VOCES entre VOCES
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TEMAS TERTULIA 4-11-2022
LA BOMBONA
BAILANDO LA VIDA
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
Bajo la luz, el cepo, poemas de Olalla Castro
Olalla Castro es editora y autora de la antología Ocho paisajes, nueve poetas (Dauro, 2009), y ha escrito los poemarios La vida en los ramajes (Devenir, 2013) y Los sonidos del barro (Aguaclara, 2016). En septiembre de 2018 ganó el XXII Premio Internacional de Poesía «Antonio Machado en Baeza» con la obra Bajo la luz, el cepo. A continuación reproduzco una selección de esos poemas de Olalla Castro.
I
Era
tan grande aquella sed de blanco.
Ansiábamos el hielo y sus
destellos,
el deslumbre punzante de la escarcha.
Bajo su
resplandor, fundar el mundo.
Soñábamos con ir siempre más
lejos,
con ser los primeros en pisar esa nieve.
Una luz oblicua
alargó nuestras sombras
y extraviamos la escala.
Nos creímos
gigantes.
Corrimos hacia el brillo
de la única forma en que
sabemos
correr hacia las cosas:
con una red pequeña entre las
manos
y un arpón escondido en la garganta.
Agarramos el hielo
con nuestras manos tibias.
Lo agarramos
hasta que todo lo que
brillaba se deshizo.
II
Desde
que salimos de Greenhithe
siento este iceberg pegado a las
palabras.
De lo que pienso se desprende la nieve
que rueda
cuerpo abajo y golpea mis pies
antes de amontonarse al filo de la
cama.
Tengo miedo.
Pensamientos dentados
nadan a mi
alrededor trazando círculos
cuando llega la noche.
Puedo ver
asomarse sus aletas.
Hay algo cuarteado
en la mirada triunfal
del capitán Franklin,
algo en el optimismo de la tripulación
que
hace aguas.
Los buques en los que avanzamos
dibujan sombras
gigantes en la escarcha.
En esta tierra
donde nadie pronuncia
la palabra progreso
nuestros barcos son un par
de criaturas
monstruosas
que navegan muy juntas:
dos ballenas
con
estómagos repletos de personas
que a su paso abren rendijas en el
hielo.
Somos solo estos monstruos
que parten en dos un mundo
que tirita
y lo dejan atrás, como si nada.
III
Me
mantienen viva unos paños de tela:
los mismos bajo los que
aprieto mis pechos
para guardar el secreto
de sus formas
convexas.
Mi nombre no es John sino Virginia.
Si alguien
llegase a pronunciarlo
mi cuerpo jironado acabaría bailando
sobre
un trozo de hielo,
después de pasar de mano en mano.
Con el
cabello muy corto,
engolo la voz cuando digo “A la orden”
y,
llegado el momento del licor y los naipes,
me retiro a un rincón
y
remuevo en silencio mi cautela.
He buscado en los ojos de los
otros
pedazos de mi miedo, en vano.
Estoy sola aquí.
De
noche, oigo el hielo romperse
mientras los marineros fuman
y me
untan con su risa pegajosa.
Oigo el hielo romperse y me
pregunto
cuánto tardará este mundo agrietado
en urdir contra
nosotros su venganza.
IV
Llevamos
con nosotros el sello
de nuestra civilización tan avanzada:
20
jarras de cristal y 2 vajillas;
300 pañuelos (de seda, cómo
no)
y 5 relojes de bolsillo;
24 toneladas de carne,
2 de
tabaco, 35 de harina;
20000 litros de sopa,
8000 de licor y
1200 libros.
Leo a Dickens
mientras los hombres beben
y
sueltan sus bravatas.
Dos borrachos pelean en cubierta.
Oigo
los puños golpeando la carne
y los vítores entusiastas de
quienes miran.
Sé que alguien los separará
justo antes de que
puedan matarse
y cada cual volverá a su camarote.
Quedará la
sangre sobre el suelo,
la maraña de hilos rojos
que rodaron
del labio a la madera.
Esta mancha es lo que somos:
la delicada
porcelana
que vinimos a mostrar a los salvajes.
V
Hace
días, nuestros barcos
quedaron atrapados en el hielo.
Decidimos
abandonarlos
y dirigirnos hacia el sur,
buscando una salida
a
este laberinto que deslumbra.
Ahora devoramos con avidez
las
latas de conserva
y seguimos andando.
El viento nos
sacude.
Recibimos disparos de escarcha en pleno rostro
y
hablamos con la lengua entumecida.
Anoche enterramos en la
nieve
los primeros cadáveres.
Pude ver la verdad
en los
ojos redondos de los muertos,
como en la bola de cristal de un
adivino:
aquello que nos mantiene vivos
nos está
envenenando.
