VOCES entre VOCES
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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.
729 ES EL CÓDIGO COMERCIAL DE ISRAEL, TODOS LOS CÓDIGOS DE BARRAS DE LOS PRODUCTOS QUE EXPORTAN EMPIEZAN POR ESE NÚMERO.ADEMÁS, RECIENTEMENTE UN GRUPO FINANCIERO ISRAELÍ HA COMPRADO UNA GRAN PARTICIPACIÓN DE CARREFOUR.LA CAUSA ÚLTIMA DE LAS GUERRAS SIEMPRE ES LA CODICIA, EL DINERO, NO COMPRES PRODUCTOS DE ISRAEL MIENTRAS SEA UN ESTADO GENOCIDA.
5 poemas de Pilar Sanabria
Este
poemario habla de la brevedad de la vida, ya que la autora relata su
reciente experiencia con el cáncer. Haber pasado por esa experiencia
hace que la poeta maneje el lenguaje en su extrema pureza y que
invoque en cada verso a maestros como Góngora y Aleixandre.
En
Zenda reproducimos cinco poemas de No
fue de charol mi otoño de adentro (Los
Libros de la Frontera), de Pilar
Sanabria.
*****
INCONSCIENCIA
Dentro
de mi lejanía quedé muda,
las
historias galopaban en mi afuera
pero
mi mente era un molino, una sala de techos deslizantes,
un
gotero de jaulas tempestuosas.
El
vecindario carnicero de unos cuervos
que
picoteaban mis venas
como
un país secreto y minado.
En
espiral un traje de yodo
como
un estandarte de amarillas lunas.
Los
túneles más trepidantes de Dios
embaucaron
mis arterias, era un azogue taciturno,
el
enjambre de un sueño de adoradores,
una
patria de arañas custodiando mi saliva.
¿Qué
contar de aquella siniestra tregua
que
me impuso la corona de mi impostura?
*
BIOMBOS
Parecían
salvarme de infinitos blancos,
apartarme,
retirarme del flagrante desnudo del dolor, de las eróticas flautas
de los termómetros,
del
reino de las islas de algodón,
del
temblor de los pulmones al otro lado,
de
la épica de los intensivistas doblando turno, del crujido de un
corazón de treinta y cinco años explotando en la tormenta de las
sábanas.
Del
entubado anciano que solo quería despertar al lado del río de su
pueblo
y
volver a ser buscador de oro en el Far
West.
Toda
esa alegoría traspasaba al débil centinela del biombo, ése que
pretendía separarme
de
mi imagen y semejanza,
de
un volcán inflamado de ansiedades
*
LOS
MIEDOS
“El
miedo es mi compañero más fiel,
jamás
me ha engañado para irse con otro”.
WOODY
ALLEN
Con
el aliento intermitente, el vómito amarillo, las zancadas de la duda
ganando
carrera al pensamiento.
Sin
morir y regresando de un sueño de milenios enquistados enumeré
todos los héroes que,
ocultos
hacía tiempo,
no
visitaban mis jardines.
Recordé
a mi hermano no nacido nunca
en
el ágora griega como el orador que nunca fue.
A
mi hermana no nacida nunca
con
mesura de mar en los pies descalzos. La luz atenuada, como
deshaciéndose, como un ala de mariposa cosida sin dedal. Así
levité, el oxígeno me contaba historias igual que un tusitala de
Samoa.
Dios
al pie de la Cruz Roja buscando treinta monedas para traicionar a
quien me entregó al miedo.
*
LA
SONDA
Buscaron
un ocre tesoro líquido de oro entre mis piernas
que
solamente yo conocía. Una mina ductil con el don de un cofre.
Allí
hundieron como alabarderas ese díscolo áspid y fue a ciegas, una
tarde en la sala de urgencias, practicaron en mí una decoración de
interiores.
En
la bolsa dulces flagelos rosas salieron de mí flotando, volviéndose
unicornios tornasolados,
peces
de grafito que se columpiaron como un misterio. Calma, me decía,
este garfio de inquisición cesará, esta fuente amarilla que no mana
ahora
es
tan solo un modesto pozo trasnochado en duermevela, la doméstica
variedad de mi frontera.
Luego,
atravesando ese dintel, parecía no estar en mí, haberse enlazado de
por vida a la caligrafía de mi vientre.
