TEMAS
TERTULIA 13-4-2018
RUMORES
MIS
FANTASMAS
MICRORRELATOS
La vida es muy simple, pero insistimos en hacerla complicada (Confucio)
El
número Pi es digno de admiración
tres coma uno cuatro uno
todas sus cifras siguientes también son iniciales
cinco nueve dos, porque nunca se termina.
No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco
con un cálculo ocho nueve
con la imaginación siete nueve
o en broma tres dos tres, es decir, por comparación
cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres en el mundo.
La más larga serpiente después de varios metros se interrumpe.
Igualmente, aunque un poco más tarde, hacen las serpientes fabulosas.
El cortejo de cifras que forman el número Pi
no se detiene en el margen de un folio,
es capaz de prolongarse por la mesa,
a través del aire, a través del muro, de una hoja, del nido de un pájaro,
de las nubes, directamente al cielo
a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo.
¡Oh, qué corta es la cola del cometa, como la de un ratón!
¡Qué frágil el rayo de la estrella que se encorva en cualquier espacio!
Pero aquí dos tres quince trescientos noventa
mi número de teléfono la talla de tu camisa
año mil novecientos setenta y tres sexto piso
número de habitantes sesenta cinco céntimos
la medida de la cadera dos dedos la charada y el código
en la que mi ruiseñor vuela y canta
y pide un comportamiento tranquilo
también transcurren la tierra y el cielo
pero no el número Pi, éste no,
él es todavía un buen cinco
no es un ocho cualquiera
ni el último siete
metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eternidad
para la permanencia.
Wisława Szymborska, incluido en Poesía polaca contemporánea (Ediciones Rialp, Madrid, 1994, selec. y trad. de Fernando Presa González).
tres coma uno cuatro uno
todas sus cifras siguientes también son iniciales
cinco nueve dos, porque nunca se termina.
No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco
con un cálculo ocho nueve
con la imaginación siete nueve
o en broma tres dos tres, es decir, por comparación
cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres en el mundo.
La más larga serpiente después de varios metros se interrumpe.
Igualmente, aunque un poco más tarde, hacen las serpientes fabulosas.
El cortejo de cifras que forman el número Pi
no se detiene en el margen de un folio,
es capaz de prolongarse por la mesa,
a través del aire, a través del muro, de una hoja, del nido de un pájaro,
de las nubes, directamente al cielo
a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo.
¡Oh, qué corta es la cola del cometa, como la de un ratón!
¡Qué frágil el rayo de la estrella que se encorva en cualquier espacio!
Pero aquí dos tres quince trescientos noventa
mi número de teléfono la talla de tu camisa
año mil novecientos setenta y tres sexto piso
número de habitantes sesenta cinco céntimos
la medida de la cadera dos dedos la charada y el código
en la que mi ruiseñor vuela y canta
y pide un comportamiento tranquilo
también transcurren la tierra y el cielo
pero no el número Pi, éste no,
él es todavía un buen cinco
no es un ocho cualquiera
ni el último siete
metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eternidad
para la permanencia.
Wisława Szymborska, incluido en Poesía polaca contemporánea (Ediciones Rialp, Madrid, 1994, selec. y trad. de Fernando Presa González).
Daría
todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro (René Descartes)
TEXTOS
TERTULIA 6-4-2018
EL
PODER DEL MIEDO
EL
ESPEJO
MICRORRELATOS
EL
PODER DEL MIEDO
FOTOGRAMA
AUDIO:
EL
PODER DEL MIEDO
Con
amenazas más o menos encubiertas, directas o indirectas, los padres
asustan a sus hijos, los maestros a sus alumnos, los empresarios a
sus empleados, los sacerdotes a sus seguidores,los gobiernos a los
ciudadanos y la banca, a todos ellos, vivimos en un mundo sumergido
en miedo.
En
un extraño y maravilloso libro, Los papalagui (*), publicado hace
casi un siglo, se van enumerando, desde el punto de vista de otra
cultura, la samoana, las rarezas de la nuestra, la occidental.
Se
habla, entre otras cosas, de la extraña costumbre que tienen
nuestros medios de comunicación de difundir siempre noticias
negativas, muchas veces escabrosas y hasta tétricas, sin dejar
apenas espacio para las que son mayoría en el ser humano, las
positivas. La prueba de que es así es que, a pesar de tantas
desgracias, nuestra especie no sólo sobrevive sino que se extiende
por la faz de la tierra con la rapidez de una plaga y el nivel de
vida de los humanos, a pesar de todo, es cada vez mejor, cualquier
ciudadano de clase media actual vive mucho mejor que el rey o
emperador más poderroso hace tan sólo un siglo.
Creo
que no es casual esta extraña y mentalmente poco saludable costumbre
tan extendida, diversoso estudios neurológicos demuestran que
razonamos peor, en todos los sentidos, cuando estamos bajo la
influencia del miedo y el estrés, especialmente si es una situación
continua en el tiempo. Así, un mecanimso aparentemente informativo
se transforma en un medio de manipulación social eficaz y temible.
