VOCES entre VOCES
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PARA ENVIAR TEXTOS O PROPONER TEMAS:
LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.
5 poemas de María Mercedes Carranza
María Mercedes Carranza fue una poeta nacida en Bogotá, Colombia, en 1945. Entre los seis y trece años de edad, residió en España donde su padre era agregado cultural de la embajada colombiana en Madrid. Estudió Filosofía y Letras. En 1965 fue nombrada directora de Vanguardia, página literaria del diario bogotano El Siglo. Fue nombrada jefe de redacción de la revista Nueva Frontera. En 1971 editó la Nueva poesía colombiana. Desde 1986 dirigió la Casa de Poesía Silva en Bogotá. Entre sus libros destacan Vainas y otros poemas (1972) o El canto de las moscas (1997). Fue elegida para la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. Tras meses de angustia por el secuestro de su hermano, se suicidó el 11 de julio de 2003.
***
Precedentes de la philips
“Como en los cuadros de Turner, donde la luz piensa”.
Octavio Paz
Las
investigaciones de la Philips prueban
que la luz no la creó Dios
en el primer
día. Fue Turner –desvelado en una
noche
de
Venecia– el que dijo hágase la luz y
la luz fue
hecha. En el principio
fue su pincel y hasta las nieblas
de
Londres lo reconocieron. Luego
hubo un hombre llamado Monet
que
vino a dar testimonio de la luz
entre los suyos y los suyos
sí
le recibieron. Desde entonces la luz
habita entre nosotros
llena
de Van Gogh con sus tristezas y todo.
***
La patria
Esta
casa de espesas paredes coloniales
y un patio de azaleas muy
decimonónico
hace varios siglos que se viene abajo.
Como si
nada las personas van y vienen
por las habitaciones en
ruina,
hacen el amor, bailan, escriben cartas.
A menudo silban
balas o es tal vez el viento
que silva a través del techo
desfondado.
En esta casa los vivos duermen con los muertos,
imitan
sus costumbres, repiten sus gestos
y cuando cantan, cantan sus
fracasos.
Todo es ruina en esta casa,
están en ruina el abrazo
y la música,
el destino, cada mañana, la risa son ruina,
las
lágrimas, el silencio, los sueños.
Las ventanas muestran
paisajes destruidos,
carne y ceniza se confunden en las caras,
en
las bocas las palabras se revuelven con miedo.
En esta casa todos
estamos enterrados vivos.
***
Oda al amor
Una
tarde que ya nunca olvidarás
llega a tu casa y se sienta a la
mesa.
Poco a poco tendrá un lugar en cada habitación,
en las
paredes y los muebles estarán sus huellas,
destenderá tu cama y
ahuecará la almohada.
Los libros de la biblioteca, precioso
tejido de años,
se acomodarán a su gusto y semejanza,
cambiarán
de lugar las fotos antiguas.
Otros ojos mirarán tus
costumbres,
tu ir y venir entre paredes y abrazos
y serán
distintos los ruidos cotidianos y los olores.
Cualquier tarde que
ya nunca olvidarás
el que desbarató tu casa y habitó tus
cosas
saldrá por la puerta sin decir adiós.
Deberás comenzar
a hacer de nuevo la casa,
reacomodar los muebles, limpiar las
paredes,
cambiar las cerraduras, romper retratos,
barrerlo todo
y seguir viviendo.
***
Tierralta
Esto
es la boca que hubo,
esto los besos.
Ahora solo tierra:
tierra
entre la boca quieta.
***
Arte poética
Igual
que la imagen de mi cara en el espejo
me recuerda cómo me ve la
luz,
en mis palabras busco oír el sonido
de las aguas
estancadas, turbias
de raíces y fango, que llevo dentro.
No
eso, sino quizás un recuerdo:
¿volver a estar en uno de aquellos
días
en los que todo brillaba, las frutas en el frutero,
las
tardes de domingo y todavía el sol?
El golpe en la escalera de
los pasos
que llegaban hasta mi cama en la pieza oscura
como
disco rayado quiero oír en mis palabras.
O tal vez no sea eso
tampoco:
solo el ruido de nuestros dos cuerpos
girando a
tientas para sobrevivir apenas
el instante.
Yo
escribo sentada en el sofá
de una casa que ya no existe, veo
por
la ventana un paisaje destruido también;
converso con voces
que
tienen ahora su boca bajo tierra
y lo hago en compañía
de
alguien que se fue para siempre.
