VOCES
entre VOCES
TEMAS
TERTULIA 10-2-2017
LEALTAD
¿Y
POR QUÉ?
MÁS
VALE TARDE QUE NUNCA
“Vosotros,
que surgisteis del marasmo en el que
nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de nuestras debilidades, pensad también en los tiempos sombríos de los que os habéis escapado. (Bertolt Breht, A los hombres futuros)
nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de nuestras debilidades, pensad también en los tiempos sombríos de los que os habéis escapado. (Bertolt Breht, A los hombres futuros)
QUE
NO SOY YO
A
veces pienso que tengo suerte
sin una perra y aún me divierte mi profesión
desde una noche en la que Dios quiso
comprometerme con el hechizo de una canción.
Y ahora que habemos de ser sinceros
que a mí también me mueve el dinero y la vanidad
pa'no ser menos que mis amigos
que se conforman con un suspiro de libertad.
Y una lucecita que apenas se ve
cuando estoy a solas va diciéndome:
que no soy yo, que aún no soy yo.
A veces pienso que lo más grande
de que dispone el hombre es el hambre de conocer
que abrir un libro es abrir las alas
sobre las cosas que nunca acabas de poseer.
Y empiezas a edificar tu mundo
de las ideas en un segundo de intuición
para acabar bajo los cimientos
esclavizando tus sentimientos a la razón.
A veces vibro con cualquier cosa
una mirada se me hace hermosa si mira en paz
por un cachorro que se extravía
que así yo entiendo a mis alegrías, vaivén fugaz.
Y porque sufro y me pongo al lado
del oprimido y amordazado que se echa a andar
porque él ha hecho que el mundo gire
y hay que cantarle pa'que no olvide su malestar.
sin una perra y aún me divierte mi profesión
desde una noche en la que Dios quiso
comprometerme con el hechizo de una canción.
Y ahora que habemos de ser sinceros
que a mí también me mueve el dinero y la vanidad
pa'no ser menos que mis amigos
que se conforman con un suspiro de libertad.
Y una lucecita que apenas se ve
cuando estoy a solas va diciéndome:
que no soy yo, que aún no soy yo.
A veces pienso que lo más grande
de que dispone el hombre es el hambre de conocer
que abrir un libro es abrir las alas
sobre las cosas que nunca acabas de poseer.
Y empiezas a edificar tu mundo
de las ideas en un segundo de intuición
para acabar bajo los cimientos
esclavizando tus sentimientos a la razón.
A veces vibro con cualquier cosa
una mirada se me hace hermosa si mira en paz
por un cachorro que se extravía
que así yo entiendo a mis alegrías, vaivén fugaz.
Y porque sufro y me pongo al lado
del oprimido y amordazado que se echa a andar
porque él ha hecho que el mundo gire
y hay que cantarle pa'que no olvide su malestar.
Y
una lucecita que apenas
se ve
cuando estoy a solas va diciéndome:
que no soy yo, que aún no soy yo.
cuando estoy a solas va diciéndome:
que no soy yo, que aún no soy yo.
(CANCIÓN, Joan Baptista Humet) (1975)
“Cada
persona debe decidir si va a caminar por la luz del altruismo
creativo o en la oscuridad del egoísmo destructivo.” (Martin
Luther King)
TEXTOS
TERTULIA
3-2-2017
¿LÓGICO?
DÍMELO
TÚ.
¿QUÉ
FUE DE LOS OVNIS?
¿LÓGICO?
Fernando
el marino
-Fernando
“el marino” ha desaparecido-. Ese es el rumor que corría de boca
en boca en plazas, bares, calles y mercados del pueblo. Yo conocía a
Fernando y sabía que no iba a desaparecer así como así por arte de
birlibirloque. Empecé a preguntar entre los vecinos y parece ser que
había varias versiones. La más “creíble” aseguraba que
Fernando se tiró por la borda del mercante donde trabajaba. Se
comentaba, sin rubor, que en una de las travesías se había
enamorado de una sirena pelirroja (algunos juraban, por su santa
madre, que era rubia).
En
su último viaje decidió arrojarse al mar y reunirse con ella para
siempre. También comentaban que la sirena era muy “apañá”.
Otros y otras, no sé con qué argumentos, contaban que no es que
fuera “apañá” sino que tenía muchas amistades en el mundo
submarino. Por ejemplo, las estrellas y caballitos de mar le echaban
una mano en las tareas domésticas. Para solucionar gestiones
burocráticas abisales, contaba con algún ejemplar de pez dragón o
de calamar de cristal. Para los asuntos más superficiales, pero no
menos importantes, contaba con la inestimable ayuda de los delfines.