No
se trata de estar todo el día sonriendo y celebrando la vida sin
más, sin prestar atención a tantos problemas de todo tipo presentes
en nuestra vida, para los que, además, se nos niegan las
herramientas para solucionarlos al negar una democracia directa y
continua y reduciéndola al pobre ritual de introducir un papel en
una urna cada cuatro años, se trata de solucionar esos problemas
escuchando de una forma continua a la mayorái de los ciudadanos.
Mientras,
millones de personas viven aterrorizadas por la existencia, por
ejemplo, de extremistas de determinada religión, cuando siempre los
ha habido en todas y en todas las épocas, sin caer en la cuenta de
que las posibilidades de que muera en un atentado son incluso menores
que la de que les caiga un avión encima. El miedo permite, además,
manipular la memoria de manera que nadie recuerde quien creó esos
grupos y los financió durante años ni los verdaderos intereses que
se esconden tras ellos.
Daría
el mundo, especialmente nuestra cultura, un gran paso adelante si en
vez de almacenar tantos miedos que condicionan y marcan nuestras
vidas como no podemos ni sospechar, los concentráramos todos en uno
sólo: en el miedo al miedo, nuestro gran tirano.
(*)
Los
papalagi es
el título de un libro escrito por Erich
Scheurmann (Hamburgo 1878, Armsfeld 1957)
y publicado en 1920.
Papalagiii Es una colección de discursos que el jefe samoano Tuiavii
de Tiavea
dirige a sus conciudadanos, en los que describe un supuesto viaje
por Europa en
el periodo justamente anterior a la Primera
Guerra Mundial.
Erich Scheurmann habría sido testigo de tales discursos, y los
habría traducido al alemán. Papalagiii(gallo)
En
ellos el jefe samoano interpreta la cultura
occidental (la
de los papalagis,
u hombres blancos, en lengua samoana) desde la perspectiva de un
nativo, criticando la deshumanización y el materialismo de
la sociedad europea, y describiendo con ingenuidad elementos tales
como el dinero o
el teléfono.
Tuiavii de Tiavea previene a los samoanos para que no se dejen
contaminar por el influjo de la cultura europea. Cada discurso (de un
total de 11) describe, no sin cierto sentido del humor,
un aspecto de la cultura occidental (la medida del tiempo, la
vivienda, la vestimenta, etc), si bien el tono general es de fuerte
crítica hacia las culturas europeas.
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O DESCARGAR EL LIBRO EN PDF:
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
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EL
PODER DEL MIEDO
Gustan
los siniestros de las líneas curvas
para
que las rectas no les puedan nunca.
A
gusto y con gusto marcan territorio
con
su clara orina que huele a Chanel.
Sin
prisa y con pausa van hacia la meta:
hoy
pasan por tontos, mañana por listos;
así
no son vistos.
Aparece
entonces para estos funestos la presa a cazar,
el
torpe conejo que no sabe nada, ni nada en el mar.
Ven
en el ingenuo su triste proeza:
cazado
estás, tonto, tus saltos no saltes que no valen ya.
Ponen
en la línea de tiro los ojos,
y
después encubren arma en el hatillo,
para
no ser vistos.
Pero
hay un conejo que se mueve presto,
niega
que su suerte sea sucumbir.
Lanzan
los adversos las hordas del miedo
para
que la emprendan contra el subversivo.
Ese
es un mal bicho, como dice el dicho,
le
dan latigazos y se van solícitos,
así
no son vistos.
A
ese conejillo que ha sobrevivido
le
duelen los huesos de tal maldición.
Se
arma de coraje y sale a la plaza
mira
de reojo y ve aquel fusil que apuntó a sus ojos.
Los
malos se ríen de su reacción,
lo
hacen entre dientes, son bastante listos,
no
quieren ser vistos.
6
abril 2018 – Victoria Blanco
EL
PODER DEL MIEDO
Encaje
Debería
existir una “visita guiada” para encontrar el chasquido que hace
que las cosas encajen. También podemos invitar al extraño. Que se
quede un rato. Incluso a varios y montar una fiesta que crecerá poco
a poco y luego se desvanecerá.
Probablemente,
al poco tiempo, vuelva la melancolía. Bienvenida sea. Pero solo una
visita de cortesía. Luego, al bosque a disparar con la ballesta a
las hadas ingenuas. Solo un rumor a lo lejos de extraños invitados.
Nadie se atreve a romper el hechizo.
Globos
de colores. El amor descarnado. Las ventanas cerradas herméticamente.
Alguien silba. Algunos vecinos se aburren. Salen a buscar comida
china en compañía de personajes extravagantes. Disimulan. Sufren
alucinaciones momentáneas. Imaginan que existe la felicidad. O
intentan olvidar que existe. No se sabe.
No
contestan a esa llamada. O descuelgan el teléfono y enseguida lo
cuelgan. Sin contestar. La esencia entre descolgar y colgar. Ese
instante.
