VOCES entre VOCES
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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.
7 poemas de Andrea López Kosak
Andrea López Kosak es una poeta nacida en Bahía Blanca, Argentina, en octubre de 1976. Publicó varios libros de poemas, algunos de ellos son Bailar sola (Editorial de la Universidad de La Plata, 2005), Le dan hueso (Editorial Cinosargo, 2012), Indor (El ojo del mármol, 2015), Mula blanca (Caleta Olivia, 2018), El jardín de las licencias (Prueba de Galera, 2021), y Animales de.costumbres (Pre-textos, libro ganador del premio internacional de.poesia Juan Rejano en 2021).
***
El
campo fue el mito
fundacional de la familia.
No
había cielo
para los muertos,
sino la llanura donde balaban
corderos
antes del sacrificio.
Un
paraíso
que construyó mi madre
cuando su madre carneaba
animales
que no tenían nombre,
no
como esa cerda
paridora, que amamantó a los gatos
y por haber
aprendido
a obedecer, sobrevivió.
***
El
amor de
el amor por
el amor a
¿Cuántas
omisiones
pueden acompañar
la palabra que ejercito
sentada
bajo los pinos
de agosto, entre cascaritas
que podrían haber
sido
pájaros?
***
Un
cuerpo de cincuenta y cinco kilos
tarda una hora y media en
quemarse.
Un leño de quebracho, dos días.
Parece que las
autoridades
de cierta ciudad planean
calentar ambientes con los
muertos.
Antes
de llegar a casa corro el colectivo.
La señora de atrás
dice
que lla debe de
haber nacido
con el frío,
y
no se lo sacó más.
Sólo
cuando me agito
mi corazón existe.
***
Te
como cruda
decía
mi madre,
que en cada animal veía
su posibilidad de ser
carne,
cuerpo abierto con huesos
que ya no sostienen, como
mariposa
con las alas quemadas.
Yo dejaba que me comieran
sus
palabras
me deglutiera la lengua que es
mi herencia, así
me
hice finita, de cara
a un pánico típico.
***
Manejo
hacia Walmart
en día de descuento.
En la banquina los
teros
gritan lejos del nido
para despistar.
Los
depredadores
tienen tiempo, los fascina
la velocidad de los
autos,
reconocen
la aridez que los hizo pacientes.
La
necesidad
tiene cara de hereje,
decía
mi padre. Lo pienso
ahora que Dios
es una programación mental:
carteles
que parecen
colgados del cielo publicitan
libertad, y sobre la
ropa vieja
de un espantapájaros
los caranchos se adueñan del
horizonte.
***
Un
perro
saca de la basura un hueso, huele
algo que una vez
sangró.
Hace
bien,
el perro, en no dudar,
llevarlo como un don,
un
presente:
ya quisiera yo
una naturaleza inmune.
***
Trescientos
diez vientres.
Cien receptoras preñadas.
Veinticinco padres de
plantel.
Oferta excepcional
de genética productiva.
Puros:
sin gen
salvaje o ancestral.
Quince nulíparas de alta
calidad.
Veintiocho usadas paridas.
Treinta hijos al pie,
segunda parición.
Pago contado con descuento.
Machos: cinco
cuotas.
Hembras: flete gratis.
Setenta puros controlados.
Cien
controladas puras.
Hijas de Crédito, padre
del Gran
Campeón.
Doscientas inseminadas con Efectivo.
Ciento ochenta
días libres.
Diez cuotas sin interés.
Productor de Buenas
Hembras.
Pigmento total.
Facilidad de parto.
Hijos que
logran los precios máximos.
Reproductores
con información
confiable.
Remate de embriones y envíos
de semen a todo el
país.
FUENTE. https://www.zendalibros.com/7-poemas-de-andrea-lopez-kosak/
TEMAS TERTULIA 7-4-2023
SEQUÍA
EGO
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
TEXTOS TERTULIA 31-3-2023
ANIMALES
14
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
ANIMALES
BUSCANDO COMO UN PERRO
Soy como un perro que escarba en la tierra
buscando un hueso escondido
que ni lo comió él ni lo dejó comer.
Hoy mira por el mañana y mañana piensa en el ayer.
Sin disfrutar de nada,
el perro vive con el temor de no tener.
Vivir sin miedo, anclados en el presente con la seguridad de que hay una trascendencia que envuelve la existencia, es disfrutar de la vida en su verdadero sentido.
Alexandra Di Estefano Pironti.
“Un salto al infinito” Ediciones Carena.