Parece
que obtuvo su parca victoria en aquella guerra civil de mi dolor.
Y
como era una sonda, escabel propicio a mi entraña, umbral hacia el
gozne nublado de mi escasa borrasca, sacó a bailar a la más fea de
mi lluvia
y
se abrieron aplaudiendo todos los paraguas de la madrugada.
*
LA
VISITA
Para María José, por su mirada.
El
primer día pudo verme a la hora de visita, asaltó la tramoya de los
antihéroes,
de
los que entre sueños escondemos fetiches que están lacrados como
punzadas.
Pudo
verme, descendió como una tenue criatura de espuma
a
mi intenso pantano de almohada, me bañó el rostro de promesas.
Pensé
que era un sueño de penumbra
mutilado
en el arrecife de mi mente, un presagio funerario, vaticinio de aquel
perro ladrador de la tragedia.
Pero
fue ella como Penélope,
trajo
un hogar de hoguera en la mirada, tejió calles nuevas a mis muslos
taciturnos y al aposento putrefacto de corazas
dejó
liberado como una perfumería en viernes.
Su
amor desembarcó toda la ciencia de los vencejos, el pasto milenario
del horizonte,
sus
vaqueros me habían guardado
la
entreabierta lucidez de los jardines.
Expropió
el dolor con su sonrisa en aquella primera visita, el primer día que
pudo verme sola ante la muerte.
***
Pilar
Sanabria (Córdoba,
1963) ha sido periodista radiofónica. Ejerció su profesión durante
más de 30 años en la cadena Onda Cero Radio como directora de
programas locales. Colaboradora habitual en medios cordobeses. Con
más de una veintena de libros publicados, su poesía ha sido
traducida al árabe, inglés y portugués. Es una de las fundadoras
del Colectivo Abierto de Poetas Cordobesas, creado en 1998, del que
es presidenta en la actualidad. Secretaria de la Asociación Cultural
Astro y artífice de la primera antología de escritoras cordobesas
bajo el título: Estirpe
en femenino: 28 poetas cordobesas, editada
por la Diputación de Córdoba en el año 2000. En su haber cuenta
con premios como el de la Mutual Complutense de Alcalá de Henares,
Mujerarte de Lucena y el XXIII Premio Juan Bernier del Ateneo de
Córdoba. Activa dinamizadora cultural. Es miembro de la Asociación
Andaluza de Escritores y Críticos Literarios. En 1998 recibió el
Premio Meridiana de la Junta de Andalucía y en 2018 se le otorgó el
Premio Igualdad de la Diputación de Córdoba.
—————
Autora: Pilar
Sanabria. Título: No
fue de charol mi otoño de adentro. Editorial: Los
Libros de la Frontera. Venta: Todostuslibros.
https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-pilar-sanabria/
TEMAS
TERTULIA 17-10-2025
LIBRE
ALBEDRÍO
¡VIVA
LAS CAENAS!
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
TEXTOS
TERTULIA 10-10-2025
PRÍNCIPES
DE LAS TINIEBLAS.
BASTONES.
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
PRÍNCIPES
DE LAS TINIEBLAS
Soy
consciente de que en algunos momentos todos podemos ser de todo
acuciados por la presión externa o interna; pero hay seres que nacen
con una maldad especial, seres a los que les vendría que ni pintado
el título de príncipe de las tinieblas. Yo me he topado con alguno
y me costó años de inquietud y múltiples desconciertos interpretar
las improntas que llegaban a mi instinto procedentes de su
perversidad y ante las que me sentía incapaz de reaccionar, quizá
fuera por falta de palabras, quizá por exceso de miedo porque, al
parecer, solo yo las detectaba.
Dice
John Milton (Al Pacino) en «Pactar con el diablo»: «No te pongas
muy arrogante, por muy bueno que seas nunca dejes que te vean venir.
Eso es un error. Tienes que mantenerte pequeño, inocuo, ser
chiquitito; ya sabes, el torpe, el leproso, el pelele de provincia.
Mírame, subestimado desde el primer día. Nunca pensarías que soy
el amo del universo, ¿verdad?»
