sábado, 21 de julio de 2018


VOCES entre VOCES



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TEMAS TERTULIA 27-7-2018

SI LOS ESPEJOS HABLARAN
PREGUNTAS
MICRORRELATOS


Quien cambia felicidad por dinero no 
podrá cambiar dinero por felicidad”. 
(José Narosky)






Soy
soy tonto
qué tengo que hacer
y qué tengo que hacer
sino saber
y qué sé yo
que soy yo
sé que soy
así como soy
puede que no sea tonto
pero esto no puede ser sólo porque sé
que cada uno es el más importante para sí mismo
porque cuando uno no se acepta a sí mismo
a pesar de ello se es como se es.

Miron Białoszewski, incluido en Poesía polaca contemporánea (Ediciones Rialp, Madrid, 1994, selec. y trad. de Fernando Presa González).
FUENTE: Blog literario Asamblea de palabras


"Cuesta muy poco ser feliz y mucho darse cuenta de que cuesta muy poco ser feliz. Es trágicamente absurdo que la mayoría de nuestros sufrimientos provengan más del temor a la pérdida que de la pérdida misma". (Nekovidal)


TEMAS TERTULIA 20-7-2018

EL SOPAPO DE LA SOPA
DÉJATE CONTAR UN CUENTO
MICRORRELATOS



EL SOPAPO DE LA SOPA

Mi padre era un hombre honesto y tranquilo que, a pesar de apenas haber podido estudiar, como tantos niños de la guerra, poseía una inteligencia natural realmente asombrosa. Gallego emigrante, perdonen la redundancia, en el último restaurante que tuvo en Montevideo, frente a un canal de televisión, se agolpaban políticos de todos los colores, actores y hasta ministros, que disfrutaban debatiendo con él. Por desgracia, sus presagios sobre la dictadura que inevitablemente llegaría si el país no cambiaba de rumbo se cumplieron poco después al pie de la letra. Antes de que ocurriera consiguió sacar de allí a su familia y quitarse la morriña de encima después de de 28 años por aquellas tierras. Sólo mencionaré que era la única persona que predijo, en plena Guerra Fría, que la URSS desaparecería sin que se disparara un sólo tiro, algo incomprensible entonces para los demás contertulios. También en eso acertó con su profecía, aunque no llegó a verla cumplida.
Pero hay otra anécdota que quisiera contar sobre él, una anécdota sobre una sopa. Muy pocas veces nos castigaba nuestro padre, pero cuando ocurría solía ser una experiencia que no se olvidaba en mucho tiempo, al contrario que mi madre, que era de mano y nervios mucho más rápidos y frecuentes.
Mi padre tenía un carácter sereno, pero había dos cosas que no soportaba en sus hijos: una era que se jugara con la comida, algo muy común entre las personas de su generación, la otra era que los hermanos pelearan entre ellos en vez de ayudarse en todo lo posible, como él mismo había hecho con sus cinco hermanos enviando a menudo dinero desde América.
En cierta ocasión mi hermana y yo cometimos el tremendo error de hacer coincidir ambos hechos: discutir y negarnos a comer cierta sopa que había preparado nuestra madre. Mi padre nos miraba frunciendo un poco el ceño una y otra vez, mi madre nos gritaba que su sopa estaba muy rica y Lina, mi hermana, y yo, además, nos dábamos patadas por debajo de la mesa. En un momento dado vemos que nuestro padre mete un dedo en cada uno de los platos nuestros de sopa, el de mi hermana y el mío, luego comprendimos que fue para comprobar que la sopa no estaba muy caliente, todos nos miramos sorprendidos y, antes de que nos diera tiempo a reaccionar, inclinó nuestras cabezas con sus manos enormes y nos metió la cara a cada uno en su respectivo plato. Instantáneamente se hizo un silencio espacial y especial, recuerdo que abrí los ojos y vi enfrente la cara de mi hermana llena de fideos y no pude evitar empezar a reír a carcajadas, ella fue la siguiente, mi madre la tercera y, finalmente, ni mi padre pudo evitar reír. Todo acabó bien, sin más castigos, gritos ni discusiones, eso sí, tuvimos que comernos las sopa . . .
Es tan sólo un recuerdo infantil que, inevitablemente, acudió a mi memoria al ver el tema propuesto para esta semana: el sopapo de la sopa.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net



