sábado, 13 de mayo de 2017

VOCES entre VOCES

TEMAS TERTULIA 19-5-2017

¿QUÉ QUEDA?
ABANDONO
OLOR A CAFÉ

"La poesía no quiere adeptos, quiere amantes".
(Federico García Lorca)






TODO ASUSTA

Asusta que la flor se pase pronto.
Asusta querer mucho y que te quieran.
Asusta ver a un niño cara de hombre,
asusta que la noche…
que se tiemble por nada,
que se ría por nada asusta mucho.
Asusta que la paz por los jardines
asome sus orejas de colores,
asusta porque es mayo y es buen tiempo,
asusta por si pasas sobre todo,
asusta lo completo, lo posible,
la demasiada luz, la cobardía,
la gente que se casa, la tormenta,
los aires que se forman y la lluvia.
Los ruidos que en la noche nadie hace
-la silla vacía siempre cruje-,
asusta la maldad y la alegría,
el dolor, la serpiente, el mar, el libro,
asusta ser feliz, asusta el fuego,
sobrecoge la paz, se teme algo,
asusta todo trigo, todo pobre,
lo mejor no sentarse en una silla.

(Todo asusta, 61)
Gloria Fuertes

"He hecho un curso de lectura veloz y he leído Guerra y paz en veinte minutos. Habla de Rusia".(Woody Allen)


TEXTOS TERTULIA 12-5-2017
LA SIEGA
¿QUIÉN RIE EL ÚLTIMO?
¿TIENE ESO IMPORTANCIA?


LA SIEGA -¿QUIÉN RIE EL ÚLTIMO?-¿TIENE ESO IMPORTANCIA?

¿Quién ríe el último?
¿Tiene eso importancia?
Ninguna, al final todo no es más que una siega de ciegos.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com
ARTES LIBRES - www.arteslibres.net


LA SIEGA

"Voces entre Voces" 12/05/17

No esperó la mañana,
comenzó de noche la siega,
cuando no está seca la paja,
maduro el grano en la era,
no espero la guadaña.

Castizo donde los hubiera
de su boca ni una queja
siempre tenía palabras
para quien oírlas quisiera,
gran corazón de alma brava.

Del real hasta hasta la medula,
jaleaba con vehemencia,
y cuando venían mal dadas
todos notaban tu ausencia,
los nervios te agarraban.

Engañados a todos tenias
trabajando en la cocina,
el jaleo era tu vida,
compañero en la cuadrilla
y buen maestro en la vida.

A tus setenta y seis años,
qué bien guardado lo tenias,
un buen recuerdo has dejado
entre los que te conocían,
ve en paz Maestro Cocina

Diego Francisco Guevara de Bonis


LA SIEGA

Los humanos, aunque se les informó reiteradamente a través de los sueños de algunos de sus sacerdotes, los llamados chamanes, se negaban a creerlo: cada cierto tiempo llegaba la siega y ellos eran las cosecha.
Con el mismo derecho con que ellos mismos segaban millones de vidas cada día para alimentarse, mientras lo justificaban autoproclamándose una especie superior, otras especies, varias, hacían lo propio con ellos.
No les interesaba su cuerpo, sino las diferentes energías de su espíritu.
Algunas especies recorrían millones de años luz para recolectar agridulces pasiones humanas, tan variopintas, otras apreciaban el sabor amargo de la ira y provocaban guerras para conseguir una buena cosecha. Las había que pagaban altos precios por el dulzor del amor, siempre tan intenso en los humanos. Para otras era la contradictoria libertad de los suicidas la que constituía un manjar único.
Observando a lo lejos el diminuto planeta al que se acercaban, el grupo expedicionario miraba con cierta incredulidad.
¿De verdad se niegan a creerlo?”
Sí”, dijo el más experimentado, “es una especie tan primitiva como curiosa, la negación y el autoengaño inundan toda su mente”.
Pero, ¿por qué creen que otros no harán con ellos lo mismo que ellos hacen con otras especies?” “Es absurdo . . .”
La lógica no es una de sus características, aunque ellos están convencidos de que sí”.
Ya a punto de entrar en la atmósfera del planeta y conectar el campo de invisibilidad, el más joven de la tripulación se volvió al resto y, apenas susurrando, preguntó: “Y a nosotros, ¿quién nos cosecha?”

Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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¿QUIÉN RIE EL ÚLTIMO?

Si me oyes a deshora. Si te llego tarde,

será porque mi despertador es un pájaro loco.

Lo siento,

esta visto que no sé rezar ni escribir nada serio.

Mientras la vida nos engorda.