Con
esa estrategia despistan sus satánicas majestades -no, no me refiero
a los Rolling-, saben que esperamos a la maldad en forma de ángel
caído que se rebela abiertamente contra dios y este le condena al
fuego eterno convirtiendo su rostro, antaño el más hermoso entre
todos los ángeles, en una máscara espantosa de ojos rojos y voz
ronca que reparte el mal por donde pasa.
Ojalá
el diablo fuera tan evidenciable y reconocible.
Los
sagaces príncipes de las tinieblas que caminan entre nosotros se
muestran extremadamente amables mientras observan y estudian a sus
víctimas con meticulosa precisión y, una vez conocen sus
debilidades, solo tienen que pulsar la tecla correspondiente. Si es
la riqueza lo que te gusta, ellos fomentarán en ti la avaricia hasta
nublar tu mente; si el sexo, conseguirán que la lujuria marque tus
días; con la comida excitarán tu gula; y lo mismo harán con la
pereza en tus días de apatía; aprovecharán momentos de
desconcierto para empujarte a desatar tu ira; si descubren un don en
ti, tocarán tu soberbia de manera magistral; y, en caso de que te
encuentres apartado de estos grandes males, se encargarán de aplicar
una buena dosis de comparativas irracionales para generar una envidia
sorda que te mantenga en constante desvelo.
Pero
ellos no solo utilizan los pecados capitales, aunque son los más
llamativos, ellos usan todas las argucias habidas y por haber para
componer «su obra» y luego, lavándose las manos, se sientan a
disfrutar de la diabólica función sin mover una pestaña,
complaciéndose en el mal con un débil rictus de satisfacción en el
rostro: «Yo no hago que las cosas pasen, ni obligo a nadie a actuar.
Yo solo pongo el escenario», se jacta John Milton.
Puedes
descubrirlos, es difícil, pero no imposible. Tienes que prestar
mucha atención a cómo manejan sus redes vinculares; fijarte en si
el tejido que urden contiene sadismo, si se relacionan contigo desde
su pedestal, si consideran casi todos tus actos desacertados; pero,
sobre todo, ten mucho cuidado si necesitas de su validación para
sentirte aceptable porque, si así fuera, para librarte de sus garras
solo te queda alejarte. ¡Hazlo sin perder tiempo! Corre sin volver
la vista a atrás. No es una huida, es la única posibilidad de tomar
las riendas de tu vida, la única forma de salvarte y conseguir salir
del infierno para obtener el cielo en la tierra.
08/octubre/2025
- Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»
BASTONES
¿Y
si no fuera yo?
Y si saliera de mi
cuerpo
Y si bañara mi cabello en
lágrimas
¿Un intercambio?
Las
muletas de mi infancia
Por el único
bastón de su senectud
No hay
negocios justos en la vida
La
justicia la inventó un hombre
Que
decidió creer en la ceguera
Que
decidió creer que el karma necesitaba ayuda
Que
decidió creer que el universo no se ordena solo
Este
es mi negocio:
¿Cuándo voy a
empezar a tallar su bastón?
¿Debo
pensar en mi muleta como referencia?
No
Dolor,
ojalá fuera de caminar
Dureza, ojalá
fuera la mirada
Pero es el corazón,
siempre el corazón
Otro paso, otro
pasito
Más cerca de la tierra
Y
yo aquí, gubia en mano
-Mentira, aún
no la he comprado-
Y yo aquí,
mirando el bosque
Buscando un árbol
adecuado
Para tallar su bastón
Sara
Vi Ta
Este poemario habla de la brevedad de la vida, ya que la autora relata su reciente experiencia con el cáncer. Haber pasado por esa experiencia hace que la poeta maneje el lenguaje en su extrema pureza y que invoque en cada verso a maestros como Góngora y Aleixandre.
En Zenda reproducimos cinco poemas de No fue de charol mi otoño de adentro (Los Libros de la Frontera), de Pilar Sanabria.
*****
INCONSCIENCIA
Dentro de mi lejanía quedé muda,
las historias galopaban en mi afuera
pero mi mente era un molino, una sala de techos deslizantes,
un gotero de jaulas tempestuosas.
El vecindario carnicero de unos cuervos
que picoteaban mis venas
como un país secreto y minado.
En espiral un traje de yodo
como un estandarte de amarillas lunas.
