domingo, 23 de octubre de 2022

 

VOCES entre VOCES

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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.

TEMAS TERTULIA 28-10-2022

INMORTALIDAD

A OTRA COSA MARIPOSA

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

Con el tiempo uno se acostumbra: la peor perversión, lo más obsceno de la guerra, es que a uno le parece normal.“

(Isabel Allende, libro El plan infinito)


ACEPTEMOS

Está bien.

Aceptemos que hay un yo
que, de un golpe de voz,
puede ser dicho.
Aceptemos que ese yo
que es capaz de nombrarse
tiene a veces mi cara,
se parece a este cuerpo esquinado.
Está bien.
No hablemos de ficción ni de relato.
Repitamos yo, yo, yo
tantas veces
como sean precisas para armarlo.

Juntemos las astillas
hasta inventar el hueso.
Pronunciemos yo
y veamos qué turba
se despierta al decirlo.

Olalla Castro


OLALLA CASTRO (Granada, 1979) es doctora por la Universidad de Granada y licenciada en Periodismo y Teoría de la Literatura. Premio Extraordinario de Tesis Doctoral con su investigación sobre la narrativa de Enrique Vila-Matas, ha escrito los poemarios La vida en los ramajes (Devenir, 2013), Los sonidos del barro (Aguaclara, 2016) y Bajo la luz, el cepo (Hiperión, 2018), el libro de narrativa infantil Un visitante salido de la nada (Dauro, 2016) y el ensayo Entre-lugares de la Modernidad: filosofía, literatura y Terceros Espacios (Siglo XXI, 2017), además de editar y prologar las antologías Ocho paisajes, nueve poetas (Dauro, 2009) y Juan de Loxa: resistir en el margen (Diputación de Granada, 2018). Ganadora del Premio Nacional de Poesía Miguel Hernández, del Premi Tardor de Poesía, del Premio Internacional Antonio Machado en Baeza y del Premio Unicaja de Poesía, entre otros, sus poemas y relatos breves han sido recogidos en una veintena de antologías y traducidos a varias lenguas. Fue columnista del diario La Opinión de Granada durante sus nueve años de existencia y actualmente es columnista de El Salto Diario. Ha sido cantante y letrista de diversos proyectos musicales, como RebelmadiaqSister Castro o Nour, formaciones con las que ha firmado una decena de discos y ofrecido conciertos por países como Argentina, México, Costa Rica, Jordania, Marruecos, Argelia, Francia, Holanda o Alemania.

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TEXTOS TERTULIA 21-10-2022

OLORES Y PERFUMES

TIEMPO AL TIEMPO

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad.“ (Marco Aurelio)












OLORES Y PERFUMES

Cuenta la leyenda que en aquel reino, del que hoy sólo quedan restos de alguna muralla en otro tiempo inexpugnable, cierto rey, tras reunir en una colección todos los perfumes que los mortales habían creado, oyó hablar de una esencia destilada por los dioses, de la que se decía que era el verdadero olor de la sabiduría, el olor que concedía a quien lo captara la posibilidad de conocer todas las respuestas a todas las preguntas. Obsesionado con su nuevo propósito, redactó el rey un bando ofreciendo poder y fortuna a quien lo encontrara y llevara a su presencia.

Entre los tentados por la oferta se encontraba un joven y ambicioso monje, que se presentó ante su maestro a fin de solicitar su permiso y bendición para la empresa que se había propuesto iniciar.

El monje expuso las que decía eran las razones que le impulsaban a emprender el viaje: dinero para restaurar el viejo monasterio y alimentos para los peregrinos que cada día acudían a sus puertas. Nada dijo del reconocimiento y poder personal que esperaba conseguir.

El maestro, conocedor de la naturaleza humana, le dejó partir, sustituyendo su bendición por un consejo: “Cúidate de no acabar buscando cuanto ya tienes, exponiéndote a perderlo en el camino”.

El joven monje partió exultante, creyendo que las palabras del maestro eran un elogio hacia su persona.

Como todos los demás hombres que salieron en busca de la mágica esencia, el monje pasó mil penurias, tomó mil caminos errados y pensó en desistir en varias ocasiones.

Cierto día, tras una larga marcha, se encontraba descansando a la sombra de unos sauces, cuando se le acercó un anciano que, tendiéndole un pequeño recipiente, le dijo: “Sé lo que buscas. Es esto, tómalo.”

