domingo, 13 de diciembre de 2020

 

VOCES entre VOCES

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TEMAS TERTULIA 18-12-2020

LLAVES

LO OTRO

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.


Tomar un consejo al pie de la letra lo mismo puede causar felicidad que desventura"

(Séneca)

EJERCICIO DE SOLEDAD


Estamos solos la mosca y yo
en esta tarde de sábado.
No intento sorprenderla como ella,
que surge sin saber cómo
mientras levanto la vista del libro donde leo
de atardeceres y congojas.
Lo más admirable de la mosca no es su vuelo geométrico
ni su lenguaje de figuras,
sino esa suerte echada que la distingue
y que la obliga a aceptar el destino
de haber llegado a morir a este sitio sin boñigas,
donde el único horizonte posible es la almohada.
Es evidentemente joven la mosca,
de pequeño tamaño, silenciosa, casi aséptica,
ni siquiera con el deseo de encontrar una borona,
un compañero,
con el que pueda hablar de sus preocupaciones de mosca
-que yo ignoro-,
de viajes al basurero y a los desperdicios,
que ella haría con actitud deportiva en caso de no haberse
extraviado aquí
lejos de sus hermanas.
Sé bien que las moscas no son acariciables
menos con el pensamiento,
de suerte que me acostumbro a pensar en ella
como un hecho súbito que surge y desaparece,
para nada necesitada de mí o de mi creencia,
satisfecha consigo misma en sus esguinces y rincones.
Esta mosca es lo menos mosca que haya conocido,
pero ella debe saberse mosca para ser tan encantadoramente solitaria:
toda clasificación parte de mí, a ella la tiene sin cuidado
ser mosca u hombre o elefante,
en su fuero íntimo le importará poco que ella sea hombre y yo mosca,
y no se extrañará de no verme volar
cuando compruebe que llevo mis dos patas a la cabeza
y la sacudo para que produzca palabras y pensamientos,
o cuando suene el teléfono trayéndome tus noticias
o cuando me siento descuidadamente cerca del periódico,
mientras le ayudo a que aparezca muerta y ya. Como yo, como todos.


Fernando Garabito

FUENTE: 
Ejercicios de soledad - Poemas de Fernando Garavito 

http://www.poemas-del-alma.com/fernando-garavito-ejercicios-de-soledad.htm#ixzz4MKe9raUd



"Las distintas culturas humanas no son sino la acumulación aleatoria de ciertos rasgos individuales de personalidad que acaban imponiéndose como una costumbre social”.

(Nekovidal)



TEXTOS TERTULIA 11-12-2020

MARIQUITAS

AQUELLO

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.




MARIQUITAS



Danilo era cordobés, emigrante, homosexual y una de las personas más educadas que he conocido en mi vida. Para unos era el Sr. Danilo López, para otros el mozo, o la mariquita, o el gallego puto, o ...

Para mi, Danilo era, a mis cinco años, el señor inglés, porque era la única persona que había conocido que se comportaba igual que ciertos actores ingleses, como David Niven, y yo estaba convencido de que sólo los ingleses actuaban así.

Danilo trabajaba de camarero en un restaurante de mi padre. Y éste tuvo que pasar unas cuantas horas, de algunas de las cuales fui testigo, explicando a sus amigos, en gallego y castellano, porqué le había contratado, siendo evidente, si no al primer golpe de vista, sí al segundo, que era homosexual, con el consiguiente perjuicio económico previsible para el local.

A principios de los sesenta, Uruguay era uno de los países más progresistas del mundo, pero el machismo y los prejuicios sexistas reinaban allí como en casi todas partes, y contratar un camarero homosexual, salvo que fuera para un local de clientela muy definida, era un riesgo.

Mi padre, que en política solía defender posturas más bien conservadoras, tuvo varios gestos así en su vida, llevando al extremo su carácter consecuente y dando la cara por derechos que décadas después se considerarían normales.

Sí, es maricón, pero es el mejor camarero que he tenido, trabajador y educado, ¿por qué no se le va a contratar?”, les decía a sus amigos.

Te va a hundir el restaurante”, contestaban ellos.

La sorpresa fue mayúscula: un par de meses después no sólo no había bajado la clientela del local, sino que había aumentado considerablemente, teniendo mi padre que contratar dos camareros más.

En el fondo, y a pesar de las apariencias, las personas no somos tontas, o lo somos menos de lo que aparentamos, y a todos nos gusta ser bien atendidos por una persona que disfruta con su trabajo, y un buen profesional de la hostelería es ante todo eso: una persona cuya satisfacción laboral va unida a la satisfacción de sus clientes. Y ése era el arte de Danilo, arte que primero las clientas y luego los clientes sin dudas sobre su identidad sexual, pronto aprendieron a valorar.

En un país donde tu peluquero era ruso, tu sastre judío, tu panadero italiano y la mitad de la hostelería gallega, no era extraño tener un camarero cordobés que se comportara como un mayordomo inglés. Lo curioso es que Danilo no hablaba ni una palabra de inglés, pero eso nunca me supuso un problema para considerarle británico, porque yo creía, no sé porqué, que los ingleses eran personas de muchos gestos y pocas palabras.

Y Danilo, efectivamente, solía ser muy parco en palabras. Un día sorprendí en la puerta del restaurante una conversación entre él y un amigo suyo, posiblemente su novio, sobre el oficio de camarero:

Un buen camarero habla siempre poco, sólo lo indispensable. Así no se molesta al cliente y, de paso, puedes disfrutar con sus conversaciones, que siempre son interesantes, auténticas novelas, verdaderos libros ...”

Recuerdo que pensé: “Ah, entonces, ¿los libros no están siempre escritos? Y eso cambió para siempre mi forma de mirar los libros y las palabras.


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AQUELLO



Según la RAE, aquello es algo que está alejado de quien lo nombra ya sea en espacio o en tiempo. Lo que vemos se queda grabado en nuestra retina para siempre; lo que sentimos se graba, también para siempre, en nuestra alma. Con toda seguridad, a lo largo de la vida hemos visto cosas que han ofendido nuestros ojos y sentido otras que han herido nuestro espíritu; del mismo modo, tenemos registradas imágenes que nos deleitaron la vista y sensaciones maravillosas que nos agradaron. Hay que tener mucho cuidado al traer al presente lo que pertenece al pasado. Lo peor de traer un sentimiento negativo es que funciona a modo de tornillo en una pared húmeda que destroza la capa de pintura y crea grandes agujeros que no valen para nada; lo malo de invitar al positivo es que consigue que la vida presente parezca absurda.


Yo, que tengo sobrada experiencia tanto en convertir la pared de mi alma en un queso de gruyer como en dejarme embargar por la nostalgia, estoy comenzando a entender -a la vejez viruelas- que todo es más sencillo. No se puede vivir con la cabeza llena de ayeres. Cuando vivimos anclados emocionalmente al pasado «aquello» se convierte en «esto» y sufrimos lo maldito con la misma intensidad que lo hicimos entonces o nos embarga la nostalgia porque lo feliz ya no está. La salvación está en mirar el pasado con los ojos de hoy.


No se trata de olvidar, entre otras cosas porque no se puede; se trata de acudir a los recuerdos como acudimos a las fotografías, mirándolas cuando decidimos, donde lo decidimos y por el tiempo que decidimos; se trata de no recrearse, de usar el pasado como se utiliza el retrovisor de un coche, a modo de orientación que nos ayuda a seguir hacia nuestra meta, pero con nuestra atención colocada en el asfalto y en lo que ocurre a nuestro alrededor y manejando el volante con firmeza.


Poniendo empeño en el hoy «aquello» se ubicará en el espacio y en el tiempo que le corresponden.



12/diciembre/20202 – Victoria Blanco para «VOCESentreVOCES»



AQUELLO



Quiero aquello, soñaba.

Lo imaginaba extenso y complicado,

formado por las cosas imperfectas

de un mundo ya pasado.


Quiero aquello, decía.

Y mientras lo soñaba lo alcanzaba

con sus calles soleadas,

andando entre esa gente que quería.


Quiero aquello, gritaba.

Y fue terrible quererlo,

cuando supo que lo que más buscaba

sólo era simple y bello.


Recién entonces le lastimó de veras

el vacío silencio,

cuando, como burlándose repuso

-aquello está muy lejos-.


Haydee Acosta







AQUELLO



Aquello habitaba lo más profundo del alma humana, se incrustaba en sus entrañas e impedía a las personas recorrer la vida de una forma digna y feliz.

Pocos analizaban su origen, la mayoría se autoengañaba creyendo poder controlarlo, creyendo saber o comprender algo.

Cual verdadera pandemia fue infectando a todos los humanos negándoles la posibilidad siquiera de recobrar la libertad una vez infectados.

Aquello sembraba miedo y desconfianza entre los humanos que se resistían a creer que ellos mismos eran sus creadores.

Aquello tenía muchos nombres: odio, prejuicios, racismo, integrismo o verdad única y absoluta.

Aquello casi hizo desaparecer la especie humana del planeta en menos de un siglo, una aparente tragedia celebrada por otros seres vivos.

Aquello, los humanos tardaron en comprenderlo, se combatía con dos únicas medicinas: sabiduría y amor.


Nekovidal nekovidal@gmail.com 

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AQUELLO

Cuanto más pases la lengua

por mi cuerpo

más en puntillas

me pongo.


Ráfaga de viento

en un mar caliente,

ojos de ciego

que no ve más allá

de su frente.


José María Rico - Spencer





MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.




RETRATO

Audio:

https://www.ivoox.com/retrato-audios-mp3_rf_32584431_1.html



Rafael Cotilla

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