Los túneles más trepidantes de Dios
embaucaron mis arterias, era un azogue taciturno,
el enjambre de un sueño de adoradores,
una patria de arañas custodiando mi saliva.
¿Qué contar de aquella siniestra tregua
que me impuso la corona de mi impostura?
*
BIOMBOS
Parecían salvarme de infinitos blancos,
apartarme, retirarme del flagrante desnudo del dolor, de las eróticas flautas de los termómetros,
del reino de las islas de algodón,
del temblor de los pulmones al otro lado,
de la épica de los intensivistas doblando turno, del crujido de un corazón de treinta y cinco años explotando en la tormenta de las sábanas.
Del entubado anciano que solo quería despertar al lado del río de su pueblo
y volver a ser buscador de oro en el Far West.
Toda esa alegoría traspasaba al débil centinela del biombo, ése que pretendía separarme
de mi imagen y semejanza,
de un volcán inflamado de ansiedades
*
LOS MIEDOS
“El miedo es mi compañero más fiel,
jamás me ha engañado para irse con otro”.
WOODY ALLEN
Con el aliento intermitente, el vómito amarillo, las zancadas de la duda
ganando carrera al pensamiento.
Sin morir y regresando de un sueño de milenios enquistados enumeré todos los héroes que,
ocultos hacía tiempo,
no visitaban mis jardines.
Recordé a mi hermano no nacido nunca
en el ágora griega como el orador que nunca fue.
A mi hermana no nacida nunca
con mesura de mar en los pies descalzos. La luz atenuada, como deshaciéndose, como un ala de mariposa cosida sin dedal. Así levité, el oxígeno me contaba historias igual que un tusitala de Samoa.
Dios al pie de la Cruz Roja buscando treinta monedas para traicionar a quien me entregó al miedo.
*
LA SONDA
Buscaron un ocre tesoro líquido de oro entre mis piernas
que solamente yo conocía. Una mina ductil con el don de un cofre.
Allí hundieron como alabarderas ese díscolo áspid y fue a ciegas, una tarde en la sala de urgencias, practicaron en mí una decoración de interiores.
En la bolsa dulces flagelos rosas salieron de mí flotando, volviéndose unicornios tornasolados,
peces de grafito que se columpiaron como un misterio. Calma, me decía, este garfio de inquisición cesará, esta fuente amarilla que no mana ahora
es tan solo un modesto pozo trasnochado en duermevela, la doméstica variedad de mi frontera.
Luego, atravesando ese dintel, parecía no estar en mí, haberse enlazado de por vida a la caligrafía de mi vientre.
Parece que obtuvo su parca victoria en aquella guerra civil de mi dolor.
Y como era una sonda, escabel propicio a mi entraña, umbral hacia el gozne nublado de mi escasa borrasca, sacó a bailar a la más fea de mi lluvia
y se abrieron aplaudiendo todos los paraguas de la madrugada.
*
LA VISITA
Para María José, por su mirada.
El primer día pudo verme a la hora de visita, asaltó la tramoya de los antihéroes,
de los que entre sueños escondemos fetiches que están lacrados como punzadas.
Pudo verme, descendió como una tenue criatura de espuma
a mi intenso pantano de almohada, me bañó el rostro de promesas.
Pensé que era un sueño de penumbra
mutilado en el arrecife de mi mente, un presagio funerario, vaticinio de aquel perro ladrador de la tragedia.
Pero fue ella como Penélope,
trajo un hogar de hoguera en la mirada, tejió calles nuevas a mis muslos taciturnos y al aposento putrefacto de corazas
dejó liberado como una perfumería en viernes.
Su amor desembarcó toda la ciencia de los vencejos, el pasto milenario del horizonte,
sus vaqueros me habían guardado
la entreabierta lucidez de los jardines.
Expropió el dolor con su sonrisa en aquella primera visita, el primer día que pudo verme sola ante la muerte.
