domingo, 25 de diciembre de 2016

VOCES entre VOCES

TEMAS TERTULIA 30-12-2016

ACCIDENTES VITALES
LA MADRUGADA
PIENSO DEMASIADO

"El que teme sufrir ya sufre el temor."

 (Proverbio chino) 







LA PRIMAVERA
(Ubayd Allah al-Walid ibn al-Buhturi, Siria, 820-897)

La libre primavera te ha llegado:
camina tan sonriente y tan hermosa
que casi puede hablar.
En las profundas sombras de la noche
Nawruz ha despertado a las primeras rosas,
dormidas aún ayer.
El frescor del rocío las va abriendo
lo mismo que si fuera divulgando
algo que estaba oculto.
De nuevo devolvió la primavera
su vestido a los árboles, y es cual si desplegaras
un precioso brocado.
Y resulta tan fino el soplo de la brisa
que el gozo del aliento de los seres queridos
parece que te trae.

Ubayd Allah al-Walid ibn al-Buhturi, incluido en Poesía árabe clásica oriental (Litoral. Revista de la poesía y el pensamiento, año XVII, nº 177, Málaga, 1988, selec. y trad. de Pedro Martínez Montávez).

"La cultura ayuda a un pueblo a luchar con las palabras antes que con las armas".(Gugliermo Ferrero)

TEXTOS TERTULIA 23-12-2016
CARTA A MI MISMO
EL HIELO AZUL
ALMA.

CARTA A MI MISMO
Ya sabes que te conozco desde que naciste, incluso antes, aunque, sinceramente, no lo recuerdo.
Sí recuerdo tu infancia, tus juegos, tus miedos y tus extrañas certezas, creo que la vida fue bastante generosa contigo, con nosotros, en esa época.
Luego todo se complicó . . .
Empezaste a entrar en el mundo adulto a trompicones, como todos, y la vida también ahí te hizo algunos regalos: Conocer una dictadura y una democracia, la tiranía y algo parecido a la libertad, el integrismo religioso y el aire fresco de la duda que abre las puertas de la mente, y el amor, ah, el amor, que siempre colocabas en segundo término tras las ideas que ingenuamente creías que servirían para construir un mundo mejor . . .
Aún tardaste años en darte cuenta de que, vivieras donde vivieras, por cruel o sanguinaria que fuera una dictadura o injusto un sistema social, nadie podía hacerte sentir esclavo si tú no dabas tu consentimiento, que hay evoluciones más que revoluciones, y que el amor se manifiesta de mil formas ante la vida. Así empezaste, lentamente, a abrir los ajos, o uno al menos.
Dejaste de creer en buenos y malos y sustituiste ese dañino paradigma por el de personas sanas y enfermas, así ya no tenía sentido odiar a nadie.
Dejaste de creer en derechas e izquierdas políticas para creer en una democracia directa y real donde todos los ciudadanos votaran las decisiones importantes que afectan a su vida social, sin importar su ideología o religión.
Todo era, después de pasar por tantas complejidades, de una simpleza que deslumbraba, había muy pocas cosas por las que valiera la pena discutir o luchar, realmente pocas, pero muchas que valía la pena disfrutar y permitir que hicieran más grande nuestra existencia y la de quienes nos rodean, tantas . . .
La vida te fue, nos fue, enseñando lecciones que nunca hubiéramos sospechado siquiera que tendríamos que aprender y dolores insoportables, al final, paradójicamente, sólo te dejó el consuelo de ser mortal . . .
Me sorprende, ilusiona y esperanza todavía la grandeza con la que juegan los pocos niños libres que quedan, verdaderos artistas, o la ilusión invencible de los amantes jóvenes, justo antes de ser heridos por sí mismos o el paso del tiempo, o la envidiable seriedad y concentración de las personas que saben disfrutar de su trabajo, o la incomensurable paciencia de la inmensa mayoría de la humanidad, resignada ante una reducida minoría que transforma sus vidas en un infierno sólo para acumular enormes fortunas que nunca podrán ni siquiera malgastar, tanto y tan absurdo dolor . . . un mundo todavía primitivo . . .
Y aquí estamos, viendo cada día pasar la vida con una mezcla de paciencia y asombro, de ilusión y resignación, todo sin prisa ni pausa, intentando fluir como una hoja otoñal sobre cualquier arroyo, conociendo certeramente, y ya sin temor, el desenlace final de esta obra.
Te conozco desde que naciste, incluso antes, ya sabes, y ni me avergüenzo ni me enorgullezco de ti, pero creo que es suficiente que hayas aprendido, aunque sólo sea eso, una lección vital que dé sentido a tu vida, tan simple como, por desgracia, difícil de encontrar: Vivir y dejar vivir.

Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com

CARTA A MI MISMO
Telepatía

Mi “Yo” vivo nunca piensa en la muerte. O mejor dicho, casi nunca. Para eso ya está mi “Yo” muerto.

Bueno, fuera comillas. A veces me reúno con mi Yo muerto en un cuarto oscuro. Nos comunicamos telepáticamente a la velocidad de la luz... Yo le cuento las últimas novedades en las distintas materias que nos interesan a ambos para mantenerlo al corriente de la actualidad. Y Él, con cuatro pinceladas, me retrata su experiencia en ese mundo vegetativo tan ajeno a la vida corriente y moliente que llevo ahora mismo. Siempre me sorprende su desapego a lo que vivió en su día, el muy ladino. Y yo intento epatarle contándole, por ejemplo, los adelantos tecnológicos y científicos actuales, pero Él parece que no se inmuta, claro está. Los muertos no suelen inmutarse.

En este rifirrafe que nos montamos, creo que los dos sacamos partido a esta especie de bipolaridad ultraterrena. Aunque últimamente nos reunimos menos; mi mujer cree, erróneamente, por supuesto, que me encierro en el cuarto para comunicarme digitalmente con alguna amante de esas que he debido conocer en “internet”. Y no está el horno para bollos. Y ya que hablamos de bollos, pues nada, que el muerto al hoyo y el vivo al bollo. A vivir, que son dos días.

José Luis Álvarez

CARTA A MI MISMA

Llega un momento en que el silencio es traición”
(Discurso de Martin Luther King en Riverside Church, Nueva York, 4 de Abril de 1967)

Está acabando el año y muy de cerca le seguirá tu cumpleaños, nunca te ha gustado demasiado que las fechas estuvieran tan próximas, pero así ha sido siempre y no hay posibilidad de cambiarlo; ocurre que al acercarse inconscientemente se hace un recuento del año, no te preguntes el motivo, se hace y punto, a veces la carga te resulta muy pesada y es que en tu caso el recuento se duplica.
Este año que se va no ha sido ni mejor ni peor que otros, como cada año, como cada día, definirlo como bueno o malo depende de cómo se asuman las circunstancias y de cómo se trabaje el material que nos toca, del mismo modo que el resultado de una partida no depende sólo de las cartas que se reciben también cuenta cómo las jugamos.
Yo, tu yo que te observa, sabe que este año que se despide decidiste instalarte en la armonía, en la paz, en la tranquilidad que da amar, a sabiendas de que nadie puede amar a unos sí y a otros no (si se ama se ama, no se puede estar en misa y repicando) y consciente de que amar es una cosa y el derecho a la retirada en defensa propia algo muy diferente; has aprendido a admitir, si no a entender, que cada uno actúa como puede y sabe convencido de que su actuación es la correcta e, incluso, decidiste que aun las acciones objetivamente erróneas quedaban fuera de tu jurisdicción.
Poco a poco tu sueño se hizo más sosegado, aumentó tu calidad de vida y se restableció el orden en tu cotidianidad, tu sonrisa volvió a su lugar de origen –posición que había perdido tiempo atrás– y dejaste de necesitar la aprobación ajena para vivir y ser; tuviste que dar marcha atrás en algunas ocasiones y bajarte de los trenes que no llevaban al destino escogido y lo más importante, aprendiste que no todo el mundo tiene que entendernos ni apreciar nuestros valores, que no somos monedas, que todo no es para todos ni todos somos para todo, un aprendizaje que te ha otorgado la serenidad que necesitabas para comenzar a dar y a darte.
Yo ya no debo callar más y para el próximo año, para tu próximo cumpleaños, quiero brindarte estas palabras a modo de regalo: si aceptaste que cada uno de los demás tiene derecho a pensar y actuar libremente, concédete a ti misma el de sentir lo que sientes y deja de imponerte obligaciones afectivas y condenas que no te corresponden, tu camino ya no es la línea que trazaban tus pasos cuando estabas encadenada.
Tu yo que te observa.
Victoria Blanco

