domingo, 12 de junio de 2022

 

VOCES entre VOCES

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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.


"MÁSCARAS" - collage, Nekovidal.

TEMAS TERTULIA 17-6-2022

LA CAJA

PERFUMES EXTRAÑOS.

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

No es posible despertar la conciencia sin dolor. La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por más absurda que parezca, para evitar enfrentarse a su propia alma. Nadie se ilumina fantaseando figuras de luz sino haciendo consciente su oscuridad”.

(Carl Jung)

LA PRUEBA

Del otro lado de la puerta un hombre
deja caer su corrupción. En vano
elevará esta noche una plegaria
a su curioso dios, que es tres, dos, uno,
y se dirá que es inmortal. Ahora
oye la profecía de su muerte
y sabe que es un animal sentado.
Eres, hermano, ese hombre. Agradezcamos
los vermes y el olvido.

Jorge Luis Borges


INSCRIPCIÓN EN CUALQUIER SEPULCRO

No arriesgue el mármol temerario
gárrulas transgresiones al todopoder del olvido,
enumerando con prolijidad
el nombre, la opinión, los acontecimientos, la patria.
Tanto abalorio bien adjudicado está a la tiniebla
y el mármol no hable lo que callan los hombres.
Lo esencial de la vida fenecida
-la trémula esperanza,
el milagro implacable del dolor y el asombro del goce-
siempre perdurará.
Ciegamente reclama duración el alma arbitraria
cuando la tiene asegurada en vidas ajenas,
cuando tú mismo eres el espejo y la réplica
de quienes no alcanzaron tu tiempo
y otros serán (y son) tu inmortalidad en la tierra.

Jorge Luis Borges

Borges (1899-1986) es uno de los escritores más importantes del siglo XX, no solamente a nivel nacional en Argentina, su país de origen, sino mundialmente. Su obra incluye cuentos, ensayos y poemas. Sus ideas políticas fueron muy polémicas, lo cual se cree que conspiró en contra de que obtuviese el Premio Nobel de Literatura. De todos modos cosechó numerosos premios en el mundo, como el Cervantes en España. Entre sus poemas podemos encontrar Poema de los donesLos justosAusenciaAjedrezLos espejos Los Borges.

Cualquiera que piense que sentarse en la iglesia puede convertirlo en cristiano también debe pensar que sentarse en un garaje puede convertirlo en un automóvil”.
(Garrison Keillor)


TEXTOS TERTULIA 10-6-2022

ESCRÚPULOS

QUIERO IMAGINAR UN MUNDO. . .

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

ESCRÚPULOS


Todos utilizamos mal algunas palabras y no somos conscientes de ello; generalmente esto sucede porque durante la infancia se nos graban conceptos desacertados; para no ir más lejos, me recuerdo cerrando los ojos si, yendo en autobús, en tranvía o en coche -caminando mi vista no alcanzaba a ver el letrero- leía en algún muro: «Prohibido fijar carteles. Siendo responsable la empresa anunciadora». Mi cabeza infantil solo podía relacionar la palabra fijar con el hecho de mirar, fijarse en algo, de modo que si no cerraba los ojos me sentía promotora de la responsabilidad de la empresa anunciadora que, por aquel entonces, no sabía exactamente lo que significaba.

A pesar de que antes de alcanzar la pubertad ya había comprendido el significado de esa advertencia, la emoción que sentía no se ha borrado del todo y hoy, que se pueden pegar carteles casi en cualquier sitio, sigo sintiendo cierto rechazo hacia las paredes llenas de publicidad y, ¿por qué no decirlo?, me dan ganas de cerrar los ojos para evitar la responsabilidad de la empresa anunciadora que ahora sé lo que significa y reconozco que no tienen demasiados escrúpulos.

Precisamente escrúpulos es una de esas palabras que me costó mucho relacionar con las acciones, de hecho, era ya más que adulta cuando alguien me ofreció la posibilidad de conseguir un buen terminal de móvil a precio muy económico preguntándome: ̶ ¿Eres muy escrupulosa? Yo, acostumbrada a que mi madre me dijera que sí lo era porque no me gustaba estar cerca de alguien sucio, coger las cosas del suelo o compartir pote puesto en el centro de la mesa, respondí: ̶ Bueno, supongo que estará desinfectado; si no, ya lo haré yo.

