sábado, 23 de diciembre de 2017


TEMAS TERTULIA 29-12-2017

TE REGALARÍA
ESTATUAS
MICRORRELATOS



La paz no se puede mantener por la fuerza; sólo se puede conseguir por la comprensión. (Albert Einstein)




Las palabras me hechizan
Me hacen señas
Pidiendo que les busque
Algún trabajo
El salario no importa--
Vienen como gentíos las palabras
A mi pluma
Igual que proletarios
Las palabras exigen
Su derecho a la voz
Queriendo establecer la dictadura
De las palabras en la vida--
Necesitan a uno que comprenda
A uno que las ponga a su servicio.
¡Pero yo no soy ése!
Las palabras se cruzan de brazos
Se sientan y se duermen
A los pies del poeta
El único que sabe su valía
Y se van a morir
Las palabras si alguien
No las agita a tiempo--
Las palabras son silencio que habla--
Burbujas de silencio que hablan.



Sony Labou Tansi en El otro mundo, incluido en Letras libres (Edición para España, febrero de 2003, selec. de Landry Wilfrid Miampika, trad. de Javier del Prado).



La culpa, el arrepentimiento, el resentimiento, la tristeza y cualquier forma contraria al perdón, es causada por un exceso de pasado y una falta de presente. (Eckhart Tolle)


TEXTOS TERTULIA 22-12-2017
EL MUNDO ES UN PAÑUELO
LA COLA

MICRORRELATOS



EL MUNDO ES UN PAÑUELO
Un pañuelo que envuelve a un recién nacido.
Un pañuelo que seca el sudor de quienes, día a día, construyen y mantienen el mundo en pie, esos tantos millones de héroes anónimos.
Un pañuelo atado a un palo al que llamamos bandera, un pañuelo que siempre acaba manchado de sangre.
Un pañuelo al viento un día cualquiera sin viento.
Pañuelos coloridos revoloteando en mil bailes.
Pañuelos, uniformes y hábitos de uso obligatorio que pesan como si fueran de plomo.
Pañuelos de discordia por el color del pañuelo. Los colores, sabios ellos, saben que son todos hermosos y se ríen de la locura humana sembrando arcoíris en el cielo.
Pañuelos en los que ir recogiendo migas de tiempo y felicidad.
Pañuelos para cubrirse en las iglesias, para esconder obsesivamente ante Dios la obra que dicen de Dios.
Pañuelos de forajido para cubrir testas santas o coronadas.
Pañuelo siempre solidario para ese brazo en cabestrillo.
Un pañuelo blanco cubriendo la cara de un cadáver tendido en la calle.
Un pañuelo cansado de secar lágrimas.
Pañuelos de estrellas que, en nuestra arrogancia creemos poder imaginar.
Pañuelos llenos de símbolos que significan cualquier cosa menos pañuelos.
Pañuelos con tantos nudos que parecen pequeños planetas flotando en el infinito.
Pañuelos bordados de prejuicios, fantasía, locura y tristeza.
Pañuelos finos como la muselina y fuertes como el agua.
Pañuelos que no dejan pasar ni un rayo de sol y pañuelos que llevan el sol con su presencia.
Pañuelos con los que hacemos torniquetes para cortar hemorragias vitales.
Pañuelos en las cabezas de recatadas mujeres rescatadas contra su voluntad de supuestamente peligrosas tentaciones libertarias.
Pañuelos que se creen manteles y manteles que sueñan con ser sábanas.
Un pañuelo con tus iniciales, ese ego . . .
Un pañuelo perfecto, un pañuelo invisible.
Un pañuelo siempre impregnado con un perfume a eterno.
Un pañuelo bordado con nuestros pasos, nuestros miedos, nuestras ilusiones, nuestros amores y nuestro destino.
Un pañuelo siempre al viento, tan cargado de risas como de lamentos.
Un pañuelo de muchas justificaciones y disculpas y pocas razones.
Un pañuelo que se deshilacha a cada instante en hilos irrecuperables.
Un pañuelo con más risas que lágrimas aunque no lo veamos en nuestra ceguera milenaria de miedos.
Un pañuelo por igual de ira y templanza.
Un pañuelo con más magia que las alfombras voladoras.
Un pañuelo cargado con toda la insistente y obstinada fuerza de la vida.
Un pañuelo cuidadosamente doblado donde conservar, a pesar de todo, la esperanza.
Sí, eso es el mundo, tan sólo un pañuelo . . .
Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


EL MUNDO ES UN PAÑUELO

y allí estaban el Astrónomo Autónomo, el Médico Enfermo, y la Santísima Trinidad. Esta última, en reunión privada y decisión muy discutida, había acordado que su portavoz fuera El Espíritu Santo.

La sala era aséptica, pero tenía algo de Observatorio Astronómico, algo de Hospital Privado, y unas goticas de Catedral (gótica, por supuesto).

Los roces entre los allí reunidos eran inevitables, aunque el Espíritu Santo no paraba de salmodiar, con esa voz de pito característica, que el Amor lo amor... tigua todo. “El Padre” tenía cara de malas pulgas, probablemente por no haber sido elegido portavoz oficial del triunvirato. “El Hijo” parecía divertirse con todo aquello, pero no perdía la ocasión, y a la primera de cambio, se ponía a inventar parábolas en plan escritura automática, sin ningún tipo de filtro. El Astrónomo parecía ausente, como en la Luna de Valencia, y de vez en cuando pensaba en la miseria que le quedaría de pensión al jubilarse. El Médico Enfermo se auto auscultaba y auto recetaba cada dos por tres, poniendo cara de autosuficiencia.
Todos llevaban batas blancas excepto El Espíritu Santo, que iba a pelo, con sus plumas blancas. El Astrónomo Autónomo se había confundido de estuche, y en vez del telescopio se había traído un violonchelo. No se cortó un pelo y se puso a tocar bachata como un poseso. La Santísima Trinidad aportó a la reunión unas tortillas de patatas sabrosísimas y una garrafa de vino del Priorato.
El Médico Enfermo se ofreció a recetar, al módico precio de 50 eurillos, cualquier medicamento que pudieran necesitar los contertulios; pero al final nadie se fiaba de un médico enfermo.

Resultó que no había tanto Amor para amor...tiguar todo y se lió la de Dios es Cristo. Aquello terminó como el Rosario de la Aurora. El Médico le dijo a “El Hijo” que se metiera sus parábolas por donde le cupieran. “El Padre” se lió a bastonazos con el Astrónomo”, al parecer odiaba la bachata. El "Espíritu Santo”, que era hembra, se tomó todo aquello como una afrenta personal y empezó a volar por encima de los asistentes y cagarse encima de ellos, con gran puntería, por cierto. Parece ser que, en último término, fue “El Padre” el que llamó a la Guardia Civil (uno de ellos venía cantando fandangos de Huelva a voz en grito). Se los llevaron a todos al calabozo. Para El Espíritu Santo habilitaron una jaula especial, más pequeña y con barrotes más juntos. Como todos tenían muy buenos abogados, salieron en libertad sin cargos. A partir de ese momento intentaron evitarse, aunque a veces resultaba inevitable algún encontronazo, como es lógico; el mundo es un pañuelo...

José Luis Álvarez



LA COLA
La cola de comprar pan 
y dar los buenos días con la boca chica. 
Entredientes.
La cola de camas en el pasillo de urgencias.
La cola del supermercado y  se me olvidó pesar el alma.
La cola de la iglesia para que te den la hostia.
La cola de venga usted mañana y su puta madre.
La cola de los corruptos y los jueces riéndose en nuestra cara desde los paraísos fiscales.
Y luego la cola para votar. Ésta sí que tiene guasa.
La cola para tatuarte en la frente” tonto el que lo lea”
La cola del banco y los números rojos. Dame algo.
La cola para que te pongan un sello en el culo.
La cola, la gran cola del los parados, que llega hasta un precipicio. Esperando que el S A E haga su trabajo.
La cola, la larga cola de los desencantados
y de los sapos que esperamos algo más que un beso.
La cola para comprar un puto décimo de lotería, con la fecha de  cuando te casaste con tu mujer. Que no te va a tocar.
La cola de los hambrientos. De los que no tienen pa calentarse, en esta España donde se pone el sol.
La cola de mi gato sin cola.
La de Nacho Vdal.
La cola en las farmacias comprando cosas para dormir y no despertar.
La banca gana con la deuda pública más de lo que costó el rescate.Y esto no trae cola.
Abandona la cola y empieza a tirar piedras...

J.J.C. - Juan Jiménez Caballero


LA COLA

“… y algunas veces vi caer al que estaba delante de mí y al que estaba detrás, mientras yo me palpaba el cuerpo extrañado de haberme quedado en pie. Y, en definitiva, un poco contento, porque había ganado un puesto en la cola y tenía una probabilidad más de alcanzar el panecillo.” (El Maestro Juan Martínez que estaba allí – Manuel Chaves Nogales)


Estamos condenados a la constante dicotomía entre la tristeza por la muerte de otros y la alegría de seguir vivos, entre la compasión hacia los más desafortunados y el agradecimiento por no ser uno de ellos, entre la voluntad de querer ayudar y el temor a quedarnos sin lo que nos pertenece. Queremos a veces ser y a veces no ser como aquel a quien miramos.
Insiste la esperanza en salir de su caja y ofrecernos expectativas que aceptamos a ojos cerrados sabiendo que nada podremos hacer más que resistir ante las embestidas de la vida y, pasado el espanto, palparnos el cuerpo extrañados de haber quedado en pie.
Sin duda alguna, vivimos haciendo cola.

Madrid, 20 diciembre 2017 – Victoria Blanco


LA COLA

La cola quería ser caracola pero no sabía como buscarse la vuelta, como colarse en la realidad, como ser ella misma sin caer en la cárcel de viejas o nuevas ideas, como conocerse, realmente, a si misma . . . lo que nos pasa a todos . . .

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


MICRORRELATOS

¡Cuánta ilusión y cuántos sueños que se han hecho realidad gracias a él!
Ese hombre con mirada dulce y palabras cariñosas. Cuando llego a la puerta de su casa le llamo y enseguida sale a verme. Me saluda y a su manera me da a entender que se alegra de que haya llegado. Yo también me alegro mucho de que esté en casa cuando voy a visitarle. Cuando no estoy en su casa me llama, porque siempre tiene ganas de verme.
Los mejores ratos son junto a él, a veces hasta comemos juntos. Lo que más le gusta es el pollo asado, a mi también,   le agrada compartirlo conmigo.
Pero hay algo que él no sabe y yo no me atrevo a confesarle,   temo que si lo supiera quizás ya no querría verme, pero no puedo más y tengo que contárselo, sino nunca estaré tranquila.
Sí fui yo, fui yo quien destrozó el techo del velador y también soy yo la que duerme en el balancín de la terraza.
Lo siento mucho, las gatitas somos así.

M.C.G.C. - Mari Carmen Gómez Castro


MICRORRELATOS

    * Había una vez un gato callejero que quería s4er tigre para que los humanos, que tanto daño le habían hecho, le temieran.
    Había también un tigre que qería ser gato para que los humanos, por los qu esiempre había sentido curiosidad, no huyeran al verlo.
Y había también un tercer personaje, un pajarillo que, observándoles desde un árbol, les invitó, con su canto incomprendido, a que se conocieran más a si mismos.

*Cuenta la leyenda que aquella era la única sociedad humana que podía vivir sin leyendas, pero se dice también que tal vez se trate tan sólo de una leyenda.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


MICRORRELATOS

Existe un lugar
sólo para mí
pensando sólo en tí,
luego existo.
Yo pienso sólo en tí
y tu piensas en mí.
Conjunción o preposición,
luego existimos.
¿Dónde estan
aquellas emociones?
¿Dónde están, 
dónde se esconden?
¿Dónde están 
aquellas emociones?
¿Dónde?
¡¡Dime dónde!!

José María Rico






Siendo humano, jamás digas qué va a pasar mañana,
ni, al ver a alguien dichoso, por cuánto tiempo lo será.
Porque ni el moverse de la mosca de finas alas
es tan rápido como el cambio permanente.


Simónides de Ceos, incluido en Antología de la poesía lírica griega (siglos VII-IV aec) (Alianza Editorial, Madrid, 2001, selec. y trad. de Carlos García Gual).



Si te preocupas por lo que podría ser, y te preguntas que podría haber sido, ignorarás lo que es. (Anónimo)




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