Escribo
en la oscuridad,
entre cosas sin forma, como el humo que
no
vuelve,
como el deseo que comienza apenas,
como un objeto
que cae: visiones de vacío.
Palabras
que no tienen destino
y que es muy probable que nadie lea
igual
que una carta devuelta. Así escribo.
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TEMAS TERTULIA 18-10-2024
SINCERAMENTE
ORDEN
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
TEXTOS TERTULIA 11-10-2024
SURCOS
FRANQUISMO
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
SURCOS
Ahuyentar
la sombra del asombro
Jazmines
que resurgen evocados
Fragancia
perseguida,
Muerte
esquiva
Perdimos
rostros y nos reencontramos
Ante
la decadencia engañada
Por
unos minutos cansados pero vivos
Involuntaria
esperanza que nos visita
Desde
la cúpula de un cielo medio abierto
Perecen
los espejos ante los nadies
Se
cierran las sendas inmóviles
En
este contrabando de abrazos
No
quisimos marcharnos lejos
Donde
el valor pudiera agazaparse
Donde
el miedo supiera alzar el vuelo
No
quisimos
No
pudimos
Rendirnos
al abrigo de un amor perdido
Sara V.T.
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SURCOS
BUSCANDO COMO UN PERRO
Soy como un perro que escarba en la tierra
buscando un hueso escondido
que ni lo comió él ni lo dejó comer.
Hoy mira por el mañana y mañana piensa en el ayer.
Sin disfrutar de nada,
el perro vive con el temor de no tener.
Vivir sin miedo, anclados en el presente con la seguridad de que hay una trascendencia que envuelve la existencia, es disfrutar de la vida en su verdadero sentido.
Alexandra Di Estefano Pironti.
“Un salto al infinito” Ediciones Carena.
SURCOS
Vacío otoñal
El
entramado del ocre
turba caída de hojas
repitente
de
entonces acá
promiscuando
la belleza y el mal
tino
religando
la tacha y la falsa virtud
desde el alto
leonero copete
vacuo espacio
desierto tiempo
marchito
otoño.
Juan Disante
EL FRANQUISMO Y SUS MENTIRAS:
España es el segundo país del mundo, tras Camboya, en número de personas asesinadas por un régimen dictatorial y enterradas clandestinamente, sin haber recibido ayuda legal para su identificación y reparación moral, y sin haber condenado taxativamente, todos sus grupos políticos, la dictadura que les asesinó, una auténtica vergüenza internacional.
La ONU ha condenado reiteradamente la Ley de Amnistía de 1977 avisando que está fuera de toda legalidad, pero ningún gobierno se ha atrevido a reparar tal injusticia, ni aún ahora, transcurridas ya décadas del final de la dictadura.
El Partido Popular español es el único de toda Europa que no ha condenado, y sigue negándose a condenar, en el Parlamento Europeo, un sistema dictatorial, el franquismo, del que son, además, claros herederos políticos. Sólo la censura encubierta de los medios de comunicación, en manos de grandes bancos y la Iglesia Católica, explica que aún así consigan 3 de cada 10 votos, suficientes, en el sistema semidemocrático impuesto en la Transición, para gobernar.
Por si aún quedan españoles, que algunos hay, que crean justificado o justificable aquel golpe de estado militar y la consiguiente guerra civil, que creen que valió la pena aquel medio millón de muertos y arruinar completamente un país económica y culturalmente, algunos datos que nunca les facilitarán los medios de comunicación oficiales:
1º FALSEDAD HISTÓRICA:
* Se pretende justificar aquél golpe de estado por la convulsa situación social de entonces. Es cierto que la tensión social era grave, pero no es menos cierto que otros países europeos, como Holanda o el mismo Reino Unido, se encontraban en una situación similar, con huelgas, enfrentamientos y atentados diarios, y superaron esa etapa sin que una minoría impusiera mediante una guerra sus ideas ultraconservadoras. Aquí mismo, en España, hubo momentos durante la Transición en que ETA asesinaba a una persona cada semana, una situación peor que la de los años 30, pero se mantuvo la democracia, porque había voluntad de hacerlo.
