domingo, 16 de octubre de 2022

 

VOCES entre VOCES

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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.

Nos acostumbramos a la violencia, y esto no es bueno para nuestra sociedad. Una población insensible es una población peligrosa.“

( Isaac Asimov)

TEMAS TERTULIA 21-10-2022

OLORES Y PERFUMES

TIEMPO AL TIEMPO

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


NO SOY NADA…

Fernando Pessoa


No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.
Ventanas de mi cuarto,
De mi cuarto de uno de los millones en el mundo que nadie sabe
quién es
(Y si supiesen, ¿qué sabrían?),
Dais al misterio de una calle cruzada constantemente por gente,
A una calle inaccesible a todos los pensamientos,
Real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta,
Con el misterio de las cosas bajo las piedras y los seres,
Con la muerte que mancha de humedad las paredes y hace
blancos los cabellos de los hombres,
Con el Destino que conduce la carroza de todo por el camino de
nada.
Estoy hoy vencido, como si supiese la verdad.
Estoy hoy lúcido, como si estuviese por morir,
Y no tuviese más hermandad con las cosas
Que la de una despedida, tornándose esta casa a este lado de la
calle
La hilera de vagones de un tren, y el silbido de una partida
Dentro de mi cabeza,
Y una sacudida de mis nervios y un chirriar de huesos al arrancar.
Estoy hoy perplejo, como quien pensó y halló y olvidó.
Estoy hoy dividido entre la lealtad que debo
A la Tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
Y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.
Fallé en todo.
Como no hice ningún propósito, tal vez todo fuese nada.
El aprendizaje que me dieron,
Descendí por la ventana trasera de la casa.
Fui al campo con grandes propósitos.
Pero allí sólo encontré yerbas y árboles,
Y cuando había gente era igual a la otra.
Me retiro de la ventana y me siento en una silla. ¿En qué he de
pensar?
¿Qué sé yo lo que seré, yo, que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? ¡Pienso ser tanta cosa!
¡Y hay tantos que piensan ser la misma cosa que no puede haber
tantos!
¿Genio? En este momento
Cien mil cerebros se piensan en sueños genios como yo,
Y la historia no señalará, ¿quién sabe? ni a uno,
No habrá sino un muladar para tantas futuras conquistas.
No, no creo en mí.
¡En todos los manicomios hay tantos locos deschavetados con
tantas certezas!
Yo, que no tengo ninguna certeza, ¿soy más cierto o menos cierto?
No, ni en mí…
¿En cuántas buhardillas y no buhardillas del mundo
No están en esta hora genios-para-sí-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas—
Sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas—,
Y quién sabe si realizables,
¿Nunca verán la luz del sol real ni hallaran oídos de nadie?
El mundo es de quien nace para conquistarlo
Y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga
razón.
He soñado más que Napoleón.
He abrazado contra el pecho hipotético más humanidades que
Cristo.
Hice filosofías en secreto que ningún Kant escribió.
Pero soy, y tal vez seré siempre, el de la buhardilla,
Aunque no viva en ella;
Seré siempre el que no nació para esto,
Seré siempre sólo el que tenía cualidades;
Seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al pie
de una pared sin puerta,
Y cantó la cantiga del Infinito en un gallinero,
Y escuchó la voz de Dios en un pozo cegado.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Que me derrame la Naturaleza sobre la cabeza ardiente
Su sol, su lluvia, el viento que me despeina,
Y lo demás que venga si viene o que tenga que venir, o que no
venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
Conquistamos todo el mundo antes de levantarnos de la cama;
Pero nos despertamos y él es opaco,
Nos levantamos y es ajeno,
Salimos de casa y es la tierra entera,
Más el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.
(Come chocolates, niña;
¡Come chocolates!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que la de los
chocolates.
Mira que todas las religiones no enseñan más que la confitería.
¡Come, niña sucia, come!
¡Si pudiera yo comer chocolates con la misma verdad con que tú
los comes!
Pero yo pienso y, al quitarles el papel plateado, que es de estaño,
Arrojo todo al suelo, como tiré la vida.)
Pero queda al menos de la amargura de lo que nunca seré
La caligrafía rápida de estos versos,