La fogosidad de la sirenita era bien conocida por todos en el pueblo,
no sé a santo de qué; así que, entre unas cosas y otras, se daba
por hecho en el pueblo que Fernando “el marino” jamás volvería
a tierra.
Esta
era la versión que más adeptos tenía, aunque había otras aún más
descabelladas. Yo, la verdad, no sé qué pensar de todo esto. Solo
sé que ahora tengo un amigo menos, y no es que me sobren los amigos.
A
todo esto, paseando por el parque al atardecer, vi a dos operarios
cortando unas excrecencias que habían crecido en la base de un
árbol. Les pregunté qué eran esos bultos y me contestaron que al
árbol le habían salido dos testículos enormes; el Alcalde les
había ordenado que los cortasen inmediatamente, ya que el pueblo
empezaba a ser el hazmerreír de la provincia, entre un árbol con
“huevos” y la historia de Fernando “el marino” y la sirena
pelirroja.
En
fin, qué les voy a contar a ustedes que ya no sepan.
José
Luis Álvarez
¿LÓGICO?
LOS
TRES ERRORES DE LOS RENACIDOS PARTIDOS ULTRANACIONALISTAS
OCCIDENTALES:
1º
ERROR: ¿Saben qué es realmente un inmigrante?
Un
ser humano, hasta que llega a una edad productiva, es una gran
carga
económica para la sociedad en la que nace. Se requieren miles o
decenas de miles de euros para cuidar, instruir y alimentar a una
persona desde que nace hasta que se integra en la cadena productiva,
generalmente entre los 16 y los 25 años, cuando comienza a
reintegrar a la sociedad lo que en él o ella se ha invertido.
económica para la sociedad en la que nace. Se requieren miles o
decenas de miles de euros para cuidar, instruir y alimentar a una
persona desde que nace hasta que se integra en la cadena productiva,
generalmente entre los 16 y los 25 años, cuando comienza a
reintegrar a la sociedad lo que en él o ella se ha invertido.
Si
un país o cualquier grupo humano recibe a una persona ya adulta
y
con cierta formación, aunque sólo sea saber leer y escribir, está
ahorrándose todo ese coste, pues ese ciudadano empieza a producir
desde el mismo momento de su llegada, y seguirá siendo más rentable
para esa sociedad que un nativo de ella durante el resto de su
existencia, aún cuando llegue a vivir cien años y cobre hasta
entonces su correspondiente paga de jubilación, siempre habrá un
coste que ha ahorrado al grupo.
con cierta formación, aunque sólo sea saber leer y escribir, está
ahorrándose todo ese coste, pues ese ciudadano empieza a producir
desde el mismo momento de su llegada, y seguirá siendo más rentable
para esa sociedad que un nativo de ella durante el resto de su
existencia, aún cuando llegue a vivir cien años y cobre hasta
entonces su correspondiente paga de jubilación, siempre habrá un
coste que ha ahorrado al grupo.
Por
ello, un inmigrante es la mejor inversión posible, de hecho
un
regalo, para el país que le recibe.
regalo, para el país que le recibe.
Por
eso, el imperio aún actualmente hegemónico, los Estados Unidos de
América, es una sociedad creada y sustentada por un flujo continuo
de emigrantes, quienes, haciendo uso de esa ventaja de partida, han
sabido aprovecharla durante su corta pero vertiginosa historia para
convertirse en la primera economía y potencia mundial.
Si
la sociedad receptora tiene, además, una pirámide de
población
envejecida, como es el caso de muchos países del llamado Primer
Mundo, no abrir las puertas a la inmigración es, a medio plazo, una
condena a la miseria material, y a largo plazo, un suicidio
colectivo.
envejecida, como es el caso de muchos países del llamado Primer
Mundo, no abrir las puertas a la inmigración es, a medio plazo, una
condena a la miseria material, y a largo plazo, un suicidio
colectivo.
Respetar
a los inmigrantes de nuestra sociedad, sea ésta cual sea, no es
tan
sólo una cuestión de ética, empatía, humanidad o solidaridad, es
una cuestión de inteligencia económica e incluso, en algunos casos,
de supervivencia.
Cualquier buen economista, no condicionado por ideologías, conoce bien estos hechos, es una simple cuestión de cálculo.
Esto, evidentemente, lo desconoce el Sr. Trump y los líderes de partidos xenófobos europeos. Ése es su primer y gran error.
sólo una cuestión de ética, empatía, humanidad o solidaridad, es
una cuestión de inteligencia económica e incluso, en algunos casos,
de supervivencia.
Cualquier buen economista, no condicionado por ideologías, conoce bien estos hechos, es una simple cuestión de cálculo.
Esto, evidentemente, lo desconoce el Sr. Trump y los líderes de partidos xenófobos europeos. Ése es su primer y gran error.
2º
ERROR: El caduco mito de las razas.
