domingo, 20 de enero de 2019


VOCES entre VOCES



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TEMAS TERTULIA 25-1-2019

PIRÓMANOS DE SUEÑOS
DÍGAME USTED . . .
MICRORRELATOS Y AFORISMOS

"En un mundo de plástico y ruido, quiero ser de barro y de silencio".(Eduardo Galeano)






Tengo que pedir disculpas
por entrometerme en lo que no me corresponde.

Tengo que pedir disculpas
por la disparatada idea de cantar boleros

cuando las sillas ya estaban patas pa’arriba y los garzones me habían advertido
que se estaba haciendo tarde.

Tengo que pedirte disculpas:
tú me dirás por qué.

Y a ustedes también tengo que pedirles disculpas
por haberlos dejado vivos cuando bien podría eliminarlos

y así ponerle fin
a esas deliberaciones bizantinas
por las que perdimos nuestro empleo.

A la más dramática especialmente:
tuvo que recogerme cuando los garzones

se aburrieron de patearme en la cuneta.

—No, yo no soy el Chico Figueroa —tuve que aclararle—
ni doy tanto jugo como el otro ahueonao
pero me sé de memoria las Coplas a la muerte

de su padre y puedo hablar en tres idiomas al mismo tiempo antes de llegar al quinto trago.

Estaba saliendo el sol, pero esa parte no es mi culpa
(nadie la mandó a recogerme).

Estaba saliendo el sol: pero ahí sí
que no me hago responsable.

Cristián Gómez Olivares en La nieve es nuestra (2012), incluido en Doce en punto. Poesía chilena reciente (1971-1982)  (UNAM, México, 2012, selec. de Daniel Saldaña París).
Otros poemas de Cristián Gómez Olivares y artículos sobre su obra
GARZÓN: en Chile, camarero, mesero.


    "Uno sobrevive en los demás, en la memoria y en los actos de los demás."(Eduardo Galeano)

TEXTOS TERTULIA 18-1-2019

MIRADAS
ABUELOS
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.


MIRADAS

LO QUE VEN MIS OJOS

Mis ojos, como sabes, son ojos porque miran,
porque sólo con ellos se tornan manifiestos
los cambios, las rutinas, y queda señalado
el tiempo y el preciso desgaste de los días.
Mis ojos no se paran en la piel y en la forma,
anhelan conocer los profundos confines
de las almas que cruzan por su amplio camino
de ciento ochenta grados o más cuando usa el giro.
Mis ojos miran lejos y dentro también miran,
inquietos se deslizan usando la saliva
y de las malas babas -que a veces se avecinan-
fabrican colchonetas o se hacen una lira.
Mis ojos se detienen en las cosas sencillas
que son lo más hermoso que contiene la vida,
y se recrean, dóciles, cuando encuentran belleza
en el mar, en el cielo, en el llanto o la risa.
Mis ojos, sus recuerdos y sus melancolías
dan paso a proyecciones de futuros inciertos
y se acomodan prestos a la luz infinita
que les da la razón de ser… porque te miran.

Victoria Blanco


MIRADAS

Fue durante la presentación del libro de una amiga, hace ya unos cuantos años, en Madrid.
¿Has aprendido a llorar?” me preguntó de repente, mirándome fijamente a los ojos, aquel tipo extraño, en un bar de Lavapiés.
Me quedé pensándolo, claro, la pregunta tenía mucha miga.
Antes de que se me ocurriera la primera palabra para salir del paso, preguntó: “¿Sabes reír?”
Volví a caer en el silencio, le miré, sonreí y dijo,: Bueno, parece que vas aprendiendo . . .
No le volví a ver nunca más.
Espero que él haya apreciado mi sonrisa tanto como yo aprecié, al cabo del tiempo, sus preguntas, esas preguntas que tanto me hicieron reflexionar sobre lo que es realmente importante aprender en la vida.
Nekovidal- nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


MIRADAS

Quien no conoce la angustia,
¿qué sabe de tus pasos perdidos?
Herido de sal.
Peregrino de desierto,
ya no veo de qué espejismo soy capaz.
Pero me niego a que
las palabras huelan a llanto.
Y para que no me la mude el viento,
la voz de mis deseos en mis cuerdas vocales prendo,
despacio, en silencio,
por dentro.