***
Pilar Sanabria (Córdoba, 1963) ha sido periodista radiofónica. Ejerció su profesión durante más de 30 años en la cadena Onda Cero Radio como directora de programas locales. Colaboradora habitual en medios cordobeses. Con más de una veintena de libros publicados, su poesía ha sido traducida al árabe, inglés y portugués. Es una de las fundadoras del Colectivo Abierto de Poetas Cordobesas, creado en 1998, del que es presidenta en la actualidad. Secretaria de la Asociación Cultural Astro y artífice de la primera antología de escritoras cordobesas bajo el título: Estirpe en femenino: 28 poetas cordobesas, editada por la Diputación de Córdoba en el año 2000. En su haber cuenta con premios como el de la Mutual Complutense de Alcalá de Henares, Mujerarte de Lucena y el XXIII Premio Juan Bernier del Ateneo de Córdoba. Activa dinamizadora cultural. Es miembro de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios. En 1998 recibió el Premio Meridiana de la Junta de Andalucía y en 2018 se le otorgó el Premio Igualdad de la Diputación de Córdoba.
—————
Autora: Pilar Sanabria. Título: No fue de charol mi otoño de adentro. Editorial: Los Libros de la Frontera. Venta: Todostuslibros.
https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-pilar-sanabria/
TEMAS TERTULIA 17-10-2025
LIBRE ALBEDRÍO
¡VIVA LAS CAENAS!
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
TEXTOS
TERTULIA 10-10-2025
PRÍNCIPES DE LAS TINIEBLAS.
BASTONES.
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
PRÍNCIPES DE LAS TINIEBLAS
Soy consciente de que en algunos momentos todos podemos ser de todo acuciados por la presión externa o interna; pero hay seres que nacen con una maldad especial, seres a los que les vendría que ni pintado el título de príncipe de las tinieblas. Yo me he topado con alguno y me costó años de inquietud y múltiples desconciertos interpretar las improntas que llegaban a mi instinto procedentes de su perversidad y ante las que me sentía incapaz de reaccionar, quizá fuera por falta de palabras, quizá por exceso de miedo porque, al parecer, solo yo las detectaba.
Dice John Milton (Al Pacino) en «Pactar con el diablo»: «No te pongas muy arrogante, por muy bueno que seas nunca dejes que te vean venir. Eso es un error. Tienes que mantenerte pequeño, inocuo, ser chiquitito; ya sabes, el torpe, el leproso, el pelele de provincia. Mírame, subestimado desde el primer día. Nunca pensarías que soy el amo del universo, ¿verdad?»
Con esa estrategia despistan sus satánicas majestades -no, no me refiero a los Rolling-, saben que esperamos a la maldad en forma de ángel caído que se rebela abiertamente contra dios y este le condena al fuego eterno convirtiendo su rostro, antaño el más hermoso entre todos los ángeles, en una máscara espantosa de ojos rojos y voz ronca que reparte el mal por donde pasa.
Ojalá el diablo fuera tan evidenciable y reconocible.
Los sagaces príncipes de las tinieblas que caminan entre nosotros se muestran extremadamente amables mientras observan y estudian a sus víctimas con meticulosa precisión y, una vez conocen sus debilidades, solo tienen que pulsar la tecla correspondiente. Si es la riqueza lo que te gusta, ellos fomentarán en ti la avaricia hasta nublar tu mente; si el sexo, conseguirán que la lujuria marque tus días; con la comida excitarán tu gula; y lo mismo harán con la pereza en tus días de apatía; aprovecharán momentos de desconcierto para empujarte a desatar tu ira; si descubren un don en ti, tocarán tu soberbia de manera magistral; y, en caso de que te encuentres apartado de estos grandes males, se encargarán de aplicar una buena dosis de comparativas irracionales para generar una envidia sorda que te mantenga en constante desvelo.
Pero ellos no solo utilizan los pecados capitales, aunque son los más llamativos, ellos usan todas las argucias habidas y por haber para componer «su obra» y luego, lavándose las manos, se sientan a disfrutar de la diabólica función sin mover una pestaña, complaciéndose en el mal con un débil rictus de satisfacción en el rostro: «Yo no hago que las cosas pasen, ni obligo a nadie a actuar. Yo solo pongo el escenario», se jacta John Milton.
Puedes descubrirlos, es difícil, pero no imposible. Tienes que prestar mucha atención a cómo manejan sus redes vinculares; fijarte en si el tejido que urden contiene sadismo, si se relacionan contigo desde su pedestal, si consideran casi todos tus actos desacertados; pero, sobre todo, ten mucho cuidado si necesitas de su validación para sentirte aceptable porque, si así fuera, para librarte de sus garras solo te queda alejarte. ¡Hazlo sin perder tiempo! Corre sin volver la vista a atrás. No es una huida, es la única posibilidad de tomar las riendas de tu vida, la única forma de salvarte y conseguir salir del infierno para obtener el cielo en la tierra.
08/octubre/2025 - Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»
BASTONES
¿Y
si no fuera yo?
Y si saliera de mi
cuerpo
Y si bañara mi cabello en
lágrimas
¿Un intercambio?
Las
muletas de mi infancia
Por el único
bastón de su senectud
No hay
negocios justos en la vida
La
justicia la inventó un hombre
Que
decidió creer en la ceguera
Que
decidió creer que el karma necesitaba ayuda
Que
decidió creer que el universo no se ordena solo
Este
es mi negocio:
¿Cuándo voy a
empezar a tallar su bastón?
¿Debo
pensar en mi muleta como referencia?
No
Dolor,
ojalá fuera de caminar
Dureza, ojalá
fuera la mirada
Pero es el corazón,
siempre el corazón
Otro paso, otro
pasito
Más cerca de la tierra
Y
yo aquí, gubia en mano
-Mentira, aún
no la he comprado-
Y yo aquí,
mirando el bosque
Buscando un árbol
adecuado
Para tallar su bastón
Sara Vi Ta
https://iderinaweb.wordpress.com
BASTONES
Nuestros
padres fueron nuestros bastones en la infancia.
Nosotros
seremos el bastón de nuestros hijos, que a su vez lo serán de sus
hijos.
Y viceversa . . .
Pero
no sólo la sangre une, de hecho, a veces no es suficiente para crear
lazos saludables y un completo desconocido, mediante la magia de la
amistad, es nuestro bastón o nosotros el suyo.
Un
bastón, como todo lo humano, puede ser una ayuda en el camino o un
arma mortal.
Hace
tiempo que una duda me entretiene: ¿Es el tiempo el bastón de dios?
Nekovidal
– nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES – www.arteslibres.net
www.arteslibresdeandalucia.com
BASTONES
El
correo de hoy puede ser un poco "intenso". Aviso.
Al
final del día, estás contigo mismo.
Al
final del día, tu balance de vida es sólo tuyo.
Al
final del día, sólo tú puedes saber si verdaderamente has vivido
un día que mereciera la pena, o simplemente lo has "gastado"
sin más y ha sido tachado del calendario.
Sólo
tú puedes saber si realmente has aprendido o crecido algo.
Si
tu versión a la hora de irte a la cama ha evolucionado aunque sea
mínimamente en comparación con la que se ha levantado.
Al
final del día no tienes a tus padres, a tu jefe, ni siquiera a tu
pareja exigiéndote rendir cuentas.
Al
final del día, en los últimos segundos antes de quedarte
dormido, sólo
tienes que rendir cuentas con tu propia conciencia.
¿"Tienes
que"?
No,
claro. Puedes estar ocupado o distraído con otras cosas. ¿Qué
es eso de hacer balance al final de cada día? Qué intensidad, por
favor. Uf.
No
"tienes que" nada.
La
cuestión es que el
que no lo haga durante
muchos de los 30.000 días (siendo optimistas) de vida que habría
podido hacerlo...
Quizás
le dé por preguntárselo en la antesala
del último sueño.
Quizás
por eso a tantas personas les resulta difícil esa última noche
cuando la ven acercarse.
Y
es una pena.
...
Da
igual si estás en tu día 5.000, 10.000 ó 20.000 de vida.
¿En
serio no quieres hacer balance hoy para poder vivir mejor los días
que te quedan?
Te
deseo de veras que tengas las cuentas en paz contigo mismo.
Una
de las herramientas potentes que conozco es la carta
de despedida,
de la que te hablo en mi ebook.
Ponerte
en esa antesala sólo con tu imaginación puede
darte mucha claridad.
Es
un filtro de
tonterías, excusas, autoengaños...
Todas
esas cositas que nos suelen acompañar y no parecen muy molestas
porque se
disfrazan de comodidad.
De
verdad que te recomiendo que te
agendes un día y una hora contigo mismo para
hacer este ejercicio.
Y
si te apetece contarme
por e-mail algún
descubrimiento que hagas, estaré encantada de leerte :)
"Así
como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida
bien usada causa una dulce muerte".