Los
avances enormes en la genética durante los últimos años nos
han
traído sorpresas de todo tipo: Por ejemplo, que el 90% de los irlandeses y el 70% de los británicos son, genéticamente hablando, de origen gallego o de la cornisa norte de la Península Ibérica respectivamente, o que toda la población europea procede de tan sólo cinco mujeres originales, las llamadas Cinco Evas de Europa. Todos los europeos somos, por decirlo en pocas palabras, una sola familia.
traído sorpresas de todo tipo: Por ejemplo, que el 90% de los irlandeses y el 70% de los británicos son, genéticamente hablando, de origen gallego o de la cornisa norte de la Península Ibérica respectivamente, o que toda la población europea procede de tan sólo cinco mujeres originales, las llamadas Cinco Evas de Europa. Todos los europeos somos, por decirlo en pocas palabras, una sola familia.
Pero
para quien aún cree en razas superiores e inferiores hay otros
resultados aún más interesantes: Como sabemos, la mayoría de la
humanidad somos descendientes de un reducido grupo de antepasados que
emigraron, por diferentes razones, de África.
Es como si de una paleta de cien colores, cinco decidieran emprender un
viaje cromático y combinarse entre sí fuera de la paleta.
Lógicamente, la mayoría de esos colores, la mayor variedad, permaneció en el lugar de origen, África.
Variedad genética significa riqueza genética, menos variedad da lugar a
enfermedades y taras, mayor variedad y mezcla da lugar a organismos
más fuertes y con más posibilidades de sobrevivir, tanto en nuestra
especie como en cualquier otra de este planeta que utilice la sexualidad como forma de reproducción. Por ello, la inmensa mayoría de las personas resistentes naturalmente al virus del SIDA, por poner sólo un ejemplo, se han encontrado en África. Por ello, si cayéramos en la estupidez de creer o necesitar creer, que existen razas superiores o inferiores, deberíamos admitir que, en varios aspectos, la raza negra es superior a las demás.
Es como si de una paleta de cien colores, cinco decidieran emprender un
viaje cromático y combinarse entre sí fuera de la paleta.
Lógicamente, la mayoría de esos colores, la mayor variedad, permaneció en el lugar de origen, África.
Variedad genética significa riqueza genética, menos variedad da lugar a
enfermedades y taras, mayor variedad y mezcla da lugar a organismos
más fuertes y con más posibilidades de sobrevivir, tanto en nuestra
especie como en cualquier otra de este planeta que utilice la sexualidad como forma de reproducción. Por ello, la inmensa mayoría de las personas resistentes naturalmente al virus del SIDA, por poner sólo un ejemplo, se han encontrado en África. Por ello, si cayéramos en la estupidez de creer o necesitar creer, que existen razas superiores o inferiores, deberíamos admitir que, en varios aspectos, la raza negra es superior a las demás.
Pero
aún hay más sorpresas: genéticamente hablando, es posible
que
usted se encuentre más cerca de su vecino libanés o paquistaní que
de su otro vecino de su misma nacionalidad. La razón es que el color
de la piel, que tanto nos llama la atención, significa en realidad tan sólo un segmento mínimo de una cadena de miles, y otros muchos segmentos, como la tendencia a ciertas enfermedades, resistencia al dolor, inteligencia, o dureza de los huesos, no son percibidos a simple vista, pero pueden, en su conjunto, ser más comunes en dos personas de extremos del mundo que entre dos cercanas, incluso de la misma comarca.
usted se encuentre más cerca de su vecino libanés o paquistaní que
de su otro vecino de su misma nacionalidad. La razón es que el color
de la piel, que tanto nos llama la atención, significa en realidad tan sólo un segmento mínimo de una cadena de miles, y otros muchos segmentos, como la tendencia a ciertas enfermedades, resistencia al dolor, inteligencia, o dureza de los huesos, no son percibidos a simple vista, pero pueden, en su conjunto, ser más comunes en dos personas de extremos del mundo que entre dos cercanas, incluso de la misma comarca.
Son
ya muchos los genetistas que afirman que, en vista de los
últimos
descubrimientos sobre nuestra especie, no se debería usar entre nosotros el término "raza", pues no se corresponde con la realidad desde el punto de vista científico.
descubrimientos sobre nuestra especie, no se debería usar entre nosotros el término "raza", pues no se corresponde con la realidad desde el punto de vista científico.
Esto,
evidentemente lo desconocen todos los líderes xenófobos y
ultranacionalistas actuales como lo desconocían los nazis, aunque a
éstos, justo es decirlo, les amparaba en su ignorancia el escaso
desarrollo de la genética en aquella época, pero hoy en día no hay
más justificación que el fanatismo y/o la ignorancia.