ALMA

La noche no es una buena consejera para las emociones o los quebrantos...
Los asnos duermen de pie, hasta que la madrugada les alcanza, la misma hazaña realiza el caballo de noble raza...
De igual forma sorprende al noble o al villano...
Parca cobarde que en la noche te escondes y nos arrebatas los sueños cuando más confiados estamos, dormidos nos robas la vida o te llevas el ánimo para que te amemos y deseemos ser tu compaña...
Almas tristes de la noche, resistid y esperar a que os alumbre el alba, el nuevo día os devolverá el sosiego que la noche oscura arrebata...
María Martín.

ALMA

* Los dioses crearon diccionarios de emociones para que se acabaran todas las guerras, lo difícil fue enseñar a leer a los humanos . . .
* Me falta papel para tanto dolor, pero sé que siempre sobrará viento para mis cenizas.
* El cuento, en todas sus formas, ha acompañado al ser humano desde que es humano, que significa poco más que ser cuento y tener a quien contarlo.
* Los dioses jugaron y surgieron los seres humanos. Los humanos, temerosos, soñaron, y surgieron los dioses.
* Eran porque creían que eran, del resto, poco se sabe . . .

Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com


ALMA
MI CORAZÓN IMAGINA
Puedo sentir la belleza de tu alma
pero no logro ver alegría.
Sé que algo te atormenta del pasado,
algo que ya no quieres recordar.
Crees que podrían molestarme tus recuerdos
sí todavía hay amor, confía en mí.
¡Ay!, Mi corazón imagina
donde el respeto está por encima.
Puedo crear un espacio en el vacío
donde podrás respirar libertad.
Debes dejar de ocultarlo, es preciso
Liberate de esa escena sin fin.
Toma mis manos y desnudate en ellas
y disfruta la humedad de mi piel,
deja entrar el calor de mi cuerpo.
Recorreremos el mundo del placer
Crees que podrían molestarme tus recuerdos
sí todavía hay amor, confía en mí.
¡Ay!, Mi corazón imagina
donde el respeto está por encima.


José María Rico.

ALMA
Me siento raro
(Letra y música.- Babelain)

Me siento raro/tengo la sensación
De que he perdido el tiempo/ese que marca el reloj
Nadie te enseña/a manejarlo mejor
Desde que naces/hasta que pierdes la voz
Ya en la cuna/te cuentan cuentos de hadas
Empiezas a pasar hambre/y te pellizcan la cara

Pero nunca nadie/ha entendido nada

Eso le dijo Artaud/a los surrealistas
Cuando perdieron el norte/y se salieron de la pista
Nadie nos guía/por el camino feliz
Y así nos va/de desliz en desliz
Luego en la escuela/te enseñan más chorradas
Que nos interesan/menos que los cuentos de hadas

Pero nunca nadie/ha entendido nada

La vida es corta/hay que intentar disfrutarla
Aunque alguno/se empeñe en fastidiarla
Vivir para trabajar/eso no tiene sentido
Hay que compensar/si no, no habremos vivido
En la adolescencia/se da la vuelta a la tostada
Cuando creías/que la tenías controlada

Pero nunca nadie/ha entendido nada

Vas quemando etapas/simulas saberlo todo
Pero en realidad/te sientes como Quasimodo
Te crees que estás pasando/ por un gran momento
Y luego resulta/que todo es un esperpento
Ya eres adulto/vives la gran temporada
Pero lo que tienes/es una gran empanada

Y es que nunca nadie/ha entendido nada

El tiempo perdido/ya no se recupera
Cuando menos te lo esperes/serás una calavera
Y te recordarán/con mucho sentimiento
Pero para entonces/te importará un pimiento
Cuando seas viejo/y te mires a la cara
Te reirás de todo/ aunque la broma haya salido cara

Y es que nunca nadie/ ha entendido nada

José Luis Álvarez - Babelain

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