domingo, 16 de enero de 2022

 

VOCES entre VOCES

http://artes-libres.blogspot.com.es/

PARA ENVIAR TEXTOS O PROPONER TEMAS: nekovidal@gmail.com



Fuera del mundo que batalla y luce
Sin recordar a su infeliz cautivo,
A un trabajo servil sujeto vivo
Que a la muerte temprano me conduce.

Mas hay junto a mi mesa una ventana
Por donde entra la luz; y no daría
Este rincón de la ventana mía
¡Por la mayor esplendidez humana!


José Martí

Entre los poetas latinoamericanos del siglo XIX uno de los más destacados es José Martí, de cuyas poesías incluso se han valido muchos músicos para conquistar la fama, tal es el caso de Silvio Rodríguez.
Este poeta nació el 28 de enero de 1853 en La Habana y, pese a haber sufrido innumerables agravios (condenado a la cárcel y al posterior exilio), no renunció a sus ideas y utilizó la poesía como un medio para expresarse.
En su poesía puede notarse una fuerte tendencia al realismo y un claro rechazo a la estética propuesta por los amantes de la retórica. A través de versos limpios y directos, el poeta consiguió expresar sus ideas políticas, sus sentimientos amorosos e incluso su posición respecto a las religiones.
José Martí falleció el el 19 de mayo de 1895 habiendo sido alcanzado por balas enemigas, cumpliendo como lo expresara en carta a un amigo, con su deber: defender a su patria.
Es importante señalar que toda su obra ha sido una fuente de inspiración para poetas posteriores y que es recordado al día de hoy como una de las figuras indelebles de la poesía latinoamericana de finales de 1800. Entre sus poemas más reconocidos pueden nombrarse: "Yo soy un hombre sincero", "Qué importa que tu puñal" y "Cultivo una rosa blanca".


TEMAS TERTULIA 21-1-2022

PATRIA

PROYECTOS

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.



UNA PASIÓN LE PARA" Collage, Nekovidal

TEXTOS TERTULIA 14-1-2022

CANCIONES

IGNORANCIA

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

No tengo fuerzas para rendirme.

ACCIÓN POÉTICA



CANCIONES

EL SUSURRO DE UN CANTO

El susurro de un canto, de un canto humano, nos acompaña a diario sin que seamos apenas conscientes de ello:

Esa persona que se juega la vida en un incendio o en el mar, sin dudarlo, por salvar la vida de un niño u otras personas a las que ni conoce.

Esa señora que se interpone en la calle entre una pareja, que tampoco conoce, cuando uno de ellos maltrata al otro.

Esos ciudadanos que reprochan a ciertos policías, pocos, por suerte, que persigan a vendedores ambulantes que apenas ganan para sobrevivir y que prefieren sobrevivir así a robar.

Esa persona, cualquiera, que ayuda a un ciego, un niño o un inválido a cruzar una calle, a cualquiera en un accidente, en una catástrofe, a cualquiera, por el mero hecho deser humanos.

Esos millones de ciudadanos que se quitan de beber unos cafés al mes para aportar algo a otros ciudadanos que se juegan la vida para salvar vidas en una selva, una guerra o un desierto.

Esas charlas con nuestros semejantes compartiendo lo aprendido y aprendiendo lo que otros aprendieron, esas charlas donde los egos se dejan en la entrada.

Esos niños grandes que no olvidan que ya eran artistas cuando eran niños, esos pocos niños pequeños que no tienen claro si vale la pena crecer.

Tantas cosas, tantas muestras diarias de la fuerza de la vida, tanta solidaridad, respeto y fraternidad, aunque quien ostenta una forma de poder ya obsoleta nos bombardeen con noticias negativas con el único fin de estresarnos, saben que así pensamos mucho peor, saben que así seremos buenos esclavos.

Tantos deseos sinceros de paz, tantas cosas que no valoramos por cotidianas, tantos susurros de tantos cantos, tantas voces cantando . . .

Todos nosotros llevamos ese susurro profundamente humano dentro, por eso estamos vivos, porque otros lo conservaron y cuidaron durante miles de años, movidos tanto por el afán de supervivencia como por el amor, ambos son los grandes motores, los grandes cantos de la vida.

No deberíamos olvidarlo, se dice que es de bien nacidos ser agradecidos.


Nekovidal - nekovidal@gmail.com

ARTES LIBRES - www.arteslibres.net



LA IGNORANCIA



Cuánto atrevimiento engendra la ignorancia, nada que ver con la audacia de la ingenuidad, aunque la propia ignorancia se empeñe en confundirlo. Mientras la ingenuidad va envuelta en un infinito afán de aprender y pasea abiertamente su conciencia de saber que no sabe, la ignorancia se empaqueta en soberbia y camina pisando fuerte con la seguridad de quien cree poseer la total comprensión del Universo. En palabras de Darwin «La ignorancia engendra más confianza que el conocimiento».


Dunning y Kruger decidieron comprobar la máxima darwiniana poniendo en práctica un experimento consistente en medir las habilidades intelectuales y sociales de una serie de estudiantes a los que, posteriormente, pidieron una auto evaluación. Los resultados fueron sorprendentes y reveladores. Los más brillantes creían estar por debajo de la media; los mediocres se consideraban por encima; los menos dotados y más inútiles estaban convencidos de formar parte del grupo de los mejores. Naturalmente los psicólogos dieron su nombre a esta inflada auto percepción que pasó a conocerse como Síndrome de Dunning-Kruger.


Pero lo espeluznante no es solo que los más torpes se sientan mejor capacitados que cualquiera para mandar o llevar las riendas de una familia, un grupo o una empresa -cuando no del mundo-, también lo es el hecho de que, según el citado experimento, esconden una corrosiva inhabilidad tras esa arrogancia: la incapacidad de reconocer la pericia ajena. Así es que ellos no se miden con los demás ni sienten envidia, de hecho, no pueden sentirla porque no son capaces de percibir cualidades en los otros e, incluso, si por casualidad alcanzan a vislumbrarlas su reacción inmediata es invalidarlas. La buena noticia es que este síndrome tiene curación si desde el exterior llega una alerta que les hace tomar conciencia de su padecimiento y, a partir de ahí, se deciden por la autosanación.


De momento, impresionada por el testimonio experimental de Dunning y Kruger que considero muy fiable -conseguir un premio al humor científico es una forma estupenda de exponer un descubrimiento serio-, no pido más que si alguno de mis amigos (advenedizos y otras especies abstenerse) notara algún síntoma que me pusiera bajo sospecha de padecer el maldito síndrome, tenga a bien atizarle una buena sacudida a mi ego para que yo pueda tomar cartas en el asunto; todo ello a riesgo de que, en caso de estar infectada, es muy probable que, ignorante de mí, mire al osado con superioridad y le diga que está confundido mientras pienso: «pobre mediocre». Pero el cariño lo perdona todo, hasta la ignorancia. ¿O la ignorancia no?


12/enero/2022 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»


¿Y si un trozo de madera descubre que es un violín?

ACCIÓN POETICA


UN CURSO DE MAGIA

14 ENERO, 2022 JOSEMARCELORUIZ 

Por José Marcelo Ruiz

Termina un año, aunque es un periodo corto de tiempo, lo damos por cerrado ante la perspectiva de que amanece un nuevo ciclo. Pensamos en nuevos proyectos, en ilusionarnos con esperanza de que sea mejor que el anterior, e incluso superar las adversidades que todavía continúan. Esta  pasada Navidad ha vuelto a ser atípica por la presencia de la variante ómicron del covid19, en la cual hemos procurado aprender a convivir con la situación. Comenzamos el año celebrando la Epifanía, los niños escriben sus cartas y esperan con ilusión los regalos que les traerán los Reyes Magos. Que es de magia de lo que se trata.

Os confieso que, desde mi infancia en los años 60, siempre les he escrito a los  Magos. La pregunta de rigor era: ¿has sido bueno? La respuesta no la dudaba: he sido bueno. Porque, en mi caso, mi carta pidiendo mi regalo la recogía un sacerdote que me recompensaba por la labor como monaguillo. Escribir la carta era un trámite obligado y necesario para recibirlo, pero condicionado por la magia. Ahora, aunque soy muy mayor no he perdido la costumbre de escribirles, lo hago por otras razones.

Este año les he pedido, de nuevo, como regalo otro curso de magia, para aprender cómo he de enfrentarme a la vida, cómo entenderla, cómo compartirla… Una magia que tenga la grandeza de ofrecer esperanza y confianza, para darle sentido a la vida.

Me refiero a esa esperanza que María Zambrano define como “hambre de nacer del todo, de llevar a plenitud lo que solamente llevamos en proyecto”. Para alcanzarla exige una auténtica confianza, la basada en la voluntad de renacer cada día; a pesar de las contrariedades de la vida. Con mucho acierto, María Zambrano nos dice que para encontrar esa confianza hay que mirar en nuestro interior: “Si miramos lo que permanece en nuestro interior bajo las creencias y aun bajo la duda, bajo la inquietud y en la quietud misma, es algo cuyo nombre más adecuado parece ser el de confianza”. Ambos conceptos los recoge en su libro Hacia un saber sobre el alma.

Tenemos razones de corazón para desear esa magia tan necesaria, la que nos motiva para continuar viviendo, para levantarnos e ir al trabajo, o bien plantearnos nuevos proyectos. Entre esas razones del corazón está la necesidad de afectividad que tenemos los seres humanos, que es un ingrediente muy importante para dar cohesión y producirse la magia de la que os hablo. De lo contrario, caemos en el pesimismo o en la derrota. La dificultad está en aprender, día a día, este curso de magia que nos enseña con lecciones de ensayo y de error, porque los aciertos se desvelan a fuerza de experimentar. Nada hay escrito, pero todo queda tatuado en nuestra piel y en nuestro corazón con profundas cicatrices.

Y sólo me queda ofrecer el aliento del poeta cuando dice: “Quiero encontrar la confianza que brota cada primavera: / La que nace del vientre cálido / y viene con una esperanza nueva. /La que sueña y se despierta cada amanecer. / La que recuerda las huellas de un camino andado / y con lentos pasos construye la libertad. /La confianza que va sembrando la simiente / y brota cada primavera”.

José Marcelo Ruiz

Este artículo se ha publicado en la prensa NOTICIAS 24 (Comarca de la Axarquía), el viernes, 14 de enero de 2022. Mi agradecimiento personal al director del medio D. Francisco Gálvez por su interés por los temas de cultura, de pensamiento y opinión.

El secreto de la vida es caer siete veces y levantarse ocho“. (Paulo Coelho)




IGNORANCIA

NO SÉ


No sé si la vida me acaricia casi siempre o si sólo me permite sobrevivir en un huerto de ortigas.


No sé si las noches valen más o menos que los días, si una abeja más o menos que una ballena, si una ilusión más o menos que un deseo cumplido.


No sé si vale la pena partirte la cara por causas perdidas, pero sé que produce un extraño placer y todas acaban siendo, con el tiempo suficiente, realidades ganadas.


No sé si vale la pena luchar por algo o no, pero sé que tengo una deuda con quienes lo hicieron y nos legaron un mundo mejor.


No sé si es deseable que se hagan realidad los sueños de los locos, pero sé que hay locos de colores muy diferentes, que unos dan vida y otros la quitan, y que no podemos más que jugar a la ruleta de la vida.


No sé si es mejor o peor la música o el silencio, pero sé que ambos se necesitan para existir.


No sé a qué sabe la muerte, pero sé que estoy condenado a saberlo.


No sé a donde llevan los sueños, pero sé que siempre vuelan por encima de las realidades para crearlas.


No sé si vale la pena ser ingenuo, pero sé que vale la pena cultivar la esperanza.


No sé si algún dios nos creó o nosotros los creamos a todos ellos, pero sé que uno necesita al otro para existir.


No sé si los renglones de la vida son torcidos, rectos o círculares, pero sé que a veces son todo dolor y a veces todo alegría.


No sé porqué cantan los pájaros o gritan los niños, pero sé que alegran y dan sentido a la vida.


No sé si valdría la pena vender todos los sueños por una supuesta seguridad, o si lo único seguro es que todo se acaba.


No sé, pero intento aprender, y el camino, desde este pequeño planeta, parece infinito.


No sé si todo esto vale la pena, pero sé que no tengo prisa en mi condena con fecha de caducidad.


No sé donde acaba este camino eterno.


Por no saber, ni siquiera sé si sé o no sé.


No sé si amanecerá mañana para mi, pero sé que no saberlo, paradójicamente, le da sabor a la vida.



Nekovidal - nekovidal@gmail.com

ARTES LIBRES www.arteslibres.net


MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

Un verso para sobrevivir, otro para tener, a pesar de todo, esperanza en el ser humano, y un tercero que nos enseñe a amar. El resto, sólo escombros. (Nekovidal)

* Todas las mañanas, durante años compraba el pan en la misma panadería sin intercambiar con el panadero más palabras que el saludo y la despedida.

Un día, al encontrarse ella un pájaro herido en la puerta de la panadería hablaron por primera vez, y mucho . . .

Un año después son una de esas muy pocas parejas que son felices cada día y aún les falta tiempo para reir y llorar juntos.

El pajarillo, por supuesto, sobrevivió, mimado por quienes le necesitaron al principio como pretexto de sus ganas de conocerse.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com

ARTES LIBRES www.arteslibres.net

No hay comentarios:

Publicar un comentario