domingo, 13 de marzo de 2022

 

VOCES entre VOCES

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TEMAS TERTULIA 18-3-2022

DESTINO

GATOS

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

"FE, FANATISMO Y FURIA" - Collage, Nekovidal

EN PAZ

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo

Amado Nervo era el seudónimo de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, o en realidad, así trascendió en gran parte del mundo. La verdad es que su padre modíficó su apellido de Ruiz de Nervo a simplemente Nervo, y le dio su nombre a su hijo, Amado. El propio escritor ha bromeado con que parte de su éxito puede deberse a la sonoridad de su nombre. Se destacan en este poeta del movimiento modernista nacido en 1870 en Tepic, sus poemas La sombra del AlaEn pazOrfertorioMe besaba muchoUna flor en el camino Madrigal.

FUENTE: https://www.poemas-del-alma.com/amado-nervo.htm

TEXTOS TERTULIA 11-3-2022

ESCARMIENTO

DUDAS

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.



ESCARMIENTO SCHADENFREUDE FAIR PLAY

Escarmiento es una palabra para definir la cultura atávica en que hemos nacido. No existe en Inglés, ni en otros idiomas: lo más parecido es una perífrasis verbal que viene a significar dar una lección a alguien o aprender la lección. La cultura del escarmiento procede de la represión inquisitorial sobre nuestras vidas. “Vas a escarmentar” me decían como amenaza continuamente. “Te servirá como escarmiento”. Nada más español que un buen escarmiento al igual que nada es más portugués que la saudade o la morriña para un gallego.

Y ¿qué me dicen del “Schadenfreude” esa palabra que define la sinceridad de los alemanes y viene a significar algo así como alegría por las desgracias ajenas?. ¿Quién en su sano juicio no sintió un poco de schadenfreude recientemente viendo a los próceres del PP despedazarse pública y recíprocamente?

Y recuerden aquellos que nos colaron y engañaron con el término “fair play”, aquellos que a los piratas, ladrones, a los estafadores y embaucadores profesionales los convirtieron en héroes nacionales. Seguro que sabéis a quienes me refiero..

José Manuel Cabezas Cabello



ESCARMIENTO

A ése, de extrañas ideas y ojos turbios, palpitantes,
al que apenas intimida ni entusiasma el oropel,
a ése, tan certero como imprevisible, a veces sublime,
otras, distante, que en sucios papeles escribe y se muestra
con las pasiones más bajas, cuando no cortés, tolerante. . . 
A ése que goza en solitario de rarezas y con pereza,
hace de su deambular juego inexacto, sutil e inquietante.
Con ese, mi general, ¿qué hacemos?

A ese impertinente que no respeta los símbolos,
la bandera ni la patria, los ancianos o los sínodos,
idolatra con bobaliconería a los niños
y aunque reza nunca pisa una iglesia.

A ése, el primero, mañana al amanecer.

Y allí mismo, sin más, dadle tierra,
deprisa, sin miramientos,
como mucho, escribid,
con trazos de bayoneta,
sobre la tierra,
P O E T A . . . 
y que sirva de escarmiento.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com

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ESCARMIENTO y DUDAS

Todos hemos escuchado alguna vez eso de que nadie escarmienta en cabeza ajena. Y así es. Pero creo yo que tampoco se escarmienta en cabeza propia porque el ser humano es el único animal que tropieza dos veces -como poco- con la misma piedra. Así es que escarmentar, en la forma que se utiliza, es un verbo absurdo que solo sirve como amenaza, una amenaza que es en realidad una declaración de impotencia, pero que los que se creen superiores lanzan a modo de desafío, como si arrojaran un guante retando a duelo.


Resulta que en esta sociedad, sumergida en la competitividad y la imposición de ideas, que sostiene que la verdad está sobrevalorada y que manipular un poco es lo correcto, nos relacionamos con los demás desde una supuesta y subjetiva superioridad. Ocurre entonces que las relaciones que surgen son paternalistas e impositivas dando lugar a que quien se siente superior -y ¿quién no se ha sentido superior e invencible alguna vez dado el individualismo que permitimos y alimentamos?- también se considere iluminado y asuma, por mandato divino, la obligación de convencer al resto del mundo de que sus criterios son los únicos válidos y consistentes para llevar una vida medianamente aceptable.


