sábado, 27 de agosto de 2016

*VOCES entre VOCES
     "Quien no condena el mal,

    lo está alimentado."         

               (Leonardo da Vinci)



    TEMAS TERTULIA 2-9-2016
BODEGAS
LA VANIDAD
NO TENGO NI IDEA

En atención a las exigencias estéticas
(que también son las de la funcionalidad)
los arquitectos han hecho las nubes cuadradas.
Sobre los bosques desolados se extienden pues los suburbios.
Por encima de las colinas, se alinean las altas nubes cúbicas
reflejándose profundamente en el confiado lago forestal,
inmensas filas de ventanas vacías
subrayadas por el bello neón rojo de la puesta de sol.
Allí juegan, en montones de cúmulos piadosamente respetados, higiénicos niños
(jamás rozados por manos humanas)
mientras revolotean en torno a ellos con sombrillas rotatorias
niñeras municipales severamente remuneradas.
Cada día se hace noche y asexuados trabajadores vitaminados
llegan en rebaños a sus casas, por quintas, según convenios colectivos
a su vida privada, a Svea, la reina de las hormonas,
vigilada rigurosamente por porteros que inspiran confianza.

Y se hace noche y silencio. Únicamente el helicóptero de la basura
susurra despacito de puerta en puerta
conducido por un futuro marginado, un anarquista y poeta
condenado de por vida a retirar toda la pornografía de la fantasía.
A distancia parece un gigantesco esfíngido
zumbando ante el racimo matinal de madreselva rosácea
por encima, oh, muy por encima de los salutíferos bosques de los deportistas
donde no vagabundeará ya nunca más vagabundo alguno.

Gunnar Ekelöf en Non serviam (1945), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).

"No hay herejía ni filosofía tan odiosa para la Iglesia como el ser humano." (James Joyce)


    TEXTOS TERTULIA 26-8-2016
    ¿POR QUÉ NO?
    LA CABRA TIRA AL MONTE
    ¿POR QUÉ SÍ?

¿POR QUÉ NO?

En la infancia, llega un cura y mete en la cabeza dogmas. Eso empieza a condicionar el pensamiento y el pensamiento debe ser libre, más que la libertad de expresión. Si con la libertad de expresión lo que expresa es lo que le dicen que diga, no interesa. Lo que importa es lo que pensamos.” (José Luis Sampedro)

Porque no me gusta cómo miran ni cómo besan.
Porque no acepto la calaña de sus ideas.
Porque no me cautiva su risa y tampoco su sonrisa.
Porque no gozan de nobleza de espíritu.
Porque no suponen a los demás como iguales.
Porque no poseen extensión de mente.
Porque no pueden ser y se identifican con tener.
Porque no disfrutan de cara, sólo de cruz.
Porque no admiten el concepto libertad.
Porque no palpita su corazón, se mueve sin más.
Por eso no me gustan los macarras de la moral.
Victoria Blanco para VOCES entre VOCES (Nerja)- 26/07/2016

Compartir con vosotros que DIVERSIDAD LITERARIA ha seleccionado un poema mío para el libro POETAS NOCTURNOS. Me siento feliz.
Besos,
Vic

CONJUGÁNDOTE
Puedo escribir diez versos
o inventarme doscientos;
arañar los recuerdos
o elegir vivir hoy.
Puedo hacer un poema
que contenga tu nombre
o escribir vagas letras
que no hablen de tu piel.

Puedo, podré, podría…
Te conjugo, lo sé.
Victoria Blanco
    ¿POR QUÉ NO? ¿POR QUÉ SÍ?
* Podemos empezar a tomarnos en serio lo de que todos nacemos libres e iguales . . .¿por qué no?
* Podemos dejar de creernos lo que nos cuentan los medios de comunicación, en España, el 70% en manos de grandes grupos empresariales, vamos, en manos de la banca privada, aunque hablen de libertad de prensa . . . ¿por qué no?
* Podemos empezar a darnos cuenta que no necesitamos una élite privilegiada que nos dirija, que las decisiones importantes (declaraciones de guerra, presupuestos generales, sueldos de nuestros empleados, los políticos, etc.) se puede y debe preguntarse a todos los ciudadanos . . . ¿por qué no?
* Podemos empezar a dejar de pensar como nos han educado, como esclavos, y elegir entre tantos sistemas educativos que ya sabemos que funcionan uno para crear la primera generación de personas libres . . . ¿por qué no?
* Podemos dejar de creer en conceptos obsoletos como derechas e izquierdas, ya sabemos que no hay peor tirano que un esclavo con el látigo en la mano, al margen de la etiqueta que se ponga . . . ¿por qué no?
* Podemos empezar a comprender que otro mundo mejor ya es posible, tenemos los medios, las herramientas, sólo nos falta la ilusión por crearlo, y nadie puede impedir que lo hagamos en nuestra vida cotidiana . . .¿por qué no?
* Pero también podemos refugiarnos en la etiqueta de la normalidad, en la normalidad del miedo y la frustración, pero . . .¿por qué? ¿para qué? ¿por qué sí? ¿Porque sí? Pues no.Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com 

