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"Si
se prohíbe la industria de la droga, industria asesina, ¿por qué
no se prohíbe la industria de armamentos, que es la más asesina de
todas?"(Eduardo Galeano)
TEMAS
TERTULIA 1-2-2019
LUCIÉRNAGAS.
TENEMOS
QUE APRENDER.
MICRORRELATOS
Y AFORISMOS
- Ni en las cabezas que apaga la afilada sombra de los estandartes
- ni en los pechos abiertos abandonados en los rastrojos
ni en las manos que sujetan el frío cetro
ni en el corazón de la campana
ni bajo los pies de la catedral
se contiene todo
ésos que llevan los carros por un suburbio mal adoquinado
y los que huyen de un incendio con una botella de barszcz
los que vuelven a unas ruinas y no para llamar a los muertos
sino para encontrar el tubo de una estufa de hierro
los que sufren hambre son los que aman la vida
los golpeados en el rostro son los que aman la vida
es difícil llamarlos flor
pero son un cuerpo
o sea plasma vivo
dos manos para cubrirse la cabeza
dos piernas rápidas en la huida
la capacidad de conseguir el alimento
la capacidad de respirar
la capacidad de transmitir la vida bajo el muro de una cárcel
mueren esos
que aman más las bellas palabras que los olores grasientos
pero por suerte éstos son muy pocos
la nación persiste
y volviendo con los sacos llenos de itinerarios de la huida
levanta un arco de triunfo
para los bellos muertos.
Zbigniew Herbert, incluido en Poesía polaca contemporánea (Ediciones Rialp, Madrid, 1994, selec. y trad. de Fernando Presa González).
Otros poemas de Zbigniew Herbert
El abismo del Señor Cogito, El de ciencias naturales -
"Con
el fin de estar abierto a la creatividad, uno debe tener la
capacidad para el uso constructivo de la soledad. Hay que superar el
miedo a estar solo". (Rollo May)
TEXTOS
TERTULIA 25-1-2019
PIRÓMANOS
DE SUEÑOS
DÍGAME
USTED . . .
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS.
PIRÓMANOS
DE SUEÑOS
Están
ahí, generalmente vestidos con trajes a medida, bien perfumados, con
un coche y un chófer esperándoles en la puerta, cuesta imaginar un
interior sin alma envuelto en tanta elegancia.
Están
ahí, disfrazados de políticos, banqueros, economistas o periodistas
al servicio del mejor postor.
Están
ahí, para un buen psicólogo serían dignos de lástima, conociendo
sus carencias, sus dolencias, su falta de empatía, su psicopatía.
Están
ahí, crean guerras, provocan crisis económicas que arruinan países
enteros, crean hambre en miles de personas especulando con alimentos,
siembran la muerte y el dolor con cada decisión, cada inversión,
cada orden que dan.
Están
ahí, débiles, tementamente débiles, hacen del uso de sus
semejantes como meros objetos el triste consuelo de su mediocre
existencia.
Intentan
construir un mundo de seres tristes, egoístas, ignorantes, mezquinos
y así fácilmente manipulables, un mundo a su medida.
Están
ahí, son pobres de espíritu, agresivos, mediocres, llenos de la
arrogancia que da la ignorancia y el dinero fácil, carentes de toda
empatía, en realidad, son los seres más débiles de nuestra
especie.
Son
los pirómanos de sueños, y aquí surje el dilema: si tratarles como
enemigos o como personas que necesitan ayuda.
Están
ahí . . .
No
es justo decir que sean malos, sólo están enfermos, pero su maldita
enfermedad destruye vida a cada paso transformándose entonces en
problemas de todos, en tragedias colectivas.
En
cualquier caso, no ya sólo por la supervivencia de nuestra especie,
sino de la vida misma en el planeta, algo tendremos que hacer.
Sabemos
por experiencia que cambiar el poder de manos, según ideologías,
filosofías o religiones que nos guien, no soluciona nada o muy poco,
sólo nos queda, pues, redistribuir ese poder entre todos los
ciudadanos.