Me tendré que fustigar, cada noche,

con un látigo de algodón dulce.

Ya me siento mejor,

he hecho con mis palabras un cóctel molotov.

Y he tirado nuestros corazones para que jueguen los gatos.


J.J.C. - Juan Jiménez Caballero


¿QUIÉN RIE EL ÚLTIMO?

El que sabe reír.
El profeta que no cree en profecías.
El sacerdote que renunció a crear dioses.
El que, a pesar de todo, ha aprendido algo.
El anciano que mantuvo vivo en su interior algo de su infancia.
El niño, sabio en su aparente ignorancia.
Pero, ¿quién ríe el último?
El que muere sonriendo . . .

Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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¿TIENE ESO IMPORTANCIA?

Nada más entrar en la casa me di cuenta, no había vuelta atrás.

El olor, las luces, las sombras, la humedad, el sonido amortiguado, los colores sin sentido...

Olía a metagusano de la humedad adolescente, enfermo, en fase terminal.

La luz que entraba por la ventana luchaba a brazo partido con la oscuridad viscosa que reinaba en la sala y casi nunca salía victoriosa. Polvo de estrellas muertas en el aire. Escolopendras ondulantes reptando por las roídas cortinas.

Las sombras se carcajeaban silenciosas tras los muebles vetustos y los jarrones de falsa porcelana, rotos. Algunas vibraban muy lentamente, como cuerdas de piano de cola, sin sonido. Sapos negros en las esquinas.

La humedad era la reina de aquel antro. Goteras que formaban charcos hediondos. Paredes empapeladas desnudándose impúdicamente, dejando ver las leprosas paredes. Siseos de vívoras tras los armarios carcomidos.

Cualquier movimiento ruidoso dentro de la casa quedaba amortiguado automáticamente y se convertía en un chapoteo pantanoso, en sonido irreconocible. La casa parecía que tuviera dentro una especie de silenciador, como las pistolas de los asesinos.

Los colores iban y venían sin mucho sentido. Tenían vida propia. Su intensidad pasaba por distintas fases, dependiendo del ángulo de visión.

Por fin el dormitorio. En semi penumbra. Absurdamente limpio y ordenado dentro de aquel caos infernal. En el centro, la cama, impecablemente hecha. La colcha, de color azul oscuro, empezaba a recibir pequeños copos de nieve que entraban por la claraboya. Me tumbé en ella relajado y, poco a poco, el manto de nieve me fue cubriendo.

Me invadió un agradable aroma a... ¿cardamomo?, ¿bergamota? En la cocina alguien trasteaba con los cacharros. Seguramente preparando un té. Lo más probable es que no me quedara ya tiempo para paladearlo. ¿Tiene eso importancia?

José Luis Álvarez


¿TIENE ESO IMPORTANCIA?

Hace ya tiempo que hay más charlatanes que chamanes, más ideas que idealistas y más sombras que sombreros.
Por un lado del túnel del tiempo van entrando óvulos y espermatozoides que se emparejan al azar y por el otro van saliendo ancianos decrépitos vacíos de esperanza, todos a punto de embriagarse de muerte.
La música y la poesía rinden eterno homenaje al amor en un baile de ciegos y cojos sin disfraces ni máscaras.
El eco no cesa de repetir el estruendo de misiles estallando y gritos demenciales de enajenados que se creen en posesión de la única verdad que les ha desvelado cualquiera de los tantos dioses únicos y verdaderos.
Los perros y gatos miran indiferentes la locura humana, sobradamente satisfechos, un humano bien domesticado, piensan, siempre les dará techo y comida a cambio de consolar mínimamente su lacerante soledad.
Sobre aromas, hoy tenemos en oferta el de una especie demasiado joven parasitando un planeta ajado y agotado que mira su posible futuro con nostalgia.
Cada humano lo explicará absolutamente todo con la certeza absoluta del ignorante. Apenas se escuchan, atropellándose entre ellos, profundamente convencidos de sus convicciones y de lo absurdo y errado de las ajenas.
La extinción, mientra tanto, es una probabilidad más que va subiendo en las apuestas y otras especies ya esperan su turno para reinar . . .
¿Tiene eso importancia?

Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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¿TIENE ESO IMPORTANCIA?

DEL UNO AL DIEZ
Siete son los enanos
Tres, son tres cerditos
Uno es Torre Bruno
Cinco, lobitos y la loba
Nueve, la bruja y la escoba
Cuatro eran los fantásticos
Seis , por el sexto sentido
Dos son tontos muy tontos
Ocho, con esto y un bizcocho
Y el diez, empiezo otra vez…

José María Rico



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