Asombrado, el monje abrió el frasco con la intención de oler inmediatamente la esencia que muy posiblemente transformarían en insignificantes todas las recompensas ofrecidas por el rey, pues poseyendo sabiduría tendría, entre otras muchas cosas, una enorme fortuna. Comprobó decepcionado que dentro del recipiente no había nada, y a nada olía su interior. Se sintió engañado, a pesar de haber sido un regalo, pero el suceso le dió base para crear una fábula que le sirviera de disculpa ante su maestro por abandonar una búsqueda que ya creía baldía.

Regresó a su monasterio y fingiéndo alegría al presentarse ante su mentor, le narró lo sucedido, pero omitiendo que ya había abierto el frasco.

Abrámoslo, maestro, y seremos los hombres más sabios del mundo”, dijo, al tiempo que quitaba el tapón sin esperar la respuesta.

Aparentando sorpresa tendió a su maestro el pequeño frasco y dijo: “No hay nada ...”.

Luego has conseguido tu objetivo, ése es el verdadero olor de la sabiduría”, respondió el anciano.

El monje, sorprendido ante la respuesta, esperó boquiabierto la explicación del anciano:

La esencia de la sabiduría ha de ser por todos admitida como tal, y sólo será posible si coincide con un concepto en que todos coincidan, y sólo en la nada coinciden las personas, que guardan en su naturaleza la paradoja de ser iguales pero irrepetibles, idénticas en su esencia pero únicas en sus vivencias. El olor de la sabiduría ha de ser un aroma que evite el juicio, pues habiendo juicio hay prejuicio, y ambos conducen al dolor”.

Y prosiguió: “Ha de saber, pero no ha de juzgar, ha de enseñar sin reprender, ha de amar sin condición, ha de estar en todo pero no ser nada, siendo así eterno. Por todo ello sólo en la ausencia de olor se puede encontrar el perfume perfecto, la esencia de la sabiduría.”

Y leyendo en la sorprendida mirada del alumno cuanto realmente había sucedido en su periplo, agregó:

Pero hay otro olor que has traído de tus viajes y que permanece en tus actos, un olor tosco a ignorancia y soberbia, una especie de extraña fe en el engaño, y ese olor nauseabundo no lo podrás tapar con ningún perfume de los que crean los hombres”.

Desde hoy deberás buscar fuera de los muros de este monasterio y volver cuando sepas apreciar, si no el intangible olor de la sabiduría, al menos las esencias más dulces creadas por el ser humano: el respeto, la fraternidad, y el amor hacia toda forma de vida.”

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

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TIEMPO AL TIEMPO


Cada vez tiene menos sentido para mí eso de darle tiempo al tiempo, sobre todo desde que, a consecuencia de unas charlas sobre astronomía incluidas en el programa del último curso de la UCM, me puse a pensar en el significado de años luz llegando a la conclusión de que del mismo modo que vemos cosas que ya no existen, tal vez, nosotros no existimos ya y el Big crunch esté sucediendo en estos momentos.

Así es que, cada vez que escucho esa expresión, sonrío y siento una especie de compasión por quien cree que es el tiempo quien actúa sobre las circunstancias; mi teoría es totalmente contraria, creo que sobre las circunstancias actúa nuestra acción y que es la superación del desafío, ese poquito de lucha imprescindible, la victoria sobre tormentas, truenos y relámpagos, lo que hace que nos sintamos vivos y movilicemos el alma para que la vida sea vívida y vivida.

Pero nuestra arrogancia y nuestro miedo insisten en poner medidas a la naturaleza; incapaces de entender cuanto nos rodea, nos vemos avocados a salvarnos y, para ello, no se nos ha ocurrido otra cosa mejor que erigirnos en el ombligo no solo de la galaxia que habitamos, sino también del resto de galaxias que conforman el universo. Sin embargo, cuando algo se nos escapa de las manos -y son muchas las cosas que se nos van entre los dedos-, lo dejamos a merced del tiempo que, por cierto, no tiene idea de cómo medirse a sí mismo. Por otro lado, según algunas teorías, pudiera ser que toda la historia del mundo esté sucediendo a la vez o que nada haya sucedido nunca.