Votemos
libremente todos, pero no una vez cada cuatro o cinco años a
personas que no conocemos ni, mucho menos, sus intenciones reales.
Votemos
todos, una vez al año, en que utilizar esa enorme cantidad de
riqueza que es el dinero público, votemos todos si declarar o no una
guerra, porque nosotros, y no quienes las provocan y se lucran con
ellas pondremos, llegado el caso, los muertos.
Con
ese simple cambio constitucional cambiaría completamente nuestra
sociedad, muestro entorno cotidiano, nuestra calidad de vida, nuestro
bienestar.
Es
fácil de imaginar que votaría la mayoría de los ciudadanos: una
muy buena sanidad, porque ningún ciudadano, al margen de su
ideología, votaría recortar algo tan indispensable, se elegiría un
nuevo sistema de enseñanza acorde con estos tiempos, no el obsoleto
de hace dos siglos y medio, aún vigente, un sistema donde los niños
vayan a la escuela felices, se destinaría una buena suma de dinero
para investigación, algo muy rentable a medio y largo plazo, se
votarían jubilaciones dignas, nadie merece un buen retiro más que
quien ha trabajado honradamente toda su vida, buenos transportes y
autopistas, gratuitos todos, porque ya los hemos pagado con nuestro
dinero, etc. Se votaría, sin duda, que el sueldo de ningún político
superara el de un médico o un maestro, terminando así con ese
privilegio irracional según el cual los políticos son el único
gremio que elige su propio sueldo.
Pero
hay una parte de la sociedad, una minoría muy reducida, que se
opondrá a este tipo de democracia, es lógico, irían al paro casi
todos, o se limitarían a hacer un trabajo de funcionarios.
Habría
todavía otra minoría que se pondría aún más nerviosa: las
grandes fortunas, banqueros y corporaciones, los verdaderos jefes de
casi todos los políticos, esa minoría que gobierna realmente y
decide nuestro presente y futuro, sin ninguna legitimidad en una
democracia.
No
nos perdamos en sus juegos, mentiras y manipulaciones, da igual de
que color se disfracen, hagamos evolucionar una vez más a la
democracia como ya ha hecho varias veces a lo largo de su historia,
nuestra historia.
No
dejemos que los pirómanos de sueños quemen más sueños e ilusiones
de evolución y progreso, no valdrá la pena ni para nosotros ni para
ellos, todos viviremos mejor cuanto más directa, real y
participativa sea la democracia en que vivamos, incluso ellos.
Ellos
no lo saben, ni lo pueden imaginar siquiera, pero nosotros, la
mayoría de los ciudadanos, sí.
Nekovidal -
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PIRÓMANOS
DE SUEÑOS
Detectan
con formidable habilidad el momento en que nuestra vida entra en el
duerme vela, ese breve instante en el que corazón y cabeza caminan
al unísono, para prender la mecha de la incertidumbre; da igual que
la ilusión abrazada corresponda a la trayectoria laboral o a la
necesidad recreativa, ellos saben edificar a la perfección la pira
del desencanto; siempre tienen a punto la frase exacta que nos
intranquiliza acompañada, en la mayoría de los casos, por el factor
sorpresa aunque en ocasiones ni siquiera utilizan la palabra, se
sirven de una mirada, de un gesto de desprecio o de una oportuna
interjección para hacer saltar la chispa y provocar la combustión
que nos facturará de inmediato a su realidad, después será nuestro
fuego interno el encargado de convertir en cenizas los castillos que
levantamos con el alma y que, tal vez, no eran de naipes; sus manos
siempre quedan, aparentemente, limpias.
Virginia
Woolf decía que quien nos roba los sueños nos roba la vida; yo digo
que quien nos los quema con la misma arrogancia que Nerón quemó
Roma, no sólo nos roba la vida, también deja en barbecho el campo
de nuestras quimeras que vigilará atento desde su indigna altura
para, una y otra vez, atizar los rescoldos y alimentar su pútrido
ego.
No
me cabe duda de que estos incendiarios tendrán sus motivos, puede
ser que vivan en la auto decepción permanente, que no tengan otra
referencia que el odio o que jamás hayan sido amados, cualquiera de
estas opciones o de otros cientos posibles haría comprensible su
actitud, pero jamás la justificaría; aun así, es la crueldad
manifiesta de la que suelen hacer gala la que invalida, a mi
entender, su esencia humana. Por su bien espero que en el tramo final
de su camino, el que antecede al encuentro con el Ángel de la
Muerte, cuenten con un secretario tan fiel como fue el del hijo de
Agripina, de otro modo sus monstruos les atormentarán con fiereza
porque cuando caigan en el duermevela de su propia agonía de nada
les servirá su pericia sobre el manejo de los sueños.
25/01/2019
– Victoria Blanco para “VOCESentreVOCES”
PIRÓMANOS
DE SUEÑOS
No
te engañes con los cantos del reloj de cuco.
No
amontones días vacíos de papeles amarillentos.
Devora
los segundos.
Enloqueceríamos
si alguien nos dijera,
al
oído, el tiempo feliz que nos queda.
Tenemos
miedo a morir porque no vivimos del todo.
Métele
fuego a la vida y verás como arde.
Quisiera
estar drogado con un pico de libertad.
Ya
ni siquiera soñamos,
nos
han dicho que son muy caros nuestros sueños.
No
te preocupes, todo lo cura el tiempo,
menos
los tiros por la espalda del reloj.
Pero
estamos aquí, para soñar de nuevo.
Acuérdate,
estamos aquí para ser posibles,
si
se te quedó chico, juégate de nuevo el pellejo.
¿Cuándo
se nos olvidó que somos un milagro irrepetible?
Te
lo juro por Dios, estamos aquí para no rendirle cuentas a nadie.
Roba
la felicidad y corre.
¿Te
digo un secreto? No hay cárceles para todos.
J.J.C.
- Juan Jiménez Caballero
PIRÓMANOS
DE SUEÑOS
La
ninfa del bosque sembraba sueños. Los pirómanos del bosque
pretendían quemar sus sueños, pero el dragón de fuego lo
impidió.
M.C.G.C.
DÍGAME
USTED . . .
PERVIVE
EL ALMA
Audio:
Rafael
Cotilla
DÍGAME
USTED . . .
Dígame
usted, ¿qué ilusión tiene cada mañana al despertar?, ¿tiene
tiempo de perder o ganar diez minutos en pensar sobre eso cada día?
Dígame
usted, ¿hay algo más valioso que pueda comprar que tiempo libre?
Dígame
usted, ¿se acuerda como veía el mundo cuando era niño, luego
joven, luego menos joven?
Dígame
usted, ¿qué forma, olor, color y sabor tiene su paraíso?
Dígame
usted, ¿es posible un verdadero paraíso no compartido?
Dígame
usted, ¿qué es lo más valioso en su vida ahora mismo?
Dígame
usted, ¿qué le hace reir y qué le hace sonreír?
Dígame
usted, estando completamente rodeados de manipulación, mentiras y
noticias falsas, ¿quién puede distinguir en justicia qué es verdad
y qué mentira?
Dígame
usted, ¿ha tenido noticia de alguien más sabio que aquel ateniense
que dudaba de todo?
Dígame
usted, ¿cómo nos atrevemos a matar a nuestros semejantes porque no
comparten dioses, todos verdaderos, creados por nuestra imaginación?,
¿imagina usted una mayor expresión de demencia?
Dígame
usted, ¿cree que decide cada acto, decisión o idea que,
aparentemente, decide?
Dígame
usted, ¿no le parece que es poco inteligente temer a lo inevitable?,
¿por qué teme, entonces, a la muerte?
Dígame
usted, ¿sabemos algo salvo que creemos que sabemos algo?
