sábado, 22 de octubre de 2016


TEMAS TERTULIA 28-10-2016

DUBI DUBI DU . . .
LA PAZ
OLOR A CAFÉ

"El paraíso de un loco es un infierno para el sabio" (Thomas Fuller)








1
Yo soy un perro celeste, yo cojo la luna y me la trago, yo cojo el sol y me lo trago,
Yo cojo los planetas y me los trago, yo cojo el espacio entero y me lo trago. Yo, soy yo.

2
Yo soy la luz de la luna, yo soy la luz del sol, yo soy toda la luz de los planetas,
Yo soy la luz de los rayos X, yo soy toda la ENERGÍA acumulada en el espacio.

3
Yo corro que vuelo, yo grito como un loco, yo me enciendo. Como en el Infierno, yo me consumo en llamas. Como en el ancho mar, yo grito como un loco. Como la corriente eléctrica, yo corro que vuelo. Corro que vuelo, corro que vuelo, corro que vuelo, arranco mi piel, yo como mi carne, yo mastico los coágulos de mi sangre, yo royo mi hígado, yo corro que vuelo sobre mis nervios, yo corro que vuelo sobre mi espina dorsal, yo corro que vuelo sobre mi cerebro.

4
Yo, soy yo: ¡mi yo ha saltado por los aires!

Guo Moruo, incluido El cielo a mis pies. Antología de la poesía china moderna 1918-1949  


- "El pasado nos define, y tenemos motivos para esforzarnos en huir de él o de lo malo que haya ocurrido, pero sólo conseguiremos dejarlo atrás aportando cosas positivas" (Wendell Berry)

TEXTOS TERTULIAS 14-10-2016 + 21-10-2016
OTRO IGUAL QUE YO
NO PIENSES
EPITAFIO


OTRO IGUAL QUE YO
ORDEN

Alex no comprendía como era posible que ese individuo que desde hacía semanas le sometía a chantaje supiera hasta los más íntimos detalles de su vida, incluso vivencias de infancia desconocidas para cualquiera que no fuera él mismo, y hasta el estado de todas y cada una de sus cuentas bancarias. Llegó a sospechar que podría haber tenido durante su vida, como tantos ciudadanos considerados contestatarios o peligrosos por el Estado, una nanocámara, ya inventadas a mediados del siglo pasado, pero no lo creía probable, su familia siempre había estado clasificada como no peligrosa para el bien público por el ministerio encargado de hacer tales clasificaciones.
Las negociaciones duraron semanas, con un tira y afloja en el que el extraño, ante la menor posibilidad de que Alex no cumpliera al pie de la letra sus requerimientos, se limitaba a desvelarle datos de su vida que le dejaban completamente desarmado de argumentos o disculpas para no cumplir lo exigido. Al cabo de tres meses había transferido casi todos los fondos de sus cuentas y sólo conservaba una casa donde vivir, pero eso era mejor que la alternativa: que fueran desvelados al Ministerio del Orden datos que le condenarían a años de reclusión o, peor aún, a una lobotomía.
En la última conversación, siempre cifrada, Alex había pedido, casi rogado, al extraño que le permitiera saber quién era, al menos ver el rostro de la persona que había arruinado su vida, a lo que, sorprendentemente, el individuo accedió.
El encuentro fue en la plaza más céntrica de la megápolis, la Plaza del Orden Solar, y exactamente a la hora prevista Alex observó como se acercaba hacia él, con paso decidido y un andar que le resultaba familiar, un individuo de su misma altura.
Pero no era sólo la altura lo que ambos tenían en común, al acercarse más pudo ver estupefacto un rostro idéntico al suyo, el extraño era, sin duda, un replicante suyo, un ser humano idéntico a él.
¿Cómo es posible?” acertó a balbucear Alex.
Recuerdas que hace tres años encargaste una réplica tuya para que te trasplantaran un riñón? Yo soy lo que quedó de tí”, le dijo el extraño.
Pero las réplicas se desechan tras extraerles el órgano necesario para el trasplante, está prohibido conservarlas.”
Se desechan” un curioso eufemismo para decir que todos esos seres humanos son asesinados . . . “ le espetó el extraño.
Es legal”, replicó Alex.
También las guerras de colonización lo son hoy en día, y las lobotomías, la esterilización forzada o el control cuántico, entre otras muchas barbaridades.” “Siempre tienes un argumento o disculpa a mano, no hace falta que diga que te conozco bien . . .”, le contestó el extraño que ya no lo era.
¿Cómo puedes haber arruinado mi vida si es, de alguna forma, la tuya, somos idénticos”, argumentó Alex.
No, no somos idénticos”, le atajó el replicante. “Éramos idénticos en el momento de mi nacimiento, pero desde ese mismo instante, al ser completamente diferentes nuestras vivencias, nuestra alimentación y cada una de nuestras experiencias ya pasamos a ser seres únicos y diferentes, sólo nuestro pasado hasta ese día era idéntico. Además, recuerda, tengo un riñón menos que tú”.
Pero, ¿cómo has conseguido sobrevivir?, le interrogó Alex.“Está tajantemente prohibido conservar réplicas, son incineradas después de la extracción del órgano.“
Sonriendo levemente, con una sonrisa que ya no era idéntica a la de Alex, el extraño explicó: “¿Recuerdas que estudiábamos en el Centro de Ordenación que en los dos últimos siglos existieron numerosos grupos, todos considerados subversivos, que se dedicaban a liberar animales recluidos en granjas para hacer abrigos de pieles o para experimentos de diversa índole?, pues existen grupos, varios, que hoy en día hacen lo mismo con nosotros, esas personas que no tenéis el menor escrúpulo en matar fríamente tras extraernos algún órgano. Ya somos cientos, todos utilizamos nuestra memoria para hacer lo que yo he hecho contigo, recaudar fondos para crear un movimiento que acabe con esta pesadilla deshumanizada en la que hemos transformado a las sociedades de nuestra especie en todo el mundo”.
Pero eso es ilegal, y nunca conseguiréis destruir el Orden Supremo, nunca. Te matarán, como debieron hacer en su momento” contestó, furioso y frustrado, Alex.
También la esclavitud fue legal hace sólo unos siglos, y siempre se ha dicho eso por parte de quien ostenta el poder, que nada puede cambiar, pero al final todo cambia . . .” “Sobre matarme, poco tengo que temer, ya hace tres años que estoy muerto, ¿recuerdas? Y vivir en un mundo donde llaman orden a la crueldad y la esclavitud no vale la pena”, dijo el replicante mientras se alejaba lentamente con un gesto en la cara que Alex nunca sabría reproducir.