Como estoy a mil años luz de entender estas ideas tan complejas, en lugar de dejar al tiempo a cargo de mis cosas, opto por ponerme manos a la obra haciéndome eco de la sabiduría que encierra esta frase de Saramago: «Dicen que el tiempo cura las heridas, pero nadie ha vivido lo suficiente para probar dicha teoría».


22/octubre/2022 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»

La autoeducación es, estoy convencido, el único tipo de educación que existe.“ 

(Isaac Asimov)

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

* Los dioses crearon diccionarios de emociones para que se acabaran todas las guerras, lo difícil fue enseñar a leer a los humanos...

* El cuento, en todas sus formas, ha acompañado al ser humano desde que es humano.

* Los dioses jugaron y surgieron los seres humanos. Los humanos, temerosos, soñaron, y surgieron los dioses.

* Eran porque creían que eran, del resto, poco se sabe . . .

*Me falta papel para tanto dolor, pero sé que no faltará viento para mis cenizas.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

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Biblioterapia: leer mejora la salud mental

10 de octubre 2022    /   ENTRETENIMIENTO     por Raquel C. Pico          

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En una de las novelas de la escritora escocesa Jenny Colgan, su protagonista —una librera accidental— reflexiona sobre cómo puede ayudar a una niña que está pasando un mal momento en salud mental. En su infancia, todos sus problemas los había solucionado con libros, pero se cuestiona si eso servirá también ante una enfermedad.

A la niña de la novela, el sistema de salud le proporciona medicinas y citas con una psiquiatra. La librera suma libros —que nunca harán mal, piensa— que le ayudan a afrontar las cosas. «En ninguna de estas novelas hay madres», le dice la joven lectora. No fue un error de esa librera de ficción: las historias ayudan a su joven lectora a entender —y aceptar— la desaparición de su madre.

La novela de Colgan es un ejemplo de tantos, porque, en el mundo de las novelas, si hay una trama que se repite tanto como la de hacerte librera y que te cambie la vida es la de leer novelas y que te ocurra exactamente lo mismo. Puede que sea porque, al final, quienes escriben novelas también las leen —y mucho—, y han experimentado en carne propia cómo la lectura conforta. Refugiarse en un libro —como en esas historias— no parece tan extraño. Si la literatura ayuda a entender el mundo, también puede hacerlo cuando lo que se necesita comprender es a una misma.

Y lo cierto es que ese pálpito de novelistas y lectores tiene nombre y se ha convertido ya en una tendencia al alza. Es la biblioterapia. «La biblioterapia es el uso de libros y la lectura con una finalidad terapéutica», explica Eduardo Martínez Lamosa, psicólogo clínico y miembro de la Sección de Psicología y Salud del Colexio Oficial de Psicólogos de Galicia. El qué leer depende del momento y de lo que se quiera lograr. «Se puede hacer con libros técnicos o de la literatura, que pueden ser útiles», apunta el psicólogo.

El a quien pueden beneficiar es igualmente amplio. «Con niños y adolescentes se suele emplear bastante», explica el psicólogo clínico, señalando que existen muchos libros «y muy buenos» que exploran cuestiones con aplicaciones importantes. Pero lo cierto es que no existe un límite de edad: todo el mundo puede potencialmente beneficiarse de la biblioterapia. Si te gusta leer, ahí estarán los libros. «No todo el mundo se va a sentir cómodo con la lectura», recuerda Martínez Lamosa.

biblioterapia

JANE AUSTEN PARA CURARSE DE LA GUERRA

Aunque la idea de la biblioterapia puede parecer muy moderna, en realidad no lo es tanto. El pico de la presencia de biblioterapia en los libros en español, según los datos de Google Ngram (que no mide nada más reciente que 2019), está en la primera década del siglo XXI, pero las menciones arrancan ya en los años 20. De hecho, en 1928 se registra un curioso pico de subida de presencia del término. En Google Trends, el interés por el concepto tuvo también un pico en esos años, pero vuelve ahora a presentar una tendencia al alza.

En la introducción de Manual de remedios literarios, Ella Berthoud y Susan Elderkin recuerdan que «la biblioterapia ha sido popular en forma de libros de autoayuda de no ficción durante décadas». Incluso, y más allá de lo que señalan estas expertas, la autoayuda como género literario vivió un momento de oro en ventas e interés durante los años 20 y 30, en los que recurrir a esos libros para mejorar la vida o para reconciliarse con ella no era tan extraño.

