’a ensombrecerlas
y que la voz se pierda entre los valles
agostando la siembra para vencerlas.

Hasta que un día, el sol, con una fuerza
desconocida, llenó de sombra y brillo
los surcos que iba yo haciendo en el camino;
entonces las palabras con las semillas
salieron de entre los cauces con mucho brío
bañadas por los rayos del sol amigo.

Madrid, 24 junio 2016 Victoria Blanco para VOCES entre VOCES

SEMBRAR EN EL DESIERTO
"Cóctel Molotov."
Palabras de un nuevo proscrito.
Lo habéis conseguido...
A partir de ahora seré "EL QUIEBRA LEY "
Estoy cansado de tanta sinrazón e injusticia. De tanto abuso de los que mandan. Seré un criminal a la altura de las circunstancias. Os combatiré con todas mis armas.Seré la rabia de los Don Nadie. No sirve de nada sembrar amor. Quemo banderas blancas. Os escupo a la cara mi veneno.
No busquéis culpables. Todo delito llevará mi firma. No merece ni un gramo de poesía esta tierra ... Poder. Cobardes perros guardianes, el miedo ha cambiado de bando.
JJC - Juan Jiménez Caballero


sábado, 18 de junio de 2016

VOCES entre VOCES
Escritorio, Libro, Vela, Reloj, Mesa, Estudio
VOCES entre VOCES

Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad. Jean Paul Sartre (1905 - 1980), filósofo y escritor francés, exponente del existencialismo.

TEMAS TERTULIA 24-6-2016

UN LUGAR EN EL MUNDO
NADA ES MÍO
SEMBRANDO EN EL DESIERTO

Si está en un callejón sin salida, no sea tonto... salga por donde ha entrado. Jorge Bucay (1949 - ), psiquiatra y escritor argentino.

TEXTOS TERTULIA 17-6-2016

TRATO
SUBMUNDOS
NO SE ME OCURRE NADA

En este blog se pueden encontrar todos los textos de la tertulia Voces entre Voces:


TRATO
Mientras yo trato de ti,
la vida trata contigo
de ser un tú sin un yo.
No lo trates, déjalo,
me informa tu corazón
que el trato será baldío.
Victoria Blanco para VOCES entre VOCES 17 junio 2016

TRATO

Tratemos de transformar la idea de trato.
Hagamos de saber tratarnos a diario un tratado de vida.
Tratemos de tratarnos, tras el indispensable respeto, además, con alegría.
Tratemos que los miedos sean sólo una circunstancia siempre superada por la risa.
Tratemos que sea la felicidad el único tratamiento para dudas, miedos y otros temores y prisas.
Tratemos de transgredir la demonización de la duda, tratemos de abrir ventanas.
Tratemos a nuestros semejantes con terca honestidad cuando hagamos un trato.
Tratémonos con más trasiego y menos teatralidad, con menos indiferencia y más ganas.
Tratemos de hacer tratable, soportable, y hasta divertido, este trecho temporal al que llamamos vida.
Tratemos de encontrar un tratamiento que haga tratable tanto al teocrático como al teocrítico, incluso al que su dios le salió rana.
Tratémonos de una forma tan provisional como eterna, todos sabemos, al fin y al cabo, como termina esta tragicomedia, inevitablemente, en todo . . . o en nada.