Leonardo
Da Vinci
Si
este texto ha resonado contigo y quieres recibir reflexiones y
anécdotas similares en tu correo, y además te interesa el ebook
gratuito "¿Por qué siempre me pasa lo mismo? 5 pistas para
cambiar la perspectiva"...
Entra
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formulario: https://caminandoconsara.com/
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
La
importancia de escribir desde los márgenes: por qué la escritura no
debería ser oficio de ricos
Lo
explicaba ayer mismo Yolanda
Castaño, la
Premio Nacional de Poesía al hilo de su ensayo Economía
y poesía: rimas internas:
si la escritura no se remunera, si está incluso un poco mal visto
que haya quien reclame un pago justo, la literatura será siempre un
reducto de ricos. Y así ha sido una gran parte del tiempo. Si
echamos una mirada rápida a la historia de la literatura, gran parte
de los grandes nombres provenían de familias acomodadas o,
directamente, ricas. El acceso a la educación, paso previo a la
dedicación a la literatura, hacía casi imposible que alguien de
clase trabajadora llegase a la escritura, más aún cuando vivir de
ello era algo solo al alcance de quienes tenían un gran éxito o se
podían permitir vivir de otra actividad. La literatura clásica,
dicho de otra forma, no estaba hecha para la clase trabajadora.
Por
supuesto hay grandes excepciones, talentos tan grandes que fueron
capaces de sobreponerse a las adversidades económicas. Charles
Dickens, Juan Rulfo, Albert Camus, Edgar
Allan Poe o Jack London surgieron de la pobreza y lograron
crear una obra literaria que aún hoy se admira. Pero las excepciones
son solo las que conocemos, y no sabemos nada de los Londons, Dickens
o Rulfos que se han quedado en el camino.
Desde
el siglo XX, con un mayor acceso a la educación, la disparidad de
orígenes en la literatura ha crecido, aunque siempre ha existido esa
barrera para las clases menos pudientes que ha hecho que las visiones
que nos llegan mayoritariamente sean las de los sectores más
acomodados. Eso ha hecho que, inevitablemente, la realidad que llega
a los lectores sea menos diversa, pese a que la vida en todas sus
manifestaciones se haya ido abriendo paso en la literatura. En otros
casos, ese origen se convirtió en un tema mismo de la obra de
ciertos autores, desde John Steinbeck a Zadie Smith o Annie
Ernaux, que de una manera u otra han mostrado la vida de las
personas que han nacido en su misma situación económica. También
la literatura española posterior a la década de los 50 nos ha
dejado grandes muestras de la vida de la clase obrera y la incipiente
clase media.
La
precariedad que avanza y que va abriendo una brecha va haciendo que
haya una mayor sensibilización hacia ciertos temas, y se abra un
realismo que cuenta algo que cada vez es más común. Por eso
necesitamos a escritores y escritoras que puedan dedicarse a eso, a
escribir, en lugar de abandonar por otra profesión un poco más
lucrativa. Porque la historia que nis estamos contando tiene que ser
lo más completa posible.
BASTONES
Nuestros padres fueron nuestros bastones en la infancia.
Nosotros seremos el bastón de nuestros hijos, que a su vez lo serán de sus hijos.
Y viceversa . . .
Pero no sólo la sangre une, de hecho, a veces no es suficiente para crear lazos saludables y un completo desconocido, mediante la magia de la amistad, es nuestro bastón o nosotros el suyo.
Un bastón, como todo lo humano, puede ser una ayuda en el camino o un arma mortal.
Hace tiempo que una duda me entretiene: ¿Es el tiempo el bastón de dios?
Nekovidal – nekovidal@gmail.com
ARTES LIBRES – www.arteslibres.net
www.arteslibresdeandalucia.com
BASTONES
El correo de hoy puede ser un poco "intenso". Aviso.
Al final del día, estás contigo mismo.
Al final del día, tu balance de vida es sólo tuyo.
Al final del día, sólo tú puedes saber si verdaderamente has vivido un día que mereciera la pena, o simplemente lo has "gastado" sin más y ha sido tachado del calendario.
Sólo tú puedes saber si realmente has aprendido o crecido algo.
Si tu versión a la hora de irte a la cama ha evolucionado aunque sea mínimamente en comparación con la que se ha levantado.
