VOCES
entre VOCES
TEMAS
TERTULIA 12-5-2017
LA
SIEGA
¿QUIÉN
RIE EL ÚLTIMO?
¿TIENE
ESO IMPORTANCIA?
"De
la boca que come sin darte, tú no oirás su grito de dolor".
(Proverbio africano)
Mientras haya Cielo
Queda siempre la esperanza
De que pase un pájaro
E iré con el cuerpo suplicante
De puerta en puerta
De corazón en corazón
De techo en techo
Qué importará el frío
Qué importará la lluvia
Y el sol del que me nutro
Dadme el azul del Cielo como limosna
Modou Kara Faye, incluido en Voces del Sur. Aproximación a la poesía africana (Biblioteca Virtual Omegalfa, Internet, s. a., ed. de Equipo Fénix, trad. de Javier del Prado).
De que pase un pájaro
E iré con el cuerpo suplicante
De puerta en puerta
De corazón en corazón
De techo en techo
Qué importará el frío
Qué importará la lluvia
Y el sol del que me nutro
Dadme el azul del Cielo como limosna
Modou Kara Faye, incluido en Voces del Sur. Aproximación a la poesía africana (Biblioteca Virtual Omegalfa, Internet, s. a., ed. de Equipo Fénix, trad. de Javier del Prado).
"Escribir
pese a todo, pese a la desesperación".(Marguerite Duras)
TEXTOS
TERTULIA 5-5-2017
EL
CIRCO
OJALÁ
QUE NO PASE LA MIERDA (Propuesto por una ciudadana francesa a
propósito de la segunda vuelta de las elecciones en Francia)
INTELIGENCIA
EL
CIRCO
EL
CIRCO O LA VIDA
El
circo fue concebido para el entrenamiento de los guerreros en las
artes marciales y en los rituales religioso-festivos, basado como
casi todas las creaciones en una idea altruista o, cuando menos,
enfocado a un fin noble, era inevitable que alcanzará su punto de
distorsión coincidiendo con su instante de máximo esplendor.
Cuando
los romanos, aburridos de acróbatas y malabaristas, trasladaron a la
arena los excesos de sus casas y creyeron oportuno añadir la muerte
a las diversiones públicas, el circo alcanzó su mayor popularidad,
más tarde acompañaría al Imperio en su declive para resurgir bien
avanzada Edad Media de la mano de unos saltimbanquis que ambicionaban
vivir a costa de hacer las delicias del pueblo y tuvieron la idea de
incluir en las distracciones seres grotescos de los que mofarse y
fieras amaestradas que igual anunciaban con resoplidos la llegada de
la troupe que saltaban por el aro o pasaban el platillo al final de
la función.
Con
el tiempo han cambiado algunas de las normas del espectáculo que hoy
prescinde de personas con deformidades y aplica leyes contra el
maltrato animal, pero el circo, como en tiempo de los romanos y en la
edad oscura, sigue siendo calco fidedigno de la vida cotidiana, una
evidencia de las epidemias actuales fácilmente visible a poco
observador que se sea; para demostrarlo bastará enumerar unas
cuantas artes circenses: equilibrista, escapista, ilusionista,
domador, mentalista, diábolo, volatinero… entre ellos vivimos.
De
todos, el más peligroso es el payaso listo, ése que da tortas como
panes a otro payaso aparentemente menos listo que él pero que come a
la sopa boba; y no es que yo tenga fobia a los payasos (aunque si la
tuviera no usaría la palabra que la define, es difícil y fea), es
que desde pequeña me di cuenta de que, a pesar de su sonrisa, no son
de fiar y hay que mantener a buen recaudo lo que es de uno y
lanzarles una mirada desafiante para evitar el saqueo.
Ya,
ya sé que algunos se llevarán las manos a la cabeza… o a la boca.
Madrid,
4 mayo 2017 – Victoria Blanco
EL
CIRCO
Había
una vez un circo donde los payasos invitaban a los payasos a dejar de
creerse payasos.
