*VOCES
entre VOCES
El
delirio con que el mundo actual busca el placer muestra hasta que
punto carece de él.
Gilbert
Keith Chesterton (1874 - 1936), escritor británico.
TEMAS
TERTULIA 12-8-2016
LA
INCOHERENCIA
BUENA
GENTE
¿PODEMOS
VERNOS DESDE FUERA?
EL
ESPEJISMO DE DIOS
En
'El espejismo de Dios', el biólogo Richard Dawkins presenta una
lista de principios morales laicos válidos universalmente. La
elaboró a partir de una lista encontrada al azar en Internet, para
demostrar que son unos valores comunes que no necesitan legitimación
religiosa. Estos son algunos:
- No hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti.
- No pases por alto la maldad ni te acobardes al administrar justicia, pero disponte siempre a perdonar el mal hecho si media el arrepentimiento.
- Prueba todas las cosas: revisa tus ideas frente a los hechos y prepárate para descartar incluso las creencias más arraigadas en tu mente.
- Respeta el derecho de los demás a estar en desacuerdo contigo.
- Fórmate opiniones independientes basadas en tu razón y en tu experiencia: no permitas ser manipulado.
- Cuestiónalo todo.
- Disfruta de tu vida sexual (en tanto no hagas daño a nadie) y deja a los demás que disfruten de la suya.
- No adoctrines a tus hijos. Enséñales cómo pensar por sí mismos e incluso cómo estar en desacuerdo contigo.
- No hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti.
- No pases por alto la maldad ni te acobardes al administrar justicia, pero disponte siempre a perdonar el mal hecho si media el arrepentimiento.
- Prueba todas las cosas: revisa tus ideas frente a los hechos y prepárate para descartar incluso las creencias más arraigadas en tu mente.
- Respeta el derecho de los demás a estar en desacuerdo contigo.
- Fórmate opiniones independientes basadas en tu razón y en tu experiencia: no permitas ser manipulado.
- Cuestiónalo todo.
- Disfruta de tu vida sexual (en tanto no hagas daño a nadie) y deja a los demás que disfruten de la suya.
- No adoctrines a tus hijos. Enséñales cómo pensar por sí mismos e incluso cómo estar en desacuerdo contigo.
"Jamás
se ha emborrachado nadie a base de comprender intelectualmente
la palabra vino"
(Anthony
de Mello)
TEXTOS
TERTULIA 5-8-2016
POKEMON
INDUSTRIA
LA
CEGUERA
POKEMON
No
aguanto más. Estoy harto de pokemon, batman, superman, minions,
pitufos, zombies, hashtags, selfies, dinosaurios, tortugas
ninja, ángeles, y toda la superflua basura y propaganda que es la
esencia de la industria occidental/oriental con el síndrome de
obsolescencia programada para mantener en funcionamiento la economía
global.
J.M.
C.C. (jodido; molesto;contrariado y cabreado)
POKEMON
Todo
el mundo busca un Pokemon, participando de ese juego del escondite o
cacería virtual, reflejo deforme o demasiado real de lo cotidiano.
Como
suele suceder, la búsqueda no es más que una metáfora de la
existencia en un mundo que por primera vez ha superado mínimamente
la miseria y el hambre y, por primera vez también, se encuentra con
un tiempo de ocio que todavía no sabe gestionar, lo que buscan en
realidad, obsesiva e insistentemente, es a si mismos.
Nekovidal
- ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com
POKEMON
Yo
tengo mi Pokemon particular
ese
que persigue versos y prosas,
que
busca palabras bonitas
entre
las bocas.
No
necesito cazarlo por las calles,
lo
tengo localizado a todas horas,
y
si me retuerzo un poco
es
posible que por las noches
entre
tertulias y algunos esbozos
nos
deleita preciosas lecturas
de
los que se atreven a formar
parte
de este entorno.
Yo
tengo mi Pokemon particular
ese
que me nutre de palabras
y
me dibuja sonrisas en mi rostro,
y
con este me basta,
pues
ya no necesito cazar más.