2º FALSEDAD HISTÓRICA:
*Las dos Españas:
Se pretende presentar a un país dividido en el año 1936 en dos mitades irreconciliables, pero los datos demuestran que se trataba de tan sólo una minoría, apoyada por la Alemania nazi, la Italia fascista y el Vaticano, quienes se impusieron por la fuerza bruta para mantener sus privilegios. De haber sido cierto que la mitad de los españoles de entonces apoyaban el golpe militar no hubieran necesitado los golpistas recurrir a miles de mercenarios traidos del norte de África, ni a los soldados enviados por Mussolini ni a la aviación nazi, la mejor del mundo en aquella época. Muchos historiadores mantienen que sin la ayuda de Hitler Franco nunca hubiera ganado la guerra.
Un
informe de los
servicios secretos estadounidenses de 1942,
ya desclasificado, afirma que en ese año, a pesar del medio
millón de muertos,
y de los
cientos de miles de españoles
que tuvieron que huir de España,
un 70% de los que quedaron eran contrarios al franquismo y
apoyarían a los aliados en un posible desembarco por el
sur de España
durante la Segunda Guerra Mundial.
La decisión de realizar
dicho desembarco por Italia en vez de por
España cambió para siempre el destino del pueblo
español, teniendo que soportar durante décadas al único régimen
fascista que sobrevivió al final de dicha
guerra.
A esa decisión habría que sumar la actitud de Churchill, hijo de la Gran Bretaña tan o más racista que Hitler (sus textos, especialmente los de juventud, lo demuestran sobradamente) y odiador sin límites de España, pues su cultura le permitía saber que históricamente era el país europeo ante el que Gran Bretaña había sufrido más derrotas.
En la Conferencia de Yalta mantuvo Curchill frente a Stalin y Roosvelt una posición firme para que no se liberara España del fascismo. Una frase suya en dicha reunión define perfectamente la catadura moral de este personaje: "El general Franco envía los cargamentos de jeréz con más puntualidad que el gobierno de la República..."(sic)
3º FALSEDAD HISTÓRICA:
* La "paz" y el "bienestar" del franquismo:
Otro
mito que se pretende mantener, abusando de la
ignorancia histórica de la mayoría de los españoles sobre el
tema, es el de que
con Franco llegó una época de paz
y prosperidad económica, pero los datos desmontan claramente
tal mentira:
No se pudo recuperar hasta veinte años después, a mediados de los
años cincuenta, el nivel de desarrollo de la
España republicana, y en el mejor momento económico del franquismo,
a principios de los
años 70, España estaba en el puesto 23º
dentro de las economías del mundo.
Sería
a mediados de los
años ochenta y, paradójicamente, de la
mano de un
presidente socialista, Felipe González, cuando alcanzó su puesto
más alto hasta la actualidad: llegó a ser la 8º economía mundial.
Tal vez el gran error de los ciudadanos españoles fue ser demasiado generosos con el perdón durante la Transición: se perdonó a asesinos, violadores, ladrones y genocidas sin pedir a cambio ni unas disculpas. El patético presente es la consecuencia de ese perdón sin justicia previa.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com
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MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
Christophe André, psiquiatra: “La sociedad necesita la dulzura y la delicadeza de los tímidos”
El experto publica ‘La timidez’, un libro para aproximarse a esta forma de “ansiedad social” que marca el día a día de parte de la población, en una sociedad en la que “los dominantes y los narcisistas tienen el poder”
La timidez es una característica muy común. Se estima que una de cada dos personas presenta rasgos personales de timidez. Sin embargo, ser tímido no está demasiado bien visto: ni en las relaciones personales, ni en las relaciones académicas o laborales. Ser tímido es un lastre, un adjetivo con connotaciones negativas. “En nuestra sociedad, los extrovertidos, los dominantes y los narcisistas tienen el poder. Las normas sociales exigen tener confianza en uno mismo, no tener miedo de nada ni de nadie. O al menos, aparentarlo. Por eso, los tímidos se sienten inadaptados en una sociedad así, como inferiores a los demás”, explica el psiquiatra Christophe André (Montepellier, 68 años), uno de los mayores expertos franceses en el ámbito de los trastornos de ansiedad y la depresión. A España ha llegado recientemente la traducción de su último libro, La timidez (Arpa), un volumen en el que el psiquiatra se acerca con exhaustividad a esta forma de “ansiedad social” que marca el día a día de parte de la población y que, en sus formas más extremas, es capaz de paralizar la vida de las personas que la sufren.
Pregunta. Escribe en el libro que a lo largo de la historia novelistas y poetas “han inmortalizado la timidez retratándola de manera extraordinariamente acertada”. ¿Cómo definiría usted la timidez?
