VOCES
entre VOCES
TEMAS
TERTULIA 5-5-2017
EL
CIRCO
OJALÁ
QUE NO PASE LA MIERDA (Propuesto por una ciudadana francesa a
propósito de la segunda vuelta de las elecciones en Francia)
INTELIGENCIA
"La
vida es muy peligrosa… No por las personas que hacen el mal, sino
por las que se sientan a ver lo que pasa."
(Albert Einstein)
(Albert Einstein)
No
querrás de veras ser poet(is)a. Primero, si
eres mujer, tienes que ser tres veces mejor que
cualquiera de los hombres. Segundo, tienes
que acostarte con todo el mundo. Y tercero,
tienes que haberte muerto.
Poeta masculino, en conversación.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe dormir cerca de la luna a cara abierta;
debe caminar a través de sí misma estudiando el paisaje;
no debe escribir sus poemas con sangre menstrual.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe correr hacia atrás en torno al volcán;
debe palpar el movimiento a lo largo de sus grietas;
no debe conseguir un doctorado en sismografía.
Si una mujer quiere ser poeta,
no debe acostarse con manuscritos incircuncisos;
no debe escribir odas a sus abortos;
no debe hacer caldos de vieja carne de unicornio.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe leer libros de cocina francesa y legumbres chinas;
debe chupar poetas franceses para refrescar su aliento;
eres mujer, tienes que ser tres veces mejor que
cualquiera de los hombres. Segundo, tienes
que acostarte con todo el mundo. Y tercero,
tienes que haberte muerto.
Poeta masculino, en conversación.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe dormir cerca de la luna a cara abierta;
debe caminar a través de sí misma estudiando el paisaje;
no debe escribir sus poemas con sangre menstrual.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe correr hacia atrás en torno al volcán;
debe palpar el movimiento a lo largo de sus grietas;
no debe conseguir un doctorado en sismografía.
Si una mujer quiere ser poeta,
no debe acostarse con manuscritos incircuncisos;
no debe escribir odas a sus abortos;
no debe hacer caldos de vieja carne de unicornio.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe leer libros de cocina francesa y legumbres chinas;
debe chupar poetas franceses para refrescar su aliento;
no debe
masturbarse en talleres de poesía.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe pelar los vellos de sus pupilas;
debe escuchar la respiración de hombres durmientes;
debe escuchar los espacios entre esa respiración.
Si una mujer quiere ser poeta,
no debe escribir sus poemas con pene artificial;
debe rezar para que sus hijos sean mujeres;
debe perdonar a su padre su esperma más valiente.
Erica Jong, incluido en Siete poetas norteamericanas contemporáneas (UNAM, México, 2008, selec. y trad. de Beth Miller).
Si una mujer quiere ser poeta,
debe pelar los vellos de sus pupilas;
debe escuchar la respiración de hombres durmientes;
debe escuchar los espacios entre esa respiración.
Si una mujer quiere ser poeta,
no debe escribir sus poemas con pene artificial;
debe rezar para que sus hijos sean mujeres;
debe perdonar a su padre su esperma más valiente.
Erica Jong, incluido en Siete poetas norteamericanas contemporáneas (UNAM, México, 2008, selec. y trad. de Beth Miller).
"Si
un escritor se enamora de ti, nunca morirás." (Anónimo)
TEXTOS
TERTULIA 28-4-2017
ROMPIENDO
EL SILENCIO
AUGUSTOS
Y PIERROTS
A
LO TONTO, A LO TONTO . . .
ROMPIENDO
EL SILENCIO, AUGUSTOS Y PIERROTS, A
LO TONTO, A LO TONTO . . .
He
ido encontrando en mi camino vital augustos y pierrots, arlequines,
juglares y respetables payasos utópicos de todo tipo que, rompiendo
el silencio, iban escribiendo, a lo tonto, a lo tonto, lo mejor de la
historia humana . . . ¡ cuánto les debemos!
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES - www.arteslibres.net
ROMPIENDO
EL SILENCIO
Rompiendo
el silencio te hablé,
rompiendo
el silencio,
palabras
de amor en penumbra,
tu
hablabas de no sé qué,
yo
embrujado escuchaba
tu
voz, grave, en una noche oscura.
Rompiendo
el silencio, te amaba.
