domingo, 31 de mayo de 2020


VOCES entre VOCES



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"La educación es una cosa admirable, pero es bueno recordar cada poco tiempo que nada que realmente merezca la pena saber puede ser enseñado."
(Oscar Wilde)




¡Toma este beso en tu frente!
Y, en el momento de abandonarte,
te lo confieso con firme voz,
no te equivocas cuando dices
que mis días han sido un sueño;
y si la esperanza se ha desvanecido
en una noche o en un día,
en una visión o fuera de ella,
¿deja por ella de ser pasado?
Todo lo que somos o parecemos
no es más que un sueño en un sueño.

Yo permanezco en el ruido
de una ribera atormentada por las olas,
y tengo en la mano
granos de arena de oro.
¡Qué pocos y cómo se escurren
entre mis dedos al abismo,
mientras lloro, mientras lloro!
¡Oh, Dios!, ¿no puedo yo estrecharlos
más firmemente?
¡Oh Dios!, ¿no puedo salvar
ni uno, de la despiadada ola?
¡Todo lo que vemos o parecemos
no es más que un sueño dentro de un sueño?

Edgar Allan Poe en Poemas (Fundación editorial El perro y la rana, Caracas, 2017, trad. de Arturo Sánchez).
Otros poemas de Edgar Allan Poe


TEMAS TERTULIA 5-6-2020

APRENDER A REÍR.
DOS SILLAS.
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.



"De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero."
(B. Franklin)


TEXTOS TERTULIA 29-5-2020

INCERTIDUMBRE
CUARENTENA – X.
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.


INCERTIDUMBRE

Qué será de las cárceles del tiempo
cuando indulten los besos, los abrazos cautivos.
Qué será de las calles impolutas de ruido y gasolinas.
Qué será del Imperio del silencio
que reinaba a sus anchas noche y día.
Qué será de los pájaros, los ciervos,
los delfines, caballos y rebaños
que ganaron alegres los espacios.
Qué será del amor acobardado
escondido detrás de los visillos.
Quién va a enseñarnos a vivir de nuevo,
cómo va a ser el mundo
cuando nos reencontremos,
qué mundo será el Mundo
cuando nos despertemos.

HAYDÉE ACOSTA (Nerja)



INCERTIDUMBRE

El futuro es incierto… pero esta incertidumbre está en el corazón mismo de la creatividad humana.“ —  (Ilya Prigogine 1917 - 2003)
Fuente: https://citas.in/temas/incertidumbre/

¿Qué tenemos, al fin y al cabo, como certeza absoluta?
La muerte.

¿Qué poseemos realmente nuestro?
El cariño sincero de quien nos quiere.

¿Qué quedará de nosotros cuando seamos un puñado de polvo?
El recuerdo de nuestros actos.

¿Qué certeza nos salva en el dolor y el miedo?
La esperanza.

¿Qué vence al tiempo y nos hace eternos?
La bondad con que sembremos nuestra existencia, lo que dejemos para los que vendrán como tanto dejaron los que ya no están, esa empatía solidaria que nos hace fuertes como especie, invencibles como grupo o una plaga peligrosa cuando la olvidamos.

¿Qué es, entonces, la incertidumbre?

Nekovidal nekovidal@gmail.com 
ARTES LIBRESwww.arteslibres.net



INCERTIDUMBRE
LA BAILARINA Y LA MUERTE


Un tintineo, movimiento tenue que 
Apresura su canto.
Baila al cielo, cantinela de sus sueños,
Esconde tras su danza la vida,
Victoria de un sentimiento escrito.



No hay muerte, solo vida.
Canta al ritmo de su música,
Vestida de luces en el portal de la muerte.
Canta victoriosa sin reservas
Sus sueños, sus anhelos
Con pasión y cantos de ensueño.



Voz melodiosa de suntuosas caderas
Que despierta lujuriosa el instinto de la espera.
Callada y quieta, la cruz la contempla,
Susurrando a su oído… baila sin miedo
Que yo cantaré tu ausencia.



Y entre locura y pasión, la luna la contempla
Escondida con sigilo en un largo silencio.
Renovada baila su cintura palpitante 
Canciones ya de ensueño.
Resuenan campanas de una vieja iglesia.
Aún hay vida, la vida es un sueño.

@bpecas


INCERTIDUMBRE

A lo desconocido

¡Qué locura
Echar a perder
este aliento
que tan calentito
nos mantenía!
No sé
si merece la pena
lo que nos espera,
comportarnos
como almas
desconocidas.

José María Rico - Spencer


INCERTIDUMBRE

Audio:

LA ESPERANZA BLANCA



Rafael Cotilla





CUARENTENA – X.

El día incierto
que se transforma en noche.
La noche larga
que se transforma en miedo.
El miedo ciego
que me dispara a muerte
con su dedo
invisible de silencio.

HAYDÉE ACOSTA (Nerja)



 
CUARENTENA – X.

CUARENTENA X (PECATA MINUTA)

«…Te doy una canción y hago un discurso sobre mi derecho a hablar…». Así reza uno de los versos de la emblemática canción de Silvio que tal vez escuchábamos como una canción de amor -lo mismo que nos pasó con Al alba- pero Silvio lanzaba mensajes sobre los derechos, la generosidad y el valor. Nada más y nada menos.

Creo que va a ser la última vez que escriba sobre el confinamiento y sus aledaños, analizar y recordar lo que vivo a diario me altera y me hace sentir vencida por la estulticia generalizada.