DÉJATE CONTAR UN CUENTO

Lo sé, lo sé, no hacía falta el tremendo martilleo de que si la vida, de que si el azar… ya lo capté cuando hablabas por la noche y a escondidas, sin dejar espacio al alma, enganchado a las rencillas de una época pasada y un amor que no existía.
Viniste como se acerca un clínico de visita, limpio, impoluto, medido, distante, bien informado y amoroso en absoluto; sacaste los trapos viejos, vaciaste tus nostalgias en mi cesta de ternura y salvaste a trompicones una llamada perdida.
Yo, que tenía pensada una profunda inmersión en los restos del naufragio para poder comprobar lo que hubiésemos ganado siguiendo juntos camino de habernos dado el destino aquella oportunidad, topé con esa muralla que levanta el bienestar de saberse protegido, cuidado, sin rechistar, aceptando las propuestas, perdiendo la libertad, sonriéndole a la cámara para esconder la verdad con tal de que no faltara en tu mesa vino y pan.
Así es que con el buen temple que en ocasiones me acude decidí, entre fría y triste, hacer la comprobación que yo andaba persiguiendo dándole al cuerpo su espacio y poder argumentar si algo me había perdido unos añitos atrás; a conciencia puse ojitos de vaca mirando al sol, y, sin quererlo evitar, me dejé contar el cuento mientras me martilleabas con la vida y el azar que, para decir verdad, no me importaba un pimiento.
17/07/2018 – Victoria Blanco para “VOCESentreVOCES”



DÉJATE CONTAR UN CUENTO

NO SE FÍEN, AMIGOS.
AUDIO:


Rafael Cotilla


DÉJATE CONTAR UN CUENTO

Déjate contar un cuento, ése que te dice que tu vida es tan valiosa como cualquier otra, sea la de un rey o la de un mendigo, el que te cuenta lo hermoso que es, a pesar de todo, vivir. No aparecerán en ese cuento príncipes ni princesas, aparecerán personajes mucho más importantes: seres reales que ríen y lloran, amigos.
Déjate contar el cuento de la realidad, ése que siempre supera a cualquier fantasía, el cuento de las utopías, ése que contaban hace dos siglos los antiesclavistas y hace un siglo las sufragistas, esas utopías que hoy son sólidas realidades.
Déjate contar el cuento de la alegría de vivir, la solidaridad y el respeto, el que dejará mudos a los dementes sembradores de odio y de guerras, a los hipócritas, a esa minoría no mala, pero sí enferma, que tanto daño hace alimentando sus miedos.
Algunos, sólo algunos, querrán quemar el libro que contiene ese cuento, y posiblemente a ti con él, son pocos, pero muy ruidosos. A pesar de todo, te lo aseguro, siempre valdrá la pena seguir contando ese cuento, ése que nos transforma en humanos.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


DÉJATE CONTAR UNCUENTO

INVENTARIO
"De los siete enanos,
yo soy, él que más llega
a los labios de Blancanieves."
Tengo un amigo invisible
que me susurra lo que escribo,
cuando le hago cosquillas
y le digo " que le quiero."
Tengo un gato que me da a comer sus ratones
y me ha prestado dos veces las siete vidas.
Tengo una planta sagrada,
por la que trepo en las noches oscuras
y le doy un beso en su cara oculta, a la luna.
Tengo una cama redonda
con sábanas de fantasmas conocidos.
Y un camión de bomberos
que me apaga ,cuando te llamo,
los infiernos.
Y debo los días.
Un pájaro sin jaula,
que me despierta de mis peores insomnios.
Un armario lleno de sonrisas,
que se mueren
si no anidan en nuestros rostros.
Pero amanece
y me falta un hervor
en el fuego de unos labios.

J.J.C. Juan Jiménez Caballero


MICRORRELATOS

Quise hacer de lo que me gusta 
una profesión,
y lo quise compartir contigo
para que el disfrute fuera
mutuo.
Quise expresarme en aquellas
tablas
y regalarte sentimientos y
emociones de colores,
tan solo por ver tu sonrisa
dibujada en el aire.
Lo quise tanto...

José María Rico


MICRORRELATOS

Y fue así como supo que no estaba enamorada de él, sino de la imposibilidad de tenerle.

Lourdes Pérez






Después de una larga vida de palabras,
difícil, —la primera noche.
No sabes de dónde vienes.
Hablas de eso.
Las paredes
redondean sus ángulos.
Dices:
.........nunca se sabe.

Henri Deluy, incluido en Poesía francesa actual (Biblioteca digital, República Dominicana, 2009).

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