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TEMAS
TERTULIA 7-12-2018
LLAMADA
LO
QUE SEA
MICRORRELATOS
Y AFORISMOS
“La
vida de una persona es lo que sus pensamientos hacen de ella”.
(Marco Aurelio (121-180 DC), apodado El sabio)
La
gente se quiere cuando barre la vereda.
Y yo, que encontré un cabello que no era mío
entre un dos y un tres del libro de aritmética,
estoy de paso.
La gente se saluda.
Y yo, que busco en la guía telefónica
nombres para ponerte,
caigo como un ladrón.
La gente sabe su edad y su dirección,
se reconoce en las fotografías.
Y yo, que abrazo a las viejitas
y hablo del tiempo con gatos conocidos,
me hago la venia en todas las frentes.
La gente empuña su amor y sus cacerolas se recortan en la tarde.
y aquella que soy yo junta andrajos y sonrisa,
saluda antes de partir,
el sombrero en alto.
Cuando él se vuelve a su cabeza,
ya está lejos.
Cuando su sombrero vuelve,
ya no hay quién.
Por eso tantas cosas son inútiles,
que nadie sabe.
Y se lleva la pena como un sombrero, sí.
Cristina Carneiro en Zafarrancho solo (1967), incluido en Casa de luciérnagas. Antología de poetas hispanoamericanas de hoy (Ediciones Bruguera, Barcelona, 2007, ed. de Mario Campaña).
Y yo, que encontré un cabello que no era mío
entre un dos y un tres del libro de aritmética,
estoy de paso.
La gente se saluda.
Y yo, que busco en la guía telefónica
nombres para ponerte,
caigo como un ladrón.
La gente sabe su edad y su dirección,
se reconoce en las fotografías.
Y yo, que abrazo a las viejitas
y hablo del tiempo con gatos conocidos,
me hago la venia en todas las frentes.
La gente empuña su amor y sus cacerolas se recortan en la tarde.
y aquella que soy yo junta andrajos y sonrisa,
saluda antes de partir,
el sombrero en alto.
Cuando él se vuelve a su cabeza,
ya está lejos.
Cuando su sombrero vuelve,
ya no hay quién.
Por eso tantas cosas son inútiles,
que nadie sabe.
Y se lleva la pena como un sombrero, sí.
Cristina Carneiro en Zafarrancho solo (1967), incluido en Casa de luciérnagas. Antología de poetas hispanoamericanas de hoy (Ediciones Bruguera, Barcelona, 2007, ed. de Mario Campaña).
"No
hay mayor tragedia en la vida que la muerte de un niño, las cosas
nunca vuelven a ser como antes." (Presidente Dwight Eisenhower)
TEXTOS
TERTULIA 30-11-2018
RECORDATORIO
LIBERTAD
SIN IRA
MICRORRELATOS
Y AFORISMOS
RECORDATORIO
OIGA,
SR. TRUMP:
VÍDEO:
SOMOS
MÁS AMERICANOS
RECORDATORIO
¿Recordamos
cada mañana, al abrir los ojos, agradecer todo cuanto debemos a
esos miles de nuestros antepasados que murieron luchando por los
derechos que nunca regala la codicia, pagando con su sangre por una
vida más digna, ésa que disfrutamos hoy en día?
¿Recordamos
cada noche, al cerrar los ojos, hacer memoria del día para hallar
algún pensamiento, alguna palabra, algún grito, algún gesto, por
mínúsculo que sea, con el que hemos contribuido durante ese día a
construir, grano a grano, paso apaso, un mundo mejor el día de
mañana?
Recordemos,
ya lo dice el refrán: “Es de bien nacidos ser agradecidos”.
Nekovidal -
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AUDIO:
PAISAJE INTERNO
https://www.ivoox.com/rc-37-audios-mp3_rf_29257562_1.html
Rafael Cotilla
LIBERTAD
SIN IRA
LIBERTAD
SIN IRA
(CAMINO
HACIA LA PAZ)
“Para
lograr la paz en el mundo, para poner fin a todas las guerras, se
necesita una revolución en el individuo, en usted y en mí.
(J. Krishnamurti)
Es
complicado mantener la serenidad en el seno de una sociedad que
utiliza como método de autoridad provocar la extrema alteración de
alguien para, bajo esa premisa, acusarle de desequilibrado e
invalidar así cualquier acción posterior que pudiera realizar el
supuesto loco; técnica que se emplea también en los colectivos,
previamente divididos por grupos, para que poco a poco generen un
odio mutuo, aunque jamás ninguno llegue a saber por qué no se
toleran.
Desde
que a los diecinueve me asaltó la idea de que vivir no podía
reducirse a cumplir la agenda de un bebé, llevo unos cuantos lustros
de vida al lomo y me ha tocado o, quizás lo haya buscado yo,
atravesar numerosas experiencias vitales llenas de vaivenes (bruscos
unos, cadenciosos otros) y sucesos (amargos a días, puro almíbar a
noches); crisis no han faltado -espero que venga alguna más antes de
que me toque entregar la herramienta-, tampoco el miedo se resistió
a acompañarme y confieso haber llorado entre bambalinas.