Pórtico hendido hacia lo Imposible.
Pero al menos dedico a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
Noble al menos por el gesto amplio con que arrojo
La ropa sucia que soy, sin motivo, para el decurso de las cosas,
Y me quedo en casa sin camisa.
(Tú que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
O diosa griega, concebida como estatua con vida,
O patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
O princesa de trovadores, gentilísima y colorida,
O marquesa del siglo dieciocho, escotada y distante,
O cocotte célebre del tiempo de nuestros padres,
O no sé qué moderno —no concibo bien qué—,
Todo eso, sea lo que fuera, lo que sea, si puede inspirar ¡qué
inspire!
Mi corazón es un balde vacío.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus me invoco
Me invoco a mí mismo y nada encuentro.
Me acerco a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta.
Veo las tiendas, veo las aceras, veo los coches que pasan.
Veo los entes vivos vestidos que se cruzan,
Veo los perros que también existen,
Y todo esto me pesa como un condena al destierro,
Y todo esto es extranjero, como todo.)
Viví, estudié, amé y hasta creí,
Y hoy no hay mendigo al que no envidie sólo por no ser yo.
En cada uno miro los andrajos y las llagas y la mentira,
Y pienso: tal vez nunca hayas vivido ni estudiado ni amado ni
creído
(Porque es posible hacer la realidad de todo eso sin hacer
nada de eso);
Tal vez hayas existido apenas, como un lagarto a quien cortan
la cola
Y que es cola más acá del lagarto que se retuerce.
Hice de mí lo que no supe,
Y lo que pude hacer de mí no lo hice.
Vestí un disfraz equivocado.
Me tomaron enseguida por quien no era, y no lo desmentí, y me
perdí.
Cuando quise arrancarme la máscara,
Estaba pegada a la cara.
Cuando la arrojé y me vi en el espejo,
Ya había envejecido.
Estaba borracho, y no sabía vestir el disfraz que no me había
quitado.
Arrojé la mascara y dormí en el vestidor
Como un perro tolerado por la gerencia
Por ser inofensivo
Y voy a escribir esta historia para probar que soy sublime.
Esencia musical de mis versos inútiles,
quién pudiera encontrarte como cosas que yo hice,
Y no quedarme siempre enfrente de la Tabaquería de enfrente,
Pisoteando la conciencia de estar existiendo,
Como un tapete con el que tropieza un borracho
O la esterilla que los gitanos roban y no vale nada.
Pero el Dueño de la Tabaquería se asomó a la puerta y se quedó
en ella.
Lo miro con la incomodidad de la cabeza torcida
Y con la incomodidad de una alma que mal entiende.
Él morirá y yo moriré.
Él dejará el letrero, yo dejaré versos.
Y un día morirá el letrero y también mis versos.
Después morirá la calle donde estuvo el letrero,
Y la lengua en que fueron escritos los versos.
Morirá después el planeta girante en que todo esto sucedió.
En otros satélites de otros sistemas cualquier cosa como nosotros
Continuará haciendo cosas como versos y viviendo debajo de las
cosas como letreros,
Siempre una cosa frente a otra,
Siempre una cosa tan inútil como la otra.
Siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
Siempre el misterio del fondo tan cierto como el sueño del
misterio de la superficie,
Siempre ésta o aquella cosa o ni una ni la otra cosa.
Pero un hombre entró en la Tabaquería (¿a comprar tabaco?),
Y la realidad plausible cae de repente sobre mí.
Me incorporo a medias enérgico, convencido, humano,
Y voy a intentar escribir estos versos en los que digo lo contrario.
Enciendo un cigarro al pensar en escribirlos
Y saboreo en el cigarro la liberación de todos los pensamientos.
Sigo el humo como mi camino,
Y gozo, en un momento sensitivo y adecuado,
La liberación de todas las especulaciones
Y la conciencia de que la metafísica es la consecuencia de una
indisposición.
Después me reclino en la silla
Y sigo fumando.
Seguiré fumando hasta que el Destino me lo permita.
(Si me casase con la hija de mi lavandera
Tal vez sería feliz.)
Visto esto, me levanto de la silla. Me acerco a la ventana.
El hombre salió de la Tabaquería (¿guarda el cambio en el bolsillo
del pantalón?).
Ah, lo conozco: es Esteves sin metafísica.
(El Dueño de la Tabaquería llegó a la puerta.)
Como por un instinto divino, Esteves se volvió y me vio.
Hizo una señal de adiós, le grité ¡Adiós, Esteves!, y el universo
Se reconstruye en mí sin ideal ni esperanza, y el Dueño de la
Tabaquería sonrió.

