domingo, 8 de marzo de 2020


VOCES entre VOCES



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TEMAS TERTULIA 13-3-2020

ANEMIA INTELECTUAL
LAICISMO
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.



"Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad". (Lao-tsé)





¿Y la bandera prohibida
dónde está? Aquella,
no de color lila, ni verde,
ni de azul chillón.
¿Dónde está?

La que envolvemos en nuestro cuerpo
para salvarla por la cascada.
La bandera llena
de agujeros de balas.

La que salvamos
de las manos tendidas de los muertos
y desgarrando de ella una tira
la pusimos en los párpados de sus ojos
para que, mirando desde el hueco del ojo,
la vean: existe todavía.
Existe el rojo de la salida del sol, amanece.

Los obreros del mundo ¿qué aprietan
en sus manos dentro del bolsillo?
Un pedacito de palma o más pequeño.
Y lo dan rápido a los que vienen a su encuentro,
y ellos ponen con prisa debajo de la camisa
lo que reciben.

Pues está. La bandera. Aquella.
Y dentro de cincuenta o cien años
ajustan sus pedacitos en millones
y buscan una asta, ligera, fuerte.

Pero hasta cuándo quienes viven preguntan por su necesidad:
¿dónde está la bandera? La bandera que no hay.
La bandera prohibida. Aquella.
¿Dónde está aquella bandera?

Imre Györe, incluido en Cincuenta poemas de quince poetas húngaros del siglo XX (Izana Editores, Madrid, 2012, selec. de András Simor, versión de Isabel Pérez Montalbán).
Otros poemas de Imre Györe
Cuando se maduren las frutas...


La vida es muy simple, pero insistimos en hacerla complicada”. (Confucio)





TEXTOS TERTULIA 6-3-2020

DEMASIADO CORAZÓN
COTILLAS y COTILLONES
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.


DEMASIADO CORAZÓN

Él, emocionado y con lágrimas en los ojos, le dijo: “Regálame tu rosa de los vientos y seré el capullo más feliz del mundo”.
Ella, fingiendo indiferencia, le regaló un libro verde tachonado de flores moradas que marcaba las horas y los cuartos.
Él dudó, pero al fin comprendió que todas las torres caen, por mucho que las protejan gallos disfrazados de veleta o campanas mudas de gestos altisonantes.
Ambos naufragaban entre certeras certezas, hojas toreras de vientos, dicotomías imposibles y lunares inoportunos, creían tener demasiados sueños, pero sólo tenían demasiado corazón . . .
En la sonora soledad de la noche el libro observaba, desde la chimenea alicaída de brasas heladas, el rugir de los sueños de ambos.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com

DEMASIADO CORAZÓN
TRÍGONO

El mundo puede ser gris,
una lonja interminable
de seres que se deslizan
a empujones del hastío
entre sombras del sentir.

El mundo puede ser hondo,
un pozo por el que ruedo
cada instante de mi aliento
por correr tras de un fantasma
que siempre escapa de mí.

El mundo puede ser luz,
una torre abierta al cielo
con peldaños de cariño
por donde escalar la vida
Amor, si te tengo a ti.

Haydée Acosta Godoy - Poemario 2003 (col. Cuadernos Literarios “La Aventura de Escribir”).



DEMASIADO CORAZÓN

«Es que te lo tomas muy a pecho», decía mi madre. «Es que tampoco es para ponerse así», soltaba Valentina cuando me enfadaba con su hija por ejercer de sabelotodo prepotente. Es que analizas mucho, es que has de entender que la vida es así, es que tienes que acostumbrarte, es que tienes que ser más dura… para acabar siempre igual: «Es que tienes demasiado corazón».

Claro que me lo tomo muy a pecho, tengo un pecho con un corazón que late; claro que es para ponerse así, tu hija me hace daño; claro que analizo todo, no quiero vivir de espaldas a la realidad; por supuesto que entiendo que la vida es así, pero quiero mejorar la parte que me toca; no, no deseo acostumbrarme a malvivir ni quiero ser más dura, prefiero tener demasiado corazón, sentir lo que me daña, analizar lo que ocurre para vivir la vida desde la ternura.

Tal vez no es que yo tenga demasiado corazón, sino que a ti te sobren conformismo y arrogancia, o te haga falta ejercitar las neuronas, o que destiles resignación o que hayas perdido la sensibilidad y por eso no notas el peso de tu coraza.

¿Es posible que cuando dices demasiado corazón estés definiendo mi pasión por vivir?