ANIMALES
Nunca he entendido porqué la palabra animal tiene ese sentido peyorativo, decimos de una persona bruta o tosca que es un “animal” como sinónimo, supongo que porqué los animales salvajes viven en continua lucha por su supervivencia, hecho por el cual viven situaciones de peligro, agresividad y violencia. Pero dentro de esa supuesta brutalidad, siguen unas normas coherentes con la defensa de la vida, con sus semejantes, no veremos a un mono o a una cebra atacar a otro u otra sin una razón de peso, sin un motivo justo o por simple maldad, los humanos, que no nos olvidemos pertenecemos al reino animal, somos capaces de rechazar a nuestros semejantes por no llevar la ropa adecuada, tener sobrepeso o no ser agraciados físicamente, los supuestos animales racionales nos permitimos realizar un tipo de violencia que nada tiene que ver con la supervivencia ni con la defensa de la vida, podemos llegar a ser crueles, envidiosos, celosos o dominantes con otros humanos y nada tiene que ver con la autodefensa o la perpetuación de la especie.
Casi cada uno de nosotros ha tenido algún animal de compañía en la infancia o en la edad adulta que le ha marcado para siempre, que le ha hecho sentir esa bondad y sensibilidad animal propia de los supuestos animales no racionales, una mascota que le ha entendido y apoyado en un momento duro o sensible mejor que cualquiera de sus homónimos racionales. De ahí que sigo sin entender porqué utilizamos la palabra animal con ese significado de bestialidad que la mayoría de las veces nos identifica a los humanos.
Eva Camba Paz
En la naturaleza hay leyes, pero siempre hay excepciones: nunca se practica la crueldad, el provocar dolor o hacer daño, salvo que sea con el fin de sobrevivir, pero las hienas, paradójicamente un matriarcado del que cabría esperar cierta sensibilidad, devoran a sus presas aún vivas, y no se sabe aún exactamente porqué.
En general prevalece el patriarcado sobre el matriarcado, pero hay excepciones: elefantes y bonobos se rigen por criterios de las hembras y, en general, gozan de una estructura social que los humanos llamaríamos más humanista que los estrictos patriarcados (excepto las hienas...).
Casi siempre son las hembras, las madres, las que se encargan de cuidar y alimentar a las crías de la especie, pero también hay excepciones: el macho del hipocampo o caballito de mar, símbolo de la paternidad, se encarga del cuidado y alimentación de las crías mientras la madre se desentiende del asunto.
En la naturaleza, en general, es la colaboración y la solidaridad el camino más transitado y practicado en pro de la supervivencia, pero hay grandes mentirosos, aunque sean minoría, el cuco es el cruel arquetipo de todos ellos.
Los felinos son seres individualistas y solitarios que sólo se reúnen para aparearse, pero las personas hemos nombrado unilateralmente al león como rey a pesar de ser un caso extraño entre los félidos: son sociales, patriarcales y, con todo el respeto que merecen, los machos asquerosamente egoístas y parásitos del grupo.
Todas las especies cuidan su entorno de una forma natural e instintiva: los herbívoros parecen destruirlo parcialmente, pero abonan con sus excrementos y luego con sus propios cuerpos a las plantas que han de sustentar a sus próximas generaciones. Los depredadores cazan instintivamente a los viejos y débiles dando lugar a una selección natural inevitable.
La vida tiene leyes no escritas pero justas e implacables para que la vida siga y se perpetúe, el fin último de la propia vida.
Pero entre todas las formas de vida en este pequeño planeta que hemos dado en llamar Tierra, hay una especie que ha roto ese equilibrio y parece vagar y dirigirse hacia su autodestrucción y la de su medio, sólo una: el ser humano. Buena parte de sus individuos todavía parecen no comprenderlo, pero hay errores que no se subsanan con dinero.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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14
A partir de los catorce años, mi estatura dejó de formar parte de la media española de mi generación, algo que trajo cosas favorables y cosas desfavorables, como todo lo que ocurre. Una de las que me hicieron la vida más fácil fue que las axilas del personal no me quedaban a la altura de la nariz cuando iba de pie en el transporte público; entre las inconvenientes, el número de zapato que calzaba que, por supuesto, tampoco entraba en la media nacional; ningún zapato de mujer me servía.
Me desesperaba tanto que los compraba y hacía malabares para que encajaran en mi pie: medias muy finas, crema en abundancia por dentro, idas y venidas al zapatero para que los pusiera en la horma, calcetines gruesos en casa para darlos de sí… en fin, un montón de trabajo para que ajustara a mis pies lo que era imposible de ajustar. De aquellos polvos vinieron algunos lodos: uñas encarnadas, juanetes y un desplazamiento de cadera -no provocado, pero sí aumentado- por la mala pisada.
