sábado, 26 de mayo de 2018


VOCES entre VOCES



TEMAS TERTULIA 1-6-2018

ME GUSTARÍA APRENDER A...
ROCAS
MICRORRELATOS






"Escribo en defensa propia". Acción Poética





hay que decir lo que eso no hace. sembradíos presionados
por completo. algo que se levanta dentro de los troncos

cuando se han ido se parecen a alguien, blandos o
podridos. el estremecimiento se queda por un instante
en los brazos, la pequeña muy pequeñita sien,
tiene que estar en algún sitio. una especie de circunferencia dentro
del ojo. una especie de roce.


Hanna Nordenhök en Bländare (2009), incluido en Mujeres en el Norte. Trece poetas suecas  (Devenir, Madrid, 2011, selec. y trad. de René Vázquez Díaz).Otros poemas de Hanna Nordenhök
Los estanques...

    "La cultura de consumo, cultura del desvínculo, nos adiestra para creer que las cosas ocurren porque sí."(Eduardo Galeano)

TEXTOS TERTULIA 25-5-2018

LA FAROLA
NO SÉ
MICRORRELATOS


LA FAROLA

Si las farolas hablaran tendrían mucho que contar sobre las pasiones humanas, mucho que decir de juegos de niños y de adultos que ya creen no serlo, de balones chocando contra ellas, de motos y bicicletas encadenadas, de violencia desencadanada, de risas y llantos, tantas cosas . . .
Pero las farolas, altas, arrogantes y luminosas, no hablan, se limitan a contemplar el discurrir de la vida con la indiferencia de quien conoce sus secretos.

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


LA FAROLA

Olor a tahona,
noche sin luna,
triste la farola,
sola,
poco alumbra.
Acostumbrados mis ojos
en la penumbra
otras cosas
veo, intuyo, comprendo.
¡Eran otros tiempos!
De manejar insufrible el periódico leo
pocas noticias, muchos sucesos,
entre líneas leo, intuyo, comprendo
acostumbrados mis ojos a la penumbra.

Mil luces iluminan
en una dirección la autovía,
a los lados la nada, la negrura,
el neón deslumbra,
el neón de las casas de putas.
Ya en la gran vía
la luz deslumbra,
parece de día,
no hay estrellas,
la luna no ilumina:
bebe Coca-Cola,
camisas de moda,
hamburguesas en MacDonals,
en Máximo ropa fina,
un semáforo, para, cruza
dirección única . . .
¡Otra generación circula!
cien tuits, mil noticias,
solo propaganda, solo publicistas,
no leen entre líneas,
solo lo que sus gurús les dictan:
papel para unos, tijeras algunos,
piedra para la mayoría

Triste farola,
tú pobre luz
mi mente ilumina,
acostumbrados mis ojos a la penumbra.

Diego Francisco Guevara de Bonis
"Voces entre Voces" 25/05/18


NO SÉ

Sobrevuela la culpabilidad el sueño de los adultos, se les permite a los bebés y se les impone a los niños en verano a la hora de la siesta, pero dormir parece ser un acto vetado a los mayores. Cuántas veces llamé a mi madre (hoy hubiera cumplido 98 años) a eso de las nueve de la mañana y al escuchar su voz soñolienta le di la opción de una llamada posterior para permitirle, así, un despertar más tranquilo y su invariable respuesta era: “No, hija, tranquila, no estaba durmiendo.” Como si dormir fuera el mayor de los pecados que se pudieran cometer siendo adulto, como si soñar fuera una autopista directa al infierno.
Siempre me ha gustado mucho dormir y soñar más aún, supongo que por eso la naturaleza me otorgó el divino don de hacerlo del tirón y a pierna suelta de modo que, a mis “titantos”, aún necesito un mínimo de dos despertadores para dar los buenos días a la vigilia e incluso algunas mañanas, a pesar de ellos, me rindo a los brazos de Morfeo ignorando a los otros 999 sobrinos de la muerte.
Decía Hemingway en El viejo y el mar: “La vejez es mi despertador. ¿Por qué los viejos nos despertamos tan temprano? ¿Será para tener un día más largo?”
No sé, tal vez será que mi alma permanece joven en la curiosidad y la sorpresa mientras mi cuerpo, como cualquier máquina que se precie de serlo, pierde vigencia a medida que pasan los años; no sé, puede que la vejez me esté volviendo incrédula o que lo vivido no me haya servido de experiencia, que los días hayan sido soñados y los sueños una “petite morte.” No sé, todo puede ser.
Y tú, mamá, permítete el descanso que no te concediste en vida. Te recuerdo con ternura.
No sé bien qué hacer, creo que voy a seguir soñando.

