sábado, 11 de febrero de 2017

VOCES entre VOCES
TEMAS TERTULIA 17-2-2017
COMO QUIERAS
MICRORRELATOS
ESTO NO ES LO QUE PARECE


    "Todos morimos, el objetivo no 

    es vivir eternamente,


     sino crear algo que permanezca

     para siempre" 


    (Chuck Palahniuk)










Cruzamos el arroyo
y mi caballo bebe
en sus frías aguas otoñales.
El viento corta como un cuchillo.
Sobre el desierto de arena se pone el sol,
y a través de la llanura
se pueden ver ensombreciéndose
las murallas de Ling-Tao.
Recuerdo las batallas antiguas
libradas detrás de este largo muro,
en los cientos de batallas
que los hombres contaron orgullosamente
con los labios,
cuentos que se han desvanecido
en el polvo amarillo del tiempo.
Y ahora la antigüedad es una polvareda
que sopla de vez en cuando sobre los pastos
y los insepultos y blanqueados huesos.
Wang Changlin, incluido en Poetas chinos de la dinastía Tang (618-907) (Visor Libros, Madrid, 2000, selec. y trad. de C. G. Moral).
    "Todo hombre normal se siente 

    a veces tentado a 


    escupirse en las manos, 


     izar la bandera negra y


     empezar a cortar pescuezos" 

    (H. L. Mencken)

TEXTOS TERTULIA 10-2-2017
LEALTAD
¿Y POR QUÉ?
MÁS VALE TARDE QUE NUNCA

LEALTAD

Palabra seria, contundente, inflexible, orgullosa, palabra que exige condición humana y sin embargo es en los animales donde la palabra alcanza su significado completo, sin fisuras, la fidelidad de un perro o un caballo a su dueño, ¿o deberíamos decir?: ¿padre?, ¿amigo?, ¿hermano? No afeemos el gesto con sicología animal barata, fidelidad absoluta y a veces hasta la muerte de unos seres que nacen sin valores pero que su instinto les lleva a cumplir . En el ser humano, las raras veces que se desarrolla el significado es causa de una fuerte y marcada educación en valores, valores que no pertenecen al otro reino, el reino animal, y sin embargo, los extremos se unen. Al margen dejo a todo el resto del arco de humanos, y hablo de educación, no de cultura y de valores, no de inteligencia. Hablo de la fidelidad a uno mismo o a otra persona por el compromiso propio y no obligado por las circunstancias o la conveniencia.
Cuanto más grande es el espíritu de una persona educada en valores más se parece a los animales.
¿Y por qué?


Diego Francisco Guevara de Bonis

LEALTAD

Qué malo me pongo 
cuando me falta tu droga.
Mi sangre se vuelve blanca
y los ojos agujeros ciegos.
Me late el corazón, a lo mejor ,sólo una vez cada hora
y arrastro mis pies de cemento por el infierno.
Qué malo me pongo
cuando me falta tu droga.
Se me rompe el cristal de la realidad en la herida 
Tengo visiones, hasta los santos veo con cabeza de camello.
¡ Venga ese veneno que me atraviese de vida.!
Una redada a nuestro amor, pone el grito del mono por los cielos.
Sufro delirios de arco iris en blanco y negro.
Qué malo me pongo
cuando me falta tu droga.
Pásame aunque sea la lengua por el cuello
para que se me ericen de nuevo las venas del deseo.
Dame que me meta tu polvo de estrellas,
que tengo alicaída el alma y las orejas.
¡ No me engañes. Apiádate de mi.
Se que queda pegamento que oler entre tu y yo.
Sólo tus besos me ponen a raya,
acostumbrado a liarme la vida
y fumármelo todo de una calada.

Juan Jiménez Caballero

LEALTAD
Dicen que no hay más que una lealtad: A uno mismo . . .
Habría mucho que hablar, teniendo en cuenta que somos una especie social . . .

Dicen que no hay más que una lealtad: A tu gente, a tu tribu, a tu clan . . . Tal vez sea cierto, o al menos necesario para sobrevivir.

Dicen que no hay más que una lealtad: A tu rey, a tu presidente, a tu jefe, a tu amo . . . No lo creo, la vida está muy por encima de todo símbolo de poder.

Dicen que no hay más que una lealtad: A quienes quieres y a quienes te quieren . . . Creo que esa sí que es una gran verdad.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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¿Y POR QUÉ?

Porque nunca les mueve la ternura
ni conciben el agradecimiento,
porque la libertad les es ajena
y convierten la vida en un bazar.

