domingo, 8 de mayo de 2022

 

*VOCES entre VOCES

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"LA SORPRESA DE CONOCERSE"- Collage, Nekovidal.

TEMAS TERTULIA 13-5-2022

RAZONES

NÚMEROS

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

"El amor es la fuerza que une".                    Charo Saavedra.

EL ENEMIGO

Nos mira. Nos está acechando. Dentro
de ti, dentro de mí, nos mira. Clama
sin voz, a pleno corazón. Su llama
se ha encarnizado en nuestro oscuro centro.

Vive en nosotros. Quiere herirnos. Entro
dentro de ti. Aúlla, ruge, brama.
Huyo, y su negra sombra se derrama,
noche total que sale a nuestro encuentro.

Y crece sin parar. Nos arrebata
como a escamas de octubre el viento. Mata
más que el olvido. Abrasa con carbones
inextinguibles. Deja devastados
días de sueños. Malaventurados
los que le abrimos nuestros corazones.

José Hierro (De Cuanto sé de mí, 1957)


MARINA IMPASIBLE

Por primera vez, o por última,
soy libre...

Arbustos con espuelas
de marfil. Rocas oxidadas.
El otoño pliega sus tonos
frente al crujido de las olas.
Por primera vez, o por última.

Las gaviotas tocan sus oboes
de tormenta. Unos dedos verdes
hunden la luna en luz marina,
la tienden al pie del silencio.
Se ha desnudado una mujer
y muestra sus luces mellizas;
al huir, dispersa su paso
luminosa arena de estrellas.
Por primera vez, o por última.

Tijeras de oro en el poniente.
Se enciende un violín ruiseñor
en el esqueleto del mar.
Garras de nubes estrangulan
el azul, y lo hacen gemir.

Ojos fijos en su tesoro,
presente inmóvil -sin recuerdos,
sin propósitos-, soy ahora.
todo está sometido a un orden
que yo no entiendo. Pero embarco
en la nave, y el marinero
me dirá su cantar, más tarde,
desde el éxtasis...

Por primera,
o por única vez, soy libre.

José Hierro (De Libro de las alucinaciones, 1964)


TEXTOS TERTULIA 6-5-2022

UN CUENTO CON MUCHO CUENTO

BINGO

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


"El mundo perdona tus defectos, no tus virtudes".

Antonio Porchia (1885-1968)

UN CUENTO CON MUCHO CUENTO

El anciano escrutó la mirada ingenua de los jóvenes y prosiguió: “Así ha sido siempre y así siempre será: la autoridad debe respetarse, y a los representantes de Dios, y los lugares sagrados, y la propiedad, y a las personas mayores, porque todos ellos son la digna representación de nuestra sociedad, y son los pilares de nuestra razón y de nuestra sociedad”.
 

Los jóvenes se miraron entre sí, y un par de ellos sonrieron desconfiados. A pesar de su juventud sabían, sin la menor duda, que la vida siempre ha sido cambio, comprendían los temores y derrotas del anciano, pero comprendían igualmente que alguien habría de quitar cuento a un caduco cuento cargado de tanto cuento, que algunos habría de seguir escribiendo, como siempre había sucedido, sin más límite que lo mejor que pudieran imaginar sus mentes, el cuento cotidiano de la esperanza en un mundo y una vida diferentes y mejores, el eterno cuento de la vida . . .

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"Por la ignorancia nos equivocamos y por las equivocaciones aprendemos."

(Proverbio Romano)

UN CUENTO CON MUCHO CUENTO

Y ES K ME HAN KAMBIAO LOS TIEMPOS

(K DIRÍA KETAMA)

Cuando veo fotografías antiguas me vienen a la memoria sensaciones de esas que andan empolvadas en el cuarto de atrás, como llamaba Martín Gaite a la zona de los recuerdos olvidados, ellas me embrujan y me devuelven por unos instantes a otros días, sin embargo, me niego a usar el pasado a modo de sofá y dejar escapar las horas entre sus cojines.

Aromas de antaño como el perfume Joya, el olor a vino de barrica en las tabernas o el ozonopino no se ajustarían a los gustos actuales; no me olvido del sabor de las pastillas de leche de burra, el paloduz y las muchas bebidas navideñas que se han borrado de mi paladar junto al turrón de fresa y las piruletas. En cuanto a moda, atrás quedaron los mandiles para dar paso a los delantales de diseño, del mismo modo que los sostenes ahora se llaman sujetadores y algunos llevan el apellido push up. Con relación a las costumbres, ya no es necesario abrir la ventanilla del coche para tener aire fresco y conducir sacando el codo es más un hábito chulesco que una postura cotidiana; en las discotecas no existen turnos para la música lenta, los pubs de ligue son las páginas sociales y, para conservar la buena salud, el médico recomienda dieta y ejercicio en lugar de reposo y buenos alimentos.