Hasta leer de modo específico para sobrellevar momentos difíciles cuenta con una larga historia. Ya en la I Guerra Mundial, cuando todavía no se comprendían del todo los efectos traumáticos que las batallas tenían en los soldados, se recetaba la lectura de Jane Austen para paliar la neurosis de guerra. «Lo que el hombre en las trincheras no quiere es ficción sobre la guerra», publicaba una revista en 1915, insistiendo en que «le gustan las historias de fuerte interés doméstico».

Curiosamente, la visión de las novelas de Austen como refugio para tiempos turbulentos tiene un ejemplo mucho más cercano en el tiempo: durante la pandemia, las ventas de las novelas de Austen crecieron en un 20% en inglés. Volver a Longbourn a casa de la familia Bennet semejaba una idea mucho mejor que quedarse en el mundo del coronavirus.

biblioterapia

LOS BENEFICIOS DE LEER PARA LA SALUD MENTAL

«En muchos momentos los libros, escribirlos pero sobre todo leerlos, me han ayudado a saber que no estoy solo. Y eso es algo radical, subversivo, una línea de vida brutal, en un tiempo como este en que la soledad nos muerde insistentemente los tobillos (y más arriba), y los problemas se individualizan, se privatizan», reflexiona el escritor Isaac Rosa. «Leer (y escribir) me alivia, me repara y me consuela a menudo; pero sobre todo me ayuda a saber que lo que me pasa, lo que me duele, lo que temo, lo que deseo y no consigo, lo que me obsesiona, lo que me aprieta y lo que me rompe, no me pasa solo a mí, no estoy solo», añade.

Rosa es uno de los escritores que participa en la campaña #LibreríasdeGuardia, que ha puesto en marcha la Editorial Planeta aprovechando que el 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental. Además de una serie de encuentros en librerías explorando los vínculos entre libros y bienestar mental, la campaña está recordando los beneficios de leer para la salud mental.

Ahí está el estudio de la universidad de Sussex que apunta que con 6 minutos de lectura diaria se logran reducir los niveles de estrés en un 60%, que leer es un 30% más efectivo que caminar o que un 68% que escuchar música para aumentar el bienestar, o que es un 100% más recomendable para mejorar el estado de ánimo que hacerse una taza de té o café. La clave está en que, al leer, «la mente se distrae» y abandonamos, aunque sea de forma momentánea, las preocupaciones del día.

Entre los adultos de más edad, leer de forma regular reduce en un 20% la mortalidad frente a quienes no lo hacen

No es el único estudio que ha afrontado cómo leer cambia las cosas. Un análisis neurocientífico concluyó que la lectura mejora la toma de perspectiva ante las cosas y otro que permite entendernos y entender a los demás mejor. Quizás, el más sorprendente de todos, el que casi parece que todas las librerías deberían poner en letras destacadas en sus escaparates, es el que concluye que, entre los adultos de más edad, leer de forma regular reduce en un 20% la mortalidad frente a quienes no lo hacen.

Martínez Lamosa apunta que la biblioterapia «puede llegar a ser útil en sí misma, pero sobre todo como una herramienta en un paquete más amplio». Quizás habría que hacer una pequeña llamada de atención porque la biblioterapia por sí sola no nos va a curar de todos nuestros males. Cuando le preguntamos por esta cuestión al psicólogo clínico, explica que es «una herramienta complementaria». «Puede ayudar, pero no tanto hablar de curar», indica, entrecomillando esa idea de cura. Por eso, confiar en un biblioterapeuta —lo ideal, la persona especialista en salud mental que ya está tratando— para integrar las lecturas en un proceso de tratamiento más amplio es recomendable.

Aun así, e igual que hacemos pilates para mejorar la salud de la espalda o cambiamos la dieta para prevenir el colesterol, leer para sentirse mejor no parece una mala idea, mucho más teniendo en cuenta que en los últimos 10 años la venta en España de antidepresivos ha crecido en un 45% o que las previsiones globales apuntan hacia que en 2030 la (mala) salud mental será la primera causa de discapacidad del mundo.

Leer es algo accesible: solo hay que acercarse a una librería o a una biblioteca y escoger qué título llevarse a casa.

FUENTE: https://www.yorokobu.es/biblioterapia/


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