Al final del día no tienes a tus padres, a tu jefe, ni siquiera a tu pareja exigiéndote rendir cuentas.
Al final del día, en los últimos segundos antes de quedarte dormido, sólo tienes que rendir cuentas con tu propia conciencia.
¿"Tienes que"?
No, claro. Puedes estar ocupado o distraído con otras cosas. ¿Qué es eso de hacer balance al final de cada día? Qué intensidad, por favor. Uf.
No "tienes que" nada.
La cuestión es que el que no lo haga durante muchos de los 30.000 días (siendo optimistas) de vida que habría podido hacerlo...
Quizás le dé por preguntárselo en la antesala del último sueño.
Quizás por eso a tantas personas les resulta difícil esa última noche cuando la ven acercarse.
Y es una pena.
...
Da igual si estás en tu día 5.000, 10.000 ó 20.000 de vida.
¿En serio no quieres hacer balance hoy para poder vivir mejor los días que te quedan?
Te deseo de veras que tengas las cuentas en paz contigo mismo.
Una de las herramientas potentes que conozco es la carta de despedida, de la que te hablo en mi ebook.
Ponerte en esa antesala sólo con tu imaginación puede darte mucha claridad.
Es un filtro de tonterías, excusas, autoengaños...
Todas esas cositas que nos suelen acompañar y no parecen muy molestas porque se disfrazan de comodidad.
De verdad que te recomiendo que te agendes un día y una hora contigo mismo para hacer este ejercicio.
Y si te apetece contarme por e-mail algún descubrimiento que hagas, estaré encantada de leerte :)
"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte".
Leonardo Da Vinci
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MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
La importancia de escribir desde los márgenes: por qué la escritura no debería ser oficio de ricos
Lo explicaba ayer mismo Yolanda Castaño, la Premio Nacional de Poesía al hilo de su ensayo Economía y poesía: rimas internas: si la escritura no se remunera, si está incluso un poco mal visto que haya quien reclame un pago justo, la literatura será siempre un reducto de ricos. Y así ha sido una gran parte del tiempo. Si echamos una mirada rápida a la historia de la literatura, gran parte de los grandes nombres provenían de familias acomodadas o, directamente, ricas. El acceso a la educación, paso previo a la dedicación a la literatura, hacía casi imposible que alguien de clase trabajadora llegase a la escritura, más aún cuando vivir de ello era algo solo al alcance de quienes tenían un gran éxito o se podían permitir vivir de otra actividad. La literatura clásica, dicho de otra forma, no estaba hecha para la clase trabajadora.
Por supuesto hay grandes excepciones, talentos tan grandes que fueron capaces de sobreponerse a las adversidades económicas. Charles Dickens, Juan Rulfo, Albert Camus, Edgar Allan Poe o Jack London surgieron de la pobreza y lograron crear una obra literaria que aún hoy se admira. Pero las excepciones son solo las que conocemos, y no sabemos nada de los Londons, Dickens o Rulfos que se han quedado en el camino.
Desde el siglo XX, con un mayor acceso a la educación, la disparidad de orígenes en la literatura ha crecido, aunque siempre ha existido esa barrera para las clases menos pudientes que ha hecho que las visiones que nos llegan mayoritariamente sean las de los sectores más acomodados. Eso ha hecho que, inevitablemente, la realidad que llega a los lectores sea menos diversa, pese a que la vida en todas sus manifestaciones se haya ido abriendo paso en la literatura. En otros casos, ese origen se convirtió en un tema mismo de la obra de ciertos autores, desde John Steinbeck a Zadie Smith o Annie Ernaux, que de una manera u otra han mostrado la vida de las personas que han nacido en su misma situación económica. También la literatura española posterior a la década de los 50 nos ha dejado grandes muestras de la vida de la clase obrera y la incipiente clase media.
La precariedad que avanza y que va abriendo una brecha va haciendo que haya una mayor sensibilización hacia ciertos temas, y se abra un realismo que cuenta algo que cada vez es más común. Por eso necesitamos a escritores y escritoras que puedan dedicarse a eso, a escribir, en lugar de abandonar por otra profesión un poco más lucrativa. Porque la historia que nis estamos contando tiene que ser lo más completa posible.
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