Nekovidal – ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com




TRATO

ESTO NO ES UNA CRISIS, ES UNA ESTAFA.
Me jode esta recuperación que nos está matando.
No tengo manos para el reparto de limosnas.
Dicen que vamos en buena dirección en este túnel
sin salida.
Me sangran los oídos de escuchar
que todo ya va bien..
Mientras miles de muertos vivos
en esta cruenta guerra,
seguimos sin enterrar.
Entre tumbas y números
el hambre, la indignidad
y la gran mentira con que llenan la boca
a los malheridos de indiferencia y frialdad.
Resuena, en el hilo musical, la grosera propaganda,
nos piden opinión sobre el sexo de los ricos
y de los ángeles.
De noche, en el dolor de la verdad y del silencio,
cuando ya no hacen efecto las pastillas,
que nos dan para dormir,
adivinamos en pesadillas las carcajadas
de los amos.
Mañana, con la misma tristeza maquillada
en la cara,
les seguiremos tocando las palmas por alegrías,
a los que mandan.
El espectáculo debe continuar
aunque ya no queden artistas ni arte.
Pero, necesitamos que alguien
nos regale un buen cuento,
de final feliz aunque no haya perdices, ni princesas.
Deseamos que alguien nos diga
que tenemos sangre en las venas.
Sangre de un color muy rojo clamando al cielo.
Queremos que alguien nos arranque
los pies del suelo
con una bocanada de libertad y un sueño.
Para sentir, pedimos que alguien
hunda su mano en nuestro pecho
y nos toque más fuerte el corazón.
Buscamos un amanecer, que como un cuchillo
desgarre el velo
y de luz a nuestros ojos cerrados.
Pero primero, dejemos de alimentar ese dolor
que nos pone de rodillas.
Y apostemos cada uno, por ser ese alguien que
ansiamos.
Agua de mayo para nuestros desiertos.

Juan Jiménez Caballero


SUBMUNDOS

Mediodía con nubes grises
Noche de cielo anaranjado
Una avenida extrañamente silenciosa
Y rascacielos apenas iluminados
(Domingo encapotado) 
Sara ViTa


SUBMUNDOS


Existe un mundo subterráneo donde está prohibido quedarse sin miedos propios o renunciar a los ajenos impuestos.
Unos lo llaman submundo, otros, simplemente, el mundo.
Nekovidal – ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com


SUBMUNDOS

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

El miedo comenzó con la primera pregunta: ¿Por qué?, y todos, aterrorizados, inventaron respuestas: Yo lo sé, yo lo sé . . . Y transcurrieron milenios luchando por la respuesta única, porque sólo una, decían, podía ser la verdadera.
Un día, el loco del pueblo preguntó: “¿Y no será que la misma pregunta es la respuesta . . . ?”
“Todo es como es porque no podía haber sido de otra manera, en caso contrario, hubiera sido diferente.”
El loco fue nombrado alcalde y desde entonces intenta, en vano, presentar cada mañana su dimisión irrevocable.

Nekovidal – ARTES LIBRES -

SUBMUNDOS

UNA ROSA EN MI JARDÍN

Se acaba el tiempo
Y ya no queda nada más.
Ahora es el momento
De ponerle a todo un final.
Tan solo presiento
Que tengo mucho de que hablar.

No me gustan las penas,
que nadie las derrame por mí.
Que cuando amanezca
habrá una rosa en mi jardín.

Que fue todo aquello
que he dejado hacia atrás.
Adiós al regreso,
aquí tampoco se está mal.
Tan solo presiento
que tengo mucho de qué hablar.

No me gustan las penas….