07/marzo/2020 – Victoria Blanco para «VOCESentreVOCES»


DEMASIADO CORAZÓN

Ya sé amor
que a veces nos duele,
nos llueven libros de mármol
sobre la frente.
Pero, no te rindas.
La esperanza se escribe,
vive en hojas de navaja
entre tus dientes.

Sí, escupe tiros de tu boca.
Mírate con amor.
Eres lo único,
imprescindible de tu vida...
Por humana imperfecta.
Por imperfecta hermosa.
Delira tu flor.

Hoy, no quiero
payasos tristes.
Ni melancolía en mi pasos.
Hoy ven y bórrame a besos
rastros de mi derrota.

J.J.C. - Juan Jiménez Caballero


DEMASIADO CORAZÓN

Abrázame, 
por un momento,
por última vez
abrázame, abrázame...
Tú te vas y yo me quedo
sólo queda un simple aliento,
los recuerdos de los dos
cada día están más lejos,
más lejos...
Abrázame otra vez 
una y otra vez
cuando estés en apuros
piensa en un compañero.
Abrázame otra vez
una y otra vez
llámame, escríbeme
dame algún consejo
Ah! No te olvides de mí
y yo nunca de ti
háblame...
una ultima mirada
Abrázame otra vez
una y otra vez...
Abrázame, abrázame
por última vez

José María Rico


MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.

***

IMAGINANDO EL UNIVERSO (FANTASÍAS DE UN POETA IMAGINANDO EL UNIVERSO)
AUDIO:


Rafael Cotilla


***

Estaba enamorada del diablo

Y una y otra vez
consentí
que consumiera
mi alma en el infierno para
la eternidad.

Lourdes Pérez




Yo también soy un ser humano de este mundo;
pero, pensando en la vida temporal, todo es falso.
El cuerpo que me dieron mis padres no sirve después de la muerte.
Medito un rato, me alejo de lo mundano,
me despido de mis padres, voy en harapos a la montaña
con una cantimplora y un bastón de armuelle.
Para ver al iluminado, para alcanzar la iluminación
aprendo todas las palabras del libro budista,
y limpio mi mente para superar las pasiones.
Con armas del budismo entro en la montaña de los cinco elementos,
hay muchos montes; el de los cuatro sufrimientos es el más alto.
Cual ladrón que entra y sale sin dejar huella,
en la puerta de seis orígenes dejaré agónico mi corazón,
con sapiencia haré el barco y cruzaré el mar de tres mundos.
Al que ora, lo ayudo a subir al barco de tres velas;
alzando una vela, el viento primaveral sopla suave;
y la nube blanca se pasea en el cielo.
¡Cuan triste y lastimero es el mundo profano!
¿Cuántas vidas esperan los que sin orar
viven pegados en mundano deseo, y sumergidos en la ambición?
¿Cuándo estarán libres en doce horas del día y en treinta días del mes?
Aunque nazcan puros y brillantes como Buda, ¿cuándo pensarán?
Aunque nazcan con muchas virtudes, ¿cuándo las practicarán?
El nirvana se aleja; el infierno se acerca.
Señores, a practicar la virtud, por favor.
Las virtudes de este mundo se reflejarán en otro mundo.
Vana riqueza, labor de cien años, desaparece en una mañana;
el rezo de tres días es joya que dura millones de eones.
¡Ah, qué joya!; aunque mil eones después, sigue igual;
queda todavía después de diez mil eones.
Aunque el mundo sea lato, no es más que mi corazón.
Aunque sol y luna sean claros, no es más que mi corazón.
Los tres Budas de ayer, hoy y mañana conocen mi corazón;
pero no lo conocen los que giran por seis procesos.
¿Cuándo dejaré mi gira por los tres mundos?
Medito, intento cambiar mi mente, pienso en el mundo celestial.
Densos bosques, tranquilos arroyos, suaves vientos, hermosas flores,
ramas de pinos y bambúes de tupidas hojas.
Cruzo la humanidad, entro al mundo nirvana.
Espléndida tierra de seda cercada con rejas de siete joyas.
Oigo la oración en el podio del loto de Buda,
oran la cigüeña azul, la cigüeña blanca, el pavo real,
el fénix de oro y el fénix azul.
Por el soplo de viento claro el rezo suena triste.
Ah, ¡qué triste! ¿Cómo vivir en este mundo sin orar?
Buda de Misericordias, sálvanos.

Naong Hyegŭn, incluido en Bogweonyeombulmuri (1776), incluido a su vez en Manioshu. Colección para diez mil generaciones  (Ediciones Hiperión, Madrid, 1980, ed. y trad. de Antonio Cabezas García).


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