Fernando Pessoa

https://ciudadseva.com/texto/no-soy-nada/

Si te afliges por alguna causa externa, no es ella lo que te importuna, sino el juicio que tú haces de ella. Y borrar ese juicio, de ti depende. Pero si te aflige algo que radica en tu disposición, ¿Quién te impide rectificar tu criterio?“

(Marco Aurelio, libro Meditaciones)

TEXTOS TERTULIA 14-10-2022

MARGINADOS.

OVEJAS DE COLORES.

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


MARGINACIÓN

Marginados

Sentirse marginado es sentirse solo, aislado, ajeno a la sociedad, fuera del mundo “normal”, si eres huérfano te sientes marginado cada día del padre o la madre, cada vez que la gente recuerda historias familiares, cada vez que te cuentan vacaciones, salidas a comer o pasear en familia, o simplemente cuando no tienes a quién preguntar a que hora naciste. Hoy en día son marginados los que no siguen los cánones de la belleza, si eres gordo o gorda eres un marginado, si no llevas la ropa de moda también lo eres, si no tienes el coche, la casa o la familia que se supone que tienes que tener a una determinada edad eres un marginado más. La normalidad de la sociedad viene dictada por el estilo de vida consumista en el que estamos inmersos, no hay más que ver unos cuantos anuncios publicitarios para ver cuantas cosas te pueden faltar para pertenecer a la manada, una sonrisa y un pelo perfecto, un cuerpo esbelto y cultivado en un gimnasio o unas vacaciones de ensueño en las que estar más preocupado de sacar fotos para subirlas a las redes que de disfrutar la atmósfera del lugar en cuestión. No solo hay marginados en el tercer mundo, a los que les falta educación, un trabajo digno o una comida que llevarse a la boca, la marginalidad se ha extendido a todo aquel que se salga de lo establecido, creo que nunca ha habido tantos marginados en el mundo como hoy en día.

Eva Camba Paz

Sentía un amor seguro por la humanidad completa, incluso sus enemigos ideológicos, a quienes consideraba errados por ignorancia y no por intrínseca maldad.“

(Isabel Allende, libro Hija de la fortuna)

MARGINACIÓN

Don Alberto reside en su mansión en La Moraleja, una de las urbanizaciones más exclusivas, o sea caras, de Madrid. Tiene 83 años, una hija que hace cuentas sobre su herencia, un yerno que hace cuentas sobre las cuentas de su suegro, y un nieto que le mira con asco porque, a sus estupendos siete años, ya sabe que lo viejo es feo y desagradable y aún no se ha enterado de que, si tiene mucha suerte, llegará algún día, en el mejor de los casos, a ser un viejo feo y desagradable como su abuelo.

Al servicio de don Alberto se encuentran diecisiete personas entre mayordomos, cocineros, ama de llaves, chófer, jardineros, etc. etc. Todas le conocen y le temen, por lo que rehúyen su presencia. Don Alberto amasó su fortuna en la postguerra española: mientras elevaba la mano derecha, dejaba que la izquierda se escurriera disimuladamente en el bolsillo público sin nada que temer, salvo la molestia de tener que hacer, en caso de ser descubierto, las llamadas pertinentes y un par de regalos caros. Siempre ha sido un católico de misa diaria, un hombre de orden en todos los caóticos sentidos de la palabra.

Semanalmente recibe la visita de su escasa familia, visita tan parecidas unas a las otras como el gesto despectivo que han heredado tanto su hija como su nieto. La hija le pregunta sobre su tensión sanguínea y el yerno sobre un consejo para invertir en Bolsa. El nieto se mantiene distante, temiendo el momento final en que tendrá que acercarse a su abuelo para darle el repulsivo beso de despedida. Los tres desean su muerte de formas diferentes pero igualmente mal disimuladas.

Don Alberto está casi tan sólo como los cuerpos que sembró por las cunetas de su comarca, donde gracias a la guerra y el estraperlo, pasó de ser el gandul del pueblo a ser un señor, si no respetado, sí tan temido como para añadirle un don a su nombre. Morirá dentro de tres años y medio, en medio de una terrible agonía similar a la de su idolatrado generalísimo. Un honor sin duda merecido. En su entierro sólo su hija parecía llorar, pero en realidad escondía un colirio dentro del pañuelo con el que fingía secarse las lágrimas, se parecía mucho a su padre.