Por
otra parte, es bien conocido, y cualquier psicólogo lo puede
corroborar, que el racismo suele germinar en personalidades
acomplejadas y lastradas con algún tipo de conflicto, nacido
posiblemente de un trauma, miedo, o complejo no superado. Son tan
sólo enfermos, pero la sociedad puede, y debe, defenderse de las
nefastas consecuencias de su enfermedad.
3º
ERROR: Las paradojas de la historia.
El
tercer error lo cometen esos líderes xenófobos, neonazis o
ultranacionalistas por desconocer tanto la historia como las bases de
la sociología.
Los
resultados de las penúltimas elecciones en la mitad de los
países
europeos fueron muy preocupantes, y marcaron el principio de una epidemia que habría que tratar inmediatamente antes de que se extienda.
europeos fueron muy preocupantes, y marcaron el principio de una epidemia que habría que tratar inmediatamente antes de que se extienda.
En
al menos doce países, los partidos claramente ultranacionalistas,
racistas y xenófobos, han tenido los mejores resultados desde la II
Guerra Mundial, normalmente como consecuencia del hundimiento de la
socialdemocracia, la misma que, paradójicamente, había construído
a lo largo de varias décadas las
"sociedades del bienestar" más ricas y estables de Occidente. Estos son los datos con los respectivos porcentajes de votos: Noruega (22,9%), Austria (28,2%, repartidos en dos partidos), Suiza (29%), Suecia (5,7%), Finlandia (19%, con un crecimiento del 500%), Dinamarca (13,9%), Holanda (15,5%, casi el triple de lo que tenía), Reino Unido (5%), Bulgaria (9,4%), Grecia (5,6%), Lituania (12,68%) y Hungría (16,6%, con un crecimiento del 700%).
"sociedades del bienestar" más ricas y estables de Occidente. Estos son los datos con los respectivos porcentajes de votos: Noruega (22,9%), Austria (28,2%, repartidos en dos partidos), Suiza (29%), Suecia (5,7%), Finlandia (19%, con un crecimiento del 500%), Dinamarca (13,9%), Holanda (15,5%, casi el triple de lo que tenía), Reino Unido (5%), Bulgaria (9,4%), Grecia (5,6%), Lituania (12,68%) y Hungría (16,6%, con un crecimiento del 700%).
Los
resultados de las próximas elecciones se esperan aún mucho peores,
manteniéndose al margen de esta nueva locura colectiva tan sólo
algunos países de la Europa mediterránea, tal vez por contar con
mucha más experiencia en cuanto a convivencia y mezcla y asimilación
de culturas, ya que son, al fin y al cabo, la cuna de la cultura
occidental.
Para todos esos ciudadanos que empiezan a caer nuevamente en la demencia que ya arrasó Europa hace más de ochenta años, la lección se presenta ante sus ojos si aprenden a mirar mediante el análisis de la experiencia y la memoria histórica y no mediante las emociones desbordadas por el miedo o la frustración: Los terroristas no son siempre esos señores de piel obscura y semblante serio que surgieron mágicamente de la mano de la CIA en Afganistán, el peor monstruo puede estar entre nosotros, y puede tener la piel tan clara como turbias las ideas.
El
caso de los Estados Unidos es igualmente llamativo: El imperio más
grande y poderoso de la historia lo es por haber sabido integrar en
una idea común de convivencia a ciudadanos de todo el planeta,
aportando cada uno la iniciativa, diversidad y riqueza de su propia
cultura de origen.
Aparentemente
Europa, lugar de origen de la mitad de sus habitantes, debería ser
el bloque más cercano y aliado, pero quienes ostentan el poder en
Estados Unidos no olvidan, aunque al parecer Europa sí, que su poder
como superpotencia se fraguó en las dos guerras mundiales a costa de
la tragedia europea. Si algo temen especialmente los poderes
americanos es que la Unión Europea se tranforme en una unión real y
dé el siguiente paso histórico lógico, la unión con Rusia, una
vez que ha superado ésta su etapa soviética. El resultado sería
una potencia tal que sólo China podría igualar, en un futuro, en
poder y recursos. De ese temor nació la idea de crear en nuestras
fronteras un nuevo tipo de terrorismo que dificilmente llegará a
cruzar el Atlántico como una amenaza real, no olvidemos que,
"casualmente", Estados Unidos no tiene ninguna frontera con
un país musulmán.
Las
tragedias ocurridas primero en Madrid y Londres y más recientemente
en Bruselas, París o Niza, no son más que sangrientas cortinas de
humo que nos invitan a mirar el dedo que señala la luna, pero nunca
a la luna, al origen del problema.