No es que desconociera el significado de escrúpulos morales, es que, al no formar parte de mi manera de actuar, no caí en la cuenta. Sin embargo, a partir de entonces y gracias a aquel ofrecimiento al que dije no, se me abrieron los ojos no solo a la falta de escrúpulos de los demás, sino a la que yo ponía en práctica sin conciencia de hacerlo, del mismo modo que de pequeña confundía fijar con fijarse. Esto me produjo una visión poco agradable de mí y de mis circunstancias.

Sin caer en la desesperación de Cioran cuando dijo: «La sociedad tal como es ahora, no me gusta, vivo en ella porque no me queda otro remedio, y porque al mismo tiempo que la aborrezco, la necesito para subsistir», me di cuenta de que a lo largo de toda mi vida he hecho -y hago- cosas que van contra mis principios con el fin de vivir o, al menos, sobrevivir; posiblemente no son cosas terribles y huelga decir que no infringen ninguna ley humana, pero me confrontan conmigo hasta el punto de que, en ocasiones, miro hacia otro lado para no ver mi falta de escrúpulos.

Cumplir órdenes inmorales por miedo a perder el sueldo; no compartir mi visión sobre un hecho por temor a crear conflictos; permitir que mi inseguridad sostenga una mentira; preocuparme más por el precio de la luz que por los muertos y la hambruna que traen las guerras; sentir que tengo derecho a ciertos privilegios por haber nacido en un determinado país; cambiar de móvil cuando no caben más fotos sin pensar en cómo se obtiene el coltán.

Podría enumerar muchas más acciones que seguramente y a pesar de tener conciencia de ellas repetiré hasta que muera, pero todo se reduce a una sola cosa: una moral adaptativa derivada de la liberación que produce autoconvencerse de que uno no puede hacer nada y que la solución está en mano de los gobiernos. O lo que es lo mismo, entender el aviso del muro en modo infantil y mirar con descaro el cartel informativo desde el autobús, el tranvía o el coche porque, al fin y al cabo, la responsable va a ser la empresa anunciadora.

09/junio/2022 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»

Algunas personas nunca se vuelven locas. ¡Qué vidas verdaderamente horribles deben llevar!”.
(Charles Bukowski)

ESCRÚPULOS

EL NIÑO QUE DESAFINABA LA MELODÍA PERFECTA

Voy en un ómnibus, un autobús urbano de Montevideo, Uruguay, mirando el mundo a través de la ventanilla, perdido en mis ideas cuando, de repente, sube un niño de no más de diez años, dice rápidamente un discurso apenas comprensible de presentación, y comienza a cantar. No tiene una gran voz, de hecho, parece que un resfriado o una faringitis pone trabas a su esfuerzo. El niño canta, desafina, pero su canto se va volviendo, poco a poco, más melodioso.

No es uno de esos niños mendigos que había encontrado diez años antes, ya casi no quedan, y parece que realmente esta tierra está recuperando su pujanza y bienestar económico de antaño, cuando era llamada la Suiza de América. El pibe está aseado y viste bien, con ropa escolar que parece de un colegio privado.

Como típico ciudadano del Primer Mundo que soy, bien alimentado el cuerpo y de conciencia tan escrupulosa como obtusamente selectiva, empiezo a pensar si sería o no positivo darle unas monedas, unas monedas que para mi, económicamente, no significan nada: tal vez así, me digo, esté forjando, sin querer, su lenta ruina, tal vez acabe teniendo un dinero fácil que le llevará a pequeños lujos infantiles de los que pasará a vicios juveniles, tal vez no fue hoy a la escuela para conseguir su pequeña remuneración, tal vez, tal vez, tal vez . . .

Mientras, la canción sigue y, cuando el niño termina, unas seis u ocho personas, casi todas mujeres con edad para ser su madre, aplauden generosas la modesta actuación, sacan unas monedas, y se las entregan, seguramente cayendo en la cuenta, como yo no hice en ese momento, que ya había terminado el horario escolar, que el pibe está cuidado, y que, quien sabe, igual hasta está ahorrando para comprarle algo a su mamá, un hermanito, u otro familiar. Ellas sabían todas pensar generosamente, sabían ver el lado positivo de las cosas, un lado tan posible, en realidad, como el más negativo.

El niño, tras dar las gracias a los pasajeros y al conductor, que no le cobró billete, como es habitual aquí con los vendedores por su corto viaje, se despide y baja del autobús.

Y allí me quedé yo, sintiéndome como un idiota ante mi mismo, sin haber disfrutado la canción, sin haber sabido apreciar la belleza del gesto, sin saber participar de tanto calor humano, de la apacible humanidad que caracteriza, quien sabe por qué extraña razón, a esta gente de Uruguay, descendientes de emigrantes de todos los rincones de Europa. Tal vez por esto, me digo, ha sido el país del continente que ha tenido más poetas y menos años de dictadura.

Pienso que si toda nuestra existencia no es más que pensar, sentir y hacer, con qué facilidad caemos en el error de romper el tenue equilibrio natural de la vida, haciendo, a veces sin pensar ni sentir, o sintiendo y pensando sin hacer, o renunciando a todo ello, creyendo arrogantemente saber y comprender algo, creyendo tener la vida y el pensamiento bajo nuestro control.

Al bajar del autobús me siento como un estúpido y alienado ciudadano del Primer Mundo, uno de tantos que ya ha perdido la mitad de su alma, y se pregunta, asustado, qué hacer para conservar lo que queda.

Nekovidal nekovidal@gmail.com

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Solo vives una vez, pero si lo haces bien, una vez es suficiente”.
(Mae West)

QUIERO IMAGINAR UN MUNDO. . .

Donde la guerra se estudie sólo en los libros de historia.

Donde casi todas las historias sean de amor.

Donde el amor haya impuesto su dulce costumbre, que sea un verdadero derecho humano.

Donde todos los derechos humanos sean una realidad cotidiana.

Donde lo cotidiano sea el placer de la armonía.

Donde la armonía resista el caos de la hipocresía y todos los miedos.

Donde los miedos ardan como el papel y calienten como el sol.

Donde el sol brille realmente para todos.

Donde todos comprendamos que, en realidad, siempre hay más para sentir que para comprender.

Donde sentir no sea una forma ansiosa de huir.

Donde no haya más huida posible que hacia el paraíso.

Donde el paraíso sea el presente.

Donde el presente no sea confundir paz con alienación y vivir ya no sea un privilegio o una casualidad.

Donde los sauces llorones les dé un ataque de risa eligiéndose un nombre nuevo.

Donde todos los dioses y miedos humanos firmen la paz.

Donde la única patria fuera este pequeño planeta azul.

Donde cada sociedad humana aprendiera de todas las demás y cada persona de sus semejantes.

Donde cada certeza pudiera ser sentida como duda sin que doliera.

Donde nuestros cuerpos fueran espejos felices de nuestras mentes.

Donde la lluvia limpiara nuestros miedos y ninguna de sus gotas fueran lágrimas.

Quiero imaginar un mundo que sé con certeza que es posible porque la gente seria y triste, la autodenominada de orden, la cargada de miedos y escasa de sueños, hace dos siglos decía que era imposible que se aboliera la esclavitud y hace sólo uno que la mitad de la humanidad, las mujeres, nunca tendría derecho a votar o expresarse libremente.

Por eso sé, sin ninguna duda, que ese mundo que imagino será, con el tiempo, una realidad.

Nekovidal nekovidal@gmail.com

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MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

CARTA DE AISHA RHEDA A MARÍA ZAMBRANO

8 de marzo. Día Internacional de la Mujer.

VIII CERTAMEN LITERARIO “NERJA MUJER”• –
Aisha Rheda
……………
(España)
A/A: Sra. Dña. María Zambrano
En……………………. a 20 de diciembre de 2010

Estimada Sra. Dña. María Zambrano:

En la presente carta quiero expresarle mi más sincera admiración hacia la herencia de sus obras. El agradecimiento por sus palabras, su pensamiento y su ejemplo.
Le ruego disculpe mi atrevimiento al ocupar su tiempo y solicitar su atención, para permitirme exponerle mis inquietudes como mujer educada en una escuela española, pero unida a las raíces profundas de la religión que profesan mi padre y mi madre, el Islám, en la que ellos me han educado.
Soy una joven de dieciocho años de edad, que me he rebelado ante mi padre, cuando le he expresado mis opiniones, las cuales le han escandalizado, creando un conflicto familiar. El Corán me obliga, como precepto, a respetar a mis padres, pero no sólo exige ese respeto sino una sumisión a sus decisiones. Son la educación española y la atenta lectura de sus obras, que he leído siempre a escondidas, las causantes de mi rebeldía.
He finalizado el bachillerato con excelentes notas, he conseguido una beca para estudiar en la universidad. Mi padre se ha opuesto a que vaya a la universidad, quiere que contraiga matrimonio, a lo que yo, rotundamente, me he negado. Esta actitud de mi padre me ha obligado a abandonar el hogar, e independizarme, que, por otra parte, supone ser repudiada por toda mi familia.
Y, confiada en la fuerza de su pensamiento, de esas palabras suyas, que tan hondamente han formado mi carácter, encamino este nuevo reto, esta nueva vida en la universidad.
En mi memoria, le tengo a Vd. siempre presente, para reforzar mi voluntad, cada día releo sus obras en esta aventura diaria de ser mujer:


VIII CERTAMEN LITERARIO “NERJA MUJER”• – 2011

Que la mujer ha sido y es, el factor fundamental en ese lento trabajo de creación de un alma colectiva. La que nos ha unido con el pasado, con el suelo, con las costumbres y aspiraciones del grupo humano, y que poco a poco definen- los valores- específicos del grupo. Por lo tanto es la mediadora entre el reino de los valores y la modesta realidad social”.
Aceptar este pensamiento, es aceptarme como mujer que tiene voz, como persona. Vivo una profunda crisis que cuestiona mi creencia religiosa.
Siento todo el peso histórico de las mujeres luchadoras, que como Vd., incidieron en la sociedad para alcanzar unos valores democráticos. Esto me anima. Pero, sé que, por mi parentesco con el Islán, no me será fácil la tarea de alcanzar mi independencia, de ser libre. Cada instante del día tengo miedo, eso no es bueno. Temo por mi integridad física. Y, que, para ser aceptada socialmente, tenga que dar explicaciones.
Cuando amanece y me dirijo hacia la universidad, me siento dichosa por la oportunidad que tengo, me aferro a esa responsabilidad que adquiero como una nueva mujer que renace. Pienso en todas las mujeres de naciones no democráticas, con el deseo de que algún día tengan la opción de seguir mi camino. Esto me hace fuerte.
Porque para la consecución de una sociedad democrática se exige la igualdad política entre los sexos y reconocer, según Flora Tristán, otra mujer luchadora, que:
“Todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles de ser mujer.”
Soy muy joven, inquieta, y todo lo cuestiono, con tantas ganas de cambiar las cosas del mundo, que tomo la iniciativa de participar en reuniones de asociaciones de mujeres, en donde se plantean acciones en pro de denunciar las injusticias que padecemos las mujeres.
Y, entiendo que el único medio para incidir en la sociedad, parte del compromiso de una misma, ayudando a las demás en su formación y su educación. Este sentimiento
activista ha crecido, gracias a estar en este ambiente universitario. Pero, como dije, temo por mi integridad física, que me puedan denunciar los hombres islámicos que estudian en la universidad y ser perseguida. Porque son a ellos a los que hay que convencer, de lo que planteaba Engels:
“La mujer es un ser libre e inteligente, y como tal responsable de sus actos, lo mismo que el hombre; pues, si esto es así, lo necesario es ponerla en condiciones de libertad para que se desenvuelva según sus facultades. Ahora bien, si relegamos exclusivamente a la mujer a las funciones domésticas, es someterla, como hasta aquí, a la dependencia del hombre, y por lo tanto, quitarle su libertad. ¿Qué otro medio hay para poner a la mujer en condiciones de libertad? No hay otro más que el trabajo.”
Yo añadiría una herramienta muy importante, que anteriormente he mencionado, la oportunidad de educarse en libertad.
Para ello, Sra. doña María Zambrano, como le decía, Vd. ha sido para mí, un ejemplo, de persona coherente e integra, que supo luchar por unos ideales democráticos, junto a otras mujeres como Dolors Monserdá, Teresa Claramunt, María Echarri, María Espinosa, Benita Asas, Clara Campoamor, Margarita Nelkent, Dolores Ibarburi, Victoria Kent… Aprobasteis, convenciendo a los hombres, la Constitución de 1931, que supuso un enorme avance en la lucha por los derechos de la mujer.
Recuerdo los artículos:
Artículo:23
“No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas, ni las creencias religiosas.”
Artículo:36
“Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismo derechos electorales conforme determinen las leyes.”
Esto me conduce a hacer una reflexión personal: la necesidad de no caer en los mismos
errores, que produjeron el exilio de Vd., y de tantas mujeres y hombres intelectuales.