El tío Alberto también tiene también 83 años, cuatro hijas y catorce nietos. Vive en una chabola del extrarradio de Usera, al sur de Madrid. En su vida ha hecho casi de todo y casi todo legal. Es gitano y patriarca de su clan: su palabra fue en otro tiempo respetada por todos, hoy día por casi todos. Como ningún dios quiso mandarle hijos, la casa llena de mujeres le ha enseñado sobre la igualdad de género más que ninguna universidad, pero sus ideas son compartidas sólo por las gitanas y algunos gitanos jóvenes, la mayoría de los hombres piensa que barre para casa cuando dice que primero tiene que estar la voluntad de la mujer para elegir marido y que todo padre debe respetar esa decisión porque cualquier gitano es y debe ser, antes que nada, una persona libre. Más de un problema ha tenido el tío Alberto por sus ideas raras, pero a su edad ya nadie le cuestiona, más que nada porque en los últimos años tiene la costumbre de hacer que no oye cuanto contradice su opinión.

Al tio Alberto le cuida una de sus hijas, la más joven, que comparte chabola con su marido y tres criaturas. Dos de las otras tres hijas le visitan al menos una vez al mes para llevarle lo poco que consiguen reunir de comida, ropa y demás. Para los nietos pequeños lo mejor del tío Alberto es cuando cuenta la historia del mundo, que tan bien se sabe. Sólo uno de los niños, el que tanto le recuerda a si mismo por parecer el más espabilado, le pregunta desconfiado al final de cada historia: ¿ Y todo eso es verdad, abuelo? “Claro”, contesta fingiendo indignación el tío Alberto, “¿Es que has conocido algún gitano mentiroso? El niño agacha la cabeza y repasa la lista de mentiras en que ha pillado a sus padres y amigos en la última semana, y, como gitanillo despierto que es, calla.

El tío Alberto también morirá dentro de poco más de tres años, y a pesar de su edad, habrá muchas lágrimas sinceras en su velorio.

Del tío Alberto dicen que es un ejemplo de marginación, pero su marginación no incluye soledad, abandono, hipocresía ni tristeza.

De Don Alberto se dice, sin embargo, que no es un marginado, ni social ni económico. Es, simplemente, una persona egoísta antes destructiva y hoy patética y sola que vive al margen de sentimientos y emociones, al margen, en definitiva, de la vida.

Si pudiéramos, ¿a quién y cómo deberíamos socorrer primero?

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OVEJAS DE COLORES


La última estrofa de la canción de Gilberto Santa Rosa titulada «Oveja negra» es así: «…Dicen que yo soy la oveja negra, y yo digo que es mentira…» Obviando la parte de la letra que está repleta del sentido de la propiedad en torno a quien provoca el enamoramiento del cantante, la protesta ante la apreciación del color me parece bárbara, sobre todo cuando entona con fuerza «…y yo digo que es mentira…»


Me atrevería a asegurar que no todos percibimos los colores de la misma forma, por el contrario, aunque coincidamos en la forma de nombrarlos, no los vemos igual; quiero decir que, tal vez, lo que yo llamo azul no coincida con el color que otros ven cuando dicen azul, pero al llamarlo siempre igual nos vamos entendiendo. Y lo mismo con el verde, el rojo, el malva… Para gustos, colores.


Pero si a Newton, siendo una cabeza privilegiada, le costó tanto tiempo y tanto trabajo llegar a su teoría sobre la descomposición de la luz, me niego a creer que un igual, un ciudadano de a pie, pueda decidir cuál es el color de otro ser humano dándolo como cierto e inamovible por los siglos de los siglos, amén; «… y yo digo que es mentira…»


Aquellos que están convencidos de poder detectar con inusitada facilidad la ausencia de color en sus congéneres, deberían observarse un poquito a sí mismos, pues es probable que su psique sufra daltonismo monocromático y donde ellos creen ver una oveja negra exista, en realidad, una oveja de colores de cuya visión no pueden disfrutar debido a la discapacidad óptica de su alma.