Porque mientras que nos evangelizan
nos pegan con el mazo sin piedad
y se mofan si hablamos de esperanza
alegando que, eso, es algo trivial.

Porque es un traje de cachemir sin savia
lo que les proporciona la identidad
y son impenitentes practicantes
del negro oficio de hacer sangrar.

Porque abrirles los brazos es tirarse
al ojo efervescente de un volcán
que fagocita, con sus grandes fauces,
cualquier gesto que huela a humanidad.

Porque sus auxilios saben a inversiones
y sus abrazos a telas de araña
y la sangre que corre por sus venas
es fría y sus palabras calculadas

y nos sentimos mal cuando están cerca
y peor nos sentimos si se alejan
para hacer de laceros que, en las sombras,
justifican rasgar un corazón.

Por eso me retiro de su lado,
por eso no me expongo a su maldad,
no poseo sus armas ni las quiero,
no me gustan sus modos ni su faz.

Por eso es que me aparto de su vida
sin aclarar si tengo o no razón,
me dan miedo sus almas tan vacías
y pena su vacío corazón.

Por eso es que no vuelvo la mirada,
por eso no les digo ni un adiós;
dejo para su ego sentirse superiores
y para mí conservo el placer de ser yo.

Madrid 9 febrero 2017 – Victoria Blanco

¿Y POR QUÉ?

Cuanto más pasas
la lengua por mi cuerpo
más en puntillas
me pongo.


José Mª Rico.


¿Y POR QUÉ?

¿Y por qué me atrevo a responder a los porqués de quienes me rodean si todavía no he encontrado mi propio porqué?
¿Tal vez porque hace tiempo que el infierno cerró por sobrepasar el aforo?
¿Y por qué nos preguntamos tan a menudo porqué olvidando que la felicidad, cuando ocasionalmente llega, ni avisa ni pregunta nada?

Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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MÁS VALE TARDE QUE NUNCA

Falsa Alarma
Cualquiera diría que estábamos debajo de una catarata, pero no. Llovía de cojones. No veíamos más allá de tres metros. Oí el pitido inicial del árbitro y alguien me pasó el balón, que llegó hasta mí dando saltitos rebotando en los charcos de agua. Comenzamos a avanzar hacia el campo contrario siguiendo nuestra estrategia habitual, es decir, sin ton ni son. Curiosamente, los contrarios parecía que se habían replegado hacia su área, como si nos respetaran. Cosas más raras hemos visto en nuestra larga carrera deportiva. Al fin llegamos a la portería contraria: ¡¡¡¡¡Estaba vacía!!!!

Es más, no solo estaba vacía, si no que no había redes. Le pasé el balón a nuestro goleador habitual (dos goles en veinticinco partidos). Entramos todos en la portería completamente empapados y con la mosca detrás de la oreja. Aquello era muy extraño, a los tres o cuatro metros empezaba una escalera de caracol hacia abajo, que se iba estrechando en forma de embudo, hasta llegar a un pasillo donde solo podíamos ir de dos en dos. Solo se oía el retumbar de nuestras botas al pisar el suelo de cemento. Al cabo de unos minutos llegamos a una sala iluminada con antorchas. Allí estaban nuestros contrarios, bebiendo champán, recién duchados y vestidos de fiesta; todos muy modernos, con sus peinados última moda y sus novias espectaculares.

Nos quedamos con la boca abierta, como si nos hubiéramos dado cuenta de pronto de que éramos imbéciles. Enseguida se acercó el capitán del otro equipo y nos dijo que parece ser que habíamos confundido el pitido de suspensión del encuentro con el del comienzo, y como no se veía ni hostia no nos dimos cuenta del error. Estábamos invitados a una copa después de la ducha y que sentían el equívoco; aunque nosotros creímos oír unas risitas burlonas por los rincones de la sala.

Cerramos nuestras bocas y en ese momento empezó a sonar una alarma; al principio la confundimos con la “Alarma Que Avisa Del Inminente Fin Del Mundo” y nos asustamos un poco, aunque no se porqué, si era el fin del mundo, para qué asustarse, se acabó la fiesta y punto pelota. Y sobre todo, ¿para qué serviría esa alarma, si no hay salvación posible? Ya habíamos confundido antes un pitido de suspensión de encuentro por el de inicio del mismo; así que aguzé el oído y descubrí que en realidad lo que sonaba era la alarma del despertador; me había quedado dormido soñando con gilipolleces. Qué cruz.

José Luis Álvarez


MÁS VALE TARDE QUE NUNCA

¿Cuándo volverá la mente humana a vivir en el presente, mirando al pasado tan sólo como una lección imprescindible y al futuro con una imprescindible esperanza?

Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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