Palabras
la noche rasgaban,
rompiendo
el silencio,
yo
a besos gemidos callaba,
hablar
sin decir nada,
solo
oír tu voz ahogada,
y
acariciar con palabras tu alma
rompiendo
el silencio de una noche callada.
Diego
Francisco Guevara de Bonis
ROMPIENDO
EL SILENCIO
Yo
maldigo el deseo cuando ya no es bastante,
para seguir la batalla entre tú yo.
No, no compro el miedo de la compasión en las caricias.
No, que no llegue el tiempo de las telas de araña
en nuestros labios.No nos diremos palabras de amor
como quienes intercambian presos.
Hoy no canto canciones tristes como un pájaro malherido..
Hoy anhelo el momento desnudo, cuando tú y yo sólo somos uno.
Ámame con las luces apagadas bajo este eterno eclipse de sol.
para seguir la batalla entre tú yo.
No, no compro el miedo de la compasión en las caricias.
No, que no llegue el tiempo de las telas de araña
en nuestros labios.No nos diremos palabras de amor
como quienes intercambian presos.
Hoy no canto canciones tristes como un pájaro malherido..
Hoy anhelo el momento desnudo, cuando tú y yo sólo somos uno.
Ámame con las luces apagadas bajo este eterno eclipse de sol.
J.J.C.
- Juan Jiménez Caballero
ROMPIENDO
EL SILENCIO
Contra
todo pronóstico
Tumbado
boca arriba en la acera junto a un inmenso edificio, una especie de
andamio de hierro, grande y pesado, con la base pintada de rojo y una
X negra cae hacia mí a gran velocidad desde los últimos pisos. No
tengo escapatoria. Voy a morir en breves segundos. Me invade un
terror desconocido y muevo los brazos en aspas con desesperación.
Enseguida, contra todo pronóstico, acepto que voy a morir
inmediatamente. Incluso me digo a mí mismo algo así como “adiós,
mundo cruel”. Me noto una gran erección. Cuando el fatal desenlace
parece que va a tener lugar, en esa última décima de segundo, mi
cuerpo se “desliza”... se “escurre”... “resbala”... se
transporta fuera de esa escena. No llego a oír el terrible ruido del
andamio de hierro al impactar sobre la acera.
Sigo
tumbado boca arriba, pero ahora me encuentro en la gran Sala de
Llegadas del Aeropuerto de Málaga. Es de noche. La sala está
completamente vacía. La marea sube lentamente. El mar lo inunda
todo, con parsimonia. La marea me lleva hacia la Sala de Salidas
mientras floto “haciendo el muerto”...
José
Luis Álvarez
ROMPIENDO
EL SILENCIO
Cansado
de engordar tu ego con mis silencios, de callar ante tus peroratas,
rompiendo el silencio te comento, no callo porque te de la razón, te
escucho porque es de educación, callo porque no merece la pena
iniciar una discusión, porque no quiero competir en quien tiene
razón, no es mi guerra.
Hablar
es comunicar, no imponer un concepto, no hacer alarde del
conocimiento propio, no destacar a costa de los silencios o el
desconocimiento de los demás.
Conversar,
hablar, discutir es intercambiar conocimientos, sentimientos,
expectativas, de todo se puede aprender, incluso de tus monólogos,
estar abierto a lo que lo demás tiene que decir, empatizar,
comprender, no necesariamente asumir las conclusiones de los demás,
si reflexionas un poco y escuchas te darás cuenta que cuando alguien
opina diferente no lo hace para hacerte daño, para humillarte ante
la concurrencia, para exhortarte a que asumas los resultados de sus
premisas, no todos son como tú.
Cuando
pregunto, unas veces es para llenar un hueco de mi ignorancia, no me
avergüenzo, no lo sé todo, tu tampoco pero yo quiero aprender,
otras es para comprender lo que quieren expresar y/o porque.
Muchos
mamíferos que viven en manada se acarician para reforzar lazos,
sentimientos, amor, nosotros los humanos además podemos hacer esto
con palabras, hay personas que hablan para que las escuchen, para
desahogarse, ni siquiera tiene que tener sentido la conversación ni
desgranar conocimientos, ni ser novedad, ni siquiera ser verdad,
simplemente necesitan la caricia de hablar y ser escuchado, el
contacto espiritual. Tu también lo puedes entender, es fácil si lo
intentas.
