domingo, 24 de mayo de 2020


VOCES entre VOCES



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TEMAS TERTULIA 29-5-2020

INCERTIDUMBRE
CUARENTENA – X.
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.




El elemento más violento de la sociedad es la ignorancia. 

(Emma Goldman)





yo te puedo enseñar a escribir un poema de hoy
presentación del objeto, ya no
no seguir el horizonte de El llano en llamas de 
Rulfo
no entregarse a la resonancia del llano, ya no
sobre todo en el ejemplo de "El hombre”
ahí resuena en la hondonada una vuelta de cabeza

el lugar del poeta es el Afuera, no tanto la metáfora se desmembró
un horror-mano-a-la-cara cuando vio millones
desperdigados por el mundo sin adonde
sí, sigue siendo esa figura su hábitat
el lugar del hombre real es el afuera real
ahí los ves si quieres letra
los dos coinciden bajo la luna llena
imposible sentir pena
sólo se siente rima

de nada vale llamarla gorda cuando todavía es llena no todo cambió
los dos coinciden sin ser distintos
parte siria del poeta con parte siria del hombre
de nada vale decir dueños de la resonancia
suena cencerro abajo en la acumulación primaria
nuevos habitantes del vacío
la metáfora se hizo polvo
el polvo está en el camino
sólo que no hay camino en el sentido de Camino
sólo que no hay afuera en el sentido de Afuera
la misma Comuna descendió a comuna
un tótem baja a sus pies

expulsados
las palabras importantes tienen su comienzo ex
ex remite a lo que ya no está
extraño en los sesenta, en los setenta-ochenta, exilio
el presentimiento no sereno de no ser: estar extra
el poema ex-nihilo fue objeto de rechazo
no hay poema de la nada, ni en plena crisis de origen
toda cosa se antecede antes de la misma sed
manantial, oasis
el siglo XIX fue un fracaso del pensar
el poema del pensar: la piel no quiere
un poema puede rescatarte de un enredo
la realidad arremete contra los presentes vivos
los muertos están debajo de la tierra
están dentro del sueño de una cabeza de canto

Eduardo Milán en Salido (Varasek Ediciones, Madrid, 2018).Otros poemas de Eduardo Milán


 La palabra "felicidad" perdería su significado si no estuviese equilibrada por la tristeza. 

(Carl Gustav Jung)



TEXTOS TERTULIA 22-5-2020

UNA HERMOSA HISTORIA.
CUARENTENA – IX.
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.



UNA HERMOSA HISTORIA.

Sucedió durante el confinamiento en un pueblo de Andalucía, hace unas tres semanas.
Los vecinos salían a la calle a las ocho de la tarde para aplaudir y agradecer así al personal sanitario en particular y, en general, a las personas que con su trabajo mantienen funcionando la sociedad y permiten, con su esfuerzo, que tengamos comida en nuestras mesas.
Algunos vecinos, al no tener balcón a la calle, salían desde los patios interiores a rendir tan sincero y justo homenaje a sus conciudadanos. Entre esas familias había una mujer inmigrante de mediana edad con su hija pequeña, de unos cinco añitos.
Cada tarde se repetía la misma ceremonia y alguien observó que la niña, aunque muy aseada, salía siempre con la misma ropita.
Un día aparecieron en el pasillo que lleva al patio común del edificio dos cajas grandes llenas de ropa infantil, precisamente para edades entre los cinco y lo nueve años. La niña se pasea desde entonces orgullosa con sus nuevas ropas.
No sabría decir que gesto es más reseñable, si la donación en si, que se hiciera a una familia inmigrante, que tan a menudo olvidamos que sostienen con su trabajo la riqueza del país, o que se hiciera en el más absoluto anonimato.
Es una de las tantas y tantas historias que suceden a diario en el mundo, con o sin pandemia, historias que deberíamos compartir y recordar cuando, viendo a otros seres humanos, una minoría, enfermos de codicia y egoísmo, decaiga nuestra esperanza en nuestra especie y en nosotros mismos.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 
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UNA HERMOSA HISTORIA.