Victoria Blanco 


NO SÉ


ESTARÍA DE DIOS (CANTO DE DESAMOR)
AUDIO:

Rafael Cotilla


NO SÉ

No sé si la vida me acaricia casi siempre o si sólo me permite sobrevivir en un huerto de ortigas.

No sé si las noches valen más o menos que los días, si una abeja más o menos que una ballena, si una ilusión más o menos que un deseo cumplido.

No sé si vale la pena partirte la cara por causas perdidas, pero sé que produce un extraño placer y todas acaban siendo, con el tiempo suficiente, realidades ganadas.

No sé si vale la pena luchar por algo o no, pero sé que tengo una deuda con quienes lo hicieron y nos legaron un mundo mejor.

No sé si es deseable que se hagan realidad los sueños de los locos, pero sé que hay locos de colores muy diferentes, que unos dan vida y otros la quitan, y que no podemos más que jugar a la ruleta de la vida.

No sé si es mejor o peor la música o el silencio, pero sé que ambos se necesitan para existir.

No sé a qué sabe la muerte, pero sé que estoy condenado a saberlo.

No sé a donde llevan los sueños, pero sé que siempre vuelan por encima de las realidades para crearlas.

No sé si vale la pena ser ingenuo, pero sé que vale la pena cultivar la esperanza.

No sé si algún dios nos creó o nosotros los creamos a todos ellos, pero sé que uno necesita al otro para existir.

No sé si los renglones de la vida son torcidos, rectos o círculares, pero sé que a veces son todo dolor y a veces todo alegría.

No sé porqué cantan los pájaros o gritan los niños, pero sé que alegran y dan sentido a la vida.

No sé si valdría la pena vender todos los sueños por una supuesta seguridad, o si lo único seguro es que todo se acaba.

No sé, pero intento aprender, y el camino, desde este pequeño planeta, parece infinito.

No sé si todo esto vale la pena, pero sé que no tengo prisa en mi condena con fecha de caducidad.

No sé donde acaba este camino eterno.

Por no saber, ni siquiera sé si sé o no sé.

No sé si amanecerá mañana para mi, pero sé que no saberlo, paradójicamente, le da sabor a la vida.


Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


NO SÉ

Mentira como el sabor a plátano del yogur.
Verdad como tu lengua dormida en mis besos.
Hay noches que duermo de pie, abrazado a los árboles. Hipnotizado por la luna.
Hay días que ando haciendo el pino para alimentarme de las hormigas.
Hay madrugadas que no vomito mi nombre, porque he devorado tu carne.
Hay tu sonrisa. Esa que me redime de seguir sangrando
y llama a mi corazón, para que ruede montaña arriba.
Entonces, no necesitamos tocarnos la llagas para creernos.
Pero yo maldigo el deseo cuando ya no es bastante,
para seguir la batalla entre tú yo.
No, no compro el miedo de la compasión en las caricias.
No, que no llegue el tiempo de las telas de araña
en nuestros labios.
No nos diremos palabras de amor
como quienes intercambian presos.
Hoy no canto canciones tristes como un pájaro malherido...
Hoy anhelo el momento desnudo, cuando tú y yo sólo somos uno.
Ámame con las luces apagadas, bajo este eterno eclipse de sol.

J.J.C. - Juan Jiménez Caballero


MICRORRELATOS

Yo soy la creación 
de tu ser.
Soy su creación 
y soy su sustituto.
Intachable su reputación
con la que a mi me formó
y de ello me hizo
muy suyo.
Yo soy siempre seré,
y el dia que tu me faltes
seremos uno a los ojos
de los que quieran ver.

José María Rico







No digas «yo» y «mío».
Tales palabras son la raíz del mal,
las cadenas en mis pies
y la soga en mi cuello.

Kabir, incluido en  Poemas de Kabir. Mística de la India medieval (Miraguano Ediciones, Madrid, 2011, ed. y trad. de Enrique Gallud Jardiel).

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