Nekovidal – ARTES LIBRES - nekovidal@arteslibres.net

NO PIENSES

La desesperación es el único camino a la felicidad.

Juan Jiménez Caballero

NO PIENSES

GRACIAS
Gracias, le doy a las letras porque con ellas sueltas yo 
intento conformar una palabra, y con ellas el poema que se resiste a salir de mi mente.
Te habría escrito tantas cosas que acabé volviéndome otoño y, empecé a mudar las lágrimas de sitio, y al final tuve que hacer con todas aquellas palabras sueltas trocitos de desilusión y tirarlas por la ventana, porque fui incapaz de plasmarlas en un hermoso poema para ti.
Ya nunca podría volver a ser joven.
Pero cerré las ventanas, abrí la puerta de mi mente y allí estabais:
vosotras las letras esperándome para formar palabras y con ellas  regalarme el tiempo, ahorrado en una caja, que al destaparla dejaron salir al mundo el mas bello de los poemas creado solo para ti.
Te quiero sin tu saberlo,te quiero en silencio, y en mi silencio os
quiero, letras,que forman palabras,y al estar dentro de mi vais
saliendo lentamente, mientras yo intento uniros en hermosa
armonía para decir solamente, os quiero y por ello os doy 
las gracias.

María Martín

NO PIENSES

No pienses, lo intentas y ya estas pensando, pensando en todo, pensando en nada, porque nada es más importante que sentir, vivir el momento. Te sumerges, los sonidos se ahogan, el peso desaparece, el frío , los pliegues del traje, la hebilla que te aprieta todo se olvida, tus ojos te guían y sigues bajando inmerso en todo, pensando en nada, en comunión con la vida, pececitos azules te miran, lágrimas de cobalto metal que quiebran y requiebran sobre el naranja del coral y más allá un pulpo vigila, un banco de sargos mira, sargos que rondan un erizo violeta, no te da tiempo a pensar, azul y esmeralda una doncella cruza tu campo visual y luego otra y otra y miras atrás y muchas más y no piensas, miras, sobre la roca oscura una colonia de anémonas blancas se mece con el vaivén de la corriente. Noches de insomnio, pensamientos en tropel que asaltan tu mente, pero ahí abajo... no pienses.


Diego Francisco Guevara de Bonis

NO PIENSES

Rogamos no saquen sus sentimientos fuera de su corazón. Usted puede disfrutar de su uso privado, una vez se cierre al público de su zona, pero no ponga en riesgo el resto de sus sentimientos, por posibles roturas de mal entendimiento.
Por favor, evítese accidentes. Gracias.

José María Rico.

NO PIENSES

Arañando el cauce con algodones de alambre,
arrastra el torrente al mar su risa de arena,
su cristal de obsidiana, su indolente condena.


Bailando en su vientre, un vals de guijarros
borda con la espuma una rara diadema
de ecos naranjas, giros suaves y bastardos,
plateando el cobre su imposible cadena.