Sin
dejar de ponerle pasión a los días, dediqué un tiempo a analizar
los motivos por los que situaciones similares concluían con
resultados diferentes. En un principio lo achaqué al azar, a la
caprichosa Fortuna, pero la idea no acababa de convencerme; la
mitología me condujo hasta Lisa, la incontrolable ira frenética
capaz de arrastrar al parricidio al hijo de un dios. Entonces lo
entendí. Es ella, esa impulsiva trastornada descendiente de la
sangre de Urano, la que nos roba cuanta voluntad y libertad poseemos
convirtiéndonos en seres desordenados susceptibles de manipulación.
No albergo duda alguna de que quienes nos manejan, o lo intentan,
conocen el efecto de la ira y lo emplean conscientes de que nos
domina aquel que es capaz de alborotar nuestras furias. Siembran el
extremismo para conseguir una división que bañarán, más tarde,
con miedo y desconfianza.
La
forma más contundente de ejercer la libertad es desechar la ira,
quedar libres de arrebatos, ya sea contra los demás o contra uno
mismo ya que nadie puede tener paz si no se siente libre; la ira nos
arrastra a su terreno y nos distrae del noble propósito de la paz.
Es innegable que la oscuridad de la noche y la sangre de un amputado
engendraron al perfecto generador de desastres, pero hay una eficaz
manera de lidiar con ella: afrontarla y dedicarle un desplante a cara
descubierta.
En
definitiva, para llevar a cabo la revolución de la que hablo no hay
que colocarse un bacín en la cabeza y cabalgar los campos del mundo
buscando molinos a los que vencer, sólo hay que echarle un par de
bemoles al asunto y manejar las riendas de la vida desde la
templanza.
No
digo que sea fácil, pero ya se sabe… lo fácil está inventado.
LIBERTAD
SIN IRA
Sabemos
que, a veces, la libertad se puede conquistar sin ira, nos lo
enseñaron, entre otros, Gandhi, Luther King y un judío entendido en
yoga y meditación de hace unos dos mil años. Paradójicamente,
todos ellos fueron víctimas de la ira, la violencia y el odio.
Sus
asesinos no comprendieron, ni comprenden, que la libertad se puede
alcanzar, en ocasiones, con o sin la ira, pero la ira en sí no es
más que una prisión que nunca enseña el camino de la libertad
interior.
Por
cierto, ¿existe algún otro tipo de libertad real?
Los
adictos a la ira, a la sinrazón de no admitir más razón que la
propia, los brutos necesitados de fuerza bruta para creer que tienen
sentido sus integrismos, tristes psicópatas sin diagnosticar,
pasearon bajo palio y durante décadas a un dictador sanguinario, le
rodearon de cruces, le adoraron como al salvador de sus privilegios
medievales, y lo fue . . . ¿dónde quedó aquel judío sabio entre
tanto hipócrita y canalla oportunista?
Muchos
hijos de la Gran Bretaña ya alaban, o al menos callan, cuando oyen
hablar de aquel famélico indio que les robó, dicen ellos, lo mejor
de su imperio, pero siguen respetando a Churchill, un racista
genocida que nada tenía que envidiar al teutón del bigote ridículo.
La India era la zona más industrial del mundo antes de que llegaran
los saqueadores que luego se reciclarían en narcotraficantes. La
India, aún hoy, no se ha recuperado del encuentro . . . ¿dónde
queda la verdad cuando solo la escriben los vencedores?
En
la autodenominada “Tierra de la libertad”, hoy en día, es
peligroso andar por la calle con ciertos tonos de piel, salvo que
hayan sido producidos por una máquina de rayos UVA. De los quince
millones de personas que habitaban esas tierras cuando llegaron los
rostros pálidos apenas quedaron trescientos mil, de los millones
secuestrados y esclavizados quedan más, el ganado interesa que críe,
Luther King fue uno más. Todos los presidentes americanos del último
siglo han afirmado no ser racistas, pero sólo uno fue medio negro y
seguimos esperando al primer nativo, mientras un sociópata impide
ocupar sus propias tierras a los descendientes de los pocos que
sobrevivieron en las cercanías . . . ¿dónde queda la cordura?
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
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LIBRES www.arteslibres.net
LIBERTAD
SIN IRA
No
se puede negar
que
hay fascinantes maneras de quitarse la vida…
Tirarse
por un puente en un bello amanecer
con
tu mejor sombrero y agarrarse al cielo
con
los bolsillos llenos de piedras y cantos rodados.
Cortarse
las venas en la bañera
en
agüita caliente, perfumada con sales de mar
y
velas encendidas,
mientras
te acaricias con el “Ave María “
de
la Callas.
