sábado, 9 de septiembre de 2017


TEMAS TERTULIA 15-9-2017
HISTERIA
PADRE
MICRORRELATOS


Los libros son maestros que nos instruyen sin amenazas, sin castigos, sin palabras ásperas y sin ira. Si se acerca a ellos nunca están dormidos, si se les interroga no ocultan nada, si se les interpreta mal no protestan, y si no se les entiende no se ríen de uno. (Richard de Bury)









No hay sonido en el espejo.
No habrá otro mundo tan callado como éste.

Mis orejas están en el espejo
y no me oyen, lamentable.

Soy zurdo en el espejo,
por eso no sabe cómo darme la mano.

A causa del espejo no puedo tocar al yo del espejo.
Sin embargo, si no hubiera espejo, no podría encontrar al yo del espejo.

Aunque ahora no tengo espejo, siempre vivo en el espejo.
Aunque no sé muy bien lo que está haciendo,
lo imagino entregado a cosas solitarias.

Aunque el yo del espejo es opuesto al yo verdadero,
uno y otro se parecen mucho.
Es lamentable que no pueda examinarme en el espejo.
Aunque estoy preocupado por el yo del espejo.
Yi Sang, incluido en Poesía coreana en España (Prometeo Digital, Internet, 2006, selecc. de Pío E. Serrano, trad. de Hwangbai Bahk).


Nunca pienses que lo sabes todo. Por muy alto que te valores, ten siempre el coraje de decirte a ti mismo: soy un ignorante (Ivan Pavlov)


TEXTOS TERTULIA 8-9-2017
COLOR MORADO
EL PÁJARO HELADO

MONÓLOGO: SE RUEGA HUMOR

COLOR MORADO + EL PÁJARO HELADO +
MONÓLOGO: SE RUEGA HUMOR
El pájaro se puso morado de helado de mora y, sobrecargado, no pudo remontar el vuelo. Sólo un gato que le acechaba le encontró algo de humor a tan dramática situación... ahora es él el empachado.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net

COLOR MORADO

No hay bozal
que te resista
loca insolente,
dame tu espalda
que yo seré viento
de molino
a contracorriente.
José María Rico

COLOR MORADO
Cuenta una leyenda mora que moraba en una morada morada de Maro un moro que cada día iba a Nerja a buscar moras moradas.
Hay quien dice que no podía ser moro porque tenía morriña de la tierra donde moraba la mora en cuyo corazón moraba, pero de eso no hay evidencia histórica.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net

EL PÁJARO HELADO
El pájaro helado quemó sus alas heladas en el fuego del conocimiento. Ya no pudo volver a volar, pero tampoco volvió a mirar a nadie desde arriba.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


EL PÁJARO HELADO

A la joven Marquesa, recién casada, le había sentado mal el matrimonio. Al principio parecía feliz, pero pronto empezaron los síntomas. Llevaba un mes postrada en cama, sin apetito, sin ganas de vivir y con la piel cada vez más blanquecina. Su sonrisa había desaparecido de su hermosísimo rostro.

El Marqués, preocupado, ya que los días pasaban y la situación no mejoraba , contrató a un famoso médico/masajista para que sus delicados músculos no se entumecieran con tanta inmovilidad.

El famoso médico, al quedarse a solas con la joven Marquesa, le dijo que se desnudara completamente y se metiera debajo de las sábanas, boca abajo, mientras él se lavaba las manos en el cuarto de aseo que había en la habitación. El médico le descubrió la espalda hasta la cintura y empezó un suave masaje empezando por los hombros. Cuando tocó la piel de la marquesa se sorprendió de lo caliente que estaba y de los temblores que padecía. Poco a poco parecía que el masaje surtía algún efecto. Empezó a emitir suaves gemidos, mezclados con suspiros, que fueron aumentando poco a poco. De pronto, la Marquesa, movida involuntariamente por algún resorte oculto, giró su cuerpo bruscamente, en un solo movimiento, quedando boca arriba y completamente desnuda; las sábanas habían caído al suelo con la brusquedad del giro.

El médico, por un momento, quedó perplejo, por la inesperada reacción y por la belleza de la joven. Pero reaccionó enseguida, como iluminado, al ver a un pequeño pájaro que había entrado por la ventana y revoloteaba por la habitación. Intuitivamente pensó que allí se encontraba el remedio para los males de la enferma. Lo atrapó con la cortina de la ventana . Era de color gris, con el pecho negro y la cola naranja. Estaba helado. Lo tranquilizó con sus manos y lo acomodó en el sexo de la joven. Lo mantuvo durante un rato apretándolo suavemente con su mano hasta que se quedó acurrucado allí mansamente. La Marquesa entró en un sueño profundo. El médico la tapó con las sábanas, se lavó de nuevo las manos, esperó unos minutos, le tocó la frente y comprobó que la extraña fiebre había desaparecido. Retiró delicadamente el pájaro de aquel nido tan acogedor. La Marquesa despertó y de nuevo apareció la sonrisa en su hermoso rostro. El pequeño pájaro parecía aturdido, pero ahora conservaba un poco del calor de la marquesa. Lo dejó caer suavemente por la ventana y antes de llegar al suelo, reaccionó y salió volando para perderse entre los árboles del jardín.

Nadie, ni la propia joven, supo jamás el tratamiento que le aplicó el famoso médico. Podría traerle complicaciones con algunos sectores de la pacata sociedad de la época.

José Luis Álvarez


EL PÁJARO HELADO
El pájaro helado descubrió el calor del fuego pero para disfrutarlo debía posarse en el suelo, mientras que volando podía conservar sus alas heladas.
En estas tardes cálidas o en estas noches frías nos seguimos preguntando qué eligió el pájaro helado.
Sólo él lo sabe . . .
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EL PÁJARO HELADO
El pájaro helado siempre lleva consigo, en contra de todo sentido común, una sonrisa cálida que para unos está a un paso del satori, y para otros no es más que una sonrisa vulgar y bobalicona.
Siempre está recogiendo chispas y con ellas construye su nido, también en contra de toda lógica, de fuego.
El pájaro helado es respetuoso con toda forma de vida, tampoco en eso sigue la lógica primitiva de la especie dominante del planeta donde vive, sólo come frutos y semillas que el tiempo ha dejado caer a los pies de los árboles y las plantas.
Los humanos, sin embargo, que todo lo comen sin muchos miramientos con la vida, han cazado hoy una familia entera de pájaros helados y, tras devorarlos, deprimidos, se preguntan porqué nada tiene hoy un sentido lógico para ellos, ni siquiera ese sinsentido al que muchos llaman vida cotidiana.
Sólo los niños, en su lógica indestructible, estaban sinceramente entusiasmados antes de ver a las aves muertas: pensaban que los adultos, al decir “pájaro helado” hablaban de un helado en forma de pájaro . . .
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MONÓLOGO: SE RUEGA HUMOR

Tengo un loro en el patio que es de una vecina y el único sonido que imita es el ruido de las cuerdas al tender, porque chirrían. ¿Será que imitamos solamente lo que conocemos?

Victoria Blanco


MONÓLOGO: SE RUEGA HUMOR

Un chiste, por favor, por el amor de Dios, que triste es estar triste pero más triste es creerse lo que cuenta la prensa.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


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