Esa imposibilidad es una carga para ellos, y ellos son una carga para los demás. Ojalá se curen algún día para que puedan mirar y ver ovejas de colores y, de paso, dejarnos pastar en paz.


14/octubre/2022 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»


Echaba de menos sexo, romance y amor. El primero lo conseguía de vez en cuando, el segundo era cuestión de suerte y el tercero era un premio del cielo que seguramente no le tocaría“ (Isabel Allende, libro Más allá del invierno)

OVEJAS DE COLORES.

Después de haber nacido y vivido en un planeta de sociedades primitivas plagado de ovejas tristes, grises y alienadas, tan primitivas que aún se dividen en tribus, utilizan sistemas sociopolíticos verticales, los menos eficientes, y se aniquilan entre ellos por bienes sobrantes, por sus ideas o sus tendencias, incluso sexuales o de gustos, y hasta por la diferencia en sus formas de concebir a sus dioses, ¿qué decir...?

Tras el tiempo transcurrido aquí a la espera de que me trasladen, me emociona la simple imagen de un grupo de ovejas de colores, seres de colores vivos, tersos, densos o ligeros como la luz, colores, muchos colores, todos disfrutando de la enriquecedora diferencia, todos vivos y felices en la variedad de ideas, sin exclusiones, sin engaños ni autoengaños, sin miedos, ¡qué pandemia los miedos en esta especie!, todos realmente vivos. Reconozco que la mera idea resulta gratificante, pero me temo que les faltan, al menos, dos siglos más para aprender a disfrutar de los colores, de las enriquecedoras diferencias . . . si no se autodestruyen antes.

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Mi abuela comenzó a caminar cinco millas al día cuando tenía sesenta años. Ahora tiene noventa y siete años y no sabemos dónde diablos está“.
(Ellen DeGeneres)

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


MICRORRELATO DE TERROR.

Había una vez un cuento que no quería acabar con colorín colorado, sino de color verde, con un verderín verderado, pero tuvo un final trágico: Unos le tacharon de hereje, otros de inmaduro, los veganos le persiguieron con ideas caníbales y más de un vehículo le pasó por encima con el pretexto de que estaba en verde.

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NOTAS AL MARGEN

15 OCTUBRE, 2022 JOSEMARCELORUIZ 

Por José Marcelo Ruiz

El poeta Carlos Pérez Torres nos presenta su nueva obra Notas al margen de la Editorial Anáfora, de veinticuatro relatos breves, donde aúna la pintura y la literatura. En ellos, nos invita a una reflexión  sobre el papel de la mujer y su evolución en la reivindicación de los derechos sociales, lo hace eligiendo veinticuatro  cuadros de doce pintores y doce pintoras, comprendido en el periodo  desde finales del siglo XIX hasta comienzo del siglo XXI. Todas las obras, excepto una, nos muestran imágenes de mujeres, y son ellas las protagonistas.

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Es un gran acierto del autor haber elegido a artistas de distintos países y épocas, así como de estilos diferentes, para dar un enfoque universal sobre el tema. No hace comentarios sobre las obras, sino elige las imágenes de las mujeres como pretexto para recrear, de manera imaginaria, la problemática socio-cultural que ellas padecen en esa época y en ese país donde ubica la narración. Cuyos relatos expresan: las complicaciones del amor; las convenciones y las apariencias; la hipocresía de la alta burguesía; las infidelidades; el amor lésbico prohibido; las discriminaciones socio-laborales y raciales; la opresión y la violencia…  E incluso la esclavitud.

Carlos Pérez Torres, como literato, conocedor de la historia y de la pintura, utiliza estas tres disciplinas para escribir relatos breves. Lo hace exponiendo los hechos de modo realista; presentando a la sociedad de cada época y la actitud  que ésta tiene respecto a la mujer. En sus historias no hay héroes ni heroínas, sino mujeres procedentes de los distintos estatus sociales que viven, el día a día, afectadas por las circunstancias. Nos relata las injusticias; denunciando  el patriarcado como modelo que no reconoce los valores de la mujer. Deja entrever, de manera sublimar, dos concepciones sobre la mujer: como ‘Eva’ y como ‘Venus’.