Pegarse
un tiro en la boca,
desnudo,
en el traje que nunca te pones,
con
una Magnum 45 de "Harry el sucio"
y
balas de plata,
cuando
te responda el espejo, espejito mágico.
Brindar
con cicuta y una caja de Prozac
para
dialogar a hostias con Platón.
Inyectarse
sin más,
una
sobredosis de aire puro en las venas.
Y
perder el tiempo.
Nuestro
precioso tiempo,
lo
único que poseemos
como
todos los burros enganchados a la noria,
sin
gritar, ni sacar nunca los pies del plato.
Dejar
pasar los días
en
estado de cobardía, maldiciéndote en silencio.
Y
romperte los puños y los cuernos
contra
el mismo muro
de
tus mismas cárceles…
Sí,
no se puede negar
que
hay fascinantes maneras de quitarse la vida,
pero
de ninguna me convencen
sus
fatales efectos secundarios.
JJC
– Juan Jiménez Cballero
MICRORRELATOS
Y AFORISMOS
¿Qué
queda cuando ya no queda ilusión por nada?
¿Consolarse
comprendiendo que nada de todo podría existir si no existiera la
nada?
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
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***
Morir
de amor
contigo,
sin
ti,
en
tí.
Morir,
por
ti.
Lourdes
Pérez.
***
Tengo
mil besos
metidos en la maleta,
y otros tantos
que me salen
de la bragueta.
Y uno de ellos iba
destinado a ti,
maldita sea la hora
en que no te lo di.
Aunque los míos
saben a miel
y los tuyos son
color rosa.
No sabría como definir
este modo de sentir,
pues no podría identificar
esta manera de amar.
Porque solo sé
que puedo presumir
de tener mil besos
destinados para ti.
Tengo mil besos
metidos en la maleta
y otros tantos
que me salen
de la bragueta.
metidos en la maleta,
y otros tantos
que me salen
de la bragueta.
Y uno de ellos iba
destinado a ti,
maldita sea la hora
en que no te lo di.
Aunque los míos
saben a miel
y los tuyos son
color rosa.
No sabría como definir
este modo de sentir,
pues no podría identificar
esta manera de amar.
Porque solo sé
que puedo presumir
de tener mil besos
destinados para ti.
Tengo mil besos
metidos en la maleta
y otros tantos
que me salen
de la bragueta.
José
María Rico
Fue
un rato, pero fui feliz,
yo miraba un piano, apreté una tecla y no sonó,
el piano me toca y dice:
Ah, bueno es que no sabe no va a devengar en mi costa.
Fue un rato, pero fui feliz,
yo estaba mirando un labio y lo aparté,
una se resistió, dijo: Ah, bueno, es que no sabe
no sacará un solo gorjeo.
Fue un rato, pero fui feliz,
un jamón resultó mohoso,
el jamón y el dependiente se tocaron diciendo:
Es que no sabe de parte buena.
Fue un rato, pero fui feliz,
yo estaba poniendo luz fría, pero nada encendió,
la oscuridad me coloca diciendo:
Vive apagado a media.
Fue un rato, pero fui feliz,
estaba mirando un piano que iba a venderse,
descendía de una casa en tinieblas
una muchacha de labios gruesos manipula comiendo
un doble, triple rodamiento con una sola mano,
se demoraría un año más o menos en tocar el piso.
Carlos Augusto Alfonso, incluido en Poesía cubana de los años 80. Antología (Ediciones La Palma, Madrid, 1994, ed. y selec. de Alicia Llarena).
Otros poemas de Carlos Augusto Alfonso
Excursión al Muro de las lamentaciones, La corriente del niño, Lábaro, Penúltimo aldabonazo
yo miraba un piano, apreté una tecla y no sonó,
el piano me toca y dice:
Ah, bueno es que no sabe no va a devengar en mi costa.
Fue un rato, pero fui feliz,
yo estaba mirando un labio y lo aparté,
una se resistió, dijo: Ah, bueno, es que no sabe
no sacará un solo gorjeo.
Fue un rato, pero fui feliz,
un jamón resultó mohoso,
el jamón y el dependiente se tocaron diciendo:
Es que no sabe de parte buena.
Fue un rato, pero fui feliz,
yo estaba poniendo luz fría, pero nada encendió,
la oscuridad me coloca diciendo:
Vive apagado a media.
Fue un rato, pero fui feliz,
estaba mirando un piano que iba a venderse,
descendía de una casa en tinieblas
una muchacha de labios gruesos manipula comiendo
un doble, triple rodamiento con una sola mano,
se demoraría un año más o menos en tocar el piso.
Carlos Augusto Alfonso, incluido en Poesía cubana de los años 80. Antología (Ediciones La Palma, Madrid, 1994, ed. y selec. de Alicia Llarena).
Otros poemas de Carlos Augusto Alfonso
Excursión al Muro de las lamentaciones, La corriente del niño, Lábaro, Penúltimo aldabonazo
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