La
verdadera cara de esas ideologías que señalan al inmigrante, al
extranjero, al diferente, como en otro tiempo, no tan lejano, al
judío o al disidente político, como el culpable de todos los males,
como el chivo expiatorio en quien volcar cualquier frustración
individual o colectiva, esconde oscuros intereses de todo tipo, a
veces inimaginables para el ciudadanos de a pie.
Por
citar tan sólo dos ejemplos entre docenas: La prensa occidental, en
su inmensa mayoría en manos de grandes corporaciones, y a la que de
libre le queda tan sólo el nombre, demoniza continuamente a los
rusos y a Putin, pero los hechos, la evidencia histórica, es que han
sido soldados rusos el único ejército occidental que, sobre el
terreno, ha puesto sus muertos para detener la vergonzosa destrucción
de un país como Siria donde, con sus defectos y virtudes, convivían
pacíficamente todas las ramas del islamismo y varias comunidades
cristianas. Nunca contará la prensa los mezquinos intereses que se
esconden en el origen de esa guerra.
Arabia
Saudí, por su parte, una dictadura real donde la mitad de la
población, las mujeres, tienen menos derechos que en la Europa
medieval, no es, sin embargo, motivo de crítica por parte de la
misma prensa, incluso cuando bombardea y destruye a su vecino Yemen,
incluyendo hospitales y escuelas, siempre y cuando, claro está,
utilice para ello armas estadounidenses, británicas, españolas o
francesas.
La
lista de ejemplos similares es, por desgracia, tan extensa como
vergonzosa . . .
Por
ello, debemos estar atentos cuando a diario pretendan saturarnos de
noticias y falsas informaciones sobre lo malos que son los
musulmanes, pretendiendo que olvidemos que la inmensa mayoría de
ellos son gente pacífica, y que también existen grupos integristas,
violentos, e incluso terroristas, de ideología cristiana. Seamos
cautos cuando, parapetados en oscuros intereses, nos repitan hasta la
saciedad lo destructuvo que es el islamismo, una religión tan o tan
poco pacífica como el cristianismo, haciéndonos olvidar que hace
tan sólo un siglo la situación de la mujer no era mejor en nuestras
sociedades occidentales y que ese siglo de retraso de esos pueblos ha
estado provocado por el colonialismo británico, francés y
actualmente estadounidense. Reflexionemos, antes de empezar a odiar,
sobre el origen del problema y el modo de resolverlo, no sobre contra
quién dirigir nuestra ira, nuestra frustración o nuestro odio.
El
odio, producto de la ignorancia o la enajenación, puede surgir
en
cualquier ser humano, como una enfermedad, y no debe ser el aspecto exterior de los individuos, sino los hechos y la base del respeto mutuo, lo que nos sirva para juzgar e intentar comprender la compleja situación en que nos encontramos y los verdaderos artífices de la misma, los intereses ocultos tras ella, a fin de evitar que vuelvan a repetirse errores del pasado.
cualquier ser humano, como una enfermedad, y no debe ser el aspecto exterior de los individuos, sino los hechos y la base del respeto mutuo, lo que nos sirva para juzgar e intentar comprender la compleja situación en que nos encontramos y los verdaderos artífices de la misma, los intereses ocultos tras ella, a fin de evitar que vuelvan a repetirse errores del pasado.
Aparentemente
no podemos hacer mucho, pero aprender a reflexionar, ser tan
autocríticos como críticos y desconfiar de cuanto nos dicen los
medios de des/información puede ser un buen primer paso para
intentar evitar una previsible tragedia.
Porque
luego, una vez sembrados el odio y los prejuicios, de poco nos
servirá sorprendernos de que vayan llegando al poder individuos de
dudosa salud mental que, en unos sistemas de semidemocracia como los
nuestros, donde algo tan serio como una declaración de guerra no se
consulta a todos los ciudadanos, volverán a regar la historia con
dolor y destrucción.
Como
suele repetir un amigo inglés residente en Málaga: "Cuando
leas un artículo en un periódico o escuches una noticia en la
televisión o la radio, averigua antes de juzgar y emitir una opinión
quien firma el cheque de ese periodista . . . "
Nekovidal-
nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES-www.arteslibres.net
¿LÓGICO?
. . . DÍMELO TÚ
Te
emocionas con la visión de un cuadro, la fragancia de un perfume o
la interpretación sublime de un aria, pero te deja indiferente el
sufrimiento o la muerte de un ser vivo, incluso de un semejante tuyo.
¿Lógico?
. . . Dímelo tú.
Condenas
religiones, ideologías y filosofías que no te has molestado en
estudiar ni conocer, sólo por miedo a ser diferente en un grupo
donde la igualdad significa alienación, un grupo, el de tu especie,
al que sólo los diferentes han hecho evolucionar a lo largo del
tiempo.
¿Lógico?
. . . Dímelo tú.