José María Rico

SUBMUNDOS

NEGRITA
Cuenta mi madre que al enterarse de su enfermedad, los gritos de desesperación de mi tío se oían a cuadras, el amor que sentía por ella era digno de un cuento de hadas.
Mi tía Negrita era una de esas personas que rozan la santidad, siempre con una sonrisa beatífica en su rostro. En la casa de sus padres los mendigos hacían cola en la tarde para recibir algo de pan y dulce, devotos extremos de esos que nunca faltan a misa.
Cinco años después, el día de su cumpleaños, ella perdió la batalla contra la leucemia, se levantó, se despidió de todos y cada uno con un beso, se acostó y se fue para siempre.
Mis abuelos me dijeron que ella murió porque el Señor la necesitaba y yo con mis seis añitos me preguntaba, si era todopoderoso, ¿para que la necesitaba?, ¿por qué la hizo sufrir?, yo la necesitaba mucho más, la extrañaba.
Mi tío, compartiendo su dolor, me explicó que estaba en el cielo, que se había convertido en una estrellita.
El cura de mi escuela, el mismo que tenía todas las respuestas, el que nos explicó como Noé llenó una barcaza con todos los bichos, el mismo que exigía un pequeño trozo de papel garbanzo con el sello de la iglesia de la misa del domingo para entrar a la escuela el lunes, so pena de llamar a mis padres a explicar mi pecado de faltar a misa para quedarme viendo los dibujitos animados del domingo a la mañana, ese mismo, me dijo que la razón del sufrimiento y la muerte temprana de las personas buenas no tenía respuesta, que era uno de los misterios del Señor… Allí murió mi fe, la que intentaban inculcarme, de nada les valió obligarme a ir a misa. Los niños no son adultos tontos, son sólo chicos, necesitan explicaciones razonables, no boberías.
Muchas veces, mirando el cielo, percibí una guiñada de ella en el titilar de alguna estrella diminuta, quizás me hice aficionado a la astronomía buscándola.
Ya grande, extraño escucharla en el murmullo del viento, en la hojas de los árboles del parque, diciéndome que soy su sobrino más lindo, que debo portarme bien, que debo estudiar, obedecer a mis padres y muchas cosas más…, pero hay una palabra  que conociéndola siempre esperé y nunca dijo: Dios… y así mi fe se fue con el viento para nunca volver…
Eduardo Abenia

MÁS VALE TARDE QUE NUNCA . . .

EL MAR

A cuento del mar.
Eterna noche sin luna
Poniente fuerte, fría bruma
la luz de tu faro me alumbra
y mi velero con el mar pugna
Ruego a Eolo a Neptuno imploro
En mi sinrazón por perderte lloro
el viento me aleja, estoy solo
Jarcias jalo velas tenso, zozobro
Y en el faro tu luz me ignora
Hay más puertos donde la luz mora,
No son otros los que mi corazón añora
Solo la luz de tu faro mi ser adora
Eterna noche sin luna
Poniente fuerte, fría bruma

Diego Francisco Guevara de Bonis



sábado, 11 de junio de 2016


VOCES entre VOCES

Lo lograron porque no sabían que era imposible. Jean Cocteau (1889 - 1963), crítico, poeta, novelista, dramaturgo, pintor y cineasta francés.


Tú eres lo que tu deseo más profundo es.
Como es tu deseo, es tu intención.
Como es tu intención, es tu voluntad.
Como es tu voluntad, son tus actos.
Como son tus actos, es tu destino.

Upanishad (उपनिषद्)


TEMAS TERTULIA 17-6-2016

TRATO
SUBMUNDOS
NO SE ME OCURRE NADA


Si no lees el periódico, serás un desinformado; si lees el periódico, serás un mal informado. Mark Twain (1835 - 1910), escritor y humorista estadounidense

TEXTOS TERTULIA 10-6-2016
NADA
ALGO
ACCIDENTES VITALES


En este blog se pueden encontrar todos los textos de la tertulia Voces entre Voces:


NADA
Sin tus genes y sin las personas que te criaron los primeros quince años de tu vida, ¿qué quedaría de Ti, tal y como eres actualmente?
(Inexistencia personal)
Sara ViTa