J.J.C. - Juan Jiménez Caballero


ABUELOS

Mi abuelo tenía callos en las manos, muchos, y ni se preguntaba porqué los tenía, daba por hecho que la vida es así.
Mi abuelo tenía sus sueños, como todos, sacar adelante a su familia y llegar a ser alguien, ese alguien que él apenas conocía, pero recordaba perfectamente en la memoria ancestral que todos tenemos, ser, al fin, tras tantos siglos de miseria, alguien.

Otro de los sueños de mi abuelo era dar estudios, al menos, a una de sus dos hijas, la cosa no daba para más, y se los dio, con mucho sacrificio, se los dio. Pero la chiquilla, bien criada, se les fue a América, ella también tenía sus sueños . . .
Y mi abuelo, añorando cada día a su hija, siguió siendo quien era: el castañero del pueblo que, para el verano, se había montado su pequeña fábrica de helados, artesanales y con la mejor leche gallega, porque las cosas, como decían en su generación, si se hacen, hay que hacerlas bien, así había de donde tirar en esos dos únicos meses en que en Galicia se pueden tomar helados, porque el campo, teniendo poca tierra, ya no daba para vivir dignamente. Aún quedan ancianas hoy en día que comieron, siendo niñas, aquellos helados y los recuerdan como los mejores sabores de su infancia.

Mi abueño se libró de la guerra porque era muy bajo, pero le tocó vivir muy de cerca la guerra, aunque ésa es otra historia.
A mi abuelo la vida le regaló luego un nieto de 1,80 y me consta que sonrió muchas veces mirándome y pensando en las bromas de la genética antes de saber qué era eso.
Mi abuelo era una buena persona, sin más, como lo es la inmensa mayoría de la humanidad.
Pero no puedo olvidar que mis abuelos son también todos esos que no conocí ni conozco, los abuelos de mis semejantes, los de todas las personas que hoy estamos vivos y que olvidamos, demasiado a menudo, que todo lo que somos se lo debemos a ellos, a su trabajo, su sudor, sus risas, sus lágrimas, a su entereza y resistencia, a su empatía, a su sabiduría y su invenvible esperanza en que un mundo mejor siempre es posible.

Cuando nacieron nuestros abuelos los derechos humanos apenas existían, a ellos les tocó lo más duro de la lucha para conquistarlos, a nosotros nos parecen hoy obvios y cotidianos pero, ¿abremos conservarlos y ampliarlos?, ¿podremos algún día anidar en la memoria de nuestros nietos con la dignidad de que está cubierto en nosotros el recuerdo de nuestros abuelos?

Nekovidal- nekovidal@gmail.com -ARTES LIBRES www.arteslibres.net


ABUELOS


¿POR QUÉ?
Audio:


Rafael Cotilla


MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.

***

Cada noche, la princesa pasaba de puntillas junto al dragón para que el miedo la obligara a huir de allí.

Lourdes Pérez.

***
¿Por qué llamamos penas a lo que no son más que lecciones?

Nekovidal -nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net
***





Ustedes no saben por qué me van a matar
Pero yo sí lo sé         ustedes creen
que la fe se puede partir en dos         Ser otra
que la de ustedes         Yo sé
yo no creo         Sólo hay una
razón para matar a alguien
además de la gente sin rostro que uno siempre mata
Ustedes me matan porque me niego
a fingir que ustedes pueden entenderme
Yo no miento         Ustedes nunca podrán
sentir lo que sentí yo dentro del dragón
Con mis pies en el fondo de su aliento

Åsa Maria Kraft en Vírgenes en altísima conversación sacra (2003), incluido en Mujeres en el Norte. Trece poetas suecas  (Devenir, Madrid, 2011, selec. y trad. de René Vázquez Díaz).
Otros poemas de Åsa Maria Kraft
Durante varios días estuve anestesiada...Me caí por su garganta hasta un hueco oscuro...-Yo- Margarita...


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