*VOCES
entre VOCES
TEMAS
TERTULIA 23-6-2017
EL
EGO
DESDE
MI VENTANA
A
MI, DÉJAME
"El
egoísta encuentra un placer malsano en turbar la alegría de los
demás" (Dangenne)
¡Si
supieras cuan poco me interesan los cuatro elementos de la naturaleza
y las cinco facultades del hombre! ¿Dices que algunos filósofos
griegos podían proponer cien enigmas a sus oyentes? Mi indiferencia
al respecto es total. ¡Trae vino, toca el laúd, y que sus
modulaciones me recuerden las de la brisa, que pasa como nosotros!
Omar Jayam en Rubaiyat (Lectulandia, Internet, 2014, trad. de Enrique López Amaya).
Otros poemas de Omar JayamRubaiyat (XI, XXII, XXVI, XLI, XLV, XLVIII, LII, LXVI)
"Hay
dos clases de escritores geniales: los que piensan y los que hacen
pensar".(Joseph Roux)
TEMAS
TERTULIA 16-6-2017
EL
BIOCULTIVO
SINERGIA
LA
ESTUPIDEZ HUMANA
SINERGIA
Diario
Octubre
2015
Martes
6
Circunstancias
que no vienen al caso
Yo
me encontraba un poco alterado, la verdad, por circunstancias que no
vienen al caso; por eso, al preguntarle durante el habitual paseo
vespertino:
-
¿Te apetece que lo hagamos esta noche?
Ella,
indignada, me espetó:
-
Yo a usted no lo conozco de nada, ¿cómo se atreve?
Le
respondí, con mucho cuidadito y sin ánimo de complicar más las
cosas:
- Mira rica, que hayas estado leyendo esta mañana a Rimbaud -”Yo es otro. Tanto peor para la madera que se descubre violín...”- no significa que yo no sea yo. Soy más yo que nunca, aunque cuando las circunstancias lo requieren, soy otro ¡faltaría más! Pero este no es el caso. Así que, ¿te apetece, o no?
Pero
ella, aprovechando un descuido, se metió en un taxi con un señor
que llevaba un ridículo bombín en la cabeza y, sonriéndome desde
la ventanilla del coche, me hizo una pedorreta.
Ya
la pillaré esta noche, o madrugada, cuando vuelva a casa y se haya
olvidado de la famosa frasecita “rimbaudiana”. Entonces sí que
seré otro, y bien distinto. Aunque ella siga siendo la misma tonta
de siempre.
José
Luis Álvarez
SINERGIA
Ingratos
tus hijos que abusan de ti
tu
leche maman hasta la saciedad
hasta
que no puedes darles más,
tus
heridas curas y te vuelves a dar
sin
pedir nada a cambio, vida das.
Ingratos
tus hijos que abusan de ti
agotando
tu cuerpo sin piedad
la
tierra, el viento, el sol y el mar
fuentes
de vida, de energía vital
sinergias
sin fin en la inmensidad.
Ingratos
tus hijos que abusan de ti
extrayendo
de tus entrañas
savia
que queman en fábricas
selvas
talan, violan la Antártida,
todo
da igual, no respetan nada.
Ingratos
tus hijos que abusan de ti
tirando
las sobras por las cloacas
residuos
inertes que contaminan
residuos
que la vida aniquilan
agonía
hasta que venga la parca.
Ingratos
tus hijos que abusan de ti
amor
que incierto el futuro
amor
yo seré tu guardián
sin
medios, con voluntad
Madre
tierra, es muy duro.
Diego
Francisco Guevara de Bonis
SINERGIA
No
estamos marcados con una cruz,
para que a nadie se le ocurra no andar en linea recta,
aunque
nos queme en el estómago la onda expansiva del miedo.
Hace
calor, abandonemos nuestros trabajos
y
las tristes ropas por las calles.
Juguemos
como niños en las fuentes.
Hace
calor, quítate las medias
y
robemos un banco.
Necesito
hacer vida, algo interesante.
Subirme
a la luna. Desafiarte.
Me
voy a salir a la calle
para
ponerme a dar besos hasta que me detengan.
Voy
a tirarme a tu amor con mi traje de hombre araña.
Voy
a darte un revolcón, a ver como nos sienta.
Voy
a quemar todas las sábanas de nuestros fantasmas.
Nada
es un pájaro sin sus alas.
Menos
nosotros sin amor.
J.J.C.
Juan Jiménez Caballero
SINERGIA
Abrázame,
por
un momento,
por
última vez
abrázame,
abrázame...
Tú
te vas y yo me quedo
sólo
queda un simple aliento,
los
recuerdos de los dos
cada
día están más lejos,
más
lejos...