Rompiendo
el silencio, por una vez te imploro, que escuches.
Diego
Francisco Guevara de Bonis
ROMPIENDO
EL SILENCIO
José
María Rico
ROMPIENDO
EL SILENCIO
Rompiendo
el silencio, diciendo NO a reyes que sólo ellos y sus cómplices, la
casta sacerdotal de cualquier religión, decían que algún dios les
había concedido el privilegio de hacer de su voluntad y capricho la
ley de todos, empezó el ser humano a convertirse en realmente
humano, dejando la brutalidad de su pasado en el camino.
Rompiendo
el silencio, diciendo NO a injusticias y abusos milenarios que nos
mantenían en la ignorancia, el fanatismo y la miseria, prepararon
nuestros antepasados el camino del progreso, de tantos derechos de
los que disfrutamos hoy en día sin apreciarlos siquiera, un camino
que regaron con su sangre.
Rompiendo
el silencio, diciendo NO a la absurda idea de que la mitad de la
humanidad, las mujeres, debían tener menos derechos que la otra
mitad, los hombres, comenzó a amanecer el futuro, hace tan sólo un
siglo.
Rompiendo
el silencio, diciendo NO a esa minoría sociópata que decía que
decidir por el resto de la sociedad sin más fin que mantener sus
privilegios era el estado natural de las cosas, comenzó a brotar la
democracia.
Rompiendo
el silencio, diciendo NO a una democracia ya obsoleta, adecuada, tal
vez, hace dos siglos, pero claramente insuficiente actualmente, son
millones hoy en día quienes proponen un nuevo paso adelante, que
sean todos los ciudadanos y no una clase política corrupta e
ineficiente, la que tome las decisiones que afectan a toda la
población.
Rompiendo
el silencio, diciendo NO a tanta locura, poco a poco, aunque cueste
creerlo a veces, avanza nuestra especie hacia un futuro en un paraíso
que está más al alcance de nuestra mano, con la tecnología y
medios que tenemos, de lo que creemos.
Siempre
rompiendo el silencio, siempre diciendo NO, siempre apostando por
utopías que, la historia lo ha demostrado sobradamente, acaban,
antes o después, siendo siempre una realidad.
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES - www.arteslibres.net
A
LO TONTO, A LO TONTO . . .
Como
se acaba la bolsa de pipas que empezamos hace apenas unos minutos,
como se vacía el paquete de palomitas antes de que comience la
película, como se termina esa botella de vino que abrimos para
ponernos sólo una copa y el chocolate que escondimos en el armario
más alto para no tener fácil acceso y los cacahuetes del aperitivo
aunque no teníamos hambre, a lo tonto, a lo tonto…
Igual
que el cáncer termina habitando la totalidad de nuestro cuerpo, del
mismo modo que la primera pequeña mentira nos trajo este mar de
disfraces y el primer desplante nos condujo a estos ojos morados, a
lo tonto, a lo tonto… No engordamos treinta kilos de un día para
otro, no nos convertimos en sumisos por genética, no acabamos hechos
una piltrafa en un santiamén, ni triunfamos por arte de
birlibirloque, todo es poco a poco, casi sin darnos cuenta una arruga
da paso a la siguiente, una sonrisa a una carcajada, una caricia a un
beso apasionado, un pequeño desprecio al maltrato, así, como el que
no quiere la cosa, a lo tonto, a lo tonto…
Es
la semilla lo que cuenta y ellos lo saben.
Nosotros,
los de a pie, a lo tonto, a lo tonto hemos ido cediendo derechos en
aras de la comodidad o del miedo, nos hemos convertido en víctimas
que ponen mansamente la cabeza en la fenêtre
de la guillotina dando cancha libre a sus verdugos; a lo tonto, a lo
tonto hemos dejado de salir a la calle para denunciar que estamos
siendo pisoteados y hemos dejado de enfrentarnos a aquel que nos
cosifica y de denunciar los entuertos y de reconocer el daño… Y
es que, en definitiva, a lo tonto, a lo tonto hemos llegado a
considerar normales la corrupción, la perversidad, la violencia y la
destrucción.
Va
a haber que comprar otra bolsa de pipas.
Madrid,
26 abril 2017 – Victoria Blanco
No hay comentarios:
Publicar un comentario