De la nada y la distancia cruzan ríos de palabras, palabras que un desconocido un día escribió para ti. Palabras de vida y gratitud, de soledad efímera y siniestra, abriendo paso a un río de emociones que ha escondidas le recordaban a sí mismo. Interrogantes sobre un amor que sin ser real le sedujera en sus entrañas, más allá del lujo y la soberbia. Y se supo pequeño en aquel lago de incertidumbre, entre risas, copas y engaños. Y la vida le sorprende en ese devenir incierto, entre perfiles pintados de duda y fotografías sedientas de amor, perfiles rosados y efímeros que desdibujan su realidad soñada. Y la noche le sorprende despejada de sombras y dudas, no hay más razón que sentirse herido para querer alcanzar la gloria del despecho. Y es la vida un sin fin de caminos ardientes, de luchas intrépidas y sonrisas dibujadas, un cielo azul que nos deslumbra en la noche y unos ojos que en la oscuridad de nuestra alma enciende la luz y nos cuestiona quién somos. Despertamos, entonces, de la duda y los sueños y nos aferramos inquietos a la verdad de lo que delante de nuestros ojos hambrientos, nos suena a luz y a un dulce encuentro.

@bpecas


UNA HERMOSA HISTORIA.

En Nuestra  Habitación.
En nuestra habitación quiero tenerte, cual mariposa se posa al suave roce de la flor .
En nuestra habitación quiero embriagarme, cual vino tinto que se desliza por mi piel .
En nuestra habitación quiero vivir el más sublime instante de placentera intimidad.
En nuestra habitación quiero despertar al sol naciente enredada en tu cuerpo.
En nuestra habitación quiero permanecer eternamente.

A .E.


UNA HERMOSA HISTORIA.

Desde el día que me detectaron
supe que todo iba a cambiar,
que nada iba a ser igual.
No sé si para bien
o para mal.
Pero supe
que a partir de ese día
mis momentos tendrían
otro valor.
Que los minutos cambiarían
de color.
Y que todos mis momentos
que se han vivido
no superan el presente
y mucho menos el futuro,
ese futuro incierto.
Hoy aquí, tal vez mañana allí...
Desde aquel día que me detectaron
ya nada va a ser igual.
¡¡Nunca será igual!!

José María Rico - Spencer

UNA HERMOSA HISTORIA.

Audio:
NÉCTAR DE LA PASIÓN

Rafael Cotilla





CUARENTENA – IX.

MONÓLOGO DEL MES DE MAYO

Qué corto me parece todo el tiempo que se esfuma a mi alrededor, y qué largo sin embargo cuando estoy como petrificada sin poder darles movimiento a todas las ideas que se me amontonan en la cabeza; incluso a veces creo que no tengo ideas, sin embargo no paro de pensar.
Hay días especiales, que de tan bonitos o tan redondos, me parece que la vida me ha cundido un montón. Otros, en cambio, me entra la angustia existencial y siento que estoy como para esconderme en una caja y cerrarla un tiempo. ¡Ay!, la vida, con lo desnudos y libres de equipaje que llegamos a este mundo y la de cosas que nos van sobrando a lo largo de los años; claro que otras nos faltan, pero esas son siempre las abstractas, las que no se ven, las que no ocupan lugar físico y sin embargo lo llenan todo a un punto, que a veces provocan hasta asfixia.
Porque los deseos, los sueños, las esperanzas, las alegrías o tristezas, se alimentan del aire que respiramos y todas juntas, a veces en tropel, nos ahogan.

HAYDÉE ACOSTA (Nerja)


CUARENTENA – IX.

A estas alturas, caducos o profanados los mejores sueños, cansados los pies de andar y la vista de leer, ya sólo intento disfrutar lo que ofrece el presente, esa exigua y única realidad, tratando de escapar de la falsa ilusión del futuro y quedándome sólo con las lecciones del pasado.
Y la vida, que siempre premia las pocas veces que acertamos en estos complejos juegos vitales, me regala un inesperado sentido del ser que sólo ocasionalmente había percibido y disfrutado.