Admites
parejas formadas por personas del mismo sexo, pero niegas
rotundamente la poliandria o la poligamia, la posibilidad de que una
mujer o un hombre puedan tener varias parejas de mutuo acuerdo.
Hablas de libertad al mismo tiempo que la limitas, incluso en el
plano más íntimo y personal.
¿Lógico?
. . . Dímelo tú.
Demonizas
algunas drogas, pero sólo algunas, mientras otras las consideras
“normales” y hasta las consumes. No dudas siquiera cuando te
explican que todas las culturas humanas siempre han tenido sus
propias drogas y que eso nunca creó conflicto social alguno hasta
que un millonario americano, aliado con la mafia y un grupo de
políticos corruptos, decidió, hace ochenta años, y con el único
fin de enriquecerse aún más, crear una absurda prohibición que
desencadenó una guerra que aún hoy continúa. Pero mantienes tu
postura irracional con la certeza de un fanático.
¿Lógico?
. . . Dímelo tú.
Riges
y decides a diario mil aspectos de tu vida personal, pero permites
que otros gobiernen tu vida social, que tomen, una y otra vez,
decisiones que sólo a ellos beneficia y a ti te perjudican y
arruinan. No sólo no quieres renunciar a una esclavitud impuesta
mediante una pésima y obsoleta educación desde la infancia, sino
que atacas a cualquiera que petenda ayudarte a quitarte las cadenas.
Dices
y te crees libre, pero no buscas la libertad, sino tan sólo amos de
diferentes colores ideológicos.
¿Lógico?
. . . Dímelo tú.
Nekovidal-
nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES-www.arteslibres.net
DÍMELO
TÚ
Hoy
paseaba por la arena de la playa, la mar con una inmensa quietud
lamía la arena en su ir y venir incesante, sin embargo, a su
alrededor y esparcidos en toda su inmensa extensión, yacían los
restos de su furia desatada de los últimos días.
Me he sentado en la lontananza de una duna a contemplarla y mi mente se ha hecho una con ella, entre palabras pronunciadas en silencio nos hemos sentido identificadas en nuestras confidencias, hemos sido mucho más que hermanas.
Somos intensamente pasionales, pero por fuera no parecemos bravas...
Los que nos contemplan lánguidas en nuestro ir y venir, solas, se creen con derecho a lanzar en nuestro interior los desechos, piedras, basura, risas, toda su falta de respeto.
Ambas tragamos todas las inmundicias sin mostrar nuestro desasosiego, aunque poco a poco la tristeza y la ira nos hacen enseñar lágrimas saladas que nadie seca, ni observa. Sólo cuando nos ven perder la calma, a la mar con sus olas bravas y a mí, con mi ausencia callada donde grandes surcos salados ensucian mi cara, los que nos contemplan, con miedo se alejan para dejarnos rompernos o romper las cosas solas...
Mi mar ha extendido toda la suciedad guardada en su seno fuera, ha vomitado toda la rabia contenida en su amada arena y de nuevo apacible va y viene con la dulzura de antes, pero ahora no engaña a nadie porque ha dejado esparcidas sus penas y ella ha recuperado su esencia, apasionada, calmada, temible y brava... Yo, mientras me pienso, en estas aciagas fechas, también he mostrado con infinita rabia mi aparente calma, se acabó hacer creer que nada pasa, ahora, como el mar, sólo permanecerá a mi lado quién me acepte brava, apasionada, con arrugas en el rostro que son rastro de mis risas, de mis llantos, que nadie quiera ocultar mis ojeras de cuando la pena me roba el sueño, que no traten de que calle las verdades mías, porque odio las cosas dichas a medias, no tendré razón muchas veces, pero porque la verdad no es blanca o negra, es mi verdad o la tuya o la suya, pero son nuestras y a quienes nos acepten, a veces les tendremos cerca o les daremos la opción de tenerles lejos.
Ninguna de las dos queremos renunciar a nuestra belleza extraña, a nuestra calma o a nuestro tormento... a los que no les gustemos, les invitamos a irse lejos y abrazar las llanuras de margaritas hermosas, serenas, cuerdas y sin trastornos del alma, pero que se rompen cuando las azota el viento, nosotras (la mar y yo) cuando violento sopla, le enfrentamos abrazándole y con pasión le poseemos y así será hasta el final de los tiempos...
Me he sentado en la lontananza de una duna a contemplarla y mi mente se ha hecho una con ella, entre palabras pronunciadas en silencio nos hemos sentido identificadas en nuestras confidencias, hemos sido mucho más que hermanas.
Somos intensamente pasionales, pero por fuera no parecemos bravas...
Los que nos contemplan lánguidas en nuestro ir y venir, solas, se creen con derecho a lanzar en nuestro interior los desechos, piedras, basura, risas, toda su falta de respeto.