José
Mª Rico
POKEMON
Me
acabo de enterar de que a alguien se le ha ocurrido crear el
“Croquemon Gou”, la caza de croquetas (reales) de todos los bares
donde las hacen. El juego consiste en hacerle una foto a la croqueta
y luego comérsela. ¿Dónde? En la ciudad habitada más antigua de
Occidente, y cuna, entre otras muchas cosas, de la constitución más
progresista de Europa en su tiempo, la de 1812.
Sí,
Cádiz, pisha, ¿dónde iba a ser?
Nekovidal
- ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com
INDUSTRIA
Hace
más de dos décadas leí un artículo en papel un artículo que no
he podido localizar aún hoy en internet: Hablaba del descubrimiento
de un pergamino en alguna parte de Andalucía con una antigüedad de
unos mil años. En él se detallaba el esquema de un motor de
explosión que utilizaba como combustible alcohol, ya entonces bien
conocido por los hispanomusulmanes de la época.
Viendo
como ha evolucionado tecnológicamnte la Humanidad desde la
Revolución Industrial hasta hoy no puedo dejar de preguntarme, cada
cierto tiempo, como sería nuestra vida en la actualidad de haberse
iniciado dicha revolución ocho siglos antes de cuando sucedió.
Al
Andalus era entonces, sin la menor duda, la zona más desarrollada de
Europa en todos los aspectos, cultural y económico, Córdoba tenía
más de mil baños públicos, los andaluces de entonces hicieron de
puente entre el saber de Oriente y el todavía primitivo Occidente,
desvastado por siglos de integrismo cristiano, al tiempo que dieron
un buen puñado de sabios a la posteridad. Sin Al Andalus, cuanto se
había conservado de la ingeniería y las matemáticas grecolatinas
tras los oscuros siglos de destrucción cultural por parte del
integrismo cristiano, nunca habría llegado a nosotros, o tal vez
hubiera ocurrido varios siglos después. Sin ese bagaje cultural no
hubiera sido posible toda la ciencia y tecnología que germinó
lentamente en Europa durante el Renacimiento y la Ilustración
posterior que desembocaría finalmente en la Revolución Industrial.
¿Por
qué no se desarrolló en su momento ese motor de explosión que
habría adelantado en ocho siglos una revolución tecnológica que no
florecería hasta el siglo XIX?
Porque
los hispanocrisitanos de entonces, con una cultura muy inferior en
todos los sentidos a la de los andalusíes, pero de una agresividad y
un integrismo religioso dignos de mejor causa, hicieron uno de sus
tantos ataques al sur que, teniéndose que defender, centró todos
sus esfuerzos en la guerra.
Es
difícil imaginar cómo sería nuestra vida actualmente, tras ocho
siglos de evolución añadida, de haber sobrevivido, posiblemente
viviríamos en un paraíso en la Tierra. Menos difícil es imaginar
la situación de entonces si observamos la actualidad: Ahora son los
musulmanes, afortunadamente aún sólo una minoría, los que se
refugian en un integrismo religioso que les consuele de su retraso
tecnológico y material, consecuencia, a su vez, de los ataques
colonizadores del último siglo y medio por parte de las agresivas
culturas occidentales.
La
historia se repite, lo sabemos, pero en primitivos sistemas sociales
de gobiernos verticales donde una minoría decide por el conjunto de
la población sin consultar con ésta, al menos, las decisiones más
trascendentales, nunca se enseñará la verdadera historia, sino una
ridícula letanía de reyes, guerras y batallitas, porque si se
enseñara bien la historia sería difícil encontrar ciudadanos lo
suficientemente ignorantes, manipulados y embrutecidos como para
acudir a la llamada de un líder que les invitara a una guerra de
cualquier tipo y las guerras, ya se sabe, siempre han sido negocios
muy rentables para la minoría que las crea y alimenta, al tiempo que
tragedias inimaginables para la inmensa mayoría de la población.