Unido esto a que la argumentación tiene cada vez menos vigencia y hablamos a lo loco sobre una información abultada y adquirida de forma tan vertiginosa que apenas tenemos tiempo de procesarla, el resultado es un modelo de existencia semiautomático, una forma de vivir por inercia que, de alguna forma, recuerda al mundo que describió Orwell en «1984» donde pensar de otro modo no solo estaba castigado, sino que también introducía la inquietud de la duda en el corazón de quienes lo hacían: «Lo más terrible no era que le mataran a uno por pensar de otro modo, sino que pudieran tener razón», dice su protagonista.


Últimamente está todo organizado de tal manera que algunos -generalmente de chiripa y gracias a una economía saneada que les viene dada- sienten estar en el pico más alto de la pirámide señalada como legítima y han decidido que la manada debe seguirles; por supuesto que, si alguien osa preguntar, contribuir, aclarar, perfilar, saber qué otras cosas hay detrás de ese gran hermano que controla todo, lejos de utilizar una argumentación lógica y hacer alarde de la sabiduría que se supone les llevó a la cima, se limitan a ejercer su poder -tan subjetivo y ficticio, como su superioridad- y, al verse tambalear, tachan la situación de insensata rebeldía manifestándose con algo similar a: «en el pecado llevas la penitencia» o, lo que viene a ser lo mismo, «ya escarmentarás cuando la vida te vaya mal y comprendas que yo tenía razón».


Es inútil tratar de explicarles que hay más puntos de vista que, incluso, podrían complementar los suyos ampliando su cobertura; pero es que les da tanto miedo estar confundidos que prefieren echar leña al fuego de su desconocimiento y seguir en sus trece, mientras retan amenazantes a los que cuestionamos dejándonos llenos de dudas, pensando que quizá hubiera sido mejor seguir sus consejos y que, además de rebeldes, puede que también seamos torpes. Sin embargo, son precisamente esas dudas las que nos impulsan a beber de las mil fuentes que surten al mundo, a mirar cada rincón del final de la calle, a saborear cada gota de lluvia que nos empapa y a percibir todos los matices del colorido de la vida.


Si no crees lo que estoy diciendo, alégrate, porque en lugar de un escarmiento has recibido el privilegio de poder encontrar tu forma particular de interpretar el mundo que verás desde el lado del poliedro en el que estás. Yo agradeceré que compartas conmigo lo que ves y también compartiré contigo lo que veo; probablemente, quién sabe, juntos consigamos dudar más y mejor.


12/marzo/2022 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»



DUDAS

¿Tienes dudas? Tranquilo, es síntoma de salud mental. Sólo un fanático puede estar completamente seguro de todo.

Háblame de esas dudas, no de tus certezas, ésas que cualquier vencido convencido tiene.

Te invito a cambiar las duras certezas de tu vida por las blandas dudas, será duro al principio, pero obtendrás mucho más saber.

Riega, si puedes, tu existencia de las enriquecedoras preguntas constantes que alimentan los sueños sin transformarlos en una pesadilla de certezas y fanatismos.

Recorrerás así con dignidad este sendero al que llamamos existencia, esta vía temporal que andamos como ciegos intentando alcanzar un sentido a nuestro caminar, con nuestro bastón de arrogancia e ignorancia tallado en miedo y con el consuelo vital de la esperanza.

Por ese camino, algún día, cuando la Vida florezca sin podas ni miedos, sin guerras ni odios, no existirán ya las apuestas, las irracionales razones ni las certezas absolutas. Todo será de una agridulce evidencia anodina, tendrá el sabor de una firme cotidianeidad de dioses y no habrá más ley que vivir, aprender, amar y dejar vivir.