¿POR QUÉ NO?
¿Por qué no podemos ser quien queremos ser o por lo menos intentarlo?
¿Por qué no hacemos lo que queremos hacer o por lo menos intentarlo?
¿Por qué no estamos con las personas que queremos o por lo menos intentarlo?
Y así podríamos seguir indefinidamente, donde la sociedad, la cultura, la religión, las costumbres, la política nos ponen trabas con las etiquetas de "no es políticamente correcto", "es pecado", "no es costumbre", "no es estético", "es inmoral"... trabas para reprimir instintos, creatividad, placeres. De todas las leyes me quedo con las de la naturaleza, las físicas y la lógica, las leyes políticas, religiosas, morales, modas y costumbres a la mierda, están bien para ser observadas, por otros, no por mi, y como se dice "mi libertad termina donde empieza la del otro" no infringiéndola y actuando con lógica, con la naturaleza voy a seguir haciendo lo que hago.
¿Por qué no intentamos ser como queremos ser?, aunque a ojos de otros seamos un bicho raro ¿realmente nos conocen?
¿Por qué no hacernos lo que queremos?, aunque para otros sea un meta inútil, una estupidez, ¿que sabrán ellos?
¿Por qué no estamos con las personas que queremos? aunque otros piensen que no nos convienen, que no estamos en el mismo nivel ¿quién pone las reglas?,¿quién mide los niveles?
Al carajo con todo.
¿Por qué no?
Diego Francisco Guevara de Bonis

¿POR QUÉ NO?

¿Por qué no vienes a mi
y me sorprendes?
¿Por qué no me regalas una
de tus mejores sonrisas?
¿O mejor tus locuras andante,
que tanto me hacían reír?
¿Por qué no me das aquel beso sabor a frambuesa que preparaste?
¿Por qué ya es demasiado tarde
para sentirnos eternos
como antes?
¿Por qué no?
Dime vida…
¿Por qué?
José María Rico.


    ¿POR QUÉ NO? ¿POR QUÉ SÍ?
«Tuya es la duda,
pero mía la herida«.
Yo no soy de los que ganan.
Sólo soy de los que luchan hoy,
a vida o muerte.
Uno se acostumbra a masticar cristales.
A plantar esperanza en la cuerda floja.
Faquir de tu cama vacía,
que se limpia los dientes
con las putas espadas de Damocles....
Ahora, soy fuerte desde mi talón de Aquiles.
No me importa sufrir.
Ni habitar en los infiernos.
Lo que me mata es que no creas,
que estamos alzados por un sueño.
Juan Jiménez Caballero

LA CABRA TIRA AL MONTE
La cabra siempre tira al monje…(El monje era zoófilo y la cabra lo derribaba)
El hábito no hace al monte…de piedad
Todos los caminos conducen a la ruina…
Lo que no te mata te hace más desesperado…
No es aburrido todo lo que brilla…
Como el adivino de Granada:” Parirá si está preñada”…
Como (muchos) el de Serrato: de joven ladrón y de viejo beato…
No hay humo sin contaminación…
Cuando el río suena…¿cuándo?
El amor es ciego, pero no invisible…
No se puede luchar contra el destino, quien nace lechón muere cochino
“ “ “ “ “ “ “ “ “ Pepín “ Pepino
No te tomes la vida tan en serio: Nadie sale vivo…
José Manuel Cabezas Cabello

LA CABRA TIRA AL MONTE
Antiguo refrán que significa que al final acabamos haciendo lo que hemos aprendido desde pequeñitos o que no tendemos a cambiar nuestras costumbres sean malas o buenas y ¿por qué no?
Cada uno es libre de hacer con su vida lo que desee.
Pero también ocurre que no siempre este refrán es cierto. a mi me gustaría ser pintora,  llevar una vida bohemia y viajar en tren porque sí, éstas no son mis costumbres ni me lo enseñaron de pequeñita pero es lo que me gustaría y si deseas mucho una cosa,  como dice otro refrán, ten cuidado con lo que deseas porque el destino te puede castigar concediéndotelo.
MCGC