Un
circo tragicómico de leones llorones y payasos sin cosquillas.
Un
circo con cerco pero siempre lejos, un circo de risa.
Un
circo de risas a medias y lágrimas a escondidas.
Un
circo que nunca encontraba donde asentarse.
Un
circo de animales tristes y cautivos.
Un
circo de pasiones demasiado aliñadas con miedo y miedos que regaban
para asustarse luego al ver como crecían.
Un
circo lleno de héroes anónimos y cotidianos idiotas famosos.
Un
circo perdido en el mucho vender y el poco vivir.
Un
circo de payasos profesionales que no sabían hacer reír.
Un
circo perdido en los reflejos de un prisma.
Un
circo de pasiones enfermas y dioses crueles.
Un
circo de domadores domados que se creían leones.
Un
circo de elefantes cansados que añoraban la sabana y sábanas
tendidas al sol.
Un
circo de y para niños miedosos que arrastraban los miedos de sus
padres además de los propios.
Un
circo con una una carpa de estrellas que no veía más allá de la
carpa de neón.
Un
circo donde el mayor espectáculo eran los payasos asustados que se
decían representantes de dioses.
Un
circo de saltimbanquis a los que prohibían saltar y bancos que
asaltaban.
Un
circo de princesitas persiguiendo lo que les habían contado que era
la felicidad y principitos que necesitaban llamarse a si mismos “sexo
fuerte” para esconder su debilidad.
Un
circo de caballos enfermos por cabalgar en círculos.
Un
circo de dudas que rugían y domadores asustados.
Un
circo de elefantes sin colmillos y leones sin melena.
Un
circo lleno de paciencia servil y de la cruel estupidez de los
cobardes.
Un
circo lleno de pulgas que saltaban de duda en duda.
Un
circo de círculos concéntricos buscando eternamente su centro.
Un
circo enorme como una ola a punto de romper en la playa.
Un
circo de tuertos guiados por ciegos.
Un
circo lleno de disculpas y falto de razones.
Un
circo para reír o llorar, de risa o de pena.
Un
circo de flores brotando sobre misiles.
Un
circo de equilibristas desequilibrados.
Un
circo que todavía no se conocía y creía ser una opereta.
Un
circo de gigantes codiciosos y enanos mentales.
Un
circo de ciegos que oteaban el horizonte.
Un
circo de risas a medias, medias sonrisas o risas heladas.
Un
circo donde sólo algunos niños conservaban alguna sabiduría.
Un
circo donde todo era provisional.
Un
circo de disparates agridulces.
Un
circo perfectamente imperfecto.
Un
circo de felicidad por descubrir.
Un
circo circular y paradójico.
Un
circo de vanidades.
Un circo de paradójicas vanidades.
Un
circo enfermo, pero aún vivo.
Un
circo donde, aunque no lo pareciera, al final siempre vencía el
espectáculo de la utopía.
Un
circo que, a pesar de todo, vale la pena visitar y puede y debe oler
a esperanza.
El
circo del mundo . . .
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nekovidal@gmail.com
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EL
CIRCO
Costumbres
Hay
costumbres que nos pasan desapercibidas, hasta que un día caemos en
la cuenta de que son bastante extrañas; sobre todo si se las
contamos a alguien. Pongo dos ejemplos:
- Desde tiempo inmemorial, cuando voy a salir y tengo que ver a alguien de los no habituales, me miro antes al espejo y pronuncio muy bajito, casi susurrando, la frase “puede ser”, sin separar mucho los labios. Se supone que el que está mirándome desde el espejo es la persona con la que me he citado y quiero ver que impresión le voy a causar.