Así seremos, al fin y realmente, humanos.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com

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MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

LA LUZ QUE ME CIEGA EL ALMA

11 MARZO, 2022

Por José Marcelo Ruiz

Obra: «Sueño de María Zambrano»

Autor de la obra: Evaristo Guerra Zamora

A Evaristo Guerra, poeta de la luz.

Cuando el jazmín dibuja su luz en el firmamento / y todo el sueño es perfume. / Cuando el agua trae la voz sonora / y conduce su claridad por un curso lento. / Siento la calma chicha de la aurora /y toda su mirada es luz. /Esa luz que viene de la memoria del sueño”.

Estos versos del poeta nos hablan de cómo la aurora dibuja su luz en el firmamento, amanece un nuevo día. La luz inunda el paisaje lentamente, pero con una intensidad inmensa. De esta luminosidad ya nos hablaban los griegos cuando describían  la Axarquía, a la que denominaron `los campos elíseos´, que es  como decir `tierra del paraíso´.

He visitado la exposición Colores veleños del pintor Evaristo Guerra en Málaga, y al contemplar el paisaje de sus obras he sentido: cómo me cegaba el alma esa luz intensa  de colores veleños y axárquicos. Porque  Evaristo, como poeta de la luz, consigue transmutarse en paisaje, dejando reflejada “esa luz que viene de la memoria del sueño”; .cargándola de sentimientos. Contemplo como ha surgido una transfiguración: “La mirada no es mirada. / Es: / La luz creadora. /Lo humano no es humano. /Es: / Un árbol. / Fémina no es fémina. /Es: / Una flor. / Los pinceles no son pinceles. /Son: / Vómitos de rayos de luz. / La mirada no es mirada. / Es: / La luz que ciega el alma”.

Al preguntarle por esa luz que ciega el alma. Evaristo me ha confesado que desde niño ya soñaba con colores. Que él se transfigura en un tronco de un árbol; así camina entre los árboles del bosque. Él va admirando la luz que penetra entre las ramas;  sintiendo cómo esos colores entran dentro de él. Para, en su soledad, vomitarlos en el lienzo.  Le pregunto también por el hombre, por lo humano. Él me contesta con una mirada interrogativa: “pero, ¡hombre!, no lo ves, están dentro de esas casas de cal viva “. Y seguimos conversando mientras fijo la mirada en la obra Sueño de María Zambrano, me habla de la pensadora y de cómo le narraba esos recuerdos de su infancia veleña, los cuales se llevó con ella; convirtiéndose en un sueño perecedero. Le digo: “¡Qué belleza! Evaristo, hay que tener alma de poeta como la tuya, para recrear un sueño”. Que mi amiga, también poeta, Margarita García-Galán, al ver la obra la describe: “Un hermoso limonero con sus  ramas abiertas henchidas de frutos, abrazando un paisaje veleño que parece dormido en la quietud de distintas tonalidades violeta. Cuatro gatos juguetean entre las raíces profundas del árbol”. Hablamos del amor de María por los gatos. Y de cuando  salió de Roma con sus gatos…  ¡Qué misterio nos guarda esta vida! Los gatos los vemos acompañándoles en su tumba veleña.

Ese niño que le pidió a la Virgen que fuese pintor, para que su pueblo se sintiese orgulloso de él, ha logrado su sueño de pintar a su pueblo y a  su Virgen, en su ermita de `Los Remedios´. Pero, Evaristo, aún te quedan muchos sueños que pintar. ¡Mira la luz de la luna cómo sonríe en la arboleda y en la mar!   

José Marcelo Ruiz

Este artículo se ha publicado en la prensa NOTICIAS 24 (Comarca de la Axarquía), el viernes, 11 de marzo de 2022. Mi agradecimiento personal al  director del medio D. Francisco Gálvez por su interés por los temas de cultura, de pensamiento y opinión.

De izquierda a derecha: José Marcelo Ruiz y Evaristo Guerra Zamora

Otras obras del autor:


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https://josemarcelopoeta.wordpress.com/2022/03/11/la-luz-que-me-ciega-el-alma/



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