Arañando el cauce con gritos de seda,
hiriendo como una muy certera caricia,
el torrente, sólo a veces, a todos desvela,
y al humano, tan impertinente, recuerda
el son de sus mortales y vacías penas.



Al pobre humano y a su torpe avaricia,
susurra miel al oído mientras le condena:
No pienses, disfruta, vive, vibra y siente,
que en tu último segundo no haya dudas,
ni deudas, ni temores, ni penas pendientes,
nada fuiste, nada serás, pero hoy,
quieras o no, eres,
como tus dioses,
casi todo,
casi nada:
Mente.

Nekovidal – ARTES LIBRES - nekovidal@arteslibres.net

EPITAFIO

De los valientes se escriben algo más que cruces.

Juan Jiménez Caballero.


EPITAFIO
EPITAFIOS MÚLTIPLES

Aquel cadáver tenía en su muñeca un reloj que marchaba todavía. (Eduardo Alonso - Madrid 1898 – Ibídem 1956)

La vida es demasiado larga para morir una sola vez; es cierto que la última despedida es más sonora, más animada para el vecindario, porque es en la que decidimos no regresar, no volver a abrir los ojos… ni la cartera y le damos un vaivén diferente procurando tener preparado para el suceso un epitafio lapidario –nunca mejor dicho–, una frase que quedará grabada en piedra recogiendo nuestra ideología vital. Pero no es menos cierto que en el transcurso de una dilatada existencia surgen muchas adioses y con ellos un sinfín de epitafios, densos o suaves, que nos hacen sonreír cuando los recordamos desde la distancia. Hay epitafios dedicados a la familia “yo aquí no pinto nada, olvidadme”, a los que fueron amigos “yo p’a ti no estoy”, a los que han sido amores “no vuelvas a llamarme, para ti estoy muerto”, al jefe cuando estamos hasta el pico de la boina de él y de su despotismo (no ilustrado en la mayoría de los casos) “si no soy un ser humano, no me pidas que piense”, a la sociedad “con esta gentuza mejor hacerse el muerto”. Lo cierto es que cada vez que cortamos el nudo que nos ahoga desmontamos la situación que lo contiene, la matamos y morimos con ella renunciando a ser quienes éramos para convertirnos en quienes somos y dejando esculpido un epitafio en el aire. Es bueno morir mientras el reloj sigue funcionando y somos capaces de revivir con otros conceptos y formas; lo realmente terrible sería permanecer estáticos durante nuestro, más o menos prolongado, tránsito por una naturaleza en constante movimiento. Ojalá ese concurrido último adiós nos pille viviendo y los demás puedan decir de nosotros –esta vez sí será de agradecer que los otros comenten– “murió antes de tiempo”.

Madrid, 19 octubre 2016 Victoria Blanco para VOCES entre VOCES – Nerja – Tertulia 21/10/2016



EPITAFIO

Me voy andando de esta vida sorprendido del poco equipaje necesario para andar, y sospechando que aún menos es suficiente.
Me voy andando porque ya no tengo prisas, sé sin la más mínima duda que todo esto es regalado.
Me voy andando dejando en el camino un buen puñado de amistades y el peso de unos pocos enemigos que no conseguí que dejaran de serlo.
Me voy algo cansado porque, como a vosotros, nadie me enseñó las reglas de este juego, nadie me enseñó a vivir ni a morir sin miedo, y a sobrevivir aprendí, como tantos, solo.
Me voy agradecido: guardo en la memoria personas muertas que creo merecían más que yo el regalo de la vida: son los caminos insondables del azar . . .
Me voy andando tras haber sembrado más que cosechado, nunca me gustaron las deudas.
Me voy andando seguro del retorno, de que mis cenizas estarán en el aire que respirareis y el vino que beberéis, en el sonido de vuestras risas y la sal de vuestras lágrimas.
Me voy andando convencido de que sólo el miedo de un ego fantasma puede provocar miedo al no retorno, porque sólo caminar es el camino y es camino suficiente.
Me voy andando después de haber apenas tocado el pensamiento paradójico, saboreando la idea aparentemente contradictoria que lo explica todo: sabiendo que vida y muerte son un mismo hecho constante, no un conflicto por resolver.
Me voy andando sabiendo que una parte del camino seguirá abierta mientras respire el más joven de mis amigos o hasta que se destruya el último de mis escritos.
Me voy andando porque, ya veis, tantas vueltas, tantos golpes, tantas lecciones, y aún no he aprendido a volar.

Nekovidal – ARTES LIBRES - nekovidal@arteslibres.net

EPITAFIO
Acurrúcate entre copas y balones
Que yo te serviré uno de mis
deliciosos manjares.
José María Rico


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