Nekovidal
- ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com
LA
CEGUERA
“…tener
la certeza de que la vida existe, porque cuatro sentidos nos lo
dicen, y no poder verla,…”. (Ensayo sobre la ceguera – José
Saramago)
No
querer, no poder, no saber... Hasta que una día algo muda, y uno o
una no se siente triste ni se siente alegre, se reconoce sin más
parte del Universo; y uno o una sabe que sin él o sin ella la vida
no sería igual, que el sencillo bostezo que transmite al mundo
cuando despierta cada mañana cambia para siempre la cadencia del
aire; y uno o una, de repente, recuerda aquel día que dedicó una
sonrisa a alguien incógnito y la vida le devolvió felicidad y,
entonces, uno o una dirige la mirada hacia sus pies y descubre la
tupida venda que llevaba en los ojos y toma conciencia de que puede
ver todo lo ya sentido sin saber, sin poder, sin querer.
Victoria
Blanco para VOCES entre VOCES Nerja – 05/08/2016
LA
CEGUERA
LA
CEGUERA DE QUIEN CREE VERLO TODO
Si
no recuerdo mal, era Rosa Montero quien, no hace mucho, escribió un
artículo de prensa haciéndose eco de una anécdota que le sucedió
a una estudiante alemana, quien, estando en la cafetería de su
universidad, se encontró a un estudiante africano comiendo de los
platos de su bandeja. Ella, considerándole desconsiderado, se sentó
enfrente y se puso a comer también, mientras observaba como el
estudiante sonreía y callaba, lo que interpretó como una prueba más
de mala educación, e incluso de cinismo. Ya terminada la comida, y
al levantarse, observó en la mesa contigua una bandeja con todos los
platos sin tocar: ésa era su comida, y había sido ella la que había
comido, sin mediar palabra, de los platos del estudiante africano,
quien se había resignado y limitado a sonreírle mientras compartía
su comida, seguramente creyendo que era una estudiante con problemas
económicos.
Muchas
veces la vida nos da ese tipo de lecciones, que nos demuestran hasta
qué punto lo evidente puede no ser más que un error interpretativo
de nuestra mente o la más disparatada fantasía, sin más.
No
obstante, nuestra necesidad de certeza a cualquier precio, nos hace a
menudo olvidar esas lecciones para volver a la comodidad de quien
cree, como todos en el fondo, estar en posesión de la verdad, del
análisis oportuno, objetivo, real, haciendo cuanto se puede hacer
con las herramientas a nuestro alcance, siendo y actuando lo mejor
posible en el mejor de los mundos posibles, el que, con tanta
imaginación como esfuerzo, hemos creado en nuestras mentes.
A
nadie se le puede reprochar esa necesidad de certeza, es el precio
que pagamos a cambio de la capacidad de abstracción que tanto nos
aporta en la vida. Pero sí es reprochable cuando esa certeza
personal, sea cual sea, traspasa los límites de lo individual y se
cree con derecho a imponer su verdad: de ahí al integrismo,
religioso o político, a no saber distinguir juicio de linchamiento,
o a quemar a una persona mientras nos convencemos de estar haciendo
no ya lo justo, sino incluso un gran favor, al salvar así su alma
eterna, hay apenas un peligroso paso . . .
Por
ello, cuando encontremos a alguien que, ante una frustración de
cualquier tipo, sigue el camino de la imposición, es conveniente
preguntarle si admitiría ser salvado, ayudado, socorrido y bendecido
de la forma en que pretendidamente haría con los demás,
consiguiendo así tal vez que ilumine su mente la siempre saludable
duda. Aún en el supuesto de que así fuera, queda la segunda parte:
admitir el derecho de los demás a la diferencia, a ver y vivir como
crea oportuno mientras no intente imponerlo a sus semejantes.
Si
se constituyera una organización de ciegos formada por quienes creen
verlo todo mientras acusan al resto del mundo de no comprender, de no
ver, de no interpretar correctamente o, simplemente, de no razonar,
sería sin duda la mayor organización humana, pero no venderían
cupones para un sorteo de lotería, un juego de azar, porque todos
ellos se creen, el que menos, afortunado de poseer, sin un ápice de
duda, la verdad y la razón en sus manos.
Nekovidal
- ARTES LIBRES -nekovidal@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario