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TEMAS
TERTULIA 19-7-2019
SOLTAR
¿QUÉ
FUE DE LA RISA?
"Los
monstruos son reales y los fantasmas también. Viven dentro de
nosotros y algunas veces son los que ganan." (Stephen King)
Suena
tambor africano, agonía lumbalú,
tumba y retumba en la noche,
anunciando este coagro, agonía lumbalú,
suena tambor lumbalú de puro ancestro africano.
Tengo que romper mi lira, no puedo seguir tocando,
voy a encender una hoguera
con versos de fuego santo,
debo quemarme las alas
que le nacieron a mi alma,
no puedo, no puedo seguir volando.
Estoy presa en una cárcel, hecha con rejas de amor,
sus paredes son de llanto.
Yo misma la construí en cada parto alumbrando,
las paredes de esa cárcel en la que me estoy quemando.
Estoy presa en esa cárcel,
dulce y terrible a la vez
en la cárcel de ser madre…
Mi corazón es el cofre donde se guarda la llave,
agonía lumbalú.
Suena tambor ancestral.
Tamborea en nueve lunas al final de mi coagro.
Mujeres de la nueva era:
sigan ustedes cantando
yo me regreso a mi cárcel
y me condeno al silencio,
porque soy juez y soy parte.
¡Algún día naceré,
pariéndome,
pariéndome de mis partos!
María Teresa Ramírez, incluido en Antología de mujeres poetas afrocolombianas (Ministerio de Cultura, Colombia, 2010, comp. de Alfredo Ocampo Zamorano y Guiomar Cuesta Escobar).
tumba y retumba en la noche,
anunciando este coagro, agonía lumbalú,
suena tambor lumbalú de puro ancestro africano.
Tengo que romper mi lira, no puedo seguir tocando,
voy a encender una hoguera
con versos de fuego santo,
debo quemarme las alas
que le nacieron a mi alma,
no puedo, no puedo seguir volando.
Estoy presa en una cárcel, hecha con rejas de amor,
sus paredes son de llanto.
Yo misma la construí en cada parto alumbrando,
las paredes de esa cárcel en la que me estoy quemando.
Estoy presa en esa cárcel,
dulce y terrible a la vez
en la cárcel de ser madre…
Mi corazón es el cofre donde se guarda la llave,
agonía lumbalú.
Suena tambor ancestral.
Tamborea en nueve lunas al final de mi coagro.
Mujeres de la nueva era:
sigan ustedes cantando
yo me regreso a mi cárcel
y me condeno al silencio,
porque soy juez y soy parte.
¡Algún día naceré,
pariéndome,
pariéndome de mis partos!
María Teresa Ramírez, incluido en Antología de mujeres poetas afrocolombianas (Ministerio de Cultura, Colombia, 2010, comp. de Alfredo Ocampo Zamorano y Guiomar Cuesta Escobar).
"Al destino no le basta con infligir una sola calamidad". (Publio Siro)
TEXTOS
TERTULIA 12-7-2019
SUSPENSIÓN
TU
CRITERIO O EL MÍO
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS.
SUSPENSIÓN
Se
abre un pozo bajo mis pies
Pero no caigo
Se abre un cielo sobre mi frente
Pero no vuelo
Solo permanezco aquí,
Suspendida e Ingrávida
Al son del ruedo del mundo
Esperando una corriente de viento
(Qué ironía)
Una suave brisa o un huracán
Que me arranque de este estado de sueño sin ensueño
Para entonces… Saltar
Pero no caigo
Se abre un cielo sobre mi frente
Pero no vuelo
Solo permanezco aquí,
Suspendida e Ingrávida
Al son del ruedo del mundo
Esperando una corriente de viento
(Qué ironía)
Una suave brisa o un huracán
Que me arranque de este estado de sueño sin ensueño
Para entonces… Saltar
(Nadie
sabe si hacia arriba o hacia abajo)
Sara
Vi Ta
SUSPENSIÓN
Fantasías
de color que están en mi imaginación.
Animación dada por copas de color.
Copas con fresas y frambuesas mezcladas con alcohol y en su interior burbujas de ilusión.
En un día de verano, bañadas por el sol.
Animación dada por copas de color.
Copas con fresas y frambuesas mezcladas con alcohol y en su interior burbujas de ilusión.
En un día de verano, bañadas por el sol.
MCGC
– Mari Carmen Gómez Castro
TU
CRITERIO O EL MÍO
Si
tú, yo, todos, nacemos como animales sociales, crecemos, trabajamos,
vivimos y convivimos.
Si todos soñamos, tenemos ilusiones, si todos
reímos, lloramos, amamos y morimos.
¿Existe
realmente tu criterio y el mío como antítesis el uno del otro o
hablamos tan sólo de emociones y necesidades de reafirmación de
nuestro ego, ese extraño fantasma que nos hace bailar con su música
estridente?
Nekovidal - nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES www.arteslibres.net
TU
CRITERIO O EL MÍO
Un
pensamiento no es contrario a otro por ser diferente, para ello
tendría que ser diametralmente opuesto o, dicho de otra forma,
antagónico; entre medias de ambos extremos hay un sinfín de
posibilidades, un sinfín de criterios y opciones que,
afortunadamente evolucionan al añadir conocimientos nuevos, así
provengan de un libro considerado imprescindible o del comentario
escuchado en la caja del supermercado, todo es válido si sirve para
evitar la rigidez de pensamiento que podría dar lugar al fanatismo.
Cuando
hablamos de fanatismo solemos hacer referencia a masas ingentes de
personas dando gritos, enarbolando banderas o pancartas,
procesionando por las supuestas lágrimas de sangre que brotan de los
ojos de una imagen religiosa o inmolándose a la vez que se llevan
por delante vidas de semejantes; pero existe un fanatismo de
prácticas suaves, un fanatismo que, a modo de defensa tobillero,
impone su versión de la vida en los hechos cotidianos de los demás
con comentarios supuestamente inocentes que obligan a otros, o cuando
menos les ayudan, a tomar un rumbo diferente al que hubieran tomado
de haber seguido su propia forma de pensar y sentir.
Seguro
que todos hemos conocido fanáticos o fanáticas sutiles; por lo
general son muy observadores y aparentemente poco autoritarios, se
podría decir que de trato dulce; preservan su vida con mucho celo,
pero saben adentrarse en la tuya e investigar los detalles más
nimios, a fin de conocer las circunstancias -pasadas y presentes-,
averiguar los sueños que te rondan por el alma y utilizar la
información en su beneficio; son encantadores de serpientes, su
empeño es ganar tu confianza y lo consiguen mediante estrategias de
formas y colores inimaginables; una vez que caes en su trampa, te
usan, sencillamente. Fascinados de haberse conocido a sí mismos,
convencidos de que sus criterios son indiscutibles, tienden a
convertirse en protagonistas no sólo de su vida sino también de la
tuya ya que te has entregado a su causa y, en sus manos, te has
convertido en un mero sistema para medir su poder pues, para ellos,
las relaciones humanas no son otra cosa que transacciones
comerciales.
El
momento liberador, aunque terrible para estos fanáticos
particulares, viene cuando descubres su juego y comienzas a
cuestionar sus juicios, a sortear sus preguntas insolentes, a no
claudicar a sus deseos sigilosos, a establecer márgenes de respeto,
a decirles no, a recuperar, en definitiva, tu propio criterio y
ponerlo sobre el mantel, entonces ellos se quedan sin armas; lucharán
durante un tiempo para recuperar su posición ya que no creen que
pueda existir un pensamiento diferente al suyo, tratarán de
convencerte nuevamente de que eres una pieza básica en su vida para
evitar el trabajo de cambiar el engranaje de sus costumbres,
finalmente lo más seguro es que se alejen para siempre y hagan
alarde de que la distancia la pusieron ellos. ¡Faltaría más!
Nunca
regreses a ese mundo de inexistencia, tu opinión es tan válida y
está tan sujeta a variaciones como la de cualquiera; un vestido
tiene que hacerte sentir bien a ti, elegirás el deporte que venga
mejor a tu cuerpo y a tu alma, tus vacaciones las pasarás como te
apetezca y amarás como puedas, quieras y sepas. No vuelvas a su
jaula, no prestes atención a sus patrañas, no caigas en la red por
mucho que insistan y, por favor, no des explicaciones, ya no, no las
merecen.
Tu
criterio fue, es y será tan legítimo como el suyo.
TU
CRITERIO O EL MÍO
Audio:
CUANDO CANTAN LOS BORRACHOS
Rafael
Cotilla
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS.
***
Dime
qué palabra te roza el corazón, la que más cerca te deja de que
seas de verdad. Quiero que dejes de jugar, quiero el beso, el abrazo
y la cariciaque aúnno has sido, quiero que una noche cualquiera te
vuelvas loco conmigo, quiero suspirary gritar tu nombre en un
instante de eternidad contigo, quiero viajar de la eternidad al
presente cada vez que vuelva a sentirte conmigo; ánclame a la
realidad, no me dejes soñar, que sólo me estremezca sentirte en mi,
dentro de mi, conmigo.
Lourdes
Pérez
***
¿Cuánto
vale la falsedad que tu generas?
¿Realmente
crees que te creo?
José
María Rico – Spencer
Flores
con ansia mi corazón desea.
Que estén en mis manos.
Con cantos me aflijo,
sólo ensayo cantos en la tierra.
Yo, Cuacuauhtzin,
con ansia deseo las flores,
que estén en mis manos,
yo soy desdichado.
¿Adónde en verdad iremos
que nunca tengamos que morir?
Aunque fuera yo piedra preciosa,
aunque fuera oro,
seré yo fundido,
allá en el crisol seré perforado.
Sólo tengo mi vida,
yo, Cuacuauhtzin, soy desdichado.
Tu atabal de jades,
tu caracol rojo y azul así los haces ya resonar,
tú, Yoyontzin.
Ya ha llegado,
ya se yergue el cantor.
Por poco tiempo alegraos,
vengan a presentarse aquí
los que tienen triste el corazón.
Ya ha llegado,
ya se yergue el cantor.
Deja abrir la corola a tu corazón,
deja que ande por las alturas.
Tú me aborreces,
tú me destinas a la muerte.
Ya me voy a su casa,
pereceré.
Acaso por mí tú tengas que llorar,
por mí tengas que afligirte,
tú, amigo mío,
pero yo ya me voy,
yo ya me voy a su casa.
Sólo esto dice mi corazón,
no volveré una vez más,
jamás volveré a salir sobre la tierra,
yo ya me voy, ya me voy a su casa.
Sólo trabajo en vano,
gozad, gozad, amigos nuestros.
¿No hemos de tener alegría,
no hemos de conocer el placer, amigos nuestros?
Llevaré conmigo las bellas flores,
los bellos cantos.
Jamás lo hago en el tiempo del verdor,
sólo soy menesteroso aquí,
sólo yo, Cuacuauhtzin.
¿No habremos de gozar,
no habremos de conocer el placer, amigos nuestros?
Llevaré conmigo las bellas flores,
los bellos cantos.
Cuacuauhtzin de deTepechpan, incluido en Trece poetas del mundo azteca (Fundación Editorial El perro y la rana, Caracas, 2006, selec. de Miguel León-Portilla).
Que estén en mis manos.
Con cantos me aflijo,
sólo ensayo cantos en la tierra.
Yo, Cuacuauhtzin,
con ansia deseo las flores,
que estén en mis manos,
yo soy desdichado.
¿Adónde en verdad iremos
que nunca tengamos que morir?
Aunque fuera yo piedra preciosa,
aunque fuera oro,
seré yo fundido,
allá en el crisol seré perforado.
Sólo tengo mi vida,
yo, Cuacuauhtzin, soy desdichado.
Tu atabal de jades,
tu caracol rojo y azul así los haces ya resonar,
tú, Yoyontzin.
Ya ha llegado,
ya se yergue el cantor.
Por poco tiempo alegraos,
vengan a presentarse aquí
los que tienen triste el corazón.
Ya ha llegado,
ya se yergue el cantor.
Deja abrir la corola a tu corazón,
deja que ande por las alturas.
Tú me aborreces,
tú me destinas a la muerte.
Ya me voy a su casa,
pereceré.
Acaso por mí tú tengas que llorar,
por mí tengas que afligirte,
tú, amigo mío,
pero yo ya me voy,
yo ya me voy a su casa.
Sólo esto dice mi corazón,
no volveré una vez más,
jamás volveré a salir sobre la tierra,
yo ya me voy, ya me voy a su casa.
Sólo trabajo en vano,
gozad, gozad, amigos nuestros.
¿No hemos de tener alegría,
no hemos de conocer el placer, amigos nuestros?
Llevaré conmigo las bellas flores,
los bellos cantos.
Jamás lo hago en el tiempo del verdor,
sólo soy menesteroso aquí,
sólo yo, Cuacuauhtzin.
¿No habremos de gozar,
no habremos de conocer el placer, amigos nuestros?
Llevaré conmigo las bellas flores,
los bellos cantos.
Cuacuauhtzin de deTepechpan, incluido en Trece poetas del mundo azteca (Fundación Editorial El perro y la rana, Caracas, 2006, selec. de Miguel León-Portilla).
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