Llega
el momento de lamerse las heridas. Luego, dos tazas de té caliente y
la ropa limpia colgada en las perchas.
Toda
fiesta llega a su final. Cada vez más solos. Se pueden destrozar
objetos. Objetos inútiles. Despojar la ira de significado.
Despojarlo todo de significado. El beso que al final encaja pilla
desprevenidos a los dos. El amor cómplice. ¿Quién es quién?
Se
confunden los aromas...
José
Luis Álvarez
EL
PODER DEL MIEDO
Estoy
cansado de luchar
contra tus molinos...
De desangrarme gota a gota
y que no me creas.
contra tus molinos...
De desangrarme gota a gota
y que no me creas.
Estoy cansado de que me perdonen la vida.
De que me vacilen
los mediocres que nos gobiernan
con su putrefacta camarilla.
Y de los ricos nuevos sin arte,
ni para sacar los billetes de la cartera.
Estoy cansado de que no me leas las entrañas,
de que te vendas por nada
y nos sigan lloviendo piedras.
De alimentarme de la cáscaras
que envuelven los frutos.
Pero no me rindo... Mañana.
¿Cuándo quedamos mañana en la calle,
para pintar de rojo o verde los amaneceres?
JJC
- Juan Jiménez Caballero
EL
ESPEJO
Mira
al fondo del espejo, ¿qué ves más allá de tu imagen, en el fondo
de tu mirada?
Mira
al fondo del espejo, se supone que ya has interpretado, comprendido
y asimilado algunos miedos y grandezas de tu infancia, el ímpetu de
tu juventud, los sueños rotos y los que parecen eternos e
invencibles.
Mira
al fondo del espejo,¿cuáles son tus miedos de hoy que escribirán
tu mañana?
Mira
al fondo del espejo, ¿no te apetece amanecer mañana escuchando
cualquier sonido de la vida, un pájaro, el ladrido de un perro,la
risa de un niño?
Mira
al fondo del espejo, si sabes mirar, siempre encontrarás algo nuevo
mientras no hayas perdido tu capacidad de asombro, tu curiosidad por
la vida y sobre todo, tu curiosidad por conocerte a ti mism@.
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nekovidal@gmail.com
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MICRORRELATOS
Sudorosos,
jadeantes, embriagados de su viaje al paraíso, uno dijo:
“No
es lo mismo hacer un polvo que echar un amor, cariño”.
No
se pudo saber si lo dijo ella o él, la luz estaba apagada y no había
luna, sólo un par de lunáticos”
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
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MICRORRELATOS
Se
desgasta, se desgasta, se desgasta....
y se gastó.
y se gastó.
José
María Rico
Oh
noche, yo tendría
una palma futura, desplegada
sobre el gran desierto,
si tú me das por una sola noche
tu corazón de terciopelo negro,
y yo, al compás de su morena sangre,
canto con las ondas beatas el sacro silencio.
Mi canto será vivo
sólo por el deseo
de serenar la cotidiana angustia...
Oh noche, yo te quiero
sin el fulgor de luminosos astros,
sin marinos clamores
y sin la voz que finge
en los cráneos sonoros el rumor de los vientos.
¡Oh dulce noche mía, oh dulce noche!
Aunque el glorioso pájaro del alba
rompa después mi lapidario ensueño,
un polvo de inquietud arda en mis ojos,
y me seas de nuevo
sólo una palma antigua, replegada
sobre el gran desierto.
María Eugenia Vaz Ferreira, incluido en Poetas latinoamericanas. Antología crítica (Escuela de Estudios Literarios, Universidad del Valle, Colombia, 2009, selecc. de Carmiña Navia Velasco).
Otros poemas de María Eugenia Vaz Ferreira
Canto verbal, El ataúd flotante, El novio ausente, Elegía crepuscular, Voz del retorno
una palma futura, desplegada
sobre el gran desierto,
si tú me das por una sola noche
tu corazón de terciopelo negro,
y yo, al compás de su morena sangre,
canto con las ondas beatas el sacro silencio.
Mi canto será vivo
sólo por el deseo
de serenar la cotidiana angustia...
Oh noche, yo te quiero
sin el fulgor de luminosos astros,
sin marinos clamores
y sin la voz que finge
en los cráneos sonoros el rumor de los vientos.
¡Oh dulce noche mía, oh dulce noche!
Aunque el glorioso pájaro del alba
rompa después mi lapidario ensueño,
un polvo de inquietud arda en mis ojos,
y me seas de nuevo
sólo una palma antigua, replegada
sobre el gran desierto.
María Eugenia Vaz Ferreira, incluido en Poetas latinoamericanas. Antología crítica (Escuela de Estudios Literarios, Universidad del Valle, Colombia, 2009, selecc. de Carmiña Navia Velasco).
Otros poemas de María Eugenia Vaz Ferreira
Canto verbal, El ataúd flotante, El novio ausente, Elegía crepuscular, Voz del retorno
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