VOCES entre VOCES
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TEMAS TERTULIA 7-5-2021
VEJEZ
TE IBA A DECIR ALGO.
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.
EL REGALO
Quisiera
regalarte un pedazo de mi falda,
hoy
florecida como la primavera.
Un
relámpago de color que detuviera tus ojos en mi talle
-
brazo de mar de olas inasibles -
la
ebriedad de mis pies frutales
con sus
pasos sin tiempo.
La raíz de mi
tobillo con su
eterno verdor,
el
testimonio de una mirada que te dejara en el espejo
como
arquetipo de lo eterno.
La
voluble belleza de mi rostro, tan cerca de morir a cada instante
a
fuerza de vivir apresurada.
La
sombra de mi errante cuerpo
detenida
en la propia esquina de tu casa.
El
abejeante sueño de mis pupilas
cuando
resbalan hasta tu frente.
La
hermosura de mi cara
en una doncellez
de celajes.
La ribera de mi
aniñada voz con tu sombra de increíble tamaño,
y
el ileso lenguaje que no maltrata la palabra.
Mi
alborozo de niña que vive el desabrigo
para
que tú la cubras con la armadura de tu pecho.
O
con la mano aérea del que va de viaje
porque
su sangre submarina jamás se detiene.
La
fiebre de mis noches con duendes y fantasmas
y
la virginal lluvia del río más oculto.
Que
a nivel del aire, de la tierra y el fuego,
el
vientre como abanico despliega.
La
espalda donde bordas tus manos
hinchadas
de oleaje, de nubes y de dicha.
La
pasión con que desgarras
en el lecho
del mismo torrente inabarcable
como
si el mismo corazón se te hiciera líquido
y
escapara de tu boca como un mar sediento.
El
manojo de mis pies
despiertos andando
sobre el césped.
Como si
trémulos esperaran la inexpresada cita
donde
sólo por el silencio quedaron las cadenas rotas.
Y
en tus dedos apresado el apremio de la vida
que
en libertad dejó tu sangre,
aunque
con su cascada, con su racha,
los
árboles del deshielo, algo de ti mismo destrozaran.
La
cabellera que brota del aire
en
líquidas miniaturas irrompibles
para
que tus manos indemnes hagan nido
como
en el sexo mismo de una rosa estremecida.
La
entraña donde te sumerges como buscando estrellas enterradas
o
el sabor a polvo que hará fértiles nuestros huesos.
La
boca que te muerde
como si paladeara
ríos de aromas;
o hincándote
los dientes
matizara la vida con la
muerte.
El tálamo en que mides
mi cintura
en suave supervivencia
intransitiva,
en viaje por la
espuma difundido
o por la sangre
encendida humanizado
el mundo en
que vivo
estremecida de gestaciones
inagotables.
El minuto que me
unge de auroras
o de iridiscencias
indescriptibles.
Como si a
ritmo de tu efluvio soberano
salvaras
el instante de miel inadvertida;
O
dejaras en el mágico horizonte de luces apagadas
el
tiempo desmedido y remedido.
En
que apresados quedaran los sentidos
y
al fin ya sin idioma, desnudos totalmente.
Como
si ensayando el vuelo se quemaran las alas
o
por tener cicatrices se extenuaran los brazos.
La
piel que me viste, me contiene y resuma,
la
que ata y desata mis ramajes.
La
que te abre la blanca residencia de mi cuerpo
y
te entrega su más íntimo secreto.
Mi
vena, llaga viva, casi quemadura,
huella
del fuego que me devora.
El
nombre con que te llamo
para que seas
el bienvenido.
El rostro que nace
con la aurora
y se custodia de
ángeles en la noche.
El pecho
con que suspiro, el latido,
el
tic-tac entrañable que ilumina tu llegada.
La
sábana que te envuelve en tus horas de vigilia
y
te deja cautivo en él, duerme, sueño del amor.
Árbol
de mi esqueleto
hasta con sus mínimas
bisagras.
El recinto sombrío
de
mis fémures extendidos.
La
morada de mi cráneo, desgarrado lamento,
pequeña
molécula de carne jamás humillada.
El
orgullo sostenido de mis huesos
al
que hasta con las uñas me aferro.
Mi
canto perenne y obstinado
que en
morada de lucha y esperanza defiendo.
La
intemporal casa
que mi polvo amoroso
te va ofreciendo.
El nivel del
quebranto
o la herida que conmigo
pudo haber terminado.
El llanto
que me ha lavado
y que este pequeño
cuerpo ha trascendido.
Mi sombra
tendida
a merced de tu recuerdo.
La
aguja imantada
con su impensable
polen y sus rojas brasas.
Mi gris
existencia
con su primera mortaja
Mi
muerte
con su pequeña eternidad.
Clementina Suárez
FUENTE: https://www.poemas-del-alma.com/clementina-suarez-el-regalo.htm
TEXTOS TERTULIA 30-4-2021
CONFIESO
ESOS MIEDOS
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.
CONFIESO
Lo intento, de hecho, lo intento con una vehemencia casi enfermiza; pongo cara de interés ante relatos que ni entiendo ni me importan y sonrío sin ganas, como si me resultara amable su forma de ser, a personas que no quisiera tener a mi lado; repito que todo ello lo hago en aras de un intento vehemente de sentirme parte de una comunidad, de un grupo, de una manada… pero no lo consigo.
A veces me pregunto si esta incapacidad proviene de algún trauma infantil, incluso llego a conclusiones que cualquier psicólogo aprobaría como diagnóstico y que me dejan tranquila por un tiempo al pensar que tengo las herramientas necesarias para superar cualquier herida pasada que pudiera estar fastidiándome los días; pero después, a causa quizás de un detalle insignificante de soberbia, una actitud prepotente o una descalificación hiriente, como si de una piedrecita se tratara, se me vuelve a meter la inquietud en los zapatos del alma provocando una molestia mínima al principio del paseo e insoportable tras un rato de caminata.
Es entonces cuando vuelvo a cuestionarme el porqué de mi amor a la independencia -aunque a días pese como una losa- y me doy cuenta de que lo que no consigo acatar es la jerarquización que de manera natural se produce en la mayoría de los grupos ya que, generalmente, no está sustentada por la inteligencia, ni por el respeto, ni por el saber hacer, sino basada en la moda, en las formas aplaudidas y vigentes de la época y, aunque no soy atemporal puede que mi alma sí lo sea, y quizás también sea ella, y no yo, quien opta por la exclusión a modo de yoga emocional.
Confieso que mi aislamiento es una elección, una suerte de solución a mi eterno grito: «¡dejadme ser!» que siempre cae en saco roto cuando hace eco en un colectivo, pues no hay que olvidar que casi todo aquel que se siente capaz de capitanear un grupo lo que busca, en realidad, es corretear por su particular sala de los espejos y ver su imagen repetida hasta el infinito.
Por mi libertad pago el elevado tributo de la soledad, pero ¡cómo voy a resistirme a adquirir unos zapatos caros si el resultado es mantener mis pies sin heridas!
29/abril/2021 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»
CONFIESO
Confieso que no necesito más confesor que mi conciencia.
Confieso que me asombra que me siga asombrando el ser humano.
Confieso que no creo en banderas ni escudos, sólo en personas.
Confieso que he creído demasiado tiempo en la confesión, ahora ya sólo en la reflexión.
Confieso que he vivido por encima, por debajo, pero casi siempre a la par de mis posibilidades.
Confieso que he robado a ladrones y perdonado a pecadores sin requerirles confesión.
Confieso que he vivido y sobrevivido a mucho más de lo que creía.
Confieso que debería confesar más a menudo mis errores y mirar menos los ajenos.
Confieso que apenas sé nada de la vida, y llevo en este planeta más de medio siglo.
Confieso que he sido rebelde hasta el hartazgo, de algo hay que alimentar la vida . . .
Confieso que obligar a confesar es una de las mayores canalladas que se pueden hacer a un ser humano.
Confieso que me falta la arrogancia suficiente para intentar describir a cualquier dios, reconozco mirarlos a todos de reojo.
Me confieso, en cuanto a ideas, no instituciones, cristiano, budista, taoísta y aspirante a mediopensionista.
Confieso que me persigue la sensación de ir aprendiendo demasiado tarde.
Confieso que la vida se me ha escapado de las manos como el agua.
Confieso que a veces me da miedo quedarme sin sueños.
Confieso que nunca he creído en las confesiones, sólo en el aprendizaje.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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Quisiera obsequiaros con mi silencio.
Por si acaso estoy amaestrando pulgas,
porque con tanto majarón no destacas.
Hoy me corté las uñas de los pies
y he aprendido muchas cosas. ...
todo fué la pesadilla de un hombre
que no acaba de despertar.
Han bajado la luz y subido la oscuridad,
estoy pa hacerme unas mechas con goma2.
( Le pidió la Luna y se la trajo... pero ahora no tiene donde ponerla.) Yo te hablo de pasión en los corazones
y tú de obsolescencia programada.
Nos meten miedo para vendernos, abogados, seguros y Seguritas Direct
A ver, a mi me gusta el café de máquina,
por la mañana
me visto porque dicen que está feo ir desnuo
y en invierno hace frio.
Me levanto con el pie izquierdo
porque duermo en ese lado. No se si me explico.
Después me pongo derecho,
ando erguido por no se qué del azar de una mutación.
Todo me iría mejor,
si tuviera la columna vertebral de mi gata.
(Irá a cambiar el tiempo. Me duele lo quebrado.)
Bukosky me lo como con papas fritas y una lata de cerveza
Lavo los platos con mucha espuma. Agua tibia …
y siento que algo tiene sentido.
¡Me gustaría saber de qué cojones va todo esto !
"... de verdad crees que me importa, que te gusten o no estas palabras."
JJC – Juan Jiménez Caballero
ESOS MIEDOS
Esos miedos que ni reconoces, que crees controlados, que consideras, siempre y por supuesto, un problema ajeno.
Esos miedos que te hacen creer que una bandera, una patria, una religión e incluso el dinero puede valer más que una vida humana.
Esos miedos que te vuelven agresivo, sólo aparentemente seguro, insensible al dolor ajeno, terco, fanático, sordo a todo diálogo.
Esos miedos que te hacen negar, cerrar los ojos, volverte sordo mientras gritas, valiente en tu cobardía de fanático, escondido en tus silencios que nadie puede contradecir, refugiado en la falsa seguridad de impedir el diálogo.
Porque a ti, desde luego, nadie tiene que enseñarte nada, ni nadie te conoce, desde luego, como tú a ti mismo. Tú lo sabes y lo controlas todo.
Esos miedos, si consigues debilitarlos mediante la reflexión, la meditación y el aprendizaje, empezarán a agrietar tus certezas y, si tienes el valor suficiente conseguirás, algún día, al menos un poco de agua, apenas un sorbo, de esa fuente que, hace ya tiempo, secaron tus miedos.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.
* Los vivos se consuelan con su memoria, que adornan de objetos y tumbas dignas o lujosas.
Mientras, vamos descubriendo que sólo hay un mientras.
* Ésta es la mejor época de la Humanidad, cientos de guerras y genocidios nos preceden, somos los supervivientes de una continua tragedia colectiva.
¿Por qué no damos las gracias cada mañana al abrir los ojos?
Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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