Abrázame
otra vez
una
y otra vez
cuando
estés en apuros
piensa
en un compañero.
Abrázame
otra vez
una
y otra vez
llámame,
escríbeme
dame
algún consejo
Ah!
No te olvides de mí
y
yo nunca de ti
háblame...
una
ultima mirada
Abrázame
otra vez
una
y otra vez...
Abrázame,
abrázame
por
última vez
José
María Rico
LA
ESTUPIDEZ HUMANA
Siempre
soñando con robar el fuego a los dioses, jugando a la ruleta rusa
por si nos regala la vida un golpe de suerte, ansiando conocer el
futuro en las cartas o en las líneas de la mano, mirando el
horóscopo de Occidente a China, comiendo uvas y lentejas al inicio
del año, invirtiendo en bolsa hasta la sangre, adornándonos con oro
para sentirnos invencibles, sorteando la muerte, escondiendo las
dudas, creyéndonos mejores.
Da
igual como tratemos de engañarles, ellos conseguirán someternos.
Menos
mal que somos mortales y la hija de Tifón no podrá devorar
eternamente nuestro hígado.
Madrid,
16 junio 2017 – Victoria Blanco
LA ESTUPIDEZ HUMANA
La
estupidez humana es infinita, multiforme, toma distintos aspectos y
se manifiesta continuamente: bottle flipping; fidget spinners, the
floor is lava…..
¿Quién
se creyó aquello de que el hombre es un animal racional?
Ya
afirmó Einstein que existen dos cosas que no tienen fin: el universo
y la estupidez humana. Anteriormente Napoleón había sostenido que
en política la estupidez es una ventaja.(tenemos ejemplos palpables
muy próximos). Según H. Edison, los elementos más comunes en el
universo son el Hidrógeno y la Estupidez. Lo malo es que no tiene
cura: la estupidez humana es una enfermedad incurable.
Si
la estupidez tuviera pena de muerte, tendríamos un descenso de
población notable (L.K. Hamilton)
Las
formas más comunes de la estupidez son las supersticiones y el
racismo. También vemos que la cólera, la ira, los nacionalismos y
los fascismos son manifestaciones de la estupidez generalizada.
En
“El loro de Flaubert” Julian Barnes nos da la receta para ser
felices: Estupidez, Buena salud y Egocentrismo.
José
Manuel Cabezas ( un estúpido más)
LA
ESTUPIDEZ HUMANA
"Sólo
hay dos cosas infinitas: el universo y
la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera".
(Albert
Einstein)
Creo
que todos deberíamos opinar, compartir y enseñar sólo aquello que
realmente conocemos o forma parte de nuestra propia vida, por eso,
entre los tres temas propuestos, he decidido escribir sobre la
estupidez, de las pocas cosas en las que me puedo considerar,
modestia aparte, un entendido por haberla practicado desde mi más
tierna infancia. Podría decir que como cualquier otro ser humano,
porque ya se sabe: “ mal de muchos consuelo de estúpidos”.
Es
difícil, entre tantos y tantos ejemplos, elegir uno que pueda
señalar hasta donde puede llegar la estupidez humana, pero creo que
ninguno la expresa mejor que el hecho de ser una especie que destruye
el mismo entorno que habita, una estupidez suicida.
Una
anécdota histórica puede ilustrar este alarde de estupidez y, al
mismo tiempo, abrir una puerta a la esperanza: Cuando llegaron a
América del Norte los primeros emigrantes europeos, refugiados
políticos en realidad, tras asentarse, le plantearon a las personas
que vivían allí, los verdaderos americanos, la posibilidad de
comprarles determinadas parcelas de tierra, unas fuentes de agua y
parte de un río. Los nativos se miraban entre ellos y sonreían:
“Estos forasteros son realmente estúpidos, ¿cómo pretenden
comprar una parte de la naturaleza?” Les acabaron diciendo que sí,
y aceptando, con cierto remordimiento, algunas herramientas y ropas
curiosas a cambio de tan extraño contrato. Esos mismos nativos le
salvaron la vida a toda esa pequeña colonia durante el primer
invierno socorriéndoles con comida y víveres. Pocos años después,
como sabemos, los recién llegados acabarían casi exterminándolos y
expulsándoles de unas tierras que ellos, desde luego, nunca llegaron
a la aberración de sentir de su propiedad.