- Por la mañana temprano, cuando me levanto, voy a la ventana de salón y descorro las cortinas. En realidad quiero confirmar que no hay ningún muerto en el jardín. Luego, más tarde y antes de salir, hago lo mismo desde la ventana del dormitorio. Espero que no haya ningún cadáver o similar en el carril que llega hasta la casa. De momento solo he visto aparcados mi coche y la vespa. Ningún incidente digno de relatar hasta la fecha.
José
Luis Álvarez
OJALÁ
QUE NO PASE LA MIERDA
Queda
por saber cuántas veces debe el ser humano tropezar en la misma
piedra hasta aprender de sus errores, queda por saber cuando empezará
en el circo de la vida el espectáculo de la inteligencia.
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
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OJALÁ
QUE NO PASE LA MIERDA
Érase
una vez , no hace mucho tiempo , un país abierto
Érase
una vez , un país que acogía al pobre y al huérfano
Érase
una vez, un país que inspiro al mundo con sus luces
Érase
una vez, un país que acabo con las monarquías y las religiones
Érase
una vez, un país laico
Érase
una vez, un país de derecho
Y
vinieron pobres y perseguidos, y se mezclaron españoles huyendo de
la dictadura, italianos y portugueses dejando la pobreza.
Vinieron
argentinos, mejicanos , peruanos, cubanos soñando con un mundo con
esperanza.
Vinieron
los rusos blancos, escapando de la barbarie comunista.
Vinieron
sirios, libaneses, iraníes dejando la tiranía
Vinieron
de toda parte , melting pot de asiáticos, árabes y desesperados
huyendo de África.
Y
se comió cuscus y se bailó salsa.
Y
también hubo una guerra, la segunda , la más fea.
Hubo
buenos y malos y los que YA no se enteraban de nada.
Hubo
los colaboradores que YA presumían de racistas.
Y
se enriquecían, traficando en los mercados de plata negra.
Y
YA tenían sus discursos de odio y filosofía barata.
También
hubo valientes, los resistentes de la primera hora.
Murieron
muchos en nombre de la justicia.
Murieron
gritando libertad, igualdad, fraternidad . . .
Murieron
luchando en contra de los fanáticos, de los populistas.
Pelearon
en contra de los ancestros de la mierda ésta: Le Pen se llama.
La
que promete promesas, y ofrece la luna sin eclipse o cara oculta.
La
que se vanagloria de su odio a los inmigrantes, a los homosexuales, a
los judíos, a los musulmanes, a Europa y a eso y a aquello.
Por
favor Francia, despierta.
Ya
sabemos de sobra lo que trae la extrema derecha.
Elena
Legrand
INTELIGENCIA
La
camiseta blanca.
"Voces
entre Voces" 05/05/17
Hoy
estoy triste y tengo que escribir, para no hacer un feo a mis
contertulios enunciare los temas propuestos para esta semana.
El
Circo: Nunca me gustó el circo, una vez fui de pequeño a uno en
Madrid muy famoso y las sensaciones que me trasmitió no fueron
positivas, pero si tengo que decir que de uno en Nerja guardo un
bonito recuerdo, mi hijo, de 4 años, en un descuido se escapó y se
fue a la pista corriendo cuando solicitaron voluntarios para subirse
en un elefante y sin ningún miedo termino en lo alto del animal.
Ojalá
que no me pase la mierda: No hablo de política, me niego, cada vez
que lo hago termino recibiendo ostias por todos lados.
Inteligencia:
Iba a ser mi tema, pero ante la tesitura de marcarme un soliloquio
"beborreico" seudocientífico de autoayuda que no interesa
a nadie, declino la propuesta.
Y
ahora voy a escribir de lo que me da la gana que para eso no hay
reglas en esta tertulia, bueno una y ya la he cumplido.
La
camiseta.
