domingo, 26 de febrero de 2023

 

VOCES entre VOCES

http://artes-libres.blogspot.com.es/

PARA ENVIAR TEXTOS O PROPONER TEMAS: 

nekovidal@gmail.com



LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.

En un río todas las lluvias’, de Hugo Mujica

El nuevo poemario de Hugo MujicaEn un río todas las lluvias, es un río en sí mismo. Porque cada verso es un lugar en el que sentarse a escuchar el susurro del agua, a observar la belleza del entorno, a pensar en la nostalgia del pasado. Pero este libro no es sólo contemplación, sino también fecundación. Porque Mujica quiere que el lector experimente, además del gozo de contemplar, el placer de crear.

En Zenda ofrecemos cinco poemas de En un río todas las lluvias (Visor). 

***

XVII

Mana el manantial

porque de no manar deja

de serlo.

 

No un haber nacido

que aún perdure,

un nacerse que no cese,

un naciendo en este

ahora.

***

XX

Hay vidas que solo

la noche ilumina,

a las que solo presta oído

el silencio,

vidas que no buscan

saberse ni piden

ser miradas:

son su pura presencia,

son siendo

nada.

***

XXIV

No pido lo que no muera

ni un sol siempre

encendido,

 

pido la visión y la ceguera:

el relámpago irrepetible

 y la libertad

del olvido.

***

XXVI

No en el oleaje

ni en las rompientes

donde el mar

nos ensordece,

es al borde del arroyo

donde se aprende

 a escuchar lo que en la vida

es solo temblor, lo que apenas

se susurra.

***

XLVI

Nunca el mismo

viento pasa dos veces

ni a una misma rama

sacude;

 

nunca nada

es dos veces igual:

                                                              lo mismo son las

palabras.

Autor: Hugo Mujica. Título: En un río todas las lluvias. Editorial: Visor Libros. VentaTodos tus librosAmazonFnac y Casa del Libro.

BIO

Hugo Mujica nació en Avellaneda (Buenos Aires) en 1942. Si bien comenzó a escribir a los cuarenta años, actualmente es uno de los poetas latinoamericanos de mayor relevancia. En su escritura se reflejan sus estudios de Bellas Artes, Filosofía, Teología y Antropología Filosófica, y también significativos hitos de su vida, como sus muchos años de viajero o los siete de silencio que vivió en un monasterio. Sus títulos de poesía más recientes son Y siempre después el viento (2011), Cuando todo calla (2013, Premio Casa de América de Poesía Americana), Barro desnudo (2016) y A las estrellas lo inmenso (2019).



TEMAS TERTULIA 3-3-2023

SEPARACIÓN

CON SU PERMISO

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


TEXTOS TERTULIA 24-2-2023

LA PROFESORA

LA METAMORFOSIS

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

LA PROFESORA BILDEBERG

Todo había salido exactamente como estaba previsto, y el plan de trabajo de la profesora Bildeberg había superado todas las expectativas, los beneficios habían sido mejor incluso de lo esperado. Como buena socióloga, la reacción de las masas era lo que más la había preocupado, ese detonante inesperado que puede surgir en cualquier momento en cualquier parte e iniciar una reacción en cadena que casi siempre desembocaba en una revolución.

Se sintió orgullosa de si misma, de su capacidad para preparar un plan de manipulación social que acababa de decidir el futuro de la Humanidad. No sabía si su nombre ocuparía los libros de historia del futuro, pero ser el poder en la sombra, el verdadero poder, le proporcionaba un placer extraño que la estremecía.

Todo había sido perfecto: la crisis, activada en el momento oportuno para que se olvidara el saqueo del Golfo, otro plan en el que también había colaborado, la previsible reacción en las sociedades del Primer Mundo, millones de egocéntricos sobrealimentados que pronto olvidaron como se acababan de vaciar las arcas públicas, centrados en mantener su consumista nivel de vida. La educación estaba perfectamente controlada, no había peligro de reacción en varias generaciones futuras, criadas en un sistema lo suficientemente deshumanizado, embrutecedor, y alienante.

En los mercados, todo se había ordenado poco a poco, y la sugerencia de prohibir los paraísos fiscales, uno de los puntos más delicados, había pasado al olvido.

Las pocas manifestaciones que había eran sobre temas secundarios que no alcanzaban ni de lejos a poner en entredicho el sistema. De paso se le habían parado los pies a algunos países del Tercer Mundo con aspiraciones primermundistas, estaban creciendo demasiado rápido, se habían recortado leyes y gastos sociales, paulatina pero continuadamente, y se habían promulgado nuevas leyes de control y recorte de libertades, todo ello sin ninguna resistencia seria.

Ya todos, como un rebaño bien dirigido, hablaban de la crisis como de algo inevitable, como de una catástrofe natural a la que había que resignarse y adaptarse, era perfecto.

Ella se sentía superior, por encima de las masas, del resto de la humanidad, sólo algunos de sus colegas del club, allí presentes, merecían su respeto.

Pero la profesora Bildeberg, como todos los que necesitan recurrir a la arrogancia para sobrellevar sus miedos, poco sabía de si misma: ni sospechaba que su interés por la sociología y por el control social provenía de haber sido la menor de sus hermanas y sentirse siempre a merced de éstas, de su obsesión por demostrar su valía a su padre, y de una vida cultural, sentimental y sexual casi inexistentes.

Ella, que todo creía controlarlo, tampoco sospechaba que su hijo adolescente estaba siendo objeto, en ese mismo momento, de abusos sexuales en uno de los colegios privados más caros del mundo, donde creía estarle preparando para ser la élite de su generación, ni sabía que ese bolso carísimo que portaba estaba tratado con una sustancia tóxica aún no identificada gracias en gran parte al poder que sus estudios le habían conferido a las industrias petroquímicas en los últimos años, una sustancia tóxica que la condenaría a un cáncer pocos años después.

Tampoco sospechaba que en el futuro sí llegaría a ocupar su nombre las páginas de los libros de historia, pero como ejemplo de enfermedad y degradación humana, de hasta donde puede caer una persona cuando pretende compensar con mecanismos destructivos su vacío y miedos interiores. También como ejemplo de lo peligroso que puede ser para una especie gregaria y cooperativa como la humana, dejar las decisiones sociales que afectan a todos en manos de un reducido número de individuos.

Nekovidal nekovidal@gmail.com 

ARTESLIBRES www.arteslibres.net

METAMORFOSIS

La vida es cambio y transformación, nada es inmutable, nuestro cuerpo, nuestra mente, todo va cambiando con el transcurso del tiempo, nunca volvemos a ser los mismos que cuando nacemos, la metamorfosis de nuestro cuerpo, de nuestra mente, las variaciones que se van produciendo en nuestra vida por nuestras vivencias suponen una transformación física, química, mental y espiritual que nos lleva a una verdadera metamorfosis en sí misma.

Si todo cambia y nada permanece ¿por qué nos preocupamos en mantener nuestra vida dentro de unos límites imaginarios e irreales de “estabilidad” de aparente control? La inconsciencia del cambio provoca que no seamos capaces de percibirlo y solo podamos valorarlo cuando éste ya se ha producido y paradójicamente la inconsciencia de ese cambio es la que nos permite llegar a que éste se produzca, porque si fuéramos conscientes del cambio durante todo el proceso seguramente lo frenaríamos e intentaríamos paralizarlo de alguna manera y éste no se llegaría a producir.

Entender este proceso conlleva haberlo sufrido, de la misma manera que no se aprende en cabeza ajena, tenemos que ser otro para entender al que fuimos, y no podemos llegar a percibir el que vamos siendo hasta que seamos otro distinto, hasta que esas variaciones sean lo suficientemente significativas para que produzcan alguna transformación fundamental.

Eso hace increíblemente difícil que dos personas sigan queriéndose a lo largo de los años, ¿cómo es posible que quieras a todos esos mutantes sucesivos a la vez? Supongo que la única manera de conseguirlo es que ambas transformaciones vayan en la misma dirección, pero ahí entra la dificultad, ¿cómo es posible que dos personas, cada una con sus experiencias y vivencias únicas puedan llevar la misma dirección o velocidad de cambio? ¿Y cómo es posible que cada una de esas micro transformaciones vayan en la misma línea en dos personas diferentes?

Las parejas de pingüinos permanecen juntas toda su vida, quizás deberíamos estudiarlas con más detenimiento para lograr entender este milagro, y mientras no descubramos su secreto, debamos saber desde ya, que probablemente todo empieza y todo acaba para no sufrir desmedidamente cuando esto ocurra y aprender a valorar el presente que, como la propia palabra indica, es un regalo.

Eva Camba Paz.


METAMORFOSIS

SANTOSHA (*)

He perdido una forma de pensar;

la que me decía que, si yo algo valía,

no tenía que perder nada de mis posesiones;

la que hacía depender lo que yo pensaba de mí

de lo que poseía.

Si he perdido el trabajo,

si he perdido la familia,

si he perdido algún amor,

si la salud se me quedó en el camino,

sigo siendo el yo que es igual a aquel Yo.

Sigo siendo el Atman que es igual al Brahman.

Mi valor no depende de lo que tengo,

sino de lo que soy.


(*) Santosha significa estar satisfecho con lo que uno tiene y es una de las cinco virtudes espirituales llamadas Niyama que se explican en los Yoga Sutras de Pantanjali.

Alexandra Di Estefano Pironti. “Un salto al infinito” Ediciones Carena.



MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

HISTORIA, MITO Y JERARQUÍA

25 FEBRERO, 2023

Por José Marcelo Ruiz

Cuando pretendemos conocer la historia humana, desde una visión socio-política y económica, nos encontramos con creencias mitológicas y religiosas que justifican la jerarquía social como un orden establecido por los dioses. Por ejemplo, el código de Hammurabi (1795-1750 a.C.) establecía una jerarquía de superiores, plebeyos y esclavos. Los superiores tenían todas las cosas buenas de la vida, los plebeyos lo que sobraba y los esclavos recibían una paliza si se quejaban. Hammurabi consideraba que la jerarquía había sido ordenada por los dioses. En la antigua China (475-221 a.C.), se contaba que la diosa Nü Wa creó a los humanos con la tierra, los aristócratas fueron amasados con el fino suelo amarillo, mientras los plebeyos fueron formados a partir de barro pardo. Y en la India, los hindúes se basan en creencias mitológicas de origen cósmico, para justificar las castas. Si se acepta esta explicación, las diferencias sociopolíticas entre brahmanes (casta superior) y shudras (casta inferior e intocables) son tan naturales y eternas como entre el sol y la luna.

  Lamentablemente, estas creencias han arraigado en el «inconsciente-cultural» de los pueblos, manteniendo una jerarquía de poder que ha ejercido discriminación social, racial y económica; originando el racismo, las minorías étnicas, y las castas…  Si preguntáramos a los supremacistas blancos acerca de la jerarquía racial, argumentarían como lección pseudocientífica que los genes de los blancos tienen algo diferente, que les hace ser más inteligentes que los negros. Si preguntáramos a los capitalistas sobre la jerarquía de la riqueza, dirían que tienen más dinero porque son más capaces y diligentes.

   Darle crédito a los supremacistas sería negar los hechos históricos: En 1776, la Declaración de Independencia de Norteamérica declaraba la igualdad. Pero hacía distinciones y creaba una jerarquía entre los hombres que se beneficiaban de ese orden establecido, y las mujeres, sin autoridad alguna. Asimismo, hacía una clasificación entre los hombres blancos que gozaban de libertad, y los negros y los indios americanos que eran considerados humanos de un tipo inferior y, por lo tanto, no compartían por igual los derechos. Consagraba un orden jerárquico basado entre ricos y pobres; creando una gran desigualdad económica y social.

  Respecto al sistema de castas hindú, según los expertos en la materia, se formó cuando pueblos indoarios invadieron la India hace unos 3.000 años, sometieron a la población y fomentaron una sociedad estratificada, donde los nativos fuesen siervos y esclavos. Los invasores para asegurar su posición de dominio legislaron las castas, cada una tenía un rango legal y deberes distintos; prohibiendo la interrelación social, el matrimonio, e incluso compartir comida entre castas distintas.  

   Debemos tomar conciencia de los errores, y corregirlos. Tener presente los hechos históricos sufridos por los pueblos y naciones, para evitar los prejuicios de origen racial, socio-político y económico, los cuales son motivados por creencias falsas. (Reflexión que me plantea el historiador Yuval Noah Harari al leer su artículo No hay justicia en la Historia).

  En un futuro próximo, la jerarquía será un imperio económico global, cuyo poder ostentará una minoría privilegiada, que controlará la tecnología y las redes de internet; fomentando sistemas y gobiernos autocráticos.

                       José Marcelo Ruiz   

  Este artículo se ha publicado en la prensa escrita NOTICIAS 24 (Comarca de la Axarquía), el viernes, 24 de febrero de 2023. Mi agradecimiento personal al director del medio D. Francisco Gálvez por su interés por los temas de cultura, de pensamiento y opinión.  

Plantaciones de algodón -de esclavos en Norteamérica

Jerarquía social en la Edad Media



Lista de sesgos cognitivos (III)

  1. Reactancia: Hacemos lo contrario de lo que se nos dice, especialmente cuando percibimos amenazas a las libertades personales, está relacionado con la psicología inversa.

  2. Sesgo de confirmación: Tendemos a encontrar y recordar información que confirma nuestras percepciones. Es decir, de manera natural vamos a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma nuestras creencias o hipótesis.

  3. Efecto de retroceso: Desmentir las pruebas a veces tiene el efecto injustificado de confirmar nuestras creencias. Es decir, que uno llega a reforzar sus creencias cuando deslegitima un argumento o evidencia.

  4. Efecto en tercera persona: Creemos que los demás están más afectados por el consumo de los medios de comunicación que nosotros mismos.

  5. Sesgo de creencia: La tendencia a juzgar la fuerza de los argumentos en base a la verosimilitud de su conclusión, en lugar de la fuerza con que apoyan esa conclusión

  6. Cascada de disponibilidad: Ligadas a nuestra necesidad de aceptación social, las creencias colectivas ganan más plausibilidad a través de la repetición pública.

  7. Declinismo o Retrospección idílica: La predisposición a ver el pasado de forma favorable o idílico y en cambio el futuro negativo o en declive.

  8. Sesgo de status quo: Tendencia de algunas personas a valorar o apreciar en mayor medida las cosas que permanecen estables.

  9. Falacia del costo hundido o aumento del compromiso: La tendencia invertir más en cosas que nos han costado algo en lugar de alterar nuestras inversiones, incluso si nos enfrentamos a resultados negativos. En España usamos mucho la frase «De perdidos, al río».

  10. Falacia del apostador: Creemos que las posibilidades futuras se ven afectadas por los acontecimientos del pasado.

  11. Sesgo de riesgo cero: Preferimos reducir los pequeños riesgos a cero, antes incluso que buscar soluciones alternativas que pueden ser más seguras.

  12. Efecto marco: A menudo sacamos diferentes conclusiones de la misma información dependiendo de cómo se presente.

  13. Estereotipo: Adoptamos la creencia generalizada de que los miembros de un grupo tendrán ciertas características, a pesar de no tener información sobre el individuo.

  14. Homogeneidad exogrupal: Percibimos a los miembros de los grupos externos como homogéneos y a los de los grupos internos como más diversos.

  15. Sesgo de autoridad: Confiamos y estamos más a menudo influenciados por las opiniones de las figuras de autoridad.

  16. Efecto placebo: Si creemos que un tratamiento funcionará, a menudo tendrá un pequeño efecto fisiológico.

  17. Sesgo del superviviente: Tendemos a centrarnos en las cosas que sobrevivieron a un proceso y pasamos por alto las que fallaron.

  18. Taquipsiquia: Nuestras percepciones del tiempo cambian dependiendo del trauma, el uso de drogas y el esfuerzo físico.

  19. La Ley de Parkinson de la Trivialidad: Damos un peso desproporcionado a las cuestiones triviales, a menudo evitando las cuestiones más complejas.

  20. Efecto Zeigarnik: Recordamos más las tareas incompletas que las completadas.

FUENTE: https://ceciliacorespsicologa.es/50-sesgos-cognitivos/

No hay comentarios:

Publicar un comentario