Pero
lo interesante es como habían llegado esos pueblos americanos a
tener un concepto tan sabio de la naturaleza y como habían aprendido
a cuidarla y respetarla. Hoy sabemos que unos miles de años antes
esas mismas sociedades habían extinguido varias de las especies que
constituían su alimento, aumentando su población pero sin medir las
consecuencias futuras de sus actos. El resultado fue una hambruna que
redujo la población a menos de la mitad pero aprendieron de sus
errores del pasado y encontraron un equilibrio y una forma sostenible
de vida, por cierto, mucho más rica y compleja de lo que creemos, a
pesar de la imagen de pueblo primitivo y salvaje que sus salvajes y
primitivos agresores pretendieron transmitirnos de ellos. Sólo un
detalle nos puede dar una idea del desarrollo social alcanzado:
Jefferson y Franklin, entre otros, copiaron para redactar la
Constitución Americana de 1776, la más avanzada creada por
occidentales hasta ese momento, ideas y organizaciones de la
Confederación Iroquesa, una estructura que había conseguido la paz
entre docenas de pueblos antes enfrentados entre si con ideas tan
originales y avanzadas como dejar la gestión económica de la
sociedad siempre en manos de la mitad femenina de la población.
Viendo
como nuestras sociedades postindustriales van destruyendo su entorno
vital de una forma tan estúpida sólo nos resta esperar que nuestros
descendientes también aprendan, como aquellos pueblos, las lecciones
que les habrá de enseñar, inevitablemente, nuestra estupidez, por
algo se dice que la esperanza es lo último que se pierde.
Ante
el panorama actual, todavía estancados en conceptos arcaicos de
derechas e izquierdas, olvidamos que nos será imprescindible, para
sobrevivir a una situación nueva, nuevos esquemas mentales.
Hoy
en día sabemos, gracias a varios estudios muy interesantes en el
campo de la neurobiología, que los seres humanos nos podemos
dividir, del primero al último, en dos clases de estructuras
mentales: neurofóbicos y neurofílicos. Los primeros tienen temor a
los cambios y ansían la supuesta seguridad de las tradiciones, los
segundos, por el contrario, son más curiosos y activos e invitan a
un cambio permanente. Generalmente coinciden con los conceptos de
conservadores y progresistas, pero no tan a menudo como creemos, las
circunstancias que pueden condicionar la vida de una persona son casi
infinitas y todos tenemos, en diferentes proporciones, una parte
neofóbica y otra neofílica.
En
general, prefiero creer que nuestra estupidez es más bien nuestro
camino de aprendizaje, una forma estúpida de aprender, sí, pero, al
fin y al cabo, todos hemos aprendido a caminar en nuestra infancia
cayendo repetidas veces.
Y
a nivel personal, ¿qué decir? Que comparto completamente la idea de
Freud cuando dijo que sólo hay dos formas de ser feliz en esta vida:
ser estúpido o haciéndose el estúpido, una idea esperanzadora
si recordamos también lo que dijera Quevedo: "Todos
los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la
mitad de los que no lo parecen".
Resumiendo,
que somos mayoría, y puesto que vivimos en sociedades
maravillosamente democráticas, seguirán, seguiremos, gobernando el
mundo de una forma estúpida mientras no dejemos de ser tan estúpidos
como para creer que democracia significa introducir un papel en una
caja cada cuatro años y dejar luego que la persona cuyo nombre hemos
elegido, a la que ni conocemos, tome todas las decisiones sociales
que afectarán a nuestra vida, sin la menor consulta o participación
por parte nuestra, de los ciudadanos, ni siquiera para dos puntos tan
esenciales y peligrosos como una declaración de guerra o la
aprobación de los presupuestos generales, en que utilizar nuestro
dinero común.
Cuando
planteo en ocasiones este tipo de ideas de democracia directa o
participativa y soy tachado de estúpido, simpre reconozco serlo sin
la menor objeción: Sí, tan estúpido como esa minoría utópica que
planteó por primera vez, hace apenas dos siglos, la necesidad de
abolir la esclavitud o esa otra minoría tachada en su momento de
estúpida, utópica y hasta demente que dijo, hace justo cien años,
algo tan elemental como que la mitad de los ciudadanos, las mujeres,
debían tener derecho a participar en las decisiones sociales,
derecho al voto.
Sí,
en ese sentido soy un estúpido y espero seguir siéndolo, aunque
siempre quedará por ver si no es más estúpido, mirando la historia
humana en perspectiva, no haber caído aún en la cuenta de que las
utopías, antes o después, terminan todas convirtiéndose en
realidades cotidianas, por duro que resulte a veces el camino hasta
llegar a transformarlas en realidades.
Espero
no haberles aburrido demasiado con este texto, y si además de
aburrido les ha parecido estúpido, me doy por satisfecho, al fin y
al cabo, de eso se trataba, ése era el tema a debatir.
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES - www.arteslibres.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario