sábado, 17 de junio de 2017

*VOCES entre VOCES

TEMAS TERTULIA 23-6-2017
EL EGO
DESDE MI VENTANA
A MI, DÉJAME
"El egoísta encuentra un placer malsano en turbar la alegría de los demás" (Dangenne)











¡Si supieras cuan poco me interesan los cuatro elementos de la naturaleza y las cinco facultades del hombre! ¿Dices que algunos filósofos griegos podían proponer cien enigmas a sus oyentes? Mi indiferencia al respecto es total. ¡Trae vino, toca el laúd, y que sus modulaciones me recuerden las de la brisa, que pasa como nosotros!

Omar Jayam en Rubaiyat (Lectulandia, Internet, 2014, trad. de Enrique López Amaya).

Otros poemas de Omar Jayam
Rubaiyat (XIXXIIXXVIXLIXLVXLVIIILIILXVI)




"Hay dos clases de escritores geniales: los que piensan y los que hacen pensar".(Joseph Roux)

TEMAS TERTULIA 16-6-2017
EL BIOCULTIVO
SINERGIA
LA ESTUPIDEZ HUMANA




SINERGIA
Diario
Octubre 2015

Martes 6

Circunstancias que no vienen al caso

Yo me encontraba un poco alterado, la verdad, por circunstancias que no vienen al caso; por eso, al preguntarle durante el habitual paseo vespertino:

- ¿Te apetece que lo hagamos esta noche?
Ella, indignada, me espetó:

- Yo a usted no lo conozco de nada, ¿cómo se atreve?

Le respondí, con mucho cuidadito y sin ánimo de complicar más las cosas:

  • Mira rica, que hayas estado leyendo esta mañana a Rimbaud -”Yo es otro. Tanto peor para la madera que se descubre violín...”- no significa que yo no sea yo. Soy más yo que nunca, aunque cuando las circunstancias lo requieren, soy otro ¡faltaría más! Pero este no es el caso. Así que, ¿te apetece, o no?
Pero ella, aprovechando un descuido, se metió en un taxi con un señor que llevaba un ridículo bombín en la cabeza y, sonriéndome desde la ventanilla del coche, me hizo una pedorreta.


Ya la pillaré esta noche, o madrugada, cuando vuelva a casa y se haya olvidado de la famosa frasecita “rimbaudiana”. Entonces sí que seré otro, y bien distinto. Aunque ella siga siendo la misma tonta de siempre.  

José Luis Álvarez

SINERGIA

Ingratos tus hijos que abusan de ti
tu leche maman hasta la saciedad
hasta que no puedes darles más,
tus heridas curas y te vuelves a dar
sin pedir nada a cambio,  vida das.

Ingratos tus hijos que abusan de ti
agotando tu cuerpo sin piedad
la tierra, el viento, el sol y el mar
fuentes de vida, de energía vital
sinergias sin fin en la inmensidad.

Ingratos tus hijos que abusan de ti
extrayendo de tus entrañas
savia que queman en fábricas
selvas talan, violan la Antártida,
todo da igual, no respetan nada.

Ingratos tus hijos que abusan de ti
tirando las sobras por las cloacas
residuos inertes  que contaminan
residuos que la vida aniquilan
agonía hasta que venga la parca.

Ingratos tus hijos que abusan de ti
amor que incierto el futuro
 amor yo seré tu guardián
sin medios, con voluntad
Madre tierra, es muy duro.


Diego Francisco Guevara de Bonis

SINERGIA

No estamos marcados con una cruz,

para que a nadie se le ocurra no andar en linea recta,

aunque nos queme en el estómago la onda expansiva del miedo.

Hace calor, abandonemos nuestros trabajos

y las tristes ropas por las calles.

Juguemos como niños en las fuentes.

Hace calor, quítate las medias

y robemos un banco.

Necesito hacer vida, algo interesante.

Subirme a la luna. Desafiarte.

Me voy a salir a la calle

para ponerme a dar besos hasta que me detengan.

Voy a tirarme a tu amor con mi traje de hombre araña.

Voy a darte un revolcón, a ver como nos sienta.

Voy a quemar todas las sábanas de nuestros fantasmas.

Nada es un pájaro sin sus alas.

Menos nosotros sin amor.


J.J.C. Juan Jiménez Caballero

SINERGIA

Abrázame, 
por un momento,
por última vez
abrázame, abrázame...
Tú te vas y yo me quedo
sólo queda un simple aliento,
los recuerdos de los dos
cada día están más lejos,
más lejos...
Abrázame otra vez 
una y otra vez
cuando estés en apuros
piensa en un compañero.
Abrázame otra vez
una y otra vez
llámame, escríbeme
dame algún consejo
Ah! No te olvides de mí
y yo nunca de ti
háblame...
una ultima mirada
Abrázame otra vez
una y otra vez...
Abrázame, abrázame
por última vez

José María Rico



LA ESTUPIDEZ HUMANA

Siempre soñando con robar el fuego a los dioses, jugando a la ruleta rusa por si nos regala la vida un golpe de suerte, ansiando conocer el futuro en las cartas o en las líneas de la mano, mirando el horóscopo de Occidente a China, comiendo uvas y lentejas al inicio del año, invirtiendo en bolsa hasta la sangre, adornándonos con oro para sentirnos invencibles, sorteando la muerte, escondiendo las dudas, creyéndonos mejores.
Da igual como tratemos de engañarles, ellos conseguirán someternos.
Menos mal que somos mortales y la hija de Tifón no podrá devorar eternamente nuestro hígado.

Madrid, 16 junio 2017 – Victoria Blanco


LA ESTUPIDEZ HUMANA

La estupidez humana es infinita, multiforme, toma distintos aspectos y se manifiesta continuamente: bottle flipping; fidget spinners, the floor is lava…..
¿Quién se creyó aquello de que el hombre es un animal racional?
Ya afirmó Einstein que existen dos cosas que no tienen fin: el universo y la estupidez humana. Anteriormente Napoleón había sostenido que en política la estupidez es una ventaja.(tenemos ejemplos palpables muy próximos). Según H. Edison, los elementos más comunes en el universo son el Hidrógeno y la Estupidez. Lo malo es que no tiene cura: la estupidez humana es una enfermedad incurable.
Si la estupidez tuviera pena de muerte, tendríamos un descenso de población notable (L.K. Hamilton)
Las formas más comunes de la estupidez son las supersticiones y el racismo. También vemos que la cólera, la ira, los nacionalismos y los fascismos son manifestaciones de la estupidez generalizada.
En “El loro de Flaubert” Julian Barnes nos da la receta para ser felices: Estupidez, Buena salud y Egocentrismo.

José Manuel Cabezas ( un estúpido más)


LA ESTUPIDEZ HUMANA

"Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera". (Albert Einstein)

Creo que todos deberíamos opinar, compartir y enseñar sólo aquello que realmente conocemos o forma parte de nuestra propia vida, por eso, entre los tres temas propuestos, he decidido escribir sobre la estupidez, de las pocas cosas en las que me puedo considerar, modestia aparte, un entendido por haberla practicado desde mi más tierna infancia. Podría decir que como cualquier otro ser humano, porque ya se sabe: “ mal de muchos consuelo de estúpidos”.
Es difícil, entre tantos y tantos ejemplos, elegir uno que pueda señalar hasta donde puede llegar la estupidez humana, pero creo que ninguno la expresa mejor que el hecho de ser una especie que destruye el mismo entorno que habita, una estupidez suicida.
Una anécdota histórica puede ilustrar este alarde de estupidez y, al mismo tiempo, abrir una puerta a la esperanza: Cuando llegaron a América del Norte los primeros emigrantes europeos, refugiados políticos en realidad, tras asentarse, le plantearon a las personas que vivían allí, los verdaderos americanos, la posibilidad de comprarles determinadas parcelas de tierra, unas fuentes de agua y parte de un río. Los nativos se miraban entre ellos y sonreían: “Estos forasteros son realmente estúpidos, ¿cómo pretenden comprar una parte de la naturaleza?” Les acabaron diciendo que sí, y aceptando, con cierto remordimiento, algunas herramientas y ropas curiosas a cambio de tan extraño contrato. Esos mismos nativos le salvaron la vida a toda esa pequeña colonia durante el primer invierno socorriéndoles con comida y víveres. Pocos años después, como sabemos, los recién llegados acabarían casi exterminándolos y expulsándoles de unas tierras que ellos, desde luego, nunca llegaron a la aberración de sentir de su propiedad.
Pero lo interesante es como habían llegado esos pueblos americanos a tener un concepto tan sabio de la naturaleza y como habían aprendido a cuidarla y respetarla. Hoy sabemos que unos miles de años antes esas mismas sociedades habían extinguido varias de las especies que constituían su alimento, aumentando su población pero sin medir las consecuencias futuras de sus actos. El resultado fue una hambruna que redujo la población a menos de la mitad pero aprendieron de sus errores del pasado y encontraron un equilibrio y una forma sostenible de vida, por cierto, mucho más rica y compleja de lo que creemos, a pesar de la imagen de pueblo primitivo y salvaje que sus salvajes y primitivos agresores pretendieron transmitirnos de ellos. Sólo un detalle nos puede dar una idea del desarrollo social alcanzado: Jefferson y Franklin, entre otros, copiaron para redactar la Constitución Americana de 1776, la más avanzada creada por occidentales hasta ese momento, ideas y organizaciones de la Confederación Iroquesa, una estructura que había conseguido la paz entre docenas de pueblos antes enfrentados entre si con ideas tan originales y avanzadas como dejar la gestión económica de la sociedad siempre en manos de la mitad femenina de la población.
Viendo como nuestras sociedades postindustriales van destruyendo su entorno vital de una forma tan estúpida sólo nos resta esperar que nuestros descendientes también aprendan, como aquellos pueblos, las lecciones que les habrá de enseñar, inevitablemente, nuestra estupidez, por algo se dice que la esperanza es lo último que se pierde.
Ante el panorama actual, todavía estancados en conceptos arcaicos de derechas e izquierdas, olvidamos que nos será imprescindible, para sobrevivir a una situación nueva, nuevos esquemas mentales.
Hoy en día sabemos, gracias a varios estudios muy interesantes en el campo de la neurobiología, que los seres humanos nos podemos dividir, del primero al último, en dos clases de estructuras mentales: neurofóbicos y neurofílicos. Los primeros tienen temor a los cambios y ansían la supuesta seguridad de las tradiciones, los segundos, por el contrario, son más curiosos y activos e invitan a un cambio permanente. Generalmente coinciden con los conceptos de conservadores y progresistas, pero no tan a menudo como creemos, las circunstancias que pueden condicionar la vida de una persona son casi infinitas y todos tenemos, en diferentes proporciones, una parte neofóbica y otra neofílica.
En general, prefiero creer que nuestra estupidez es más bien nuestro camino de aprendizaje, una forma estúpida de aprender, sí, pero, al fin y al cabo, todos hemos aprendido a caminar en nuestra infancia cayendo repetidas veces.
Y a nivel personal, ¿qué decir? Que comparto completamente la idea de Freud cuando dijo que sólo hay dos formas de ser feliz en esta vida: ser estúpido o haciéndose el estúpido, una idea esperanzadora si recordamos también lo que dijera Quevedo: "Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen".

Resumiendo, que somos mayoría, y puesto que vivimos en sociedades maravillosamente democráticas, seguirán, seguiremos, gobernando el mundo de una forma estúpida mientras no dejemos de ser tan estúpidos como para creer que democracia significa introducir un papel en una caja cada cuatro años y dejar luego que la persona cuyo nombre hemos elegido, a la que ni conocemos, tome todas las decisiones sociales que afectarán a nuestra vida, sin la menor consulta o participación por parte nuestra, de los ciudadanos, ni siquiera para dos puntos tan esenciales y peligrosos como una declaración de guerra o la aprobación de los presupuestos generales, en que utilizar nuestro dinero común.

Cuando planteo en ocasiones este tipo de ideas de democracia directa o participativa y soy tachado de estúpido, simpre reconozco serlo sin la menor objeción: Sí, tan estúpido como esa minoría utópica que planteó por primera vez, hace apenas dos siglos, la necesidad de abolir la esclavitud o esa otra minoría tachada en su momento de estúpida, utópica y hasta demente que dijo, hace justo cien años, algo tan elemental como que la mitad de los ciudadanos, las mujeres, debían tener derecho a participar en las decisiones sociales, derecho al voto.

Sí, en ese sentido soy un estúpido y espero seguir siéndolo, aunque siempre quedará por ver si no es más estúpido, mirando la historia humana en perspectiva, no haber caído aún en la cuenta de que las utopías, antes o después, terminan todas convirtiéndose en realidades cotidianas, por duro que resulte a veces el camino hasta llegar a transformarlas en realidades.
Espero no haberles aburrido demasiado con este texto, y si además de aburrido les ha parecido estúpido, me doy por satisfecho, al fin y al cabo, de eso se trataba, ése era el tema a debatir.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com
ARTES LIBRES - www.arteslibres.net



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