TEMAS
TERTULIA 26-1-2018
A
PESAR DE TODO
INVENTARIO
MICRORRELATOS
Cuando haces las paces con la autoridad, te conviertes en la autoridad. (Jim Morrison)
Viejo,
dulce Satchmo—
rostro como huellas de ruedas en la llanura,
como tierra y fosforescencia marina.
Llagas en los labios.
Sangre en la boquilla de latón. Siempre
ruge la tormenta de sol
en el agrietado árbol de tus pulmones. Siempre
huye un cuervo con alas de paloma
de tu garganta rota de cantar.
Nobody knows...
¿Ves todas esas manos blancas, Satchmo?
Aplauden.
Manos que pegaron, manos que ahorcaron, manos
que dividieron una dulce y creciente oscuridad
con la cruz en llamas del odio.
Ahora aplauden.
Y tú tocas, viejo. Cantas
el Lullaby del Uncle Satchmo. El sudor gotea, el pecho
jadea. Hay un sol clavado
en la resplandeciente boca de la trompeta.
Como el llanto en una garganta.
...the trouble I've seen
Cómo me ha hecho avergonzarme tu sonrisa llena de cicatrices
de mi propio rostro cerrado,
de mi genuflexión ante las sombras. Te pregunto:
¿De dónde sacas fuerzas para
tu rebelión sin odio? ¿Tu
resplandeciente tono de luz que
ilumina la noche de los negros? Contéstame
¿cómo ha de ser el dolor de grande...
cómo ha de ser el dolor de grande
para alimentar una alegría pura?
Y la trompeta contesta
desde la lejanía,
un humo de plata:
—Mississippi.
rostro como huellas de ruedas en la llanura,
como tierra y fosforescencia marina.
Llagas en los labios.
Sangre en la boquilla de latón. Siempre
ruge la tormenta de sol
en el agrietado árbol de tus pulmones. Siempre
huye un cuervo con alas de paloma
de tu garganta rota de cantar.
Nobody knows...
¿Ves todas esas manos blancas, Satchmo?
Aplauden.
Manos que pegaron, manos que ahorcaron, manos
que dividieron una dulce y creciente oscuridad
con la cruz en llamas del odio.
Ahora aplauden.
Y tú tocas, viejo. Cantas
el Lullaby del Uncle Satchmo. El sudor gotea, el pecho
jadea. Hay un sol clavado
en la resplandeciente boca de la trompeta.
Como el llanto en una garganta.
...the trouble I've seen
Cómo me ha hecho avergonzarme tu sonrisa llena de cicatrices
de mi propio rostro cerrado,
de mi genuflexión ante las sombras. Te pregunto:
¿De dónde sacas fuerzas para
tu rebelión sin odio? ¿Tu
resplandeciente tono de luz que
ilumina la noche de los negros? Contéstame
¿cómo ha de ser el dolor de grande...
cómo ha de ser el dolor de grande
para alimentar una alegría pura?
Y la trompeta contesta
desde la lejanía,
un humo de plata:
—Mississippi.
Hans Børli en Ved bålet (1962), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).
Nunca somos tan vulnerables al sufrimiento como cuando amamos. (Sigmund Freud)
TEXTOS
TERTULIA 19-1-2018
REDUCIDOS
AL OLVIDO
ME
REPITO
MICRORRELATOS
REDUCIDOS
AL OLVIDO
"Que
nazca la vida"
Sueños que murieron por el descontento de los hombres de negro.
Triste melodía que acompaña al féretro donde mueren los sueños ...
Mano escondida en la sombra que mece la cuna sin vida ni aliento.
Gente por la calle con la mirada en el suelo, inerte como la ceniza, como el pájaro que perece ...
Como mi padre, que se fue para siempre.
Sueños que dejaron de serlo para convertirse en versos, recitados por poetas que luchan contra los tiempos, contra el destino, contra los hombres de negro ...
¡¡Que se ilumine la vida, que el blanco suplante al negro!!
¡¡Que nazca la vida, que se mueran los muertos!!
¡¡Que se limpien los cielos de negro!!
Que la cuna tenga su niño dentro ...
Que los hombres se abracen de nuevo ...
Que el amor suplante al rencor, a la ira y el descontento ...
Por los tiempos de los tiempos.
Rafael Cotilla
REDUCIDOS
AL OLVIDO
¿Reducidos
al olvido? Imposible.
Uno
a uno, todos sus átomos formarán parte de cada instante del futuro.
Leí,
sorprendido, hace años:”Cada uno de nosotros lleva en su cuerpo al
menos un átomo de Julio César...”