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Y, por otro lado, me duele mi pueblo, ése que me une a mis padres, del que hoy, yo sufro otro exilio, por verme obligada abandonar el hogar y mis creencias religiosas. Me duelen esas mujeres de mi raza, porque ese mundo está necesitado de muchos cambios. ¡Y qué lentos son los avances!
Que con buen criterio histórico lo decían Harriet Taylor y Stuart Mill, matrimonio unido y comprometido con la sociedad y el abolicionismo: “el mundo es muy joven y acaba de empezar a despojarse de las injusticias” ¿Cuántos siglos se necesita para alcanzar su madurez?
Y, mi honda preocupación, Sra. Dña. María Zambrano, es que soy otra persona, porque dentro de mí, se han producido cambios, de los que me alegro. Pero, me siento sola.
En esta soledad en la que me aferro a la lectura, deseando ser una mujer independiente, activista como vosotras: Lucía Sánchez Saornil, Federica Montseny, Lidia Falcón, Victoria Sedón de León, Amelia Valcárcel , Celia Amoros…
Y le leo a Vd., sus palabras me reconfortan cuando expresan el concepto de Persona. Entiende su ideal feminista como complementario e integrador.
En ese mismo pensamiento Pitaluga ya profetizaba la necesidad de una sociedad que supere la antinomia de los géneros, no en una cultura asexuada, sino una cultura integradora de los géneros.
Y en esta línea su concepto de “Persona como la realidad más valiosa que todas. Portadora de un designio que la sobrepasa, tan inasequible y lejana, tan cercana y frágil. La más invulnerable y lo más conmovedor. El mayor prodigio conocido”.
Espero que se convenza el hombre y la mujer, que su feminidad y su masculinidad, se unen en dicho concepto de PERSONA. Porque se debe de encaminar a complementarse las cualidades de ambos: la paciencia, la resistencia, la constancia, la resignación, la afectividad, a los otros valores como: la actividad, la racionalidad, la responsabilidad, la libertad.

Y para ser copartícipe el hombre con la mujer debe reconocer que el “sentido de maternidad que es un elemento substancial de la mujer. Entender que la maternidad no es en la mujer una simple tarea fisiológica, sino que se alarga en la educación. Toda mujer es por esencia educadora” Para que esta tarea sea complementaria, el hombre debe participar de la educación de sus hijos/as, asumir su paternidad no como algo externo sino interiorizado e integrador.
Como una joven estudiante de la universidad, reitero mi devoción hacía Vd. y reconozco Sra. Dña. María Zambrano, que su pensamiento está muy vivo. Y, se hace necesario que entre en los corazones de las personas, para que surja ese entendimiento.
Y, evitar ese mal: “de la violencia de género”, tan arraigada en la genética de la religión, en la sociedad, a través de la historia incidiendo de manera dañina en la relación del hombre y la mujer. Y su opinión sobre este tema es clarificador, y ejemplar cuando nos dice:
“Antes el hombre tenía celos de otro hombre, ahora lo va teniendo de ese ideal que la mujer vive a sus espaldas, Contra esto sólo se nos ocurre un remedio, comunidad de ideales, integración espiritual de sus vidas” Porque, su ideal feminista, Sra. Dña. María Zambrano, une todas las tendencias porque exige en dicha tarea la implicación del hombre y de la mujer. Exige un esfuerzo común de reconciliación.
Porque su ideal feminista está más allá de la emancipación económica, que no es sino un paso tristemente necesario. Su proyecto feminista, Sra. Dña. María Zambrano, no consiste en superar a los hombres, sino en alcanzar la comunidad de ideales – integración espiritual de sus vidas-.
Con la fortaleza que produce en mi espíritu sus palabras, para poder afrontar con coraje la vida, humildemente me confieso su discípula.
Con afecto Aisha Rheda.

Autor: José Marcelo (poeta) – Obtiene el Tercer Premio General del VIII CERTAMEN LITERARIO- NERJA- MUJER.

https://josemarcelopoeta.wordpress.com/category/narrativa/


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