Nekovidal nekovidal@gmail.com 
ARTES LIBRESwww.arteslibres.net



CUARENTENA – IX.
CUARENTENA IX (LICENCIATURAS)


De medicina sé poco, lo justo para comprender cuándo estoy resfriada, pero gracias a una enfermedad que aconteció en casa de mis padres aprendí bastante de profilaxis: el médico se lavaba las manos antes y después de examinar al enfermo igual que el practicante, este último, además, desinfectaba con alcohol el instrumental; los utensilios que utilizaba la persona afectada se mantenían separados del resto, aunque la posibilidad de contagio era mínima; se hacía imprescindible mantener limpio y ventilado el dormitorio que ocupaba el paciente y a este aseado de pies a cabeza; por otro lado, estaba la necesidad de afrontar los innumerables gastos que provocó la terrible enfermedad -extraña por aquel entonces y poco común hoy día- y que se asumían ya fuera trabajando a destajo o pidiendo un préstamo, el caso era hacer frente a la situación pues se trataba de la bolsa o la vida.

Aunque de política tampoco sé mucho, estoy convencida de que salvo esas excepciones que mi alma agradece -y agradece profundamente-, solo llegan a los puestos conocidos quienes aceptan sometimiento a cambio de subirse al carro de la fortuna fácil, auténticos muñecos de feria, meros títeres vestidos con ropa de marca, marionetas impenitentes de aquellos que, como los alimoches, pasan por Gibraltar un par de veces al año y tienen el poder económico en sus manos; se podría decir que la función de los políticos es similar a la que desempeñan quienes, sin escrúpulos, firman contratos blindados transitorios para despedir a todo el que señale la empresa cuando ésta quiere cortar cabezas sin que la plantilla habitual se vea afectada; yo, a unos y a otros, los llamo verdugos.

Pero hétenos aquí que, en medio de una inesperada pandemia mundial, en España hemos aprendido a decir gel hidroalcohólico -aunque al escribirlo nos fallaría como mínimo el acento- y parece que toda la población nos hayamos convertido en expertos en Sanidad Pública y, así, de repente, nos hubiera sido otorgada una licenciatura que ¡quién nos iba a decir que algún día podríamos obtener! Como consecuencia del diploma y dejando salir al doctor honoris causa que llevábamos escondido en la cartera, nos sentimos con pleno derecho a decidir si llevar la mascarilla o no y cómo llevarla puesta, si guardamos la distancia de seguridad o no y si paseamos en los horarios establecidos o en los que se nos ponga en los «pelenguendengues».

Por el mismo arte de birlibirloque, nos hemos titulado a la vez en Ciencias Políticas y Protocolo y sabemos, sin duda alguna, cómo actuar en el Congreso de los Diputados, cuál sería la manera razonable de proceder y de qué forma utilizar los tiempos de participación y demás zarandajas, de tal manera que, de nuevo y por nuestros «pelenguendengues», resolvemos en qué momento cambiar de fase y lo que sería mejor para toda una población, no para una familia o para un barrio, no, para la piel de toro entera; claro que si tomamos como ejemplo a los líderes que, al menos aparentemente, mueven los hilos de la economía, estoy por concluir que nos vamos pa’l carajo.


¿Tanta prisa hay por salir a tomar una cerveza? ¿Tanta es la necesidad de lucir la dentadura perfectamente blanqueada, los labios con bótox o la depilación pectoral? ¿De verdad que nos preocupa más un corte de pelo estiloso que el buen funcionamiento de nuestros pulmones? ¿En serio es más satisfactorio cenar mirando al mar que estar sanos y vivos? Con la soberbia que nos gastamos en este país supongo que la mayor parte de la población desconoce que el suicidio está penado y que, si el hecho quedara en un intento y el suicida sobreviviera, podría caerle una buena condena por atentar contra su vida.

Soy, siempre lo he sido, defensora de la libertad tanto de pensamiento como de acción, salvo en el caso en que las acciones afectan a la vida ya sea propia o ajena, entonces no hay argumento que sustente defensa alguna porque no se trata de libertad sino de actos perjudiciales. Sí, claro que me concierne si llevas o no mascarilla porque, si tu teoría no es la acertada, me estás poniendo en riesgo de la misma manera que lo hacen esos conductores kamikazes que van por una autopista en sentido contrario pisando a tope el acelerador; sí, claro que me afecta que no mantengas la distancia, aunque sé de tus problemas con las medidas, lo aprendí con los chistes. Por supuesto que puedo estar confundida, pero mi confusión te arrastrará, como mucho, a la risa por haberme gastado una pasta gansa en mascarillas que no eran necesarias o porque el moreno de mi rostro se limitará a un trocito en las mejillas, la tuya podría llevarme a la tumba.

Sé que la crisis económica que tenemos encima es de aúpa y que nos espera un futuro muy complicado, pero también sé que solo hay futuro si hay vida; recuerdo que durante aquella enfermedad de la que hablé al principio la familia sabía que también iba a tener que asumir posteriormente los gastos de una boda, pero aunque podrían haberlo hecho no quisieron mirar para otro lado y obviar la enfermedad, apencaron con la situación a pesar de la incertidumbre, del miedo y de la inseguridad… se trataba de “la bolsa o la vida”. Para mí el mundo es ahora como una gran familia en la que ha surgido una enfermedad desconocida, de fácil contagio, y a veces letal, por lo tanto es de ley que miremos los unos por los otros y que mantengamos las normas de higiene y el respeto humano mínimos que nos debemos por el sencillo y milagroso hecho de existir.

No quiero cerrar este escrito sin dar un par de pinceladas más; la primera es para recordar a todas las personas que se sienten capaces de lanzar consejos médicos a diestro y siniestro que quienes ejercen la medicina están obligados a cumplir el juramento hipocrático mediante el que se comprometen a consagrar su vida al servicio de la humanidad; la segunda -aunque no menos importante- es insistir en que no se metan a políticos de poca monta porque si bien cada quien es libre de decidir entre la bolsa o la vida, es conveniente que ambas pertenezcan al mismo propietario pues si se trata de conseguir la bolsa de alguien a cambio de la vida ajena, la situación, de seguro, conllevará algo más que un conflicto ético.

Definitivamente voy a ser prudente a la hora de decidir con quién me codeo.

Y no me negaréis que está muy bien traído el verbo CODEAR en estos tiempos.

23 mayo 2020 – Victoria Blanco para «VOCESentreVOCES»



* Ilustración: Verónica Montón Alegre – Fuente:“Público”



MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.

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EL MIEDO A NADA ES EL TEMOR A TODO EN LA OSCURIDAD DE NO ENTENDER .
Adriana Espinel

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* ¿Por qué ponemos precio tan alto al miedo y tan bajo a  la esperanza si es la que nos ayuda a sobrevivir?

* La llave de la felicidad es superar la maldición del paraíso: Lo más placentero deja de serlo destruido por la costumbre.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 
ARTES LIBRESwww.arteslibres.net

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Mi moño ya no está revuelto.
Ya no tengo que verme despeinada el alma cuando creía que era mi moño la parte despeinada de mi alma.
Y resulta que me despeinaron el c...

Yolanda Yuste



Todo santo tiene un pasado y todo pecador tiene un futuro”. 
(Oscar Wilde)




poca vergüenza tiene el cristal al que hacen correr la voz mentirosa de la liebre
si su capa no flota atada al palo roto de su barca
que ni el carajo de su cresta podrá ya nunca más reírse de la cuerda que cuelga del farol
si no fuera el azar el que manda
y la forma arbitraria de la sombra afilada por la seda de su beso el estribo
y aún así y todo y a pesar de que ahora encerrado ya está entre los cuatro muros del grano de
          la uva
sus ganas de cantarse al compás de la gota de luz de la cazuela
que se está todo el día de rodillas y delante del trapo tan sucio que gotea
el amor sentado en un rincón de la cocina se entretiene cortándose las uñas

Pablo Picasso, incluido en Poesía surrealista en español (Éditions de la Sirène, Parías, 2002, ed, de Ángel Pariente).Otros poemas de Pablo Picasso
20 agosto XXXV




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