Tiempo
después me dí cuenta del verdadero significado de aquella frase, de
que cada uno de nosotros llevamos en nuestro cuerpo, ahora vivo, en
realidad, al menos un átomo de todos y cada uno de los seres humanos
que han existido desde el origen de nuestra especie.
Entonces,
si nuestro cuerpo seguirá en una eterna comunión con la naturaleza,
formando y dejando de formar parte de otros seres vivos, tanto como
de lluvías y ríos, mares y desiertos, eso que llamamos vivir o
morir, ¿tiene importancia más allá de nuestro ego?
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
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REDUCIDOS
AL OLVIDO
El Incubo primate
anuncia un perfume francés
Circula en un monociclo
por las calles de París
y cuando ya es noche cerrada
seduce a un par de vedettes
Por escaleras mecánicas
sube y baja el subsodicho
con aires de general
Pierde pelo por momentos
se le cae algún argumento
y se queja de las viudas
Camela a las cortesanas
que tienen piel de nonatas
y luego se las merienda
cuando salen las estrellas
No acostumbra a presumir
de tamañas fechorías
El Súcubo reptil
acostado de soslayo
come pescado a la sal
mientras aparta a las moscas
y le trae al fresco el arte
de vanguardia o antigüillo
Cual suculenta hembra
con su disfraz tentador
engaña a los más incautos
Tienta su virilidad
Succiona sus blancos jugos
Nunca ya serán los mismos
El intruso se divierte
sabemos que es mala bestia
que hace caer en sus redes
a los más santos varones
después les oxida el alma
y los deja estupefactos
Íncubo y Súcubo yacen
se aparean se deshuesan
se tiran algunos bártulos
que aciertan en la diana
antes de ser abducidos
reducidos
al olvido.
José
Luis Álvarez
ME
REPITO
Me
repito.
No sé lo que escribo, ni lo que siento.
No sé si esto ya lo había dicho.
Ahora que está de moda, voy a tatuarme
en la piel todo lo que pienso.
No me gustan los poetas, saben demasiado
a sal de llanto.
Basta ya de traficar con la pena,
no valen nada las lágrimas.
Maldigo a los poetas,
los que alguna vez no han sido malditos...
Porque la poesía es desnudez, no quieras llevarme al huerto
enseñando sólo hasta la rodilla.
A mi, a la poesía me gusta tocarle el culo
y darle besos con lengua.
Me gusta revolcarme con ella en el barro.
No te apures. No me lo tomes en cuenta.
No sé lo que escribo ni lo que siento.
A veces, de tanta poesía uno puede quedarse tonto.
No sé lo que escribo, ni lo que siento.
No sé si esto ya lo había dicho.
Ahora que está de moda, voy a tatuarme
en la piel todo lo que pienso.
No me gustan los poetas, saben demasiado
a sal de llanto.
Basta ya de traficar con la pena,
no valen nada las lágrimas.
Maldigo a los poetas,
los que alguna vez no han sido malditos...
Porque la poesía es desnudez, no quieras llevarme al huerto
enseñando sólo hasta la rodilla.
A mi, a la poesía me gusta tocarle el culo
y darle besos con lengua.
Me gusta revolcarme con ella en el barro.
No te apures. No me lo tomes en cuenta.
No sé lo que escribo ni lo que siento.
A veces, de tanta poesía uno puede quedarse tonto.
J.J.C.
- Juan Jiménez Caballero
ME
REPITO
Desconfío
de las religiones, ideologías, organizaciones y personas que tienen
las ideas muy claras, siempre acaban sembrando guerras.
¿Por
qué nadie se molesta en leer la historia, al menos la que no han
podido borrar los vencedores?
¿Por
qué nadie se molesta en leer la historia, al menos la que no han
podido borrar los vencedores?
¿Por
qué nadie se molesta en leer la historia, al menos la que no han
podido borrar los vencedores?
Y
dicen que soy yo el que se repite . . .
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ME
REPITO
Si
dudo de mis dudas, ¿dudo o me repito?
Si
creo que soy, ¿soy o me repito en mi creencia?
Si
fuera, ¿sería o sería sólo la ilusión de ser?
Y
el gran dilema: Si como fabada, ¿se repite ella, yo o las
circunstancias?
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MICRORRELATOS
CARTA
A MI PAPÁ
Papá que ya no estas a mi lado, no puedo dejar de pensar en ti.
La noche que te marchaste mi corazón se quedó desolado.