Respuesta. Podríamos
definir la timidez como un temor ante cualquier situación de
evaluación social: ser observado, conocer a personas desconocidas,
hacer un examen, negociar, seducir, etc. Cualquiera puede sentir un
poco de incomodidad en estos momentos, pero los tímidos experimentan
muchas más dificultades. Desde incomodidad física: el corazón les
late con fuerza, las manos les sudan, hablar se les hace complicado,
etc.; hasta incomodidad emocional, pasando por malestar psicológico.
Así que al final adoptan lo que llamamos conductas de evitación:
evitan hacerse notar en situaciones sociales, permanecen callados,
apartados, inhibidos. O directamente evitan estas situaciones por
completo.
Más información
P. Ha citado algunas manifestaciones fisiológicas típicas de la timidez como los temblores, las manos sudorosas o los sonrojos. Esto último, conocido como “eritrofobia”, es una de las peores cosas que le puede suceder a una persona tímida…
R. Sí, es así. Cuando estamos emocionados es normal que nuestro rostro pueda enrojecerse un poco, lo cual no es grave: normalmente no dura mucho, la mayoría de las veces los demás no lo notan y, si lo hacen, suelen ser comprensivos. Pero algunas personas tímidas están convencidas de que ese sonrojo las vuelve ridículas, las hace inferiores y las expone a la burla. Entonces se estresan, lo que aumenta aún más su enrojecimiento. Con el tiempo corren el riesgo de adoptar conductas de evitación, ya que ese ponerse rojo se convierte en una obsesión en la que piensan todo el tiempo.
Retrato de Christophe André en Saint Maurice el 10 de abril de 2014.FLORENCE BROCHOIRE (Florence Brochoire)
P. ¿Hay forma humana de evitar ponerse rojo?
R. Cuando la incomodidad es muy intensa, es recomendable consultar a un psiquiatra o a un psicólogo. Existen psicoterapias especializadas. Pero la clave también está en aceptar que uno puede sonrojarse sin por ello ser inferior o ridículo. Sé que no es fácil…
P. Comenta en el libro que estudios actuales han sorprendido a los investigadores al constatar que la timidez es muy común: podría afectar a una de cada dos personas.
R. Si la timidez es tan frecuente es porque ha tenido una utilidad en el desarrollo y la supervivencia de la especie humana. La timidez nos recuerda que la relación con los demás, especialmente frente a desconocidos o grupos, siempre puede ocultar un peligro. Los tímidos simplemente sienten este miedo ancestral con más intensidad que los demás. Pero el miedo a los demás no es un miedo absurdo, solo hay que aprender a utilizarlo adecuadamente: saber cuándo es mejor mantenerse un poco al margen y cuándo es necesario superarlo.
P. Teniendo en cuenta que se trata de una característica tan usual, ¿por qué la timidez suele estar tan mal vista y tener tan mala reputación en comparación, por ejemplo, con su opuesto, la extroversión?
R. Vivimos en una sociedad en la que los extrovertidos, los dominantes y los narcisistas tienen el poder. Las normas sociales exigen tener confianza en uno mismo, no tener miedo de nada ni de nadie. O al menos, aparentarlo. Por eso, los tímidos se sienten inadaptados en una sociedad así, como inferiores a los demás. Sin embargo, la sociedad necesita la dulzura y la delicadeza de los tímidos. ¡Imagine un mundo en el que todos los humanos tuvieran el mismo cerebro que Donald Trump o Elon Musk, un mundo lleno de narcisistas nada tímidos, sino egoístas y agresivos! A menudo las personas tímidas son más bondadosas que las demás, más atentas y empáticas. Saben escuchar. No buscan acaparar toda la atención, y en caso de éxito, son capaces de compartirlo y de reconocer lo que otros les han brindado o permitido.
¡Imagine un mundo en el que todos los humanos tuvieran el mismo cerebro que Donald Trump o Elon Musk, un mundo lleno de narcisistas nada tímidos, sino egoístas y agresivos!”
P. ¿Cuánto hay de genética y de epigenética en la timidez?
R. A menudo hay una pequeña parte genética en la timidez, relacionada con la hiperemotividad ante lo desconocido, ya sean personas o situaciones. Los tímidos suelen ser muy sensibles, muy emotivos desde el nacimiento frente a todo lo nuevo, y necesitan más tiempo que los demás para acostumbrarse a situaciones o personas desconocidas. Esto se observa en algunos niños desde muy temprano. No obstante, la educación y las experiencias de vida juegan un papel importante: si se ofrece a los niños tímidos oportunidades para ganar confianza, acercarse a los demás, comprender que pueden tener éxito y ser apreciados siendo discretos y reservados, entonces su timidez se quedará solo como una sensación interna y no les impedirá hablar, exponerse a las miradas o imponerse.
P. En ese sentido, la forma en que se cría a los hijos, el ejemplo que se les da o cómo se habla con ellos, ¿puede ser una herramienta para poner coto a la timidez?
R. Por supuesto. Podemos ayudar a nuestros hijos siendo nosotros mismos sociables. Si nos ven hablar fácilmente con todo el mundo, si les alentamos a hacer deporte o teatro, o a invitar a sus amigos a casa, si les ayudamos a expresar sus emociones, a no tener miedo de ser sensibles, les estaremos poniendo en el buen camino. Por regla general, cuando un padre ha sido tímido, a menudo sabe cómo puede ayudar a su hijo.
P. Basándose en los datos que hemos comentado anteriormente, podríamos decir que la timidez entra dentro de la normalidad, pero ¿cuándo acaba lo normal y empieza lo patológico?
R. Para los psiquiatras, la timidez se vuelve anormal —se habla entonces de “fobia social”— a partir de varios criterios. Por un lado, la intensidad del sufrimiento emocional: ya no se trata solo de la incomodidad de la timidez, sino de verdaderas crisis de angustia o pánico ante la idea de hablar en público o de pasar una entrevista de trabajo. Por otro lado, el número de evitaciones: los tímidos tienen aprensiones, pero a menudo se esfuerzan por enfrentar las situaciones, aunque suelen estar inhibidos y en un segundo plano. Las personas con fobia social huyen de la mayoría de las situaciones sociales. En tercer lugar, las consecuencias sociales, ya que, debido a estas evitaciones, la vida de las personas con fobia social es muy complicada y suele estar marcada por los fracasos profesionales y la soledad amistosa y sentimental. Y, por último, la desvalorización de uno mismo. Los tímidos dudan de sí mismos, pero también son conscientes de que tienen cualidades; en la fobia social, sin embargo, hay un colapso total de la autoestima, se juzgan muy severamente y se desvalorizan por completo.
P. ¿Puede conducir a la depresión en ese caso?
R. El filósofo francés Montesquieu escribió: “La timidez ha sido la plaga de mi vida”. La timidez puede ser un obstáculo para nuestra felicidad y nuestro desarrollo. Por eso, es un factor de riesgo para la depresión, especialmente debido al aislamiento social; y a veces también para el alcoholismo. Ya se sabe que el alcohol calma las angustias, pero, lamentablemente, con muchos inconvenientes…
P. ¿Se puede curar la timidez?
R. Sí, afortunadamente. Pero estar curado no significa estar libre de timidez. Poco a poco, cuando somos tímidos, aprendemos a actuar a pesar de nuestra timidez, conviviendo con ella y logrando que se note cada vez menos. Los tímidos que hacen estos esfuerzos se convierten en “antiguos tímidos”: siguen siendo sensibles a las críticas por dentro, pero se afirman y enfrentan a la sociedad.
P. ¿Cuáles son los tratamientos que más eficacia han mostrado hasta la fecha en el abordaje de la timidez?
R. Hasta ahora son las terapias cognitivo-conductuales las que han aportado más pruebas científicas de su eficacia. Se trata siempre de un trabajo progresivo, por etapas. Al principio, se reflexiona sobre las causas de la timidez, para entenderla y aceptar que no es una inferioridad, sino una simple dificultad. Y muy pronto se pasa a ejercicios prácticos: participar en terapias de grupo donde se habla frente a los demás para expresar las emociones, aprender a pedir y a rechazar, a responder a las críticas, a aceptar nuestras emociones y nuestra sensibilidad, etc. Además, también se puede aprender a calmar el cuerpo y la mente a través de la meditación.
P. La timidez, siendo algo tan generalizado, no estará libre de pseudoterapias y de remedios milagrosos divulgados por influencers en las redes sociales…
R. Sí. Y además ocurre una cosa: que las personas tímidas, como hemos comentado, suelen aislarse, por lo que son más vulnerables a las influencias de las redes sociales. Pero ante esta desinformación, hay que tener una cosa clara: ¡en psicología no existen recetas fáciles o milagrosas!
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