VOCES entre VOCES
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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.
"HORROR Y SINRAZÓN DE LA GUERRA" Collage, Nekovidal.
TEMAS TERTULIA 2-9-2022
CARTA A MI MISMO
TRASVASE
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
(Acción poética)
AYER
Ayer
pasó el pasado lentamente
con
su vacilación definitiva
sabiéndote
infeliz y a la deriva
con
tus dudas selladas en la frente
ayer
pasó el pasado por el puente
y
se llevó tu libertad cautiva
cambiando
su silencio en carne viva
por
tus leves alarmas de inocente
ayer
pasó el pasado con su historia
y
su deshilachada incertidumbre/
con
su huella de espanto y de reproche
fue
haciendo del dolor una costumbre
sembrando
de fracasos tu memoria
y
dejándote a solas con la noche.
Mario Benedetti
Benedetti fue un escritor y poeta uruguayo integrante de la Generación del '45. Es autor de libros como La Tregua y Gracias por el fuego, entre otros. Corazón coraza, Currículum, Defensa de la alegría, El Sur también existe, Hagamos un trato, Los formales y el frío, No te salves, Táctica y estrategia y Viceversa son algunos de sus poemas más famosos. Su lenguaje sencillo, para que sus obras puedan ser accesibles a todo el mundo, además de combinar con su propia personalidad, tiene defensores y detractores.
TEXTOS TERTULIA 26-8-2022
CARTA A MI MISMO
LA DAMA DE NOCHE
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
DAMA DE NOCHE
En alguna época, casi todas las mujeres hemos imitado los ciclos de esta planta, embarcándonos en la magia que proporciona la luna en cualquiera de sus fases.
Como sus flores, poderosamente perfumadas, nos hemos abierto al caer la noche imponiendo nuestro aroma sobre todos los demás. Pero al estrujar nuestras hojas desprendíamos un desagradable olor y nuestro follaje, tallos y raíces se convertían en agentes altamente tóxicos.
Y es que pudiera ser que las damas solo exhalen su fragancia en busca de un poco de calor que las preserve del frío de la noche ya que, al provenir de regiones tropicales, deben protegerse de las temperaturas bajas; aunque el exceso de calor igualmente las marchita; bien lo saben ellas.
¡Ah! Se me olvidaba decir que esta planta nocturna también recibe el nombre de «galán de noche».
28/agosto/2022 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»
“El amor puede cambiar a una persona de la misma forma en que un padre puede cambiar a un bebé: torpemente y, a menudo, con mucho desorden”. (Lemony Snicket)
LA DAMA DE NOCHE
La Dama de la Noche vaga indolente por su jardín, impregnado del olor sofocante de docenas de damas de noche. Recuerda su vida, cuando en su juventud soñaba con encontrar el amor de su vida, para ser su dama en una mágica noche. También recuerda el largo paréntesis en que nunca fue dama, sino tan sólo una mujer triste perdida en inacabables noches tristes. Un día, que en ese momento le pareció que llegaba demasiado tarde, comprendió que no existe el amor de tu vida, sino el amor a la vida. Renunció a ser dama para ser mujer y, con el tiempo, a ser mujer para ser una persona en toda su dignidad, a lo que ya nunca volvería a renunciar.
Ahora, a sus ochenta y seis años, sonríe mientras rememora sin rencor tanto la primera como la segunda mitad de su vida. Esta tarde observa los ojos curiosos de los niños tras la verja del jardín, mientras les oye susurrar: “Esa es la Dama de la Noche, dicen que antes era muy guapa y ahora es una bruja.” Ella escucha y sonríe, feliz de poder regalar en sus últimos días un poco de ilusión a la desbordada fantasía infantil de sus jóvenes vecinos.
La Dama de la Noche sonríe, poseedora del secreto del amor a la vida, mientras pasea sonriendo por su jardín de damas de noche.
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“ALGUNAS COSAS TIENEN QUE SER CREÍDAS PARA SER VISTAS“
(Acción poética)
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
‘Instantes’, poema que Jorge Luis Borges nunca escribió
Recuerdo que había una época, previa al advenimiento de Internet, en que este poema aparecía pegado por todas partes en Buenos Aires. Pasaba de mano en mano fotocopiado junto a una caricatura de Jorge Luis Borges.
Resultaba evidente que no pertenecía a Borges, que lo escrito constituía la verdadera caricatura, por la ausencia de esos adjetivos inesperados que tanto caracterizan su escritura («unánime noche«), y por el tono general de los versos, al que podríamos calificar de simple, ausente de segundas lecturas, como la obra poética – con todo el respeto que merece alguien capaz de parir una novela tan extraordinaria como La tregua – de Mario Benedetti. Con ese final apoteósico, lacrimoso, para tratar de cortarse las venas con el bolígrafo: «Pero ya ven, tengo 85 años… y sé que me estoy muriendo».
Sin embargo, la gente se obstinaba en seguir creyendo que pertenecía al padre de Ficciones y El Aleph. Según María Kodama, la verdadera autora es la escritora estadounidense Nadine Stair.
Años más tarde ocurrió algo parecido, ahora sí gracias a la complicidad de Internet, con un texto atribuido a Gabriel García Márquez. Cualquiera que haya leído algún libro de Gabo – mi favorito es El amor en los tiempos del cólera -, necesitará apenas un instante para descubrir que semejante cursilería no podría haber salido nunca de la pluma del maestro colombiano.
No lo encuentro ahora en la red, pero recuerdo que hablaba de una «maleta llena de huesos», o algo por el estilo, que hacía rechinar los oídos. Sin embargo, otra vez hubo gente que aceptó sin cuestionamientos la filiación del escrito y que le dio a reenviar tan alegre de la vida.
Curioso fenómeno, por llamarlo de alguna manera, tanto el que provocan quienes difunden estos escritos apócrifos como el de aquellos que se obstinan en aceptar su procedencia. No se me ocurre explicación alguna, pero sin duda debe ser fascinante.
INSTANTES
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años…
y sé que me estoy muriendo.
FUENTE:https://blogs.20minutos.es/poesia/2009/05/13/instantes-poema-jorge-luis-borges-nunca-escribiai/
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