martes, 13 de octubre de 2009

NO ME DA LA GANA



El mar de las pasiones humanas
En el mar de las pasiones humanas navegan todo tipo de espíritus y con ellos todo tipo de alegrías y pesares. Todos buscan una isla donde llegar, el reposo de sus penas y algo que alimente sus inquietudes.
Inmersos en la misma tormenta, vemos como unos se hunden mientras otros sobreviven, y no podemos evitar preguntar porqué unos sí y otros no, preguntarnos sobre el inconmensurable conjunto de circunstancias que dan lugar a un hecho u otro.
A la respuesta ocasional a la pregunta permanente, unos llaman dios y ponen un nombre, otros , menos arrogantes, callan.
En el mar de las pasiones humanas incluso los supervivientes tienen cierto aire de náufragos. Algunos, a pesar de todo, se muestran sonrientes, y hasta los espejos dudan de si se trata de una simple sonrisa bobalicona o la luminosa sonrisa de algún buda iluminado.
¿Será acaso que son esos, los que han dicho “no me da la gana” ante tanta sinrazón, ante la reincidente invitación al sufrimiento inútil, los que han descubierto que, al final, riendo o llorando, vencedores o vencidos, en este juego al que llamamos vida, nos van a pagar lo mismo, y es tan sólo nuestra actitud, más o menos abierta o cerrada ante ese juego, la que marca la diferencia entre felicidad y sufrimiento, entre vida o muerte en vida . . .?
Nekovidal - 2009 nekovidal@arteslibres.net

1 comentario:

  1. Hay que tener ganas, porque con nuestras ganas; de hacer, de perseguir los anhelos, de amar sin prejuicios, de enfrentar la verdad sin verguenza, de expresarnos, de ser siempre honestos y perseverantes, otros, que estén perdidos, que no encuentren un modelo, que no tengan esperanza, podrían captar "nuestras ganas" y entonces se contagiarían de esas pequeñas cosas buenas que se están acabando. Saludos.

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