La concepción de ‘Eva’ define a la mujer como portadora y creadora de la humanidad. La que en el ‘Jardín del Edén’ le ofrece a ‘Adán’ la fruta prohibida del árbol de la sabiduría. Pero el hecho de que en el relato bíblico ‘Eva’ surge  de la costilla de ‘Adán’ ha creado, en el inconsciente social, la idea de dependencia con el hombre, y no como seres independientes y complementarios. La mitología grecolatina nos aporta la concepción de ‘Venus’ como  diosa de la belleza y del amor;  pero tanto la belleza como el amor son utilizados en la sociedad como objetos a poseer. Estas concepciones erróneas aplicadas a la mujer, además de otras circunstancias, han influenciado a la formación de la sociedad patriarcal, la cual se basa en el poder y en el sometimiento. Hay que recordar que la mujer siempre ha estado unida a la ‘Naturaleza’. La mujer ha sido siempre ‘alma’ y mediadora de los valores, con la labor de unir el pasado y el futuro. Cualquier  liberación de injusticia social, que  afecta al hombre o a la mujer, es un  logro para la convivencia democrática.


Como concluye Carlos Torres: “La historia pequeña de muchos hombres y mujeres anónimos va construyendo  las bases más sólidas para el avance de la historia grande. Igual de importante es celebrar las páginas centrales que fijarse en las notas al margen”. ¡Hagámoslos!

José Marcelo Ruiz

Este artículo se ha publicado en la prensa NOTICIAS 24 (Comarca de la Axarquía- Málaga), el viernes, 14 de octubre de 2022. Mi agradecimiento personal al director del medio D. Francisco Gálvez por su interés por los temas de cultura de pensamiento y opinión.

Fotos de la presentación de la obra ‘ Notas al margen’ del poeta Carlos Pérez Torrres en Centro Cultural Virgen del Carmen- (Antigua azucarera)- Torre del Mar (Málaga), el viernes, 16 de septiembre de 2022.

https://josemarcelopoeta.wordpress.com/2022/10/15/notas-al-margen/



El oscuro augurio de José Mujica sobre lo que va a pasar "de seguir así"

Audio de José Mújica, entrevista a tv alemana:

https://www.dw.com/es/conciencia-sur-europa-esperanza-y-barbaridad/av-63403902

"Es un recuerdo hermoso a pesar de todo".

Redacción ElHuffPost

11/10/2022 04:25pm CEST

José Mujica, en el vídeo para Deutsche Welle.

DEUTSCHE WELLE

José Mujica, expresidente de Uruguay, es una de las voces más respetadas en el mundo y sus opiniones sobre la actualidad y los conflictos son siempre escuchas con atención.

El último aviso que ha lanzado Mujica sobre lo que está por venir no es precisamente positivo. Lo ha hecho en un vídeo grabado para la televisión alemana Deutsche Welle en el que augura que Europa se quedará sola si las cosas siguen como hasta ahora.



El exmandatario subraya que ahora mismo “la razón de la sinrazón oscurece el cielo de Europa, esa Europa que ha dejado el talento político por el camino, tal vez sepultado en cacharros, en la modernidad, en la civilización digital”.

Esa Europa formidable, creadora de la semilla de la era industrial y de todo lo que vino, esa Europa que no quiere acordarse de sí misma, y está empeñada en una guerra inútil que nos empieza a castigar a todos, esa Europa de tantos sueños, de tanta esperanza, de tanta barbaridad”, ha señalado.

Mujica se ha preguntado si “será posible que nuestra América amanezca”: “Que nuestra América mortecina deje de ser tan exquisitamente reaccionaria y entienda que en nuestras propias raíces está nuestro mercado, que nuestros propios pobres son el camino de nuestro desarrollo”.

Y que desgraciadamente ese continente europeo que nos trajo de todo: grandeza, explotación, recursos, inteligencia, cultura... una vez más nos da la vuelta la espalda encerrándose en sí misma. ¿No podremos colaborar? Que lo mejor de Europa rebrote sobre sí mismo”, ha proseguido.


Y ha zanjado: “Pero desgraciadamente no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y, de seguir así, como va, Europa quedará sola entre una morsa de la historia. Adiós Europa. Hasta siempre. Es un recuerdo hermoso a pesar de todo”.

FUENTE: https://www.huffingtonpost.es/entry/el-oscuro-augurio-de-jose-mujica-sobre-lo-que-va-a-pasar-de-seguir-asi_es_63455f62e4b08e0e607cd6d7



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