NADA
AQUELLOS BIZCOCHOS
Los veía cada noche y los deseaba cada mañana; no le pertenecían, tampoco le pertenecía la risa, ni el dolor, ni la hora de la comida… no era, estaba. Deambulaba por la casa como una tortuga, sin hacer ruido. Aquel envoltorio excitaba sus sentidos; no los mires, no son para ti. Cada bocado al bizcocho le recordaba su inexistencia, desayunaba galletas mirando, sin ser vista, las delicias que endulzaban otra boca más dichosa. Pasaron los tiempos y con los tiempos se consolidaron los recuerdos; una tarde quedaron para tomar café; la afortunada llegó a la casa con una flamante bandeja de pasteles envuelta en aquel mismo papel rojo y una sonrisa impostada que evidenciaba mucha falta de memoria y una sempiterna crueldad. Ella preparó un café sin ternura, extendió el mantel con desgana y, sin mediar palabra, mientras le ofrecía una servilleta, le acercó la punta de una cucharilla a la aorta para obligarla a engullir uno a uno todos los pasteles de la bandeja. Traga –la instigaba– con el ansia que lo hacías cuando desayunabas en contra mía, quiero que cada mordisco te duela como me dolieron a mí, para que sepas de barbarie y valores la vida, tú, que siempre estuviste muerta; hoy seré yo quien no te vea a ti. Entre bocado y bocado, una pregunta rompió el silencio: – ¿Qué piensas? Pareces ida. Ella respondió: – Nada, fantasías mías.
Victoria Blanco Lucero - 10/06/2016 NADA
NADA
Elija una idea y no la comparta ni la cuestione.
Refúgiese en el engañoso calor de las certezas, al tiempo que rehúye el complejo frescor de la duda.
Hable de amor, grandes ideas, preferiblemente de apariencia progresista, pero ataque a quien, según usted, no sabe amar o no comparte sus ideas.
Hable de libertad, pero nunca aplique el principio de igualdad, imprescindible en todo acuerdo, puede resultarle incómodo o inconveniente.
Nunca olvide que su grupo, su pandilla, sus paisanos, su país, su raza y quienes comparten su idioma y sus ideas, son mejores que todos los demás grupos y personas, simplemente porque son suyos.
No intente comparar sus conclusiones con las ajenas, debatir, ni dialogar, por el contrario, repita obsesiva e insistentemente su conclusión, y persiga a quien no coincida con su punto de vista. Incite, siempre que pueda, a la expulsión y el linchamiento del diferente o de quien no ratifique cuanto usted diga, sea lo que sea.
Ante todo, nunca olvide que, si alguien está equivocado, son los demás, nunca usted, y que siempre encontrará un coro que, por miedo o mal entendida solidaridad, callarán o le darán la razón.

Así siempre tendrá razón, pero sólo en su mundo, ése que seguirá siendo, inevitablemente, un mundo muy pequeño y triste y, al fin, nada . . .

Nekovidal – ARTES LIBRES – nekovidal@gmail.com

ALGO


Algo me ronda por la mente en ocasiones con la insitencia de una obsesión, me despierta a mitad de la noche para sembrar en la inmediata memoria momentos y sensaciones que creo no vividos, me desconcierta con su equipaje de dudas, me recrimina cuanto no creo haber hecho y me culpa y exculpa a la vez de cualquier supuesto pecado, me agota . . .
Insiste como si en mi claudicación estuviera su razón de ser, como si necesitara de mi efímero “sí” para encontrar su intangible lugar entre el infinito.
Pero no deja de ser, al final, más que una simple y escueta pregunta:
¿Qué hacemos todos nosotros aquí, condenados a muerte?

Nekovidal – ARTES LIBRES – nekovidal@gmail.com

ACCIDENTES VITALES
El escondite.
Lo confieso. Nunca aprendí a esconderme. Ni de mis miedos, ni de mis manías, ni de mi torpe manera de amarte. Nunca aprendí a disimular los golpes. No aprendí a fingir ni la alegría ni el sufrimiento, y quizás por eso a ti te asustaba desnudarte por dentro. Llevabas demasiado tiempo acostumbrado a quererte hacia afuera. Y a todo aquél que se cruzaba en tu camino le resultaba cómodo. Convertían el amor en comodidad y para mí la única comodidad que podía existir contigo era sentar el cariño en el sofá y abrazarlo junto a tí. Amarte para mi era arriesgarme a la herida cuando el corazón fluye y se entrega sin red. Romper moldes, atreverme a entrar en tí y comerte el miedo a besos. Cada noche te repetía que al compartir la emoción conseguíamos liberarla, que al gritar la felicidad cualquier abismo entre el cielo y la tierra se hacía añicos. Y de pronto, te cruzaste en mi vida y me vi obligada a esconder el amor, a esconder la vida y estas ganas locas de construir sueños imposibles en los días no vividos. Sólo quedaba una opción, agarrarme a lo único que nadie me obligaba a renunciar: amarte. En silencio y sin poder gritarlo a todos esos mares que estaban esperando construir infinitos horizontes prometedores.
Tú eras experto en contener el dolor y a mí me obligaste a esconder la felicidad. Maldita paradoja. Y fíjate tú, hoy brota desde todos los rincones de mi corazón esta impotencia de tenernos que esconder de la capacidad de vernos mas allá de los ojos. Nadie se puede sacar a sí mismo de un pozo. Y así, ahogados y asfixiados por este escondite intentaba salvarte. Hoy, querido, he descubierto que la felicidad depende siempre de la capacidad para hacer felices a los demás porque realmente no somos plenamente felices hasta que aprendemos a hacer felices a los demás. Lo otro se llama satisfacción, y dura menos que cualquier garantía. Así que jamás lo olvides.
Y permíteme que me olvide por un momento de callar este corazón que se me sale por la boca porque donde perdemos el aliento y se nos va el aire es en la ausencia del otro. La única jaula son los demás. Con el corazón roto y el cuerpo dolido.
María Martín