Lo mismo que nos mata nos sirve de alimento.
Ese
es el castigo
que esta tierra eligió para nosotros
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TEXTOS TERTULIA 28-10-2022
INMORTALIDAD
A OTRA COSA MARIPOSA
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
"¿Que
sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo
nuevo?"
(Vincent Van Gogh)
LA INMORTALIDAD
Mi primer cuerpo del que tengo memoria, el más denso, surgió de materia inanimada a finales del siglo XXI, cuando la cotidianeidad de los ordenadores cuánticos de quinta generación permitió grabar no sólo las memorias vitales, sino la misma personalidad única de cualquier ser vivo. Toda una vida en un disco minúsculo, todas las emociones pasadas, todo. Cada disco constituía en si un programa complejo que seguía desarrollándose interactivamente en el momento en que era ejecutado. Cada vida entraba, una vez liberada del cuerpo, en un juego de árboles fractales de conciencia.
Ese fue el comienzo, luego fuimos, poco a poco, librándonos de todo tipo de materia y sus servidumbres, hasta que toda la vida consciente del mundo discurría, apenas dos siglos más tarde, y en forma de energía, por la fina capa de gas que recubría el planeta. Continuamos avanzando, el gas nos resultó pesado y nosotros, que ya sólo pensábamos colectivamente, deseábamos la levedad absoluta, alas aún más ligeras que el viento.
Y así llegamos a la luz, a viajar en fotones a través de espacios enormes que antes apenas podíamos mensurar. Y así pudimos, por primera vez, observar y leer atónitos el libro maravilloso que se extendía ante nosotros cada noche de cielo estrellado. Aprendimos que cada rayo de cada estrella era un mensaje, una fórmula ciéntífica, una música, una idea o un poema, algo aprendido por algún ente en algún recodo del universo que era lanzado en un mar de estrellas para ser descodificado por cualquier especie que hubiera llegado a ese estado evolutivo. Dejamos de formar parte de las especies agresivas que competían por el control de un espacio que creían con derecho a llamar suyo. Fuimos cuanto más fuertes y sabios, más ligeros, y ya miramos con sonrisa venebolente a las especies mortales que nos llaman dioses.
No recuerdo mi edad, pero sé que hace mucho que habitamos esta estrella.
Y aqui estoy, estamos, ya inmortales, intentando imaginar que es la mortalidad como nuestros antepasados anhelaban o intentaban concebir la inmortalidad. Abandonada la angustia del deseo, de la incertidumbre material, sin miedo a nada, pues nada puede destruir cuanto no somos y sólo la sutil fuerza de una idea decide que somos o dejamos de ser. Ahora soy tan sólo un rayo de luz, uno de los trillones emitidos cada segundo por esta estrella que es y será nuestro hogar durante millones de años.
Atravieso la ventana de una vivienda en un pequeño planeta y me poso, a flor de piel, sobre las manos y rostros de quienes han trasladado sus pesados y primitivos cuerpos de materia densa a un cubículo donde escriben para compartir sus textos en un grupo al que llaman Voces entre Voces. Me conmueve este encuentro con entrañables antepasados aún en la etapa de materia emocional. Me poso, sabiendo que será una caricia cálida, en la nuca de uno de ellos que escribe con una mezcla de fantasía y nostalgia sobre un futuro que aún no sabe que es el de su especie y que él y sus compañeros apenas pueden imaginar.
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„No malgastes lo que te queda de vida conjeturando sobre los demás, a no ser que busques un bien común. Pues imaginar qué pueden estar haciendo y porqué, qué están pensando y qué planean, te aturde y te aparta de tu guía interior“ (Marco Aurelio)
“Los deseos del hombre están limitados por sus percepciones. Nadie puede desear lo que no ha percibido”.
(William Blake)
¿Qué harías si la poesía anidara en tus manos?
Si
la haces germinar
regándola con susurros,
con tímidas
intimidades,
con delirios de dicha,
¿dónde
pondrás a salvo
ese vergel inocente
de las manos torpes,
de
las prisas exhaustas?
Si
la aventas con brisas amplias,
sobre tanta sensatez,
tanto
miedo camuflado,
tanto aroma lacerado
por cotidiana sordidez,
¿soportará
el eco seco
cuando caiga fulminada
ante tanto dolor gratuito?
Si
la poesía anida hoy en tus manos,
no pierdas el tiempo
preguntando porqué.
Tal
vez cuando al fin comprendas,
el beso que la vida te regala
ya
no esté la caricia esperando
ni el sendero de guiños,
roces,
besos y miradas
ni aquellas palabras que fueron
por mágicas y
dulces, aladas.