Pues algo similar sucede en la vida con las relaciones. Tratamos de encajar en grupos a los que por nuestra forma de ser no pertenecemos; nos embarcamos en amores o amoríos que ni siquiera tienen peso afectivo; nos dedicamos a lo que está de moda sin tener en cuenta aquello para lo que valemos de verdad, lo que nos apasiona. En resumidas cuentas, encogemos el alma, como yo encogía los pies, para que el mundo vea una imagen «normal» mientras, por dentro, se va desfigurando lentamente lo que de verdad vale para caminar por la vida, ya sean los pies o el alma.
Por experiencia sé que ese afán tiene consecuencias y deja marcas difíciles de quitar; la costumbre hace que nos mantengamos en nuestros trece creyendo que, con ello, estamos poniendo a buen recaudo la cuenta corriente emocional. Pero no es cierto, actuando así la rentabilidad no solo es nula, sino que las emociones van devaluándose exactamente en la misma medida que el alma se aprieta.
Igual que uno es como es, las cosas son como son; si se mide un metro ochenta, nada se puede hacer salvo usar zapatos que no dañen, pantalones del largo adecuado y aceptar estar dentro de la propia piel, aunque al mundo le parezca extraña. Y tal vez lo sea, no importa. No fuerces nada; las relaciones, como el calzado, tienen que deslizarse con suavidad y, a la vez, ofrecernos seguridad tanto si son sandalias como si son botas; tal vez, sufrirás alguna rozadura por exceso de uso o por estreno, pero si tienes que oprimirte por dentro para encajar, no lo hagas y aléjate lo antes posible. Emplea la educación, sé amable, sé gentil, pero no es saludable reprimir tu identidad para agradar a los demás; no te empeñes es ser quien no eres, te aseguro que no da resultado, no es bueno para ellos ni para ti.
Hazme caso, sal de tus trece y ponte en tus catorce.
01/abril/2023 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»
LOS 14
Habían sido catorce los náufragos supervivientes. Al principio, todo había sido muy duro, pero los abundantes restos del naufragio, con herramientas, botiquín y hasta una pequeña biblioteca, lo hicieron fácilmente soportable. Transcurridas dos semanas, cuando la vida material se estabilizó y disfrutaban de un mínimo de seguridad física, comenzaron a darse cuenta del paraíso que estaban habitando. Se repartía el trabajo cada mañana equitativamente y al ser apenas dos horas, nadie se planteaba siquiera trampear en su ejecución. Tras recolectar la fruta y pescar, el resto del día era tiempo de juegos, lectura y debate, que se completaban con una asamblea y fiesta nocturnas. Todo parecía perfecto. Al cabo de cinco meses decidieron que, en caso de rescate, los catorce permanecerían en la isla, limitándose a pedir algunas medicinas y una radio para casos de posible emergencia. En el llamado mundo civilizado, ninguno tenía nada mejor por lo que volver.
Un día, poco después de cumplirse un año en la isla, apareció a lo lejos una columna de humo que identificaba a un enorme mercante, y todo cambió. Se mezclaron la sorpresa con el desconcierto y las ganas de regresar pugnaron con las ganas de permanecer en la isla. Un bote con tres marineros a bordo les transmitió el mensaje del capitán del barco: ya habían comunicado su aparición, tenían tres horas para prepararse. Uno a uno fueron cambiando de opinión, cada uno por sus razones personales. Al final sólo él y Soraya, los más urbanitas de los náufragos, fueron los únicos que decidieron permanecer en la isla.
Los vio alejarse lentamente dejando en la arena de la playa sus últimas huellas. Sus sentimientos se enfrentaban entre si.
Miró con cierta envidia a sus amigos que, ya subiendo a la nave, se volvieron para saludarle, ellos tenían un lugar al que regresar. Su hogar, sin embargo, estaba aquí, lo tenían muy claro, en lo que quedaba de lo que pareció que era todo, una perfecta utopía realizada y resultó, al final, para los demás, no ser nada, apenas una vacía ilusión colectiva.
Tomando a Soraya de la mano regresaron, cabizbajos y pensativos, al bosque.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
EL SECRETO DE LA LUZ
Por José Marcelo Ruiz
El homo ‘sapiens’ mira al cielo y contempla las estrellas ante la necesidad de encontrar repuestas de su origen, de su evolución, y cómo será su futuro. Y se pregunta qué hay después de la vida. Esa mirada a las estrellas le ha conducido a visionar una cosmogonía, una teogonía y crear una mitología. Pero es consciente de que sus pies pisan la tierra y, están hundidos en el barro. E, incluso, piensa que ese barro que pisa es de la materia del que está hecho o creado: “Polvo eres, y en polvo te convertirás”.
Sergio Escarone es un animal creativo, un tipo al que se le escapa el alma entre las manos, y no puede retenerla; necesita dársela a todo ser vivo que ronde su camino. Su cuerpo está acostumbrado a cargar el sufrimiento ajeno; él lo sabe y lo práctica. Va por el mundo ayudando a las personas a cambiar de sitio. Él es, literalmente, un transportador de esperanzas. Escribe por la necesidad de compartir su conocimiento; lo hace para que sirva para mejorar la convivencia y la vida. Así le definimos, quienes le conocemos. Es el autor de esta nueva obra: Xosmus. El secreto de la Luz. (Editorial Biblioteca Ebookmovil). Donde nos relata una historia imaginada, a modo de parábola, del origen del Cosmo y de sus habitantes. Lo plantea buscando el secreto que esconde y posee la luz. Cuyo secreto nos va descifrando: gracias a las repuestas que encuentra en las estrellas de ese infinito universo, y en el planeta Tierra que habita el ‘homo sapiens’ que, como un intruso, lo ha transformado con su comportamiento.
El secreto se resiste a definirse, a ser descubierto, pero Sergio nos lo va desvelando a través de la observación y el estudio que realiza sobre la naturaleza del universo: sus manifestaciones de destrucción y de creación, y en la luz que resurge entre las tinieblas y se expande. La pregunta está siempre presente: ¿de qué materia estamos hechos los seres vivos?
Al utilizar la parábola como recurso alegórico, Sergio nos acerca al relato del ‘mito de la caverna’, cuyo autor es el filósofo Platón. Y él, igual que hace el filósofo, nos plantea la búsqueda del conocimiento. Y también, como el prisionero protagonista de la caverna, se libera de las cadenas de la ignorancia, para observa las estrellas, el sol y la luna… Nos manifiesta su necesidad de trasmitir lo que ha descubierto. Descubrimiento, amigos lectores, que implica compromiso y exigencia; aceptando la realidad de la existencia humana.
Compromiso de usar bien el conocimiento adquirido, porque así lo exigen las fuerzas naturales del universo. El autor nos revela: “Para los seres humanos, la existencia conocida de lo que hoy llamamos planeta Tierra, representa un regreso a la evolución; donde se continúa haciendo de la lógica una ciencia de la verdad, pero las respuestas están más allá de lo lógico.”
Esas respuestas, que están más allá de lo lógico, son las que guarda el secreto de la Luz. Te invito a leer el libro, a descubrir el secreto y respetarlo. Porque lo importante es la existencia del universo, la pervivencia de la vida y su evolución.
José Marcelo Ruiz
Este artículo se ha publicado en la prensa escrita NOTICIAS 24 (Comarca de la Axarquía), el viernes, 31 de marzo de 2023. Mi agradecimiento personal al director del medio D. Francisco Gálvez por su interés en los temas de cultura, de opinión y pensamiento.
ACTO DE PRESENTACIÓN
La obra se presentó 09 de marzo de 2023 en el Centro Cultural ‘Virgen del Carmen’ (Antigua Azucarera)- Torre del Mar (Málaga). Acto organizado por la Tenencia de Alcaldía de Torre del Mar. Intervienen: Jesús Carlos Pérez Atencia (Teniente Alcalde de Vélez- Málaga), José Marcelo Ruiz (Poeta), Daniel Laneri (Editor), Sergio Escarone Pérez (autor de la obra). El acto fue amenizado por el músico Luis Auquilla (Lucho), y también el músico Jhon.
Daniel
Laneri (Editor), José Marcelo (Poeta) y Sergio Escarone (Autor de la
obra)
Josémarcelo,Sergio
Escarone , Daniel Laneri
https://josemarcelopoeta.wordpress.com/2023/03/31/el-secreto-de-la-luz-2/
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Soberano del ejército campechano
quiero retroceder torpe
a
esta migración
que tardó nadie pinta.
Quiero encontrar las
huellas
de tu nombre
y saber de tanta huída
hacia
atrás,
el revés de brumas.
Quiero desandar tus piernas
y
me cuesta.
Sordedad de mi yo
que no cesa
ni termina de
apartarnos.
Tu búsqueda jóven de salidas francas
al
gran atascadero global
de tus cercanías
¿o de tus
adentros?
Inventor solitario inquisidor,
oriundo,
hablo de
tí y de tí me muestro,
nos persiguen rebeldías iguales
a sí
mismo,
emotividades,
pulsiones,
nuestro origen céltico
bravío
rastreador
del ante.
Congénere de mis ansias
sigo tu cripta del
desgano
lejos de tus montañas
de cabras,
manzanilla y
sueños.
Fronda dorada
se
trata que seas lo mismo
que mis nostalgias
para que escapemos
de la artrosis
de este mundo agrietado y en tropel.
Peleamos
embrollados
acariciando,
confundiendo,
copulando,
soñando
volver siempre al origen.
Mirando
allá
quiero ir a tu encuentro,
no sé si podré sin
tu fe...
Juan Disante - Buenos Aires
Otros textos en : www.verbosa-mudez.blogspot.com.ar
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