ACCIDENTES VITALES

Abrí los ojos antes de hacerme demasiado daño. No logro comprender la razón de porqué no me di cuenta antes, ahora sí se acabó para siempre, ahora podré ordenar ideas y respirar con más calma, ahora sé que todo fue, tan sólo, un accidente vital.
María C.G.C

ACCIDENTES VITALES
¿Me dices lo que yo…?
Anoche una gaviota me dijo que me quería
¿Fuiste tu?
En la madrugada un gorrión se posó en mi mano
Y me apretaba con su pico dándome amor.
Por un instante mis ojos se fijaron en sus alas
sabiendo que mi gaviota volvió a su nido.
Yo tengo mariposas de colores que me susurran al oído
Secretos relevantes .
Me pregunto que colores usan tus mariposas para decirte
lo que no te digo.
¡Yo tengo lo que tú!
¿Me dices lo que yo…?
José María Rico

ACCIDENTES VITALES

Causal, casual, accidental . . .
¿Es un accidente vital la vida? ¿Y la muerte?
Para un creyente, ¿es la fe un accidente o una catástrofe imprescindible?
Para un agnóstico, ¿hay algo que no sea un accidente?
Si todo es, al fin, accidental, pregunto, ¿por qué no se han arruinado todavía las compañías de seguros?
Nekovidal – ARTES LIBRES – nekovidal@gmail.com

ACCIDENTES VITALES

Capitulo 1

No sentía ningún dolor. Era curioso, pero la única emoción en su interior en ese momento era una inmensa felicidad y tranquilidad, de paz tanto dentro como fuera de él. Podía oír los disparos, las explosiones y los gritos de los soldados heridos a su alrededor, pero eran sonidos apagados, ajenos a él, como si le llegaran a través de unas gruesas paredes de hormigón. Intentó hacer memoria de lo que había ocurrido durante los últimos minutos. Recordaba haber visto aparecer el Panzer justo por encima de su cabeza. Enorme, imponente, levantando el morro acorazado por encima de su cuerpo mientras se encabritaba cuando las orugas de aquel monstruo de metal intentaron superar el chaflán exterior de la trinchera. Recordaba el sonido del Mustang a su espalda, imperceptible al principio, ahogado por los motores del carro, pero mucho más claro después, rugiendo mientras se lanzaba en picado contra su posición. Podía recordar con sorprendente claridad el ruido metálico del impacto de los cohetes contra el casco del blindado, apenas unas décimas de segundo antes de que explotaran. El calor de la explosión en su rostro, en sus manos. Los fragmentos de metal atravesando su cuerpo. La sensación de humedad recorriendo el pecho. El nauseabundo olor a carne quemada. Después, la oscuridad y el silencio...

Poco a poco empezó a recobrar la consciencia. Las imágenes comenzaron a perfilarse con la suficiente nitidez como para reconocer algunas cosas, para darse cuenta de que ya no se encontraba en medio del campo de batalla, sino en un lugar que comenzaba a ser extrañamente familiar. Ése era el viejo tractor de su padre, no cabía duda. Podía reconocer las marcas de las innumerables ocasiones que lo había desmontado, arreglado y vuelto a montar junto a su padre, que nunca lo consideraba lo suficientemente viejo como para cambiarlo. Como había odiado aquel artefacto inútil y desvencijado… ¡y con cuánto cariño lo observaba ahora!
Le parecían tan banales las innumerables discusiones con su padre por culpa de aquella estúpida máquina… tanto tiempo perdido, malgastado...

Se fue girando lentamente y a medida que ampliaba su campo de visión comprobó que, tal como había intuido desde el primer momento, estaba en el rancho de sus padres. A escasos doscientos metros, justo detrás de él, pudo ver su casa, aquella casa roja que tanto le gustaba a su madre y que con tanto esmero mantenía impoluta, perfecta, como si la integridad de toda su vida dependiera de aquella construcción, como si cada minúscula grieta, cada pequeño desperfecto en aquella casa se fuera a reflejar en su propia piel. O en su propia vida… Aquella casa roja se había convertido en el símbolo del significado de su vida y no podía dejar que ese simbolismo se dañara, porque era probable que no tuviera nada más.

Empezó a caminar hacia la entrada de la casa y pudo ver a sus padres sentados en el recibidor. Sintió un deseo inmenso de echar a correr y abrazarlos, de escuchar sus voces mientras le contaban sus pequeñas historias diarias que tan mundanas le habían parecido antes de alistarse y que tanto había echado de menos después. Pero también sabía que aquello no era real, y eso frenaba sus impulsos. No sabia como había llegado allí, pero si sabía que no era donde debía estar y que, de hecho, no lo estaba. Sabía que su cuerpo se estaba apagando en una playa francesa, así que lo único que podia estar allí era su espíritu, su alma, su consciencia… lo que fuera aquello en que se había convertido.

Leucipo

ACCIDENTES VITALES

Capitulo 2

Tal y como había temido, al llegar a la altura del porche, la monótona conversación de sus padres no se interrumpió, incluso sintió como la vista de su padre le atravesaba limpiamente mirando al vacío, al campo que se encontraba a su espalda. No había duda, su cuerpo no estaba allí, estaba muerto.

Durante horas estuvo observando los rostros de sus padres, cada arruga, cada cana, todo parecía hermoso ahora, cada gesto, cada una de las miradas que, acompañadas de una tenue sonrisa, se regalaban el uno al otro intermitentemente. Fue su madre la que dijo aquella frase que le obligó a marcharse para que no pudieran oír sus sollozos, antes de que cayera en la cuenta de que era imposible que los oyeran: "No te preocupes, volverá, está bien, ahora mismo lo siento cerca, muy cerca . . ."

No sabía qué sería lo siguiente, en que momento se disolvería en la nada lo que quedaba de él, cuando abandonaría definitivamente esta dimensión, esta existencia, la que había sido su vida.
Decidió hacer un último recorrido, a modo de despedida, por los que habían sido sus lugares de infancia y juventud, su memoria, y caminó durante apenas un cuarto de hora hasta llegar a la entrada del pueblo.
La primera casa era la de la señora Leonor, una solterona de mal carácter y peor personalidad, chismosa y amargada. La vio a través de la ventana en su cocina y siguió caminando. Apenas unos pasos después oyó su voz chillona: "¡Rick!, ¿eres tú, el hijo de los Vidal?"
Se quedó paralizado, ¿cómo era posible? Se giró lentamente para encontrarse la mirada ansiosa de aquella mujer por la que nunca había sentido el menor aprecio y cuya voz ahora, sin embargo, sonaba como la de un ángel.
"Sí, soy yo", acertó a balbucear.
"Estás hecho un adefesio, ¿es que no os dan ropa limpia en el ejército?"
. . .
¿CONTINUARÁ?

Nekovidalnekovidal@gmail.com