Ambas tragamos todas las inmundicias sin mostrar nuestro desasosiego, aunque poco a poco la tristeza y la ira nos hacen enseñar lágrimas saladas que nadie seca, ni observa. Sólo cuando nos ven perder la calma, a la mar con sus olas bravas y a mí, con mi ausencia callada donde grandes surcos salados ensucian mi cara, los que nos contemplan, con miedo se alejan para dejarnos rompernos o romper las cosas solas...
Mi mar ha extendido toda la suciedad guardada en su seno fuera, ha vomitado toda la rabia contenida en su amada arena y de nuevo apacible va y viene con la dulzura de antes, pero ahora no engaña a nadie porque ha dejado esparcidas sus penas y ella ha recuperado su esencia, apasionada, calmada, temible y brava... Yo, mientras me pienso, en estas aciagas fechas, también he mostrado con infinita rabia mi aparente calma, se acabó hacer creer que nada pasa, ahora, como el mar, sólo permanecerá a mi lado quién me acepte brava, apasionada, con arrugas en el rostro que son rastro de mis risas, de mis llantos, que nadie quiera ocultar mis ojeras de cuando la pena me roba el sueño, que no traten de que calle las verdades mías, porque odio las cosas dichas a medias, no tendré razón muchas veces, pero porque la verdad no es blanca o negra, es mi verdad o la tuya o la suya, pero son nuestras y a quienes nos acepten, a veces les tendremos cerca o les daremos la opción de tenerles lejos.
Ninguna de las dos queremos renunciar a nuestra belleza extraña, a nuestra calma o a nuestro tormento... a los que no les gustemos, les invitamos a irse lejos y abrazar las llanuras de margaritas hermosas, serenas, cuerdas y sin trastornos del alma, pero que se rompen cuando las azota el viento, nosotras (la mar y yo) cuando violento sopla, le enfrentamos abrazándole y con pasión le poseemos y así será hasta el final de los tiempos...
María
Martín
DÍMELO
TÚ
Dame besos, besos, y besos
hasta
que caiga la noche
y
me atrapes en tu lengua aterciopelada.
Si
acaso te espero en la esquina
de
la eternidad,
por
si pasas...
José
María Rico
¿QUÉ
FUE DE LOS OVNIS?
“Señoras
y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado...
¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo.
Alguien... o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos
discos luminosos... ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que
sea...” (La guerra de los mundos – H.G. Wells)
El
30 de octubre de 1938 la narración del profesor Pierson (Orson
Welles) de la muerte de los invasores puso fin, tras casi una hora, a
la de angustiada escucha de más de millón y medio de
estadounidenses.
Nosotros,
en este país de la piel de toro, estábamos embarcados en una guerra
“incivil” a la que aún le quedaba casi un año de vida y mucho
tiempo de muerte, teníamos suficiente con el terror de los obuses
así es que no nos enteramos de aquello hasta pasados algunos años.
Fue a mediados de los 50 cuando el tema de los extraterrestres tomó
fuerza en nuestra sociedad y lo hizo con tantas ganas que en la
siguiente década los avistamientos de OVNIS ocuparían gran parte de
las noticias y los marcianos se harían dueños de una buena franja
de la programación tarde-noche de TVE (entonces la tele no era
eterna) con series como Los invasores o Rumbo a lo
desconocido y dibujos animados como Los supersónicos. El
interés se prolongó hasta bien entrados los 80 trayéndonos a V,
Doctor Who, Alf,en clave de humor, y ese indestructible
guiño cinematográfico capitaneado por un emotivo E.T. más
bueno que el pan cuyo comportamiento chocaba con lo que nos habían
contado de aquellos seres malignos procedentes de un planeta maldito
que llegaban a nuestra casa con la única misión de extinguir a la
raza humana. Porque eso fue lo que nos contaron inicialmente y lo que
nos confirmó, ya metidos en los 90, Expediente X.
Los
tripulantes de las extrañas naves que se divisaban habitualmente en
zonas desérticas, eran seres que habían destruido su hábitat y
buscaban un lugar en el que poder vivir; una vez encontrado el
territorio adecuado la única opción era dejarlo limpio de polvo y
paja e instalarse cómodamente. Nuestro amado planeta azul resultó
ser su tierra prometida, de modo que tenían que estudiarnos a fondo
para preparar una ágil y económica estrategia de extinción, así
es que mala suerte para quien a las tres de la madrugada se topara en
una carretera comarcal con un objeto no identificado porque de seguro
sería abducido y sometido, en un habitáculo atestado de seres sin
sentimientos y sin voz, a experimentos terribles que le dejarían
afectado de por vida si es que tenía la suerte de salir vivo
de allí.