Estoy hecha de lo que fui, de lo que soy y de lo que hago para seguir siendo; de lo que viví, de lo que vivo y de lo que proyecto vivir; pienso, siento y, además, me emociono cada dos por tres: ¡vaya lío! A ver si va a resultar que soy un ser humano normal. Yo no tengo la razón absoluta, pero tengo mis razones, y hago discursos sobre mi derecho a hablar porque, como Silvio, he decidido ser generosa y decir lo que pienso por si a alguien le sirviera… Frente a mis palabras suelo encontrar la imposición a la que me quieren someter quienes tienen miedo de no estar en lo cierto, o la sonrisa socarrona de quienes se consideran por sobre encima de todas las cosas, también están quienes parecen comerse el mundo como si fuera un bocadillo, como si esto del COVID-19 fuera pecata minuta y los cientos de miles de muertos y los millones de contagiados fueran unos gilipollas que no se enteraron de qué iba la vaina.

Admito la libertad de todos y cada uno de los pensamientos habidos y por haber, aunque no puedo decir que por todos sienta respeto, pero el único criterio válido para mí es el que me hace sentir bien y tranquila. Si apareciera alguien capaz de darme un argumento con base sólida y me lo explicara de manera que yo, una ciudadana de a pie, lo entendiera sin que me condujera a error -menos aún a enfermedad- escucharía en silencio y al menos por el tiempo que durara la ilustración olvidaría mi desprendida verborrea. Mientras tanto y por si las moscas, cualquier idea, repito, cualquier idea, considero que está a la misma altura que la mía y seguramente basada, también como la mía, en creencias atávicas, cegueras emotivas temporales o permanentes, redes de seguridad afectivas o cualquier otra historia de esas que nos ayudan a sentirnos invulnerables.

Finalizo mis cavilaciones sobre la pandemia resumiendo lo que pido y lo que doy o, al menos, eso intento, con una expresión en jerga de baile: ¡apriétala, pero no la obligues!


29 mayo 2020 – Victoria Blanco para «VOCESentreVOCES»



CUARENTENA – X.

Días de confinamiento y en el confinamiento, reflexiones.

Reflexiones que me han convencido de  que he estado en el lugar correcto y que no he forzado nada.

Reflexiones que me enseñan que no hay que estar decepcionada o enfadada, que solamente  hay que alejarse de todo aquello que no es saludable.

Reflexiones que me indican que el amor propio, no es sinónimo de egoísmo,  simplemente es no permitir que llegue, todo aquello que quiera destruir la autoestima.

Reflexiones que me invitan a vivir el presente sin revivir el pasado y no estar preocupada por el futuro, para que el presente sea pleno.

Reflexiones que me llevan a lo razonable, que no hay que convencer, porque crea estar en lo cierto, que es más importante la humildad.

Reflexiones que me hacen crecer y me indican cual es el camino para  vivir con plenitud.

M.C.G.C.


CUARENTENA – X.

Me crié con la Guerra Fría, esa extraña época demencial en que, cuando comprendías un poco sobre lo que hablaban los adultos, caías en la cuenta de que todo se podía terminar en cualquier momento bajo un champiñón gigante de fuego que nos herviría a todos como a cangrejos en una olla enorme. Ver fotos y películas sobre Hiroshima y Nagasaki no ayudó mucho a que los niños conciliáramos el sueño.
Luego empezaron las crisis, habíamos oído hablar de la de 1929, esa en la que, decían, los banqueros se tiraban desde los rascacielos de Nueva York, luego supimos que fueron sólo un par de casos anecdóticos, que quienes en realidad sí murieron por miles, y de hambre, fueron las familias pobres. Se le puso un bozal al capitalismo especulativo y salvaje y la vida continuó hasta que en los años ochenta alguien le volvió a quitar el bozal y volvió a morder con la fuerza de la codicia, en eso estamos.
Pero nunca imaginé vivir una pandemia, leía asombrado los efectos que la Peste Negra había tenido en Europa, matando a la mitad de la población y dejando a los supervivientes en una nueva situación social inesperadamente mejorada: había pocos campesinos y los señoritos feudales competían entre ellos por contratarlos bajándoles impuestos y subiendo salarios, cualquier cosa menos ponerse ellos a labrar la tierra, paradojas de la vida.
Y ahora esto: una pandemia que inevitablemente cambiará el futuro de la Humanidad, está por ver como.
Sólo quiero vivir tranquilo y leer los turbulentos tiempos de la historia en los libros, no vivirlos en vivo y en directo, ¿no podríamos poner en cuarentena las guerras, crisis, epidemias y demás locuras naturales o humanas?
Los mejores tiempos de la historia fueron esos en los que no se escribió sobre ninguna guerra, epidemia, catástrofe o crisis, esos sólo aparentemente aburridos tiempos en los que las personas vivían y dejaban vivir.
Los mejores tiempos de la historia humana no están en los libros de historia
Jodidos tiempos interesantes actuales . . .

Nekovidal nekovidal@gmail.com 
ARTES LIBRESwww.arteslibres.net


"Si no creemos en la libertad de expresión de las personas que despreciamos, no creemos en ella en absoluto".

(Noam Chomsky)



MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.

***
Desde que se inventaron las disculpas el mundo está lleno de mentiras.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 
ARTES LIBRESwww.arteslibres.net

***

No temas, le tranquilizó, apareceré cada vez que brille el Sol de Medianoche.

Lourdes Pérez




Mientras hubo
una posibilidad de huir
se quedaron todos
en la cárcel.

La posibilidad de escaparse
era una libertad que nadie
quería perder.

Gösta Ågren en Hid (1992), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).
Otros poemas de Gösta Ågren
Catedrales de EuropaDiscurso finalMañana otoñal


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