Tal
vez ya sea tarde cuando comprendas
que las miradas, los miedos, la
ira,
las pequeñas y grandes mentiras,
también
desembocan, impertinentes,
briosas, inadvertidas y
ocasionales,
donde todo a todos lleva:
A la nada.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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"Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción." (Simón Bolivar)
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
LA SALA NÚMERO 7
En estos días he tenido la fortuna de ver la película «Argentina 1985». Con independencia del peso específico que tiene el tema que aborda la cinta y la gratificante sensación de recordar un triunfo real de David sobre Goliat, muchas sacudidas agitaron mi cabeza y mi corazón.
Como casi siempre, estaba sola en la sala -las películas que elijo no tienen demasiado eco por aquí-, con las ventajas e inconvenientes que esto conlleva; al principio la soledad sobrecoge, sin embargo, pasado un rato uno acaba sintiéndose parte del elenco y al no haber otras voces, ni sonidos de palomitas, ni luces de móviles, todo se aprecia de manera más intensa y profunda.
La figura de Julio Strassera, maravillosamente interpretada por Ricardo Darín, muestra un exuberante caudal de humanidad; a pesar del miedo aterrador a coger el toro por los cuernos, Strassera fue capaz de asumir una realidad que hubiera deseado no ver, superando desencuentros y admitiendo humildemente su fragilidad para dar cabida a críticas y recomendaciones, algunas poco gratas, con la única finalidad de visibilizar a las víctimas y hacer justicia.
Mientras pasaban los fotogramas y veía en clave de pasado una parte de mi historia presente, tomaba conciencia de la poca atención que en su día presté a aquel horror; es cierto que coincidió con una época personal muy complicada, que estaba luchando con muchos monstruos internos y externos, pero eso no tendría que haberme llevado a retirarle mi atención al mundo, pero estaba tan metida en mí misma que lo miré de soslayo.
Antes de regresar a casa di un paseo para recolocarme el alma y mientras caminaba recordé que hace un tiempo alguien me dijo que el sentimiento más egoísta que existe es el dolor; posiblemente cuando más doloridos estamos es cuando menos podemos atender a otros y por eso no pude detenerme a sentir otra cosa que no fuera yo.
Pero a veces hay milagros y la otra tarde hubo uno: en la sala nº 7 que abrieron solo para mí cuando saqué la entrada, la vida me regaló una lección para hacerme entender que la única forma de salir del dolor es mirar fuera de uno mismo; y yo, durante esa clase magistral, me permití llorar todas las cosas que nunca había podido llorar.
24/octubre/2022 - Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»
Fotografías que nos pueden proporcionar una sensación de placer mental inmediato
18 octubre 2022
Los vídeos de ASMR, los tutoriales de alta repostería, los 'reels' de ilustradores pintando con precisión, los TikToks en los que alguien nos enseña a hacer la maleta con patrones de orden simétrico, las sesiones de 'lo-fi' en YouTube...
La red está plagada de contenido que, sin saber muy bien por qué, produce una sensación de placer inmediato en nuestros cerebros. ¿Quién no se ha sorprendido disfrutando de alguna de estas creaciones en bucle?
El ritmo de vida que llevamos nos empuja a querer parar muchas veces, a dejar nuestro cerebro en pausa, hipnotizados e hipnotizadas por algo que nos resulte, de alguna extraña manera, perfecto.
Así, en Reddit, hay una comunidad llamada Oddly Satisfying que se dedica a recopilar imágenes que nos ayudan a respirar profundo y concentrarnos en nada mientras contemplamos patrones repetitivos, cosas perfectamente alineadas o simplemente bellas.
Os dejamos esta galería para que calméis vuestras ansias de perfección y vuestros nervios. Tomad aire y comenzad este viaje lleno de placer mental:
La forma en que el pelaje de este caballo se aplana cuando es acariciado
Un campo de tulipanes en el Norte de Holanda
La sección de escobas de una tienda local dedicada a productos de jardinería
Un intrincado peinado hecho a base de trenzas
El perfecto reflejo de la luz de este puente dibujando una luna creciente
La labor de un perfeccionista comensal
Estos dos gatos aprovechan el espacio de un macetero ejecutando un Ying Yang impecable
Una simétrica planta trepadora
Una rodaja de limón cortada con total precisión
Una simpática zanahoria con personalidad propia
Un paisaje otoñal que parece pintado
Un ejemplo de la impecable repostería francesa
Los Lithops: plantas sudafricanas que han evolucionado para parecerse a piedras
El impresionante trabajo artesanal con hojas de @lito_leafart
Un cableado perfectamente ordenado y estructurado
Un paisaje que es una prueba gráfica de la calma momentos antes de la tormenta
Dos cebras funden los patrones de sus pelajes en una sutil acaricia
Una captura casual que transforma una rama y una nube en una cuchara con nata
Oddly Satisfying: Reddit