Hace
tiempo que no hablamos de OVNIS, posiblemente los extraterrestres se
hayan cansado de nosotros, ya no quieran bañarse en nuestros mares
contaminados o les asuste abducir a un individuo con el aspecto de
Donald Trump; las noticias no nos cuentan nada sobre seres que
quieran vivir en la Tierra, al contrario, nos informan de que somos
nosotros los que acariciamos el sueño de marcharnos a vivir a Marte
porque aquí no hay dios ni extraterrestre que viva. Se me ocurre
pensar que allá por 1956 Don Siegel, en su película La invasión
de los cuerpos, dejó caer una advertencia a través de la
palabra de los invasores: “Hacemos lo mismo que los humanos,
agotamos los recursos del mundo y los consumimos. La diferencia es
que nosotros lo hacemos más rápido y de forma más eficiente.”
Madrid,
2 febrero 2017
Victoria
Blanco
¿QUÉ
FUE DE LOS OVNIS?
Se
dice que es saludable, enriquecedor y recomendable tener amistades de
todas las ideologías, filosofías e incluso religiones, debatir
comparando diferentes formas de mirar la vida en vez de encerrarnos
en la extraña y muy frecuente costumbre de reunirnos sólo con quien
comparte nuestra forma de entender la vida, excluyendo al resto con
un más o menos rotundo “No comprenden nada”.
Además
de en ideologías políticas, religiones y equipos de fútbol, creo
que en pocos temas se nota más esa polarización de las ideas que en
el de los OVNIS y sus supuestos tripulantes extraterrestres.
Tanto
me asombran las posturas de un extremo como las del contrario, la de
quienes ven la mano extraterrestre en cada paso dado por nuestra
especie a lo largo de su historia evolutiva como las de quienes
niegan la existencia de esos vecinos galácticos entronándonos a
nosotros, tan sólo una especie más de primates medianamente
evolucionados, a la categoría de caso especial y único en un
universo que, según vamos conociéndolo, cada día nos muestra
sorpresas inimaginables hace tan sólo unas décadas.
Personalmente,
ni creo que todo objeto volador no identificado sea evidencia de la
supuesta visita de vecinos de nuestra galaxia u otra, ni que las
docenas de entrevistas que he visto de testimonios de individuos de
todo tipo narrando sus extrañas experiencias de encuentros con otros
seres supuestamente extraterrestres puedan ser catalogadas como
alucinaciones o consecuencia de algún tipo de desequilibrio mental.
Entre ellas, las más interesantes, sin duda, las de personas
completamente escépticas sobre la existencia de vid extraterrestre
hasta ese momento del encuentro o contacto.
Un
dato tan sólo, que sé que me condenará a la etiqueta de
“creyente”, pero que no es más que un hecho astronómico
objetivamente científico: Si llenamos una piscina olímpica de
arena, cada uno de esos granos de arena correspondería a una
estrella de, y sólo de, nuestra galaxia, una más entre, como
mínimo, 100.000.000.000 de galaxias del universo conocido hasta
ahora por nosotros.
Creer
que entre esos millones de estrellas, hablando sólo de nuestra
galaxia, hemos sido un caso especialmente único no deja de
asombrarme como uno de los gestos que no sé muy bien si catalogar de
infantil ingenuidad o de sonrojante arrogancia intelectual,
posiblemente consecuencia de milenios dominados por nuestro primitivo
pensamiento mágico religioso, con apenas unos años de pensamiento
científico (sí, va por tí, apreciado hermano).
Prefiero
mantener cautela sobre los posibles contactos que ha habido entre
nuestra especie y nuestros vecinos, pero no albergo la menor duda
sobre el desarrollo de la vida, en miles o millones de formas
inimaginables para nosotros, a lo largo y ancho de lo que llamamos
universo.
Para
terminar, me gustaría plantear una hipótesis que he comprobado que
pone muy nerviosas a personas de todas las ideologías y creencias,
supongo que por lo bien alimentados que mantenemos nuestros egos: ¿Y
si este planeta, con una especie tan primitiva como arrogante, la
nuestra, incapaz siquiera de conservar el entorno que le proporciona
sustento, una especie que se autodenomina “Reyes de la creación”
al tiempo que se cree especial en un universo cuyas dimensiones no
puede ni concebir, si este planeta, digo, no fuera más que una
granja de otra u otras especies, que posiblemente se alimentarán de
la energía desprendida por nuestras emociones, sean éstas
constructivas o destructivas? Si nosotros nos alimentamos de especies
a las que consideramos menos evolucionadas, ¿no tienen el mismo
derecho otras especies a hacer lo propio con la nuestra?
En
fin, apreciados, primitivos y emocionales terrícolas, bienvenidos a
esta hermosa granja azul . . .
Nekovidal-
nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES-www.arteslibres.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario