TEMAS
TERTULIA 23-3-2018
ARTE
CONJUGANDO
MICRORRELATOS
El débil no puede perdonar. El perdón es un atributo de los fuertes (Mahatma Gandhi)
Cada
día una sílaba tras otra
palabras que sirven para saber
que escribes y acudir a la llamada
al eco llegado no sé de dónde
como cabo de hilo apenas visible
del que tiras y se mueve resiste
y que hay que atraer suavemente pero
no romperlo y no comprendes por qué
aquí donde menos te lo esperabas
por qué así hoy y por qué a este ritmo
que no controlas bien ya que te arrastra
o te atraviesa hacia lo que ignoras
como un camino que sin seguir trazas
porque no existe y que haces con pasos
palabras e imágenes que son tuyas
con el paisaje que viene a tu encuentro
no sabes nada y sabes que te espera
algo que es como una mañana llena
de luz un silencio o un rostro que se
inclina es el sol no puedes verlo
o esta blancura vas hacia su encuentro
tu cuerpo es tan ligero que es el mundo
está la montaña como una mano
el aire es como un monte de frescura
cada palabra es una quemadura
dices eres aire eres colina eres
la vida contra la muerte me quemas
no escribo para mañana ni para
el futuro sino para el ahora
para que el sí atraviese el no y éste
sea la fuerza del sí y resistir
a las voces que en mi voz hablan y oigo
poniendo sus palabras en mi boca
babeo bullen bobadas nonadas
escribo para escupir y arrancarme
la lengua y que haya otra vez quemadura
de lo que ignoro de lo que sin tregua
comienza alguien al abrirse el siglo
dijo que en la palabra no hay étimo
sino un puro milagro y era un sabio
este hombre-verbo maestro en espejos
de mil reflejos donde brilló el mundo
un instante y quién añadió que escribir
es la vida al tomar de sí conciencia
hormigas nebulosas electrones
piedras pirámide silla olvidada
una tarde en una calle desierta
el gesto desdoblado de una mano
trazando en el papel su propia imagen
juntos en el mismo fulgor tu cuerpo
mi cuerpo ni tú ni yo tú me quemas
para que obre la quemadura escribo
para saber que te veo y te toco
y que somos el mismo devenir.
palabras que sirven para saber
que escribes y acudir a la llamada
al eco llegado no sé de dónde
como cabo de hilo apenas visible
del que tiras y se mueve resiste
y que hay que atraer suavemente pero
no romperlo y no comprendes por qué
aquí donde menos te lo esperabas
por qué así hoy y por qué a este ritmo
que no controlas bien ya que te arrastra
o te atraviesa hacia lo que ignoras
como un camino que sin seguir trazas
porque no existe y que haces con pasos
palabras e imágenes que son tuyas
con el paisaje que viene a tu encuentro
no sabes nada y sabes que te espera
algo que es como una mañana llena
de luz un silencio o un rostro que se
inclina es el sol no puedes verlo
o esta blancura vas hacia su encuentro
tu cuerpo es tan ligero que es el mundo
está la montaña como una mano
el aire es como un monte de frescura
cada palabra es una quemadura
dices eres aire eres colina eres
la vida contra la muerte me quemas
no escribo para mañana ni para
el futuro sino para el ahora
para que el sí atraviese el no y éste
sea la fuerza del sí y resistir
a las voces que en mi voz hablan y oigo
poniendo sus palabras en mi boca
babeo bullen bobadas nonadas
escribo para escupir y arrancarme
la lengua y que haya otra vez quemadura
de lo que ignoro de lo que sin tregua
comienza alguien al abrirse el siglo
dijo que en la palabra no hay étimo
sino un puro milagro y era un sabio
este hombre-verbo maestro en espejos
de mil reflejos donde brilló el mundo
un instante y quién añadió que escribir
es la vida al tomar de sí conciencia
hormigas nebulosas electrones
piedras pirámide silla olvidada
una tarde en una calle desierta
el gesto desdoblado de una mano
trazando en el papel su propia imagen
juntos en el mismo fulgor tu cuerpo
mi cuerpo ni tú ni yo tú me quemas
para que obre la quemadura escribo
para saber que te veo y te toco
y que somos el mismo devenir.
Jacques Ancet, incluido en Poesía francesa actual (Biblioteca digital, República Dominicana, 2009).
Otros poemas de Jacques Ancet
Lo imperceptible
Cuando te encuentres en el lado de la mayoría, es momento para parar y reflexionar. (Mark Twain)
TEXTOS
TERTULIA 16-3-2018
CONFESIONES
LA
RISA DE LA SONRISA
MICRORRELATOS
CONFESIONES
CUANDO EL ALMA DICE ADIÓS
Audio:
Rafael
Cotilla
CONFESIONES
Confieso
que no necesito más confesor que mi conciencia.
Confieso
que me asombra que me siga asombrando el ser humano.
Confieso
que no creo en banderas ni escudos, sólo en personas.
Confieso
que he creído demasiado tiempo en la confesión, ahora ya sólo en
la reflexión.
Confieso
que he vivido por encima, por debajo, pero casi siempre a la par de
mis posibilidades.
Confieso
que he robado a ladrones y perdonado a pecadores sin requerirles
confesión.
Confieso
que he vivido y sobrevivido a mucho más de lo que creía.
Confieso
que debería confesar más a menudo mis errores y mirar menos los
ajenos.
Confieso
que apenas sé nada de la vida, y llevo en este planeta más de medio
siglo.
Confieso
que he sido rebelde hasta el hartazgo, de algo hay que alimentar la
vida . . .
Confieso
que obligar a confesar es una de las mayores canalladas que se pueden
hacer a un ser humano.
Confieso
que me falta la arrogancia suficiente para intentar describir a
cualquier dios, reconozco mirarlos a todos de reojo.
Me
confieso, en cuanto a ideas, no instituciones, cristiano, budista,
taoísta y aspirante a mediopensionista.
Confieso
que me persigue la sensación de ir aprendiendo demasiado tarde.
Confieso
que la vida se me ha escapado de las manos como el agua.
Confieso
que a veces me da miedo quedarme sin sueños.
Confieso
que nunca he creído en las confesiones, sólo en el aprendizaje.
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
ARTES LIBRES
www.arteslibres.net
CONFESIONES
No
siempre son convenientes ni necesarias, hay que calcular cómo,
cuándo, dónde y porqué se hacen, evaluar si es mejor para el alma
y para el entorno callar; no merece la pena tirar de la manta cuando
el beneficio no supondrá más que el triunfo del ego, un “ves
como tenía razón”
que llevará, sin pretenderlo, al quebranto de algunos corazones, al
espanto de los menos involucrados.
Las
confesiones son dignas cuando comportan arreglar una situación,
paliar dolores propios o ajenos, acomodar un escenario que se ha
desarmado, pero si se trata de conseguir el laurel a costa de dejar
un rastro de sufrimiento es mejor, en mi opinión, optar por un
respetuoso silencio y aplicar la máxima de que no hay mejor
desprecio que no hacer aprecio.
Estar
en paz con el propio ánimo es la clave, confesarse en conciencia con
uno mismo lo único válido; por lo demás… cada palo que aguante
su vela.
Águilas,
14 marzo 2018 – Victoria Blanco
CONFESIONES
Confieso:
que
comí de la fruta prohibida,
que
jugué en el jardín de la lujuria,
a
los placeres de la vida,
que
tuve pensamientos impuros,
que
por ella otra vez pecaría.
Confieso:
que
ame sin freno,
que
perdí la razón
acomodado
en sus senos,
que
seguí el instinto del corazón,
y
sin pensar volvería a hacerlo,
que
volvería a pecar por amor.
Confieso:
que
adoré a la mujer,
que
mi culto fue su cuerpo,
que
por amor en vano juré,
que
sucumbí a su sexo,
que
a su imagen recé,
y
sin pensar volvería a hacerlo.
Diego
Francisco Guevara de Bonis
CONFESIONES
Manifiesta
nuestra conciencia
inmemorial sudor de esclavos...
inmemorial sudor de esclavos...
Vomitar
todas las cárceles,
que hemos mamado.
que hemos mamado.
Eramos
tan "progres"
que sólo eramos eso...
que sólo eramos eso...
La
sed de justicia ,
nos la quitamos en los bares.
nos la quitamos en los bares.
Estoy
vetado por la Real Sociedad de Sopa de letras...
JJC
– Juan Jiménez Caballero
CONFESIONES
Confesiones
(Letra
y Música.- Babelain)
Confieso
que no tengo/ argumentos suficientes
Para
sentirme cómplice/ del resto de la gente
Navego
a la deriva/ en un barco de vela
Cuando
reina la calma/ toco las castañuelas
Sin
pensar
Sin
pensar que un instante/ todo puede irse al garete
Y
tendría que olvidarme/ de tocar el clarinete
Porque
tras esa breve calma/ siempre llega la tempestad
Y
de nuevo los viejos monstruos/ nos muestran su potestad
Su
potestad…su potestad
Confieso
que algunas veces/ tiraría por la borda
Todo
lo que acumulo /aunque se pueda armar la gorda
Con
tal de poder sentirme/ ligero de equipaje
Pero
para eso/ hay que tener cierto coraje
Y
arriesgar
Arriesgar
sin miramientos/ con espíritu guerrero
Haciendo
caso omiso/ de los cientos de agoreros
Que
anuncian los sucesos/ como aves de mal agüero
Igual
que algunos líderes /con su acento plañidero
Plañidero…plañidero
Confieso
que no tengo/ argumentos suficientes
Para
estar todo el santo día/ murmurando a regañadientes
No
tengo ningún barco/para navegar a la deriva
Solo
quiero organizar/ mi propia contraofensiva
Contraofensiva
Si
después de una cierta calma/ aparece la tempestad
Y
los mismos monstruos de siempre/ nos muestran su potestad
No
hay que perder los estribos/ de algo sirve la experiencia
De
aquí a cincuenta años/ todos calvos a ciencia cierta
A
ciencia cierta
José
Luis Álvarez http://totovaca.blogspot.com.es/
LA
RISA DE LA SONRISA
No
me enseñes que es correcto o incorrecto, enseñame sólo que protege
la vida y crea felicidad, así sabré encontrar un buen camino hacia
la risa de la sonrisa.
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nekovidal@gmail.com
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LA
RISA DE LA SONRISA
Ellos
son los culpables.
Los últimos en llegar al manicomio.
Escupen las pastillas..
y sacan los pies del plato.
Los últimos en llegar al manicomio.
Escupen las pastillas..
y sacan los pies del plato.
JJC
– Juan Jiménez Caballero
LA
RISA DE LA SONRISA
Reír,
según me han contado, ya sabía al poco de nacer, pero he necesitado
toda la vida en aprender a sonreír.
Lo
más difícil, tal vez el último examen, es aprender a que ya nada
te hiele la sonrisa.
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MICRORRELATOS
LOS
PELIGROS DE NO LEER:
Chicas
que dicen que quieren un romance como el de Romeo y Julieta sin saber
que duró tres días y acabó con seis muertos.
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MICRORRELATOS
Nunca
me llevé bien con ellos.
Todo es mentira,
obligado a vivir esta farsa
para siempre
y sin remedio.
Todo es mentira,
obligado a vivir esta farsa
para siempre
y sin remedio.
Deja
que les cante
a los subordinados,
total, eso será
lo que se llevaran de mí.
a los subordinados,
total, eso será
lo que se llevaran de mí.
José María Rico
Cuando
venga el invierno Suparna (*) dormiré tres meses, ahora cada
tarde
alguien pone la sangre de sapo en mi cuerpo
para bromear —no opongo resistencia
en la oscuridad liberan los faroles chinos de papel y fuego al aire, no sé quienes, queman
petardos, hacen ruidos
—de repente, por arte de magia, se apagan todas las velas juntas— el día
de la fiesta se va a otra dirección como el viento, el sonido de
la flauta ya no suena, quiero saltar al agua
si es que encuentro agua, dentro respiro
levantando la cabeza —Suparna no me gustan como a todos los seres humanos
la luz, la ilusión— se ensanchan
mis pies ahora poco a poco, temo el sonido de los
cascos de los caballos, respiro veloz, adelanto el reloj
cada día con mis dedos —nada de esto me gusta— cuando venga
el invierno Suparna dormiré tres meses
Una vez al despertar vi la nube inclinada en mi
ventana —todo estaba oscuro
no se podía ver la uña de mi dedo— aquel día
lloré al recordarte y dormí de nuevo con el olor
de los pelos quemándose al encender la cerillas.
No soy como todas las personas ahora —me apetece saltar de golpe
al salir a la calle —no me gusta sentarme con la cabeza
reclinada hacia el amor por tres meses— al oír
el sonido de los movimientos humanos
respiro veloz —corro por el mismo camino
por donde vine, ¿por qué se corre? No me gusta,
cuando venga el invierno Suparna, dormiré tres meses
(*) Suparna es un nombre femenino de India.
Bhaskar Chakraborty, incluido en La pared de agua. Antología de poesía bengalí contemporánea (Olifante Ediciones de poesía, Zaragoza, 2011, ed. y trad. de Subhro Bandopadhyay).
alguien pone la sangre de sapo en mi cuerpo
para bromear —no opongo resistencia
en la oscuridad liberan los faroles chinos de papel y fuego al aire, no sé quienes, queman
petardos, hacen ruidos
—de repente, por arte de magia, se apagan todas las velas juntas— el día
de la fiesta se va a otra dirección como el viento, el sonido de
la flauta ya no suena, quiero saltar al agua
si es que encuentro agua, dentro respiro
levantando la cabeza —Suparna no me gustan como a todos los seres humanos
la luz, la ilusión— se ensanchan
mis pies ahora poco a poco, temo el sonido de los
cascos de los caballos, respiro veloz, adelanto el reloj
cada día con mis dedos —nada de esto me gusta— cuando venga
el invierno Suparna dormiré tres meses
Una vez al despertar vi la nube inclinada en mi
ventana —todo estaba oscuro
no se podía ver la uña de mi dedo— aquel día
lloré al recordarte y dormí de nuevo con el olor
de los pelos quemándose al encender la cerillas.
No soy como todas las personas ahora —me apetece saltar de golpe
al salir a la calle —no me gusta sentarme con la cabeza
reclinada hacia el amor por tres meses— al oír
el sonido de los movimientos humanos
respiro veloz —corro por el mismo camino
por donde vine, ¿por qué se corre? No me gusta,
cuando venga el invierno Suparna, dormiré tres meses
(*) Suparna es un nombre femenino de India.
Bhaskar Chakraborty, incluido en La pared de agua. Antología de poesía bengalí contemporánea (Olifante Ediciones de poesía, Zaragoza, 2011, ed. y trad. de Subhro Bandopadhyay).
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