LA CABRA TIRA AL MONTE
Vicente era un señor ya entrado en años, jubilado para más señas, a quien parte del barrio tenía por excéntrico y otra parte, la mayoría, por una buena persona.
Vicente tenía de mascota una cabra a la que llamaba Ivanova, sin que nunca nadie hubiera conseguido que explicara el porqué de elegir ese nombre, pero por alguna razón el rostro del anciano se volvía sombrío ante la pregunta, como abstraído en recuerdos que no parecían ser, desde luego, muy agradables.
Vicente iba con Ivanova a todas partes y no solía tener problemas, al menos en el barrio,como él mismo argumentaba: “Si unos llevan perros, otros gatos y hasta alguna iguana, ¿por qué no puedo llevar yo a Ivanova conmigo?”
Pero Ivanova no era una cabra normal, parecía tener ciertos poderes intuitivos o telepáticos y adivinaba rápidamente la relación entre las distintas personas y su amo o amigo. Pocas veces se mostraba agresiva, pero sí solía hacer amago de embestir cuando alguien se burlaba de Vicente o de su particular relación con ella. Sólo había un sitio donde Ivanova solía perder los papeles en vez de comérselos: el banco donde Vicente guardaba sus pocos ahorros, la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. Al entrar en la oficina bancaria, tal vez notando la desazón que invadía a su amigo, se volvía arisca y hasta pendenciera, teniéndole especial manía al interventor, al que miraba siempre con cara de pocos amigos.
El banco cambió de nombre con los años, cambió la decoración de la oficina, cambió de logo, cambiaron todo menos a los ladrones que lo administraban, que añadieron familiares y amigos a la banda . . .
Vicente resultó ser uno de los tantos estafados con las “preferentes”, un producto encarecidamente recomendado por el interventor al que tan poco quería Ivanova.
Un día, al presentarse en el banco a reclamar los ahorros de toda su vida y escuchar la explicación del interventor, plagada de mentiras y contradicciones, la cara de Vicente se fue transformando, roja de ira e indignación, mientras Ivanova observaba la escena como un partido de tenis, alternando una mirada a la cara de Vicente y otra a la del interventor hasta que, finalmente, estalló, sacando toda la fuerza que la naturaleza había regalado a sus patas y sus curvos cuernos.
Esta vez Vicente no hizo nada por detenerla, soltando la correa mientras le decía al interventor: “¡¡Usted es un sinvergüenza!!”, y como si esa frase hubiera sido el disparo de salida de una carrera olímpica Ivanova se lanzó contra él y todo lo que le rodeaba con tal fuerza que más parecía un búfalo que una cabra. El interventor se refugió en un despacho y a duras penas podía mantener la puerta cerrada ante las embestidas de Ivanova quien, viendo que tardaría mucho en echarla abajo, decidió empezar a saltar de lado a lado de la oficina rompiendo y embistiendo cuanto se cruzaba en su camino. Vicente, por su parte, se limitaba a gritarle, aún sentado en su asiento: “Dale, Ivanova, dale, que estos son todos más cabrones que tú . . .”
El resto de los clientes reaccionaron de diferentes maneras: unos, los más jóvenes, ya habían sacado sus móviles para grabar la escena mientras decían entusiasmados: “Esto lo subo a internet hoy mismo”. Un señor mayor, también víctima de las preferentes, se limitó a decir con parsimonia: “Ésta debe ser la cabra de la Legión . . .” Una niña gritaba dirigiéndose a su madre: mira mamá, como las cabras del documental de ayer”
Cuando al fin llegaron varios policías, a los que les costó aguantarse la risa, se atrevió a salir del despacho el interventor, con el rostro pálido y el semblante descompuesto, para pedir explicaciones a Vicente: “Todo esto lo tendrá que pagar” “Sí, hasta el último céntimo, contestó Vicente, cóbrelo de mis ahorros, usted sabrá donde están”.
Mientras le acompañaba a la puerta, un policía le dijo en voz baja a Vicente: “Pero hombre, la que ha armado usted, a su edad . . .”
No he sido yo, agente, ha sido Ivanova, ya sabe, a las cabras les tira el monte y les atraen los cabrones . . .”

Nekovidal - ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com 

2 comentarios:

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  2. Me salió tan feo que borré.
    Me encanta leeros y, en esta ocasión, además, me habéis hecho reír. Gracias.

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