¡Que noche tan fría, que día tan triste para mí!
Mis ojos llenos de lágrimas, mis ojos de color rojo.
Todavía no puedo dejar de llorar cuando pienso en ti.
Todavía no puedo dejar de lamentar que no estés aquí.
Quiero gritar cuanto te quiero, cuanto te necesito papá, aunque sé que ya no me oirás.
¿POR QUÉ TE HAS MARCHADO PAPÁ?
Papá que ya no estas a mi lado, no puedo dejar de pensar en ti.
La noche que te marchaste mi corazón se quedó desolado.
¡Que noche tan fría, que día tan triste para mí!
Mis ojos llenos de lágrimas, mis ojos de color rojo.
Todavía no puedo dejar de llorar cuando pienso en ti.
Todavía no puedo dejar de lamentar que no estés aquí.
Quiero gritar cuanto te quiero, cuanto te necesito papá, aunque sé que ya no me oirás.
¿POR QUÉ TE HAS MARCHADO PAPÁ?
Mari
Carmen Gómez Castro
MICRORRELATOS
La
puerta entreabierta.
La
luz que se funde.
Una
taza naranja.
El
agua que se seca.
Unos
labios entreabiertos.
Aquel
pelo de aquel ombligo.
El
dedo que te eligió.
El
suspiro perdido en el aire.
La
cama deshabitada
y
tú...
que
no estás.
José
María Rico
Descuidadamente
clavado como estoy
trato de desentenderme de mi responsabilidad por el futuro
En verdad no fui lo suficientemente claro
Los celotes me acusaban de timorato
y los saduceos de locura revolucionaria
mientras los romanos me tomaban por un celote
que quería derribar el estado
Yo acepto el estado, por ahora,
en espera de que se haga superfino
Acepto el sufrimiento, por ahora,
mientras las armas sólo sean clavos
Pero espero haber sido claro al menos en un punto:
el poder del césar no viene de Dios
y nosotros no somos malos
Es el césar el que nos consume, no nosotros,
son sus caprichos lo que satisfacemos
incluso cuando creemos actuar libremente
A menudo nos confundimos mutuamente con él
nos interrumpimos en medio de una conversación y decimos
fríamente: mi cabeza la conservo yo, muchas gracias—
no confundamos amabilidad con abnegación
Entonces se oye de repente el obsesivo sonido de su corazón
Tened cuidado, para que no os quedéis sordos por eso
Tened cuidado, para que no creáis que es el vuestro
Pero nadie escucha; el tintineo de las monedas llena
los oídos, y además a mí me dan por muerto
Tengo que convencerme a mí mismo para dejar de preguntar:
¿Es acaso pecado la falta de claridad? ¿O aún más
aclaraciones hubiesen hecho de mí un maldito incomprendido?
El día es blanco como un muro con venas incrustadas
¡Discípulos y anunciantes, mirad hacia aquí! ¡Tengo sed!
Haced un producto de mi situación
dadme una vida eterna.
trato de desentenderme de mi responsabilidad por el futuro
En verdad no fui lo suficientemente claro
Los celotes me acusaban de timorato
y los saduceos de locura revolucionaria
mientras los romanos me tomaban por un celote
que quería derribar el estado
Yo acepto el estado, por ahora,
en espera de que se haga superfino
Acepto el sufrimiento, por ahora,
mientras las armas sólo sean clavos
Pero espero haber sido claro al menos en un punto:
el poder del césar no viene de Dios
y nosotros no somos malos
Es el césar el que nos consume, no nosotros,
son sus caprichos lo que satisfacemos
incluso cuando creemos actuar libremente
A menudo nos confundimos mutuamente con él
nos interrumpimos en medio de una conversación y decimos
fríamente: mi cabeza la conservo yo, muchas gracias—
no confundamos amabilidad con abnegación
Entonces se oye de repente el obsesivo sonido de su corazón
Tened cuidado, para que no os quedéis sordos por eso
Tened cuidado, para que no creáis que es el vuestro
Pero nadie escucha; el tintineo de las monedas llena
los oídos, y además a mí me dan por muerto
Tengo que convencerme a mí mismo para dejar de preguntar:
¿Es acaso pecado la falta de claridad? ¿O aún más
aclaraciones hubiesen hecho de mí un maldito incomprendido?
El día es blanco como un muro con venas incrustadas
¡Discípulos y anunciantes, mirad hacia aquí! ¡Tengo sed!
Haced un producto de mi situación
dadme una vida eterna.
Björn Håkanson en Kürlek i Vita Huset (1967), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).
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