Dígame
usted, ¿ha encontrado algo más perseverante que la esperanza?
Dígame
usted, ¿conoce un olor más hermoso que el de la paz?
Dígame
usted, ¿ha encontrado en la vida de este planeta energía más
poderosa que, en cualquiera de sus formas, el amor?
Dígame
usted, ¿por qué cambiamos a menudo lo indispensable por lo
superfluo?
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MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS.
***
¿Más
o menos civilización?
Una
cultura, un pueblo, es civilizado en proporción a cuanto ha sabido
desarrollar su convivencia, su empatía, su arte, su ingeniería y su
capacidad de disfrutar de la vida. Todo lo demás es secundario.
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***
Su
mirada le suplicó: “Hoy quiero ser el vacío legal de todas las
demás”.
Lourdes
Pérez
***
Cuando
creía que comprendía todo empecé a entender que no sabía nada, y
fue entonces cuando comencé realmente a comprender, al menos, algo.
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***
¿Recuerdas?
primero danzamos
sobre el volcán, pero ¿dónde dejamos
las flores? en el sitio en que la letra cayó
él atravesó el pasillo pasando de una puerta
a otra "finalmente he cedido, al fin he
cedido, terminé por ceder, he cedido, fue
delicioso" Ellos desaparecieron en una limosina
negra, "he caído del beso hacia la vida"
dijo ella ¡oh! no es necesario . . .
Hablar de eso no lo van a soportar, ella
se puso otra vez esa ropa que parece continuar
la piel, construyen su vida como un teatro
en campaña, es un rudo oficio
mantener en juego el mayor tiempo
posible, antes que todo no volteé y no resbalé
fuera del campo, pero es una incendiaria,
un pez que muerde las manzanas, una gallina, sí
una gallina que hace que él utilice sus propios cuchillos.
Hubo la primera flecha, que fue el más bello malentendido,
comparado con los otros, ella salió del gran movimiento
giratorio, ella se plantó y "vi los rastros de los pies
desnudos de Diana, solamente los rastros y la violenta corriente
del aire, enseguida perdí la idea misma de la posesión"
Fue la entrada en escena empujada
por un gran soplo, un espacio bello, sin nada
adentro que fuera necesario tener abierto, golpe
por golpe, quedaba sólo el juego, el choque desigual
de los dos términos y el momento de la apuesta,
pues nadie más quería volver a lo mismo.
Josée Lapeyrére, incluido en Poesía francesa actual (Biblioteca digital, República Dominicana, 2009).
sobre el volcán, pero ¿dónde dejamos
las flores? en el sitio en que la letra cayó
él atravesó el pasillo pasando de una puerta
a otra "finalmente he cedido, al fin he
cedido, terminé por ceder, he cedido, fue
delicioso" Ellos desaparecieron en una limosina
negra, "he caído del beso hacia la vida"
dijo ella ¡oh! no es necesario . . .
Hablar de eso no lo van a soportar, ella
se puso otra vez esa ropa que parece continuar
la piel, construyen su vida como un teatro
en campaña, es un rudo oficio
mantener en juego el mayor tiempo
posible, antes que todo no volteé y no resbalé
fuera del campo, pero es una incendiaria,
un pez que muerde las manzanas, una gallina, sí
una gallina que hace que él utilice sus propios cuchillos.
Hubo la primera flecha, que fue el más bello malentendido,
comparado con los otros, ella salió del gran movimiento
giratorio, ella se plantó y "vi los rastros de los pies
desnudos de Diana, solamente los rastros y la violenta corriente
del aire, enseguida perdí la idea misma de la posesión"
Fue la entrada en escena empujada
por un gran soplo, un espacio bello, sin nada
adentro que fuera necesario tener abierto, golpe
por golpe, quedaba sólo el juego, el choque desigual
de los dos términos y el momento de la apuesta,
pues nadie más quería volver a lo mismo.
Josée Lapeyrére, incluido en Poesía francesa actual (Biblioteca digital, República Dominicana, 2009).