Compré
una camiseta blanca en un lote de cinco, desde hace unos cuantos años
es mi inversión en ropa en verano, bueno también compro un pantalón
corto cada año. Y así empezó su periplo en mi vestuario, esa y las
otras cinco fueron las reinas de la noche y el día durante todo el
estío y no es que yo lave mucho, pero algunas lavadoras cayeron con
el consiguiente desgaste, ayudaron el uso y el sol y para
terminar de ajar la camiseta y desmejorarla aparecieron las manchas
perennes del vino. Hasta aquí llegaban anteriormente pues antes de
vivir solo misteriosamente desaparecían mis camisetas después de un
tiempo y de eso me di cuenta hace muchos, pero que muchos años,
cuando vivía con mi madre y desapareció un camiseta que yo adoraba,
la camiseta era de mangas cortadas desde el sobaco, cuello al estilo
de la marina rusa, recto de hombro a hombro y rayas azules y blancas
como de un dedo de gordo, desapareció. Cuando preguntaba mi madre
siempre decía que estaba apolillada sin revelarme la situación o
estado de la misma y era precisamente la multitud de agujeros de
todos los tamaños y formas lo que más me gustaba de mi camiseta,
nunca supe que fue de ella. Después, casualmente, siempre que he
vivido en pareja se ha repetido la misma circunstancia, no ya que
tuviera una camiseta con muchos agujeros, debe ser que como el primer
amor eso nunca vuelve a suceder, me refiero al hecho que cuando
empezaban a estar ajadas desaparecieran, para mí siempre ha sido un
misterio.
Pero
este no es el caso, cuando llego el otoño y todavía tenía el
cuello presentable fue la intermediaría entre mi piel y las camisas,
aportando una capa térmica cuando voy en la moto y reteniendo el
sudor, así no tengo que lavar las camisas hasta que no se les pone
negro el cuello.
Y
antes de jubilarla tuvo otra oportunidad, decidí imprimirle un
mensaje con papel transfer y por fin conoció la plancha, no creo que
le sentara muy bien. Fue la reina ese verano, dado su estado la
sacaba solo en ocasiones especiales, el texto decía "Si buscas
un hombre maduro, responsable, ahorrador, sensato.... Yo no soy tu
hombre" y en la espalda "Tengo el síndrome de Peter Pam
solo quiero un mujer con quien jugar y amar", fue la
sensación, todos admiraban mi camiseta, se reían con ella, alguno
me pidió que le hiciera una, hasta mis amigas le hacían comentarios
cariñosos.
Paso
el tiempo y el cuello de la camiseta empezó a ajarse también, debo
decir que siempre tuvo una buena vida pero llego su hora... y paso
por su siguiente etapa, no volvería a salir a la calle, pobrecita,
ahora me acompañaría en la cama y por toda las casa, en el sofá,
en la cocina y sus consabidas manchas de aceite, en el taller,
también cuando pinto. Un día un amigo que paso por casa me dijo que
era ignominiosa y degradante, ¿que sabrá él de la vida de mis
camisetas?, ¡Cretino!.
Pero
aquí no acabó todo para mi estimada compañera, para mi amiga del
alma, vieja, ajada, pintada y sucia reivindicó su derecho ecologista
a ser reciclada y ahora campa por mi taller en trozos, manchada,
pintada y rota, usada hasta la extenuación, todavía ronda mi mesa
de trabajo, fiel a los que bien me sirven, fiel a los que me
aman y he amado me resisto a tirarla aunque ya no sirva para nada,
pero hoy le doy triste su ultimo adiós.
Descanse
en paz mi camiseta blanca.
Diego
Francisco Guevara de Bonis
INTELIGENCIA
Ladran
tiempos
de perros rabiosos.
Pero tú ama. Ama.
Porque él que no ama
pena. Muere .Se pierde.
de perros rabiosos.
Pero tú ama. Ama.
Porque él que no ama
pena. Muere .Se pierde.
J.J.C. - Juan Jiménez Caballero
INTELIGENCIA
Será
la falta de costumbre
que no preste atención
cuando me miras
por la rejilla.
que no preste atención
cuando me miras
por la rejilla.
José
María Rico
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