Una maravillosa locura, un extraordinario cambio.

Yo, sinceramente, no quisiera tener que volver a fregar de rodillas, bañarme en un balde con estropajo de esparto, limpiar la cocina de carbón, lavar la ropa a mano o utilizar pañuelos de tela en lugar de desechables; algunas cosas hemos perdido con este avance del mundo y las extrañamos, pero no tanto por su realidad como por la ilusión con que las recordamos, estoy por apostar que nadie querría regresar a las grandes nevadas con un abrigo raído, a quitar los piojos a los niños a base de lendreras o a engendrar sabañones al calor del brasero.

Me gusta mirar el ayer y, a veces, me regocijo en él; el mundo actual no me parece perfecto, pero retroceder cuarenta años, por muchas imágenes hermosas de bulevares llenos de miriñaques que vea, no me haría gran ilusión porque, entre otras muchas cosas, me preocupan el hedor por la falta de higiene de aquel momento, verme obligada a vestir luto de por vida en caso de enlazarse varias muertes en la familia o la imposibilidad de tener una cuenta corriente por el hecho de ser mujer.

Y «es ke me han kambiao los tiempos». ¿Qué queréis que os diga?

06 mayo 2018 – Vicki Blanco

UN CUENTO CON MUCHO CUENTO

Si mientes
Se destiñen los recuerdos felices
Hasta ser grises como los años ’30

Houdini, ¿dónde estás?
El nudo bajo el corazón y las costillas
Nunca hubo labor más inmensa
Que deshacerlo para volver a respirar

Abro la boca por cada palabra que me falta
Cierro los ojos por cada palabra que me sobra
Muerdo el aire y grito a los trigales infinitos
Por cada segundo de ausencia incomprendida

Al suelo
Otra vez en el suelo
Doy media vuelta, miro al cielo
Pero no me responde

La silueta de esta peña milenaria
Santa compañera de mesías y dinosaurios
Santa antes de ser bautizada como tal
Santa testigo de nuestra efímera existencia

Busco
No sé qué encontrar y me detengo
En una esquina, esperando no esperar
Me redundo y redundo
Amanece y la Tierra sigue su curso
Mientras yo vuelvo a sentir una semilla:

La de las huidas
La de las canciones
La de los inicios
La de los despertares

Sara V.T.

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EL BINGO

Doña Lucía, respetable señora mayor donde las haya, y sin duda la mayor de las señoras del grupo de sus amistades, a punto de cumplir un siglo de vida, tenía en el bingo uno de los sustentos de su ilusión. Tal vez creyera que seguir con atención el discurrir de los números, e identificarlos a tiempo, la inmunizaba contra el peor de sus temores: la pérdida de la razón o de la memoria, que a ciertas edades viene a ser lo mismo.

Su vista, inevitablemente cansada, era, sin embargo, suficiente para mantener su numérica y lúdica aficción, pero de su oído ya sólo quedaba un lejano eco.

Su hija Leny sobrellevaba con paciencia la reciente ilusión de su madre, y se comprometió a acompañarla al bingo, al menos una vez por semana, al observar que era lo que más ilusión le hacía dentro del conjunto de sus rutinas.

Sucedió que en cierta ocasión Leny estaba interesada en asistir a una conferencia sobre el origen del universo, dada por un científico que tenía fama de saber exponer con lenguaje tan claro como preciso conceptos que suelen escapar del entendimiento de los profanos en la matería, o sea, la mayoría de la población.

Como el día de la conferencia coincidía con el acordado para acompañar a su madre al bingo, y puesto que los horarios eran prácticamente consecutivos, decidió llevar a su madre consigo a la conferencia para acercarla luego a la sala de juegos.

Se preocupaba, lógicamente, de que pudiera aburrirse, pero pensó que tal vez una siesta haría que recuperara fuerzas de cara a su afición favorita.

El conferenciante acompañó sus explicaciones con imágenes de galaxias y combinaciones numéricas que se iban proyectando en una gran pantalla.

Doña Lucía, lejos de dormirse, sacó de su bolso un bolígrafo y una pequeña libreta, en la que fué haciendo algunas anotaciones. Su hija la miraba ocasionalmente de reojo, sorprendida de que no hubiera decidido echar una pequeña siesta, como solía hacer ante situaciones que no eran de su interés, sin importarle mucho donde se encontrara.

Terminada la conferencia, se levantaron lentamente y, mientras se dirigían a la salida, Doña Lucía comentó en voz baja a su hija Leny: “Te agradezco el detalle, hija, pero la próxima vez llévame el bingo de siempre, que en estos modernos no me aclaro, y ni te dan cartones siquiera. Además, no sé si te has fijado, pero ese chico tan simpático que cantaba los números, el pobre no tenía mucha experiencia, ¿has visto que en vez de bingo decía Big Bang?”

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MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

* Era tan ingenuo que creía conocer todas las caras del amor.

* Padecía sueños de grandeza: Pretendía ser respetado y amado sólo porque respetaba y amaba.

* Soñó realmente: soñó con dejar de soñar.

* ¿Qué quedó de ti cuando te desprendiste de tus miedos y certezas?

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MARÍA ZAMBRANO: LA POESÍA Y EL POETA

19 ABRIL, 2022 

MARÍA ZAMBRANO

María Zambrano fue una innovadora del pensamiento filosófico a partir de su inspiración poética, que con el método de la razón poética introduce un cambio radical en la corriente racionalista, la cual dominaba su época. El método de la razón poética se caracteriza, porque es una razón discursiva y, esto lo hace ser filosofía, pero además “poética”, lo cual implica ser un saber inspirado, fruto de una intuición y razonamiento, pero expresado bellamente. En su libro Senderos nos dice: “He tenido el proyecto de buscar los lugares decisivos del pensamiento filosófico, encontrando que la mayor parte de ellos eran revelaciones poéticas. Y al encontrar y consumirme en los lugares de la poesía me encontraba con la filosofía”.
María Zambrano, a diferencia de su maestro José Ortega y Gasset, da un paso hacia adelante, si Ortega con “la razón vital” visualiza el paisaje desde la ventana, Zambrano con “la razón poética” penetra en el bosque. Y es en Los Claros del bosque donde expresa que “el poeta ha sido siempre un ser enamorado del mundo, del cosmos, de la naturaleza y de lo divino en unidad. Y el nuevo saber fecundo sólo lo será si brota de unas entrañas enamoradas. Y sólo así habrá apaciguamiento y afán, satisfacción, comunicación afectiva de una verdad que nos haga comunes participantes, iguales, hermanos. Sólo así será de nuevo habitable”.
María como pensadora y también como poeta nos va desvelando esos espacios ocultos de la caverna, de ese interior del alma humana, del sentir del poeta. Y es en el libro Hacia un saber del alma donde nos habla del origen de la poesía, del compromiso de ser poeta. Del origen de la poesía nos dice: “Hay un libro venerable que por tantos motivos puede ser considerado el origen de la poesía: el Libro de los Muertos, de Egipto” donde “la momia perfecta se presenta ante sus jueces; al final de cada examen son pronunciadas las palabras sagradas, sacramentales: «Pasa, eres puro» y le es franqueada una puerta; espacios cerrados hasta este instante, espacios de los que entra en posesión al par que de su libertad; zona de una realidad hasta entonces oculta. Vedada”. Prosigue hablándonos de “ser poeta”, que implica compromiso. Y nos dice que “poeta es el hombre devorado por la nostalgia de estos espacios, asfixiado más que ningún otro por la estrechez del que se nos da, ávido de realidad, de intimidad con todas las formas posibles”. E intuye a la poesía como método de revelación, la que, en verdad, pretende ser un conjunto para descubrir esa realidad, cuya huella enmarañada encuentra en la angustia que precede a la creación. Y nos define el perfil humano y psicológico del poeta, pero también la exigencia de compromiso que la poesía le exige. Nos desvela que “un poeta es alguien que pertenece al mundo de la fábula, de lo maravilloso. De no ser así, no es enteramente poeta, sino alguien que acierta a versificar. Poeta, es alguien que padece en su vida de hombre mortal, el peso de lo más comprometedor, la responsabilidad más exigente; la que proviene decir lo aún no dicho, de expresar lo que gemía el silencio, en las fronteras mismas de lo inefable… Condenado por Dios a ser filósofo”.
Cuando descubre al poeta, también se está descubriendo a sí misma en esa doble faceta de pensadora y de poeta. Es en su libro Islas donde nos habla del lugar de la poesía, y nos desvela, de nuevo, que “el lugar en que se adentra el poeta, es el lugar donde habita la poesía; así la poesía habitará como verdadera intermediaría entre el oscuro mundo infernal y en el de la luz, donde las formas aparecen”.

El método de la razón poética va tomando cuerpo en los asuntos humanos y divinos, además de en los libros mencionados, en Filosofía y poesía, Pensamiento y poesía, Delirio y destino, El hombre y lo divino, De la aurora…
Y como ejemplo, podemos leer en el libro Filosofía y poesía sobre la condena del poeta, la actitud del poeta ante la vida, de la rebeldía de la poesía ante la razón. Porque condenado el poeta en la caverna, no quiere salvarse: “No sólo no se conforma con las sombras de la pared cavernaria, sino que sobrepasando su condena, crea sombras nuevas y llega hablar de ellas y con ellas. Traiciona a la razón usando su vehículo: la palabra, para hacer de ella la forma de delirio. El poeta no quiere salvarse, vive en la condenación y todavía más, la extiende, la ensancha, la ahonda”.
María Zambrano nos dice que “la poesía es lo único rebelde ante la esperanza de la razón, y también es realmente el infierno. […] La poesía es embriaguez y sólo se embriaga el que está desesperado y no quiere dejar de estarlo. El que hace de su desesperación su forma de ser, su existencia. […] La poesía es la voz de la desesperación, la melancolía y el amor a lo pasajero que no quiere consolar de perderlo y de perderse”.
De la actitud del poeta ante la vida, nos dice que “el poeta tiene lo que ha buscado y más que poseer, se siente poseído. […] El poeta es fiel a lo que tiene. [ …] Y si ha ganado el poeta a través de los siglos es lucidez. […] Lucidez que hace más valiosa, más dolorosa la fidelidad a las fuerzas divinas o demoniacas- extrahumanas que le poseen, que hace más heroico su vivir errabundo y desgarbado. […] Porque todo poeta es mártir de la poesía, le entrega su vida, sin reservarse ningún ser para sí, y asiste con mayor lucidez a esa entrega”.


INFORMA SOBRE ESTE ANUNCIOPRIVACIDAD

Textos recopilados por
José Marcelo Ruiz
(Poeta)

MARÍA ZAMBRANO
POEMAS
(Edición de Javier Sánchez Menéndez)

¿MI ALMA o un lucero?

Qué oscura galería me espera,
por qué agujeros he de deslizarme,
qué laberinto me está ya preparado,
qué cepo, qué cadenas, qué grillos,
qué humo siniestro ha de envolverme, qué
[paredes de niebla me dislocan.

Yo no podré llorar. ¿Dónde está las manos
[ que recogen el llanto?, la mano, la caricia.
Atrás queda el misterio.
Despierta. Todo está ahí de nuevo. No hay
[secreto.

(pag. 89)

DELIRIO DEL INCRÉDULO

Bajo la flor, la rama,
sobre la flor, la estrella,
bajo la estrella, el viento.
¿Y más allá? Más allá, ¿no recuerdas?, la nada,
la nada, óyelo bien, mi alma,
duérmete, aduérmete en la nada.
Si pudiera, pero hundirme…

Ceniza de aquel fuego, oquedad,
agua espesa y amarga,
el llanto hecho sudor,
la sangre que en su huida se lleva la palabra.
Y la carga vacía de un corazón sin mancha.
De verdad, ¿es que hay nada? Hay la nada.
Y que no lo recuerdes. Era tu gloria.



INFORMA SOBRE ESTE ANUNCIOPRIVACIDAD

Más allá del recuerdo, en el olvido, escucha
en el soplo de tu aliento.
Mira en tu pupila misma, dentro,
En ese fuego que te abrasa, luz y agua.
Mas no puedo. Ojos y oídos son ventanas.
Perdido entre mismo no puedo encontrar nada.

No llego hasta la Nada.

Pag. 107

QUE TODO SE APACIGÜE COMO UNA LUZ DE ACEITE

QUE TODO se apacigüe como una luz de aceite.
Como la mar si sonríe,
Como tu rostro si de pronto olvidas.
Olvida porque yo he olvidado
ya todo. Nada sé.
Nada sé bajo tu sombra, amarilla
simiente del árbol del olvido.
Y todo volverá a ser como antes.
Antes, cuando ni tu ni yo habíamos nacido.
Pero, ¿nacimos acaso?… ¿O tal vez no?
todavía no.
Nada, todavía nada. Nunca nada.
Somos presente sin pensamientos.
Labios sin suspiros, mar sin horizontes,
como una luz de aceite se ha extendido el olvido.

Pag. 61

Este texto y poemas se ha publicado en la Antología de poetas de la Axarquía, (Ediciones Algorfa, I.S.B.N. 978-84-124832-1-5. D.L. MA 123-2022,) en el apartado Donde miramos , que se toma a María Zambrano como personalidad referente en la filosofía y en la poesía, y se le incluye en ella por haber nacido en Vélez- Málaga (Málaga).



https://josemarcelopoeta.wordpress.com/2022/04/19/maria-zambrano-la-poesia-y-el-poeta/


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